Tomado
de BBC Mundo
Qué
dijeron el gobierno y las FARC en el inicio de las negociaciones
El gobierno de Colombia y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron formalmente la llamada
segunda fase de una negociación de paz, para poner fin a un conflicto que se
extiende por casi medio siglo.
Con la mediación de Noruega y Cuba, y el
acompañamiento de Venezuela y Chile, las partes lanzaron esta segunda etapa con
una declaración formal en la ciudad de Oslo.
Noruega
La jefa de la sección de paz y
reconciliación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Tone Allers, dio la
bienvenida a la apertura del proceso de paz, que calificó de "sólo el
principio".
Allers reconoció la necesidad de
"tomar más pasos" y animó a las partes "a continuar de buena
fe" y a mantener su "compromiso con la paz".
La representa del gobierno noruego
enfatizó que las víctimas del conflicto llevan el peso de sus consecuencias y
dijo que están en el centro del proceso. En este sentido, manifestó que
"las voces de las mujeres deben oírse".
Cuba
Por Cuba, Carlos Fernández de Cosío,
afirmó que la disposición tanto del gobierno de Colombia como de las FARC de
iniciar un diálogo "merece el respeto y apoyo de todo el mundo", e
indicó que La Habana tiene "un compromiso histórico con el empeño de
alcanzar la paz".
Fernández garantizó que, en su papel de
garante, se "regirá por el espíritu de solidaridad, respeto y
discreción".
Colombia
"Seguramente no nos vamos a convencer el uno al otro en nuestra diversas ideas políticas (...) no venimos a catequizar a nadie (...) No se trata de que las FARC depongan sus idea, sino que sigan luchando por ellas en democracia. Así sean contrapuestas a las nuestras"
Humberto de la Calle
Por el gobierno de Colombia, el jefe
negociador Humberto de la Calle comenzó por reconocer el profesionalismo de los
países garantes y acompañantes, así como el hecho de que "las FARC han
reconocido rigurosamente sus compromisos".
"El gobierno también lo ha hecho,
pese a diversas complejidades logísticas superadas de manera eficiente con
ayuda del los países garantes. Esperamos que ello continúe como elemento
esencial para la buena marcha de las conversaciones", indicó.
A continuación, De la Calle enunció las
características particulares de este proceso. En primer lugar, dijo, cuenta con
una estructura en tres fases: la primera, la firma de un acuerdo general que
establece las condiciones necesarias para la terminación del conflicto; la
segunda, que comienza este jueves, y la tercera que se iniciará con la firma de
un acuerdo final.
Luego mencionó la confidencialidad,
referida concretamente al desarrollo de las negociaciones en la mesa. "No
pretendemos que las FARC no expresen sus ideas, pero si se filtran contenidos
de la mesa se afecta en forma grave el proceso", advirtió.
El negociador indicó que hay apoyo para el
proceso pero que la situación es "volátil", por lo cual "cada
cosa debe suceder en su momento".
Eso no significa, añadió, "que
trabajaremos de espaldas al país". Afirmó que se han contemplado
"mecanismos para garantizar que los ciudadanos puedan contribuir con
propuestas" y que se considerarán "mecanismos de refrendación
final".
Por último, aseguró que el diálogo se
distingue por ser "serio, realista y eficaz". Dijo que esperaba que
se desarrollara en un ambiente de trabajo y no como una excusa para dar
continuidad al conflicto o utilizarlo como una herramienta de propaganda.
"Seguramente no nos vamos a convencer
el uno al otro en nuestra diversas ideas políticas (...) no venimos a
catequizar a nadie", sostuvo, sino que la idea era establecer una agenda
que le permitiera a las FARC exponer sus ideas sin las armas.
"No se trata de que las FARC depongan
sus idea, sino que sigan luchando por ellas en democracia. Así sean
contrapuestas a las nuestras", declaró.
De la Calle insistió en la necesidad de
llegar a cinco puntos que se puedan cumplir, en materia de desarrollo rural,
las garantías para la oposición y la participación política, el fin del
conflicto, el narcotráfico y las víctimas. Agregó que eso no se traducía en
escribir leyes, sino en "trabajar en la realidad".
Por último, manifestó que las condiciones
de este diálogo de paz, tanto nacional como internacionalmente, eran
auspiciosas. Pero dejó en claro que la terminación de la fase dos, o
terminación de conflicto armado, no es la paz. "Es la antesala de la paz.
Para lograrla, hay que ir a fondo en la transformación de la sociedad",
dijo.
"(Éste) es un momento de esperanza.
No es una esperanza ingenua. Sabemos que hay dificultades enormes. Tenemos una
dosis de optimismo, pero es un optimismo moderado (...) Venimos a hacer nuestro
mejor esfuerzo", concluyó.
En la rueda de prensa posterior al inicio
de las negociaciones, el jefe del equipo negociador colombiano resaltó que la
presencia de Simón Trinidad "no está en discusión" y agregó que
"es un hecho que no corresponde al gobierno colombiano".
"Los temas que han aflorado el día de
hoy no pertenecen a esa agenda ni serán discutidos por el gobierno
colombiano", señaló el representante del gobierno de Juan Manuel Santos.
"El modelo económico o la inversión
extranjera no son elementos presentes en esta agenda de negociación (...) Lo
que queremos son unas reglas de juego para la expresión democrática de las
diferentes ideas políticas".
FARC
"Venimos a Oslo, desde el Macondo de la injusticia, con un sueño colectivo de paz, con un ramo de olivo en nuestras manos"
Iván Márquez
Por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo, Iván Márquez manifestó que su organización había
ido a "Oslo, desde el Macondo de la injusticia, con un sueño colectivo de
paz, con un ramo de olivo en nuestras manos".
Márquez insistió en que "el pueblo
tendrá que ser el protagonista principal", y que cualquier acuerdo
"no depende de un acuerdo entre voceros", sino que la solución tiene
que ser trazada por el "soberano".
El representante del grupo guerrillero
puntualizó que no debía "concebirse como un proceso contrarreloj".
"La pretendida paz express, que algunos promocionan, por su
(volatilidad) solo conduciría a los precipicios de la frustración".
El portavoz aseguró que su organización no
está formada por "los guerreristas que han querido pintar algunos medios
de comunicación", sino que habían venido a la mesa con propuestas
"para alcanzar una paz definitiva", una que "implique una
profunda desmilitarización del Estado y reformas radicales que funden la
democracia, justicia y libertad verdaderas".
A continuación, Márquez hizo una
evaluación de la situación del campo colombiano, acoplada con una crítica a las
políticas oficiales y a los proyectos de ley que maneja en esta materia.
Reiteró que el asunto de la titularidad y tenencia de la tierra constituían el
aspecto central que animaba la lucha armada, y el tema fundamental a ser
resuelto para acabar con el conflicto.
También criticó lo que llamó la
complicidad del gobierno con las transnacionales y enunció una serie de
ejemplos de "abuso" y de "resistencia" por diferentes
agrupaciones de trabajadores o comunidades colombianas frente al poder de estas
organizaciones.
En cuanto al abandono de las armas,
aseguró que en las FARC "sinceramente queremos la paz", pero que eso
no significa "el silencio de los fusiles", sino "que abarca la
transformación de la estructura del Estado". Reiteró que su organización
no está derrotada, defendió como la lucha armada como un derecho universal, y
aseguró que la "guerra es insostenible" para el Estado por su costo.
"No somos causa, sino respuesta a la
violencia del Estado, que es quien debe someterse a un marco jurídico para que
responda por sus crímenes de lesa humanidad", dijo.
En otro orden de ideas, Márquez dijo que
el líder guerrillero Simón Trinidad, quien se encuentra encarcelado en Estados
Unidos, ha manifestado su disposición a participar en los diálogos, y añadió
que Washington "haría un gran aporte a la reconciliación de la familia
colombiana facilitando la participación de Simón de cuerpo presente".
Por último, le pidió a la gran prensa que
no siga "actuando como juez inicuo del proceso" e hizo un llamado a
no permitir "que los manipuladores de opinión desvíen el rumbo de esta
causa necesaria que es la reconciliación de los colombianos en condiciones de
justicia e igualdad".
En la rueda de prensa posterior al inicio
de las negociaciones, el delegado de las FARC dijo que "no puede haber un
acuerdo de paz en Colombia sin que esté representada la sociedad colombiana. No
sólo los sectores desfavorecidos y pobres. También de los sectores
pudientes".
"Es importante que los militares
contribuyan a buscar la senda en este conflicto. De alguna manera tenemos que
salir de la confrontación fratricida. Tenemos que escucharnos", señaló
Márquez.
EL COMUNICADO CONJUNTO
1. Reunidos en Oslo, Noruega, voceros del
gobierno de Colombia y de las FARC-EP acordamos la instalación pública de la
mesa de conversaciones encargada de desarrollar el acuerdo general para
terminar con el conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. De
esta manera se inicia formalmente la fase 2 del proceso.
2. Desarrollo agrario integral es el primer tema
acordado en la agenda. Se abordará a partir del 15 de noviembre en La Habana.
3. Las partes designarán representantes para
reunirse en La Habana desde el 5 de noviembre para continuar con los
preparativos.
4. Agradecemos la hospitalidad de los países y
la participación de los garantes y acompañantes.