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sábado, 4 de mayo de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EDUCACION Y SENTIDO COMUN


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
“Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, el Sentido Común, que ha estado con nosotros durante muchos años. No se sabe con certeza la edad que tenía, puesto que sus registros de nacimiento se perdieron hace mucho tiempo entre las formalidades de la burocracia…” Así comienza un sentido obituario, de autoría anónima, que circula por la Internet y se comparte en grupos de Whatspp. 

“Sentido Común -continúa el escrito- vivió bajo simples y sensatas políticas financieras (no gastar más de lo que se gana) y estrategias confiables (los adultos, no los niños, están al mando). Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando las regulaciones bien intencionadas, pero ineficaces, fueron fijadas en su lugar. Sentido Común perdió terreno cuando los padres arremetieron contra los maestros por hacer el trabajo disciplinario que ellos mismos habían dejado de hacer con sus ingobernables hijos”. 

Efectivamente, el Sentido Común dejó de ser el más común de los sentidos, como lo explica el obituario. Quizás haya sido desde que la gente ha estado más bombardeada con una serie de consejos y medidas que son aplicados en otras culturas y que muchas veces no funcionan en la nuestra, o se aplican sin pasarlas por el tamiz de nuestra inteligencia, cultura, y por supuesto, el sentido común... Tal vez a medida que nos hemos globalizado lo vamos perdiendo más, y en la educación de nuestros hijos es donde más queda en evidencia. 

En definitiva, nos hemos vuelto insensibles y nada nos sorprende. Las imágenes son cada vez más descarnadas. A la vez ya no ejercitamos el espíritu en materias como el arte, la música y la poesía. El ser humano necesita constantemente una dosis de adrenalina. A más jóvenes, más a menudo... Antes, estas grandes dosis se obtenían con los arrobamientos platónicos, las grandes causas y los ideales... Actualmente , como todo se ha vuelto más rápido y no existe el deseo de esforzarse, la adrenalina se sube con drogas, modas extremas o una serie de actividades que no involucran mucho el espíritu, la emoción, incluso cierta pasión por lo experimentado... Hoy parece normal la sobrealimentación de comida chatarra, la ostentación excesiva. Antes, en cambio, se criaba con más mesura, humildad y comida sana. 

Ahora todo se hace a la ligera, porque produce dinero y/o placer instantáneo. La adrenalina sube sin espíritu ni emoción, generando seres cada vez más deshumanizados. Como si fuera poco, los padres consienten a los hijos desde antes de nacer comprándoles cosas extravagantes, pensando en lo que desean para ellos y suelen ser solo cosas grandiosas para presumir de su status y posición económica. Se les sobre estimulan para seguir pautas de crianza o las modas del momento, como centros para despertar la inteligencia del bebé que es lo mismo que se ha hecho desde siempre con el maternaje o la alimentación etc. Aun los animales estimulan a sus bebés y no necesitan escuelas caras y sofisticadas para hacerlo. Sí, en cambio, es necesario mucho amor, deseo y tiempo para hacerlo. 

Es fundamental volver a una crianza más amorosa, comprensiva y adecuada a cada hijo y a cada cultura, pero enseñando valores con el ejemplo y no solamente el "chancletazo o castigo extremo". Estimularlos en exceso es un error. No está mal dejarlos llorar o aguantar un poco de hambre antes de darles de comer y no hacerlos dormir siempre con la teta o el biberón en la boca o paseándolos en el carro. Es una medida justa entre atención y frustración... El exceso siempre será malo, lo mismo que la ambigüedad: no puedo educar bien si los padres educan de una forma y el colegio, los abuelos o la empleada de otra... Debe de haber congruencia en el proceso educativo y disciplinario. 

No puedo dejar de ver el futuro de la educación con enorme preocupación. En algunos lugares la imagino demasiado tendiente a “adultizar” a los hijos, como en las sociedades más desarrolladas. En otros, en cambio, una gran sobreprotección de los mismos y un abismo más grande que el actual que separa la gente acomodada y de los que tienen menos. Además, con padres sin Sentido Común, todo resultará más difícil aún.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

sábado, 9 de marzo de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR. EDUCACION FAMILIAR: VERTICAL U HORIZONTAL


Debido a que uno de los debates más interesantes por estos días tiene como protagonista a la educación familiar.

Me gustaría exponer mi punto de vista y experiencia personal a la misma. Por un lado están los fervientes creyentes del sistema vertical, que es el más tradicional. Este funciona como una empresa: los padres son los jefes y los hijos son los trabajadores, quienes obedecen. Las indicaciones y las órdenes son dadas en forma vertical y muchas veces sin otro argumento que un enfático "porque lo digo yo".

Esto se refleja en la población en general y queda explicado en la investigación :"EVALUACIÓN DEL CONOCIMIENTO Y MANEJO SOBRE PROBLEMAS DE SALUD MENTAL EN EL HOSPITAL NACIONAL DE NIÑOS BENJAMÍN BLOOM. DEMANDAS EXISTENTES EN EL MISMO. RESULTADOS EXTRAPOLABLES AL MEDIO HOSPITALARIO PUBLICO SALVADOREÑO, Y A LA POBLACIÓN SALVADOREÑA, EN GENERAL”. Siendo la mencionada la primera investigación sobre Salud Mental llevada a cabo en El Salvador, en ser publicada por la Organización Panamericana de la Salud (O.P.S.)

Por otro lado yo ensayé aplicar el sistema horizontal, en el que desde pequeños a los niños se les hace pensar y tomar parte en su disciplina. Se les explica y se les da a elegir, decidiendo en consenso. Por supuesto, habrá ocasiones en que no sea tan sencillo y otras en que será necesario ser tajante, pero serán solo excepciones a la regla.

Desde mi perspectiva, y como madre de mellizos exitosos, funciona mejor la horizontal. No solo te obedecerán porque eres su padre sino porque van aprendiendo a razonar, a pensar, a tomar decisiones por sí mismos. Te verán como un aliado y no como un tirano del que desean escapar a la brevedad posible. Tus hijos aprenderán a elegir pensando cuando les toque estar solos y no a darle la vuelta a la tortilla y hacer todo lo que simplemente les dijiste que no podían hacer.

Por eso es necesario enseñarles a pensar más que a obedecer. A medida que vayan creciendo, van a ir siendo más amigos y tratarán de escucharte, más aún cuando a veces discrepen.

Algunos me preguntan si los padres no pierden algo de autoridad en el sistema horizontal. Quizás en apariencia un poco, pues los hijos le cuestionarán más, además de demandar dosis mayores de tiempo y entrega. Pero si el respeto existe en casa, éste nunca llegará a límites extremos o al menos muy pocas veces. Al final, el saldo siempre será positivo.

Con el vertical, en cambio, se corre un riesgo muy grande, sobre todo cuando los niños ya sean mayores. Estos tratarán de ir bajando a los padres a la situación que ellos tuvieron antes y más si estos han sido menos exitosos de lo que están siendo los hijos.

La discusión de cómo educar a los hijos es fundamental y debe darse en el seno de la pareja. Hay una reflexión de Napoleón Bonaparte que me gusta tanto y que es el consejo perfecto para esta situación: "Los hijos se educan 20 años antes de que nazcan". Es decir, los padres debemos prepararnos para serlo, porque el experimento de serlo pasará una vez -y solo una vez- con cada hijo. 

Si bien existen padres y madres con tendencias autoritarias, no debería ser la personalidad de éstos lo que determine el tipo de sistema de educación familiar. El camino del consenso, como expresé antes, es la mejor opción. Tampoco debería influir demasiado la personalidad de los hijos, aunque si tienen cierto grado de inmadurez podrían reaccionar con algo así como “ya soy adulto para que me des órdenes". En ese caso, tu respuesta será: “Nunca te he dado órdenes, sino sugerencias y tú elegirás lo que desees". Es una buena manera de aplicar esa educación horizontal. De alguien más maduro, en cambio, se espera una reacción del tipo: “Aunque me enoje, me gusta escuchar y razonar, pues me he dado cuenta que al final acabas teniendo la razón". Y sí, es que más sabe el diablo por viejo que por diablo.

El peor error que puede existir es tener un padre aplicando educación vertical y una madre horizontal al mismo hijo. No lo recomendaría, pues eso puede crear confusión y de hecho eso es lo más común en las relaciones verticales. ¿Cuántas veces no hemos escuchado decir la frase famosa “Ya vas a ver cuando se entere papá”? (o mamá, según el más fuerte de carácter de la familia). La autoridad va más allá de ensordecedores gritos o castigos ejemplares, es el arte de educar desde el consenso y el raciocinio.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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--> www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades. 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 2 de febrero de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DESNUDEZ O PUDOR


Hay pocas imágenes más tiernas que la de un padre o una madre en la bañera jugando con su pequeña criatura. Pero inmediatamente a muchos les entra la duda: ¿Está bien que los niños vean a sus padres desnudos? Pues eso depende de lo que los padres hayan decidido hacer. Debe verse la desnudez como algo natural, pero si los padres se sienten incómodos no deben hacerlo. Si no, no hay problemas, y serán nuestros hijos, cuando crezcan, los que pondrán un límite en su momento.

En la primera infancia, hasta los seis años, la desnudez no supone ningún trauma, al contrario. Lo confirman estudios realizados por el psicólogo Paul Okami, de la Universidad de Los Ángeles, que indican que “cuando los padres de niños entre 0 y 6 años se muestran desnudos con naturalidad en casa, su autoestima es mejor en la juventud y se sienten más cómodos con su cuerpo”. Eso sí, generalmente los niños se vuelven más pudorosos al ir iniciando la pubertad y la decisión de dejar de ver a sus padres desnudos será tan natural como espontánea. 

Sin embargo, puede ocurrir que esto se prolongue por un periodo largo de tiempo, y en ese caso puede ser negativo o sea que los padres no perciban las cambiantes necesidades de sus hijos, pero si hay buena comunicación, los niños mismos dirán a los progenitores que se cubran para evitar un momento de incomodidad 

Esencialmente se van dando las situaciones ligadas a las emociones y con poca asertividad que se tenga será fácil detectarlo. 

Es importante que pese a demostrar desnudez o pudor se les hable de su cuerpo como un templo al que tienen que cuidar, y esto aplica igual a ambos sexos. Es necesario hablarles de sexualidad y respeto. Si bien el pudor normalmente empieza a manifestarse alrededor de la pubertad, la verdad es que cada niño es diferente. Debe tratarse con naturalidad y a la vez hay que hablar de los otros temas ya mencionados. Si les hemos hablado de respeto... habrá que respetarlos y hacer que ellos respeten. 

Esto lo explica bien la española Rosa Collado, psicóloga especializada en sexología: “Al final los padres educan con su actitud. 

Si el niño después de descubrir naturalmente su cuerpo, ve que sus padres se cambian de ropa en la intimidad o piden permiso para entrar en el baño si hay otra persona… al final los niños aprenden a respetar la intimidad de los demás y de sí mismos y lo incluirán como un aprendizaje más para ellos”. 

La pubertad, además, coincide con que empiezan a madurar tanto física, mental como emocionalmente, entonces comienzan a distanciarse de los padres. Se vuelven más secretivos y probablemente más pudorosos. En general funciona igual con niños y niñas, pero está muy aparejado con la cultura, la religión y los estilos de vida. Generalmente en nuestras culturas latina y religiosas, las niñas mostrarán más pudor. Por otro lado, la maduración mental y emocional de ellas va por delante de los varones y eso también influirá. 

También es importante aprender a convivir con la desnudez, especialmente cuando tienen que compartir el vestuario en un club o algún gimnasio con otras personas, incluso muchas veces desconocidas. Ellos buscarán más o menor intimidad y se supone que los demás deben respetar. Por eso es tan importante hablarles de su cuerpo, su sexualidad, sus derechos, para que así aprendan a decir NO cuando no desean ser molestados. 

Ese diálogo permitirá, además, elevar la autoestima y fomentar la comunicación con los padres para externar cualquier tipo de problemas que pudiesen aparecer. 

En ese sentido, se debe tratar por igual a un adolescente más allá de su género, algo que no siempre vemos en hermanos de diferente sexo. Es importante enfatizar que gran parte de los problemas se dan porque hacemos mucha diferenciación en la forma de educar, hablar, actuar dependiendo del sexo, cuando lo ideal es que vayan compartiendo la misma educación y los mismos valores.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.