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martes, 17 de julio de 2018

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: La pedagogía de un presidente


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
Hace unos días ocurrió un episodio que vale la pena comentar y que sirve para graficar cuán devaluada está la palabra respeto en estos días. En un acto en París, el presidente francés Emmanuel Macron fue saludado por un adolescente con un "¿Qué pasa, Manu?". El mandatario no lo tomó a bien, le exigió respeto y le pidió que lo llamara "Señor Presidente o señor". Luego replicó: “Estás en una ceremonia oficial, así que compórtate como debe ser. Puedes hacerte el imbécil, pero hoy hay que cantar la Marsellesa…”

Debo reconocer que al principio me pareció algo exagerada la reacción de Macron ante el joven, pensé que se enojaba por una nimiedad. Pero después, al leer la noticia entera, me di cuenta que el disgusto de presidente no era solo por eso. Es que luego iban a cantar el himno de Francia y el adolescente estaba entonando "La Internacional', o canción de la Resistencia en contra de los alemanes durante la Ocupación durante la II Guerra Mundial. Por eso le pidió que le llamara Señor Presidente, además de dejarle un consejo: si quería cambios debía prepararse primero para ser protagonista de esos cambios.

Aquí viene un punto importante relacionado con la educación, y creo que Macron lo plantea muy bien en dicho ejemplo. Generalmente necesitamos conocimiento para realizar cambios adecuados. A veces, y no hay que ir tan lejos, vemos presidentes incultos, que realizaron cambios a punta de balas y ahora que deben representar al país no saben cómo expresarse y mucho menos proponer cambios. Se entiende que a veces las guerras son inevitables y que para algunos es la única forma de ser escuchados, pero ahora se están gestando otros conflictos, con muchas muertes, pues hay incapacidad para gobernar por falta de preparación.

Para nadie es un secreto que, en general, a los jóvenes o adolescentes no les importa la educación. Suele ser tediosa, y a la vez esta sociedad está llena de ejemplos en los cuales gente con nada de preparación se hace millonaria de la noche a la mañana. Aquí hay que incluir a nuestros políticos, las estrellas mediáticas, los traficantes… Eso lleva a pensar que estudiar es perder el tiempo. Y, lo que es peor, muchas veces resulta cierto, ya que los que estudian en los países como el nuestro no ganan nada con sus conocimientos. La diferencia con otros país, especialmente Francia y Estados Unidos, es abismal.

A pesar de eso, la educación siempre tiene que ser una prioridad. Siempre podemos educar, ya sea dando el ejemplo o en los comentarios que hacemos. Desgraciadamente los medios informativos o las redes sociales le dan más importancia a “los ricos en minutos” que a los que se preparan y logran cambios reales en el mundo y la vida de las personas. Investigadores, científicos y otros auténticos profesionales comprometidos con lo que hacen son eclipsados por otras estrellas mediáticas con mensajes vacíos. 

La educación también se adquiere con ejemplos, con apertura, con dar y aceptar consejos. Hay personas que no presentan la cualidad de escuchar y recapacitar sobre ello, entonces todo se hace más difícil. Pero también están aquellos ávidos de nuevos conocimientos, como la gente que lee estos artículos, que tiene ya tiene la motivación de leerlos para aprender. Eso sí, en el caso de que les impusieran, probablemente sería diferente.
Ser una persona influyente -desde un presidente, un actor o un deportista- también implica una responsabilidad. Por supuesto que debería aprovechar su popularidad para educar a sus seguidores. Por eso es triste ver cómo las personas admiran y elevan a otros a la categoría de dioses o semidioses y que lo único que tienen es un don, al que ni siquiera han enriquecido con algo más. Así es, por ejemplo, Diego Maradona, que presume de ser un dios y al cual endiosan hasta confundirlo con una divinidad. Sin embargo, noto una tendencia positiva en las estrellas mediáticas actuales: definitivamente tratan de irse volviendo menos vacías. Y aquí pongo el caso de la socialité estadounidense Kim Kardashian, que trata de ayudar a personas carenciadas. Es difícil saber si es parte de su campaña de imagen para que nos olvidemos de que se hizo famosa por un video porno y otros escándalos, o simplemente porque quiere mandar un mensaje positivo. En todo caso, la educación, el respeto y las buenas formas son valores muy preciados, de esos que nunca pasan de moda.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

miércoles, 4 de julio de 2018

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: Quien mal anda, mal acaba...


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
Hace unos días, cuando leía la noticia del asesinato del rapero XXXTentacion, de apenas 20 años, recordaba ese viejo dicho que reza “el que mal anda, mal acaba”. El músico, al que le dispararon -aparentemente fue víctima de un asalto-, es un típico caso de un ser conflictuado que trataba de salir a flote a pesar de sus problemas. Evidentemente fracasó en su intento. 

Estaba esperando un juicio por violencia doméstica tras un incidente con su novia embarazada y antes había estado bajo arresto domiciliario por agresión y acoso. 

Entonces surge la duda: ¿Se puede reconducir la conducta del ser humano? Sí, claro que es posible. Pero a mayor edad, más difícil. Lo primero que se requiere es voluntad. Si realmente el individuo no tiene intenciones de cambiar, la tarea es sencillamente imposible. En el caso de los niños es más fácil poder ilusionarnos con una recompensa, además de hacerlos sentir queridos y aceptados por sus mayores y sus pares. A medida que se hacen mayores, cada vez es más complicado. La ganancia de cambiar debe ser un trabajo o una actividad que les haga sentirse valiosos. 

Si hay una enfermedad concomitante, lo ideal es que se realice un tratamiento farmacológico de la misma. También psicoterapias, terapias de cambio de conducta con refuerzos positivos, pero todo debe ir orientado a reforzar la autoestima y valía de esa persona. Se debe, por supuesto, mejorar el control de la frustración y activar la voluntad de cambio. 

En estos días donde el Mundial de Rusia invade todas las pantallas, es inevitable pasar por alto el lamentable show de Diego Maradona en los diferentes estadios, desde la incitación a la violencia con gestos obscenos hasta su evidente descuido personal, siempre asociado a sus adicciones. Insisto: todos pueden cambiar, pero solamente si ellos lo desean. En el caso de las adicciones es más bien una conducta aprendida, reforzada por una sensación de bienestar y euforia que suele ser instantánea. Sin embargo, muchas veces acaba en frustración cuando las adicciones empiezan a dejar problemas o secuelas no deseables. 

En ese sentido, las compañías son fundamentales, para bien o para mal. Así como un entorno familiar sólido puede oficiar como escudo protector, las malas amistades son un verdadero caldo de cultivo para conductas desviadas. A menor autoestima y peor calidad de relaciones con figuras de autoridad como los padres o maestros, mayor influencia tendrán las malas compañías. 

En muchos casos, una solución son los centros de rehabilitación. Pueden ayudar, pero siempre y cuando sean menos represivos y estén dirigidos por personas que traten a los jóvenes con afecto y les brinden su amistad y trato con respeto, pero acatando normas. No funciona una disciplina exclusivamente militar sino una basada en el consenso y la empatía de todos. Es importante que las reglas no sean tan rigurosas ni demasiadas, pero sí muy claras. 

En casos más extremos, cuando el individuo acaba en la cárcel, las posibilidades de regeneración disminuyen considerablemente. Más allá del hacinamiento, el problema de los centros penales, y sobre todo en Centroamérica, es lo que ocurre entre bastidores. Cuando no están bajo el escrutinio de los guardas, desgraciadamente los reclusos se lastiman y abusan de los más débiles. Su única posibilidad de supervivencia es volverse malo y fuerte. Aunque son pocos los casos, aquellos que aprenden un oficio dentro de prisión, logran un triple objetivo: se alejan del ambiente violento, mantienen su mente ocupada y están preparados para una eventual salida en libertad. 

El joven rapero XXXTentacion era un ejemplo, pero su oscuro pasado llevó a otros a que le asesinaran. El suyo es un caso testigo: no es fácil la reinserción en la sociedad. 

Recomiendo escuchar de él, las canciones Sad , Changes y Save me.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

domingo, 21 de mayo de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA BALLENA AZUL

Supongo que a estas alturas la mayoría de los lectores ya ha oído o leído sobre el juego de la ballena azul, porque en las últimas semanas casi todos los medios de comunicación a nivel mundial han dedicado bastantes espacios al mismo. Para los no familiarizados, se trata de un juego promovido a través de internet que pretende capturar la atención de los adolescentes planteándoles cincuenta retos a lo largo de cincuenta días, uno por día, que deben cumplir y mostrar prueba de ello. Algunos de los retos son simples e intrascendentes; otros son dañinos, incluso espeluznantes; el último de ellos consiste simplemente en quitarse la vida arrojándose al vacío desde un piso alto o un precipicio.
A mí siempre me ha gustado salirme un poquito de convencionalismos, y buscar otros enfoques sobre los problemas que asaltan al ser humano. Y este caso no va a ser diferente, porque la mayoría de lo que se ha dicho o escrito sobre este tema va encaminado a alertar sobre la existencia de dicho juego, y a prevenir que nuestros adolescentes caigan en él, lo cual está muy bien, por supuesto, pero me parece un enfoque bastante limitado de la problemática.

En efecto, porque el problema real no es que exista un juego llamado “ballena azul” que incite a los adolescentes al suicidio; el problema real es que cada año millones de adolescentes en el mundo se plantean seriamente el suicidio como una solución a su vida. Por supuesto, la gran mayoría no llega a intentarlo, y de los que lo intentan, la gran mayoría no llega a conseguirlo. Pero el simple hecho de planteárselo seriamente indica que el riesgo existe.

Ciertamente la adolescencia es una etapa de retos, pero al mismo tiempo es una etapa de ausencia de criterios, por lo que los retos frecuentemente siguen criterios irracionales y absurdos, a veces ni siquiera siguen criterio alguno; simplemente impulsos, poniendo incluso en riesgo la propia vida, aun cuando no sea eso lo que se busque. Es también una etapa de tendencia a la desconexión de los padres, y de búsqueda de nuevos guías, nuevos líderes. E igualmente, la búsqueda de los mismos se hace sin criterios, porque no se tienen. Es también una etapa de necesidad de pertenencia al grupo, por lo que el temor a sentirse excluido es enorme.

Todo ello hace que frecuentemente la relación del adolescente con su familia sea complicada y tienda a resquebrajarse. Si ya previamente la comunicación entre padres e hijos no había sido la adecuada, o, como frecuentemente sucede, ni si quiera apenas había existido, el riesgo de desconexión con los padres es altísimo, con lo que los adolescentes quedan a la deriva en un mar lleno de peligros.

Todo ello lo saben muy bien los creadores del juego de la ballena azul, así como los líderes juveniles en general que tienden a arrastrar a los adolescentes a conductas negativas, antisociales y peligrosas; a veces por satisfacer el propio instinto antisocial del líder; a veces por beneficio económico, como en el caso de inducción a las drogas. El riesgo de suicidio de millones de adolescentes es anterior a la ballena azul, y ha ido en aumento año tras año. Ahora, el juego de la ballena azul está de actualidad, pero no hay ni más ni menos suicidios por ello; la ballena azul es simplemente un medio de moda para intentarlo. Dentro de poco tiempo la ballena azul habrá desaparecido, y los adolescentes en riesgo seguirán siendo los mismos, o incluso más si no ponemos atención adecuada a las verdaderas causas.
Tratan ahora de implementar un juego llamado “ballena rosa” proponiendo acciones positivas y tratando de contrarrestar a la ballena azul. No puede ser criticable una iniciativa que proponga valores positivos; sin embargo, como forma de acabar con la ballena azul no tiene mucho sentido. Quien se siente atraído por la ballena azul no va a sentirse atraído de repente por la ballena rosa, porque no son las propuestas de una u otra ballena las que ponen al adolescente ante el dilema, sino las complicadas circunstancias de los adolescentes en situación de riesgo. Y porque la ballena rosa no se identifica con dichas circunstancias. La ballena rosa debería ser la propia guía de los padres, y debería hacer sus propuestas día a día desde que el hijo es pequeño, de modo que cuando llegue a adolescente, las ballenas azules simplemente no existan.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

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Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 4 de marzo de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA TELEVISION Y LA SEXUALIDAD DE LOS ADOLESCENTES

Científicos del Instituto Pacífico de Investigación y Evaluación de EEUU, han elaborado una investigación que estudia la influencia del contenido erótico y sexual de la televisión en la conducta sexual de los adolescentes. En realidad, ya ha habido anteriormente bastantes estudios de este tipo; sin embargo, muy pocos abordan el tema desde la perspectiva en que éste lo hace, es decir, añadiendo un elemento fundamental, la actitud de los padres al respecto.

Y es que no es ningún secreto que dicho contenido en la televisión predispone a los adolescentes a conductas sexuales más precoces, más promiscuas, y con escasa idea de los riesgos que conllevan las relaciones sexuales inmaduras para la salud física y psicológica de los adolescentes, por no hablar del riesgo de embarazo indeseado, temas todos ellos que casi nunca aparecen en el contenido televisivo. En otras palabras, la televisión transmite una falsa idea de “placer sin riesgo” que los adolescentes muchas veces no saben interpretar adecuadamente.

Y ante ello, ¿qué recursos tienen los adolescentes para protegerse de dicha influencia y de sus riesgos? Solo cabe una respuesta: los padres. Por ello es que la actitud e intervención de los padres es fundamental. Y eso es lo interesante de este estudio, que analiza el comportamiento sexual de los adolescentes respecto a la televisión según la forma en cómo los padres hayan manejado la situación. ¿Por qué es interesante esto? Pues porque aunque los padres casi siempre sabemos que este tipo de contenidos en la televisión puede afectar su comportamiento, muy pocas veces saben cómo manejar adecuadamente la situación. De hecho, la educación de la sexualidad de nuestros hijos sigue envuelta en tabú.

En el estudio se manejan tres formas de abordar el tema con los hijos: la instructiva, en la que los padres orientan a los hijos sobre dichos contenidos, y cómo interpretarlos; la restrictiva, en la que los padres ponen limitaciones en las horas y contenidos que el adolescente ve televisión, y la compartida, en que el contenido de la televisión se ve “en familia”. Las tres formas muestran un mejor comportamiento sexual de los adolescentes en el futuro que cuando no hay ninguna intervención de los padres. Ello prueba que la intervención de los padres es fundamental.

Dentro de los diferentes tipos de intervención, la restrictiva es la que muestra resultados menos favorables, y tiene sentido. A los adolescentes se les restringe, pero no se les enseña. Y, en todo caso, la restricción es solo relativa. Hoy día la exposición a cualquier tipo de contenido está en todas partes; no solo en televisión; y es imposible para los padres controlar toda esta exposición. Tanto la intervención instructiva, como la compartida, muestran mejores resultados. 

Enseñar por anticipado la sexualidad de forma natural y sin tabúes proporciona los mejores resultados. No tiene que ser una lección magistral; más bien al contrario, debe ser una instrucción interactiva. ¿Y cómo provocarla? Porque normalmente a los padres les cuesta mucho iniciar dicho tipo de conversaciones. Pues de forma natural viendo en televisión dichos contenidos conjuntamente, incluso desde la pre adolescencia. De este modo estamos eliminando el tabú y creando un ambiente de naturalidad. De este modo también los padres detectan cuándo los hijos empiezan a mostrar particular interés e inquietudes a cerca de dichos contenidos. Al hacerles comentarios sobre dicho tema, evitaremos juicios radicales, es decir, “esto es malo, o esto es bueno, o es pecado”.
Expliquemos simplemente que es natural a cierta edad ese tipo de inquietudes, pero que conlleva múltiples riesgos, especialmente si se manejan a demasiada velocidad y de forma inmadura. Debemos hablar de todos los riesgos que conlleva, y como prevenirlos, pero, sobre todo, transmitir la idea de naturalidad en la sexualidad, al mismo tiempo que calma y tranquilidad. La sexualidad no es una competencia por ver quien llega antes; es como un vaso de deliciosa bebida que no tiene que beberse de un trago, sino disfrutar sorbito a sorbito en su momento.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.