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miércoles, 16 de marzo de 2011

Japón post terremoto: el Nuevo riesgo para la recuperación económica global

Tomado de The Wall Street Journal

Por Mark Whitehouse y Patrick Barta

Las crecientes dudas sobre la capacidad de Japón para contener y sobreponerse rápidamente a un desastre nuclear estremecieron los mercados financieros y la economía mundial el martes. La situación subraya un cambio abrupto en los riesgos que afronta la recuperación global.

Mientras la tercera economía del mundo enfrentaba temores cada vez más agudos sobre la posibilidad de una contaminación radioactiva general e imponía restricciones como el racionamiento eléctrico, compañías desde la automotriz alemana BMW AG al fabricante estadounidense de aviones Boeing Co. se preparaban para posibles interrupciones en sus cadenas de suministro. En los mercados globales, las bolsas y los precios de las materias primas cayeron y las monedas fluctuaron violentamente en medio de las incertidumbres en torno a Japón y una escalada de las tensiones en Medio Oriente.

"El mundo se está convirtiendo rápidamente en un lugar que infunde más temor", dijo Torsten Slok, economista jefe internacional de Deutsche Bank Securities en Nueva York. "La reacción de los inversionistas ciertamente puede amplificar el impacto sobre la recuperación".

Luego de un derrumbe de 10,5% en el índice Nikkei de Japón el martes, el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 297 puntos para luego repuntar y cerrar con una caída de 137,74 puntos en 11.855,42 puntos. El Nikkei acumula un descenso de 17,5% desde el terremoto del viernes.

Los precios del petróleo para entrega en abril cayeron 4% en Nueva York para ubicarse en US$97,18 el barril mientras que el cobre también declinó ante las previsiones de una menor demanda de Japón. En tanto, el costo de asegurarse contra una cesación de pagos del gobierno japonés subió 51% con respecto a la semana pasada, en medio de las preocupaciones sobre cómo Japón, el país desarrollado más endeudado del mundo, hará frente a los costos de la reconstrucción.

Todo esto deja de manifiesto lo mucho que ha cambiado el panorama de la economía global desde comienzos del año, cuando la principal inquietud era determinar el impacto de la inflación en los países emergentes y los problemas de deuda en Europa sobre una recuperación que avanzaba a paso firme liderada por la industria manufacturera. Ahora, los economistas y las empresas tratan de evaluar las ramificaciones de la crisis en Japón y la agitación en Medio Oriente y el norte de África sobre ámbitos tan variados como la producción automotriz y el precio de los semiconductores.

Las malas noticias abundaron el martes en Japón y alrededor de Asia, sembrando dudas sobre la capacidad de Japón de recuperarse del desastre tan rápido como se esperaba.

Las automotrices japonesas y otras empresas extendieron los cierres de sus plantas durante varios días, lo que podría trastocar la entrega de productos como los autos y los chips de memoria flash que van dentro de los iPhones y iPads. Miles de turistas han cancelado vuelos desde y hacia Japón. La aerolínea taiwanesa EVA Airways anunció, por ejemplo, la cancelación de 56 vuelos entre Japón y Taiwán, algunos hasta finales de junio.

La brusca caída en la demanda de una materia prima, el caucho, llevó a los líderes regionales de la industria a convocar a una reunión sobre el tema.

Changyong Rhee, economista jefe del Banco Asiático de Desarrollo en Manila, Filipinas, manifestó, en todo caso, que las compañías asiáticas tienen suficiente flexibilidad para ajustarse a la mayoría de circunstancias que les depare Japón.

Mientras más duren las interrupciones en Japón, mayor será el efecto en las cadenas de suministro de los fabricantes globales. Japón es el cuarto mayor exportador del mundo y representa 14% de los envíos de productos automovilísticos y 60% del silicio que se utiliza para fabricar chips. El martes, los precios de los componentes para algunas computadoras habían subido hasta 10%.

"Mi negocio se verá bastante afectado", contó Y.T. Chong, director gerente de Eita Electric, una compañía malaya que provee interruptores automáticos y otros productos para edificios altos. Muchos de los componentes se fabrican en dos plantas en Japón. "No puedo comprarlos de otro país porque son artículos que se venden bajo una reconocida marca japonesa y tienen que venir de Japón", explicó. Agregó que dos envíos valorados en US$200.000 están detenidos indefinidamente por problemas en el puerto de Yokohama en Japón entre otros temas.

En Alemania, BMW trata de determinar cuándo tendrá que sufrir interrupciones en su cadena de suministro, indicó su jefe de adquisiciones Herbert Diess.

Aunque la automotriz alemana tiene un buen stock de la mayoría de las piezas que recibe directamente de Japón, la situación de proveedores indirectos de componentes electrónicos para paneles digitales y sistemas de navegación, por ejemplo, es más incierta. En Estados Unidos, Boeing ya ha señalado que la producción de aviones podría verse afectada si las interrupciones en los proveedores de partes duran varias semanas.

Aunque la devastación y las muertes causadas por el terremoto y tsunami se limitan a pocas zonas de Japón, los coletazos económicos son nacionales.

La logística de los proveedores se ha visto severamente alterada debido a restricciones a la circulación de vehículos de carga en las carreteras así como recortes impredecibles de electricidad que hacen difícil planificar.

Mientras tanto, la sombra de una crisis nuclear está provocando que muchas compañías se resistan a pedirle a su personal que se reporte para trabajar hasta que la situación se aclare.

En un ejemplo del alcance nacional del problema, el fabricante de autos Mazda Corp. informó el martes que estaba suspendiendo las operaciones de todas sus plantas en Japón hasta el 20 de marzo. Honda Motor Co. cerró sus fábricas hasta el domingo al paso que Nissan Motor Co. no reabrirá cuatro plantas hasta el miércoles y otras dos hasta el viernes.

Toyota Motor Co., la mayor automotriz del mundo, confirmó cierres de plantas hasta el miércoles y anunció que la producción perdida asciende a 40.000 vehículos. Toyota también ha suspendido las horas extra en algunas plantas en América del Norte como precaución en caso de que haya una interrupción en el suministro de partes.

Uno de los mayores dolores de cabeza para los gerentes de plantas el racionamiento de electricidad, que podría durar hasta finales de abril, según Tokyo Electric Power Co. Los economistas de la consultora estadounidense IHS Global Insight estiman que 10% de la generación eléctrica de Japón podría quedar suspendida durante los próximos meses.

La crisis de Japón aumentaría las compras de ciertos productos. Las siderúrgicas de India Essar Steel Ltd. y Steel Authority of India Ltd. prevén que las exportaciones de acero terminado a Japón den un salto en los próximos meses a medida que el país se recupera y algunos propietarios de edificios de madera en la costa de Japón los reemplacen con estructuras más firmes. Thai Union Frozen Products PCL, uno de los mayores productores de atún enlatado del mundo, proyectó un alza de las ventas a Japón debido a los daños sufridos en las áreas donde se procesan los mariscos.

Se espera, asimismo, que el desastre japonés haga que las empresas de todo el mundo se replanteen sus planes de contingencia y su vulnerabilidad a los impactos externos. China ya está trabajando para incrementar la sofisticación de los bienes que puede producir internamente y depender menos de las firmas extranjeras.

martes, 15 de marzo de 2011

Terremoto ocurrido en Japón movió el eje de la tierra

Tomado de BBC Mundo

El poderoso terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter que sacudió a Japón el pasado viernes movió al país de lugar.

Efecto de los megaterremotos

  • Japón, 8,9

Cambio en la inclinación del eje de la Tierra: 16 cm
Cambio en la duración del dia: 1,8 microsegundos

  • Chile, 8,8

Cambio en la inclinación del eje de la Tierra: 8 cm
Cambio en la duración del dia: 1,26 microsegundos

  • Terremoto de Sumatra, 9,1

Cambio en la inclinación del eje de la Tierra: 7 cm

Japón se desplazó una distancia de tres a cuatro metros hacia el este, por lo que se encuentra ahora más cerca de Estados Unidos y más lejos de Rusia.

Tras registrarse el movimiento telúrico, una estación de GPS, ubicada cerca del epicentro en Sendai, se desplazó casi 4 metros (13 pies), según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, USGS (por sus siglas en inglés).

Japón es "más ancho de lo que era antes", dijo Ross Stein, geofísico del USGS.

Pero los científicos explican que no toda la isla principal del archipiélago japonés se movió hacia el este.

Según el geofísico Kenneth W. Hudnut, del USGS, el cambio ocurrió mayoritariamente en áreas cercanas a la zona del epicentro, y las estaciones más alejadas mostraron mucho menos movimiento.

Según explicó a BBC Mundo el geofísico Brian Baptie, del British Geological Survey, (Centro Británico de Inspección Geológica) (BGS), este es un fenómeno frecuente cuando ocurren megaterremotos, también llamados terremotos interplaca.

Megaterremotos

Los megaterremotos ocurren en zonas de subducción, en los límites convergentes de las placas tectónicas, donde una se hunde para colocarse debajo de la otra.

Justo en una zona como esa ocurrió el terremoto del pasado viernes.

"En el caso del terremoto de Japón, la placa del Pacífico, que converge en la costa este de la isla con la placa de América del Norte, fue empujada y se colocó por debajo de Japón", explica el geofísico Baptie a BBC Mundo.

Como ambas placas han estado juntas durante tantos años, se acumula una gran cantidad de energía, que se libera cuando hay una ruptura en la línea divisoria entre ambas placas.

"En este caso la ruptura fue de unos 500 kilómetros de longitud, y durante los aproximadamente 200 segundos que duró el terremoto, las placas se rozaron una con la otra, y como promedio se distanciaron unos 10 metros".

"Ese movimiento se conoce como desplazamiento cosísmico, que resultó en que Japón se desplazara hacia el este por unos tres a cuatro metros", explica el especialista del Reino Unido.

Otro resultado de este movimiento de las placas tectónicas fue que la altitud de la zona costera descendió en unos 60 cm, lo cual permitió que el tsunami generado tras el terremoto avanzara más rápido y más adentro del territorio.

Cambio en el eje de la Tierra

La ruptura fue de unos 500 kilómetros de longitud, y durante los aproximadamente 200 segundos que duró el terremoto, las placas se rozaron una con la otra, y como promedio se distanciaron unos 10 metros. Brian Baptie, British Geological Survey

Además, el fuerte sismo inclinó el eje de la Tierra.

Cuando ocurren estos movimientos tan fuertes en la corteza terrestre, provocan cambios en la forma como se distribuye la masa del planeta.

Al redistribuirse el peso de la Tierra, se afecta el momento de inercia y se mueve el eje sobre el cual gira nuestro planeta, así como su velocidad de rotación.

En este caso, científicos de la NASA calcularon que el eje de la Tierra se inclinó ligeramente unos 16 centímetros.

Según Richard Gross, un científico del Laboratorio de Propulsión Jet de la agencia espacial estadounidense, NASA, este cambio representa que la duración del día se redujo en 1,8 microsegundos (un microsegundo equivale a una millonésima de segundo).

Terremoto de Chile

Otros megaterremotos también han ocasionado cambios como estos.

El poderoso terremoto de magnitud 8,8 que sacudió a Chile en febrero de 2010, acortó en 1,26 microsegundos la longitud de cada día en la Tierra.

Además, el movimiento telúrico habría inclinado el eje terrestre en unos 8 centímetros.

Este mismo cálculo se realizó con el terremoto de Sumatra-Andamán de magnitud 9,1 en 2004, que pudo haber acortado la duración de los días en 6,8 microsegundos e inclinado el eje terrestre en unos 7 centímetros.

Lea también: Terremoto de Chile cambió el eje de la Tierra

Pero el geofísico Bryan Baptie, consultado por BBC Mundo, recalcó que estos cambios no son inusuales y casi imperceptibles por el ser humano.

"Porque la Tierra siempre está cambiando y la longitud del día también", agrega.

Lo que tal vez es más sorprendente sobre el terremoto de Japón es cuán impredecibles son estos fenómenos.

En los últimos 300 años, ningún terremoto mayor de 8 grados de magnitud en la escala de Richter, había golpeado en la zona de subducción de Japón.

Y eso, según el experto, hizo que este movimiento telúrico se subestimara.

"Tal vez deberíamos volver a evaluar la ocurrencia de megaterremotos en las grandes fallas tectónicas de la Tierra para poder en un futuro, predecir su ocurrencia", concluyó el científico.



lunes, 14 de marzo de 2011

Maldición atómica: Japón lucha contra la tercera tragedia radioactiva de su historia

Tomado de El País

El primer ministro afirma que el país vive su crisis más grave en casi siete décadas - El estado de emergencia atómica se extiende a la central nuclear de Tokai

POR GEORGINA HIGUERAS

La tragedia que vive Japón desde el pasado viernes se agrava con el transcurso de las horas, conforme la alarma nuclear se extiende por el país. El primer ministro, Naoto Kan, se dirigió ayer por televisión a la nación para hacer un dramático llamamiento a la unidad de sus 120 millones de ciudadanos. Kan reconoció que la suma del terremoto, el tsunami y el peligro nuclear ha desatado "la peor crisis desde el final de la II Guerra Mundial".

El Gobierno japonés luchaba ayer sin tregua por impedir una rotura del sarcófago de acero que contiene el reactor número 2 de una de las plantas de Fukushima, después de que el sábado saltara por los aires el edificio que guardaba el sarcófago del reactor número 1. El único país que ha sufrido dos explosiones atómicas -en Hiroshima y Nagasaki, en 1945- se aterrorizaba ante la amenaza de un accidente nuclear similar al ocurrido en Chernóbil en 1986.

La maldición atómica se extendía de una planta a otra y de una ciudad a otra de la devastada costa noreste. Durante la tarde se anunció que también había sido declarado el estado de emergencia en la central de Onagawa, aunque las autoridades japonesas comunicaron anoche al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que los niveles de radiación habían vuelto a la normalidad. Entrada la madrugada de hoy (ocho horas menos en la España peninsular), se paralizaba el sistema de refrigeración de la central de Tokai, situada solo a 120 kilómetros al norte de Tokio. Esa planta ya sufrió un grave accidente en 1999.

"La posibilidad de superar esta crisis está en cada uno de nosotros. Creo firmemente que lo conseguiremos si nos unimos", dijo el primer ministro al informar a la población de que a partir de hoy se tomarán medidas muy drásticas que afectarán a todos, como cortes rotativos de la electricidad de tres horas de duración. Kan aseguró que no hay otra alternativa porque el cierre de las dos centrales de Fukushima, el de Onagawa y el de Tokai ha frenado drásticamente la producción eléctrica.

El seísmo desconectó automáticamente esas cuatro centrales y, como sucedió ayer en Tokai, inutilizó el sistema de refrigeración de dos reactores de Fukushima. Sin refrigeración, la temperatura en el interior de esos reactores ha seguido aumentando pese a estar parados. El Gobierno japonés considera posible que se esté fundiendo el núcleo de los reactores, pero su gran preocupación no es esa, sino evitar la rotura del sarcófago que contiene el reactor, como pasó en Chernóbil (Ucrania). De ahí la decisión de refrigerar los reactores inyectándoles agua de mar, lo que facilita el enfriamiento, aunque "muy posiblemente" los inutilice para siempre.

De momento, no hay ninguna grieta en los sarcófagos, ni siquiera en el del reactor número 1, pese a la explosión del sábado. La causa de esta fue el contacto del oxígeno con el hidrógeno acumulado en el techo del edificio que guardaba el sarcófago, y esa acumulación procedía de que al inyectarse agua marina se genera vapor y es necesario abrir las válvulas de hidrógeno. Después de las amargas horas del sábado, en las que llegó a temerse que se rompiera el sarcófago, el domingo volvieron a saltar las alarmas al comprobar que la temperatura del reactor número 2 seguía subiendo pese a los intentos de bajarla o estabilizarla con agua marina.

Naoto Kan, cuya popularidad apenas llega al 20%, señaló que el terremoto y sus graves consecuencias se cebarán en la economía japonesa, que vive desde hace dos décadas en crisis permanente. Según el primer ministro, tendrá un coste de ocho puntos del PIB. Todos los sectores de la economía se resentirán por los cortes del suministro eléctrico.

En Niigata, a 150 kilómetros al oeste de Fukushima, muchas personas se hacen eco de las críticas al Gobierno de los medios de comunicación, incluidos los grandes periódicos Ashahi y Yomiuri, por la escasez de información y la lentitud con que ha comenzado a explicar la gravedad de la crisis que amenaza el país.

El malestar era también evidente en la comunidad diplomática, lo que llevó al Ministerio de Exteriores a reunirse en la mañana de ayer con todos los embajadores acreditados en Tokio para explicarles la situación que atraviesa el país tras el terremoto del pasado viernes y, en especial, las medidas que se están adoptando para impedir la fuga masiva de radiactividad tras estropearse los sistemas de refrigeración de alguno de los reactores nucleares por el seísmo. "El Gobierno ha hecho hincapié en que su prioridad es la seguridad", indicó el embajador de España, Miguel Ángel Navarro, uno de los asistentes a la reunión.

El director de Asuntos Energéticos explicó que la obsesión actual del Gobierno es "neutralizar los reactores con la refrigeración de agua marina", lo que tal vez sea suficiente para impedir un accidente en estos días críticos en que la temperatura interior sigue aumentando y, aunque no ha alcanzado el nivel crítico, ya supera los 800 grados centígrados.

Hasta ahora, sin embargo, ningún responsable de las dos plantas atómicas, propiedad de la Compañía de Electricidad de Tokio, ha explicado cómo ha sido posible que los sistemas de refrigeración de los cinco reactores hayan fallado.

Más de cinco millones de japoneses siguen sin electricidad desde el viernes y muchos de ellos también sin agua. Naoto Kan reconoció que "fue muy difícil" adoptar una decisión que en el siglo XXI dejará a la población sin luz durante horas, pero indicó que la única forma posible para que a todos vuelva a llegar la electricidad es el reparto.

Las consecuencias del terremoto parecen cada día más horrendas. Hasta el momento no se han contabilizado las víctimas mortales, pero algunas fuentes policiales citadas por la prensa japonesa señalan que podría haber más de 10.000 muertos. Los daños económicos tampoco se han evaluado, pero hay grandes infraestructuras dañadas, cientos de miles de hogares anegados o desaparecidos y un sinfín de comercios e industrias destrozados.

El Gobierno destinó ayer 100.000 soldados a las labores de rescate y apoyo a los cientos de miles de desplazados. De ellos, unos 10.000, vestidos con trajes antirradiación, protegen la zona de exclusión de 20 kilómetros a la redonda declarada el sábado en torno a la central de Fukushima.



Anuncian consecuencias del terremoto en Japón sobre la economía global

Tomado de The Wall Street Journal

Un barco pesquero destruido por el tsunami en Hachinohe, prefectura de Aomori, en el norte de Japón.

Por David Wessel y Mark Whitehouse

La historia de los países desarrollados que se recuperan, dolorosamente, de grandes desastres naturales es alentadora. La capacidad de resistencia de Japón tras el terremoto de 1995 en Kobe es el ejemplo más obvio. La pregunta que ahora se cierne sobre el país asiático y el resto del mundo es si esta vez será distinto.

¿Será más difícil reparar el daño físico, particularmente el de las plantas nucleares cuya suerte aún está en el limbo? ¿Podrán las impactantes imágenes y los titulares del fin de semana, combinados con la incertidumbre sobre Medio Oriente y Europa, desatar un tsunami en los mercados?

Los impactos inmediatos son difíciles de cuantificar, pero relativamente fáciles de esbozar. La producción se verá afectada (ver recuadro). Prácticamente todas las automotrices japonesas suspendieron sus actividades. Sony Corp. cerró seis plantas de componentes eléctricos. Kirin, Asahi y Sapporo, que representan cerca de 40% de la producción de cerveza en Japón, están fuera de servicio. El suministro eléctrico está interrumpido. Los economistas de Nomura habían pronosticado que Japón, cuya economía se contrajo en los últimos tres meses de 2010, "saldría de su actual letargo" en el segundo trimestre. Ahora dicen que eso no ocurrirá hasta el tercer o cuarto trimestre. Estos son algunos de los factores que podrían marcar la diferencia entre una recuperación rápida como la de Kobe, donde la actividad manufacturera demoró unos 15 meses en retomar su nivel previo al terremoto, o un fenómeno diferente.

¿Tendrá problemas Japón para financiar las obras de reconstrucción del país?

La deuda fiscal bruta ya asciende a más de 200% del Producto Interno Bruto de 2010, estima el Fondo Monetario Internacional. Eso es más del doble de lo que Japón debía en 1995 cuando ocurrió el terremoto de Kobe.

En principio, Japón no debería tener mayores problemas para pagar la cuenta. Después de todo, es un país rico. Incluso si los costos son 10 veces más grandes que los de Kobe, añadirían apenas siete puntos porcentuales a la relación deuda-PIB de Japón. El país, a diferencia de Estados Unidos, depende principalmente de los ahorristas locales para financiarse y, últimamente, lo ha estado haciendo a tasas de interés sumamente bajas.

Mucho depende de la reacción de los mercados globales. Si los inversionistas, nerviosos por la alta deuda fiscal de Europa y EE.UU., elevan los costos de financiamiento de Japón, podrían crear fricciones financieras. "No podemos dar por descontado que los mercados de bonos tomarán las cosas con calma en el actual entorno fiscal", dice Maurice Obstfeld, economista de la Universidad de California en Berkeley. "El tema de un incumplimiento de la deuda soberana en los países ricos no estaba en el radar en 1995, ahora las economías pudientes lo han puesto" sobre la mesa.

¿Repatriará Japón sus ahorros, causando estragos en los mercados y problemas para EE.UU. y otros deudores?

Los ahorristas japoneses invirtieron US$166.000 millones en otros países en 2010, según el FMI. Japón es uno de los principales compradores de bonos del Tesoro de EE.UU. Si el gobierno y las empresas de Japón repatrían los recursos necesarios para reconstruir, esos ingresos podrían menguar, lo que debilitaría al dólar e incrementaría los costos de deuda de EE.UU. en momentos en que el nivel de deuda fiscal de ese país es un tema de preocupación global. A principios de 1995, el capital regresó a Japón durante un par de meses y luego volvió a los destinos y tamaños imperantes antes del terremoto. Un resultado negativo de la repatriación de fondos podría ser una apreciación del yen, lo que tendría efectos indeseados para los exportadores japoneses cuya producción no se ha visto afectada. Los analistas esperan que el gobierno intervenga si la moneda local sube demasiado rápido.

¿Cuál será el efecto del terremoto en los mercados globales de energía?

Aludiendo al terremoto y los disturbios en Medio Oriente y el Norte de África, los economistas de J.P. Morgan Chase predijeron el viernes "una cantidad inusual de volatilidad en los precios globales del petróleo en las siguientes semanas". El principal factor es lo que ocurra en Medio Oriente. Japón es el tercer importador mundial de petróleo después de EE.UU. y China. Los problemas en las plantas nucleares podrían hacer que, a la larga, Japón importe más petróleo, gas natural y carbón. Los analistas estiman que el reemplazo de la capacidad total nuclear de Japón por crudo se traduciría en la importación de 375.000 barriles adicionales al día, los que hay que sumar a la actual demanda de 4,25 millones de barriles.

El peor escenario se centra en las plantas nucleares y los efectos de largo plazo sobre las personas y el terreno alrededor de las plantas nucleares afectadas.