Mostrando entradas con la etiqueta Sexualidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sexualidad. Mostrar todas las entradas

sábado, 4 de marzo de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA TELEVISION Y LA SEXUALIDAD DE LOS ADOLESCENTES

Científicos del Instituto Pacífico de Investigación y Evaluación de EEUU, han elaborado una investigación que estudia la influencia del contenido erótico y sexual de la televisión en la conducta sexual de los adolescentes. En realidad, ya ha habido anteriormente bastantes estudios de este tipo; sin embargo, muy pocos abordan el tema desde la perspectiva en que éste lo hace, es decir, añadiendo un elemento fundamental, la actitud de los padres al respecto.

Y es que no es ningún secreto que dicho contenido en la televisión predispone a los adolescentes a conductas sexuales más precoces, más promiscuas, y con escasa idea de los riesgos que conllevan las relaciones sexuales inmaduras para la salud física y psicológica de los adolescentes, por no hablar del riesgo de embarazo indeseado, temas todos ellos que casi nunca aparecen en el contenido televisivo. En otras palabras, la televisión transmite una falsa idea de “placer sin riesgo” que los adolescentes muchas veces no saben interpretar adecuadamente.

Y ante ello, ¿qué recursos tienen los adolescentes para protegerse de dicha influencia y de sus riesgos? Solo cabe una respuesta: los padres. Por ello es que la actitud e intervención de los padres es fundamental. Y eso es lo interesante de este estudio, que analiza el comportamiento sexual de los adolescentes respecto a la televisión según la forma en cómo los padres hayan manejado la situación. ¿Por qué es interesante esto? Pues porque aunque los padres casi siempre sabemos que este tipo de contenidos en la televisión puede afectar su comportamiento, muy pocas veces saben cómo manejar adecuadamente la situación. De hecho, la educación de la sexualidad de nuestros hijos sigue envuelta en tabú.

En el estudio se manejan tres formas de abordar el tema con los hijos: la instructiva, en la que los padres orientan a los hijos sobre dichos contenidos, y cómo interpretarlos; la restrictiva, en la que los padres ponen limitaciones en las horas y contenidos que el adolescente ve televisión, y la compartida, en que el contenido de la televisión se ve “en familia”. Las tres formas muestran un mejor comportamiento sexual de los adolescentes en el futuro que cuando no hay ninguna intervención de los padres. Ello prueba que la intervención de los padres es fundamental.

Dentro de los diferentes tipos de intervención, la restrictiva es la que muestra resultados menos favorables, y tiene sentido. A los adolescentes se les restringe, pero no se les enseña. Y, en todo caso, la restricción es solo relativa. Hoy día la exposición a cualquier tipo de contenido está en todas partes; no solo en televisión; y es imposible para los padres controlar toda esta exposición. Tanto la intervención instructiva, como la compartida, muestran mejores resultados. 

Enseñar por anticipado la sexualidad de forma natural y sin tabúes proporciona los mejores resultados. No tiene que ser una lección magistral; más bien al contrario, debe ser una instrucción interactiva. ¿Y cómo provocarla? Porque normalmente a los padres les cuesta mucho iniciar dicho tipo de conversaciones. Pues de forma natural viendo en televisión dichos contenidos conjuntamente, incluso desde la pre adolescencia. De este modo estamos eliminando el tabú y creando un ambiente de naturalidad. De este modo también los padres detectan cuándo los hijos empiezan a mostrar particular interés e inquietudes a cerca de dichos contenidos. Al hacerles comentarios sobre dicho tema, evitaremos juicios radicales, es decir, “esto es malo, o esto es bueno, o es pecado”.
Expliquemos simplemente que es natural a cierta edad ese tipo de inquietudes, pero que conlleva múltiples riesgos, especialmente si se manejan a demasiada velocidad y de forma inmadura. Debemos hablar de todos los riesgos que conlleva, y como prevenirlos, pero, sobre todo, transmitir la idea de naturalidad en la sexualidad, al mismo tiempo que calma y tranquilidad. La sexualidad no es una competencia por ver quien llega antes; es como un vaso de deliciosa bebida que no tiene que beberse de un trago, sino disfrutar sorbito a sorbito en su momento.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

viernes, 23 de septiembre de 2016

Hoy 23 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Bisexualidad

Por Compartiendo mi Opinión
El Día Internacional de la Bisexualidad se celebra anualmente el 23 de septiembre por miembros de la comunidad bisexual y en general por el colectivo LGBT, aunque es una celebración muy poco conocida. 

Este día es una llamada a la reivindicación por parte de todas las personas para reconocer y celebrar la bisexualidad, la historia bisexual, la comunidad y la cultura bisexual y a las personas bisexuales en su vidas. 

Fue celebrado por primera vez en 1999 cuando tres activistas de derechos bisexuales de Estados Unidos - Wendy Curry de Maine, Michael Page de Florida, y Gigi Raven Wilbur de Texas lo empezaron. 

Esta celebración de la bisexualidad, en particular, a diferencia de los eventos LGBT en general, fue concebida como una respuesta a los prejuicios y la marginación de las personas bisexuales por algunas comunidades heterosexuales o incluso la propia LGBT.

En su primer año, se llevó a cabo una celebración en la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas, que tuvo lugar durante la semana del 23. 

Si bien en un principio la fiesta tenía fuerte presencia bisexual, ahora son más los testigos de estos eventos con debates, cenas y bailes en Toronto y una gran mascarada en Queensland, Australia. 

En la Universidad de Texas hay una semana de debates y mesas redondas presentadas donde se formulan preguntas y respuestas. También se ha celebrado en Alemania, Japón, Nueva Zelanda, Suecia y el Reino Unido.

domingo, 20 de septiembre de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: MATERNIDAD DESESTRUCTURADA


Pese a todo lo comentado en anteriores blogs, la razón principal por la que no son muchas las familias que llegan a constituirse formal, estructurada y funcionalmente sigue siendo la misma que ha sido tradicionalmente, y es la precocidad y la irracionalidad con que sucede la maternidad. Es demasiado común que este inicio suceda en la adolescencia, cuando, normalmente, no hay ninguna preparación para construir una familia, ni siquiera para ejercer la maternidad con seriedad y responsabilidad.

Es demasiado común también que dicha maternidad se ejerza en soledad o con ayuda de algún familiar, pero sin la presencia ni la ayuda de un padre responsable. Y es demasiado común también que esta situación no sea una circunstancia accidental, sino que se repita una segunda vez, una tercera… con hombres diferentes, de modo que cuando la mujer llega a los veintitantos años, y debería ir alcanzando la madurez suficiente para iniciar una familia estructurada, en realidad lleva ya consigo una familia, a veces incluso numerosa, que ha ido creciendo sin la más mínima planificación ni estructura.

Aún así, frecuentemente la mujer conserva la ilusión y la esperanza de encontrar un hombre que “la honre”, pero en esas condiciones, el que aparezca un hombre dispuesto a hacerse cargo de la situación, a dar estructura y hacer que funcione la familia, es una posibilidad bastante lejana. Y lo peor es que la mujer, en su ilusión y deseo de que eso suceda, creerá ver a ese príncipe azul en cualquier hombre que se acerque a ella. La consecuencia probable de ello es que sufrirá un nuevo desengaño, y una nueva maternidad… y de nuevo sola.

En definitiva, lo que en el fondo desearían y sería conveniente para el desarrollo de los hijos, termina convirtiéndose poco menos que en un imposible porque en principio se toman decisiones equivocadas, y posteriormente se siguen tomando decisiones equivocadas creyendo, o queriendo creer que se toma una decisión correcta. ¿Y por qué se toman tantas decisiones equivocadas y pareciera que nunca se aprende? Este es un tema bastante complejo de analizar. Las primeras decisiones equivocadas, en la adolescencia, suelen suceder como consecuencia de falta de educación, particularmente educación de la sexualidad, unida frecuentemente a la circunstancia de que a esa edad ya ha abandonado la escuela, o bien no ven futuro ni estímulo en la escuela ni en nada en particular, perdiendo el sentido a la vida demasiado temprano, y viendo la maternidad como una salida para llenar ese vacío.

¿Y cuál es la causa de esa falta de educación y de estímulo vital? Normalmente es la ausencia de padres, o padres que son capaces de ejercer como tales. Ellos, porque muchas veces no existen o no están; otras veces porque están, pero su labor es nefasta, o, lo que es peor, son abusadores de sus hijas o hijastras. Las madres porque no están capacitadas para ejercer una adecuada labor educadora, o porque, aunque están ahí, a penas pueden pasar tiempo con sus hijas por tener que pasar demasiado tiempo ausentes para poder mantenerlas, porque, a su vez, ellas probablemente también fueron protagonistas de la misma historia quince o veinte años antes. Como vemos, se trata de condiciones auto repetitivas en sí mismas, generación tras generación.

       Después que haber tomado las primeras decisiones equivocadas, las demás decisiones equivocadas que siguen tomando muchas mujeres en esa dinámica de maternidad repetitiva desestructurada tienen en alguna medida también las mismas causas de falta de otro aliciente vital, y, en gran medida, lo ya comentado anteriormente, son consecuencia de la ilusión o la esperanza de encontrar al hombre que se haga cargo de la situación, y que termina en desengaño.
Otras veces también la mujer pretende, mediante ello, asegurarse una pensión alimenticia. A fin de cuentas, la cultura machista enseña a los hombres a ser cazadores, y las mujeres saben bien cuál es el cebo. Todo ello hace que la nueva generación crezca falta de apoyo, de estímulo y de oportunidades educativas y de todo tipo, con lo que el patrón tenderá a repetirse en la siguiente generación. Por eso es que nuestros países siempre parecen estar estancados, ni para atrás ni para adelante; inmersos en el mundo occidental, mirando de cerca a los países del primer mundo, pero permanentemente anclados en el tercero.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 1 de agosto de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EDUCACION DE LA SEXUALIDAD

 Nuestra cultura tradicionalmente ha condenado al tema de la sexualidad, pese a ser uno de los instintos naturales básicos del ser humano, a vivir escondido, y por tanto, reprimido y sin educar, como tratando de tapar el sol con un dedo. La nefasta consecuencia de ello es la enorme irresponsabilidad en el comportamiento sexual de las personas. Pero no se trata de una irresponsabilidad malintencionada, sino, normalmente, por desconocimiento y carencia de educación.      


       No es nada nuevo. Casi todos somos conscientes del problema y ha habido numerosos intentos por aportar soluciones educativas, que han solido resultar en fracaso. ¿Cómo se explica que fracase aquello que casi todos entienden que es una necesidad? ¿Por qué estos intentos han encontrado una fuerte oposición? Incluso, como padres sabemos de la necesidad de educar la sexualidad, pero no nos atrevemos; ni siquiera sabemos cómo, y desconfiamos profundamente de lo que una tercera parte pueda enseñar a nuestros hijos (A saber qué cosas raras les van a enseñar, probablemente en contra de nuestros principios). Es cierto que el ser humano tiene cierto nivel de resistencia al cambio cultural, aun cuando se comprenda que éste es conveniente, pero ello por sí solo no puede explicar dicha oposición, ni el fracaso de las iniciativas.

       La principal explicación es que estas iniciativas han mal interpretado el concepto de educación sexual, y han tratado de enseñar aspectos relacionados directamente con la relación sexual físiológica, sin entender que la sexualidad no es simplemente eso. En definitiva, iniciativas sobre educación sexual que no saben en qué consiste la educación sexual. La sexualidad es un instinto primario, tan natural como lo es el sueño o el hambre, para permitir la supervivencia de todas las especies; la sexualidad en el ser humano existe desde que nace, aunque se acentúa a partir de la pubertad; y tiene múltiples componentes y manifestaciones que únicamente pueden entenderse a nivel psicológico, y que pueden traducirse en toda una serie de manifestaciones físicas, emocionales y fisiológicas, de las cuales la relación sexual no es más que una de ellas. Debe, por tanto, educarse desde que se es niño, de forma similar a como se educa el sueño o el hambre.

       Así, pretender manejar la sexualidad fisiológica sin entenderla en el plano psicológico, emocional y social es como tratar de leer y entender el último capítulo de un libro al que le faltan todos los capítulos anteriores, que son precisamente los educativos, los cuales pareciera que nadie se ha preocupado de escribir. No es nuestro país el único que ha visto el fracaso en esta iniciativa. Al contrario, muchos otros países, incluso del llamado primer mundo, también lo experimentaron, y siempre por la misma razón. Sin embargo, en España recientemente se ha puesto en marcha un programa educativo diferente, que pretende ofrecer la educación de la sexualidad desde sus bases: la psicológica y la social, no la fisiológica. Naturalmente, ha sido muy bien aceptado. Ellos han tomado una buena dirección para salir del laberinto, y sería bueno para nuestra sociedad, esta vez sí, tomar ese modelo como referencia. 
       La educación de la sexualidad no es la enseñanza de las múltiples formas de hacer el amor, ni de otras tantas de evitar el embarazo; sino, básicamente, es la explicación de los mecanismos que la mueven; la aceptación particular de dicho instinto y todas sus manifestaciones en forma natural, sin temores ni culpas; y la canalización adecuada del mismo, con objeto de aprender a manejarlo sana y racionalmente, de modo que no sólo no interfiera negativamente en otros aspectos de nuestra vida o la de los demás, sino, por el contrario, los complemente armónicamente en una plenitud vital sostenible.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 24 de enero de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: BISEXUALIDAD




      La apertura cada vez mayor en el tema de la sexualidad saca a la luz situaciones y conductas que, habiendo existido siempre, encuentran ahora una ventana a la que asomarse dentro de la oscura habitación en la que siempre han vivido. Más aún, dicha ventana permite conductas que, de otro modo, hubieran quedado reprimidas en el encierro. Y más todavía, dicha ventana provoca conductas incluso actuadas, forzadas solo por el interés en experimentar sensaciones diferentes en esa búsqueda de satisfacciones que muchas personas no son capaces de encontrar en su vida cotidiana. Entre ellas, cada vez está más de actualidad el tema de la bisexualidad.

Aunque el debate sobre la existencia o no de la bisexualidad no es tan viejo, tampoco es nuevo. Hace ya algunos años que ha empezado a investigarse, aunque todavía no de forma profusa. Las primeras investigaciones tendían a dar la razón a los que pensaban que la bisexualidad no existe, sino que es una forma de enmascarar la homosexualidad, o un paso intermedio para reconocer la homosexualidad cuando ésta era más tabú que actualmente. En la actualidad las investigaciones tienden más a dar la razón a quienes defienden que la bisexualidad sí existe, que hay personas que sienten atracción sexual hacia ambos sexos.

Llama la atención que las conclusiones de las investigaciones tienden a seguir la corriente de cada momento. Cuando la bisexualidad era tabú, la conclusión era que la bisexualidad no existía; cuando va dejando de ser tabú, la conclusión es que sí existe. Esta contradicción se da incluso en investigaciones realizadas por una misma institución, como la Northwestern University de Chicago, para la que lo que ayer (2005) era una cosa, hoy es otra. Ello pone en duda la objetividad y la validez de las investigaciones sobre el tema.

Y es lógico; la propia metodología empleada es, a mi modo de ver, de muy dudosa validez, porque se basa en el análisis de la respuesta sexual de personas que han experimentado la bisexualidad ante estímulos de videos tanto de hombres como de mujeres en actitudes sexuales. El resultado fue que en ambos casos existía una respuesta sexual, captada por unos sensores en los genitales; por tanto, existía la bisexualidad. ¿Y qué esperaban? Parece que conocen muy poco sobre la biología de la sexualidad, y menos aún sobre la psicología de la sexualidad.

La capacidad para excitarse ante un estímulo sexual explícito, independientemente de que sea del mismo o de diferente sexo, existe de forma natural, en mayor o menor medida, en casi todo ser humano, y eso no implica homosexualidad ni bisexualidad. Así que tranquilos todos los que se sienten identificados y han sentido alguna (reprimida) confusión al respecto. Incluso aquellos o aquellas que han experimentado la relación con ambos sexos por las razones que sean. La orientación sexual se determina no tanto por respuestas biológicas o conductas sexuales, sino por mecanismos psicológicos, aun cuando éstos tengan vínculos biológicos. La identificación psicológica que se siente con uno u otro género, la atracción que se siente, en general, por uno otro género, que es mucho más completa y va mucho más allá de una simple atracción física por un cuerpo masculino o femenino, sin necesidad de tener actitudes sexuales como estímulo; la capacidad de enamorarse de una persona de uno u otro género, es lo que determina la orientación sexual de la persona.

Y no, no veo compatible que todo ello pueda suceder indistintamente con uno u otro género. La persona que se siente identificada con el género opuesto a su género biológico y siente atracción y capacidad de enamorarse de alguien de su mismo sexo, es simplemente homosexual. Y el hecho de que pueda tener relaciones sexuales con personas del otro sexo no lo hace bisexual. De la misma manera, una persona psicológicamente heterosexual no se convierte en homosexual o en bisexual por el hecho de tener alguna relación homosexual. La bisexualidad puede existir en la conducta, pero no en la mente.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 1 de noviembre de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: VIRGINIDAD, UNA DECISION PERSONAL

  
           En la cultura latinoamericana, en la que la Iglesia católica tradicionalmente ha tenido un papel determinante, el tema de la virginidad ha vivido envuelto con el mismo tabú y ambivalencia que cualquier otro tema relacionado con la sexualidad; y no solo por el papel de la Iglesia católica, sino también y sobre todo, por otro aspecto, mucho más poderoso, característico de nuestra cultura, el machismo. Porque si bien la Iglesia católica, teóricamente, aplicaba el mismo rasero para hombres y mujeres, el aspecto machista de nuestra cultura ha discriminado marcadamente a la mujer, de modo que lo que la Iglesia prohibía, la cultura no solo lo permitía, sino que lo alentaba y lo elogiaba en el hombre, a la vez que lo prohibía y avergonzaba en la mujer.

Nunca he dejado de preguntarme por qué el mismo hecho, compartido por hombre y mujer, era visto de tan diferente manera para uno y para otra. Quizá porque eso de “compartir” una experiencia sexual no es visto realmente como compartir, sino que hay un sujeto activo agresor con el derecho y el deber de tomar la iniciativa, y un sujeto pasivo con el “deber” (no sé si también el derecho) de defenderse. De esa misma manera ha sido visto el tema de la virginidad. La Iglesia y la cultura machista iban de la mano para preservársela a la mujer, mientras que en el caso del hombre el desacuerdo era total, aparentemente, aunque claramente imperaba la cultura machista para avergonzar la virginidad masculina, y la iglesia se mostraba tolerante.

En los últimos tiempos, la cultura, ayudada por la creciente influencia de los medios de comunicación y de otras culturas, ya no castiga con la misma severidad a la mujer por lo mismo que sigue elogiando al hombre, quizá porque esa influencia externa ha quitado gran parte del tabú, y quizá porque está dictando otras formas de ver las cosas, entre ellas, que la relación sexual no solamente es permitida independientemente del estado civil de la persona, sino que la relación sexual es un juego, un juego casi obligado, y que la virginidad es vergonzosa; no solo para él, sino incluso para ella también.

Ello genera una enorme y cada vez más precoz presión en la adolescencia hacia la experiencia sexual, de modo que muchos adolescentes de ambos géneros se ven empujados hacia el sexo por la presión social y de los medios de comunicación más que por su propia iniciativa. La adolescencia es la etapa de la vida en la que se aprende a ser adulto. Por ello aún no se tienen, normalmente, criterios propios, sino que se buscan en el medio social externo, que no en el familiar, porque éste es el medio del el que tratan de desvincularse; y por ello la influencia externa y la presión social son tan fuertes a esta edad en la que nadie quiere ser diferente y “quedarse afuera”. Como resultado, tenderán a hacer lo que otros dictan y, lógicamente, no a seguir criterios propios que aún no tienen, o son débiles.

Lo llamativo de todo ello es que no solo siempre ha habido, sino que sigue habiendo poderosos factores externos, llámese Iglesia, cultura machista, presión social, o medios de comunicación, que dictan “lo que hay que hacer”, avergüenzan y marginan al que hace otra cosa, y no dan opción a las decisiones personales, ni siquiera en temas que son muy personales, entre ellos, el de la virginidad. Es llamativo también que las mismas voces que claman por las libertades (libertad sexual, entre otras), no permitan decidir libremente abrazar la virginidad y abstenerse de la relación sexual, tanto en ellos como en ellas.


Tanto la relación sexual como la virginidad o la abstinencia, en ellos y en ellas por igual, son opciones y decisiones muy personales. Tanto la decisión en un sentido como en otro necesita de cierta madurez, por lo que no debe ser tomada precozmente; la sexualidad no es un simple juego. El acceso a la relación sexual precoz más difícilmente permitirá adquirir la adecuada madurez en temas de sexualidad, al igual que cuando la virginidad tardía no es consecuencia de una decisión personal, sino de traumas derivados de dictados religiosos o culturales.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 16 de agosto de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CITAS INTRASCENDENTES




       Las generaciones anteriores de jóvenes, hoy padres y sobre todo abuelos, hablan de la actual pérdida de los valores morales que ellos tenían, refiriéndose, normalmente, al recato por el tema de la sexualidad; lo cual es cierto... relativamente. Los jóvenes actuales argumentan el mayor grado de autenticidad en su comunicación, y que esa supuesta pérdida de valores morales no es más que la sinceridad en la expresión de la sexualidad inherente al ser humano, y que antes se manejaba con cierta hipocresía y doble moral; lo cual también es cierto... relativamente también. 

       
Y digo “relativamente” porque no es tan auténtica esa supuesta sinceridad de la juventud actual, en la que, cada vez más, la relación hombre-mujer se basa en ir acumulando una amplia colección de citas con el otro género, en las que “hacerlo” (sexo), llega a convertirse en componente casi inevitable de las mismas, haciendo más caso a la “moda” que a la conciencia. Citas frívolas e intrascendentes que no tienen más objetivo que pasar un rato y sumar una experiencia más a un currículum absurdo; sin una intención de continuidad; sin una mínima voluntad de compromiso. Citas sin compromiso con el presente y vacías de futuro. Citas que  únicamente pretenden estar a la altura de lo que dictan otros. Eso nunca puede ser autenticidad.

       
Para hacer una casa siempre hay que pegar un primer ladrillo; pero si se pegan los siguientes a continuación y ordenadamente, terminaremos formando una pared; y con varias paredes, una casa. Mas si cada ladrillo se pega sin un objetivo, sin orden ni estructura, como si fuera el único, en vano pretenderemos tener una casa; sólo un montón de ladrillos. Así es fácil explicar los crecientes fracasos matrimoniales y familiares. Nuestra ciudad tiene cada vez menos casas y más montones de ladrillos.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.