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domingo, 15 de febrero de 2015

Redes sociales después de la muerte. Al fallecer ya puede heredar usted su cuenta de FB

Tomado de The Wall Street Journal
Ahora puede elegir a quién dejarle su cuenta de Facebook cuando muera

Por Geoffrey A. Fowler

Finalmente ya puede decidir qué pasará con su cuenta de Facebook  cuando muera.

En un cambio de política para Facebook, la red social más popular del mundo permitirá a sus miembros designar a una persona apodada “contacto de legado”, para manejar partes de sus cuentas después de que usted muera. Los usuarios también pueden elegir que su cuenta sea totalmente eliminada.
Facebook y otros servicios de Internet caminan una cuerda floja entre respetar la privacidad de los fallecidos y las exigencias de los amigos y familiares de luto. Antes, Facebook congelaba automáticamente las cuentas de sus usuarios cuando se enteraba de que habían muerto, lo que molestaba a sus supervivientes que querían editar la presencia virtual del fallecido. Ahora, ofrece nuevas opciones para sus socios en Estados Unidos, y más adelante extenderá las opciones a otros países.
Pedirnos hacer planes para la vida digital después de la muerte tal vez suene mórbido, pero puede ser necesario para solucionar un tema que es tanto legal como emocionalmente difícil. En 2013, Google  se convirtió en la primera empresa de Internet en permitirles a sus usuarios elegir herederos digitales para su cuenta de Gmail, almacenamiento en nube y otros servicios, personas designadas como “gerentes de cuenta inactiva”.

¿Qué sentido tiene mantener una red social después de muerto? Los contactos de legado de Facebook podrán administrar cuentas de cierta forma que conviertan la página de una persona fallecida en una especie de tumba digital. Los contactos de legado pueden escribir mensajes en los muros de las páginas de sus seres queridos muertos, cambiar su foto de perfil y hasta responder nuevos pedidos de amistad en nombre del fallecido.
Si reciben permiso previo, los administradores podrán también descargar un archivo de publicaciones y fotos del fallecido, pero no los contenidos de sus mensajes privados.
Todo esto es opcional. Si no hace nada y Facebook se entera de que usted falleció, simplemente congelará su cuenta y dejará sus publicaciones y fotografías bajo las configuraciones de seguridad que usted había determinado. Facebook dice que ha hecho esto con cientos de miles de cuentas hasta la fecha (como en el pasado, Facebook no mostrará publicidad en las páginas de los fallecidos).
Ser un contacto de legado es distinto de simplemente ingresar a la cuenta de un muerto, y hay elementos importantes que estos administradores no podrán alterar. No pueden editar lo que el fallecido ya había publicado o lo que sus amigos habían compartido en su muro. Si decide que una foto publicada por su familiar o amigo es vergonzosa, el contacto de legado no podrá hacer nada al respecto. Tampoco podrá eliminar toda una cuenta.
Estas restricciones podrían molestar a algunas personas que creen que su trabajo como veladores es mantener una página en Facebook como el lugar de recordación más lindo posible.
“Lo analizamos mucho y al final decidimos en contra de esto para la primera versión”, dijo la vocera Jodi Seth. Facebook temió que las responsabilidades del curador podría añadir una carga emocional extra al luto, entre otras preocupaciones.
Nota de compartiendo mi opinión: Para que funcione ésta opción el idioma configurado de su cuenta debe ser el Inglés. Para seleccionar a su contacto de legado, vaya a Settings (Configuración) y escoja Security (Seguridad) y luego Legacy Contact (Contacto de legado) en la parte de abajo de la página, las opciones son las mismas en el sitio web o la aplicación móvil. Allí puede designar a un amigo en Facebook, otorgarle a esta persona permiso para descargar un archivo de sus datos o escoger que su cuenta sea borrada después de su muerte.
También hay que tener en cuenta algunos detalles: solo puede escoger a una persona, por lo que las parejas que suelen viajar juntas podrían enfrentar una decisión difícil si pensaran en elegirse mutuamente. Seth dice que Facebook sigue evaluando cómo manejaría legados de contactos contingente.
Los miembros de Facebook pueden cambiar su selección de contacto de legado en cualquier momento, pero una vez que mueren, la responsabilidad no puede ser transferida a nadie más.
Si no elige a nadie pero selecciona a un heredero digital en su testamento, Facebook designará a esa persona.
Es desgastante pensar que Facebook está tan entrelazado en nuestras vidas que no solo debemos pensar en colocar nuestros cumpleaños, relaciones y empleos allí, sino también nuestras muertes. Aun así, el nuevo servicio de Facebook empodera a las personas que quieren tomar decisiones sobre sus datos mientras están vivas, y para muchos, eso representa un alivio. 

sábado, 20 de diciembre de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: NAVIDAD, ALEGRIA... NO PARA TODOS

  

Tradicionalmente se ha asociado a la época de Navidad una imagen de alegría y de felicidad. Independientemente de su significado religioso, desde hace mucho tiempo ha quedado instituida socialmente como la época de reunión con los seres queridos, especialmente con aquellos con los que, por la distancia, el contacto no es muy frecuente. Pareciera que obligadamente es una época para compartir y pasarla bien. La publicidad, que en esa época ejerce mayor presión mediática que en ninguna otra, contribuye a fomentar esa imagen.

       Pareciera que en Navidad no puede existir otra cosa que no sea alegría; sin embargo, no es así. Mucha gente vive la Navidad con un sabor agridulce; algunos porque la alegría por la reunión con los familiares y seres queridos se ve empañada por la silla vacía de alguien que tiempo atrás la ocupaba, y que ya no está; y cuya ausencia se percibe en esta época de una forma especial, de la misma forma especial que se siente la presencia de los demás. Otros porque con una alegría aparente, superficial, frívola, y hasta forzada, tratan de esconder la frustración de no  poder ver reunidos a sus familiares por existir diferencias “supuestamente insalvables”; o por no haber sido capaces de forjar una cohesión familiar que invitara, al menos, a este acercamiento anual. Otros porque se involucran en una serie de compromisos, a veces innecesarios, a veces incluso, completamente alejados del verdadero espíritu de la Navidad, y que les ocasionan una preocupación y un estrés que, lejos de permitirles disfrutar, les pone de mal humor. Otros porque, por la razón que sea, simplemente están solos, y la soledad también se siente en forma especial en esta época.


       Y en general, cada vez más se tiene la experiencia de que estos días acaban dejando una sensación de hastío, y hasta de depresión, porque, en el fondo, no dejamos de reconocer la creciente futilidad e hipocresía que suele rodear estas fiestas. Hay cada vez más personas que afirman odiar la Navidad porque dicen que es una farsa, un montaje comercial que disfraza con papel de regalo lo mal que está nuestro mundo. Basta una mínima reflexión para darnos cuenta de que aunque existe una fuerte presión mediática que nos puede hacer verla de esa manera, en realidad la Navidad no es eso; es otra cosa; algo tan sencillo como reunirse y dar un repasito a unos cuantos valores que están simbolizados por Jesús, y que son precisamente los que permiten que el mundo funcione.

       Inevitablemente, todos nos vemos envueltos en esa parafernalia cada vez mayor que rodea la Navidad. Parece que a nosotros mismos nos cuesta entender cómo algo tan grande puede ser, a la vez, algo tan sencillo, y nos dejamos llevar por dicha presión, tratando de adornar, complementar y engrandecer exagerada e innecesariamente la Navidad con infinidad de regalos, comidas, licores, viajes, etc; pero a la vez, desvirtuándola. No sabemos ver dónde está la grandeza de la Navidad. Si existe una farsa, es precisamente ese exceso de parafernalia; pero no la Navidad en sí misma. Si tratamos de no poner mucha atención al montaje mediático y de vivir la Navidad simplemente como lo que es, con seguridad evitaremos la sensación de hastío, depresión, y de odio a la Navidad.

       Las otras razones que tienden a apagar la verdadera y sana alegría de esta época también son superables en mayor o menor medida. Si el sabor amargo es porque pasa horas cocinando el pavo, para que luego algo falle y encima se lo hagan ver en la mesa, no se complique; llévelo ya cocinado y dedique esas horas a compartir, que para eso son. Si le angustia no poder comprar regalo a todos los de la lista, regale simplemente lo más bonito: una llamada, un abrazo sincero, un beso...; es gratis y quedarán encantados, y usted también. Complicarse la vida es opcional.


       Para quienes estén enemistados con sus familiares, la Navidad puede ser un excelente pretexto para iniciar un acercamiento, aunque si prefiere sentirse ofendido que sentirse querido; también es opcional. Aquellos que simplemente están solos, podrían tomar la iniciativa de contactar con otros en similar circunstancia, que son bastantes, y reunirse entre ellos; aunque siempre hay quienes prefieren la soledad; eso también es opcional. Con respecto a los que no pueden ver reunidos a sus familiares por no haber creado en el pasado una cohesión familiar que invitara a ello, para estos no hay receta. Si el imán no se fabrica en la etapa oportuna, luego es difícil hacer que funcione.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 29 de noviembre de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA AUTORIDAD


       Al plantear así este aspecto de la relación padres - hijos, se tiende a observar el mismo desde los ojos de la sociedad, en general, para quien los conceptos de autoridad y poder en el ejercicio de la paternidad están muy relacionados entre sí, de tal modo que suelen confundirse. Nada más lejos de la realidad; los padres deben ser las figuras de autoridad en el hogar, pero entendiendo por autoridad como la suma de una serie de conceptos que siempre infunden respeto, y a la vez confianza y seguridad; nunca temor. Autoridad es conocimiento, es sabiduría; autoridad es experiencia, es serenidad, es equilibrio; autoridad es, sobre todo, razón. Poder es simplemente la capacidad de mando que se tiene en función de una JERARQUÍA, o de unos intereses creados; no de una autoridad. Cuando se mezcla el poder con la autoridad, ésta se convierte en autoritarismo, y tiende a desvirtuarse, a disolverse, a perder el contenido racional que por sí sola tenía.

       Por ejemplo, la expresión tan frecuente de “porque lo digo yo”, o: “porque soy tu padre”, serían innecesarias cuando se tiene verdadera autoridad, y lo único que se consigue con ello es sembrar la duda de si realmente tenemos razón, o simplemente estamos aplicando el poder jerárquico. Cuando se aplica el poder que da la jerarquía, sin ni siquiera tener razón (autoridad), se cae en el despotismo, y la verdadera relación familiar desaparece, quedando como único vínculo, precisamente el temor que se infunde con ello, vínculo que, lógicamente, tiende a romperse a partir de la adolescencia, cuando los hijos se empiezan a sentir con suficiente capacidad para ello.

       La verdadera autoridad no suele necesitar de nada más. Cuando se tiene, se proyecta por sí sola en nuestra cercanía con los hijos, y ellos siempre saben reconocerla en el fondo, aunque, debido a su inmadurez, a veces tengan conductas irracionales que tiendan a no respetar esa autoridad. En esos casos puede ser válida alguna acción impactante de mando, siempre que sea puntual, proporcionada, y muy ocasional, quedando claro que la intención que se tiene con ello es marcarles los límites del camino a seguir, y que se aplica únicamente por su negativa a entender la razón. Ellos sentirán seguridad, sentirán una referencia clara en nosotros, sentirán... autoridad.


A veces, incluso, retan nuestra autoridad no necesariamente porque la cuestionen, sino que inconscientemente están poniendo a prueba la seguridad que tenemos en nuestros criterios. Aunque parezca que tratan de desestabilizarnos, en el fondo es al contrario; subconscientemente tratan de que mostremos firmeza en nuestra autoridad, por lo mismo que mencionaba antes; ello les da estabilidad, confianza, seguridad de que somos una fuerte referencia para ellos.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

lunes, 17 de noviembre de 2014

Ingeniero de Google demuestra científicamente el secreto de la felicidad

Tomado de BBC Mundo

Un reciente análisis de 209 estudios encontró que la meditación y la conciencia plena contribuyen en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y el estrés.

El ingeniero de Google que enseña la felicidad en tres pasos

En las entrañas del gigante tecnológico Google hay un empleado que tiene una tarea inusual: hacer más feliz a la gente y llevar más paz al mundo.

Por David G Allan

Hace unos años Chade-Meng Chen, uno de los primeros ingenieros contratados por la firma en Mountain View, California, notó que muchos de sus colegas se sentían agobiados y descontentos en la oficina.

Meng convenció a sus jefes de crear y encargarse de un curso que le enseñara a los empleados técnicas de mindfulness, o concienciación plena, para mejorar la inteligencia emocional e impulsar el bienestar.

En un guiño a su compañía, el gigante de las búsquedas, lo llamó "Busca en tu interior", un nombre ciertamente cursi que es también el título del libro que escribió sobre el tema.

Cuando este año asistí al festival South by Southwest Interactive (SXSW) en Austin, Texas, me llamó la atención una ponencia suya titulada: "Conviértete en la persona más feliz de la Tierra".

En un salón abarrotado Meng aseguró que nos enseñaría el secreto de la felicidad "científicamente demostrado" en tres fáciles pasos.

Quedé fascinado por la charla, pero naturalmente escéptico. Así que en las semanas siguientes, decidí probar sus consejos.

También observé más de cerca los argumentos científicos que, según él, respaldan sus técnicas.

Primer paso: "Calma tu mente"

Para introducir su primera recomendación, Meng presentó un corto ejercicio colectivo de respiración.

Meng propone encontrar formas sencillas de tomar pausas durante el día y de ser conscientes de nuestra respiración. "Si resulta demasiado difícil, entonces no pienses en nada por un momento", bromeó.

Un estudio de 2006 encontró que quienes anotaban sus experiencias positivas en un diario manifestaban mayores sentimientos de satisfacción con la vida.

En su libro abunda en más detalle, concentrándose en lo que es la meditación y cómo comenzar a practicarla.

Y cita un estudio hecho por Jon Kabat-Zinn, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, en el que se reportó que la conciencia plena reduce la ansiedad.

Meng no es el único que sugiere que la meditación y la conciencia plena son buenas para nuestra salud mental.

Un reciente análisis de 209 estudios encontró que contribuyen en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y el estrés.

Algunos investigadores incluso aseguran que la reducción del estrés, prometida por la meditación, podría ayudar a reducir los efectos del envejecimiento.

Aquí es necesario destacar que enfrentar la depresión y la ansiedad no es necesariamente lo mismo que impulsar la felicidad.

Aun así, la primera recomendación de Meng parece tener cada vez más asidero científico.

Segundo paso: "Lleva un registro de momentos alegres"

Simplemente, mientras degustas un buen café, te ríes del chiste de un amigo o compras la camisa que querías, dite a tí mismo: "¡Tengo un momento de alegría!.

Cuando nos pasan cosas negativas tenemos la tendencia de aferrarnos a ellas, mientras que las buenas son más rápidas y efímeras.

Las cosas buenas parecen tener una duración más efímera que las malas.

Meng sostiene que al reconocer conscientemente las buenas, aumentamos las probabilidades de hacer un balance positivo y concluir que fue un día feliz.

Intuitivamente, es una hipótesis que tiene sentido.

Todos podemos identificarnos con el poder de un solo incidente, así sea breve, que nos echa a perder todo el día, pero rara vez lo contrario parece ser verdad.

Recientes estudios han intentado explorar este efecto. Uno, hecho por la especialista en psicología positiva Barbara Fredrickson, indicó que necesitamos una proporción de 3 a 1 de pensamientos positivos sobre negativos para liberar nuestras mentes.

Sin embargo, ese estudio en particular generó controversia, ya que algunos investigadores cuestionaron la validez de sus aseveraciones matemáticas.

Pero otro, hecho en 2006, encontró que quienes anotaban sus experiencias positivas en un diario manifestaban mayores sentimientos de satisfacción con la vida.

Tercer paso: "Deséale felicidad a otras personas"

Según Meng, los pensamientos altruistas nos benefician porque dar nos proporciona una gran alegría, incluso más que recibir.

El campo de la “psicología positiva” apenas tiene dos décadas de historia.

Elocuentemente, Meng argumenta la necesidad de mostrar más compasión en nuestras vidas, pero solo cita un estudio para respaldar su afirmación de que "la generosidad es una fuente sostenible de felicidad".

En su libro "La Felicidad: Una muy breve introducción", el filósofo Daniel Haybron respalda la postura de Meng citando especialmente al psicólogo Michael Argyle.

Para Argyle "solo bailar genera 'niveles de alegría' superiores que hacer actividades voluntarias o benéficas".

Fredrickson también estudió los beneficios de una forma de meditación que contempla pensamientos positivos sobre los demás.

Solo bailar genera ‘niveles de alegría’ superiores que hacer actividades voluntarias o benéficas
Michael Argyle, psicólogo

Le pidió a la gente poner en práctica la técnica diariamente durante varias semanas y muchas personas dijeron sentirse más alegres y optimistas.

Sin embargo, aún estamos lejos de concluir que solo pensar bien sobre los demás es suficiente.

Nos estaríamos engañando si creemos que desearle a otro la felicidad es lo mismo que hacer algo en concreto, como darle un regalo o, aparentemente, llevarlo a bailar.

La ciencia frente a la experiencia

De hecho, cuanto más analizaba las afirmaciones de Meng menos convencido estaba de que estuviesen respaldadas por investigaciones existentes.

Chade-Meng Chen, Jolly Good Fellow de Google durante una charla TED.

Según Haybron hay otros factores, apoyados por estudios más sólidos, vinculados a la felicidad, como la autonomía, el trabajo satisfactorio y calificado, las relaciones y el amor, el dinero, la seguridad y el desprendimiento hacia cosas que podríamos perder.

Y, sin embargo, al mismo tiempo cuanto más ponía en práctica el método de los tres pasos más me parecía que funcionaba.

Comencé a meditar en la oficina. Programé mi celular para que me enviara recordatorios cada hora para desearle felicidad a los otros.

Y me acordé de pensar “tengo un momento de alegría”, cuando me divertía con mis hijas, corría en el parque, bebía una deliciosa cerveza e incluso al escribir esta columna.

Pero me hacía falta conciliar esa brecha entre mi mayor felicidad y la aparente falta de pruebas para apoyar las recomendaciones de Meng.

Cuestión de "personalidad"

Decidí consultar al psicólogo Tom Stafford, quien escribe una columna para BBC Future.

Me habló de lo complejo que resulta el estudio de la felicidad y de las variaciones que se dan entre la ciencia, que tiende a trabajar con promedios de grupo, y la personalidad individual.

Agregó que para él lo interesante es preguntarse cuándo confiamos en la experiencia y cuándo escuchamos a la ciencia.

"Para algunas cosas no necesitamos a la ciencia (¿si te cae una roca en un pie te lastimarás? Y para otras sí ¿Es fumar malo para mi salud?) Yo diría que la felicidad está entre los dos casos", señaló.

Mi investigación me coloca más cerca del ejemplo de la roca, dando más credibilidad a mi experiencia.

Como indica Stafford, puede ser simplemente que la meditación, el registro de la alegría y los buenos deseos van mejor con mi propia personalidad.

Es posible que estudios futuros arrojen más luz sobre el tema. Después de todo el campo de la “psicología positiva” apenas tiene dos décadas de historia.

"En parte no se consiguen las evidencias porque es algo que no se ha estado investigando tanto como, por ejemplo, por qué la gente se deprime", recalcó Stafford.

Para muchos los tres pasos de Meng pueden ser obvios y simplistas. Sin embargo, él comparó sus consejos a mostrarnos cómo se hace un ejercicio de flexión de brazos en el gimnasio.

Sabes que te hace bien, pero tienes que hacer el ejercicio todos los días para obtener resultados.

Yo quizás esté más convencido por la experiencia personal que satisfecho científicamente, pero es suficiente para que vuelva al gimnasio de la felicidad de Google y siga haciendo esas flexiones.