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sábado, 9 de agosto de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA POSESION DE ARMAS




         En El Salvador, algunas personas insisten en que la ley debe permitir al ciudadano común portar armas de alto calibre, y no les faltan argumentos para justificarlo. Antes era la guerra; ahora es la delincuencia. Sin embargo, la mayoría de ciudadanos prefiere que la gente no vaya armada, pese a la delincuencia, y también tienen argumentos.

En Estados Unidos similar debate viene también de lejos. En su cultura el sagrado derecho a la autodefensa contempla las armas como un elemento cotidiano, pero el fácil acceso a las mismas, y su común uso para fines criminales, y, a veces, para causar grandes masacres, ha encendido cada vez más el debate entre los que se oponen y los defensores del derecho libre a su acceso.

¿Por qué se encuentran argumentos tan opuestos ante una misma situación común? Simplemente, porque cada quien encuentra allí donde quiere buscar. La cuestión es analizar por qué unos buscan argumentos que, frente a un problema de violencia, reafirman su deseo de paz; y otros buscan sus respuestas en la misma violencia.

       La búsqueda de argumentos pacifistas tiene una explicación clara: una mente sana no contempla la violencia en ninguna forma, ni aún en un clima de delincuencia común como el que se vive; a no ser que la seguridad personal se vea amenazada de una forma directa y objetiva, entonces la salud mental se altera sensiblemente, y permite optar por soluciones violentas para garantizar su supervivencia. En todo caso, esta mente quedará dañada, y difícilmente recuperará su salud anterior si no es con un tratamiento psiquiátrico adecuado.

       Muchas veces, el argumento del clima violento para portar armas no es más que una racionalización que enmascara cierto grado de idolatría por estos artefactos, que se constituyen en parte de la misma persona, y que les protege de sus propias inseguridades. Necesitan sentirla ahí, porque es como la parte fuerte de una personalidad débil.

       A excepción de casos especiales y de actividades que necesitan especial protección, el que una mente opte por respuestas violentas es un síntoma de deterioro psíquico; en la mayoría de los casos, el arma resulta ser el mejor aliado de una mente débil e insegura; o un juguete de adulto inmaduro y potencialmente violento; o un elemento más de una mente insensible, completamente deteriorada por experiencias anteriores.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 12 de abril de 2014

Centroamérica y Venezuela la región mas violenta del mundo

Tomado de BBC Mundo 

Exceptuando a Costa Rica y Nicaragua Centroamérica es la región más violenta del mundo

Los cinco países con más y menos homicidios en el mundo

Honduras fue el país con la tasa más alta de homicidios en el mundo, según el informe global de Homicidios 2013 de la Organización de Naciones Unidas, publicado este jueves.

El estudio, que está basado en las últimas cifras oficiales disponibles hasta 2012, además revela que América Latina es la región del planeta con mayor número de muertes violentas por homicidio y armas de fuego.

Y dentro de esta región, Chile ocupa el último puesto en la lista (ver más abajo).

De acuerdo al estudio anual sobre el homicidio en el mundo, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, a nivel de continentes, América ocupa el primer lugar en cuanto a muertes por homicidios, con 157.000 fallecidos en el año analizado (36% del total mundial).

Le siguen África con 135.000, Asia con 122.000, Europa con 22.000 y Oceanía con 1.100, llevando el total global a 437.000.


Los cinco con más homicidios en el mundo

 

Según el informe de la ONU, cinco países de América encabezan la lista en cuanto al promedio de asesinatos por cada 100.000 habitantes: 
  • Honduras: tasa de homicidios: 90,4 por cada 100.000 habitantes. Total de muertos: 7.172. (En este país, uno de cada 280 varones de entre 30 y 44 años y uno de cada 360 entre 15 y 29 años son víctimas de homicidio cada año).
  • Venezuela: tasa de homicidios: 53,7. Total de muertos: 16.072. (Es el único país de Sudamérica cuya tasa de homicidio ha aumentado consistentemente desde 1995).
  • Belice: tasa de homicidios: 44,7. Total de muertos: 145.
  • El Salvador: tasa de homicidios: 41,2. Total de muertos: 2.594.
  • Guatemala: tasa de homicidios: 39,9. Total de muertos: 6.025.
Radiografía de la violencia

Honduras es el país con la mayor tasa de homicidios, a pesar de una tregua entre las maras.

El estudio define homicidio como el hecho de matar a alguien intencionalmente y se propone informar dónde, cómo y con qué intensidad ocurren los homicidios, y quiénes corren mayor riesgo, para ayudar a desarrollar estrategias y políticas para protegerlos.

A nivel mundial, la tasa promedio de homicidios es de 6,2 por cada 100.000 habitantes, pero el sur de África y América Central tienen tasas cuatro veces más altas, es decir de más de 24 víctimas por cada 100.000 habitantes, seguidas por América del Sur, África Central y el Caribe, con entre 16 y 23.

El informe contempla subdivisiones dentro de continentes y de países; en el caso de América Latina se muestran los casos de Brasil y El Salvador.


Tasas de homicidios por continente

·  En África, entre los países con mayores tasas figuran Sudáfrica: 31,0 por cada 100.000 habitantes, con 16.259 muertes; República Democrática del Congo: 28,3, con 18.586 muertes; Nigeria: 20,0, con 33.817 muertes, y Etiopía: 12,0, con 11.048 muertes. 

En Asia se da otra muestra de la paradoja entre la tasa y el número de muertes. India tiene 3,5 por cada 100.000 habitantes, con 43.355 muertes y China, 1,0, con 13.410 muertos. No por nada son los países más poblados del mundo. 

En Europa, Rusia es el país con mayor tasa de homicidios, 9,2 por cada 100.000 habitantes y el mayor número de muertes: 13.210.

En cuanto a Brasil, aunque la tasa nacional de homicidios ha cambiado poco en los últimos 30 años, ha bajado en los estados y ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, pero ha subido en otras partes, sobre todo en el norte y noreste. 

El estudio muestra cómo los homicidios relacionados con las pandillas, las llamadas "maras", en América Central han mantenido altas las tasas. 

Sin embargo, en el caso de El Salvador, analizado en más detalle, se ven cambios importantes después de la tregua entre las dos principales maras, acordada en marzo de 2012, que tuvo un efecto inmediato en los niveles de homicidios, pero todavía no se puede evaluar su impacto a largo plazo.


Lo que sí queda claro es que la tasa de homicidios descendió de 6,0 por cada 100.000 habitantes a 2,8 después de la tregua, al igual que bajaron los índices de otras actividades criminales, como la extorsión, también relacionada con las maras.

Las tasas más altas de homicidios no siempre coinciden con la mayor cantidad de muertos: Brasil, por ejemplo, tiene el mayor total de muertes por homicidio en el mundo, 50.108, pero su tasa es de 25,2 por cada 100.000 habitantes.

Y Estados Unidos, con un total de 14.827 muertes por homicidio, tiene una tasa de apenas 4,7 por cada 100.000 habitantes.

Los cinco países con menos homicidios en el mundo

 

· Mónaco y Liechtenstein, ambos principados europeos muy pequeños, comparten el primer lugar al no haber registrado un solo muerto por homicidio dejando una tasa de 0,0 por cada 100.000 habitantes y ningún fallecido.

·  Singapur tuvo una tasa de 0,2 por cada 100.000 habitantes y un total de 11 muertos


·   Japón, registró con una tasa de 0,3 y 442 muertos.

·  Islandia, también tiene una tasa de 0,3, pero en proporción a su población esto significa un solo fallecido.


·  Kuwait y Hong Kong ocupan la quinta casilla con un promedio de 0,4 por 100.000 habitantes. Kuwait tuvo 12 homicidios y Hong Kong 27 en este período.

Chile, el que menos tiene


Con una tasa de homicidios de 3,1 por cada 100.000 habitantes -la menor en América Latina- y un total de 550 muertos, Chile es el país que menos homicidios registra en la región.


Aunque la tasa de 3,1,no le permite incluirse dentro de las naciones con menos homicidios ya que tiene por delante a casi todos los países de Oceanía, muchos de Europa y Asia.

No obstante, el estudio le dedica un recuadro a Chile, dedicado a la disponibilidad de datos en sistemas independientes: Carabineros, Policía de Investigaciones, Ministerio Público, Subsecretarías de Prevención del Delito, Servicio Nacional de la Mujer, Departamento de Estadísticas e Información de Salud y Servicio Médico Legal.

Chile -afirma la ONU- fue capaz de coordinar efectivamente entre sus varias agencias a través de intercambios de información y discusiones para producir datos comparables internacionalmente, basados en puntualidad y cobertura, indica el informe que, por primera vez, analiza la respuesta de la justicia criminal a los homicidios.

Factores del análisis

 

Si bien la mayor cantidad de víctimas de homicidio son hombres, el estudio enfatiza el hecho de que en contextos familiares, la mayoría de víctimas son mujeres, y se exhorta a hacer mucho más para mejorar la capacidad de evitar los crímenes e investigar, enjuiciar y castigar a los culpables.

También indica que los homicidios y la violencia en países que están saliendo de conflictos pueden contribuir a la inestabilidad y la inseguridad. Y apunta a factores de riesgo como el uso de drogas y alcohol, así como la disponibilidad de armas.

Un dato interesante es que más de la mitad de los muertos son menores de 30 años de edad y que los homicidios ocurren mayormente en zonas urbanas.

Hay que tener en cuenta que en estas estadísticas de muertes violentas no se incluyen aquellas causadas por guerras ni suicidios, como tampoco los homicidios no intencionales ni las muertes "justificables", como aquellas amparadas por la polémica ley de defensa propia de Estados Unidos.

Homicidios en América Latina por cada 100.000 habitantes en 2012

País
Tasa
Honduras
90,4
Venezuela
53,7
El Salvador
41,2
Guatemala
39,9
Colombia
30,8
Puerto Rico
26,5
Brasil
25,2
República Dominicana
22,1
México
21,5
Panamá
17,2
Ecuador
12,4
Bolivia
12,1
Nicaragua
11,3
Haití
10,2
Paraguay
9,7
Perú
9,6
Costa Rica
8,5
Uruguay
7,9
Argentina (2010)
5,5
Cuba
4,2
Chile
3,1

sábado, 8 de marzo de 2014

El Salvador a elecciones presidenciales este domingo en medio de un repunte de la violencia

Tomado de RFI
 La sombra de la violencia en la segunda vuelta de las presidenciales

Casi cinco millones de salvadoreños están llamados a votar este domingo en la segunda vuelta de los comicios que enfrenta al candidato presidencial de la izquierda gobernante y favorito en las encuestas, Salvador Sánchez Cerén, con el del partido opositor de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Norman Quijano.
Los dos candidatos cerraron este miércoles sus campañas electorales con la incertidumbre sobre la vigencia de la tregua de las Maras, acordada el 9 de marzo de 2012, y las denuncias de un supuesto “plan de desestabilización” del Gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
En efecto, este domingo electoral se cumplirán justo dos años de la tregua acordada por las pandillas salvadoreñas. Tregua que la policía del país pone en evidencia, declaró Rigoberto Pleitez, director de la Policía Nacional civil del Salvador, por el reciente aumento de los homicidios, de 5,5 a 8,5, dado a conocer los últimos días. El próximo Presidente tendrá sobre la mesa esta problemática en uno de los países más violentos del mundo donde se calcula que se encuentran en las calles cincuenta mil pandilleros, y diez mil más en las prisiones, según cifras oficiales.
Por otra parte, el Gobierno salvadoreño denunció este jueves la existencia de un plan para de “desestabilizar” el país los días previos a los comicios de domingo con manifestaciones de violencia. "Tenemos conocimiento de planes para crear situaciones de inestabilidad y violencia antes de las elecciones con el objeto de desprestigiar la imagen del Gobierno (...) nosotros condenamos estos hechos", aseguró el ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo. El funcionario explicó que integrantes inactivos del ejército y trabajadores de las alcaldías de San Salvador, Mejicanos, Apopa y Cojutepeque, controlados por la derecha opositora, se proponen bloquear carreteras estratégicas para provocar confrontaciones con la Policía.
Para garantizar el normal desarrollo de las elecciones del domingo, Perdomo confirmó que 22.400 policías serán desplazados en todos los puestos de votación, en las carreteras y otros puntos estratégicos. 11.500 efectivos del ejército que ya patrullan el país en forma conjunta con la Policía, según el funcionario.
El gran favorito en las encuestas para los comicios del domingo es el ex guerrillero y actual vicepresidente, Salvado Sánchez Cerén, de 69 años. El candidato opositor para el partido ARENA (en el poder de 1998 a 2009) es el alcalde de la capital, Norman Quijano, de 67 años. En los comicios del 2 de febrero pasado, Cerén obtuvo el 48,95% de los votos, mientras que el 38,96% fueron para Quijano.
El ganador remplazará en el cargo al actual mandatario salvadoreño, Mauricio Funes, del FMLN. Su triunfo en 2009 supuso una victoria histórica para la ex guerrilla izquierdista de El Salvador, casi dos décadas después de la firma de los acuerdos de paz en el país.


sábado, 22 de febrero de 2014

Gobierno venezolano está obligado a buscar diálogo político con oposición

Tomado de esglobal
EVITAR LA IMPLOSIÓN DE VENEZUELA

Por International Crisi Group

Si no se rompe el círculo de violencia, el país podría sufrir un derrumbe político y económico.
Las confrontaciones políticas en Venezuela se han tornado violentas en los últimos días con el homicidio de seis manifestantes, lesiones causadas a muchos más y continuas restricciones a las libertades civiles. Esto amenaza con erosionar aún más la estabilidad y los derechos humanos en una nación de por sí polarizada, que enfrenta además una aguda crisis económica  y en donde la tasa de homicidios es una de las más altas del planeta.
El Ejecutivo y la oposición deben encontrar una forma de impulsar rápidamente un mínimo diálogo político. En última instancia, este diálogo –sobre la dirección económica que se le dará al país, sobre cómo controlar el crimen de la mejor manera y sobre cómo apaciguar la recalentada política venezolana– necesitará producir un resultado que todos puedan aceptar pacíficamente. En el corto plazo, sin haber empezado siquiera estas conversaciones, existe un claro y actual riesgo de incremento en la espiral de la violencia política y una debacle económica. La comunidad internacional, particularmente los países latinoamericanos, deben utilizar su influencia para llamar a un diálogo inmediato, pero también dejar en claro a todas las partes – particularmente al Gobierno– que más violaciones a los derechos humanos y la erosión de los valores democráticos acarrearán un gran costo.
Después de un comienzo tambaleante en 2013 (incluyendo alegatos de fraude en la elección presidencial y la pugna de la oposición por convertir las elecciones locales de diciembre en un plebiscito sobre su mandato), Nicolás Maduro parecía haber alcanzado una mayor estabilidad política. Ahora el futuro de su Gobierno se ha puesto nuevamente en duda. El descontento generalizado por la situación económica del país, la ausencia de productos básicos de consumo, la alta inflación y el crimen violento han alimentado las protestas en pueblos y ciudades a lo largo y ancho del país, inicialmente lideradas por estudiantes y una parte de la coalición de oposición Mesa de Unidad Democrática (MUD), bajo el liderazgo de Leopoldo López (cabeza del partido Vanguardia Popular) y la parlamentaria independiente María Corina Machado. El líder de la MUD y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, ha formulado un llamado a la contención y la moderación y también ha exigido un diálogo político inmediato y el fin de las acciones de organizaciones paramilitares y de la violencia contra los manifestantes.
El Gobierno ha respondido con violencia excesiva, atacando a los manifestantes no sólo con equipos antimotines como gases lacrimógenos y cañones de agua, sino también con garrotes, balas de plástico y munición real. Aparentemente los miembros de la policía de seguridad (SEBIN) y grupos paramilitares en motocicletas han sido grabados en video disparándole a los manifestantes. Grupos de derechos humanos afirman que docenas de personas han sido arrestadas, golpeadas y torturadas.
Los medios de comunicación estatales aseguran que se avecina un “golpe de Estado fascista”, financiado y promovido por Estados Unidos. La mayoría de las estaciones de radio y televisión privadas han resuelto no cubrir en directo las manifestaciones bajo la amenaza de ser multadas o cerradas; el canal colombiano de televisión por cable (NTN24) fue suspendido y periodistas en las calles han sido golpeados y detenidos, con su equipo y material de trabajo confiscado. Las dificultades de acceso a Internet son atribuidas por algunos a sabotaje del Ejecutivo.
El 12 de febrero, estudiantes que exigían la liberación de compañeros detenidos marcharon frente a la sede principal de la Fiscalía General. Aquellos que permanecieron después de la manifestación realizaron actos vandálicos contra el edificio y se enfrentaron con partidarios armados del Gobierno en una lucha que produjo tres muertes. El Ejecutivo venezolano luego expidió una orden de captura contra López por cargos que incluyen homicidio, conspiración y terrorismo. Luego de permanecer en la clandestinidad por varios días, Leopoldo López reapareció el 18 de febrero en medio de miles de seguidores en Caracas, profirió un discurso exhortando a una confrontación pacífica y se entregó a la Guardia Nacional. Manifestaciones en su apoyo se sucedieron en todo el país.
Aunque el caos en las calles haya sustraído la atención de la crisis económica, ambos fenómenos se exacerban mutuamente. El presidente Maduro ha sido incapaz, o no ha tenido la voluntad, de poner fin a los grupos armados, y no parece haber una investigación en curso para identificar o procesar a los responsables de excesos. El Gobierno, o las facciones dentro de éste, puede que hayan resuelto promover un escenario violento, presuntamente bajo la creencia de que esto favorecería su causa, ya fuese porque dividiría a la oposición, amedrentaría a los manifestantes en las calles, desviaría la atención de la mala gestión económica, proporcionaría una excusa para implementar medidas autoritarias o todas estas razones. También es posible que extremistas en la oposición estén buscando la violencia bajo la creencia de que ésta podría acelerar la caída del Gobierno; estas acciones serían inaceptables.
No existe una solución fácil. Venezuela carece de instituciones confiables y mecanismos esenciales para canalizar la disidencia y facilitar un acuerdo político. Las nuevas elecciones (parlamentarias) se llevarán a cabo a finales de 2015. Pero para comenzar a desenredar la confrontación, López, y otros que la oposición considera presos políticos, deben ser prontamente liberados a menos de que los cargos en su contra sean creíblemente sustanciados; las personas armadas que integran a los colectivos a favor del Gobierno deben ser desarmadas y desmovilizadas y el derecho a manifestarse pacíficamente debe ser garantizado. La oposición debe dejar en claro que rechaza cualquier recurso a acciones inconstitucionales dentro de su llamado para que Nicolás Maduro renuncie y que está dispuesta a dialogar para así reducir las probabilidades de más violencia y para asegurar reformas políticas. Las restricciones a la prensa deben ser levantadas y los ataques contra los periodistas deben cesar.
Un diálogo genuino es entonces necesario para construir consensos sobre las medidas necesarias para paliar la crisis económica y, en el largo plazo, el crimen violento. Hasta ahora, la oferta del Gobierno para conversar ha sido limitada principalmente a asuntos administrativos, pero si éste da señales claras de que está comprometido con negociaciones genuinas, la oposición deberá participar.
Crisis Group advirtió en marzo de 2013 que Venezuela no podría soportar confrontaciones políticas extralegales sin correr un serio riesgo de violencia. Se cruza esta línea cuando el Gobierno muestra pocas señales de autorregulación y la oposición se encuentra en peligro de radicalizarse. Si la violencia se desata, y las partes rechazan utilizar medios pacíficos, Venezuela se derrumbará política y económicamente, situación de la cual se recuperará lenta y dolorosamente, sin importar quien esté al mando. Es en el interés de todos, pero particularmente del Gobierno, contener la violencia, buscar el diálogo y ofrecer alguna distribución del poder.
La comunidad internacional se ha limitado a realizar débiles llamadas al diálogo y a una solución no violenta. El presidente Maduro rechazó suaves reproches de Colombia y Chile, tildándolos de interferencia en asuntos internos. Es hora, sin embargo, de que América Latina exija no solamente que las dos partes actúen responsablemente pero que el Ejecutivo respete los derechos humanos, pues éste se encuentra obligado a hacerlo por sus compromisos legales internacionales. Las potencias como Brasil deben ser más activas en insistir en una solución política. Las organizaciones regionales, UNASUR, MERCOSUR y CELAC – las cuales profesan apoyo a los principios democráticos– necesitan hacer más audible su oposición a las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado y a cualquier acto de violencia por parte de los manifestantes.
El futuro de Venezuela está sobre la mesa, pero su implosión política y económica podría también afectar a una región que ha disfrutado un largo periodo de crecimiento económico, estabilidad y democracia arduamente conseguido. Aceptar reclamaciones de soberanía no puede convertirse en una excusa para la falta de acción, cuando estos logros tan importantes están en juego.