domingo, 4 de julio de 2010

El hombre que marca la hora en Swatch

Agencias Noticiosas


Nicolas Hayek no sólo creó un imperio de los relojes en Suiza, sino que también revolucionó la manera como opera la industria

Quizá se imagina que Swatch amasó una pequeña fortuna gracias a los relojes plásticos que vende desde hace 30 años y con los que cosecha elogios en todo el mundo. Y tendría razón, pero la historia no termina allí. La marca de relojes que parece modesta es propiedad de Swatch Group, un poderoso conglomerado que participa en la fabricación de casi todos los relojes con designación de "suizo". Hasta hace ocho años, el presidente de la junta directiva, el multimillonario Nicolas Hayek, de 82 años, recibía el crédito por ser el salvador de la industria suiza de relojes. En 2002, sin embargo, el ejecutivo tomó una decisión que fue percibida como la inspiración de un genio con visión o el interés de un obsesionado con aplastar a la competencia. De cualquier modo, Hayek se convirtió en noticia en todo el mundo y produjo un temblor sin precedentes en la industria.

La compañía de Hayek, el mayor fabricante de relojes del planeta, tiene 19 marcas, incluidas Jaquet Droz, Hamilton y Omega, junto con su colorida megaestrella, Swatch. La empresa fue fundada a comienzos de los años 80, resultado de una fusión ideada por Hayek entre dos alicaídos gigantes suizos de los relojes, SSIH y ASUAG, como una estrategia para impedir que la japonesa Seiko se quedase con empresas suizas. Además de tener prestigiosas marcas de relojes, ASUAG era dueña de ETA, un conocido fabricante de mecanismos, y Nivarox-FAR, fabricante de componentes. Este bastión manufacturero fue lo que le permitió a Hayek amenazar a la industria suiza de relojes, cuando en 2002 tomó la decisión de suspender el suministro de las partes fabricadas por Swatch.

En la sede central de Swatch, en la ciudad de Biel-Bienne (a 90 minutos de Ginebra), encontramos a Hayek sentado detrás de su escritorio en su enorme oficina, sin chaqueta, con la corbata floja y con sus habituales dos relojes en cada muñeca. "No está en la oficina de un hombre de negocios, está en el estudio de un artista". Es un espacio suntuoso, pero Swatch es un mundo corporativo como ningún otro, en especial si se toma en cuenta la cultura de precisión clínica de la mayoría de las marcas suizas de relojes. Aquí la vestimenta es casual, sólo las visitas lucen trajes ejecutivos. La mayoría de las marcas de relojes se esfuerza por mantener una calidad del aire que los astronautas en la Estación Espacial Internacional envidiarían, pero sorprendentemente, aquí algunos empleados fuman dentro del edificio. "Yo no trabajo", dice Hayek. "Sólo me entretengo durante ocho a 14 horas por día".

Y tiene razones para estar entretenido. La revista Forbes lo ubicó en el puesto 232 en su ranking de 2010 de los multimillonarios del mundo, con activos valorados en US$3.900 millones. El Grupo Swatch —con 24.000 empleados, filiales en 37 países y más de 500 tiendas independientes— es la base de la fortuna de Hayek. En 2009, se produjeron unos 1.200 millones de relojes en todo el mundo, según una estimación de la Federación Suiza de la Industria de los Relojes: 559,4 millones en China, 334,3 millones en Hong Kong y 21,7 millones en Suiza. Además, según cifras de la citada federación, el valor del reloj chino promedio es de US$2, un reloj de Hong Kong vale US$11 y un reloj suizo, US$528. Casi 500 años después de que comenzara la producción de relojes en Suiza, el resto del mundo aún está dispuesto a pagar más por sus productos.

Hayek se ha convertido en una rareza suiza, una celebridad entre los hombres de negocios, aunque le cueste aceptarlo. Tiene un matrimonio de 60 años y no usa chofer para movilizarse. Es famoso por sus críticas a los bancos suizos y por hablar sin reparos sobre política. Uno de sus emprendimientos más recientes es Belenos Clean Power, una empresa dedicada al desarrollo de fuentes alternativas de energía. El actor George Clooney, que integra la junta directiva de Swatch, dice que se siente orgulloso de poder llamarlo su amigo y Jean-Claude Biver, quien revivió la marca Blancpain para Swatch y ahora dirige Hublot para LVMH, dice que es una inspiración.

La velocidad del crecimiento de Swatch Group mantuvo a Suiza y al mundo de los relojes a la expectativa del siguiente gran paso de Hayek. En 2002, finalmente lanzó la bomba. Anunció que a partir de 2006, dejaría de vender mecanismos sin ensamblar, así que los clientes de ETA tendrían que o hacerlos ellos mismos o comprar el producto terminado de Swatch. La respuesta de la prensa fue drástica, acusándolo de intentar explotar el dominio de su empresa.

"Todo mundo miente y dice que fabrica relojes", dice Hayek. "La mayoría invertía todo su dinero en publicidad para decir 'Somos los mejores'. No estaban haciendo los relojes y yo quería obligarlos a que los fabricaran".

Las autoridades de competencia determinaron que la decisión de Swatch era un rechazo ilegal a hacer negocios, pero no le prohibieron seguir adelante con su plan. Sólo le pidieron que no implementara su medida hasta fines de este año para dar tiempo al establecimiento de plantas de producción alternativas.

Ahora que se acerca el tiempo para el cambio, parece que la medida no causará el colapso en la industria como se había anticipado.

René Weber, analista de bienes de lujo para la firma suiza Vontobel Group, dice que Hayek hizo lo que hizo no sólo para proteger su investigación y desarrollo: "Lo hizo para propagar el conocimiento a la industria, para fortalecer la industria suiza de relojes".

Miguel García, propietario de Sellita, una empresa que ensambla mecanismos ETA para otras marcas, dice que la decisión de Hayek lo "ha empujado a empezar a desarrollar sus propios mecanismos".

Sin embargo, Hayek no ha dicho la última palabra. El año pasado, pidió autorización para que ETA y Nivarox-FAR puedan negarse a vender cualquier parte a quienes les parezca. "Lo hago por la industria del reloj de Suiza, porque si no dejamos de permitirles a cualquiera que entre a este campo, gente con ninguna visión, emoción por hacer relojes, que quieren hacer relojes sólo para ganar dinero, entonces perderemos la industria", dice. Desde su pedido, muchas marcas han anunciado inversiones en la producción de ciertas partes, incluyendo Rolex.

Santo o revolucionario radical, parece que Hayek no sólo estaba destinado a crear controversia sino arte, cultura e independencia. "Estoy convencido de que los relojes son más que instrumentos para medir el tiempo. Son arte".

sábado, 3 de julio de 2010

Copa de Mundo 2010: Larissa Riquelme la novia del Mundial. Viva Paraguay!

Por Luis Montes Brito
Parte del Texto tomado de Agencias Noticiosas

El nivel de fútbol latinoamericano y la belleza de sus mujeres sobresalen en la copa mundial.

Bienaventurados aquellos que vivimos en este hemisferio


Larissa Riquelme, la llamada 'Novia del Mundial' ha incrementado su fama al ritmo de los pasos de Paraguay en el Mundial y sigue fascinando a la prensa internacional con su imagen y la pasión que pone para alentar a la Albirroja, que hizo historia al pasar a cuartos de final. Ahora reveló que si la selección llega a semifinales, se va a desnudar.

La morocha exuberante, que verá una aceleración explosiva en su carrera de modelaje, se hizo conocida desde el primer encuentro del equipo dirigido por el argentino Gerardo 'Tata' Martino, cuando igualó 1-1 con Italia en su debut.

Aquel día, Riquelme se robó la atención de las cámaras y a partir de ese momento parte de la prensa del planeta la ha apodado la 'novia del Mundial'.

A través de la publicación en este espacio de algunas de las fotos tomadas a Larissa Riquelme por diferentes medios de prensa internacionales rendimos un homenaje a la belleza y a la importancia de la mujer, especialmente las latinoamericanas, en el mundo del fútbol y en todos los campos de la vida.

Viva Latinoamérica!

Nuestro corazón late este día por Argentina y Paraguay









Suben 12% remesas familiares a México

Por Luis Montes Brito
Producto de una mejoría en la economía de Estados Unidos las remesas familiares hacia Latinoamérica y otras partes del mundo han iniciado una recuperación, algunos gobiernos intentan sacar raja política a dicho incremento, presentándolo como un logro de su administración, pero la realidad es diferente.

La influencia de la economía más grande del mundo es innegable, la frase aquella de que “cuando a Wall Street le da resfriado a Latinoamérica le da pulmonía” sigue vigente, de igual manera se refleja cuando la salud económica mejora en la gran nación del norte.

Las relaciones de los gobiernos latinoamericano con Washington siguen siendo estratégicas, discursos van y discurso vienen, la retórica y la realidad no cambian.Para muestra del reflejo del comportamiento de la economía estadounidense en nuestros paises veamos el caso de México.

Las remesas de ayuda familiar que envían los mexicanos que viven en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, donde de acuerdo al último censo viven cerca de 30 millones de personas de origen mexicano, aumentaron en mayo a su mayor ritmo en casi cuatro años, según reportara el jueves el Banco de México.

De acuerdo a lo informado en su sitio web por las autoridades monetarias mexicanas, la recepción de remesas presentó el pasado mayo un incremento del 12% comparado con el mismo mes del año anterior a US$2.130 millones.

La recuperación de las remesas inició en abril y se espera que la tendencia presentada en estos 2 meses consecutivos se mantenga, marcando así una tendencia a la recuperación tras un descenso de 17 meses producto de la recesión económica en Estados Unidos.

El último mes en que se habían registrado un crecimiento tan rápido de las remesas familiares fue octubre de 2006.

Comparado con Mayo de 2009 hay motivos para celebrar ya que durante ese mes, se reflejó uno de los peores meses el año pasado para las remesas familiares de México, debido a que cayeron un 20% interanual respecto de 2008.

Aunque hay síntomas que permiten calificar la recuperación de la economía estadounidense como una tendencia, ésta todavía presenta altibajos que preocupan en sus más recientes informes, los cuales a su vez están relacionados con la crisis actual que viven algunos países europeos.

viernes, 2 de julio de 2010

Discurso del Presidente Obama sobre la Reforma Migratoria

Traducción del Discurso del Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama sobre la necesidad de una Reforma Migratoria, pronunciado en American University el día Jueves 02 de Julio de 2010


(Presidente Obama): Muchas gracias a todos. Gracias. Gracias. (Aplausos.) Tomen asiento todos, por favor. Muchas gracias. Permítanme agradecerle al Rev. Hybels que vive cerca de mi ciudad, Chicago, quien se dio tiempo durante sus vacaciones para venir hoy. Es una bendición tenerlo con nosotros.

Quiero agradecerle al rector Neil Kerwin y a nuestros anfitriones aquí en American University; mencionar a mi sobresaliente secretaria de Trabajo, Hilda Solís, y miembros de mi equipo de gobierno; a todos los miembros del Congreso… Hilda merece un aplauso. (Aplausos.) A todos los miembros del Congreso, funcionarios electos, líderes religiosos y de agencias de la ley, líderes laborales, empresariales y defensores de los inmigrantes que están hoy aquí, gracias por su presencia.

Quiero darle las gracias a American University por volver a recibirme en el campus. Quizá algunos recuerden que la última vez que estuve aquí me acompañó mi querido amigo y un coloso de la política estadounidense, el senador Edward Kennedy. (Aplausos.) Teddy ya no está con nosotros, pero su legado, de derechos civiles y cuidado de salud y protección del trabajador, aún lo está.

Era yo entonces candidato a la presidencia y quizá algunos recuerden que planteé que nuestro país había alcanzado un momento clave; que después de años de posponer nuestros problemas más urgentes y, con demasiada frecuencia, ceder a la política del momento, ahora enfrentábamos una opción: podíamos darle la cara resueltamente a nuestros desafíos, con honradez y determinación, o podíamos condenarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos a un futuro menos próspero y menos seguro.

Eso es lo que creía entonces y lo que sigo creyendo. Y por eso, incluso mientras enfrentábamos la más severa crisis económica desde la Gran Depresión, incluso mientras llevábamos a su fin la guerra en Irak y concentrábamos nuestros esfuerzos en Afganistán, mi gobierno se ha rehusado a ignorar algunos de los desafíos fundamentales que enfrenta esta generación.

Iniciamos las más enérgicas reformas educativas en décadas, para que nuestros niños puedan obtener los conocimientos y aptitudes que necesitarán para competir en la economía mundial del siglo XXI.

Finalmente hemos cumplido con la promesa de la reforma de salud, la cual le dará más seguridad a todo estadounidense y frenará los costos que aumentan vertiginosamente y amenazan a familias, empresas y la prosperidad de nuestra nación.

Estamos a punto de reformar un conjunto de normas anacrónicas e ineficaces que rigen Wall Street, para darles más poder a los consumidores y evitar la imprudente especulación financiera que llevó a esta severa recesión.

Y estamos acelerando la transición a una economía de energía limpia al aumentar significativamente los estándares de eficiencia en el consumo de combustible de autos y camiones, y aumentando al doble nuestro uso de fuentes renovables de energía como la eólica y solar; medidas que tienen el potencial de crear industrias nuevas y cientos de miles de empleos nuevos en Estados Unidos.

Entonces, a pesar de las fuerzas del status quo, a pesar de la polarización y la frecuente banalidad de nuestra política, estamos enfrentando los grandes desafíos de nuestros tiempos. Y aunque esta labor no es fácil y los cambios que procuramos no siempre sucederán de la noche a la mañana, lo que hemos dejado en claro es que este gobierno no se limitará simplemente a pasarles el bulto a los que vienen después.

La reforma de la inmigración no es una excepción. En días recientes, el asunto de la inmigración se ha vuelto a convertir en una viva fuente de discordia en nuestro país, con la aprobación de una controversial ley en Arizona y las acaloradas reacciones que hemos visto en todo Estados Unidos. Algunas personas se han manifestado a favor de esta nueva política. Otras han protestado e iniciado boicots del estado. Y en todas partes, la gente ha expresado su frustración con un sistema que parece ser defectuoso de raíz.

Por supuesto que la tensión en torno a la inmigración no es nueva. Por un lado, siempre nos hemos definido como una nación de inmigrantes: una nación que acoge a quienes están dispuestos a aceptar los preceptos de Estados Unidos. De hecho, es el flujo constante de inmigrantes lo que ha ayudado a hacer a Estados Unidos lo que es.

Los avances científicos de Albert Einstein, los inventos de Nikola Tesla, las grandes empresas como U.S. Steel de Andrew Carnegie y Google, Inc. de Sergey Brin. Todo esto fue posible gracias a los inmigrantes.

Y luego están los innumerables nombres y silenciosos actos que nunca llegan a los textos de historia, pero que fueron igualmente importantes para el desarrollo de este país… las generaciones que superaron dificultades y grandes riesgos para llegar a nuestras costas en busca de una vida mejor para sí mismos y su familia; los millones de personas, antepasados de la mayoría de nosotros, que creyeron que había un lugar donde, por fin, podían tener la libertad de trabajar y practicar su religión y vivir en paz.

Entonces, este flujo constante de gente trabajadora y de talento ha hecho de Estados Unidos el motor de la economía mundial y una luz de esperanza en todo el mundo. Y nos ha permitido adaptarnos y prosperar ante cambios tecnológicos y sociales. Hasta la fecha, Estados Unidos recibe enormes beneficios económicos porque seguimos atrayendo a los mejores y más brillantes de todo el mundo. La gente viene aquí con la esperanza de ser parte de una cultura con espíritu empresarial e ingenio, y al hacerlo fortalecen y enriquecen esa cultura. La inmigración también significa una fuerza laboral más joven –y una economía de más rápido crecimiento– que las de muchos de nuestros competidores. Y en un mundo cada vez más interconectado, la diversidad de nuestro país es una gran ventaja en la competencia mundial.

Hace apenas unas semanas, tuvimos un evento con dueños de pequeñas empresas en la Casa Blanca. Y uno de los empresarios fue una mujer llamada Prachee Devadas que vino a este país, se hizo ciudadana y abrió una exitosa compañía de servicios tecnológicos. Cuando comenzó, tenía apenas un empleado. Hoy en día, emplea a más de cien personas. En abril, tuvimos una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca para miembros de nuestras Fuerzas Armadas. A pesar de no ser ciudadanos todavía, se habían inscrito. Entre ellos estaba una mujer llamada Perla Ramos. Nació y se crió en México y vino a Estados Unidos poco después del 11 de septiembre y luego ingresó a la Marina. Dijo, “Me enorgullece nuestra bandera y la historia que forjó a esta gran nación y la historia que escribimos día a día”.

Estas mujeres, y hombres y mujeres como ellos en todo el país, nos recuerdan que los inmigrantes siempre han contribuido al desarrollo y la defensa de este país, y que ser estadounidense no es cuestión de sangre ni nacimiento. Es cuestión de fe. Es cuestión de lealtad por los valores que compartimos y respetamos. Eso es lo que nos hace únicos. Eso es lo que nos da fortaleza. Cualquiera puede ayudarnos a redactar el próximo gran capítulo de nuestra historia.

Ahora bien, no podemos olvidar que este proceso de inmigración y la inclusión que termina sucediendo a menudo ha sido doloroso. Cada nueva oleada de inmigrantes ha generado temor y resentimiento hacia los recién llegados, particularmente en tiempos de dificultades económicas. Nuestra fundación se basó en la noción de que, en palabras de Thomas Jefferson, Estados Unidos era único como lugar de refugio y libertad para “la humanidad oprimida”. Sin embargo, la tinta de nuestra Constitución apenas se había secado cuando, en medio de un conflicto, el Congreso aprobó las Leyes de Extranjeros y Sedición (Alien and Sedition Acts), que impuso duras restricciones para quienes se sospechaba leales a países extranjeros. Hace un siglo, inmigrantes de Irlanda, Italia, Polonia, otros países europeos eran sometidos rutinariamente a discriminación social y desagradables estereotipos. Se detenía y deportaba a inmigrantes chinos en la isla Ángel de la bahía de San Francisco. Ni siquiera lograban ingresar.

Entonces, la política sobre a quién se le permite entrar y a quién no a este país, y bajo cuáles condiciones, ha sido sumamente contenciosa. Y ése todavía es el caso. Y el problema empeora porque quienes estamos en Washington no solucionamos las fallas del sistema de inmigración.

Para comenzar, nuestras fronteras son porosas desde hace varias décadas. Obviamente, el problema es peor a lo largo de la frontera sur, pero no se limita a esta parte del país. De hecho, debido a que no hacemos una buena labor de mantenernos al tanto de quienes entran y salen del país como visitantes, muchos evitan las leyes de inmigración simplemente quedándose después que caducó su visa.

El resultado es aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. La gran mayoría de esos hombres y mujeres simplemente buscan una vida mejor para sí mismos y sus hijos. Muchos se quedan en sectores de la economía con salarios bajos; trabajan arduamente, ahorran y no se meten en problemas. Pero debido a que viven en la clandestinidad, son vulnerables a empresas inescrupulosas que pagan menos del salario mínimo o trasgreden normas de seguridad laboral, y esto coloca en injusta [des]ventaja a las empresas que cumplen con dichas normas y a los estadounidenses que exigen con razón el salario mínimo o sobretiempo. No se denuncian los crímenes, ya que las víctimas y los testigos temen apersonarse. Y esto dificulta que la policía capture a los criminales violentos y que mantenga seguros los vecindarios. Y se pierden miles de millones en ingresos tributarios todos los años debido a que se paga por lo bajo a los trabajadores indocumentados.

Y lo que es más importante: la presencia de tantos inmigrantes ilegales se mofa de quienes pasan por el proceso de inmigrar legalmente. De hecho, tras años de soluciones y modificaciones en forma de parches incongruentes, el sistema de inmigración legal tiene tantos defectos como nuestras fronteras. El trabajo acumulado y la burocracia implican que el proceso puede tardar años. Mientras un solicitante aguarda aprobación, a menudo se le prohíbe que visite Estados Unidos, lo que significa que los cónyuges se ven forzados a pasar muchos años separados. Altas cuotas y la necesidad de abogados pueden excluir a solicitantes dignos. Y aunque les damos a estudiantes de todo el mundo visas para obtener grados de ingeniería e informática en nuestras mejores universidades, nuestras leyes los desalientan de usar esas aptitudes para iniciar un negocio o impulsar una nueva industria aquí mismo en Estados Unidos. En vez de capacitar a empresarios para que generen empleo dentro de nuestras costas, entrenamos a nuestros competidores.

En resumen, el sistema tiene serios problemas. Y todos lo saben. Desafortunadamente, la reforma ha sido víctima de las maniobras políticas y las riñas entre intereses particulares, como también de la opinión predominante en Washington que hacerle frente a un asunto tan complejo e inherentemente cargado de emoción no es buena idea en términos políticos.

Hace apenas unos años, cuando era senador, creamos una coalición bipartidista a favor de la reforma integral. Bajo el liderazgo del senador Kennedy, defensor de la reforma de inmigración durante mucho tiempo, y el senador John McCain, trabajamos superando diferencias políticas para ayudar a que se aprobara en el Senado una medida que contaba con la aprobación de ambos partidos. Pero a fin de cuentas, ese esfuerzo se desmoronó. Y ahora, bajo la presión del partidismo y la política propia de un año de campaña electoral, muchos de los 11 senadores republicanos que votaron a favor de la reforma en el pasado ahora han dado un paso atrás y dejaron de apoyarla.

Dada esta brecha, estados como Arizona han decidido tomar cartas en el asunto. Dado el nivel de frustración en todo el país, es comprensible. Pero también es equivocado. Y no es sólo que la ley aprobada en Arizona sea polémica, si bien le ha echado leña a un debate que ya era contencioso. Las leyes como la de Arizona ejercen una presión enorme en las agencias locales de la ley para que velen por el cumplimiento de normas que a fin de cuentas, no se pueden hacer cumplir. Ejerce presión en los presupuestos ya ajustados de los estados y las municipalidades. Dificulta que la gente que está aquí ilegalmente denuncie crímenes, lo que crea una división entre las comunidades y la policía, y hace que nuestras calles sean más peligrosas y la labor de los policías más difícil.

Y no me tienen que creer a mi, pueden hablar con los jefes de policía y otros agentes de la ley aquí presentes hoy, quienes les dirán lo mismo.

Estas leyes también tienen el potencial de trasgredir los derechos de ciudadanos estadounidenses y residentes legales inocentes, ya que los somete a que posiblemente los paren o cuestionen debido a su apariencia y su acento. Y si otros estados y municipalidades aprueban sus propias leyes, enfrentamos la posibilidad de que haya normas distintas de inmigración en diferentes partes del país, una variedad incongruente de normas locales de inmigración cuando todos sabemos que lo que se necesita es un estándar nacional claro.

Nuestra tarea, entonces, es hacer que nuestras leyes nacionales en efecto cumplan con su cometido, crear un sistema que refleje nuestros valores como estado de derecho y nación de inmigrantes. Y eso significa ser francos sobre el problema e ir más allá de los debates falsos que dividen al país en vez de unirlo.

Por ejemplo, hay miembros de la comunidad a favor de los derechos de los inmigrantes que argumentan fervorosamente que simplemente deberíamos proporcionarles un estatus legal a quienes están [aquí] ilegalmente o por lo menos ignorar de las leyes existentes y acabar con las deportaciones hasta que tengamos leyes mejores. Y a menudo este argumento se presenta en términos morales: ¿Por qué hemos de castigar a gente que simplemente trata de ganarse la vida?

Reconozco el sentido de compasión que impulsa este argumento, pero creo que una estrategia indiscriminada sería insensata e injusta. Les indicaría a quienes consideran venir aquí ilegalmente que no habrá repercusiones por una decisión así. Y esto podría llevar a un aumento en la inmigración ilegal. Y también ignoraría a millones de personas alrededor del mundo que esperan en fila para venir aquí legalmente.

A fin de cuentas, nuestra nación, como todas las naciones, tiene el derecho y la obligación de controlar sus fronteras y dictar leyes para la residencia y ciudadanía. E independientemente de lo decentes que sean, las razones que tengan, se debe hacer que los 11 millones de personas que infringieron estas leyes rindan cuentas por sus actos.

Ahora bien, si la mayoría de los estadounidenses siente escepticismo sobre una amnistía generalizada, también sienten escepticismo de que sea posible detener y deportar a 11 millones de personas. Saben que no es posible. Una campaña de ese tipo sería logísticamente imposible y descabelladamente costoso. Es más, rasgaría la fibra social de esta nación, porque los inmigrantes que están aquí ilegalmente son ahora una parte integral de ella. Muchos tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses. Algunos son niños, a quienes sus padres trajeron aquí de muy pequeños y que crecieron como niños estadounidenses y sólo descubrieron su estatus ilegal cuando postularon a la universidad o a algún empleo. Los trabajadores migrantes –la mayoría de los cuales está aquí ilegalmente– han sido la fuerza laboral de nuestros agricultores y empresarios agrícolas durante muchas generaciones. Entonces, incluso si fuese posible, un programa de deportaciones masivas alteraría nuestra economía y las comunidades de maneras en que la mayoría de los estadounidenses consideraría intolerable.

Ahora, una vez que vayamos más allá de los dos extremos de este debate, se hace posible forjar una estrategia práctica y con sentido común que refleje nuestro patrimonio y nuestros valores. Este tipo de estrategia exige que todos rindan cuentas: el gobierno, las empresas y las personas.

El gobierno tiene la responsabilidad fundamental de resguardar nuestras fronteras. Por eso he dado instrucciones a la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, ex gobernadora de un estado fronterizo, de que mejore nuestra política de velar por el cumplimiento de la ley sin tener que esperar una nueva ley.

Hoy, tenemos más efectivos en el terreno cerca de la frontera sudoeste que en ningún otro momento de nuestra historia. Permítanme repetirlo: tenemos más efectivos en el terreno en la frontera sudoeste que en ningún otro momento de nuestra historia.

Hemos aumentado al doble el personal asignado a nuestros Grupos de Trabajo de Control y Seguridad Fronteriza (Border Enforcement Security Task Forces). Hemos aumentado al triple el número de analistas de inteligencia a lo largo de la frontera. Por primera vez, hemos comenzado a inspeccionar 100 por ciento de los envíos por tren hacia el sur. Y como resultado, hemos confiscado más armas ilegales, dinero en efectivo y drogas que en años pasados. Al contrario de lo que dicen algunos de los informes que se ven, el crimen a lo largo de la frontera ha bajado. Y los datos estadísticos recopilados por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (Customs and Border Protection) reflejan una reducción significativa en el número de personas que tratan de cruzar la frontera ilegalmente.

Entonces, el asunto es el siguiente: la frontera sur está más segura hoy en día que nunca antes en los últimos 20 años. Eso no significa que no nos quede trabajo por hacer. Debemos hacer ese trabajo, pero es importante reconocer los hechos. A pesar de que estamos comprometidos a hacer lo necesario para resguardar nuestras fronteras, incluso sin la aprobación de una nueva ley, hay quienes alegan que no deberíamos avanzar con ninguno de los demás elementos de la reforma hasta que hayamos sellado del todo nuestras fronteras. Pero nuestras fronteras simplemente son demasiado extensas para que podamos resolver el problema con tan sólo muros y patrullas fronterizas. No funcionará. Nuestras fronteras no estarán seguras mientras se dediquen nuestros limitados recursos no sólo a detener pandillas y terroristas potenciales, sino también a los cientos de miles que tratan de cruzar todos los años, simplemente para encontrar trabajo.

Por eso se debe responsabilizar a las empresas si trasgreden la ley al contratar deliberadamente a trabajadores indocumentados y explotarlos. Ya hemos comenzado a aumentar los operativos contra los centros laborales que son los peores trasgresores. Y estamos implementando y mejorando un sistema para darles a los empleadores una manera segura de verificar que sus empleados estén aquí legalmente. Pero es necesario que hagamos más. No podemos continuar haciéndonos de la vista gorda mientras una porción significativa de nuestra economía opera al margen de la ley. Genera abusos y malas prácticas. Castiga a los empleadores que actúan responsablemente y perjudica a los trabajadores estadounidenses. Y a fin de cuentas, si disminuye la demanda de trabajadores indocumentados, el incentivo para que la gente venga aquí ilegalmente también se reducirá.

Finalmente, debemos exigir responsabilidad de la gente que vive aquí ilegalmente. Se debe requerir que admitan que infringieron la ley. Se debe requerir que se inscriban, paguen sus impuestos, paguen una multa y aprendan inglés. Deben regularizar su situación antes de poder ponerse en fila para obtener la ciudadanía, no solamente porque es justo, no solamente porque les dejará en claro a quienes desean venir a Estados Unidos que lo deben hacer conforme a la ley, sino porque es así que demostramos que ser… lo que significa ser estadounidense. Ser ciudadano de este país conlleva no sólo derechos, sino también ciertos deberes fundamentales. Podemos crear una vía para el estatus legal que sea justa, refleje nuestros valores y funcione.

Ahora bien, detener la inmigración ilegal va de la mano con la reforma de nuestro defectuoso sistema de inmigración legal. Hemos empezado a hacer eso eliminando el atraso en los trámites de verificación de antecedentes penales que en cierto momento llegó a ser de un año, y eso sólo para el trámite de antecedentes penales. Ahora la gente puede hacer el seguimiento de sus trámites de inmigración por correo electrónico o mensajes de texto. Hemos mejorado la responsabilidad y seguridad en el sistema de detención. Y hemos contenido el incremento en las tarifas de naturalización. Pero aquí también necesitamos hacer más. Debemos hacer que sea más fácil que los mejores y más brillantes vengan a abrir un negocio, desarrollar productos y generar empleo.

Nuestras leyes deben respetar a las familias que siguen las reglas, en lugar de separarlas. Debemos proporcionarles a los agricultores una manera legal de contratar a los trabajadores que necesitan y una manera para que esos trabajadores puedan legalizar su situación. Y debemos dejar de castigar a menores de edad inocentes por los actos de sus padres, al negarles la oportunidad de quedarse aquí, recibir una educación y aportar su talento para construir un país donde han crecido. La Ley DREAM haría esto, y por eso apoyé esta ley como legislador estatal y como senador federal, y por eso continúo apoyándola como Presidente.

Entonces, éstos son los elementos esenciales de una reforma integral de la inmigración. La pregunta ahora es si tendremos el valor y la voluntad política de aprobar la ley en el Congreso, para finalmente hacer esto. El verano pasado sostuve una reunión con líderes de ambos partidos, entre ellos muchos de los republicanos que apoyaron la reforma en el pasado y algunos que no la apoyaron. Y me complació ver un marco bipartidista propuesto en el Senado por los senadores Lindsey Graham y Chuck Schumer, con quienes me reuní para hablar de este tema. He hablado con el Grupo Hispano del Congreso (Congressional Hispanic Caucus) para reunirnos y trazar un plan, y luego me reuní con ellos a principios de esta semana.

Y he hablado con representantes de una coalición cada vez más numerosa de sindicatos y grupos empresariales, defensores de inmigrantes y organizaciones comunitarias, agencias de la ley y gobiernos locales... todos los que reconocen la importancia de la reforma de la inmigración. Y me reuní con líderes de las comunidades religiosas de Estados Unidos, como el Rev. Hybels, gente de diferentes credos y religiones, algunos liberales y algunos conservadores que, no obstante, comparten el sentido de urgencia, que comprenden que solucionar los problemas de nuestro fallido sistema de inmigración no sólo es una cuestión política, no sólo una cuestión económica, sino también un imperativo moral.

Y hemos alcanzado logros. Estoy listo para seguir adelante, los demócratas, en su mayoría, están listos para seguir adelante, y creo que los estadounidenses, en su mayoría, están listos para seguir adelante. Pero el hecho es que, sin apoyo de ambos partidos, como el que hubo hace unos años, no podemos resolver este problema. No es posible aprobar una reforma que lleve rendimiento de cuentas a nuestro sistema de inmigración sin votos republicanos. Ésa es la realidad política y matemática. La única manera de reducir las probabilidades de que este esfuerzo falle otra vez debido a la política es si los miembros de ambos partidos están dispuestos a asumir la responsabilidad por resolver este problema de una vez por todas.

Y sí, éste es un tema que suscita fervor y que se presta a la demagogia. Una y otra vez, este tema se ha usado para dividir, azuzar y satanizar a la gente, y entonces, el impulso natural y comprensible entre quienes son candidatos en elecciones es dejar este asunto de lado y diferir este asunto un día más, un año más, un periodo presidencial más. A pesar del liderazgo valiente que demostraron muchos demócratas y republicanos en el pasado, entre ellos, dicho sea de paso, mi predecesor, el Presidente Bush, ésta fue la norma. Por eso todavía tenemos un sistema defectuoso y peligroso que es ofensivo para nuestros valores estadounidenses fundamentales.

Pero creo que podemos poner la política de lado y finalmente tener un sistema de inmigración que rinda cuentas. Considero que podemos apelar no a los temores de la gente, sino a sus esperanzas, sus ideales más altos. Porque así somos los estadounidenses. Está inscrito en el sello de nuestra nación desde la declaración de independencia. “E pluribus unum”. De muchos, uno. Eso fue lo que atrajo a los perseguidos y empobrecidos a nuestras costas. Eso fue lo que llevó a los innovadores y audaces de todo el mundo a probar suerte aquí, en el país de las oportunidades. Eso fue lo que llevó a la gente a soportar miserias indescriptibles para llegar a este país llamado Estados Unidos.

Una de las mayores olas de inmigración de nuestra historia tuvo lugar hace poco más de un siglo. En ese tiempo, se desterraba de Europa Oriental a los judíos, quienes a menudo escapaban en medio de balaceras y a la luz del fuego de sus aldeas incendiadas. El viaje podía tomar meses, mientras las familias cruzaban ríos en la oscuridad de la noche, viajaban millas a pie y cruzaban el peligroso y turbulento Atlántico Norte. Una vez aquí, muchos se instalaron al sur de Manhattan, una zona llena de vida y actividad.

Fue entonces que una joven llamada Emma Lazarus, cuya familia había escapado de la persecución en Europa varias generaciones antes, adoptó la causa de estos nuevos inmigrantes. Aunque era poeta, pasó mucho tiempo abogando por mejor cuidado de salud y vivienda para los recién llegados. Inspirada por lo que vio y escuchó, escribió sus pensamientos y donó su trabajo para ayudar a construir una nueva estatua: la Estatua de la Libertad, que en realidad fue financiada en parte por pequeñas donaciones de gente de todo Estados Unidos.

Muchos años antes de que se construyera la estatua, mucho antes de que la vieran multitudes de inmigrantes alargando el cuello al cielo para ver el final de un viaje largo y brutal, mucho antes de que se convirtiera en el símbolo de todo lo que valoramos, ella se imaginó lo que podía significar. Se imaginó la visión de una estatua gigantesca en el umbral de una gran nación, pero a diferencia de los grandes monumentos de la antigüedad, ésta no sería el símbolo de un imperio. En vez, sería el símbolo del arribo a un refugio, un lugar con libertad y oportunidades. Escribió:

“Aquí se levanta a nuestras puertas,
bañadas de sol y de mar
Una mujer poderosa con una antorcha
de cuya mano sale un haz de luz,
símbolo de bienvenida al mundo
“¡Que las antiguas tierras conserven su ilustre pompa!
¡Que vengan a mí sus multitudes exhaustas y pobres
que anhelan ser libres…!
Envíenme a los desamparados y náufragos de tormentas
¡Mi luz brilla junto a la puerta dorada!”

Recordemos estas palabras. Porque cada generación tiene la responsabilidad de asegurar que esa luz, ese símbolo, continúe brillando como una fuente de esperanza para el mundo y una fuente de prosperidad aquí en nuestro país.

Gracias. Y que Dios los bendiga y bendiga a Estados Unidos de Norteamérica. Muchas gracias.

La poesía del Viernes, AMOR Y ORGULLO por Gertrudis Gómez de Avellaneda

Por Luis Montes Brito

Gertrudis Gómez de Avellaneda
(1814-1873)

Nació en Puerto Príncipe (Cuba) el 23 de marzo de 1814, aunque en su autobiografía figura 1816 (La Ilustración, 1850-XI-8). Hija del capitán de navío Manuel Gómez de Avellaneda y de Felisa de Arteaga. Ya en su juventud, por razones de salud, se trasladó a Santiago de Cuba, tras negarse a contraer matrimonio. En abril de 1836 sale con su familia hacia Burdeos y de allí a La Coruña.

En este viaje compuso una de sus más conocidos versos, Al partir. Antes de llegar a España recorrió con su familia algunas ciudades del sur de Francia especialmente en Burdeos donde vivieron por algún tiempo. Finalmente en España se establecieron en La Coruña. De La Coruña pasó a Sevilla y publicó versos en varios periódicos bajo el seudónimo de La Peregrina que le ganaron una gran reputación.

En 1839 viaja a Sevilla y luego a Cádiz, donde escribe por vez primera en La Aureola, que dirigía Manuel Canete, con el seudónimo de La Peregrina. Aquel año conoce a Ignacio Cepeda, el que será el gran amor de su vida Ignacio de Cepeda y Alcalde joven estudiante de Leyes con el que vive una atormentada relación amorosa, nunca correspondida de la manera apasionada que ella le exige, pero que le dejará indeleble huella. Para él escribió una autobiografía y gran cantidad de cartas que publicadas a la muerte de su destinatario muestran los sentimientos más íntimos de la escritora.

Admira a Mme. de Stael, Chateaubriand, W. Scott, y a Quintana y Lista entre los españoles. Al año siguiente, ya en Madrid, lee sus poemas en el Liceo y en 1841 publica su primer libro. En 1844 conoce al poeta Gabriel García Tassara. Entre ellos nace una relación que se basa en el amor, los celos, el orgullo, el temor. Tassara desea conquistarla para ser más que toda la corte de hombres que la asedian, pero tampoco quiere casarse con ella. Está enfadado por la arrogancia y la coquetería de Tula, escribe versos que nos hacen ver que le reprocha su egolatría, ligereza y frivolidad. Pero Avellaneda se rinde a ese hombre y poco después casi la destroza.

Tula está embarazada y soltera, en un Madrid de mediados del siglo XIX, y en su amarga soledad y pesimismo viendo lo que se le viene encima escribe "Adiós a la lira", es una despedida de la poesía. Piensa que es su final como escritora. Pero no será así.

En abril de 1845 tiene a su hija Maria, o Brenilde como la llama ella. Nace muy enferma y muere con siete meses de edad. Durante ese tiempo de desesperanza escribe de nuevo a Cepeda: "Envejecida a los treinta años, siento que me cabrá la suerte de sobrevivirme a mí propia, si en un momento de absoluto fastidio no salgo de súbito de este mundo tan pequeño, tan insignificante para dar felicidad, y tan grande y tan fecundo para llenarse y verter amarguras."

Son escalofriantes las cartas escritas por Tula a Tassara para pedirle que vea a su hija antes de que muera, para que la niña pueda sentir el calor de su padre antes de cerrar los ojos para siempre. Brenilde muere sin que su padre la conozca. En diciembre de 1845 se casa con Pedro Sabater, jefe político de Madrid, que fallece el 1 de agosto de 1846 en Burdeos. Ella se retira una breve temporada a un convento de aquella ciudad.

Pocos meses más tarde reside ya en Madrid y escribe a Cepeda. En 1850 realiza una segunda edición de sus poesías. Movida por el éxito de sus producciones y acogida tanto por la crítica literaria como por el público en 1854 presentó su candidatura a la Real Academia Española pero prevaleció el exclusivismo imperante en la época y el sillón fue ocupado por un hombre.

Se casó nuevamente en 1856 con un político de gran influencia, don Domingo Verdugo. En 1858 estrenó su drama Baltasar cuyo triunfo superó todos los éxitos tenidos anteriormente y lo cual compensó las contrariedades que había encontrado en su carrera.

Después de 23 años de ausencia regresó a Cuba en 1859. Vivió en Cuba unos cinco años. Tula, como era conocida afectuosamente por el pueblo, fue celebrada y agasajada por sus compatriotas. En una fiesta en el Liceo de la Habana fue proclamada poetisa nacional. Por seis meses dirigió una revista en la capital de la Isla, titulada el Álbum cubano de lo bueno y lo bello (1860). A finales de 1863 la muerte de su segundo esposo, el coronel Verdugo, acentuó su espiritualidad y entrega mística a una severa y espartana devoción religiosa. En 1864 partió de Cuba, para nunca más volver a su Patria, en un viaje a los Estados Unidos, de allí pasó a España.

En 1865 fija su residencia en Madrid donde permanece hasta su muerte el 1 de Febrero de 1873 cuando tenía 58 años de edad. Sus restos reposan en el cementerio de S. Fernando de Sevilla.


Disfrute del poema de AMOR Y ORGULLO de Gertrudis Gómez de Avellaneda recordando un éxito de los 70's de Lionel Richie, Easy like Sunday Morning.




Amor y Orgullo
Gertrudis Gómez de Avellanada


Un tiempo hollaba por alfombras rosas,
Y nobles vates, de mentidas diosas
Prodigábanme nombres;
Mas yo, altanera, con orgullo vano,
Cual águila real al vil gusano,
Contemplaba a los hombres.

Mi pensamiento -en temerario vuelo-
Ardiente osaba demandar al cielo
Objeto a mis amores:
Y si a la tierra con desdén volvía
Triste mirada, mi soberbia impía
Marchitaba sus flores.

Tal vez por un momento caprichosa
Entre ellas revolé, cual mariposa,
Sin fijarme en ninguna;
Pues de místico bien siempre anhelante,
Clamaba en vano, como tierno infante
Quiere abrazar la luna.

Hoy, despeñada de la excelsa cumbre,
Do osé mirar del sol la ardiente lumbre
Que fascinó mis ojos,
Cual hoja seca al raudo torbellino,
Cedo al poder del áspero destino,
¡Me entrego a sus antojos!

Cobarde corazón, que el nudo estrecho
Gimiendo sufres, dime: ¿qué se ha hecho
Tu presunción altiva?
¿Qué mágico poder, en tal bajeza
Trocando ya tu indómita fiereza,
De libertad te priva?

Mísero esclavo de tirano dueño,
Tu gloria fue cual mentiroso sueño,
Que con las sombras huye!
¡ Di, ¿qué se hicieron ilusiones tantas
De necia vanidad, débiles plantas
Que el aquilón destruye?

En hora infausta a mi feliz reposo,
¿No dijiste, soberbio y orgulloso:
-¿Quién domará mi brío?
¡Con mi solo poder haré, si quiero,
Mudar de rumbo al céfiro ligero
Y arder al mármol frío!

¡Funesta ceguedad! ¡Delirio insano!
Te gritó la razón. Mas, ¡cuán en vano
Te advirtió tu locura!
Tú mismo te forjaste la cadena,
Que a servidumbre eterna te condena,
Y a duelo y amargura!

Los lazos caprichosos que otros días
-Por pasatiempo- a tu placer tejías,
Fueron de seda y oro:
Los que ahora rinden tu valor primero,
Son eslabones de pesado acero,
Templados con tu lloro.

¿Qué esperaste, ¡ay de ti!, de un pecho helado,
De inmenso orgullo y presunción hinchado,
De víboras nutrido?
Tú -que anhelabas tan sublime objeto-
¿Cómo al capricho de un mortal sujeto
Te arrastras abatido?

¿Con qué velo tu amor cubrió mis ojos,
Que por flores tomé duros abrojos
Y por oro la arcilla?
¡Del torpe engaño mis rivales ríen,
Y mis amantes, ¡ay!, tal vez se engríen
Del yugo que me humilla!

¿Y tú lo sufres, corazón cobarde?
¿Y de tu servidumbre haciendo alarde,
Quieres ver en mi frente
El sello del amor que te devora?
¡Ah!, velo, pues, y búrlese en buen hora
De mi baldón la gente.

¡Salga del pecho -requemando el labio-
El caro nombre, de mi orgullo agravio,
De mi dolor sustento!
¿Escrito no le ves en las estrellas
Y en la luna apacible, que con ellas
Alumbra el firmamento?

No le oyes, de las auras al murmullo?
¿No le pronuncia -en gemidor arrullo-
La tórtola amorosa?
¿No resuena en los árboles, que el viento
Halaga con pausado movimiento

En esa selva hojosa?
De aquella fuente entre las claras linfas,
¿No le articulan invisibles ninfas
Con eco lisonjero?
¿Por qué callar el nombre que te inflama,
¿ Si aún el silencio tiene voz, que aclama
Ese nombre que quiero?

Nombre que un alma lleva por despojo;
Nombre que excita con placer enojo,
Y con ira ternura;
Nombre más dulce que el primer cariño
De joven madre al inocente niño,
Copia de su hermosura:

Y más amargo que el adiós postrero
Que al suelo damos donde el sol primero
Alumbró nuestra vida.
Nombre que halaga, y halagando mata;
Nombre que hiere -como sierpe ingrata-
Al pecho que le anida..

¡No, no lo envíes, corazón, al labio!
¡Guarda tu mengua con silencio sabio!
¡Guarda, guarda tu mengua!
¡Callad también vosotras, auras, fuente,
Trémulas hojas, tórtola doliente,
Como calla mi lengua!

jueves, 1 de julio de 2010

El Salvador requiere un gran acuerdo nacional

Tomado de Long Island al Dia

Foto tomada durante el acto oficial para conmemorar el Día del Veterano, posando junto a Veteranos Militares Salvadoreños y Estadounidenses

Servicios de long Island Al Día
www.Lialdia.com
Jesús Ríos- Editor

Hace un año, el ingeniero Luis Montes Brito comenzó una labor informativa y de opinión a través de la creación de su blog Compartiendo mi opinión, en donde se realizan análisis de la realidad Mundial, se involucran detalles de la vida en EE.UU, se contrastan con la experiencia de los Salvadoreños en el exterior y se observa la realidad del país centroamericano, en momentos en los que se generan interesantes acontecimientos en su vía política.

El ingeniero Montes, se desempañó como cónsul de El Salvador en Long Island y Miami y ocupó el cargo de Vice ministro de los Salvadoreños en el exterior.

Lialdia. Ingeniero un año después de la incursión de Compartiendo Mi Opinión, cuál es el balance que le deja en su estructura académica y personal este tiempo de poder compartir sus experiencias y opiniones con sus lectores?

Lea la entrevista completa de click aquí

A 23 años de la entrada en vigor del Acta Unica Europea (AUE)

Por Luis Montes Brito
En ocasión de celebrarse este día el vigésimo tercer aniversario de entrada en vigor del Acta Única Europea comparto con usted información, obtenida de diversas fuentes especificadas al final de este artículo, sobre la Comunidad Europea, el bloque de países más exitoso y más evolucionado hasta el momento, del cual tenemos mucho que aprender el resto de países, especialmente los latinoamericanos y con mayor énfasis los centroamericanos. Espero le sirva.

La Unión Europea (UE) es una comunidad política de Derecho nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los pueblos y de los Estados de Europa. Está compuesta por veintisiete Estados europeos, y su Unión fue establecida con la entrada en vigor el Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993. Si en un principio la supraestructura "Unión Europea" aunaba y se fundaba sobre las tres Comunidades Europeas preexistentes (CECA, Euratom y CEE/CE) bajo el complejo sistema conocido como "los tres pilares" (el comunitario CE-CECA-Euratom más la PESC más la cooperación judicial y policial), con la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de Lisboa, la Unión Europea sucedió por completo a las CC.EE. (con ciertas particularidades en el caso de Euratom, que en algunos aspectos pervive) y asumió con ello su personalidad jurídica única como sujeto de Derecho internacional.[3]

La Unión Europea ha desarrollado un sistema jurídico y político único en el mundo que se rige por mecanismos y procedimientos de funcionamiento interno complejo, que se han extendido y evolucionado a lo largo de su historia hasta conformar, en la actualidad, un sistema híbrido de gobierno transnacional (el único existente) difícilmente homologable que combina elementos próximos a la cooperación multilateral, si bien fuertemente estructurada e institucionalizada, con otros de vocación netamente supranacional, regidos ambos por una dinámica de integración regional muy acentuada.

Esto todo desemboca en una peculiarísima comunidad de Derecho, cuya naturaleza jurídica y política es muy discutida, si bien sus elementos fundacionales y su evolución histórica, todavía abierta, apuntan, hoy por hoy, a una especial forma de moderna confederación o gobernanza supranacional, acusadamente institucionalizada y con una inspiración histórico-política de confusa aspiración federal que se detecta con cierta claridad en ámbitos como la ciudadanía europea, los principios de primacía y efecto directo que le son aplicables a su ordenamiento jurídico en relación con los ordenamientos nacionales, el sistema jurisdiccional o la unión monetaria (el sistema del euro).

El Acta Única Europea

El Acta Única Europea (AUE) revisa los Tratados de Roma para reactivar la integración europea y llevar a cabo la realización del mercado interior. Modifica las normas de funcionamiento de las instituciones europeas y amplía las competencias comunitarias, en particular, en el ámbito de la investigación y el desarrollo, el medio ambiente y la política exterior común.
NACIMIENTO

El AUE, firmada en Luxemburgo el 17 de febrero de 1986 por nueve Estados miembros y el 28 de febrero de 1986 por Dinamarca, Italia y Grecia, supone la primera modificación de gran alcance del Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea (CEE). Entró en vigor el 1 de julio de 1987.


Las principales etapas que condujeron a la firma del AUE son las siguientes:

· La declaración solemne de Stuttgart de 19 de junio de 1983

Este texto, elaborado sobre la base del plan de Hans Dietrich Genscher, Ministro de Asuntos Exteriores alemán y de su homólogo italiano Emilio Colombo, se combina con declaraciones de los Estados miembros sobre los objetivos que deben lograrse en cuanto a a las relaciones interinstitucionales, las competencias comunitarias y la cooperación política. Los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometen a reexaminar los progresos realizados en estos ámbitos y a decidir si procede incorporarlos a un Tratado de la Unión Europea.

· El proyecto de Tratado por el que se instituye la Unión Europea

Bajo el impulso del parlamentario italiano Altiero Spinelli, se forma una comisión parlamentaria de asuntos institucionales con el fin de elaborar un Tratado que sustituya a las Comunidades existentes por una Unión Europea. El 14 de febrero de 1984, el Parlamento Europeo adopta el proyecto de Tratado.

· El Consejo Europeo de Fontainebleau de 25 y 26 de junio de 1984

Inspirándose en el proyecto de Tratado del Parlamento, un Comité ad hoc compuesto de representantes personales de los Jefes de Estado y de Gobierno y presidido por el senador irlandés Dooge examina las cuestiones institucionales. El informe del Comité del Sr. Dooge insta al Consejo Europeo a convocar una Conferencia Intergubernamental para negociar un Tratado de la Unión Europea.

· El Libro Blanco sobre el mercado interior de 1985

La Comisión, bajo los auspicios de su Presidente Jacques Delors, publica un Libro Blanco que define 279 medidas legislativas necesarias para completar el mercado interior. Para ello, propone un calendario y el plazo de 31 de diciembre de 1992.

El Consejo Europeo de Milán de 28 y 29 de junio de 1985 propone finalmente la convocatoria de una Conferencia Intergubernamental (CIG) que se abre el 9 de septiembre de 1985 bajo la Presidencia luxemburguesa y se clausura en La Haya el 28 de febrero de 1986.

OBJETIVOS

El primero objetivo del AUE consiste en reactivar el proceso de construcción europea con el fin de completar la realización del mercado interior. Ahora bien, esto parecía difícilmente realizable sobre la base de los Tratados existentes debido, en particular, al proceso de toma de decisiones en el Consejo que para la armonización de las legislaciones imponía el recurso a la unanimidad.

Esta es la razón por la cual la Conferencia Intergubernamental que logró el AUE tenía un doble mandato. Se trataba de concluir por una parte, un Tratado en materia de Política Exterior y Seguridad Común y, por otra, un acto que modificara el Tratado CEE, en particular, en lo relativo a:

· el procedimiento de toma de decisión en el Consejo,
· las competencias de la Comisión,
· las competencias del Parlamento Europeo,
· la ampliación de las competencias de las Comunidades.


El AUE: BALANCE Y PERSPECTIVA

El AUE permitió la transformación, el 1 de enero de 1993, del mercado común en un mercado único. Al crear nuevas competencias comunitarias y al reformar las instituciones, el AUE abre la vía de la integración política y de la Unión Económica y Monetaria, que quedarán instituidas por el Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea.

MODIFICACIONES POSTERIORES APORTADAS AL TRATADO

· Tratado de la Unión Europea, conocido como «Tratado de Maastricht» (1992)

El Tratado de Maastricht reúne en un mismo conjunto que califica como Unión Europea, las tres Comunidades (Euratom, CECA, CEE) y las cooperaciones políticas institucionalizadas en los ámbitos de Política Exterior, de Defensa, de Policía y de Justicia. Modifica el nombre de CEE que se convierte en CE.

Además, este Tratado crea la Unión Económica y Monetaria, establece nuevas políticas comunitarias (educación, cultura, cooperación al desarrollo, cohesión) y desarrolla las competencias del Parlamento Europeo (procedimiento de codecisión).

· Tratado de Amsterdam (1997)

El Tratado de Amsterdam ha permitido ampliar las competencias de la Unión con la creación de una política comunitaria del empleo, la comunitarización de una parte de las materias que antes correspondían a la cooperación en el ámbito de Justicia y Asuntos de Interior, las medidas destinadas a aproximar la Unión a sus ciudadanos y la posibilidad de cooperación más estrecha entre algunos Estados miembros (cooperaciones reforzadas). Por otra parte, amplía el procedimiento de codecisión y el voto por mayoría cualificada, y realiza una simplificación y una renumeración de los artículos de los Tratados.

· Tratado de Niza (2001)

El Tratado de Niza se dedica esencialmente a los «asuntos pendientes» de Amsterdam, es decir, a los problemas institucionales vinculados a la ampliación que no se resolvieron en 1997. Se trata, en concreto, de la composición de la Comisión, de la ponderación de votos en el Consejo y de la ampliación de los casos de voto por mayoría cualificada. También simplifica el recurso al procedimiento de cooperación reforzada y aumenta la eficacia del sistema jurisdiccional.

El Tratado por el que se establece una Constitución para Europa fue firmado en octubre de 2004. Concebido para derogar y sustituir por un único texto todos los Tratados existentes a excepción del Tratado Euratom, este texto consolidaba 50 años de Tratados europeos.Para entrar en vigor, el Tratado por el que se establece la Constitución debía ser ratificado por todos los Estados miembros, con arreglo a sus respectivas normas constitucionales, bien mediante ratificación parlamentaria, bien mediante referéndum. A raíz de las dificultades que hubo en determinados Estados miembros en lo concerniente a la ratificación, en el Consejo Europeo de los días 16 y 17 de junio de 2005 los Jefes de Estado o de Gobierno decidieron iniciar un «período de reflexión» sobre el futuro de Europa. Finalmente, en el Consejo Europeo de los días 21 y 22 de junio de 2007, los dirigentes europeos alcanzaron un acuerdo. Se convino en un mandato para convocar una CIG encargada de finalizar y adoptar ya no una Constitución, sino un «Tratado de reforma» para la Unión Europea.

El presente Tratado fue modificado también por los siguientes Tratados de adhesión:

· Tratado de adhesión de Austria, Finlandia y Suecia (1994), que amplia de doce a quince el número de Estados miembros de la Comunidad Europea.

· Tratado de adhesión de Chipre, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Eslovenia (2003) Este Tratado amplía el número de Estados miembros de la Comunidad Europea de quince a veinticinco.

· Tratado de adhesión de Bulgaria y Rumanía (2005), que amplía de veinticinco a veintisiete el número de Estados miembros de la Comunidad Europea.

Fuentes de Investigación:
Sitio Oficial de la Comunidad Europea
Wilkipedia
Enciclopedia Encarta
Documentos Libres