lunes, 1 de noviembre de 2010

Impacto de las elecciones en la recuperación económica

Tomado de The Wall Street Journal


Los mercados bursátiles pueden ser presa de expectativas desmedidas en ambos frentes

Por E.S. Browning


Por semanas, Wall Street ha anticipado dos eventos: las elecciones legislativas y estatales en Estados Unidos de este martes y el esperado anuncio de la Reserva Federal (Fed) el miércoles de que le echará una mano a los mercados financieros con la compra de bonos.

Ahora, la hora de la verdad ha llegado, pero en lugar de celebrar con júbilo, Wall Street está preocupado de que exageró un poco.

Algunos inversionistas están comenzando a temer que una vez que haya transcurrido la semana, se encontrarán con una economía lenta, un nivel de intervención mediocre por parte de la Fed y una situación en Washington de división e ira.

Temen que la Fed fracase en su intento por reanimar la economía y que el estancamiento en Washington evite que el Congreso actúe para estimular la actividad económica. El Promedio Industrial Dow Jones subió 12% en los dos meses terminados el 26 de octubre pero en las últimas jornadas retrocedió 50,97 puntos y terminó el viernes en 11.118,49 unidades.

La reacción de corto plazo de Wall Street a las noticias de esta semana dependerá, claro, de lo que ocurra. Si los republicanos triunfan ampliamente en las elecciones del martes y obtienen el control del Senado, se extenderá la esperanza de que los recortes impositivos del gobierno de George W. Bush se prolongarán por un año o dos más, no solamente para la gente común sino también para los ricos.

A Wall Street le gusta que la gente rica tenga dinero y particularmente quiere que los impuestos a los dividendos y a las ganancias de capital se mantengan bajos. Una gran victoria republicana podría impulsar las acciones, al menos temporalmente.

Con respecto a la Fed, se ha extendido el temor de que el banco central no destinará tanto dinero a la compra de bonos como el mercado esperaría. Si la Fed sorprende a los temerosos con un programa enorme — digamos, de más de US$500.000 millones — entonces Wall Street quizás aplauda. En caso contrario, puede que no aplauda mucho por lo que llama QE2, o una segunda versión del "relajamiento cuantitativo", o sea los esfuerzos del banco central por inyectar dinero a la economía.

Pero a largo plazo, los inversionistas están comenzando a cuestionarse dos creencias muy extendidas referidas a las inversiones en época de elecciones: que el estancamiento en Washington es bueno para las acciones y que éstas inevitablemente suben en el tercer año de un período presidencial (en el caso de Barack Obama, en 2011).

Por ahora, lo único que parece casi cierto respecto a las próximas elecciones es la paralización legislativa.

Las encuestas sugieren que los republicanos ganarán fácilmente el control de la Cámara de Representantes. Incluso si no ganan la mayoría en el Senado, tendrán más de los 41 votos que se necesitan para impedir la aprobación de legislación que no les gusta. Aunque la Casa Blanca y los republicanos pueden llegar a ponerse de acuerdo respecto a algunos recortes de impuestos, las coincidencias entre ambas partes son escasas.

"La idea de que una paralización en el Congreso es buena para la economía no es obvia para nosotros", dijo en una nota el viernes Jan Loeys, director global de asignación de activos de J.P Morgan Chase. "La paralización seguramente promueve el statu-quo pero eso no es bueno en un momento en el que se necesita actuar", explicó.

En tiempo de prosperidad económica, cree Wall Street, un gobierno limitado es bueno para las acciones porque Washington no interfiere con el mercado. Pero en tiempos de problemas económicos, como los actuales, los inversionistas no están seguros de que un estancamiento legislativo sea algo bueno.

"Hay serios desequilibrios que deben ser enfrentados...", dijo Russ Koesterich, estratega de inversiones en la firma de gestión de activos BlackRock.

La principal pregunta es qué haría un Washington paralizado en caso de enfrentarse con una nueva recesión u otra crisis financiera. Pero otros asuntos están pendientes: el futuro de las firmas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, que controlan una enorme proporción de las hipotecas en EE.UU., los costos de Medicare y de la Seguridad Social, las disputas comerciales y otros asuntos que involucran a China , el moribundo mercado de la vivienda y el desempleo.

Cuál es la importancia de las elecciones de hoy en Estados Unidos?

Tomado de El País

POR ANTONIO CAÑO

Los comicios de mitad de mandato son un termómetro de la gestión presidencial
¿Qué son las elecciones de mitad de mandato?


Se llama así a las elecciones que se celebran al cumplirse la mitad del mandato de un presidente y están previstas en esa fecha para medir el estado de la opinión pública y darle la opción de hacer correcciones. Se elige la totalidad de los 435 miembros de la Cámara y una tercera parte de los 100 miembros del Senado, más los escaños que haya que completar por fallecimiento o retirada del anterior ocupante. Este año, en total, se renuevan 37 escaños en el Senado, entre ellos el que dejó vacante Barack Obama. Los miembros de la Cámara tienen un mandato de dos años y los del Senado, de seis.

¿Por qué no son iguales los mandatos de todos los congresistas y se celebran las elecciones al mismo tiempo?

El sistema estadounidense diseñó la Cámara de Representantes como una expresión directa e inmediata de la voluntad popular, y por esa razón se renueva con mucha frecuencia. El Senado, en cambio, es una cámara más reflexiva y, por lo general, más institucional y prudente. Su renovación se hace de forma escalonada para preservar esas características. No se puede decir, como ocurre en otros países, que una Cámara sea más importante que la otra; ambas son imprescindibles en el proceso legislativo y tienen el mismo peso.

¿Son importantes las elecciones de mitad de mandato?

Son muy importantes, no solo porque modifican la constitución de las Cámaras legislativas, sino porque condicionan enormemente el comportamiento del presidente, que debe ver estas elecciones también como un referéndum de su gestión. Tradicionalmente las gana el partido que no ocupa la presidencia. En los últimos 100 años, todos los presidentes, a excepción de Franklin Roosevelt en 1934 -favorecido por el furor del New Deal- y George W. Bush en 2002 -por el efecto de los atentados del 11-S-, han perdido escaños de su partido en el Congreso. Con el último demócrata en la Casa Blanca, Bill Clinton, su partido perdió en 1994 el control de ambas Cámaras.

¿Qué tienen de particular las elecciones de este año?

Este año también existe la posibilidad de que los demócratas pierdan el control de ambas Cámaras, con el agravante de que en el Partido Republicano dominan candidatos muy conservadores que darán lugar a un Congreso más polarizado y hostil contra la Casa Blanca.

¿Cuáles han sido los temas más importantes de la campaña electoral?

La gran novedad de esta campaña ha sido el surgimiento del Tea Party, un movimiento de extrema derecha que acusa a Obama de conducir al país hacia el socialismo; pero la mayor preocupación de los ciudadanos y la principal razón de la ventaja de la oposición es la lentitud de la recuperación económica, que mantiene el desempleo en el 9,6%. Además se ha debatido el aumento de las contribuciones al Partido Republicano por parte de las grandes empresas gracias a la reciente sentencia del Tribunal Supremo que eliminaba los límites a esas contribuciones.

¿Qué le sucede al presidente si su partido pierde el control del Congreso?

El sistema norteamericano es presidencialista, con clara separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo, por lo que el presidente sigue gobernando con los mismos instrumentos. El problema radica en que sus iniciativas legislativas tendrán más dificultades para ser aprobadas por el Congreso, donde además, si ganan los republicanos, las comisiones de control estarán presididas por la oposición, por lo que la fiscalización de la acción de Gobierno será mucho más estricta.

¿Una victoria republicana supondría el final de la presidencia de Obama?

Le sería muy difícil aprobar grandes reformas, como la de la salud o la del mercado financiero, pero la presión excesiva del Congreso también puede dar lugar a un bloqueo político del que los ciudadanos acaben culpando a la oposición. Después del 2 de noviembre se abre un nuevo periodo político del que Obama puede incluso verse beneficiado.

¿Afectan estas elecciones a la política exterior de Estados Unidos?

Afectan en la medida en la que algunas importantes decisiones en materia internacional, como la ratificación del tratado de desarme con Rusia o de ciertos acuerdos comerciales, están en manos del Congreso. También los presupuestos para la guerra de Afganistán tienen que ser aprobados en el Capitolio. La Administración sigue teniendo plena autoridad para avanzar en otras áreas, como la paz en Oriente Próximo o las relaciones con Irán.

Políticos locales definen posición ante propuesta a incremento a impuestos a remesas familiares


Izquierda Asambleísta Estatal de Nueva York Phil Ramos; Derecha Senador Estatal de Nueva York Brian X. Foley dan declaraciones fijando su oposición en contra de la intención de castigar las remesas familiares con un impuesto del 18.5% como es la intención del candidato a Senador Lee Zeldin

Ganar 30 Legisladores es la meta del Tea Party para las elecciones de mañana

Tomado de El País


Proyección de la nueva composición de ambas Cámaras del Congreso estadounidense según The Nw York Times y retomada por El País

POR YOLANDA MONGE

La meta final no consta en el gran mapa de Estados Unidos impreso sobre los autobuses del Tea Party Express . Más de 5.000 kilómetros después, de costa a costa, el último alto tras dos semanas de larga carretera será mañana en Concord (New Hampshire). Una vez más -y habrán sido 28 ciudades en casi 20 Estados de la Unión-, sus líderes llamarán a la movilización ciudadana "contra el socialismo". Pero la parada simbólica, el alto metafórico estará todavía a un día vista.

Los señores pueden pasar a tomar el té porque está listo para ser servido. Tras casi dos años de bulliciosa cocción, el movimiento está a punto de llevarse a la boca la apetecible taza con el simbólico brebaje que llegó de ultramar y que en los pasados meses se ha vuelto a poner de moda.

Nunca antes -exceptuando Boston en 1773- beber té fue tan de patriotas, incluso a costa de sacrificar al americano café. "Vamos a barrer Washington", proclamó esta semana el candidato al Senado por Kentucky, Rand Paul. Confirman los entusiastas seguidores del crecido político (cuyas declaraciones sobre las leyes antisegregación superan a la palabra polémica) que lo que está a punto de suceder es un tsunami político nunca visto antes. "A partir del martes vamos a ver otra forma de hacer las cosas, otra forma de ejercer la política". ¿Cuál? No saben, no contestan. Otra.

Es lo que la candidata del partido del té al Senado por Delaware -ajena a la masturbación, pero cercana a la ignorancia-, Christine O'Donnell, ha definido de la siguiente manera citando erróneamente al presidente Thomas Jefferson: "Cuando el pueblo teme al Gobierno, es tiranía; cuando el Gobierno teme al pueblo, eso es libertad". "Démosle al pueblo lo que quiere", proclama la aspirante O'Donnell. "¡Tiembla, Washington!", amenaza Ryan Sutton, presente en el mitin de Misuri. "Llega el Tea Party y vamos a mover las estructuras".

La tarea prometida por el movimiento que surgió del miedo es titánica, aunque para el grupo sea tan simple como "reducir el tamaño del Gobierno y desterrar los impuestos". "TEA, ¿sabe lo que eso significa", pregunta a la reportera un hombre de mediana edad y corta estatura.

"Taxed Enough Already (ya nos han gravado con bastante impuestos), eso significa", informa. "Ya estamos hartos y no vamos a aguantar más". Siglas o significados aparte, la gran pregunta que solo tendrá respuesta a partir del martes, si los candidatos con la etiqueta del Partido Republicano pero el ideario del Tea Party llegan al Capitolio de la nación, será cuánto de su agenda política pueden -o quieren, una vez instalados- poner en práctica. Porque una cosa es la ideología y otra la concreción de programas.

¿Cómo va el partido del té a controlar el déficit, que llega al billón de dólares? ¿Cómo va a manejar la ayuda médica a mayores -Medicare- que tanto denuesta pero de la que viven muchos de sus simpatizantes, ironías no aceptadas de la vida? ¿Cómo va a recuperar el país que parece que alguien les ha robado?

Con la posibilidad de colocar hasta nueve senadores y cerca de 20 legisladores en Washington, al Tea Party le llegará, a partir del martes, la hora de enfrentarse a la responsabilidad del Gobierno. La fantasía deberá concretarse en realidad.

Será entonces cuando se comprobará si, como algunos analistas políticos aventuran, el Partido del Elefante se bebe al Partido del Té o si, por el contrario, tiene que algo que decir ante las elecciones de 2012. Será a partir del desembarco en Washington el día 2 -si sucede- cuando se vea si el movimiento ha sido solo flor de un día.

Inversión extranjera en Latinoamérica crece 16.4 por ciento

Tomado de El Excélsior


La economía de la región se incrementó en más de siete mil millones de dólares.

México muestra una recuperación importante en 2010

Fuente Notimex

SANTIAGO,Chile.- La inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe registró una importante recuperación en 2010, respecto a la caída que tuvo en 2009 como consecuencia de la crisis financiera internacional.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (Cepal), la IED hacia 11 economías de la región se incrementó 16.4 por ciento durante el primer semestre de 2010, en relación al mismo periodo del año pasado.

En dólares, el aumento fue de más de siete mil millones, al pasar de 43 mil 241 millones de dólares en 2009 a 50 mil 345 millones de dólares en 2010.

Mientras que los países de América Latina y el Caribe han mostrado un fuerte dinamismo en sus inversiones en el exterior, pasando de cinco mil 453 millones de dólares en el primer semestre de 2009 a 20 mil 796 millones de dólares entre enero y junio pasados.

La Cepal estima que la inversión extranjera directa tendría un crecimiento moderado en 2010, sin superar los niveles récord obtenidos en 2007 y 2008.

El incremento en la IED se explica en primer lugar por la estabilidad y crecimiento económico mostrado por la mayoría de los países de la región, agregó.

En el caso de Sudamérica, los altos precios de las materias primas han seguido estimulando a la IED en minería e hidrocarburos. A esto se suman la recuperación del comercio mundial y las mejores perspectivas en los mercados financieros internacionales.

Durante 2010, México muestra una recuperación importante como receptor de IED, al igual que Chile y Perú. En Centroamérica, Costa Rica y Panamá -los dos principales receptores de IED en esa región- también experimentaron un repunte respecto a 2009.

En el primer semestre de 2010, Brasil continuó siendo el mayor receptor de IED de Latinoamérica, con 17 mil 130 millones de dólares.

Esto se explica, indicó el informe, en gran medida por el alto interés que existe por invertir en el país, ya sea en actividades tradicionales como en sectores emergentes (prospección petrolera y fabricación de etanol).

Desafíos para la nueva presidenta de Brasil: Dilma Rousseff

Tomado de The Wall Street Journal


Por John Lyons y Paulo Prada

SAO PAULO, Brasil—Dilma Rousseff, una ex- guerrillera de 62 años convertida en poderosa ministra, se transformó en la primera presidenta de Brasil con una amplia victoria sellada por la prosperidad económica y la amplia popularidad de su predecesor y mentor, Luiz Inácio Lula da Silva.

Con casi 99% de los votos escrutado, Rousseff obtuvo el 55,93% de los votos superando el 44,07% de su rival, José Serra, el ex-gobernador de Sao Paulo, en la segunda vuelta de las elecciones. A comienzos de octubre, Rousseff ganó la primera vuelta pero no logró reunir el 50% necesario para evitar la segunda.

La elección catapulta a una relativamente desconocida burócrata al timón del mayor país latinoamericano, en el momento en que está forjando de un papel más preponderante en la economía global. Brasil se transformó en la octava economía del mundo en los últimos años, lo que le da suficiente influencia para presionar a Estados Unidos y Europa para que incluyan a los países emergentes en conversaciones sobre la crisis financiera global. Brasil organizará el campeonato mundial de fútbol de 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2014.

"Voté por Dilma porque espero que continúe el trabajo de Lula", dijo María Rosa Lima de Souza, una ama de casa de 52 años de Santa Teresa, un barrio de clase obrera en Río de Janeiro. "Nuestra forma de vida está mejorando", aseguró.

Rousseff, una economista dos veces divorciada que derrotó el cáncer este año, ganó con una plataforma continuista. Durante sus dos períodos de gobierno, Lula se transformó en uno de los presidentes más populares de Brasil gracias a una mezcla de políticas de estabilidad cambiaria y creciente gasto social que sacó a 21 millones de personas de la pobreza. Lula, que no se podía presentar a una segunda reelección, preparó a Rousseff como su sucesora.

Dilma Rousseff, presidenta electa de Brasil.

No es difícil ver porqué el mensaje de extender el legado de da Silva resonó en un país que se apresta a crecer 7% este año. Los ingresos de los hogares crecieron 32% durante la gestión de Lula y millones de nuevos integrantes de la clase media se mudaron a nuevas casas. Aunque muchos integrantes de la pudiente élite brasileña denigran tanto a da Silva como a Rousseff, ellos también se beneficiaron. El principal índice de la Bolsa de Sao Paulo subió más de 500% durante el gobierno de da Silva y Lamborghini eligió Sao Paulo para inaugurar su primer punto de ventas en América Latina.

Los resultados probablemente ponen punto final a la carrera de Serra, que fue derrotado por da Silva en 2002 y deja a su centro-izquierdista Partido de la Socialdemocracia Brasileña sin un liderazgo claro. Aunque se le reconoce r haber sentado las bases para las exitosas políticas económicas que da Silva luego adoptó, el partido no ha sido capaz de igualar la popularidad del Partido de los Trabajadores de da Silva.

Aunque los brasileños votaron por la continuidad, están recibiendo una líder muy diferente. Como mandatario, el afable da Silva, demostró ser capaz de mantener buenas relaciones con un espectro de políticos en Brasil y en el extranjero.

Es posible que sea el único líder occidental que se lleve bien tanto con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como con el de Irán, Mahmoud Ahmadinejad. Rousseff no tiene esa característica, dicen los observadores. Como jefa de gabinete, se ganó una reputación como una administradora dura e irascible. Mientras que da Silva es un generalista que confiesa leer poco, Rousseff se sumerge en los detalles económicos.

La primera tarea de Rousseff puede ser hacer la transición desde la ejecutora de las políticas de da Silva a una líder nacional. Uno de sus primeros desafíos puede ser el propio da Silva. Aunque el líder dijo que dejará la política por un tiempo, algunos analistas predicen que podría encontrar difícil no interferir. Algunos incluso especulan que el presidente, de 64 años, podría considerar postularse en 2014cuando la Constitución se lo permite.

"Lula podría ser de gran ayuda para Dilma o podría ser muy dañino", señala Paulo Sotero, que encabeza el Brazil Institute del Centro Woodrow Wilson en Washington. "La pregunta es, ¿le dará a ella el espacio político para operar?"

Durante la campaña, Rousseff prometió construir sobre la base de los avances de da Silva para erradicar la pobreza extrema y elevar al país firmemente al club de los países desarrollados. Aunque Brasil ha avanzado a pasos agigantados desde que logró controlar la inflación a mediados de los años 90, aún tiene un largo camino que recorrer.

"Este ha sido un proceso de dos décadas desde un comienzo complicado a un nuevo nivel de prosperidad", explica José Sheinkman, economista oriundo de Brasil de la Universidad de Princeton que fue consultado por las autoridades durante el primer gobierno de da Silva. "El desafío para el nuevo gobierno es determinar los próximos pasos", consideró.

Para trasformarse en la nación rica que Rousseff imagina, Brasil debe abordar temas complejos como mejorar la educación y erradicar las crecientes tasas de delincuencia, dicen los economistas.

"No puede ser un esfuerzo fragmentado", advierte Marcio Garcia, economista de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro. "Hay que abordar la infraestructura, la educación, la productividad, hay que formalizar la economía", opinó.

Diana Kinch contribuyó con este artículo.

Porqué debemos votar los Hispanos? He aquí varias razones que debieran importarle

Los hispanos jugarán un rol decisivo en las elecciones legislativas de Estados Unidos, aquí figuran algunos datos de este electorado

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Estos son algunos de los datos que han motivado el interés de ambos partidos por capturar al electorado latino:

48,4 millones de hispanos viven en los Estados Unidos.

9,7 millones votaron en las últimas elecciones presidenciales.

5,6 millones votaron en las últimas elecciones de medio término en 2006.

Si la tasa de aumento en el registro y voto de este colectivo se mantiene constante, 700.000 hispanos más podrían votar en las elecciones de noviembre 2010.

Más del 70% del electorado latino se concentra en cinco estados: California, Texas, Florida, Nueva York y Arizona.

La media de edad entre los latinos es de 27 años, frente a la del resto de la población, que se sitúa en los 39.

Tres de cada cuatro hispanos son ciudadanos estadounidenses.

Más de un tercio de la población hispana es menor de 18 años y no tiene acceso al voto, comparado con el 22% del resto.

Otro 24% de los hispanos, 11,5 millones, son inmigrantes sin derecho a voto.
De entre los hispanos mayores de 18 años en las elecciones de 2006, 9,3 millones se registraron, y 5,6 de ellos finalmente votaron.

Las tasas de crecimiento de voto hispano desde las elecciones de 2004 han sido las siguientes: 15.5% de 1994 a 1998, 16.7% de 1998 a 2002, y 17.9% desde 2002 hasta 2006.

Otros argumentos

Los consumidores hispanos tienen un poder adquisitivo de casi un billón de dólares.

Para cuando termine la crisis, más de 1,3 millones o el 17% de las familias hispanas perderán sus casas debido a una ejecución hipotecaria.

Muchos prestatarios hispanos y afroamericanos son blanco de los prestamistas predatorios y tienen un 75% más de probabilidades de experimentar una ejecución hipotecaria que los consumidores blancos.

Más de un 12% de los hispanos están desempleados.

Casi 11 millones de niños hispanos están en escuelas públicas, se espera que ellos contribuyan considerablemente a la prosperidad futura de este país.

Casi un tercio (32,4%) de los hispanos no tiene seguro médico.

Fuente:Latino Voters in the 2010 Election: Numbers, Parties, and Issues’ (Votantes hispanos en las elecciones de 2010: números, partidos y temas’, por Clarissa Martinez de Castro, directora de Inmigración y campañas nacionales del Consejo Nacional de La Raza.