domingo, 29 de julio de 2012

La soledad es perjudicial para los adultos mayores


Tomado de BBC Mundo  

"Ningún hombre es una isla completamente, es un pedazo de continente, una parte del todo", escribió el poeta John Donne en el siglo XVII para referirse a la soledad y la nostalgia.

Por Phillippa Roxby
Algunas personas buscan vivir aisladas, pero pocas eligen estar solas. Y es sencillamente porque no lo vemos como algo bueno.

Varios estudios señalan que la soledad no es sólo un problema de infelicidad. Incide en la mortalidad.

También está asociada con el deterioro de la salud mental y más sorprendentemente a enfermedades cardiovasculares, hipertensión y demencia.

La soledad es un problema de salud pública que debe ser tratado con urgencia, según afirma Laura Ferguson, directora de la organización Campaing to End Loneliness (Campaña para terminar con la soledad) con sede en el Reino Unido, que se encarga de combatir el problema en ese país.

"Se ha encontrado que existe un vínculo con la muerte temprana. El factor de riesgo es similar a fumar y peor que la obesidad".

Llegar a la vejez trae más soledad
Con el crecimiento de la población de adultos mayores se estima que para los próximos años la soledad se puede convertir en un problema más grave.

David McCullough, presidente de la organización Women’s Royal Voluntary Service, que tiene a más de 40.000 voluntarios apoyando a adultos mayores en Reino Unido, asegura que el problema de la soledad se está extendiendo.
"Tratamos a personas desamparadas, mayormente poblaciones de adultos mayores que sufren enfermedades y pérdida de movilidad".

"Cuando les llevamos comida hay mucha de esta gente en la puerta, esperando por nosotros, por una visita de otro ser humano. Es su momento social del día".

Estudios en el Reino Unido llevados a cabo en las últimas décadas muestran de manera consistente que los adultos mayores se sienten solos o muy solos.

Se estima que más de un millón de personas mayores de 65 años siempre dice sentirse sola.

La organización Campaing to End Loneliness indica que la mitad de todos los adultos mayores, unos 5 millones, afirman que la televisión es su principal compañía."

El principal factor que asegura una buena calidad de vida es tener relaciones sociales"

Christina Victor, profesora de la Universidad Brunel.

El 10% de estas cifras ha permanecido estable en los últimos 60 años.

La profesora Christina Victor, de la Universidad Brunel, quien ha realizado una gran cantidad de investigaciones ligadas a la soledad al final de la vida, dice que los datos sobre la soledad y los problemas de salud son muy sorprendentes.

"No hay evidencia alguna de que el problema de la soledad es más grave ahora que en años anteriores, a pesar de los cambios que ha experimentado la familia y el hecho de que ahora mucha más gente vive sola", dice Victor, pero añade que reducir el problema de la soledad definitivamente tendrá un efecto beneficioso para la salud.

"El principal factor que asegura una buena calidad de vida es tener relaciones sociales".
Sin embargo, la soledad no solo afecta a personas mayores de 65 años. También incide en jóvenes entre los 18 y los 24 años.

Mientras la soledad en los adultos mayores puede generarse por problemas de salud o la pérdida de la pareja, en el caso de los jóvenes se puede producir a consecuencia de la pérdida del empleo, irse de la casa o tener un bebé.

"La soledad es la diferencia que existe entre el deseo de contactar a la gente y las relaciones que en realidad uno tiene", afirma la profesora Vanessa Burholt, del Centre of Innovative Ageing de la Universidad Swansea.

"Esto explica el porqué algunas personas con muchas amistades se sienten solas. Es algo subjetivo".

Herramientas

Los estudios de la profesora Burholt sobre las formas en que la gente termina viviendo en soledad sugieren que nuestro ambiente y salud mental pueden impactar las percepciones en las relaciones sociales.

"A las personas que sufren de depresión se les hace más duro cambiar su percepción a nivel personal acerca de las relaciones que necesitan. Además no tienen la capacidad de ajustarse".

Los jóvenes entre 18 y 24 años tambien estan proclives a sufrir de soledad.

El ministro de Servicios de Salud del Reino Unido, Paul Burstow, dice que la sociedad necesita enfrentar este problema.

"La soledad puede dejar un impacto muy significativo en la salud de las personas y a diferencia de riegos como el alcoholismo y la obesidad, la soledad no está siendo tratada".

Las buenas noticias son que las personas pueden recuperarse del problema que genera la soledad, no es una condición de por vida. La gente tiende a seguir adelante y salir de la soledad en diferentes etapas de su vida.

Servicios que ofrecen amistades pueden funcionar en ciertos adultos mayores que sufren de soledad, mientras que una simple amistad con el vecino o con un voluntario local también puede servir.

Personas con depresión requieren un enfoque distinto, como la terapia de conducta, dice la profesora Burholt.

Sería una equivocación pensar que todos los adultos mayores sufren de soledad.

"La vida tiene altos y bajos" agrega.
"Constantemente sopesamos qué recursos sociales tenemos y analizamos si nos sentimos solos o no", concluye.

Algunos consejos para catar vinos


Tomado de El Clarín
Cómo hacer una cata de vino
La degustación requiere de tres etapas: evaluación visual, olfativa y gustativa. Es decir, ver, oler y probar. ¿Estás lista para descubrir nuevas sensaciones?

Por Maximiliano Pérez
La finalidad de la cata o degustación analítica de un vino es determinar el origen, el método de elaboración, las características organolépticas- aquellas que se perciben por medio de los sentidos- y, fundamentalmente, la calidad del producto.
Para realizar una correcta degustación se debe usar una copa traslúcida e incolora. Está compuesta por tres partes: base, tallo y cáliz. El cáliz debe presentar un diámetro más ancho en su parte inferior e ir achicándose a medida que llega hacia la boca. De esta manera, los aromas del vino quedarán retenidos por más tiempo.
La copa debe tomarse por el tallo o la base, nunca por el cáliz: la temperatura de nuestras manos se transmitiría a la bebida rápidamente.
Vista
Con sólo observar un vino es posible deducir si está sano, la añada o cosecha a la que pertenece, cuál es su cuerpo o estructura, y su grado alcohólico aproximado. 
Para apreciar correctamente el color de la bebida, la copa debe inclinarse levemente sobre un fondo blanco (mantel, servilleta, etc.)
Un vino está en buenas condiciones si, al observarlo, notamos que tiene brillo o limpidez. Uno defectuoso suele verse opaco o turbio. La intensidad del color nos da una idea sobre el tipo de cepa y el cuerpo del vino. A mayor intensidad, mayor cuerpo. Respecto a la calidad, se suele percibir mejor teniendo en cuenta la penitencia en el olfato y el gusto.
Olfato
El aroma debe percibirse, en principio, con la copa quieta. Luego se debe hacer girar el vino suavemente para que al entrar en contacto con el oxígeno se desprendan los ésteres aromáticos y cobren mayor intensidad.
Cuando un vino, al caer en la copa, revela sus aromas con nitidez y potencia, se dice que tiene "buena expresividad". Sin embargo, este dato sólo refiere a sus características de origen, a la variedad de uva con que fue elaborado y a su tipicidad, pero no necesariamente está relacionado con su calidad.
La calidad de un vino se reconoce por la duración de sus aromas, por lo que se conoce como "persistencia aromática". Si no hay persistencia no hay calidad. Muchos vinos se muestran expresivos en los primeros instantes, pero a medida que transcurren los minutos sus aromas se apagan, se caen. En esos casos, no se puede apreciar una gran calidad. Por más agradables que sean los aromas de una bebida, si no hay persistencia, no hay calidad.
Gusto
Se debe probar un pequeño sorbo y hacerlo recorrer la lengua para que las papilas gustativas perciban los gustos. De ser posible, hacer ingresar oxígeno entre los labios mientras el vino todavía está en la boca, para que aparezcan los sabores.
La bebida debe presentar un equilibrio o balance entre tres gustos básicos: dulce, ácido y amargo. Se debe analizar su fluidez y su posible aspereza (relacionada con los taninos).
Por último, se evalúa lo que se llama “final de boca”. Está compuesto por los sabores que pueden percibirse en la cavidad bucal, más lo que se denomina retrogusto: aromas que se perciben a través de la vía retronasal una vez que el vino es ingerido. La complejidad de aromas y sabores percibidos por vía retronasal, al igual que su duración, son importantes indicadores de la calidad del producto degustado. Los vinos de mayor calidad presentan un retrogusto largo y complejo.
Por Maximiliano Pérez, sommelier y coordinador docente del área Vinos y Sommellieríe de la Escuela de Arte Gastronómico (EAG). www.eag.edu.ar 

Colombia: Popularidad de Santos en su segundo año de gobierno se reduce casi a la mitad


Tomado de Semana
La Gran Encuesta ratifica el mal momento por el que pasa el gobierno. Qué está funcionando y qué no. ¿Qué puede hacer el presidente?

Si el primer año del gobierno de Juan Manuel Santos sorprendió por lo bien que terminó frente a la opinión, el segundo ha sorprendido por lo contrario. Sus niveles de popularidad hasta finales de 2011 fueron cercanos al 80 por ciento, superando inclusive los de Álvaro Uribe que muchos creían inalcanzables. Hoy el presidente está en cifras cercanas al 50 por ciento. Aunque este es un índice que otros presidentes de la región envidiarían, en términos relativos es un bajonazo importante.
El gran interrogante es determinar si esa pérdida de 30 puntos obedece a problemas reales, de percepción o de ambos. Sin duda la respuesta es ambos. La crisis de la reforma a la Justicia, por ejemplo, fue un episodio que se manejó mal y tuvo consecuencias políticas enormes. Y, por ahora, el presidente y el Congreso siguen en terapia de pareja. 

Pero hay nubarrones más preocupantes que se están formando alrededor de dos frentes: seguridad y economía. El primero ha sido el talón de Aquiles de este gobierno.

Si bien el orden público en Colombia está mucho mejor que en los días del Caguán, está menos bien que cuando Uribe dejó el poder. Con el aumento en ataques guerrilleros, boleteos y voladuras de torres y oleoductos, la presión sobre el equipo de defensa aumenta. No deja de sorprender que el mismo equipo que obtuvo los resultados espectaculares del segundo gobierno de la seguridad democrática, no haya podido mantener la misma tendencia durante los dos primeros años del gobierno de la prosperidad democrática.



No menos grave para el presidente es que en el último año la economía pasó de muy buena a regular. Lo único que afecta más al ciudadano del común que la seguridad es el bolsillo. Y en el segundo semestre de 2012 el bolsillo se va a ver afectado. Los días del crecimiento del 6 por ciento anual quedaron atrás. También los del 5 y ahora va en el 4 por ciento. Al igual que la popularidad del presidente, esta es una cifra que anhelarían muchos países en situaciones más complicadas. Pero el sector privado se acostumbró al nivel de crecimiento, empleo y consumo que ese 6 por ciento jalonaba. Y es por eso que en este momento en materia de plata todo el mundo se siente un poco menos bien. Ese flanco débil no es responsabilidad del gobierno. Obedece a factores externos.

Tanto Europa como Estados Unidos y China están a punto de producir un estancamiento en la economía mundial. Colombia está en capacidad de navegar esas aguas mucho mejor que otros países, pero la economía no estaba tan blindada como se había dicho.

La administración Santos tiene logros importantes que han quedado opacados por el impacto cotidiano de la seguridad, la reforma a la Justicia y la economía.

La reducción de la pobreza, por ejemplo, ha sido el mayor éxito hasta ahora y tal vez el menos comprendido. Las cifras hablan por sí solas: han salido de la pobreza 1,2 millones de colombianos. Y más importante que los números fríos es que el foco de este gobierno es cerrar la brecha y reducir la inequidad social y, si la tendencia sigue, se estaría empezando a lograr. 



Otro elemento positivo es que el gobierno tiene una estrategia realista para neutralizar el golpe de la desaceleración de la economía: 40 billones de pesos de inversión pública para 2013. Esto constituye una monumental inyección para revivir al paciente. Puede que este empujón no permita regresar al 5 por ciento o al 6 por ciento pero debería evitar no caer por debajo del 4 por ciento en medio de la recesión económica mundial. 



La clave del éxito en todo lo que se refiere al futuro inmediato está en la ejecución. El gobierno y sus asesores creen que el problema se reduce a la comunicación. Esta es una interpretación algo simplista. Más válida sería la crítica de que este gobierno ha sido demasiado mediático.

Desde el presidente para abajo hay una obsesión con la comunicación. Esto ha generado un exceso de anuncios y expectativas que se convierten en frustración frente a unos resultados que no se ven en algunos frentes, como en el de infraestructura. Hay que ejecutar más y comunicar menos. Y saber comunicar mejor lo que se ejecuta, como en el caso de los logros en la lucha contra la pobreza. 

El problema del gobierno en este momento es que las amenazas que enfrenta, economía y seguridad, le respiran en la nuca mientras que las metas con las cuales piensa pasar a la historia solo se concretarán a mediano o largo plazo.

El presidente se la ha jugado por la Ley de Víctimas y la restitución de tierras que no solo rectifican injusticias históricas sino que constituyen los cimientos de una sociedad más moderna y justa. Pero estos son procesos complejos, llenos de obstáculos y que pisan muchos callos, por lo cual los resultados no pueden ser tan inmediatos. Esta es una de las razones por las cuales los observadores políticos dan por sentado que Santos buscará la reelección.

Sus programas bandera solo rendirán frutos en un segundo cuatrienio. De aquí al 7 de agosto de 2014 serán iniciativas en proceso embrionario, más incipientes que finiquitadas.

Y aunque Santos lo niega, ya es evidente que después de la historica legislación de tierras y víctimas, su aspiración es firmar un acuerdo de paz con la guerrilla.

Este propósito, que en el fondo es el anhelo de todo presidente –y de todo colombiano--, ha sido malinterpretado y utilizado en su contra políticamente. La palabra ‘paz’ ha sido asociada con debilidad y baja de guardia, cosa que no se le ha pasado por la cabeza ni al presidente, ni a los militares ni a nadie en el gobierno. Es evidente que la guerra sin cuartel contra las Farc seguirá en este gobierno hasta que se den las condiciones para sacar la llave del bolsillo.

Pero, salvo los exitosos golpes con las muertes de Cano y Jojoy, los resultados contra la guerrilla han sido muy regulares y los mensajes que se han dado, con marco para la paz incluido, son confusos y les han dado abundante munición a Álvaro Uribe y a sus áulicos antigobiernistas. Por eso cualquier proceso de paz en las actuales condiciones sería una bomba atómica para el gobierno. 



Quizá el mayor problema del presidente Santos es que pretende abarcar demasiado. A diferencia de su antecesor, quien centró su mensaje y obra de gobierno exclusivamente en la seguridad democrática, el actual presidente le apuntó a un abanico demasiado amplio de temas para una reestructuración integral del Estado. Y su estilo, que fue bienvenido el primer año como el de un director de orquesta que escogía muy bien a sus músicos y producía una sinfonía perfecta, ha pasado a ser percibido como un líder con exceso de delegación frente a sus subalternos y de distancia frente a su electorado.

El gobierno es tan consciente de esto que se ha embarcado en una estrategia de recorrer el país haciendo rendición de cuentas y mostrando a un jefe de Estado más cercano al colombiano raso que a las cumbres diplomáticas. Es un paso en la buena dirección que para ser exitoso requiere continuidad, ejecución y buena comunicación y prontos resultados.



El presidente de la prosperidad democrática sufre del desgaste de liderar un gobierno en un país tan complejo como Colombia. Muchos de los flagelos vienen de atrás y ninguno tiene una solución pronta y sencilla.

Resolver el problema de la salud, la restitución de tierras, las víctimas, la infraestructura, las pensiones, o el invierno, para citar solo algunos, son retos monumentales.

Pero aunque muchos de los lunares del panorama actual no se le pueden atribuir a esta administración, algunos sí y el resultado es que en estos momentos en el país se vive una sensación de preocupación y desconfianza.


Hablar de crisis en el país es quiza exagerado pero la delicada situación que vive el primer mandatario y su equipo los está poniendo a todos a prueba. Es al presidente a quien le corresponde desplegar todos sus dotes de estratega para corregir el rumbo, incluido el de su propio estilo de liderazgo. Y a su equipo de tecnócratas, a mostrar rápidamente resultados frente a un país que exige que el gobierno de la prosperidad democrática pase del dicho al hecho. 



En este segundo tiempo le corresponde al gobierno enfrentar las raíces de este malestar coyuntural y acelerar las respuestas a los desafíos estructurales que han sido desde el primer momento los que Santos ha querido resolver.