martes, 25 de diciembre de 2012

Tradiciones navideñas alrededor del mundo


Tomado de BBC Mundo

 Santo Pesebre, representación que simboliza en el mundo católico el humilde nacimiento de nuestro señor Jesucristo

Cinco tradiciones extrañas de Navidad

Ya llegó otra vez esa época del año en la que muchas familias cortan un árbol del monte para meterlo en sus casas y decorarlo, en la que llega a nuestros hogares un viejo vestido de rojo, con barba blanca y algunos kilos de más a traer regalos y en la que algunos padres recorren como locos las tiendas para encontrar los regalos preferidos de sus hijos.

Vistas así, algunas de las tradiciones navideñas pueden resultar curiosas pero estamos acostumbrados a ellas y nos parecen de lo más normal. Sin embargo, hay algunas costumbres de otros países que todavía pueden sorprendernos:

Los Japoneses, rendidos a Kentucky Fried Chicken

 
Las colas en los Kentuky Fried Chicken de Japón en Navidad pueden durar dos horas

Ni pavo, ni lechón, ni pescado. Lo que a los japoneses les gusta comer en Navidad es pollo frito. Por eso, no es extraño ver largas colas en los restaurantes de la cadena de comida rápida estadounidense Kentucky Fried Chicken (KFC).

La tradición empezó en 1974 con una campaña publicitaria de la compañía cuyo lema era "Navidad = Kentucky" y que incitaba a comer pollo en esas fiestas.

Tal fue el éxito de la publicidad que sus productos se convirtieron en el menú tradicional de los japoneses los días 23, 24 y 25 de diciembre, pero en especial de Nochebuena.
La compañía recibe para esos días pedidos con hasta dos meses de antelación y, según sus responsables, las ventas de esos tres días equivalen a las habituales de medio mes.

"El Pato Donald les desea una feliz Navidad"

Desde 1959, los suecos ven cada año el mismo programa por navidad

Desde 1959, las familias suecas se reúnen en torno a la televisión cada 24 de diciembre para ver el mismo programa.

Se trata del especial de Disney "El Pato Donald y sus amigos le desean una feliz Navidad" que la televisión pública sueca emite el día de Nochebuena a las 3 de la tarde.

Kalle Anka, como se llama en sueco al Pato Donald, se ha convertido en un personaje tan familiar para los suecos que muchos se saben de memoria los diálogos de ese capítulo.

Tras la emisión del programa de una hora, los niños reciben los regalos que, dependiendo de la familia, pueden estar debajo del árbol de Navidad o en un saco que lleva Santa Claus.

Ayudantes de San Nicolás

En los países bajos, a San Nicolás le ayuda Zwarte Piet.

La misión de San Nicolás (Viejo Pascuero, Santa Claus o Papá Noel, según los países) de llegar a todos los niños del mundo en Navidad parece complicada. Pero en ese reto no le faltan ayudantes en muchos países.

Por ejemplo, en Francia a San Nicolás le acompaña Père Fouettard, un hombre con ropa oscura y barba nutrida cuya misión es decidir si los niños han sido buenos. A los que no se portan tan bien, les castiga con un azote.

En el País Vasco, en el norte de España, quien ayuda a Papá Noel a repartir los regalos es el Olentzero, un carbonero con el traje típico vasco, mientras que en los países bajos, a San Nicolás - que llega el 6 de diciembre- le acompaña Zwarte Piet, un paje negro que lanza galletas a los niños.

En algunos hogares de España y muchos países latinoamericanos, a los más pequeños también les llegan los regalos de los Reyes Magos el 6 de enero, mientras que en Italia quien cumple esa labor es la Befana.

Y en República Dominicana, la vieja Belén deja regalos a los niños el domingo después del Día de Reyes.

Los antagonistas de Papá Noel

Krampus puede llevarse a los niños que se hayan portado mal.

Pero no todos los personajes vinculados con estas fiestas son benévolos como Papá Noel.

La mitología alpina habla de Krampus, una figura demoniaca con cuernos, una lengua muy larga y una cesta para capturar a los niños que han sido traviesos a lo largo del año.

Por eso, en Austria en diciembre se multiplican las fiestas y los desfiles en los que personas disfrazadas de Krampus deambulan por las calles.

Santa Claus también tiene un antagonista en Islandia: el gato de la Navidad o Jolakotturin. En ese país del norte de Europa, los niños que se portan bien y hacen sus tareas reciben ropa nueva por Navidad.

Los padres les dicen a sus hijos que si no trabajan lo suficiente, llegará el gato de la Navidad y, al ver que no tienen ropa nueva, se los llevará.

El tronco que expulsa regalos


Al tronco se le pone rostro y una manta sobre la cabeza.

En Cataluña y algunas zonas de Aragón, en el noreste de España, la tradición es que los regalos para los niños salgan de un tronco.

Se le llama Tió de Nadal o Cagatiu en Cataluña y Tronca de Nadal en Aragón.

Las familias suelen colocar el tronco en casa a principios de diciembre, le colocan una manta y un rostro y le van alimentando con dulces hasta el día de Navidad.

Entonces, los niños le cantan canciones y le pegan con palos para que expulse los regalos.
También en España, en Cataluña y en algunas zonas de la Comunidad Valenciana hay otra tradición que puede resultar curiosa es la de poner un caganer, una figura de pesebre que suele representar a personajes famosos con los pantalones bajados haciendo sus necesidades.

Tradicionalmente, el caganer era un campesino ataviado con la indumentaria tradicional catalana (faja y barretina). Pero en los últimos años se han popularizado los que representan a personajes famosos: desde políticos como Barack Obama o Hugo Chávez hasta artistas como Shakira o deportistas como Leonel Messi.

Nominación de Kerry un serio revés para las aspiraciones de la derecha tradicional latinoamericana


Tomado de The Wall Street Journal
El presidente Barack Obama anuncia la nominación de John Kerry como su próximo secretario de Estado.

 

Los funestos antecedentes de John Kerry en América Latina

 

Por Mary Anastasia O´Grady

Luego de que Susan Rice retirara su nombre de la carrera para encabezar la Secretaría de Estado de Estados Unidos, el presidente Barack Obama nominó en el cargo al senador de Massachusetts John Kerry. Pero no hay que esperar muchos aplausos de los atribulados partidarios de la democracia al sur de la frontera estadounidense.
Los antecedentes de Kerry en la promoción de los valores estadounidenses en el exterior son deprimentes. No es que se oponga a la intervención estadounidense, todo lo contrario. El problema es que tiene la costumbre de intervenir a favor de los villanos. Su concepción izquierdista del mundo y su convicción de que su destino es imponérsela al resto podrían hacerlo encajar a la perfección en el gabinete de Obama. Pero no será beneficioso para los países pobres ni para los intereses estadounidenses.
América Latina conoce de sobra la peligrosa combinación de la arrogancia de Kerry y, para usar un término diplomático, su ingenuidad. En 1985, en medio de la Guerra Fría, encabezó una delegación de legisladores a Nicaragua, donde se reunió con el comandante sandinista Daniel Ortega. La reputación de los sandinistas como violadores de derechos humanos ya estaba bien establecida y los soviéticos estaban asediado América Central. De todas formas, a su regreso de Managua, Kerry se mostró partidario de poner fin al apoyo estadounidense a la resistencia conocida como los "Contras". La Cámara de Representantes siguió su recomendación y rechazó un paquete de ayuda de US$14 millones para los Contras. Al día siguiente, Ortega voló a Moscú para obtener US$200 millones en ayuda del Kremlin
La búsqueda de la verdad exige humildad, lo que podría explicar la peligrosa desinformación de Kerry. Años más tarde, el escritor Paul Berman expuso las realidades de la opresión sandinista en el artículo "In Search of Ben Linder's Killers" (En busca de los asesinos de Ben Linder), publicado por la revista The New Yorker el 23 de septiembre de 1996. Berman se internó en las montañas de Nicaragua para investigar la muerte del simpatizante sandinista de Oregon. En el proceso, también se enteró de la rebelión campesina contra los sandinistas.
Los campesinos del altiplano habían unido fuerzas con los intelectuales marxistas haciéndose llamar sandinistas con el fin de derrocar al dictador Anastasio Somoza. En los años 80, sin embargo, se dieron cuenta de que eran esclavos de un nuevo amo. "Las mujeres de las familias más pobres equilibraban las canastas llenas de frutas o granos en sus cabezas e iban al mercado, exactamente como lo habían hecho antes, y la policía sandinista allanaba los buses y las arrestaba acusándolas de ser especuladoras". Los habitantes "sintieron que estaban perdiendo el control sobre sus productos, su libertad de acción y su tierra". La resistencia no solo venía de los grandes terratenientes. "Mientras más pequeño el terreno, más fiera era la resistencia", dice el reportaje.
Fidel Castro, aliado de los sandinistas, envió a personal cubano para ayudar. "Casi de inmediato", escribió Berman, "un odio rabioso hacia los cubanos (conocidos como rusos para las personas que más los detestaban) se apoderó de las zonas rurales del norte y el oriente" del país. Los campesinos llegaron a una "conclusión horrorosa: que el Frente Sandinista de Liberación Nacional era un movimiento político dedicado al desprecio de Dios y al robo de la tierra, un movimiento que se consideraba nicaragüense, pero que trataba activamente de entregarle el país a los extranjeros, un partido que proclamaba ser de los campesinos y los pobres pero que, en realidad, era su enemigo más implacable". Berman se enteró, de boca de un campesino, de que Linder fue asesinado por los Contras debido a que pensaban que era cubano.
No está claro si Kerry se dio cuenta de que estaba intercediendo a favor de los opresores. Vamos a asumir que se trató simplemente de un inocente que creyó la propaganda soviética y cubana. ¿Pero acaso una falta similar de conocimiento explica por qué, cuando se postuló a la presidencia de EE.UU. en 2004, le dijo a una audiencia en Boston que la guerrilla colombiana, famosa por asesinar y mutilar civiles, "tiene quejas legítimas"?
Ese mismo año, el comandante sandinista Tomás Borge y la política peronista argentina Cristina Fernández de Kirchner respaldaron su candidatura a la presidencia de EE.UU. Más amigos extraños.
En junio de 2009, Kerry nuevamente intercedió por el lado oscuro, esta vez en Honduras. El presidente Manuel Zelaya, un aliado de Hugo Chávez, estaba intentando extender de forma inconstitucional su permanencia en el poder. La Corte Suprema ordenó al Ejército que lo arrestara. El resto de las ramas del gobierno, la Iglesia Católica, el defensor de los derechos humanos en el país y el propio partido de Zelaya respaldaron la decisión del máximo tribunal.
Chávez, Fidel Castro y el gobierno de Barack Obama montaron en cólera. Calificaron el fallo como un "golpe de Estado" y se dieron a la tarea de aislar al diminuto país. Cuando el senador republicano Jim DeMint planeó un viaje a Tegucigalpa para reunir antecedentes, la oficina de Kerry trató de impedirlo al tratar de bloquear la financiación. Cuando la Law Library of Congress, un ente investigativo del congreso estadounidense, concluyó que la Corte Suprema de Honduras actuó conforme la ley, Kerry le escribió al director de dicha oficina exigiendo que la opinión fuera retractada y "corregida". En el segundo trimestre de 2010, un empleado de la oficina de Kerry viajó a Honduras para presionar al gobierno a que adoptara el relato de Obama de que se trataba de un golpe de Estado.
También vale la pena recordar que el compañero de fórmula de Kerry en 2004, John Edwards, prometió forzar una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte si él y Kerry llegaban a la Casa Blanca.
Todas estas actividades tienen un patrón en común y es que Kerry continuamente está en el lado equivocado de la historia. Pedirles a los estadounidenses que crean que su desempeño como secretario de Estado será diferente es pedirles que crean en lo inverosímil.

El Reto de Obama: dirigir un gobierno dividido entre Demócratas y Republicanos


Tomado de AP 
Obama enfrentará grandes retos en 2013

Por CHARLES BABINGTON

WASHINGTON (AP) — No es un secreto que Barack Obama, como todo presidente, reflexiona sobre su legado y sitio en el Olimpo presidencial. Llega a su segundo mandato enfrentando complejos y cambiantes retos que serán relevantes para dar forma al resto de su gobierno y, eventualmente, a su lugar en la historia.
En los próximos meses, Obama tendrá que decidir dónde ser ambicioso, dónde ser cuidadoso y dónde ganar tiempo.
Atrajo fuerza política por su sorprendentemente fácil reelección a pesar de una mala economía. Sin embargo, se compensa en parte con el continuo control de los republicanos en la Cámara de Representantes, además de sus poderes para dilatar iniciativas en el Senado.
Algunos de los grandes temas que esperan la decisión del presidente son conocidos desde hace tiempo. Incluyen el tema migratorio y la necesidad de un balance sostenible entre impuestos, gasto y financiamiento.
El control de armas es otro tema que saltó a la agenda nacional este mes después de la masacre en una primaria en Connecticut. También está pendiente el asunto del calentamiento planetario.
Experimentados políticos e historiadores presidenciales opinan que es casi imposible que Obama se vaya "a lo grande" en todos estos temas. De hecho, podría ser difícil hacerlo siquiera en uno. Aunque algunos aconsejan cautela, otros exhortan al presidente a ser tan audaz y ambicioso como sea posible.
"Los estadounidenses están deseosos de liderazgo", dijo Gil Troy, de la Universidad McGill.
Al hacer política, Obama en general no ha logrado dar "esa solución visionaria y poderosa que llegamos a conocer, querer y esperar en la campaña presidencial de 2008".
En lugar de permitir que el Congreso se haga cargo de los grandes temas, como sucedió al redactar la reforma al sistema de salud en 2009, Obama debe esforzarse más para impulsar nuevas leyes o utilizar los poderes ejecutivos para evitar al Congreso cuando sea posible, dijo Troy.
"El tema del control de armas es una oportunidad importante para que Obama deje su marca en la historia y además resuelva un problema que ha frustrado a los demócratas por décadas", agregó.
Otros historiadores opinan que Obama está severamente restringido por las realidades políticas y creen que debe tener cuidado al elegir en qué objetivos enfocarse en sus segundos cuatro años de gobierno.
"Veo a Obama prácticamente atado de manos por las circunstancias", dijo John Baick, de la Universidad Occidental de Nueva Inglaterra. El número de grandes problemas sin resolver que enfrenta el país, junto con la división que hay tanto en la opinión pública como en el Congreso, dejan a Obama pocas opciones viables que la mayoría de los mandatarios han disfrutado.
En el mejor de los casos, dijo Baick, el gobierno es un "crucero gigante y lo más que Obama puede hacer es no golpear los icebergs". Agregó que, por ejemplo, "si se va por el control de armas, se repetirá 1994".
En ese entonces, el presidente Bill Clinton impulsó la prohibición a las armas de asalto en un Congreso dominado por demócratas, lo que provocó una feroz reacción de los grupos defensores del sector. Después, Clinton reconoció que la Asociación Nacional de Portadores de Armas (NRA, por sus siglas en inglés) fue la que logró que la Cámara de Representantes cambiara a mayoría republicana, la primera vez en 40 años. Sin embargo, otros factores —que incluyeron un escándalo bancario— también tuvieron mucho qué ver.
Paul Rego, politólogo de la Universidad Mesías, en Pensilvania, dijo que aunque Obama no enfrenta los cataclismos que tuvieron Abraham Lincoln o Franklin D. Roosevelt, o situaciones como la Segunda Guerra Mundial o la Gran Depresión, sus retos son muchos e importantes.
Obama "enfrenta un obstáculo que ni Lincoln ni Roosevelt tuvieron que superar en sus respectivas presidencias: un gobierno dividido". Hoy, republicanos y demócratas difieren drásticamente sobre el papel adecuado del gobierno, indicó Rego, y agregó que el trabajo del presidente "es en realidad más complejo que el que tuvieron sus antecesores más ilustres".
En tanto, la Casa Blanca no ha detallado la agenda del segundo mandato de Obama. Una vez que se llegue a un acuerdo en el tema presupuestal, el presidente Obama "buscará trabajar en varios temas que son determinantes para nuestro futuro, desde inmigración hasta energía, educación y seguridad nacional", dijo Jamie Smith, vocera presidencial.