domingo, 29 de marzo de 2015

Aficionados salvadoreños en WDC: Más importante que el resultado era ver jugar a Messi

Tomado de El País
 Messi saluda a los aficionados antes del encuentro.

Una afición salvadoreña para un Messi en el banquillo

El encuentro entre la Albiceleste y la Selecta reunió en Washington a un nutrido grupo de la comunidad originaria de El Salvador

 

Por Cristina F. Pereda

 

La grada era salvadoreña pero la cita era con Lionel Messi. Una nube de aficionados provenientes de El Salvador, la comunidad de inmigrantes hispanos más numerosa en la región de la capital de Estados Unidos, asistió este sábado a la oportunidad única de ver jugar a uno de sus ídolos en el encuentro amistoso que enfrentó a Argentina con la selección de su país y que se resolvió a favor de los albicelestes por dos goles a cero.
La presencia de Messi en el banquillo desde el comienzo del encuentro alimentó las dudas de sus seguidores que durante toda la semana habían aguardado hasta saber si el jugador del Barcelona se había recuperado del golpe que sufrió en el tobillo derecho durante el enfrentamiento con el Real Madrid el pasado domingo.
"Ojalá que pueda jugar", afirmaba impaciente desde la grada Julio, un joven descendiente de peruanos y colombianos, encogido por el frío que ha recibido a las dos selecciones en las afueras de Washington. Es la primera vez que Julio acude a un estadio de fútbol. "También es la primera vez que voy a poder ver a Messi".
Era el sentimiento compartido por los cerca de 54.000 aficionados que animaron a El Salvador en esta ocasión inédita para ver a su selección en EE UU. El encuentro amistoso que ha enfrentado este sábado a su equipo nacional, la 89 del mundo según el ránking de la FIFA, con la finalista del último mundial, forma parte de la preparación de cara a la Copa América que se celebra el próximo mes de junio en Chile. La albiceleste celebrará un encuentro más en la costa Este, en Nueva Jersey, este martes, ante Ecuador.

Argentina se adelantó en el marcador al comienzo de la segunda parte, cuando los espectadores ya coreaban el nombre de Messi, ausente en la banda donde calentaban sus compañeros. Benega abrió la ventaja para Argentina ayudado por un error de la defensa salvadoreña. La primera mitad había transcurrido sin apenas oportunidades para la albiceleste, con poco más que un amago de Higuaín en el minuto 25. Los argentinos habían sido incapaces hasta entonces de superar a la defensa salvadoreña, encerrada en su área y sin grandes ocasiones para sorprender al rival. Poco antes del final del encuentro, Manguello sentenció el amistoso.
La grada de Maryland, entregada a cualquier ocasión del conjunto salvadoreño, no se perdió ningún movimiento de Messi aunque permaneciera en el banquillo. "Hemos venido a verle a él", dice Julio, un emigrante salvadoreño que llegó a EE UU en 1989, mientras toma imágenes del estadio con su teléfono. Este sábado ha conducido desde Boston junto a su familia para ver el partido.
"Yo estoy aquí para apoyarle a él". Adolfo Martínez protege con una manta a su hijo de cinco años, abrigado con la indumentaria del Barcelona y listo para ver a su ídolo. Desde Venezuela emigró a EE UU y desde Carolina del Sur ha conducido todo el día para ver al único jugador capaz de tener pendiente de sus movimientos a toda la capital. En la región de Washington viven la mayoría de los dos millones de salvadoreños que residen en EE UU, frente a unos 240.000 argentinos que estima el censo, una proporción que se encargó de retratar la grada.
Messi había sido duda para el encuentro durante los últimos días, tras el golpe que recibió en el tobillo derecho durante el partido contra el Real Madrid en el Camp Nou. La selección argentina emitió un comunicado a comienzos de la semana para confirmar que el jugador había sido examinado al llegar a Washington y podría completar la gira estadounidense. Sin embargo, este sábado se cumplieron los peores temores de los aficionados y el argentino faltó a la cita de esta jornada histórica para la comunidad salvadoreña de la capital.
La incógnita del jugador del Barcelona no impidió sin embargo que numerosos grupos de seguidores averiguaran, gracias a la información compartida en las redes sociales, donde iba a celebrar sus entrenamientos. Sus apariciones en la Universidad de Georgetown o en las citas con el equipo de baloncesto de la ciudad, los Washington Wizards, han recibido un estrecho seguimiento por parte de los medios estadounidenses. El diario The Washington Post, en un guiño a la primavera que se hace esperar en la costa Este, registró la llegada del jugador argentino con una crónica titulada 'Lionel Messi, en plena flor en Washington'.


Monica Lewinsky, la primera víctima de cyberbulling, narra el infierno de este tipo de acoso

Tomado de Revista Semana
Monica Lewinsky primera víctima en la historia del cyberbulling convertida ahora en una activista para combatirlo
El precio del Cyberbulling

Monica Lewinsky reaparece como activista en contra del Cyberbulling (matoneo virtual) al mostrar con su propia historia lo difícil que es sobrevivir a la humillación pública

El cyberbullying o matoneo por internet puede hacer mucho daño. Por este medio una foto privada, un video íntimo, un tuit burlón o un comentario soez se amplifican por millones en segundos mientras el acosador se ampara en el anonimato. Según un estudio de Pew Research todos los jóvenes entre 18 y 24 años han vivido algún tipo de cyberbullying, y el fenómeno tiende a crecer en la medida en que se incrementan las personas con conexión a la red.

La semana pasada el tema volvió a ser primera plana debido a que la paciente cero de esta epidemia moderna apareció en una charla TED, ante una audiencia que la ovacionó mientras escuchaba lo que ha sido vivir ese tipo de humillación en línea. Se trata de Monica Lewinsky, la becaria de la Casa Blanca que en 1992 tuvo un romance con Bill Clinton, entonces presidente de Estados Unidos. En febrero de 1998 la noticia de ese affaire se destapó en un sitio web, y como era de esperarse en cuestión de horas se convirtió en un escándalo mundial que casi le cuesta la Presidencia.

Él, sin embargo, salió bien librado: 17 años después es uno de los exmandatarios estadounidense con mayor aceptación y su esposa Hillary podría ser en un par de años la primera mujer en ocupar el máximo cargo público de ese país. Ella, mientras tanto, con 41 años y una maestría en psicología social, vive en el anonimato, sin residencia fija, sin fuente de ingresos estable ni una carrera promisoria. “Es nerviosa, tiene miedo de que la gente se aproveche de ella, que malinterpreten sus palabras o que la historia del escándalo se reviva”, relata Jessica Bennett, quien la entrevistó en exclusiva para The New York Times.

Su situación actual es, en parte, el resultado del trauma que vivió por la vergüenza pública a raíz del affaire. A pesar de que aún no existían ni Facebook, ni Twitter, ni Instagram pagó un precio alto por su error debido a que coincidió con la revolución digital. “La gente podía hacer comentarios ‘online’, enviar correos electrónicos y por supuesto hacer chistes crueles”, dice. La mayoría se refería a ella como perra, loca, cabeza hueca, prostituta y vagabunda, y el reporte de Kenneth Starr con los detalles de los dos años de amoríos y conversaciones fue publicado en internet. “De la noche a la mañana pasé de ser una persona privada a una humillada en público”, relata.

Aunque reconoce su responsabilidad en el caso, Lewinsky señala que ese acoso ha sido desproporcionado. En aquella época no había nombre para esa cacería pero hoy sabe que se trata de cibermatoneo, el mismo que hoy sufren niños de colegio, jóvenes universitarios y profesionales. Hoy es más peligroso porque se propaga muy rápido por redes sociales y tiene un alcance enorme. Según Enrique Chaux, autor del libro Educación, convivencia y agresión escolar, mientras en la intimidación tradicional la persona puede encontrar espacios seguros para protegerse “en la virtual estos se pierden”, explica. Y dado el alcance mundial de la red, la víctima siente que la humillación es mayor. Además, cuando protegen su identidad los agresores pueden ser mucho más implacables porque “tienen menos control social”.

El matoneo virtual a veces se da con correos electrónicos ofensivos enviados desde cuentas anónimas, o con páginas web creadas para insultar a una persona pero también con la suplantación de la identidad para enviar mensajes electrónicos que hacen quedar mal a la víctima. Todos son vulnerables pero los niños están en mayor peligro debido a que no saben medir las consecuencias de lo que comparten. “Algunos sufren acoso escolar y virtual”, dice Carolina Piñeros, de Red PaPaz.

Las víctimas de este flagelo sufren desde estrés postraumático hasta depresión. Otros casos son fatales. Tyler Clementi, a quien Lewinsky menciona en su charla, era un joven estudiante de la Universidad de Rutgers que se suicidó en 2010 luego de que un amigo publicó un video suyo en el que aparece teniendo relaciones sexuales con otro hombre. También está el caso de Jessica Logan, de 18, quien hizo lo mismo luego de que su novio distribuyó por internet fotos de ella desnuda. En Bogotá, Sergio Urrego se quitó la vida el año pasado supuestamente por bullying reiterado en su colegio ante su orientación sexual.

Lewinsky quiere poner la atención de todos sobre este tema pero también sobre otro tipo de acoso que ha surgido con las redes sociales, que consiste en ajusticiar virtualmente a todo aquel que comete un error. Nicolaus Mills, un profesor de la Universidad Sarah Lawrence, en Bronxville, Nueva York, llama a ese fenómeno cultura de la humillación y señala que está ligada a los realities, donde los participantes sin talento son ridiculizados frente a millones de personas. “En esas circunstancias la audiencia se siente superior a ellos”.

El ejemplo más claro de cómo esto se traslada a las redes sociales es el de Justine Sacco, directora sénior de comunicaciones corporativas de IAC, una reconocida firma de internet, quien en un viaje al continente africano decidió enviar tuits sobre esta experiencia. En una escala en el aeropuerto Heathrow de Londres escribió a sus 170 seguidores “Alemán raro: estás en clase ejecutiva, es 2014, por qué no usas desodorante” y “Voy para África, espero no adquirir sida. Es un chiste, yo soy blanca”. Cuando llegó a su destino final encontró que su nombre era tendencia en esa red social, blanco de todo tipo de críticas de esta multitud que la ajusticiaba virtualmente por sus chistes discriminatorios. 

Las consecuencias de esta avalancha de mensajes se reflejaron en su vida real. A su regreso había sido despedida de su trabajo, había reporteros en frente de su casa y su nombre estaba en la prensa mundial. “El furor por el tuit de Sacco se convirtió no solo en una cruzada por su supuesta intolerancia sino una especie de entretenimiento inútil”, dice Jon Ronson, periodista y autor del libro So You’ve Been Publicly Shamed, sobre cómo es la vida de estas personas después de la humillación virtual.

Lindsey Stone es otra víctima anónima de este fenómeno. Su drama comenzó cuando se tomó una foto simulando que gritaba junto a una señal de silencio en el cementerio de Arlington. Al publicarla en Facebook muchos la consideraron una ofensa para los caídos en guerra y no se la perdonaron. Por esa foto Stone perdió la vida que llevaba hasta ese momento. Ronson habló con ella y muchos otros en circunstancias similares y observó que las consecuencias de sus actos fueron exageradas: perdieron su trabajo, sus parejas, tenían problemas de ansiedad, no dormían y no querían salir de la casa.

Los famosos son los objetivos número uno. Paris Hilton cometió el error de confundir a Martin Luther King con Mandela y eso ocasionó que la llamaran “desde idiota hasta todo tipo de partes del cuerpo”, dice Tauriq Moosa, un profesor de ética de la Universidad de Cape Town, para quien avergonzar a alguien públicamente es equivalente a linchar a alguien en la calle. “Los que hacen cosas malas no deben salirse con la suya pero hay que preguntarse si participar de esta humillación es la mejor opción”, señala el experto.

Según Ronson, al principio la furia colectiva de las redes sociales parecía poderosa y efectiva. “Pero con el tiempo he visto estas campañas de humillación multiplicarse al punto que sus objetivos ya no son grandes compañías y figuras públicas sino cualquiera que sea percibido como equivocado”.

Nadie ha sufrido eso más que Lewinsky, quien ha vivido en carne propia la humillación por un error que cometió a los 22 años. Las soluciones a este problema aún son esquivas. La actriz Ashley Judd, víctima de este tipo de acoso por publicar en Twitter opiniones sobre el campeonato de básquet, reveló que demandará a sus acosadores. Dick Costolo, CEO de Twitter, dijo que tomaría cartas en el asunto para evitar el acoso ante las denuncias que personas famosas han hecho públicas.

Lewinsky apela a la compasión y la empatía de los demás para acabar con este tipo de crueldad. Aunque muchos creen que ella se merece su suerte por lo que hizo, nadie puede negar que su charla de la semana pasada puso el dedo en la llaga de un tema importante que no se debe pasar por alto. “Este tipo de humillación se ha vuelto una mercancía en nuestra cultura”, dice. Y ella que ha pasado por ese calvario sabe que si bien una vida se puede arruinar de la noche a la mañana, las consecuencias en las víctimas permanecen como un eco que nunca se apaga.

sábado, 28 de marzo de 2015

“kondea” tu vida. Conserva solo aquello que da gozo a tu corazón

Tomado de The Wall Street Journal
Marie Kondo, la gurú del orden doméstico
Una consultora japonesa se ha transformado en un fenómeno global y parece haber tocado una fibra en los lectores modernos

Por Jennifer Maloney y Megumi Fujikawa

TOKIO— Marie Kondo se sienta con la espalda recta mientras observa un monitor de video en un estudio de televisión en la capital japonesa. Desde que los extraños la empezaron a reconocer en la calle como la autora del libro superventas La magia del orden ha estado muy consciente de su postura. Una gurú del orden en la casa debe estar a la altura de las circunstancias.

La autora de 30 años, cuyo libro ha vendido dos millones de copias en todo el mundo, acaba de regresar de una gira triunfal por Estados Unidos, donde su libro ha permanecido entre los más vendidos desde su lanzamiento en octubre. En esta ocasión, los presentadores de un programa popular de la televisión japonesa muestran videos del viaje de Kondo.

En una escena aparece en la habitación de una adolescente de Boston cuyas pertenencias —ropa, electrónicos y animales de peluche— llenan un clóset. Siguiendo las instrucciones de la autora, la joven debe sacarlas una por una y formularse la pregunta distintiva de Kondo: ¿Acaso tokimeku? ¿Esto me produce alegría?

El video termina. Kondo se revisa el cabello frente a un espejo compacto y se dirige hacia el escenario.

La magia del orden, un manifiesto místico sobre el desprendimiento de las cosas que no necesitamos, se ha convertido en un fenómeno editorial. Es el tipo de obra que llega justo a tiempo para liderar y reflejar un cambio en la manera de pensar. El libro de Kondo ha cautivado a lectores en todo el mundo en momentos en que mucha gente parece haber alcanzado un punto de inflexión sobre el desorden y la acumulación de cosas en su vida.

La versión en español, titulada La magia del orden: Herramientas para ordenar tu casa... ¡Y tu vida!, fue publicada en abril en forma electrónica y está disponible en Kindle, el lector electrónico de Amazon.com. La edición impresa del libro solo está a la venta en México por el momento, pero aún no está disponible en el resto de América Latina, informó un vocero de la editorial Ten Speed Press.

Los lectores comparten fotos de sus cajones de ropa interior y han lanzado clubs y grupos de Facebook. Utilizan el nombre de la autora como un verbo para referirse a eliminar o doblar algo meticulosamente: “Esperaba a que la tetera hirviera… Por eso Kondeé mis libros de recetas”, proclamó en una entrada reciente de Facebook Elaine Colliar, una columnista de finanzas familiares del periódico escocés Sunday Mail, con una foto para mostrar su trabajo.

La magia del orden pronto estará disponible en más de 30 países, incluyendo Francia, donde fue presentado hace dos semanas. En Japón, donde apareció por primera vez en 2011, Kondo tiene cuatro libros impresos y un CD de música clásica, que incluye dos valses de Chopin y un concierto de Bach, para escuchar mientras uno ordena.

El concepto del orden y el desprendimiento ha estado ganando terreno durante más de una década. Peter Walsh —un consultor sobre organización escribió dos bestsellers sobre el tema en EE.UU., en 2007 y 2008. También hubo reality shows sobre la acumulación de cosas. Su libro más reciente, Lose the Clutter, Lose te Weight: The Six-Week Total-Life Slim Down, (algo así como “Pierda el desorden, pierda el peso: el adelgazamiento total de seis semanas”) acaba de ser publicado.
Kondo ofrece una filosofía para las personas que tienen problemas para deshacerse de las cosas que han ido acumulando.
Fue criada en Tokio y la organización la fascinó desde una edad temprana. De niña, leía revistas sobre estilo y hogar y limpiaba las habitaciones de sus hermanos. En la escuela primaria estaba a cargo de la organización de la clase. A los 19 años, fundó una empresa de consultoría para organizar el hogar y descubrió que muchos de sus clientes tenían problemas para decidir qué botar y con qué quedarse.
Un día le preguntó a un cliente: “¿Esto le produce alegría?”
“Fue capaz de desprenderse de eso sin inconvenientes”, recuerda Kondo en una entrevista realizada después del programa de televisión. “Desde entonces, he estado usando esas palabras”.
Kondo es casada, sin hijos. En un marcado contraste con muchos de sus seguidores, es reservada acerca de su vida privada. Su publicista cuenta que jamás ha invitado a un periodista a su casa. Escribió el libro a pedido de clientes que estaban en su lista de espera. Su método es extremo: hay que botarlo todo de una vez. No hay que dejarlo para mañana ni hacer una pila con los objetos que no está seguro de desechar.
“Preserve sólo las cosas que le hablan a su corazón. Después hay que lanzarse y desechar todo lo demás”, recomienda. “Cuando pone su casa en orden, también pone sus asuntos y su pasado en orden. Así, se puede ver con bastante claridad lo que necesita en la vida y lo que no necesita”.
Una de sus clientas, relata, incluso se desprendió de su marido.
Sus seguidores dicen que sus consejos los libran de la culpa que a menudo acarrea desechar un objeto obsequiado por un ser querido. Kondo aconseja agradecerle a la ropa por el servicio prestado o por enseñarles que tal o cual color no les sienta, antes de botarla.
A diferencia de otras técnicas de organización para el hogar, Kondo rechaza todos los productos de organización y contenedores de almacenamiento. “La palabra almacenamiento contiene una trampa cazabobos’”, escribe. “Puedo declarar honestamente que los métodos de almacenamiento no resuelven el problema de cómo terminar con el desorden. Al final de cuentas, son solamente una respuesta superficial”.
La editorial Ten Speed Press adquirió los derechos para Norteamérica y Sudamérica cuando La magia del orden había vendido más de un millón de copias en Japón. En ese momento, no obstante, no era nada claro que un libro de una consultora japonesa de organización tuviera éxito en otras culturas.
Después de su publicación, sin embargo, el libro recibió críticas positivas y las ventas despegaron.
Ryan Simons, un escritor independiente de 34 años, se deshizo de más de una docena de bolsas repletas de cosas en enero en el departamento de Brooklyn que comparte con su esposa y dos compañeros, y no se detuvo allí. “Kondeé la música en mi teléfono”, escribió en una entrada de Twittercon una imagen de su lista reducida.

Megan Bryant, de 36 años, una escritora de libros infantiles de Carolina del Norte, disfrutó el libro tanto que formó un grupo de Facebook. “No lo podía dejar de leer”, expresó. “Es curioso emocionarse tanto sobre aprender a ordenar y organizar y administrar el espacio… Sentí que tuve una epifanía tras otra, cada vez que daba vuelta la página”.
Kondo ya no acepta nuevos clientes para consultorías personales. En lugar de ello, está capacitando a un grupo de consultores profesionales de orden con su método, con la esperanza de exportar el programa. “Me gustaría poner orden en todos lados en el planeta”, subraya.
— José Healy contribuyó a este artículo.


SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS NIÑOS Y LA MENTIRA



A veces la preocupación de los padres cuando su hijo miente es injustificada, y se debe a no saber interpretar algunas manifestaciones de niños. Sin embargo, otras veces las mentiras tienen un significado mucho más serio y profundo que el que los padres le dan. Vale la pena orientar un poco a los padres sobre este tema. La mentira, en principio, no debe preocupar a los padres en los siguientes casos:

A los niños pequeños (de unos 4 ó 5 años) les gusta hacer cuentos e inventar historias. Esta es una actividad normal porque ellos se divierten oyendo e inventando cuentos. Frecuentemente confunden un poco la realidad con la fantasía, y esto nada tiene que ver con mentiras.

Los adolescentes suelen descubrir que las mentiras pueden considerarse aceptables en algunas situaciones, como por ejemplo, no decirle al novio/novia la razón real del rompimiento para no herir sus sentimientos. En realidad los adultos suelen utilizar la misma estrategia para evitar decir algo que no agrade o otras personas. Aunque ello puede ocasionar inconvenientes, se trata de un problema cultural más que de salud mental.

No es preocupante tampoco que los adolescentes mientan para proteger su privacidad, tan importante para ellos. La mentira es una defensa propia ante algo que ellos consideran una intrusión.
       
Hay algunos casos en los que la mentira, en principio, no es un síntoma preocupante, pero que pudiera llegar a serlo si no se maneja convenientemente, por ejemplo:

Un niño mayor o un adolescente puede decir mentiras interesadas (para no tener que hacer algo, o negando responsabilidad por sus acciones para evitar un castigo). Es una tendencia natural que indica un nivel de responsabilidad bajo, y, por tanto inmadurez. Los padres deben de reaccionar a este tipo de mentira ocasional hablando con el niño y explicándole cuán importantes son la verdad, la honradez, la confianza, y el sentido de la responsabilidad, e incluso haciéndole sentir “levemente” la pérdida de confianza, pero a la vez estimulándolo, expresando el deseo de recuperarla. Debe esperarse que poco a poco el problema vaya desapareciendo. Si al pasar los años no desapareciera, entonces sí es preocupante.

       En cualquier caso, vemos que se trata de mentiras ocasionales, coyunturales y justificadas, aun cuando esa justificación sea subjetiva. Sí deben preocuparnos, por contra, tipos de mentira habituales, que se repiten muy seguido, o mentiras absurdas e injustificadas, por ejemplo: 


Algunos niños ya grandecitos, y adolescentes incluso, sabiendo la diferencia entre la verdad y la mentira, cuentan con gran entusiasmo historias que parecen verdaderas, ya que reciben mucha atención mientras cuentan la mentira.

Otros niños y adolescentes, que por lo general actúan de manera responsable, caen en el patrón de mentir repetitivamente, creyendo que es la mejor manera de satisfacer las demandas de sus padres, maestros y amigos.  Estos niños usualmente no están tratando de hacer mal, pero el mentir repetidamente se convierte en un mal hábito. 
Otros simplemente reproducen el modelo que ven en el hogar.

Hay otros niños y adolescentes a quienes no les importa mentir para aprovecharse de los demás, o con intención de causarles algún perjuicio. Algunos adolescentes mienten frecuentemente para ocultar otros problemas serios, como alcohol y drogas, o mal desempeño escolar.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.