sábado, 8 de junio de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: QUE HACER PARA QUE NOS ESCUCHEN LOS HIJOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
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La buena comunicación es la clave de toda relación, y mucho más cuando se trata de padres e hijos. Sin embargo, conseguir esa conexión no siempre es sencillo y en muchos casos se vuelve frustrante. 

Sin un diálogo fluido y sincero, es imposible que nuestros hijos nos obedezcan. El principal problema es que no solemos ser consistentes en la crianza. Damos una orden y luego la olvidamos, lo cual genera confusión.

En un principio, los niños deben de tener pocas reglas pero bien claras. Cuando empiezan a caminar deben tener un espacio grande y allí poder andar sin temor a que se caigan o rompan algo. Se recomienda poner una alfombra y es interesante instalar algún espejo para que se distraigan con su propia imagen, además de algunos juguetes. 

La palabra NO debe ser firme y ser usada solo cuando realmente se va a cumplir algo o con peligros reales. De esta manera aprenden a identificar el NO como no, y no como algo que les entra por un oído y sale por otro.

Si un niño aprende que su padre cumple lo que dice, pondrá mucho más interés en escuchar porque sabrá que esas palabras se convierten en realidad. Por el contrario, si advierte que no cumple lo que dice, simplemente aprenderá que las palabras no merecen la pena ser escuchadas. Por lo tanto, si una madre amenaza con apagar la TV si su hijo no hace determinada cosa, pues deberá cumplirlo… aunque por dentro le dé lástima.

A medida que crecen, los limites se va haciendo más grandes, así como las diferentes actividades y normas del hogar, pero ya tienen introyectado -es decir, fijado en su mente- que “no es no” y que hay límites que no se deben traspasar bajo ninguna circunstancia.

Con reglas claras, el niño será más obediente y madurará más rápido a medida que vaya creciendo. Pero la mayoría de las personas educan a sus hijos con un “no débil”, por lo que cuando no hacen caso o no escuchan no hay consecuencias: sus padres simplemente se ríen o hasta se olvidan del limite que habían impuesto

Transmitir disciplina, de acuerdo con las diferentes edades, es el camino. 

Mientras son pequeños funciona el no y quitar el objeto. En cierta edad funcionan las planas de no hacer algo y por qué no, pero siempre razonando con ellos el porque de dicha sanción.

Recuerde, no es castigo: es una sanción acorde a la falta que han cometido y elegida y razonada con ellos mismos.

Si solamente se les da unos cinchazos -como se usaba en otros tiempos- o se les quita algo, pensaran que usted es un tirano y empezaran a odiarlo y resentir a cualquier autoridad.

La mayoría de las personas creen que los niños entienden y son educables a partir de los 10 años, cuando ya los ven grandecitos. Grave error. A esa edad ya deben estar educados, y el trabajo de los padres es ir reforzando esa educación con las variables nuevas que van apareciendo a lo largo de su vida de hogar, escolarización y socialización, por mencionar algunas.

Como padres, es muy fácil perder autoridad ante nuestros hijos. Y reconquistar este terreno puede llevar mucho tiempo. 

Sucede cuando no somos estables en los límites que ponemos, cuando decimos no y luego cambiamos a sí. También, por supuesto, cuando los niños nos sabotean con el cónyuge que sí les apoya o con un llanto

Límite es la palabra clave. Para que los límites sean claros debemos de ser confiables al ponerlos, por ello de pequeños empezamos con pocos pero bien claros y contundentes.

Es fundamental ayudarles a promover los buenos hábitos, y eso se logra dando el ejemplo. Si quiere que sus hijos se levanten temprano, tendrá que sacrificarse usted y levantarse temprano también. Luego llegará un momento, cuando tengan alrededor de los 9 o 10 años, que hasta les puede poner un despertador y ellos solos se levantarán al sonido del mismo.

Pero no todo es cuestión de instalar una disciplina militar en la casa, porque convertirse en padres inflexibles tampoco sirve, y mucho menos si lo hace de repente, sin tener un entrenamiento previo. Porque además de la disciplina debe haber amistad, cariño, compartir juegos, experiencias y conversaciones con nuestros hijos, lo cual va generando empatía. Eso sí, hay que dejar claro que no es una amistad sin límites sino que lo que usted ejerce es una autoridad amistosa. 

Hay que olvidar las frases trilladas como “Es así porque lo digo yo…”

Todo pasa por “escuchar para que nos escuchen” para imponer la autoridad desde la empatía.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades. 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.
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viernes, 7 de junio de 2019

Hoy 7 de Junio se celebra el Día Mundial de la inocuidad de los alimentos


Por Compartiendo mi Opinión
Inocuidad: Cualidad de inocuo. Inocuo que no hace daño

La Comisión del Codex Alimentarius en su 39º período de sesiones, celebrado en 2016, acordó por unanimidad promover una propuesta relativa a la proclamación de un Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos con carácter permanente en el marco de las Naciones Unidas.

La Conferencia de la FAO en su 40º período de sesiones, celebrado en julio de 2017, aprobó una resolución en la que respaldaba la proclamación de un Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, y la Organización Mundial de la Salud manifestó su apoyo en diciembre de 2017.

En diciembre de 2018, la Asamblea General declaró el 7 de junio como el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos.

El 13 de febrero de 2019 se celebró Primera Conferencia Internacional FAO/OMS/Unión Africana sobre Inocuidad de los Alimentos, en Addis Abeba (Etiopía), donde sus participantes subrayaron el papel fundamental de la inocuidad alimentaria en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Además, destacaron los cambios que se estaban produciendo en el clima y en los sistemas mundiales de producción y suministro de alimentos; así como la necesidad de potenciar el papel de los consumidores suministrando información datos con base empírica y educación sobre salud y nutrición.

Datos destacables*

· El acceso a alimentos inocuos y nutritivos en cantidad suficiente es fundamental para mantener la vida y fomentar la buena salud.

· Los alimentos insalubres que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer.

· Se estima que cada año enferman en el mundo unos 600 millones de personas –casi 1 de cada 10 habitantes– por ingerir alimentos contaminados y que 420.000 mueren por esta misma causa, con la consiguiente pérdida de 33 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD).

· Los niños menores de 5 años representan un 40% de la carga de morbilidad por enfermedades de transmisión alimentaria, que provocan cada año 125.000 defunciones en este grupo de edad.

· Las infecciones diarreicas, que son las más comúnmente asociadas al consumo de alimentos contaminados, hacen enfermar cada año a unos 550 millones de personas y provocan 230.000 muertes.

· La inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria están inextricablemente relacionadas. Los alimentos insalubres generan un círculo vicioso de enfermedad y malnutrición, que afecta especialmente a los lactantes, los niños pequeños, los ancianos y los enfermos.

· Al ejercer una presión excesiva en los sistemas de atención de la salud, las enfermedades transmitidas por los alimentos obstaculizan el desarrollo económico y social, y perjudican a las economías nacionales, al turismo y al comercio.

· En la actualidad, las cadenas de suministro de alimentos atraviesan numerosas fronteras nacionales. La buena colaboración entre los gobiernos, los productores y los consumidores contribuye a garantizar la inocuidad de los alimentos.

* Fuente: ONU
    

sábado, 25 de mayo de 2019

El Importante papel de la mujer en la historia. Emily Roebling pieza clave en la construcción del Puente Brooklyn

Tomado de The Daly Dose 
presentado por Matthew Buchanan, 
traducción libre Luis Montes Brito 
Cuando Emily Warren visitó a su hermano (el comandante del Quinto Cuerpo del Ejército), en su campamento militar durante la Guerra Civil, tuvo la suerte de asistir a un baile militar, y allí se encontró bastante sorprendida con un joven oficial.

El joven oficial obviamente también se enamoró de ella: "La belleza de algunas personas no reside en los rasgos físicos, sino en la expresión que el rostro adopta bajo las diversas emociones", escribió Washington Roebling a su hermana. "Ella es una conversadora muy entretenida ..."

Resultó que el joven oficial era el hijo de John Roebling, el pionero de los puentes colgantes que planeaba un inmenso puente sobre el East River de Nueva York. El cortejo no tomó mucho tiempo: Emily Warren se casó con Washington Roebling justo cuando la guerra terminó en 1865 e inmediatamente partieron hacia Europa para su luna de miel. El viaje también le brindó a Washington la oportunidad de investigar métodos de construcción subacuática, particularmente formas de evitar contraer "las curvas" cuando resurgen desde las profundidades, lo que ayudaría inmensamente al proyecto de su padre.

Cuando regresaron, la construcción del puente de Brooklyn estaba empezando formalmente. John Roebling, el padre de Washington, estuvo muy activo en un proyecto colosal, cuidando cada detalle en el lugar de trabajo todos los días, pero prontamente se produjo un desastre: un remolcador le aplastó el pie y John Roebling murió de tétanos 17 días después.

El joven Washington inmediatamente asumió el proyecto de su padre, descendiendo regularmente por debajo de la superficie del río para inspeccionar las bases de los muelles del puente, pero al poco tiempo Washington también se enfermó, por la enfermedad de descompresión, la misma que había estudiado en Europa y que contrajo mientras trabajaba en las profundidades del East River.

John Roebling estaba muerto y Washington Roebling ahora era un inválido, débil y además se cansaba fácilmente, por lo que solo podía supervisar la construcción desde una ventana de su casa de Brooklyn Heights.

¿Quién tomaría las riendas del liderazgo para este inmenso trabajo?

Emily Roebling, la joven esposa de Washington comenzó a tomar abundantes notas sobre lo que su esposo le dijo que aún estaba por hacer. Estudió los problemas técnicos y aprendió sobre la resistencia de los materiales, el análisis de tensión, la construcción de cables y el cálculo de curvas de catenaria. 

Ella inspeccionó el lugar de trabajo todos los días y transmitió las instrucciones de su esposo a los trabajadores y respondió las preguntas que tenían. Finalmente, muchos empezaron a sospechar que ella era la verdadera inteligencia detrás del puente.

Un competidor de Roebling, Abram Hewitt, lo admitió. Cuando el Puente de Brooklyn finalmente se completó, lo llamó "un monumento eterno a la abnegada devoción de una mujer y de su capacidad para esa educación superior de la que ha estado inhabilitada por mucho tiempo... El nombre de Emily Warren Roebling será... inseparablemente asociado con todo lo que es admirable en la naturaleza humana y todo lo que es maravilloso en el mundo constructivo del arte".

Un día como hoy 24 de mayo de 1883, el puente se abrió oficialmente en medio de un frenesí de ceremonias que celebran este triunfo de la ingeniería. Cuando los obreros de la construcción alzaron sus sombreros y aplaudieron, fue Emily Warren Roebling quien cruzó el nuevo puente de Brooklyn en el primer carruaje abierto, llevando a un gallo regordete para simbolizar la victoria. El presidente Chester A. Arthur y el gobernador Grover Cleveland, acompañados por un contingente de bandas de música, cruzaron desde el lado de Manhattan para encontrarse con ella.

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: ALIMENTACION Y SENTIMIENTOS


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
Las películas, especialmente las de la factoría de Hollywood, suelen retratar a la mujer angustiada con ciertas características estereotipadas.

Una de ellas, quizás la más trillada, es la de la bella protagonista llorando frente al televisor mientras consume compulsivamente un bote de grasienta comida china o medio galón de helado como si no hubiese mañana. ¿Mito o realidad? Realidad.

Es así, sin vueltas. En la mayoría de las personas, el comer proporciona tranquilidad, sosiego. Probablemente, si queremos buscar una explicación, se deba que al nacer el hecho de ser alimentados nos produce consuelo y satisfacción. Sin embargo, si la angustia o el estrés crecen, nuestro apetito se vuelve incontrolable.

La “terapia” de la comida puede que tenga un efecto inmediato, pero también de duración efímera, ya que el comer produce angustia y ansiedad. Solo en contadas personas la tensión y depresión conllevan a la pérdida de apetito.

El famoso dicho “comer es un placer” obedece a razones químicas. Es decir, todo el control lo tiene nuestro cerebro y no el estómago. Al ingerir alimentos, nuestras neuronas segregan una hormona llamada dopamina, que está asociada con el sistema del placer del cerebro y hace que no podamos controlarnos. Por supuesto que se puede revertir la situación y recuperar el control…

Generalmente, lo ideal es abordar estos problemas conjuntamente con un dietista, ya que ellos orientarán a las personas a comer el tipo de comida adecuada para mantener la saciedad y evitar desequilibrios. Básicamente es importante consumir bastante proteína, muchos vegetales y seguir una alimentación que contemple al menos cinco tiempos de comida. Pero todo este esfuerzo puede quedar en la nada si ante una situación de crisis o ansiedad, el consuelo es un atracón para apagar nuestros berrinches y tristeza. Recuperar la alegría a través de la comida es como querer apagar un incendio con gasolina.

Desde mayo de 2013, cuando se publicó la quinta actualización del Manual de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales (DSM-5) por parte de la American Pychiatric Association de Estados Unidos, esa situación tiene nombre científico: en el manual se le reconoce como Trastorno por Atracón (binge eating disorder).

Una de las claves está en nuestras hormonas. Así lo explica la doctora Marta Garaulet, quien además de ser catedrática de Fisiología y Nutrición de la Universidad de Murcia (España) y profesora visitante en Harvard, es la autora del libro “Pierde peso sin perder la cabeza”. Según la española, “si el estrés es puntual prima la respuesta de la adrenalina sobre el cortisol, lo que hace que disminuya el apetito y además se produzca movilización de grasa del organismo. Pero si el estrés es crónico, en la respuesta fisiológica a este estrés prima el cortisol frente a la adrenalina, por lo que aumenta el apetito y además se acumula más grasa en el tejido adiposo abdominal que es dónde tenemos más concentrados los receptores a cortisol”.

Estas patologías, llevadas al extremo, están relacionadas o bien con la bulimia y la anorexia o con la obesidad. En la bulimia se come en exceso y luego la persona recurre al vómito o al uso de laxantes para expulsar la comida. En la anorexia directamente se come muy poco y hay un temor excesivo a subir de peso aunque sea solamente unas onzas. Ambas son partes de los trastornos alimenticios que tanto han golpeado a las adolescentes y jóvenes en todo el mundo y para las cuales hay clínicas especializadas de rehabilitación. Por el contrario, el comer compulsivamente como antídoto de la ansiedad es igualmente dañino porque conduce inexorablemente a la obesidad: se cae en un círculo vicioso, pues a más comida hay, más culpa de comer... Y eso produce más apetito y luego más depresión, además de complicaciones físicas y psicológicas como aumentar el riesgo del colesterol alto, la presión sanguínea alta, la diabetes, enfermedades de la vesícula biliar y cardiopatías.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

lunes, 20 de mayo de 2019

Hoy 20 de Mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas

Por Compartiendo mi Opinión 
Celebrar el Día Mundial de las Abejas cada 20 de mayo contribuirá a atraer la atención sobre el papel esencial que desempeñan las abejas y otros polinizadores para mantener sanas a las personas y al planeta. Es una oportunidad para que gobiernos, organizaciones, la sociedad civil y los ciudadanos interesados en cualquier lugar promuevan acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia y diversidad, y apoyen el desarrollo sostenible de la apicultura. 

La fecha para esta celebración se eligió porque en ese día en el siglo XVIII en Eslovenia nació Anton Janša, un pionero de la apicultura moderna. Pertenecía a una familia de apicultores en Eslovenia, donde la apicultura es una importante actividad agrícola con una larga tradición. Janša elogiaba lo buenas trabajadoras que son las abejas y la poca supervisión que necesitan de su trabajo. 

La propuesta de la República de Eslovenia, apoyada por la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultores (Apimondia) y la FAO, para celebrar cada año el Día Mundial de las Abejas el 20 de mayo, fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017. 

El Día Mundial de las Abejas pretende dar a conocer el hábitat de los polinizadores y mejorar las condiciones para su supervivencia, de modo que las abejas y otros polinizadores puedan desarrollarse. 

La importancia de las abejas 

Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y los colibríes, se ven cada vez más amenazados por las actividades del ser humano. 

La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad, piedra angular en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Asimismo, sirven para alertarnos sobre los nuevos riesgos ambientales, indicando la salud de los ecosistemas locales. 

Los insectos invasores, los pesticidas, los cambios en el uso de las tierras y los monocultivos pueden reducir los nutrientes disponibles y suponer una amenaza para las colonias de abejas. 

Ahora que está de moda (otra vez) el tema de las abejas, su desaparición, sus consecuencias y la creación de abejas robots para la polinización, voy a intentar esclarecer un poco el porqué son tan necesarias las abejas en nuestra supervivencia. 

Como bien dijo Albert Einstein, las abejas son muy importantes para el desarrollo del hombre ya que sin ellas, el 60% de las frutas y verduras que hoy consumimos desaparecerían al no ser polinizadas. 

De las 100 especies de cultivos que abastecen el 90% de los alimentos del mundo, las abejas polinizan más del 70% de ellos. Además, polinizan más de 25.000 especies de plantas con flores. Sin estos insectos la actividad agrícola prácticamente desaparecería, lo que dejaría a muchas familias sin una fuente de ingresos. 

Una desaparición sistemática de la especie implicaría graves desequilibrios en la economía mundial, ya que están relacionadas con la generación de miles de millones de dólares anuales en productos agrícolas. 

Desde el 2000, se viene estudiando el problema del “Colapso de las colonias”, por el que una cantidad considerable de abejas obreras de una colmena desaparecen abruptamente. Las causas pueden ser un aumento de los depredadores o la llegada de enfermedades, como el virus de parálisis aguada de Israel. Los científicos también proponen como causas los cambios producidos en el entorno por los pesticidas y otras sustancias tóxicas. 

Algunas curiosidades sobre las abejas: 

Que para producir un kilo de miel, deben visitar alrededor de 10 millones de flores. 

Que una abeja obrera puede llegar a volar 800 km en toda su vida y sólo produciría media cuchara de miel. 

No atacan al hombre si no se les molestan. 

Las abejas se comunican entre ellas a través de sus sentidos: el olfato, expulsando feromonas (sustancias químicas a través de sus cuerpos); el sonido, para indicar la localización de los demás individuos o las posibles amenazas; y el gusto, con el que identifican la variedad de plantas disponibles. 

Las abejas son insectos realmente increíbles, no solo porque son los únicos animales del planeta que pueden producir miel y cera, sino porque dentro de sus colmenas viven en un complejo sistema social y están divididas en grupos que tienen funciones específicas: 

Las obreras: son hembras que tiene la función de buscar el polen y el néctar de las flores para tener su alimento, construir la colmena, defenderla de las posibles amenazas y limpiarla para que circule el aire. 

Los zánganos: son machos que cumplen con el deber de fecundar a la reina en los periodos fértiles, reparten el alimento (néctar) a las obreras y aportan su calor a la colmena. En invierno, cuando el alimento es escaso, son expulsados de la colmena y mueren de frío. 

La reina: es la gran madre de la colmena pues se encarga de poner los huevos fértiles. Ella mantiene el orden y guía al resto de las abejas en sus trabajos. Cuando una reina muere, las obreras escogen a una de ellas y la alimentan con jalea real hasta convertirla en la nueva reina. 

Para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible, las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como Día Mundial de las Abejas.