jueves, 26 de noviembre de 2020

Hoy 26 de Noviembre se celebra el Día Nacional de los Salvadoreño en el Exterior

Texto tomado de Wikipedia

Los salvadoreños en los Estados Unidos de América constituyen la mayor comunidad salvadoreña fuera de su país. Sus aportes conocidas como remesas familiares, son una de las principales columnas de la economía salvadoreña.


Aunque no existe un censo, para el año 2010, las estimaciones indican que dos millones y medio de salvadoreños residen fuera de su país, lo que implica que uno de cada cuatro salvadoreños está radicado fuera de las fronteras nacionales. Los cálculos del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, indican, un 94 % de la población salvadoreña en el exterior, reside en los Estados Unidos concentrándose principalmente en los estados de CaliforniaTexasNueva YorkMaryland y el Distrito de Columbia.


Durante las décadas de los años 1970 y 1980, centenares de miles de salvadoreños, abandonaron su país a consecuencia de la guerra civil que vivía El Salvador y de la grave crisis económica provocada por el conflicto bélico. Algunos de los lugares de destino de esta corriente migratoria fueron Estados Unidos, CanadáAustraliaCosta RicaMéxicoPanamáEspañaItalia y Suiza, hasta llegar a formar una numerosa comunidad salvadoreña en el exterior. Este fenómeno social ha impactado la política y la economía de El Salvador y ha tenido gran relevancia en la historia reciente del país centroamericano.

sábado, 21 de noviembre de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL NARCISO EN MI : SELFIES

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos



Un teléfono inteligente. Una locación. Una pose. Un click, una ráfaga de fotos. Un par de filtros, una aprobación, y a las redes…

 

Ese, básicamente, es el proceso completo de una selfie. Una palabra que irrumpió con fuerza en nuestro vocabulario y que grafica la acción de tomarnos un autorretrato.  

 

Casi nadie puede resistirse a la tentación de las selfies. En España se le llama postureo, es una forma de promocionar y reconfirmarnos a nosotros mismos que somos personas atractivas, especiales, que llamamos la atención y que gustamos. Además, gracias a las redes sociales, hay una manera de medir y comparar esa aceptación y es en forma de likes.

 

Una buena cantidad de ellos nos pueden cambiar el humor. Una mala cantidad nos puede sumir en la depresión...

 

Cuando estamos de viaje buscamos la selfie más atrevida, incluso a veces arriesgando la vida, como múltiples casos de personas -278 hasta el año 2018- que han muerto al caerse de acantilados, balcones o ser atropelladas en su afán de la foto perfecta. Todo porque sabemos que una buena foto generará además comentarios como “qué bien”, “qué suerte” o “qué belleza” que nos provocan una sensación agradable. El resto del tiempo podemos ser simples mortales, pero nos hemos anotado un gol.

 

Quizás haya que aclarar que esto no es nuevo, es tan viejo como la naturaleza humana. De hecho, la vanidad es uno de los siete pecados capitales. Sin embargo, gracias a la tecnología ahora es muy fácil lograr que nos mire una cantidad considerablemente más grande que antes.

 

Todo está hecho para que luzcamos mejor. Los nuevos teléfonos, con sus maravillosos lentes y filtros, nos permiten además controlar nuestra imagen mejor que antes y publicamos lo que deseamos, lo que nos agrada y nos hace sentir gloriosos. Las selfies son el complemento perfecto del espejo. 

 

De esa ráfaga de fotos elegimos la mejor, le agregamos filtros y, de ser necesario, le quitamos arrugas o expresiones no deseadas hasta lograr la “perfección”.

 

Esto es el colmo de la vanidad. En artistas o gente de los medios podría justificarse, pero ellos llegan a abusar, creando expectativas falsas y que desmoralizan aún más a los mortales de a pie, quienes también pueden utilizar estos mecanismos para mejorarnos. Son síntomas de superficialidad en la que vivimos. Se valoran las mejoras externas y cada vez nos preocupamos menos de mejorar internamente: en conocimientos, en valores o calidad de seres humanos. Nos hemos vuelto más frívolos.

 

Existe una pieza de humor gráfico -algunas la llaman meme- que retrata a la perfección la compulsión por las selfies. Muestran una foto del astronauta Neil Armstrong y dice “Fue a la Luna y tomó cinco fotos”. Le sigue otra de una jovencita con la leyenda: “Fue al baño y tomó 36 fotos”. Aunque parezca increíble, a esa patología la llaman “selfitis”, aunque la Asociación Americana de Psicología (APA)  no la reconoce como una enfermedad.  

 

Sin embargo, un estudio publicado en la International Journal of Mental Health and Addiction en la que los investigadores Janarthanan Balakrishnan (Escuela de Administración Thiagarajan, India) y Mark Griffiths (Universidad Nottingham Trent) concluyen que “el deseo obsesivo compulsivo de tomarse fotos y publicarlas en las redes sociales es una manera de compensar la falta de autoestima y llenar un vacío en la intimidad”.

 

La obsesión por las selfies y el culto a la imagen nos hace vulnerables, pero también dificulta más las relaciones humanas verdaderas, el ser y aceptarnos tal como somos. Demostrar que si queremos mejorar, debemos esforzarnos desde adentro, con tenacidad y no solamente aparentando muchas veces lo que no somos.

 

Algo importante: queremos vernos bien no solo por autocomplacencia, ya que ésta se queda corta si no la compartimos. ¿De qué sirve tener zapatos bonitos, autos lujos, maquillajes, viajes exóticos si no podemos hacer que se entere el mundo?


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DESCUBRE EL EFECTO FOMO Y SI LO PADECES

Si alguna vez sientes que te estás perdiendo algo de lo que el resto disfruta, puede que sea normal. Pero si vives con esa sensación permanente entonces eres una víctima del Síndrome FOMO (Fear of missing out).

Se trata de una necesidad constante de estar conectado y revisando las redes sociales para enterarse de las actividades que hace el resto de nuestro círculo y así no perderse de disfrutar algo. 

De esta práctica, obviamente enfermiza, surge un claro elemento: el miedo a la exclusión. 

Por ejemplo, comprobar que nuestros amigos tienen un plan mejor que el nuestro para el fin de semana provoca una sensación de estar perdiéndonos algo. Surge, inevitablemente, una comparación en la que siempre la vida propia resultará menos interesante que la ajena. Eso genera frustración, ansiedad, stress y tensión.

No se trata de una enfermedad nueva, pero sí hay que reconocer que la tecnología y las redes sociales la han amplificado. En mi forma de ver, tiene que ver con el deseo de participar en todos los eventos sociales y conocer a mucha gente, sobretodo de alto rango social que manifiestan muchas personas. 

Antes, cuando no existían los teléfonos inteligentes, todo era más lejano. Se relacionaba más con indagar todos los eventos sociales existentes -desde bodas a bautizos- y tratar de pertenecer a ellos. Muchas personas leían de cabo a rabo los eventos de la sección sociales de los periódicos y muchas revistas que retrataban la vida de personajes famosos y adinerados.

Hoy la tecnología nos permite conocer todo esto en segundos y tener la sensación de que controlamos más estos mundillos, pero a la vez nos provocan la incertidumbre de perdernos de algo si no estamos en vigilancia plena y continua.

Con personajes, noticias y medios que se multiplican con una asombrosa velocidad, “perderse algo” cada vez es más probable, y por lo tanto más frustrante. 

Este fenómeno lo vemos mayormente entre adolescentes y jóvenes. Es lógico: de alguna manera tienen más tiempo y, a la vez, menos vida propia o grupo familiar al cual sentirse atados y obligados a mantener y atender. 

Alguien puede estar pasándola genial en su casa, ya sea disfrutando de un libro, de una película o una cena exquisita, pero un post en Instagram de alguien cercano -quizás de viaje o en un restaurante- le cambiará por completo el panorama y la angustia y la ansiedad se apoderan de esa persona.  
 
En la medida que seamos más inseguros, será más fácil que tratemos de integrarnos de alguna manera a toda esta actividad y grupos a los cuales quizás ni siquiera pertenecemos, pero el miedo a la exclusión puede ser muy fuerte. 

Según un estudio, 3 de cada 10 personas de entre 13 y 34 años han experimentado esta sensación, y generalmente sucede cuando ven que sus amigos hacen cosas a las que no están invitados.

Gran parte de las causas se deben a la facilidad para presentarnos -y comprar- un mundo más maravilloso y deslumbrante de lo que la realidad suele ser. 

La fantasía de vivir en un universo de emociones fuera de lo común engaña a aquellos que no se dan cuenta que la realidad es bastante más monótona de lo que queremos creer. Y esto conlleva muchas veces al uso de factores externos como alcohol, drogas, juegos de azar, ludopatías, comilonas y todo en exceso.
 
Para contrarrestar este síndrome debería de regularse el uso de la tecnología, con aumento de los acontecimientos de vida del individuo que se ha aislado de su mundo real para vivir de una forma virtual. Eso ocasiona, muchas veces, un olvido total de su propia higiene personal, alimentación y vida escolar, laboral y social. Por eso es necesario acompañarlo, además, de una terapia adecuada.

Por supuesto, también influye el mundo de la publicidad y el marketing, los cuales nos hacen sentir que siempre nos falta algo para ser felices y nos convierte en seres insaciables.  Es la forma de vender, de crear expectativas para que siempre parezcamos incompletos y necesitemos consumir lo que el marketing anuncia. 

En ese sentido, somos carne de cañón para el gasto descontrolado de objetos que rápidamente nos dejarán de satisfacer. Porque así es: pronto crean la necesidad de seguir buscando algo más para ser felices, cuando en realidad muchas veces tenemos todo para serlo. 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
 
Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 


sábado, 24 de octubre de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR. EL CRIMEN VISTO DE REOJO: INCESTO

El incesto es un crimen mucho más común de lo que se cree. Someter a una relación sexual -o incluso el abuso- a personas de nuestro propio círculo familiar se da con una frecuencia alarmante y en todo tipo de estratos sociales. 

En muchas culturas se ha considerado que los parientes, especialmente los hijos, son parte de nuestro patrimonio. Por lo tanto pueden ser “utilizados" como si de una posesión se tratara. Entre las tipologías podemos observar que algunas son de poder, otras de derecho sexual, de posesión, otras de seudo-pareja o incluso de buscar en los niños del núcleo familiar lo que creen que no obtienen de sus parejas.

También es propiciado por vivir en espacios muy pequeños, por el hacinamiento y, sobre todo, por falta de cultura y respeto sobre los seres humanos más desprotegidos. 

En Estados Unidos, cada minuto es violada una mujer, organismos feministas calculan que una de cada cuatro niñas en el rango de 0-12 años ha sido víctima de incesto. En México, 7 de cada 10 agresiones sexuales son cometidas por conocidos, el 35% de ellas por familiares. Cifras que asustan.

El proveedor, que solía ser el hombre, era visto como una especie de Dios, de poderoso e irrefutable al que todo se le permitía. Algo ha empezado a cambiar. Coincide, además, con que las mujeres han entrado a la economía y a empezar a ver por sus derechos que este papel autoritario ha sido cuestionado. En países como China, Japón y Rusia, por citar tres ejemplos, las relaciones incestuosas no están penadas pero el matrimonio civil tiene restricciones.

Hay muchas mujeres que dan mucho valor a una pareja, aunque sean ellas quienes lo mantienen. Existe, incluso, una modalidad de incesto que consiste en ofrecer al patrón de latifundios a nuestras hijas y se justifica que el primero debe ser el padre que la ofrece. 

No es tan sencillo detectar un caso de incesto en la familia. Existen pactos de silencios preservados por los que creen que es un derecho del proveedor hasta los que callan por vergüenza y miedo. Por otro lado, la autoridad no da muchas salidas, ya que en el mejor de los casos aislarán a la víctima del medio, pero solo para caer en las tutelares u hospicios en donde tampoco existen buenas condiciones. 

Todo esto, obviamente tiende a condicionar la armonía familiar. Pero solo a veces. En otros, no influye para nada el hecho, ya que los integrantes echan un velo de oscuridad sobre el asunto y es como si no pasara nada. Es decir, no se habla de él, por lo tanto no existe.

Por eso es más duro para las víctimas. El incesto puede darse entre hermanos, primos o cualquier familiar que aprovecha una situación de indefensión de sus víctimas. A veces, en nombre de la armonía familiar es que se le hace callar a la víctima, que incluso queda con una extraña sensación de culpabilidad. 

Las consecuencias en el abusado son variadas y complejas: mucha tristeza, baja autoestima, culpabilidad, depresión, problemas para dormir y regresiones a etapas más tempranas, como volver a orinarse en la cama o chuparse el dedo. También suelen autolesionarse, llegando incluso a manifestar el deseo de no vivir e intentar quitarse la vida. 

Aún si se tratase de la relación con un padrastro o si la víctima es un hijo adoptivo, si bien no puede describirse como incesto, la situación es igualmente condenable. Puede que no lleven la misma sangre, pero la falta no por eso es menos grave. El círculo familiar, ese núcleo que debería estar protegiéndole, es el caldo de cultivo de las vejaciones. 
 
Hay muchas parejas que prefieren hacerse “los del ojo pacho” para no perder al depredador prefiriéndolos por sobre sus propios hijos. En el país ya se han dado casos de niñas que han sido echadas de su casa por sus madres debido a que el padrastro las ha abusado, e incluso embarazado, aduciendo que han tenido conductas provocadores imposibles de resistir por los depredadores. 

El incesto es un crimen y debe detenerse, aunque para eso se necesite mucho valor. Hay víctimas, hay victimarios, pero también cómplices. 
Acerca de la Dra. Mendoza Burgo 
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www.dramendozaburgos.com 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España. 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador. 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.  

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad. 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 10 de octubre de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: IDENTIDAD: COMO SE FORJA



Varias veces me han preguntado por la identidad, sobre todo si ésta ya viene incorporada a nosotros y es inalterable o, por lo contrario, si la vamos construyendo en el camino. Definitivamente, nuestra identidad cambia y se va modelando con todas las interacciones que realizamos con el ambiente, con otras personas y con todo aquello que introducimos en nuestras mentes. Por eso, al final, termina siendo un rasgo único, un sello inequívoco que nos identifica.  

Una cosa somos al nacer, y otra en lo que devenimos… Ya lo explicaba el escritor colombiano Gabriel García Márquez: “Sus madres los alumbran: la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez, a modelarse, a transformarse, a interrogarse (a veces sin respuesta) a preguntarse para qué diablos han llegado a la tierra y qué deben hacer en ella.”

Sin duda que una persona que está aislada será menos flexible de mente que alguien que explora más el mundo. Es así como lo que se aprende en la enseñanza formal de cada país incidirá en el crecimiento de la identidad tanto individual como social. 

Sin embargo, otros factores -especialmente culturales- acabarán cincelando nuestra identidad particular hasta convertirla en única. “Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río. El río fluye constantemente y nosotros cambiamos inevitablemente con él”, escribió Heráclito. 

Es evidente que influye pertenecer a una determinada etnia o grupo socio-cultural, al menos en el aspecto nuclear. Porque si un individuo de una etnia es criado y crecido en un ámbito diferente, irá forjando su identidad como un nuevo producto híbrido entre su cultura original y la cultura social en la que está inmerso. 

No es lo mismo un paquistaní que nunca ha salido de Karachi a otro connacional que se crió y estudió en Inglaterra. Tampoco será igual la identidad de un salvadoreño que vive en una zona rural a la de otro que decidió emigrar y que ha vivido fuera de su país por más de una década. 

Como individuos podemos tener una identidad individual, que será regulada por la identidad social imperante en donde nos encontramos. Por ejemplo, en la cultura latina no se ve tan mal conducir en estado de ebriedad. Sin embargo, en otros países es altamente penalizado ya que se considera que un ebrio al volante es una potencial arma de destrucción. Por eso a los latinos les cuesta entender que en países sajones esto sea una grave infracción.

Eso sí, los latinoamericanos tenemos un sentido fuerte de pertenencia. Pero en países pequeños como el nuestro, en donde los gobiernos no se han preocupado de hacer crecer este sentido de pertenencia de manera adecuada, puede que sea menor. Por ejemplo, a los salvadoreños les será más fácil aclimatarse a otras nacionalidades con un arraigo más fuerte. Podemos sufrir también una crisis de identidad, y dependerá de nosotros que imitemos o rechacemos esos aspectos de nuestra identidad original. La identidad es mucho más un carnet, un pasaporte o un DUI que contiene los datos personales. Somos lo que representamos. Ni más ni menos que nuestro ADN.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades. 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 26 de septiembre de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DE PROFESION INFLUENCER


Cuando uno está rellenando un formulario electrónico y llega al ítem “profesión”, un amplio abanico de opciones aparecen en el menú, desde médico a abogado, desde contador a sacerdote, desde ingeniero a profesor… Sin embargo, en ese enorme listado no aparece aún el término “influencer”, la profesión de moda. ¿Qué son los influencers? Pues son personas, generalmente jóvenes, que conocen muy bien lo tecnológico, el manejo de redes y el uso de cualquier App digital para crear ilusiones, situaciones, formas de conducta y de vestir. Son personas que influyen, o que intentan influir al resto, condicionando sus gustos y sus consumos. Marketing digital le llaman.

La mayoría crean ilusiones, viven de su imagen y aparentan tener una gran autoestima. Se venden como inteligentes, elegantes y muchos incluso se arriesgan y hasta pierden la vida tratando de tener un número de seguidores. El número de followers es fundamental. A mayor cantidad, mayor alcance… Y por lo tanto mayor cotización. En ese juego, atrapados por sus publicaciones, caen generalmente idealistas e ilusos que desean copiar y admiran a estos influencers que les marcan tendencias y tratan de imponer modas.

Más de 20 millones de personas trabajan como influencers en todo el mundo. Son muchos, pero no todos pueden dedicarse. Lo que sobran son aspirantes. Obvio: se gana mucho dinero y se trabaja poco, además de que no se necesita un título universitario. A veces ni siquiera es necesario saber escribir sin faltas de ortografía o errores de puntuación, ya que un community manager lo hará por él. Cada publicación tiene precio, y poco importa si algunas veces esos mensajes son engañosos.

En un mundo donde muchos jóvenes sueñan con tener dinero fácil y pronto, el rol de influencer se cotiza alto. Pero para eso se necesitan seguidores en las redes, y eso -a menos que sea un personaje muy famoso-, y eso se consigue con escándalos, fotos provocadoras o información engañosa.

Es evidente que los medios están haciendo a los jóvenes cada vez más fatuos. Los países y gobiernos hacen cada día más difícil destacar y ganar dinero de forma adecuada. Es decir, a través del esfuerzo, la perseverancia, el estudio y el ahorro. Veamos, una señorita con escote profundo -ya con un nombre en los medios de comunicación- ganará más dinero con un solo post en Instagram promoviendo una bebida que una cajera de un supermercado en un mes entero de salario.

Nos inundan con anuncios, y ahora también con posteos en las redes, de lo que se puede comprar y la gente no tiene aparejados sus deseos con su poder adquisitivo. Nos hacen envidiar a los que tienen, ya que lo gastan de forma desmedida. Claro, a ellos no les cuesta obtenerlo. ¿Pero qué clase de influencia positiva pueden ejercer las Kardashian? Una de ellas, por ejemplo, se hizo famosa por publicar un video sexual de ella y su novio. Pero somos, en general, muy influenciables. Nos hacen ver todo fácil, bonito y lujoso, pero vivimos en otra realidad.

Lo peor de todo es que no solo nos influencian para comprar una u otra marca de productos, sino que nos llevan a imitar retos peligrosos y estilos de vida que nada tienen que ver con nosotros. Aunque no sería extraño que pronto comience la decadencia. Según un estudio de Bazaarvoice en Europa, la mitad de los consumidores están cansados de los mensajes repetitivos y de baja calidad que publican los perfiles más seguidos en las redes sociales. Cuatro de cada cinco usuarios confía más en la opinión de un cliente anónimo que en un influencer. Cuando el público sabe que el personaje se mueve por dinero, la publicidad deja de funcionar.

Yo me permito dudar de los influencers. Si fueran gente buena y transparente no serían influencers sino aburridos y poco populares. Hay algunos, como Kim Kardashian, que está buscando ser tratada mejor en medios por sus detractores, entonces organiza eventos y ayuda a alguien a salir de prisión o dar algún discurso legal. Pero lo que realmente les vale es el dinero que han hecho y el poder que este dinero les da.

No tengo dudas que hay personas que realmente influyen en la vida de los otros, pero seguramente no serán ni tan famosos ni se hacen llamar influencers. Simplemente aplican la educación, los valores y la comunicación para dejar su sello, y ahí poco importa si tienen 800,000 seguidores en Instagram o si son lo suficientemente cool para lograr 400k likes en un par de horas.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades. 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 12 de septiembre de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PAREJAS Y CONFLICTOS: "CUANDO EL AMOR NO BASTA "

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos 

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Aunque las estadísticas puedan ser contradictorias, la sensación es que cada vez vemos más parejas que se separan o se divorcian.

Quizás todavía tengamos presente aquella suntuosa boda a la que fuimos invitados, pero de ese derroche de felicidad solo queda el recuerdo plasmado en un video o en las fotografías, porque ante la primera crisis seria el matrimonio no pudo resistir. Y el “hasta que la muerte los separe”, pronunciada por el sacerdote, se volvió volátil y endeble. 

 

Es cierto que no todos los conflictos de pareja terminan en separación, pero los nubarrones a lo largo de la vida conyugal son casi inevitables. En todo caso, será la madurez de la pareja lo que los mantenga a flote.

 

Según cifras recientes que publica la revista Time, en los años 70 y 80, el índice de divorcio en Estados Unidos llegaba hasta el 50% de los matrimonios, y en la actualidad ronda el 40%. Ahora nos divorciamos menos, pero probablemente sea porque muchas parejas ni siquiera llegan a casarse y prefieren la convivencia.

 

Una de las principales fuentes de conflictos radica en el poco conocimiento de uno y otro. Durante la época de noviazgo se procura “ocultar" los defectos y “potenciar” las virtudes de cada uno, pero así se proyectan falsas personalidades o actitudes.

 

En realidad, lo que están viendo es una versión mejorada, elaborada con mucho esfuerzo, pero insostenible en el tiempo. Tarde o temprano aparecerá la verdadera personalidad de cada uno y el otro puede sentirse engañado.

 

También es bastante común pretender corregir a la pareja hasta convertirlo en algo que no es. Esto va desde intentar cambiar problemas de alcohol o drogas, ser muy enamoradizo, que lea más… El ideal es aceptar a la pareja con sus más y sus menos, tal como es. 

 

Otros aspectos que generan roces es la parte del manejo de los gastos, la monotonía, de cómo será la crianza de los hijos y a veces, incluso, si los tendrán o no.

 

Amparo Calandín, psicóloga española, cree que "una buena situación económica actúa como paliativo de muchos problemas”. Y lo fundamenta: “Si una pareja tiene posibilidad de pagar ayuda en casa, un buen colegio, disfrutar de unas buenas vacaciones, y solucionar el tema de la vivienda, todo será más fácil. También es cierto que si la relación entre los miembros no funciona, no hay dinero que lo arregle".

 

También influye si son de diferentes religiones. Aun en los aspectos que parezcan iguales, pueden terminar por aburrirse.

 

Hay una etapa de enamoramiento ciego, algo así como una “luna de miel”, en que todo parecerá perfecto… Pero ese efecto se va diluyendo. A menor edad y menos experiencia, mayor será la etapa de ceguera.

 

Un elemento que puede ocasionar conflictos constante son los celos, sobre todo en personas que los llevan al extremo y desconfían absolutamente de todo. Además, hay personas que eligen parejas muy atractivas y poco estables, pensando que en el camino cambiarán su forma de ser y aquellos cuyos celos no terminan aun cuando la pareja, vive una vida reclusiva.

 

La llegada de un bebé puede provocar un vuelco importante en la relación. En un principio podría parecer que mejora, pero si -y sólo si- al menos había un deseo de tener un hijo. De lo contrario, lo más probable es que se rompa totalmente la pareja.

 

No existe una pareja que no haya tenido conflictos, el tema es cómo los han superado.

 

A veces, un capítulo cerrado es un paso gigante a la maduración como pareja. En otras, sin embargo, es un antecedente que queda flotando y que no se resolverá a menos que hagamos algo drástico.

 

Esto tiene bastante que ver cuando esperamos demasiado de la relación o incluso cuando la idealizamos, a tal punto de pasar del amor al odio sin escalas.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Consultas on line

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.