sábado, 24 de septiembre de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: HABLEMOS DE BEBER Y DROGAS CON NUESTROS HIJOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Entre los 13 y los 14 años, la mayoría de los adolescentes de América Latina reconoce que ha probado por primera vez una bebida alcohólica. El promedio es más o menos similar al de otras partes del mundo, sin importar demasiado los controles por restricción de edad en los diferentes países, ya sea para la compra o el consumo del alcohol. Las cifras, obviamente, asustan. 
Si bien para muchos representa una declaración de rebeldía, un acto de “jugar a ser mayor de edad” y no pasa de eso, para otros es el inicio de un tortuoso camino a la adicción. Es que a esa edad el cerebro es muy vulnerable. Además, el sistema nervioso central, aún en desarrollo, no puede asumir sin interferencias la ingesta de una sustancia que lo deprime y lo daña. Y entonces el adolescente entra en un laberinto lleno de falsos pasajes que no conduce a otra cosa que a la perdición. 

Por eso es tan importante la gestión de los padres. Lo ideal es que durante la adolescencia nuestros hijos no consuman alcohol, nada. Realmente cuando más tarde en empezar, mejor. Sin embargo, eso sería lo ideal. Pero es muy probable que ellos empiecen antes a interactuar con la bebida, y más aún si lo han visto en nuestro hogar o son presionados -directa o indirectamente- por su círculo de amigos.

Más allá de si se beba o no en la casa, los padres deben abordar el tema con sus hijos desde muy niños y explicar las consecuencias. Mucho más, si en la familia hay bebedores compulsivos con antecedentes y que pueden haber provocado accidentes, intoxicaciones y un sinfín de casos más. Se debe hablar claro, dar ejemplos y conocer a los amigos de sus hijos. 

Recuerdo el caso del hijo de una profesora de inglés que tuve. Ella y sus hijos vieron una cartelera que decía “The Hangover”, !pero se puso de todos los colores cuando el hijito le preguntó por el significado de esa palabra!

Muchos recurren al alcohol para vivir experiencias nuevas, sobre todo porque el consumo excesivo desinhibe y es todo una tentación para aquellos más tímidos. Pero bajo esos efectos uno tiende a incurrir en conductas violentas e impulsivas. Según estudios, el consumo de alcohol en adolescentes “se correlaciona con la aparición de problemas familiares, problemas afectivos, problemas relacionales en su entorno y hasta de rendimiento académico”.

Hay otros que recurren al alcohol como símbolo de estatus. Cada vez es más común el caso de jóvenes que entran en la universidad, se intoxican con alcohol y sus compañeros, lejos de ayudarlos lo abandonan a su suerte.

Tarde o temprano comenzarán a beber, es parte de la naturaleza humana y disfrutar de una cerveza o de una copa de vino no está mal, pero es clave que lo haga con moderación y sin presiones. 

Antes era más probable que los adolescentes hombres bebieran y consumieran alcohol de manera excesiva y peligrosa que las mujeres de su misma edad. Ahora, esa relación se ha revertido. El consumo de alcohol ha disminuido más en los últimos años entre los chicos adolescentes que entre las chicas. 

Según la Organización Mundial de la Salud, casi 3 millones de personas en todo el mundo mueren como consecuencia del consumo de alcohol cada año, y los fallecimientos relacionados con el alcohol constituyen el 5% de la pérdida total de vidas en el mundo. De esa cifra, el 13,5 % de las muertes anuales corresponden a jóvenes. 

Aquí es importante la educación que uno haya recibido. Y cuanto más directos los padres hayan sido respecto a este tema -lo mismo que sucede con las drogas-, más posibilidades habrá de generar conciencia de la problemática. También influyen las amistades, pero si se le ha educado bien, ellos sabrán elegir mejores amigos y se alejarán de los focos nocivos.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 10 de septiembre de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS NIÑOS Y LA MUERTE

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

 

Si abordar el tema de la muerte es ya de por sí traumático para cualquiera, cuando se trata de explicarlo a niños o adolescentes se vuelve todavía más complicado. Sin duda es algo difícil de abordar, principalmente porque la incertidumbre es total. Nadie sabe por seguro qué pasa cuando morimos.

Podemos matizar usando eufemismos como "irnos”, “cambiar de cancha”, “mudarse”, “adelantarse en el camino” o apelar al "cielo", pero al final sabemos que la persona que muere hará falta por siempre. 

En el caso de los niños, se les debe explicar de forma sencilla. Debemos abordarlo con tranquilidad, pero también con valor. Se trata de no mentirle a los niños, que deben entender que no se volverá a ver vivo al que parte. Es más fácil hacerlo cuando ocurre con una mascota o con una persona no tan cercana, porque lo afrontará con más serenidad y le ayudará a comprender mejor. Si se trata de un hermano o un padre, la explosión de sentimientos pueden distorsionar todo. 

Aun así, los niños -y en algunos casos los adolescentes- perciben la muerte como algo transitorio y no tienen tan clara la idea de una partida total de este mundo. A veces, a esa edad, existe la magia de pensar que como en las películas o los cuentos la muerte es reversible y el abandono del cuerpo no es tan real. 

Sin embargo, más allá de cómo se aborde, siempre dolerá y generará desconcierto, por eso las religiones tratan de darle un sentido más esperanzador y alegre, ya que se plantean un retorno a la vida como ángeles o seres de luz, incluso hasta la resurrección en un futuro. En otras palabras, la religión nos da fe y esperanza en un mundo mejor después de la muerte. Pero todo se sustenta en la fe, ya que nada ha sido probado. 

A pesar de que la muerte se trata en los colegios tanto en las clases de ciencia como de religión, las primeras aproximaciones deben de ser dadas por los padres y el entorno familiar expresándonos con sencillez, sinceridad y aplomo para luego elaborar el duelo. 

En ese sentido, las muertes se pueden dividir en dos y las reacciones ante éstas difieren bastante. Por un lado están las muertes esperadas, aquellas que ocurren en una persona bastante mayor que ha completado su ciclo de vida, como podría ser un abuelito, o que atraviesa una enfermedad terminal y ha sido desahuciada. Es importante ir preparando al niño explicándole la gravedad de la situación, sin mencionar la muerte, pero avisando que la enfermedad es muy grave. 

Y por otro están las inesperadas o repentinas, que ocurren en la infancia, la adolescencia o en la edad adulta y llegan por sorpresa. Las últimas son las que más pueden marcar a un niño. Transmitir nuestra incredulidad y nuestro shock les ayuda a entender que todos, niños y adultos, necesitan un tiempo para asimilar lo ocurrido. 

Hay una estadística que es demoledora: se calcula que cuando un niño llega a los 18 años, ha presenciado cerca de 18.000 muertes en cuentos, películas, videojuegos o libros, por lo tanto tiene cierta familiaridad con el concepto. Pero es diferente cuando de la ficción se pasa a la realidad.

La primera experiencia directa de un niño con la muerte suele tener un impacto muy fuerte, más allá de que lo exprese o no con lágrimas. Puede que le genere miedo por su propia mortalidad, de perder a un padre o un hermano. Expresan este miedo enfermándose, con mal humor, con problemas para comer o dormir y con desinterés por los estudios. 

Por tratarse de un tema tan complejo, es probable que no tengamos todas las respuestas para sus inquietudes y no está mal admitirlo ante ellos. En todo caso debemos explicar que se trata de un hecho natural y que todos pasaremos por ello en algún momento, pero que mientras tanto hay una viva para disfrutar.
 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

domingo, 28 de agosto de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: ASPERGER

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

 

Cuando en 1943 el médico austríaco Hans Asperger desarrolló y presentó una serie de estudios sobre la neurología atípica en los niños jamás imaginó que su nombre pasaría a la posteridad. Es que por aquel entonces, en medio de la II Guerra Mundial, nadie le hizo demasiado caso. Además, sus escritos estaban en idioma alemán y nadie se tomó el trabajo de traducirlos. Y, por si fuera poco, parte del material acabó extraviado tras un incendio en su clínica. Por todas esas razones sus investigaciones permanecieron ignoradas por la comunidad psiquiátrica durante mucho tiempo.
De hecho, el término Síndrome de Asperger, en su honor, empezó a usarse recién en 1991 y entre las celebridades que lo padecen están el millonario Elon Musk, los actores Anthony Hopkins y Keanu Reeves, la activista Greta Thunberg, el director Steven Spielberg, el filántropo Bill Gates y la cantante Susan Boyle. 

Es uno de los trastornos del desarrollo, el cual suele cursar con inteligencia normal y tiene problemas más en el plano emocional, ya que se les dificulta expresar y entender emociones y puede derivar además con problemas del aprendizaje más específicos, como dificultades de lateralidad o desarrollo del lenguaje.

Se caracteriza por las dificultades que el individuo tiene en el ámbito de la comunicación y la interacción social. Las personas con síndrome de Asperger no presentan ningún déficit intelectual, pero sí se les complica relacionarse con los otros.

Tiene una base biológica y hay un componente hereditario. Es frecuente que existan más casos de trastorno del espectro autista en una misma familia. Se estima que aproximadamente dos de cada 10.000 niños padecen el trastorno. 

No es casualidad que este trastorno lo padezcan individuos con mentes brillantes, como algunas celebridades mencionadas arriba. Al centralizar más la atención en ciertos aspectos y de manera constante desarrollan más las capacidades que son de su interés y en las cuales resultan más brillantes.

Los ejemplos que conocemos como Greta Thunberg y Elon Musk son apenas parte de un conjunto más amplio y donde, definitivamente, el conocer sobre el problema y qué medidas seguir harán que algunos destaquen más que en situaciones en donde la familia no tiene idea de lo que ocurre con su hijo. 

El diagnóstico es importante, ya que si los padres ignoran esas señales podrán pensar que las dificultades de sus hijos son más problemas de inteligencia y como consecuencia de ello los pueden dejar de lado e incluso estigmatizados. Eso, por supuesto, no logra ninguna salida adecuada al problema. 

Algunos síntomas para tener en cuenta: tienen pocas habilidades sociales, presentan dificultades para mantener el ritmo normal de una conversación y generalmente no establecen contacto visual. Además, suelen tener conversaciones restringidas a un determinado tema. Generalmente hay que tener mucho cuidado a la hora de diagnosticar por el riesgo a encasillar bastante a los menores que lo padecen y sobre todo al poco conocimiento que existe. 

La mejor forma de tratar el Síndrome de Asperger es orientar a la familia y desarrollar una tabla de aspectos educativos a seguir. Pero más allá de eso es importante el trato que debe dárseles, ya que quienes presentan este trastorno pueden alcanzar total autonomía y una buena calidad de vida.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

 

sábado, 13 de agosto de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PADRES NIÑOS Y TELEFONOS CELULARES

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

El teléfono celular se ha convertido en mucho más que un teléfono. Se trata de un pequeño objeto de metal que nos comunica con el mundo, nos informa, nos provee de música, de películas. Es a la vez radio, televisión, libro, periódico, GPS, diccionario y cientos de funciones más… Demasiada tentación para olvidarnos de él por un par de horas. 

Sin embargo, desconectarnos de él en ciertos períodos es más que recomendable por nuestra salud mental y por el bien de nuestros hijos. Es fundamental que el tiempo que pasamos con ellos el teléfono celular no sea un elemento distractor, y mucho menos que interrumpan un buen momento familiar. Para los niños puede tener consecuencias graves. 

Psicólogos y otros expertos en desarrollo infantil han investigado a lo largo de los años cómo afecta a los niños el uso que sus padres hacen de las nuevas tecnologías y al mismo tiempo ayudar a las familias a mantener un uso responsable de los dispositivos digitales.

Hace unos años, el Centro Médico de Boston hizo un interesante estudio: observaron en detalle a 55 grupos de padres y niños pequeños mientras comían en restaurantes de comida rápida y se registraron los comportamientos de ambos, incluyendo la frecuencia con que los padres utilizaban sus teléfonos durante la comida. 

Los resultados fueron asombrosos. Encontraron que 40 de los 55 sacaron algún dispositivo móvil durante la comida, y mientras algunos sólo lo miraban brevemente. Alrededor del 40% estuvieron absortos en su pantalla durante toda la comida, ignorando por completo a sus hijos. Según consignan los investigadores de este estudio, los adultos que estuvieron enfocados en sus dispositivos, respondieron con más probabilidad con dureza a los niños, tanto física como verbalmente.

Cuando el niño intentaba conversar y el progenitor respondía a destiempo o con otro tema que no estaba en sintonía con lo que el niño decía, la respuesta a esta ignorancia se traducía en acciones para llamar la atención por parte del niño o la resignación total. 

Una investigación realizada por psicólogos de la Universidad de Essex, de otro tipo pero igualmente valiosa, encontró que la mera presencia de un teléfono móvil en la mesa -incluso aunque esté apagado- hace que los que están sentados alrededor de la mesa se sientan más desconectados, y mantengan conversaciones menos profundas y más centradas en temas de poca importancia por temor a ser interrumpido.

Definitivamente es un aspecto que los padres deben cuidar. La primera sensación que perciben nuestros hijos al ver a un progenitor pendiente de su smartphone es que ellos no son importantes y que no les atienden en lo que están hablando. Poco a poco copiarán este uso también, ya que este ha sido su ejemplo y lo verán como algo normal. 

Nada es más importante que nuestros hijos, por lo tanto ellos merecen aún más respeto que cualquier extraño que nos esté enviando un mensaje o ver un video viral de Tik Tok.

Se recomienda únicamente usarlo para contestar si es algo urgente y limitar la llamada al mínimo de tiempo posible. 

Además, será difícil que un padre adicto al teléfono imponga reglas a sus hijos, sobre todo en uso de dispositivos móviles. Aquí es cuestión de predicar con el ejemplo. De lo contrario, ellos dirán que es injusto y al final será complicado poder controlarlos. 

Más allá de lo nocivo que resulta para el grupo familiar el uso del teléfono en cuanto a la interrupción de las comunicaciones, hay otro detalle no menor. Lo peligroso que significa desatender a un niño, más todavía si es pequeño, por distraerse con el celular. Si usarlo en una comida se considera una falta de respeto, hacerlo en otras circunstancias (manejando, caminando, etc.) podría ser poco menos que un atentado y llegar a ser fatal. Se han dado casos de que por ir hablando por celular y no fijarse, los hijos se pasan una calle, se caen o provocan un accidente. 

Por todo esto, lo más recomendable es que los padres tengan su propio espacio para consultar el teléfono. Por ejemplo, levantarse antes que los niños para revisar el correo y los mensajes. Es fundamental mantener las comidas, hora de dormir o momentos en el vehículo libres de tecnologías, de manera de encontrar momentos que permitan a las familias charlar sin interrupciones.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

 

sábado, 2 de julio de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DROGAS Y ENFERMEDAD MENTAL

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Cuando vemos a personas con enfermedades mentales y además adictas a las drogas la primera duda que surge es cuál de los males vino primero. ¿Cuál fue provocado por el otro? En fin, un dilema similar al del huevo o la gallina. 
Evidentemente hay un vínculo fuerte entre el consumo de drogas -también en el alcoholismo- y la salud mental. Los individuos que por alguna razón -y suele pasar muy a menudo- han tenido problemas desde la niñez y la adolescencia y estos no han sido tratados adecuadamente suelen iniciarse tempranamente en el alcohol y/o drogas como una forma de sentirse mejor.

Personas con problemas del aprendizaje, de conducta de relación y/o afectivos encuentran en esos vicios la manera de soportar una vida en la cual no se sienten comprendidos. Y aunque en la mayoría de los casos tratan de hacer lo posible por mejorar, no lo logran debido a que realmente tienen un problema de salud no detectado.

Los problemas de salud mental que pueden ocurrir con el consumo de alcohol o de drogas incluyen depresión, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático (PTSD), esquizofrenia y otros más.

Por eso es importante tener en claro el concepto de patología dual. Es aquella en la que hay una causa primaria debido a la cual se ha asistido a consulta y/o a una emergencia por un detonante. Sin embargo luego, durante la historia médica o en los test subsecuentes, se detecta que existe algo más, ya sea el uso y abuso de tóxicos o una patología mental asociados al motivo de consulta.

En general, y desde mi punto de vista, suelen estar primero las necesidades de atención mental, aunque estas puedan pasar inadvertidas hasta que se presenta abruptamente una conducta detonante que puede ser un accidente de tránsito, un ataque de ansiedad, una intoxicación etílica e incluso un intento de suicidio. 

Si bien no existen muchos estudios genéticos en las enfermedades mentales, puede pensarse que existe la posibilidad que si una de estas patologías ha aparecido en los padres u otros parientes podría darse en hijos o familiares. Eso se detecta al hacer una buena historia médica con antecedentes familiares y antecedentes de embarazo y parto. Allí podrían detectarse problemas de salud mental, de aprendizaje, afectivos o de socialización. 

También importa conocer el nivel educativo, cultural y el estrato social, ya que cuanto más alto es el nivel se supone que tendrá más facilidades para detectar y tratar la existencia de estos problemas. Por lo general, dichos círculos suelen tener mejor atención en los embarazos y partos, también cuando asisten a los centros escolares estos serán mejores tanto en infraestructura, como contar con menor cantidad de alumnos, mejores profesores y más satisfechos de su labor y detección de problemas de forma más pronta y precisa. 

Una vez detectada una patología dual, será necesario en la mayoría de los casos tratar ambas al mismo tiempo. Muchas veces será necesario el ingreso hospitalario y una serie de tratamientos iniciando con la asistencia médica, uso de psicofármacos, talleres de terapia ocupacional, establecer rutinas y disciplinas como: yoga, meditación acompañados de actividad física regular y ejercitación.


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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 18 de junio de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: VICTIMAS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Es bastante común encontrar en nuestra cultura iberoamericana a personas que se hacen las víctimas y suelen sacar provecho de eso. Mediante el victimismo consiguen ganar la atención de los demás, evitan tomar decisiones, esperando a que otros resuelvan sus problemas. 

Al final consiguen aquello que esperan sin poner esfuerzo de su parte, y como si fuera poco, se sienten cuidadas y apoyadas. Esa victimización se convierte en una efectiva estrategia para querer evadir alguna tarea o rol que no les agrada. Claro, también podrá haber casos que no surgen de esa estrategia mencionada, sino que se trata personas que piensan que sus emociones vienen determinadas por las circunstancias de la vida y a ellos les ha tocado lo peor. 

Aunque simbólica, desde que nacemos, siendo bebés, utilizamos esta estrategia. Empiezan a llorar y no se detienen hasta que alguien llega a consolarlos. Una escena muy común, sobre todo en madres primerizas, es ver a abuelos u otros familiares intervenir debido a que el llanto del bebe "nos parte el alma". Y así se inicia la radiografía de aquel que se queja de todo, para evitar el ejecutar alguna tarea no deseada. 

Por lo general, estas personas tienden a exagerar lo negativo en detrimento de lo positivo. Eso les impide valorar las cosas buenas que les ocurren en su vida. Se preguntan: ¿Por qué a mí? Creen que el mundo está en su contra. Pero saben que eso tiene un beneficio: recibirán atención inmediata, gratificaciones no ganadas y el apoyo de alguien que se compadezca de nosotros. Siempre habrá un alma sensible, un corazón empático para ayudarnos. 

¡Con esta patología nos hacemos las víctimas para lograr nuestros objetivos. Es irónico que esto se de en una sociedad que desvirtúa a las verdaderas víctimas, ya que desde esa perspectiva y del lado contrario se puede acallar a víctimas verdaderas cuando se quejan o expresan una situación realmente importante. 

Eso ha generado una cultura del victimismo, que además puede resultar muy efectiva en ciertos momentos. Veamos recientemente el caso de las celebridades Jhonny Depp y Amber Heard. Ambos se quejaban de ser víctimas de calumnia y no victimarios. En este caso también se puede apreciar como las víctimas y /o victimarios tienden a repetir una y otra vez el patrón sin salir de una relación tóxica.

En todos los grupos suele haber siempre alguien que tiende a hacerse la víctima… y dentro de ese mismo grupo también lo hay quien está dispuesto a salir al rescate. Gente empática y de corazón abierto. Sin embargo, conviene ser prudente y no caer en el juego de la supuesta víctima. 

Cuando una persona pide ayuda a través de la manipulación a veces es preferible no ofrecer ayuda, reforzando la actitud de que consiga lo que se propone por sí misma y piense en cómo se sentirá cuando lo haga. 

Es difícil salir de ese círculo vicioso, puede darse el caso de que una persona entienda su parte en la situación y rectifique por sí misma. Lo ideal es buscar a un terapeuta capacitado, pues muchas veces vemos terapias que yo llamo “De compadres o comadres", ya que le dan la razón al consultante para no perder al cliente.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 4 de junio de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: BULLYING : ACOSADOS Y ACOSADORES

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Aunque parezca mentira, el término bullying, tan de moda en estos tiempos, es relativamente nuevo. Lo acuñó en 1993 el psicólogo noruego Dan Olweus, catedrático de la Universidad de Bergen, a partir de estudios sistemáticos realizados en los años 70' del pasado siglo XX sobre el suicidio de algunos adolescentes. 
Bullying viene del vocablo inglés "bull" (toro), porque implica actuar como un toro en el sentido de pasar por encima de otro u otros sin contemplaciones. En el idioma español la traducción que más se ajusta es acoso u hostigamiento.

Es importante saber que el bullying es un triángulo con tres vértices: uno puede ser víctima, espectador o acosador.

Es relativamente fácil detectar si nuestro hijo es víctima de bullying, ya que seguramente el niño no querrá ir a la escuela o tendrá temores de ir y venir solo. Puede que presente moretones y su ropa se vea sucia. Además, seguramente regresará a casa sin algunos objetos personales, o en todo caso dañados. También pueden tener problemas para dormir, pesadillas, tristeza y se les notará más aislados.

Sin embargo, no es tan sencillo identificar a un hijo acosador, aunque algunos detalles podrían delatarlo. Atención con aquellos que llegan a casa con cosas que no son de él, incluso dinero. Alguien con ese perfil tendrá mucho secretismo sobre sus actividades en el colegio, lo podemos ver con malas compañías y poco interés en los estudios, esto último algo que comparten con los niños maltratados. En caso de que lo acusen de hacer bullying, simplemente negara los hechos o los explicara de manera que parezca que él solo se defendió del otro.

Y, por último, están los espectadores, que en un grupo escolar acaban siendo mayoría. Podría ser que nuestros hijos disfruten de ese hostigamiento. Podría detectarse si vemos que comenta con entusiasmo ver agredirse a sus compañeros, si toma fotos o video y los comparte, incluso si promueve o incita al bullying indirectamente. 

Como padres, si nuestro hijo es el agredido hay que tratar de incrementar su autoestima, hablar con las autoridades escolares. También es bueno que reciba clases de defensa personal, como karate o algún arte marcial. Y desgraciadamente, en casos extremos, habrá que cambiarlo de centro de estudios, pero siempre con asesoría psicológica, para que ello no influya tanto en su vida futura. 

En los colegios deberían tener más control sobre los alumnos, tanto de maltratadores como maltratados, y recomendar terapias. Además, en casos extremos, echar del colegio a los alumnos con perfiles de acosadores. En la actualidad las instituciones educativas no cumplen del todo ese rol, y se complica más porque las escuelas suelen estar abarrotadas, lo que hace más difícil controlar a los estudiantes. 

Algo es seguro. Es más fácil revertir una situación de hijo acosado que de uno acosador. Los acosadores pueden tener patologías que se irán mostrando a medida que vayan creciendo, desde trastornos de conducta severos a uso de alcohol y drogas, sexo temprano e indiscriminado, incluso adicción al juego. En cambio, alguien que sufre acoso, con una buena terapia y el apoyo de la familia, podrá superarlo. 

Sin embargo es importante apuntar que una persona sometida al bullying, en sus peores días es capaz de cualquier cosa. Y como ejemplo más reciente, el caso de los asesinatos en la escuela de Uvalde. Salvador Ramos, el asesino de 18 años, era víctima del bullying cuando asistía a ese mismo instituto escolar.


 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.