Tomado de RFI

¿Es Frank Wisner la personas más idónea para representar el punto de vista de Washington en la crisis política egipcia? Credenciales no le faltan. Wisner fue embajador en Egipto, Zambia, Filipinas o India durante su carrera en el Departamento de Estado norteamericano. El problema es Wisner pone hoy esta experiencia al servicio de Patton Boggs, una firma de abogados que trabaja para el presidente egipcio Hosni Mubarak.
Este vínculo fue puesto en evidencia por el periodista Robert Fisk, enviado especial de The Independent al Cairo. El reportero juzga “inconcebible que [la jefa de la diplomacia estadounidense] Hillary Clinton ignorase [que Wisner] fuese un empleado de una compañía que trabaja para el mismo dictador que ahora defiende ante la masiva oposición democrática en Egipto”.
Fisk se refiere a los controvertidos dichos de Wisner, quien declaró el sábado que “el presidente debe permanecer en el cargo para dirigir esos cambios". "La continuidad del liderazgo de Mubarak es decisiva", agregó entonces.
La Casa Blanca tomó rápidamente distancia de estas afirmaciones. "Frank Wisner habló como simple ciudadano, como analista, y no como representante del gobierno estadounidense", según un responsable, miembro de la delegación de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton en la Conferencia sobre Seguridad en Múnich.
Los dichos de Wisner generaron incomprensión sobre la verdadera postura de Washington. Entre los miembros de la oposición, el Premio Nobel de la Paz, Mohamed ElBaradei, criticó este domingo "la gran confusión”. “Estados Unidos había dicho muy claramente que (Hosni Mubarak) debía irse", dijo.
Luego, el sábado, "Frank Wisner declaró que Mubarak debía quedarse y ello creó una gran confusión, una gran decepción", comentó. "Eso nos cayó como un golpe en el estómago", agregó ElBaradei en la cadena NBC
No hay comentarios:
Publicar un comentario