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viernes, 7 de septiembre de 2012

Obama seduce a votantes con madurez y empatía en su discurso de convención demócrata


Tomado de Politikon

La convención demócrata: el discurso de Obama

Escrito por Roger Senserrich

Obama cerró ayer la convención demócrata con la clase de discurso que sólo él puede pronunciar: rítmico, creciente, fuerte en emoción, hablando del arco histórico de Estados Unidos y el proyecto ciudadano colectivo de todo un continente. Cualquier otro político que intentara soltar este texto en una auditorio así sonaría increíblemente ridículo. Obama, con su voz profunda y su cadencia de predicador, es capaz de lanzar estos mensajes, y hacerlo con una convicción extraordinaria.
Siempre es difícil juzgar los discursos de Obama; alguno de sus discursos ha sido tan excepcionales que cuando lanza uno simplemente fantásico es un poquito decepcionante. El de ayer fue un discurso realmente muy bueno, pero también fue el discurso de alguien que va ganando. Fue inspirador, fue una apelación a los valores americanos de ciudadanía y a more perfect union, pero no lanzó grandes propuestas o habló de grandes proyectos de futuro. Esto tiene sentido en parte porque uno de los grandes proyectos de su administración, la reforma de la sanidad, entra en vigor el 2014 sí y sólo sí sale reelegido, pero no deja de ser un poco decepcionante.
Esto no quiere decir que el discurso no haya sido efectivo. Obama es un orador tremendo que tiene como principal virtud recordarles a los americanos por qué están tan orgullosos de su país. Es capaz de parecer humilde, hablar sobre cómo es uno más, decir que la gente la inspira y hacerlo con convicción. Su estilo es completamente distinto al de Clinton (que consigue convencerte que eres el ser más importante del universo), pero puede decir cosas como esta:
While I’m proud of what we’ve achieved together, I’m far more mindful of my own failings, knowing exactly what Lincoln meant when he said, “I have been driven to my knees many times by the overwhelming conviction that I had no place else to go.”
O esta:
A freedom which only asks what’s in it for me, a freedom without a commitment to others, a freedom without love or charity or duty or patriotism, is unworthy of our founding ideals, and those who died in their defense.
Obama recuerda a los americanos cómo quieren ser. Verlo de nuevo en televisión, en directo, no hará daño, eso seguro. Aún así el mejor discurso de la convención fue el de Bill Clinton. Los demócratas han tenido una semana fantástica, mucho mejor que la de los republicanos. Con un electorado tan dividido y tan pocos votantes indecisos, sin embargo, es difícil decir si esto cambiará demasiado. Creo que Obama está más cerca de la reelección que hace tres días, pero aún es pronto para decirlo con seguridad.
Unas cuantas notas finales:
1.  Las cifras de creación de empleo que se publican mañana serán igual o más importantes que todo lo dicho en esta convención.
2.  Uno de los temas de Obama del discurso de hoy, “you did it” (vosotros lo hicísteis) refiriéndose a los logros del país en los últimos años fue utilizada por los laboristas británicos a finales de los noventa. Les funcionó bien.
3.  El tema central del discurso de Obama (y de su campaña): una vuelta a la normalidad. Tras años de crisis, emergencias y la necesidad de grandes gestos, Obama quiere que América vuelva a ser América. Suena conservador, ¿verdad? No lo es. La idea de país de los demócratas es el New Deal, el país de clases medias que era Estados Unidos hasta los años ochenta.
4.  Si alguien se pregunta por qué se ha hablado tanto de General Motors y política industrial, dos palabras: Ohio y Michigan. Miraré de escribir un artículo sobre arimética electoral cuando se estabilicen las encuestas un poco, pero todo depende de estos dos estados. Si Obama gana en Ohio y Michigan, es prácticamente imposible que Romney llegue a la Casa Blanca. Ahora mismo Obama parece que tiene Michigan bastante seguro y va por delante en Ohio.
5.  Clave de aquí a noviembre: tres debates Obama-Romney, uno Biden-Ryan en octubre.
6.  Por primera vez desde 1944 (es un decir) los demócratas están orgullosos de su política exterior, y los votantes se fían más de ellos que de los republicanos. La monumental pifia de Irak la década pasada y el asesinato de Bin Laden hacen milagros.
7.  El discurso de Joe Biden, por cierto, ha sido muy bueno. El tono de pariente-irlandés-que-bebe-demasiado-pero-tiene-corazón-de-oro quizás no suena muy bien para un europeo, pero es muy efectivo aquí.
8.  Ver los focus groups post-discurso con “votantes indecisos” en CNN me hacen perder la fe en la humanidad. No sé si por “humanidad” entiendo votantes indecisos o periodistas de CNN.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Ningún Presidente podría haber solucionado en cuatro años los problemas que Obama encontró dice Clinton en convención


Agencias Noticiosas
Clinton: Obama "construirá una nueva economía para el sueño americano"

El ex Mandatario reconoció, en su esperado discurso ante la convención demócrata, que "ni yo ni ningún otro Presidente" podría haber solucionado como lo hizo el actual ocupante de la Casa Blanca los "graves" problemas que dejó George W. Bush.

CHARLOTTE.- "Yo quiero que Obama sea Presidente" exclamó esta noche el ex Mandatario Bill Clinton, en su esperado discurso en la convención demócrata que se realiza en Charlotte.

"Vamos a tener al Presidente (Obama) en el Despacho Oval" de la Casa Blanca después de las elecciones, afirmó. "¿Están listos para eso?", preguntó a la audiencia de cerca de 15.000 personas, que contestaron con gritos de aprobación.

"Quiero nominar a un hombre frío por fuera, pero que arde por Estados Unidos en el interior; un hombre que cree que podemos construir una nueva economía para el sueño americano guiada por la innovación y la creatividad, la educación y la cooperación", insistió.

El ex Mandatario cerró la segunda jornada de la convención con un discurso de cerca de una hora. Era una de las principales figuras cuya participación se esperaba en el tradicional acto político que proclamará al contrincante demócrata del republicano
Mitt Romney en las próximas elecciones.

En su discurso, Clinton recalcó que el camino para llevar hacia adelante a Estados Unidos pasa por la cooperación y no por el enfrentamiento.

"Lo que funciona en el mundo real es la cooperación, entre el Gobierno, las empresas y las fundaciones", añadió. "Los republicanos no lo ven así. Creen que el Gobierno siempre es el enemigo y que el compromiso es un rasgo de debilidad".

"Una de las razones principales que tenemos para reelegir al Presidente Obama es que él sigue siendo una persona comprometida con la cooperación constructiva", aseveró.

"El asunto más importante es: ¿En qué tipo de país quieren vivir? Si quieren un país en el que están solos y en el que el ganador se lo lleve todo, deberían apoyar la candidatura republicana. Pero si quieren un país de prosperidad compartida y de responsabilidad compartida, y una sociedad en la que todos estemos juntos, tienen que votar por Obama y Joe Biden", enfatizó.

También mencionó a su esposa Hillary Clinton. "Estoy muy orgulloso de ella, para lograr que EE.UU. tenga más amigos y más socios" en el exterior, afirmó, en medio de nutridos aplausos en honor a la actual secretaria de Estado.

Agregó que los republicanos "quieren reducir los impuestos para las personas que ganan más y quieren deshacerse de las prevenciones para evitar desastres económicos futuros, y cortar beneficios en favor de la clase media. Como dijo alguien, 'ya están otra vez con lo mismo'", agregó.

"Los republicanos multiplican por cuatro los déficits con sus políticas", indicó. "No podemos dar la Presidencia a alguien (Romney) que nos va a debilitar" económicamente".

"Heredó una economía dañada"

Clinton aseveró que Obama heredó una economía muy dañada, pero trabajó eficientemente en la recuperación.

"¿Estamos donde queremos estar? No. ¿Está el Presidente satisfecho? No. Pero sí estamos mejor que cuando él llegó" a la Casa Blanca, describió.

"Ni yo ni ningún otro Presidente podría haber solucionado en cuatro años los problemas que Obama encontró" tras la administración de su antecesor, George W. Bush, reconoció Clinton.

"Creo con toda mi alma" en que el actual Presidente llevará a EE.UU. a la recuperación económica, dijo.

Al mismo tiempo, resaltó que la actual administración consiguió recuperar puestos de trabajo, y entre ese logro mencionó que se consiguió mantener 250.000 trabajadores en la industria automovilística.

En cuanto a la estrategia energética, mencionó que las energías renovables se han duplicado en EE.UU. y han generado oportunidades de empleo.

Siempre en el tema del trabajo, llamó a mejorar la capacitación para aumentar las posibilidades de los jóvenes.

"La vieja economía no vuelve, y tenemos que preparar a la gente para que se desempeñe en los nuevos trabajos que se crearán", advirtió.

En cuanto al polémico asunto de la salud, objeto de agrias controversias legislativas entre republicanos y demócratas durante los últimos meses, Clinton insistió en los avances conseguidos por la actual administración.

"El Presidente y los demócratas no debilitaron Medicare, lo fortalecieron", declaró.

"El gobernador Romney (el candidato republicano) quiere volver al sistema antiguo, que significa que los mayores paguen más por la medicina. Si lo eligen a él, Medicare va a ir a la quiebra en 2016", aseveró.

Tras concluir su celebrado discurso, Clinton saludó calurosamente al Presidente Obama, quien escuchó su discurso en la misma sede de la Convención.

La inmigración, tema clave

En tanto, el tema de la inmigración entró hoy de lleno en la convención demócrata en Charlotte, Carolina del Norte, no sólo en los discursos políticos, sino en la voz de la conocida presentadora Cristina Saralegui y con la intervención de una joven indocumentada que se subió al podio a pedir que voten por Barack Obama.

Los llamados al electorado hispano, comunidad que ya es la primera minoría del país, comenzaron apenas se abrió la segunda y penúltima jornada de convención en Charlotte, cuando el congresista Luis Gutiérrez, uno de los defensores más ardientes de la reforma migratoria, señaló a Obama como el único capaz de lograr avances en esta materia.

"En esta elección hay una decisión clara, hay alternativas claras", dijo Gutiérrez en español e inglés. "Barack Obama dice: voy a proteger a los inmigrantes y permitir que los jóvenes se queden aquí en este país. Mitt Romney dice que se autodeporten y hace de Jan Brewer su mejor amiga", agregó, refieriéndose a la gobernadora republicana de Arizona, responsable de la controvertida ley migratoria estatal SB1070 demandada ante los tribunales por la Casa Blanca.

La cuestión migratoria separa a demócratas de republicanos, aseveró el congresista por Illinois. "Los demócratas valoran a todos los inmigrantes, mientras los republicanos acusan a los indocumentados de muchos de nuestros problemas", denunció.

Gutiérrez calificó las elecciones de noviembre como una cruda cita que "decidirá el futuro de una generación", al establecer si "estudiantes sobresalientes, capitanes de fútbol y líderes estudiantiles son tratados con respeto o como sospechosos, si logran sus sueños o si Romney los convierte en pesadillas".

"Soy tan estadounidense como cualquiera"

Más tarde, una joven indocumentada, Benita Véliz, también subió al podio a defender el voto latino por Obama. "Como tantos estadounidenses de todas las razas y orígenes, me trajeron aquí cuando era una niña. Desde entonces, siempre he estado aquí", dijo la joven de origen mexicano que llegó a EE.UU. a los ocho años y que graduó con honores en las escuelas y universidades del país.

"Sé que puedo contribuir a mi economía y a mi país. Me siento tan estadounidense como cualquiera de mis amigos o vecinos", dijo entre aplausos. "Pero casi toda mi vida he tenido que vivir sabiendo que me podían deportar sólo por la forma en que llegué" al país, agregó.

"Obama luchó por el DreamAct para ayudar a gente como yo. El Presidente ha luchado por mi comunidad", destacó la joven.

La aprobación de la DreamAct ha sido frenada hasta ahora en el Congreso por la oposición republicana. La propuesta prevé, bajo ciertos requisitos, una vía para la ciudadanía para jóvenes indocumentados que cursen estudios superiores o sirvan en el ejército.

Tras el bloqueo legislativo, Obama emitió a mediados de junio una orden presidencial que suspende las deportaciones por dos años renovables de jóvenes que deberían haber podido acogerse a la norma y les concede un permiso de trabajo.

Hasta ahora, los sondeos indican por lo general una cómoda ventaja de más de 30 puntos de Obama sobre Romney entre el cada vez más influyente electorado latino, sobre todo en algunos estados que podrían decidir el resultado de unas elecciones por el momento muy ajustadas.

Sin embargo, los expertos han advertido de que el peligro para los demócratas reside en la muy real posibilidad de que los votantes latinos decidan abstenerse en los comicios del 6 de noviembre, decepcionados por la promesa incumplida de Obama de lograr una reforma migratoria en su primer mandato.

Este lunes, los organizadores de la convención anunciaron que el esperado discurso de Obama destinado a concretar su aceptación de la candidatura demócrata debió cambiar de sede, a causa de las lluvias que afectan a Carolina del Norte.  

martes, 4 de septiembre de 2012

Demócratas se presentan en convención como un partido joven y diverso


Tomado de El País


Los demócratas se presentan como el partido 
de la mayoría social en EE UU

La convención que aclamará a Obama da un papel protagonista a los hispanos

Por Antonio Caño

Los demócratas han entendido que el peso electoral de los latinos es decisivo

Los alcaldes de Los Ángeles y de San Antonio hablarán en el cónclave político

El Partido Demócrata ha observado con deleite todos estos años de radicalización y división del Partido Republicano, convencido de que eso será en noviembre una valiosísima ayuda para conservar la presidencia. Pero ahora, al iniciarse su propia convención en Charlotte (Carolina del Norte), tendrá que demostrar, por su parte, que sigue siendo, como pretende, el partido mayoritario y la fuerza del futuro de este país.

En sus últimas intervenciones públicas, Barack Obama ha repetido que las ideas que escuchó la pasada semana en la convención republicana de Tampa eran ideas del siglo pasado, “ideas que ya se podían haber escuchado en blanco y negro”.

En contraste, los demócratas tratarán de aparecer en su reunión de Charlotte, entre hoy y el viernes, como una organización moderna, capaz de reflejar los cambios que se han producido en la sociedad norteamericana en los últimos años y de integrar a la política a nuevas comunidades y nuevas generaciones.

Un partido joven y diverso, ese es el mensaje que se tratará de enviar desde Charlotte. Una misión claramente a su alcance en algunos ángulos, pero extremadamente complicada en otros.

Los demócratas han entendido que los hispanos son un colectivo decisivo para el futuro electoral del país y lo pondrán en evidencia esta semana. El presidente de la convención es un hispano, el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa. Y también, por primera vez en la historia, será un hispano, el alcalde de San Antonio, Julián Castro, quien pronuncie lo que en las convenciones norteamericanas se conoce como el keynote speech, el discurso de apertura, el discurso fundamental. Obama ocupó esa posición en la convención demócrata de Boston, en 2004, donde nació su leyenda. Si Castro tiene un éxito similar en Charlotte, puede ser también muy pronto un candidato a la presidencia.

El keynote speech en Tampa fue Chris Christie, el gobernador de New Jersey, también una estrella ascendente entre los republicanos, pero desde su papel de halcón en la reducción del déficit público.

El Partido Republicano tuvo que hacer verdaderos malabarismos en su convención para ofrecerse como un partido abierto a los hispanos, con esfuerzos que bordeaban la mascarada, como los de Mitt Romney recordando que su padre nació en México —efectivamente, nació en una comunidad mormona trasladada a ese país— o los de su hijo Craig demostrando en público sus conocimientos de español. Los republicanos tienen a Marco Rubio, un cubano conservador que ni siquiera garantiza la victoria en Florida y, mucho menos, representa una baza en los Estados del suroeste.

Los demócratas cuentan con numerosos líderes entre los hispanos de origen mexicano, que son casi el 70% del conjunto de la comunidad, y han conseguido extender su influencia en Estados decisivos, como Colorado o Nevada. Si hoy se da por garantizada la victoria demócrata en California —cosa que no ocurría hasta los años ochenta— es por su penetración entre los hispanos, una tendencia que ya se vislumbra en Tejas y que, de consolidarse, podría dejar a los demócratas en el poder por décadas.

Otras de las fuerzas a exhibir por el Partido Demócrata en Charlotte es la de las mujeres. Entre la potente artillería de la que disponen en ese frente, se escuchará en la convención a Elizabeth Warren, una heroína de la causa de los derechos de las mujeres y un símbolo de la izquierda que actualmente compite por un escaño para el Senado por Massachusetts; Sandra Fluke, la estudiante de Georgetown que se hizo famosa cuando fue víctima de despiadados ataques de comentaristas conservadores por reclamar su derecho a los anticonceptivos, y, por supuesto, Michelle Obama, que tratará de marcar el contraste de su concepción del papel de la mujer en la familia con el que expresó hace una semana Ann Romney, la esposa del candidato republicano.

Estas son algunas de las fortalezas del Partido Demócrata en esta campaña. Pero la convención, seguramente, dejará patentes también algunas debilidades. Casi olvidado ya el entusiasmo juvenil con Obama, los demócratas tienen tantos problemas como cualquier otro partido del mundo para movilizar el voto de los jóvenes y para renovarse interiormente. El hecho de que la mayor estrella de la convención sea Bill Clinton y de que la persona en la que más se confía para tomar el testigo de Obama sea Hillary Clinton, son pruebas de que no se acaban de encontrar nuevos rostros.

También faltan nuevas ideas en algunos de los aspectos más urgentes en las sociedades modernas, los que afectan a la forma de mantener el Estado del bienestar. Como muchos partidos europeos en la actualidad, los demócratas norteamericanos están atrapados entre su discurso a favor de prolongar o ampliar los actuales beneficios sociales y su incapacidad para explicar de dónde van a sacar los recursos para pagarlos.

Fuera del anuncio de más impuestos para los ricos —una medida que, en el mejor de los casos, tiene un recorrido corto— o la reducción del presupuesto de defensa —más corto aún— ni Obama ni su partido han presentado una propuesta creíble para reducir el déficit y la deuda sin reducir las prestaciones sociales. Las ideas, en ese terreno, son herencia exacta de las grandes reformas sociales emprendidas por los demócratas en los años sesenta, con mínimas adaptaciones a la muy diferente realidad actual. El plan republicano —el plan de Paul Ryan— adolece de otros defectos y puede tener consecuencias crueles para los más pobres, pero es un ambicioso proyecto de reforma del Estado al que pueden acogerse aquellos que no creen en el Estado del bienestar. Los que sí creen en el Estado del bienestar pocas garantías van a encontrar en Charlotte para mantenerlo dentro de 50 años.

sábado, 18 de agosto de 2012

Obama firme en su respaldo a Biden como compañero de fórmula


Tomado de La Voz de América
Vicepresidente Joe Biden
Casa Blanca reafirma respaldo a vicepresidente

Pese a los llamados de líderes conservadores a que se le sustituya en la fórmula demócrata, Joe Biden sigue como número dos de Obama.

La Casa Blanca reiteró que el vicepresidente Joe Biden continuará como número dos en la fórmula del partido demócrata pese a los llamados de líderes conservadores para sustituirle luego de sus comentarios contra Mitt Romney que fueron interpretados como racistas.

"Sí, eso ya fue establecido hace mucho tiempo", indicó el portavoz presidencial, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria ante las preguntas de los periodistas sobre si Biden se mantiene como "número dos" de Obama.

El vicepresidente Biden aseguró en un mitín en Virginia, donde la mitad de la audiencia era afroestadounidense, que el candidato republicano permitiría en los primeros 100 días de gobierno que los bancos pusieran sus propias reglas y que desencadenaría a Wall Street. “Les van a poner cadenas en los pies a todos ustedes", les dijo, en referencia a la antigua práctica contra los esclavos negros.

McCain dijo que sería "inteligente" por parte del presidente Barack Obama reemplazar a Biden con la jefa de la diplomacia estadounidense Hillary Clinton, una propuesta a la que se sumó la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin.

Entre los más agresivos estuvo el del exalcalde de Nueva York Rudolph Giulani, quien señaló a Biden de "no ser muy brillante" y puso en duda su "capacidad mental" para dirigir el país.

El propio Obama salió en defensa de Biden al señalar que la frase no tenía otra connotación que defender la reforma de Wall Street, que ha puesto en marcha su Administración para evitar los "abusos y excesos" que provocaron la crisis financiera de 2009 y reiteró su confianza en Biden.

Por su parte, el foco de la controversia, el propio Biden, no ha mostrado síntomas de arrepentimiento.

"Sé que a veces soy criticado por decir exactamente lo que quiero decir. Eso no va a cambiar", afirmó Biden en un acto electoral en Virginia, el jueves.

Asimismo, replicó a las críticas al asegurar que "si quieren saber lo que es indignante, son las políticas (republicanas) y los efectos de sus políticas en la clase media de EE.UU".