Tomado de La Página
Por Jaime Ulises Marinero
Muchas ONG aprovechan la imagen emblemática de monseñor Romero para gestionar y captar fondos para pagar sobrevivir. Muchos más comercializan la imagen del religioso sin que eso sea una actividad ilegal. Otros hacen de su memoria una instrumentalización ideológica, que hasta ahora el Vaticano no avala.
Después de las camisas de la selección de El Salvador, el Barcelona y el Real Madrid, en ese orden, son las que contienen la figura o un lema alrededor de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, las que más se venden en el país, incluso más que las del FMLN.
A lo anterior se agrega que decenas de organizaciones, algunas de ellas no registradas legalmente en el Ministerio de Gobernación, se atribuyen el hecho de recolectar y gestionar fondos para pagar salarios a sus empleados en nombre de actividades pro memoria del religioso.
Y es que pese a que desde hace once años existe la Fundación Monseñor Romero, nadie, ni la iglesia y ni siquiera la familia del prelado asesinado un lunes 24 de marzo de 1980, tiene los derechos de su imagen.
En San Francisco, California, existe una Fundación con el mismo nombre , formada por salvadoreños y estadounidenses, pero que es ajena a la salvadoreña. Ambas actúan de manera independiente.
“En este país a alguien se le ocurre poner una pupusería y nominarla ‘Monseñor Romero’ y lo hace, pues nada legal se lo impide”, dice el diácono José Orellana.
Según Orellana alrededor de la imagen de monseñor Romero hay muchos que sacan provecho económico o que han encontrado una forma fácil de obtener fondos internacionales, especialmente cuando se acercan fechas importantes como el natalicio y su asesinato.
Sergio Marín, comunicador político, hasta recuerda que la imagen y el nombre del religioso fue utilizada con fines electorales por el actual presidente de la República, Mauricio Funes, quien en sus mítines, cuando era candidato aprovechaba las circunstancias para referirse a él como su mentor. El mismo día de su juramentación como presidente invocó a Romero como su mentor lo que desde el punto de vista comunicacional generó un efecto de contagio y empatía popular.
“Monseñor es una figura emblemática, un mártir, del cual muchos se han aprovechando para lucrarse y otros para ganar afinidad o notoriedad, lamentablemente su imagen la han politizado y comercializado”, agrega.
Una sola fundación y muchas ONG
En el Ministerio de Gobernación, solo hay inscrita una fundación que busca preservar la memoria del líder religioso, pero se tienen contabilizada de manera extraoficial 11 organizaciones que lleva un nombre asociado al religioso. Otras diez aproximadamente están inscritas como asociaciones cuya misión no es vinculante al religioso, pero igual una vez establecidas buscan fondos internacionales para sostenerse, bajo proyectos que ponen como centro de acción una actividad relacionada con Romero.
Carlos Hernández, un salvadoreño que trabaja para una ONG en Los Ángeles, California, asegura que en Estados Unidos hay por lo menos siete ciudades donde hay organizaciones que se vinculan a monseñor Romero. En Canadá hay dos identificadas y también han sido ubicadas asociaciones similares en México, España, Suecia, Australia, Italia y Guatemala, las cuales operan de manera intermitente o solo para ocasiones conmemorativas.
El economista y catedrático Carlos Salmerón, cree que al menos mil personas viven directamente de la memoria de monseñor Romero, al trabajar en ONG que gestionan fondos y otros miles viven de manera indirecta al sacarle provecho a su figura por cualquier medio.
Cuenta el caso de la Cooperativa de Trabajadores Rurales Monseñor Romero, que funcionó en la década pasada en Chalatenango. Ellos recogían fondos de organismos de Suecia supuestamente para darle atención a campesinos que alguna vez habían asistido a las homilías de Romero. Los directivos tenían salarios que oscilaban entre 1,000 y 3,000 colones y en menos de tres años se gastaron alrededor de 50 mil dólares sin hacer nada.
Gerardo Guzmán, uno de los directivos de aquella asociación desparecida y ahora miembro de una ONG ambientalista, niega que no hayan hecho nada, pero acepta que el 80 por ciento del dinero recogido en ayuda internacional sirvió para pagar salarios y el local. El otro 20 por ciento lo habrían utilizado en hacer un censo para buscar a personas que alguna vez tuvieron contacto con el religioso. Los resultados de ese supuesto censo no existen. DIARIO LA PÁGINA tuvo acceso a ver el giro monetario efectuado por la organización sueca en 1994.
La misma ONG ambientalista a la cual pertenece Guzmán, captó fondos, en 2008, de una fundación de salvadoreños residentes en Boston, Massachusset, para organizar una siembra de árboles en la parte alta de La Montañona, Chalatenango, en memoria del martirio de Monseñor Romero. Recogieron $16,350 y nadie reporta si realmente ocurrió la siembra. Al menos dos alcaldes de municipios de la zona no recuerdan esa siembra.
Algunas ONG organizan actividades y le añaden “en el marco del aniversario del martirio de monseñor Romero”, lo cual justifica la gestión de fondos.
“Nosotros organizamos una foro hace once años en la UES y se nos dificultaba que una organización catalana nos diera fondos, fue entonces que decidimos cambiarle nombre a ‘Foro de reencuentro de nuestras raíces indígenas por la memoria de nuestro mártir Monseñor Romero’ lo cual fue suficiente para obtener el financiamiento. Claro, metimos un tema sobre Romero”, cuenta Andrés Martínez, de la ONG Identidad Indígena Madre Tierra.
El año pasado, en una entrevista para la revista “Mediolleno”, el presidente de la Fundación Monseñor Romero, Ricardo Urioste, reconoció que la instrumentalización de monseñor Romero afecta el proceso de canonización y pidió evitar hacer cualquier aprovechamiento de su imagen.
De la instrumentalización que habla el padre Urioste, no solo se refiere a la comercial y al modus vivendi de muchas ONG, sino también a la que se efectúa con fines políticos e ideológicos.
Actualmente la fundación ha celebrado encuentros, talleres, foros y peregrinaciones a cargo de sus comisiones, entre las que destacan la de Ecología, Juventud y Salud, la de difusión del pensamiento de monseñor Romero, la de publicaciones y publicidad, la artística cultural y la teológica pastoral, pero legalmente es la única fundación avalada por Gobernación, autorizada para tal fin. Otras organizaciones algunas de debate jurídico, profesional y cultural, no tiene permiso, pero tampoco tienen prohibición.
En 1999, cuando el actual papa era el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, dijo que se necesitaba a un San Romero que uniera a la sociedad, en clara referencia que el jerarca católico estaba siendo instrumentalizado y eso creando división entre la feligresía.
Actualmente el religioso, asesinado por escuadrones de la muerte de corte derechista y un símbolo de la iglesia católica latinoamericana, es conocido como San Romero de América, un término acuñado por el religioso Pedro Casaldáliga, lo que sustenta una división, entre los que consideran que fue alguien que tomó partido a favor de los pobres y los que creen que con su labor pastoral solo recalcaba la división de clases.
Al respecto monseñor Urioste señala que Romero era una conciencia en el país y que como tal señalaba lo malo que las izquierda hacían y señalaba también lo que veía que no estaba correcto de parte del gobierno. Naturalmente, eso indujo a alguna gente a acusarlo de meterse en política, lo cual jamás tuvo intenciones ni de pertenecer, ni de apoyar, ni de contrariar a este partido o al otro partido.
Urioste señaló que estaba totalmente de acuerdo en que es un error el politizar la figura de Monseñor Romero. Pero una cosa quiero destacar y es que creo que es politizar la figura de Monseñor Romero, denigrarlo, y decir cosas de él que no fueron ciertas como acostumbran hacerlo algunos, eso es politizarlo. También es politizarlo pretender tomarlo como bandera política de cualquier partido. Entonces, la Fundación Romero como toda la iglesia está en contra de una manipulación política de Monseñor Romero.
Comercializado
Si politizarlo es negativo, comercializarlo también lo es. Una universidad a distancia, inclusive, en 1996, ofrecía una maestría en “Conocimiento de la realidad y legado de Monseñor Romero”. La misma se suspendió porque solo se inscribieron seis alumnos.
“A Monseñor Romero se la ha querido sacar provecho en todo sentido”, dice el padre Rafael Santos, al recordar que es bueno que se hable de él y que se mantenga viva su memoria, pero el problema es cuando hay una utilización inadecuada de su imagen.
Recuerda que un año antes de la ofensiva de 1989, a su parroquia llegó el dueño de una imprenta a pedirle permiso para hacer calendarios con la imagen del religioso. “Era la primera vez y lo que se me ocurrió fue decirle que ese trámite lo hiciera con el entonces arzobispo metropolitano Arturo Rivera y Damas”. Monseñor Rivera le dijo que para eso no se necesitaba autorización, pero si mucho cuidado porque podría ser objeto de represalias de gente de derecha.
Desde entonces, el padre Santos no recuerda que alguien más haya pedido permiso. “Usted hace camisas, artesanías, calendarios, escapularios, llaveros y cualquier otro objeto con la imagen de Romero y nadie lo puede perseguir por eso”, dice.
Aníbal Echegoyén, dueño de la imprenta “Azul” en la colonia La Rábida, le da la razón al padre Santos, al afirmar que él no tiene permiso de nadie, pero que hasta ha llegado a hacer agendas y cuadernos con la imagen de Romero.
“En las fechas importantes distribuimos material impreso con la foto de Romero, se vende rápido”, añade, al mostrar que luego de los calendarios de paisajes, santos y mujeres semidesnudas, son los que llevan la imagen de Romero, los que más se venden.
DIARIO LA PÁGINA visitó seis fábricas dedicada a la elaboración de camisas con la imagen de monseñor Romero y en ninguna cuentan con la autorización para explotar la figura, lo cual es casi natural, tomando en cuenta que tampoco cuentan con licencia de derechos de autor para estampar los logos, emblemas, lemas y distintivos de los equipos de fútbol nacional a internacional.
Jorge Cáceres señaló que nadie autoriza a nadie. “Ahora mismo tenemos en bodega 2 mil camisas de la selección, mil del Barcelona, mil del Real Madrid y otras mil de los equipos Alianza, Águila, FAS y Firpo. De monseñor Romero no tenemos, pero en marzo y abril pasada sacamos más de 3 mil y todas se vendieron”, dice.
Actualmente hay una universidad nominada “Monseñor Óscar Arnulfo Romero” en Chalatenango y en la ciudad de San Miguel existió un proyecto de construir un cementerio privado con el nombre del religioso, pero finalmente los inversionistas desistieron y prefirieron invertir en la construcción de un centro comercial privado.
“Solo fíjese como monseñor Romero se ha impuesto, que ahora es raro el nacimiento navideño que no contenga su figura, la gente lo pide”, dice Teresa Rodríguez, artesana de Ilobasco que tiene un puesto en el mercado Ex Cuartel.
La explotación incluso trasciende a otros niveles. En 1989 se produjo la película Romero, basada en su biografía, con guion escrito por John Sacret Young y Raúl Julia representando a Monseñor Óscar Romero. La película no contó con los derechos de autor ni con el aval de la iglesia, pariente o cualquier institución.
Asimismo artistas como Raúl Blades, Luis Enrique Mejía Godoy, Yolocamba I Ta, Solo y Luna de Chile, Pez Luna de Honduras, Super Pakito Chac y otros han compuesto canciones exitosas, sin contar con la gran cantidad de músicos populares salvadoreños que han compuesto canciones en memoria del religioso.
Defintivamente cuando el asesinó disparó al corazón de monseñor Romero, no solo martirizó la vida de un religioso, sino que de manera indirecta generó la explotación de una figura emblemática. Monseñor, el salvadoreño más instrumentalizado en El Salvador, en todo sentido: Ideológico y comercial.