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miércoles, 25 de enero de 2017

Trump anunciará medidas sobre inmigración este día 25 de Enero

Por Luis Montes Brito
Buenos días, la incertidumbre iniciará a desaparecer este día (o a aumentarse). Donald Trump hizo público a través de Twitter que hoy anunciará medidas relacionadas a inmigración.

Antes de preocuparse o alegrarse a priori, es recomendable mantener la calma y esperar para conocer a ciencia cierta cuáles serán las órdenes ejecutivas a implementar por parte de la administración Trump a partir de este día.

Lo que si es innegable es la enorme inquietud que existe en la comunidad inmigrante en Estados Unidos, conozco muy de cerca la de la comunidad hispana, pero sé que la comunidad musulmana también está muy intranquila.

La preocupación no se limita a las personas indocumentadas, también los empresarios de bienes y servicios, en Estados Unidos y países de origen de los inmigrantes, cuya clientela de sus negocios pertenece significativamente a este segmento, han comenzado a experimentar bajas en sus ventas. No entiendo como en Latinoamérica algunos se alegran con este anuncio, sin conocer cuales serán las medidas anunciadas y los efectos de ellas.

Trump ha sido claro y tomará las medidas pensando únicamente en Estados Unidos, en otras palabras ciegamente no le interesa el caos que pueda causar en Latinoamérica, sobre todo en aquellos países que tienen una alta dependencia económica de las remesas (mi país El Salvador, es uno que sin ellas no es viable).

Las remesas no desaparecerían pero disminuirían en porcentajes importantes que harían tambalear la economía de esos países, agitando con ello la convulsión social ya existente. Esto sin contar que el drenaje para los desempleados que han encontrado estos países ha sido la expulsión crónica o emigración hacia Estados Unidos la cuál se da por descontado que se combatirá con mayor rigurosidad. Cuál será la nueva salida al problema del desempleo en Latinoamérica?

La crisis humanitaria debe entenderse como tal y aislarla o separarla de lo ideológico. Trump está tomando medidas prácticas que en su entender favorecen a Estados Unidos, es recomendable que los gobiernos de nuestros países hagan lo mismo. En todo caso, que los países dependientes de remesas se preparen para nuevos tiempos de vacas flacas no parece ser descabellado.

El ser humano ha demostrado tener una capacidad admirable para adaptarse a nuevos ambientes y condiciones, esta vez no será la excepción.

martes, 19 de abril de 2016

Primarias en Nueva York: Vota por Hillary y los delegados que la acompañan

Por Luis Montes Brito
Buenos, buenos días, llegó el tan esperado Martes 19 de Abril, en el estado de Nueva York hoy es día de elecciones primarias (elecciones internas de los partidos). 

Si usted es ciudadano estadounidense, está inscrito para votar y además está registrado como Demócrata  o Republicano usted debe votar este día. 

Los centros de votación abren de 6 AM a 9 PM, votar no le toma más de 10 minutos. Lo más importantes este día es que si usted está habilitado para hacerlo  usted vote por su preferencia. 

En lo personal, yo soy Demócrata y apoyo a Hillary Clinton, pienso que es la persona que conviene a Estados Unidos y a nuestra comunidad inmigrante.  

Qué está en disputa este día?  

Usted  debe recordar que en Estados Unidos no hay votaciones directas para elegir presidente, se hace a través de colegios electorales, de igual manera en los partidos no se vota directamente por el candidato sino que a través  delegados,  siendo estos los que en la convención nacional eligirán al candidato. Cada candidato lleva hoy en planilla aquellos delegados que les apoyan. En Nueva York se disputan 291 delegados por el lado Demócrata y 95 por los Republicanos.

Hillary Clinton aventaja a Bernie Sanders con 1.790 delegados contra 1.113. Se requieren 2.383 delegados para obtener la nominación en la convención demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
Boleta de Votación:
Usted encontrará en la boleta de votación varios nombres, favor fijarse en la foto que acompaña este comentario: Usted debe marcar por todos y cada uno de ellos que aparecen en la misma línea de los candidatos, ya que serán ellos los que lo representarán a usted en la convención nacional en calidad de delegados para votar por el candidato al que usted quiere votar.

Como puede apreciar en la línea de Hillary Clinton, en ella  hay varios nombres hispanos: Antonio Martínez, Luis Montes-Amaya, Kristina Ramos, en el lado del contrincante de Clinton solo hay un nombre hispano, esto habla claramente quien se identifica más con nuestra comunidad.

Cumpla con su deber ciudadano, VOTE! Si usted no lo hace otros decidirán por usted y lo que será peor es que usted no tendrá autoridad moral para reclamar porque usted ha cedido ese derecho. 

Hispanos hoy ya aparecemos en la boleta de Votación completemos el ciclo votando por nuestra gente.

Para que nuestra comunidad progrese, Vota por Hillary y los delegados que la acompañan.

viernes, 9 de octubre de 2015

Obama critica creciente sentimiento anti inmigrante de candidatos republicanos

Tomado de La Voz de América
Obama critica sentimiento anti-inmigrante en EE.UU.
El presidente Obama citó al expresidente George W. Bush para criticar el sentimiento anti-inmigrante en EE.UU.

El presidente Barack Obama criticó lo que dijo era un creciente sentimiento anti-inmigrante en la política estadounidense, en lo que fue visto como una crítica implícita a varios candidatos presidenciales republicanos.
Durante un discurso ante el caucus hispano del Congreso, el jueves, Obama censuró a esos candidatos del Partido Republicano citando al expresidente George W. Bush.
“No podemos construir un país unificado dijo él, incitando a la gente al enfado, o explotando el tema de la inmigración para ganancia política. Eso fue lo que él dijo. Piensen cuanto mejor estaría nuestra economía si el resto del partido entendiera el mensaje” indicó Obama.
Obama dijo que no hay ningún tema en el que los republicanos quisieran ir más hacia atrás que en inmigración. Agregó que su administración está logrando progreso en reducir el desempleo entre la población latina y proveyendo más cuidado de salud para ese grupo minoritario.
Aunque no lo nombró, Obama pareció tener un comentario dirigido al favorito para la nominación republicana Donald Trump, quien ha adoptado una de las posiciones más enérgicas en inmigración.
“Tienen que darse cuenta que la grandeza de EE.UU. no proviene de construir muros, nuestra grandeza proviene de la oportunidad” indicó Obama.

Trump, cuyo esolgan de campaña es “Hagamos de nuevo grande a EE.UU.” ha prometido construir un muro en la frontera con México para detener la inmigración ilegal. Él también ha sido criticado por formular comentarios despectivos contra los inmigrantes mexicanos.

domingo, 5 de julio de 2015

Proceso de paz colombiano, cerca del final vive una etapa delicada

Tomado de Revista Semana

Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno colombiano

“Es posible que un día de estos las FARC no nos encuentren en la mesa de La Habana”

El reconocido periodista Juan Gossaín entrevistó a jefe negociador del Gobierno Humberto de la calle Lombana sobre el procesos de paz.

Ha llegado la hora de hacerle un balance sincero a las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC. Desde septiembre del 2012, cuando se iniciaron las conversaciones, el país ha ido pasando de la ilusión al desencanto y de la esperanza a la frustración. Se ha vuelto tan grande esa desconfianza que en este momento, según la última encuesta, menos de la mitad de los colombianos respalda una solución negociada del conflicto. En cambio, más de la mitad prefiere una solución militar.
 
No nos engañemos: en los últimos años ha habido tantos diálogos fallidos, y tantos sueños perdidos, que la gente se ha vuelto desconfiada. La han vuelto, mejor dicho. Es por eso que le propongo al jefe negociador, Humberto de la Calle, que nos sentemos a conversar francamente. Con crudeza, si fuese necesario.
 
El país está exigiendo que le cuenten la verdad. Yo sé que con de la Calle eso es posible porque lo conozco bien desde que trabajamos juntos en la radio. Es el mismo hombre que hace veinte años renunció sin titubeos a la vice-Presidencia de la República, por razones de integridad y de honor.
 
De la Calle contesta que sí, a pesar de su carácter refractario a las entrevistas, pero me pone una condición: que yo le ceda nuestra charla a todos los periódicos que quieran publicarla, grandes o pequeños, y que se comprometan a hacerlo de manera simultánea, el mismo día, juntos, sin excluir a nadie.
 
No tuve que pensarlo mucho: acepté, también de buena gana, porque me parece que es un pequeño ejemplo de desprendimiento, de solidaridad y unión, que los periodistas podemos ofrecerle al país en estos momentos tan cruciales. Al fin y al cabo, ninguna primicia es más importante que la paz de Colombia.

“Esto se está acabando”
 
Juan Gossaín: Llevamos casi tres años en estas negociaciones, le pregunto,  ¿Cuánto más va a durar?
 
Humberto de la Calle: Poco -responde sin vacilar-. No soy capaz de darle un plazo porque esa es la pregunta del millón de dólares, pero sí me parece claro que el proceso está llegando a su fin,  por bien o por mal. Sea porque logremos un acuerdo, ya que estamos trabajando en la recta final de los temas de fondo. O por mal, si, como está ocurriendo, la paciencia de los colombianos se agota. El riesgo es real. Yo sí quiero decirles a las FARC con toda seriedad: “Esto se puede acabar. Algún día es probable que no nos encuentren en la mesa de La Habana”. Realmente lo que está ocurriendo es insoportable para los colombianos.      
    
J. G.: La cruda verdad es que los colombianos no creen en el proceso de paz. Las encuestas acaban de revelar que lo respalda menos de la mitad del país. ¿A qué atribuye usted ese sentimiento?
 
H. D. L.: Es completamente lógico. Es producto de lo que ha ocurrido en los últimos días. A partir de la muerte de los soldados en el Cauca viene una oleada de destrucción de la infraestructura nacional, con impactos terribles sobre la población civil. Una ciudad como Tumaco, de 160.000 habitantes, se queda 45  días sin acueducto. Todos los caños del suroccidente del país inundados de petróleo con un daño ecológico cuya recuperación tardará décadas. Los campesinos y pescadores del Pacífico no pueden trabajar. Lo que tenemos, en fin, es una oleada que afecta a los ciudadanos.
 
El peor momento
 
J. G.: La pregunta más elemental que se hace la gente es esta: si las negociaciones van bien, ¿por qué las FARC no dan muestras de buena voluntad?
 
H. D. L.: Las FARC están equivocadas contra toda lógica y evidencia. El problema de las FARC no es con el Ejército, ni con los derechistas, ni con los que ellos llaman “la oligarquía”. Es con la gente, porque es a la gente a quien están afectando. Es lógico que la gente haya caído al nivel más bajo del escepticismo. Por eso cunde la desesperanza. Y nosotros tenemos que tener la honestidad de decirles a los colombianos que el proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos las conversaciones.
 
J. G.: ¿Y usted espera que las FARC cambien de actitud?  

H. D. L.:
 Yo espero que sí, aunque haya voces internas de las FARC como la de un señor Aldecoa, quien dice que seguirán los atentados. Eso  realmente es una locura. El camino que han escogido las FARC es insostenible para ellos. Yo confío en que seamos capaces de recuperar la serenidad. Este no es momento de retórica sino de las decisiones de fondo. El caucho de las palabras ya no estira más. Nosotros seguimos buscando un acuerdo a través de la esperanza. Las FARC tienen que entender eso. ¿Usted cree que si esto fracasa va a haber otro gobierno que reemprenda conversaciones con ese grupo? A las FARC también se les agota su tiempo militar y su tiempo histórico.
 
Así sería el sistema de justicia 

J. G.:  ¿Por qué está estancado el tema de la justicia que se aplicaría a las FARC? 

H. D. L.: Porque ahora no es lo mismo que en las negociaciones que se hacían antes. Ahora existen el Tribunal de Roma y la Corte Interamericana, la legislación interna también ha cambiado, hay fallos de nuestra Corte Constitucional según los cuales no se pueden suspender la totalidad de las penas. Pero, además, el país exige justicia sin amnistías generales. Eso no lo vamos a hacer. Y están las víctimas, que merecen justicia. Por eso es el territorio más difícil de la negociación. Las FARC tienen que asumir las responsabilidades de sus actos. El Estado también, naturalmente.
 
J. G.: Explíqueme, en términos elementales, qué es la justicia transicional que ustedes le plantearon a las FARC.
 
H. D. L.: Lo que hemos dicho en la mesa es lo siguiente: a partir del marco jurídico para la paz, existe la posibilidad de seleccionar, en primer lugar, los hechos más graves, para que sirvan como patrón o referencia: una masacre, secuestros, violencia sexual. Una comisión independiente hace esa selección que le sería entregada a la Fiscalía para que escoja quiénes fueron los que cometieron esos delitos que tienen carácter internacional. Lo que se busca es limitar la acción penal a ese tipo de delitos y a sus máximos responsables. A ellos se les aplicaría la misma pena que dictan las leyes vigentes, pero que  podría reducirse a una pena alternativa que se pague en condiciones de dignidad, sin rejas ni piyamas rayadas. Pero hay que asumir las consecuencias judiciales de los actos, reparar a las víctimas y dar garantías de no repetición. Eso es lo que hemos llamado “justicia transicional” que ya las FARC, en un paso que les reconozco, han dicho que están dispuestos a aceptar un sistema de justicia que tenga esos componentes.     
                              
La propuesta de Uribe y la extradición 

J. G.: Sobre ese tema, el expresidente Uribe Vélez ha planteado unas “zonas rurales de concentración” para recluir guerrilleros condenados, sin que entreguen sus armas. ¿Usted considera viable esa propuesta? 

H. D. L.: Me parece sumamente constructiva. Y creo que el expresidente Uribe tiene razón. Se puede discutir si es oportuna, pero la idea que uno tiene para acabar el conflicto es que sí es necesario y realista promover esas zonas de concentración, que pueden ser para gente temporalmente armada que se someta a un proceso de dejación de armas, que es una condición esencial para que haya acuerdo y se reincorporen a la vida civil.
 
J. G.: ¿El Gobierno puede garantizarles a las FARC que no serán extraditados si un juez de Estados Unidos los pide, por ejemplo, por narcotráfico?

H. D. L.: En Colombia quien finalmente decide sobre extradiciones es el jefe del Estado. Tenemos que crear un marco, derivado de un acuerdo de paz, que les demuestre a los demás países que se trata de un acuerdo serio y respetable, legítimo, para que respeten lo acordado y no entren en controversia con el país. Que, por el contrario, haya un apoyo internacional a una paz duradera en Colombia, y que eso haga innecesarias las extradiciones. Eso es posible lograrlo porque, aunque parezca una paradoja, el proceso ha encontrado más apoyo afuera que aquí adentro. También es verdad que aquí es donde sufrimos las consecuencias.                  

J. G.: ¿Ese tema de la justicia y las penas es lo que tiene bloqueado el proceso?
 
H. D. L.: Solo en buena parte. También hay una presión de las FARC para buscar un cese bilateral del fuego. Esa es su prioridad. Nosotros hemos dicho: cese del fuego bilateral y definitivo, pero no solo del fuego sino también de las hostilidades, la extorsión el narcotráfico. Eso sí: en condiciones de seriedad y de verificación. Mi respuesta a las FARC es: si lo que están buscando con estos atentados es un cese del fuego mal hecho –como en el juego infantil llamado “estatua”, en que el otro tiene que quedarse quieto , no lo vamos a hacer. No habrá cese del fuego estatua. Entre otras cosas porque aquí hay otras fuentes de violencia, distintas a las FARC, y no podemos decirle a la fuerza pública que se esté quieta. Si quieren un cese del fuego, el Gobierno está dispuesto a anticiparlo,  para lo cual son fundamentales las zonas de concentración. Ese es el camino.
 
J. G.: ¿Pero, entonces, el Gobierno está dispuesto a aceptar un cese bilateral del fuego antes de firmar el acuerdo de paz?
 
H. D. L.: Esa pregunta nos lleva a un punto crítico y esencial. Al principio la posición del Gobierno era que el cese  del fuego solo ocurriría con el acuerdo. En ese punto hemos cambiado. Estamos dispuestos a aceptar un cese del fuego, aún antes de la firma de un acuerdo, en la medida en que sea serio, bilateral, definitivo y verificable, siempre y cuando tengamos la garantía de que ellos asumen su responsabilidad en materia judicial y verificación nacional e internacional. Que no conviertan esto en una especie de payasada. Las experiencias del pasado, en esa materia, son pésimas. 
 
J. G.: ¿No es una exageración que el presidente Santos haya ido a Europa a decir, textualmente, que “en Colombia el postconflicto prácticamente ya empezó”? ¿Postconflicto con esto que está pasando?
 
H. D. L.: Eso quiere decir varias cosas. Primero, que hay zonas de verdadera paz en Colombia. Segundo, y aunque haya gente que no lo cree, todas las cifras de seguridad han mejorado en Colombia. La reducción del homicidio este año es histórica: 443 muertes menos que el año pasado. O sea que estamos en una tasa del 26 % por cada 100.000 habitantes, lo cual no es una maravilla, ni este es el paraíso, pero el descenso es dramático. Hay 470 municipios donde no se han presentado homicidios este año. En este momento tenemos la tasa de secuestros más baja de los últimos catorce años, ya que de 3.706 secuestros hemos llegado a 88. No es que yo diga que tenemos que aplaudir, pero la situación es muy distinta. Es a eso a lo que se estaba refiriendo el presidente.   
                               
J. G.: Hablemos de la Comisión de la Verdad. El procurador Ordóñez ha dicho que fue hecha “a la medida de las FARC” y que, en consecuencia, no será una comisión que trabaje con la verdad de las víctimas sino de los victimarios.

H. D. L.: 
Si queremos dar el paso a una paz duradera, la verdad es un ingrediente necesario, como la justicia y la reparación. Es con todas las realidades, las macabras acciones de las FARC, pero también las de otros agentes, incluso del Estado, hay que reconocerlo. En el mundo de hoy no es posible hacer una paz sin la verdad. Porque el centro de esto, y el ancla, son las víctimas. En 1991 intentamos hacerlo sin que aparecieran las víctimas, y ahora estamos pagando ese error. La gente humilde me agarra del brazo, angustiada, y me dice: “Doctor, ¿qué pasó con mi hijo o con mi padre?”. Y me dicen que, más que reparaciones económicas, lo que quieren es saber la verdad.
 
El Papa y la verdad

J. G.: ¿Y cómo se escogerían esos comisionados?

H. D. L.: Primero se crea un grupo de seleccionadores, de los cuales seis serán convenidos por las partes. (Eso es lo que irrita a algunos). Y luego tres seleccionadores más, escogidos por instituciones o personas de reputación internacional, como el Papa o las Naciones Unidas. Estamos hablando de gente de ese tamaño. Entre todos ellos, escogerán a nueve comisionados integérrimos, independientes y honestos que juzguen todas las verdades. Lo que no funciona, precisamente, es que haya verdad oficial. A eso nos oponemos. Comprendo que, mientras en el exterior aplauden ese proyecto, aquí haya personas que creen que eso es una trampa y que no va a funcionar. 

J. G.:
 A propósito de víctimas y reparaciones: se han entablado hasta ahora más de 22.000 demandas por despojo de tierras. ¿Usted cree que sí habrá una auténtica restitución?

H. D. L.: Creo que sí. Ya se habla de 22.000 hectáreas que están a punto de ser recuperadas en los Llanos Orientales. Parece una paradoja, pero, hablando con el director del Incoder, me decía que a veces lo que impide la reparación es el propio conflicto. Hay zonas donde no pueden entrar ni los jueces ni nadie. Si hay un final del conflicto, lo primero que se acelera  es la estabilización del campo. Tenemos que restablecer las zonas rurales. El jovencito que mata a alguien en la ciudad, para robarse un celular, puede ser el hijo de un desplazado. Por eso el eslabón de la cadena de violencia comienza allá pero termina afectando a todos los colombianos. 
 
“El estado ya ganó la guerra estratégica”

J. G.: Militarmente hablando, ¿en qué situación están las FARC?

H. D. L.: El predominio militar del Estado es indiscutible. En estas encuestas recientes veo que el respaldo a la opción militar vuelve a subir. Eso debería preocupar a las FARC porque no había ocurrido así en los últimos quince años. Pero eso es desconocer que la guerra estratégica ya terminó y que el Estado la ganó. Lo que queda es una resaca táctica que puede durar mucho tiempo y ser muy dolorosa. Ponerle una bomba al oleoducto es muy simple. Eso afecta a los civiles, pero no tiene ningún efecto militar.
 
J. G.: Y, entonces, ¿por qué las FARC siguen en esas?

H. D. L.: Porque, a pesar de esa realidad, las FARC llegan a la mesa casi con la obligación de decir “no hemos sido derrotados”. Las FARC están luchando ahora con su propia identidad como grupo, con su futuro, con la historia,  “cómo nos van a ver dentro de 100 años”. Perdieron la guerra, pero  insisten en su condición de rebeldes porque dicen que no pueden echar por la borda 50 años de lucha. 
 
Las FARC como partido político

J. G.: ¿Cómo serían las FARC sin armas?

H. D. L.: 
Ahí sí, desarmados, que sigan dándole manivela a su ideología. A nosotros no nos asusta eso. Que entren, con garantías, a hacer política en medio del respeto de los colombianos y de ellos hacia los colombianos. 

J. G.: ¿Unas curules para las FARC en el Congreso, sin necesidad de que participen en elecciones? 

H. D. L.: 
Yo sé que los ciudadanos piensan eso. Yo tengo que ser totalmente honesto y decirles, así me lluevan tomates, que en una primera etapa, netamente transitoria, el Estado y el país tienen que abrir la mente a la participación de las FARC como partido político desarmado. Tienen que abrirse dignamente las puertas políticas para las FARC. Más allá de si hay curules o no -porque eso habrá que discutirlo-, creo que los colombianos tenemos que prepararnos para obrar con generosidad en ese momento. Las FARC han sido el elemento más conservador de la vida política colombiana. Cincuenta años de violencia disolvieron prácticamente el movimiento sindical y el estudiantil.  

Puerto Rico con su deuda impagable es la Grecia de América

Tomado de El País
La Casa Blanca niega el rescate financiero a la ‘Grecia del Caribe’

Puerto Rico ha declarado “impagable” su deuda de 72.00 millones de dólares

Por Silvia Ayuso

Mientras el mundo mira preocupado hacia Grecia, otro drama muy similar estallaba en el Caribe. La deuda pública de Puerto Rico es “impagable”, reconocía su gobernador, Alejandro García Padilla. La isla de 3,6 millones de habitantes debe 72.000 millones de dólares a sus acreedores. Y no tiene dinero para pagar. Su estatus jurídico le impide acogerse a la ley de quiebras y Washington no parece dispuesto a ceder. La misma Casa Blanca que lleva insistiéndole a Europa que ayude a Grecia ha descartado un rescate financiero para la isla.
Como en Atenas, el endeudamiento de Puerto Rico no paró de crecer durante años para financiar un gasto público muy superior a sus ingresos y tiene el dudoso honor de ostentar la mayor deuda per cápita de todo Estados Unidos. Una elevada evasión fiscal, problemas de corrupción y falta de transparencia son otros de los problemas que comparten Grecia y Puerto Rico.
Al igual que los europeos, Puerto Rico tiene una moneda, el dólar, pero sin capacidad para aplicar una política monetaria propia. Su estatus jurídico de estado asociado a Estados Unidos, tampoco le permite declararse en bancarrota, una opción a la que se han acogido ciudades como Detroit recientemente.
En palabras que podría haber tomado prestadas del primer ministro Alexis Tsipras, García Padilla advertía de una “espiral mortal” si la isla no logra estimular el crecimiento. “El tamaño de esa deuda nos impide salir del ciclo de recesión y contracción. No se trata de política, se trata de matemáticas”, sostuvo el gobernador puertorriqueño que pide una reestructuración de la deuda.
Si las consecuencias de una quiebra griega se podrían llegar a sentir en toda Europa, las de una suspensión de pagos puertorriqueña podrían afectar a todo EE UU, porque la gran mayoría de sus bonos se negocian en el mercado estadounidense de deuda municipal.
Pero los paralelismos acaban ahí. Para empezar porque mientras Grecia tiene claro a quiénes debe dinero, en el caso de Puerto rico la deuda se distribuye entre una miríada de bonistas —desde individuos a aseguradoras, cooperativas, bancos, instituciones eclesiásticas o planes de pensiones— que hacen más difícil la negociación, advierten los expertos.
Pese a ello, García Padilla acaba de crear un “grupo de trabajo para la recuperación económica de Puerto Rico” cuya misión es intentar lograr, explicó, “una moratoria negociada con los bonistas para posponer, por un número de años, los pagos de la deuda, de forma tal que ese dinero se invierta en Puerto Rico”.
A pesar de las dificultades, la isla pagó el 1 de julio los casi 1.900 millones de dólares que le tocaba ante el vencimiento de algunos bonos, consciente de las implicaciones que tiene un impago de deuda.
Un informe elaborado por antiguos expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial trazó esta semana un duro panorama para una isla que, afirman, no podrá eludir “tiempos difíciles”.
“Problemas estructurales, shocks económicos y finanzas públicas débiles han llevado a una década de estancamiento, emigración y deuda. Los mercados financieros solían hacer la vista gorda ante estas realidades, pero desde entonces han cortado a la isla el acceso normal a mercados. Una crisis se cierne” sobre Puerto Rico, advirtieron.
El informe traza una hoja de ruta que pasa por reformas estructurales para recuperar la competitividad, una reforma fiscal y acciones para recuperar la “credibilidad institucional”. García Padilla admitió la necesidad de hacer ajustes —aunque rechazó algunas de las propuestas de los expertos, como pedir que se exima a la isla de pagar el salario mínimo federal— y llamó a todos los sectores a “asumir nuestra responsabilidad” y aceptar “sacrificios compartidos”.
Quien por ahora parece hacer oídos sordos a su petición de ayuda es Washington. La misma Casa Blanca que lleva insistiéndole a Europa que ayude a Grecia ha descartado un rescate para la isla. Esta semana, las llamadas entre Washington y las capitales europeas se han sucedido sin parar, urgiendo un acuerdo que permita a Grecia seguir en el euro y preservar la estabilidad de los Balcanes.
Las miradas se dirigen ahora al Congreso, con capacidad de modificar la Ley de Quiebras para que Puerto Rico se pueda acoger a ella. Esto le permitiría a las empresas públicas de la isla reestructurar su deuda en los tribunales de bancarrota como hizo en su momento Detroit. En el caso de Puerto Rico, esa deuda asciende a 25.000 millones de dólares, es decir, un nada desdeñable tercio del total. Pero una propuesta en este sentido sigue sin avanzar en la Cámara de Representantes.


martes, 23 de junio de 2015

Vacío de liderazgo en partido republicano da paso a lo irracional e inverosímil



Cualquier payaso con un par de pesos se cree con oportunidad para ganar la nominación en un partido republicano a la deriva y sin liderazgo

Por Luis E. Montes

Lialdia.com / Luis Montes Amaya / Suffolk/ Long Island/ 6/22/2015 – El partido republicano está a la deriva y reducido a una organización política con mucha influencia en algunas regiones del país pero sin agenda, visión ni un líder que genere confianza en la mayoría de la base y que a su vez pueda atraer ese voto independiente indispensable para convertirse nuevamente en un partido a escala nacional.

Luego de resultados favorables históricos en el ciclo electoral de medio término en noviembre del 2014, los republicanos enfrentan la elección presidencial del 2016 con profundas divisiones, mucho más marcadas que el 2012. Basta ver el número de candidatos y las divergencias en sus plataformas de los que han declarado ya su intención para correr más el otro gran número de aspirantes que han manifestado que están explorando una posible candidatura. Cualquiera que invoque el “espíritu democrático” del partido republicano para justificar la larga lista está en todo su derecho pero eso sería un análisis simple, apologista y unidimensional.
El partido republicano ha sido tradicionalmente una organización política que ha permitido poca disensión, “disciplinado” y que trata sus problemas familiares a puertas cerradas. No obstante, como el entonces candidato presidencial republicano Mitt Romney explicó recientemente al inicio del retiro E2 (Expertos y Entusiastas) en el cual participaron 6 de los candidatos o pre-candidatos en Park City, Utah, las divisiones del partido se comenzaron a notar en las primarias del 2012 pero se han acentuado aún más en el inicio de este ciclo. Parte del objetivo del retiro convocado por Romney y el nuevo rol que asumirá en la contienda por la Casa Blanca en el 2016 será, de acuerdo a sus declaraciones, tratar de aminorar esas diferencias y “reducir el daño que pueda causarse entre republicanos.”
Elementos desestabilizadores y que generan gran daño a los intentos de reconstruir el partido republicano en una marca nacional son muchos y variados. Por ejemplo, Rand Paul, el senador de Kentucky y su repetidos “filibusters” – táctica legislativa dilatoria – y constantes choques públicos con su colega del mismo Kentucky Mitch McConnell, líder republicano en el Senado; Ted Cruz y su esfuerzos por abochornar y debilitar el liderazgo de su mismo partido tanto en el Senado como en la Casa de Representantes con el caucus del Tea Party y la gota que rebalsó el vaso se dio el pasado 16 de junio con el anuncio de Donald Trump.

Con Trump -hasta antes de su anuncio – al igual que con Ann Coulter y muchos otros comentaristas de la cadena Fox, el partido republicano tenía la oportunidad de distanciarse de los frecuentes comentarios desdeñosos en su mayoría en contra de inmigrantes, particularmente hispanos. El anuncio eliminó esa zona de confort del partido. Hoy los comentarios les pertenecen sin subterfugios ya que con el anuncio ahora serán hechos oficialmente por un candidato presidencial republicano, en clara contravención al supuesto objetivo nacional del partido. En términos de transparencia es positivo y consistentes. Como indican sondeos de la base republicana, los comentarios racistas y xenofóbicos son el sentir de la mayoría en el partido pero sus representantes no se atreven a vociferar y cuando lo hacen lo hacen eufemísticamente.
Lo que hace ocho meses se creía impensable, ahora es realidad. El futuro de Jeb Bush un candidato moderado quizá con el mejor perfil para hacerle frente a la candidata putativa del partido demócrata Hillary Clinton es incierto. Su campaña acaba de sufrir una sacudida en la dirección a consecuencia de los bajos números en las encuestas. Su slogan de campaña esconde su apellido el cual era antes lo que más se asemejaba a una casa real en la política estadounidense y su capacidad bilingüe así como su competencia cultural son ahora causas de irrespeto y chistes en su partido.
Cierto que falta mucho para las primeras primarias en enero del 2016 pero es evidente que la base del partido republicano no percibe a ninguna figura como su líder que los pueda cohesionar. Tan es así que cualquier payaso con un par de pesos se cree con oportunidad para ganar la nominación. Por lo visto hasta hoy cada candidato se esfuerza por representar los intereses del 1% pero no hay uno solo que unifique, satisfaga a la base y que tenga un mensaje que pueda conformar la mitad más uno vital en cualquier ecuación electoral victoriosa.