sábado, 2 de julio de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DROGAS Y ENFERMEDAD MENTAL

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Cuando vemos a personas con enfermedades mentales y además adictas a las drogas la primera duda que surge es cuál de los males vino primero. ¿Cuál fue provocado por el otro? En fin, un dilema similar al del huevo o la gallina. 
Evidentemente hay un vínculo fuerte entre el consumo de drogas -también en el alcoholismo- y la salud mental. Los individuos que por alguna razón -y suele pasar muy a menudo- han tenido problemas desde la niñez y la adolescencia y estos no han sido tratados adecuadamente suelen iniciarse tempranamente en el alcohol y/o drogas como una forma de sentirse mejor.

Personas con problemas del aprendizaje, de conducta de relación y/o afectivos encuentran en esos vicios la manera de soportar una vida en la cual no se sienten comprendidos. Y aunque en la mayoría de los casos tratan de hacer lo posible por mejorar, no lo logran debido a que realmente tienen un problema de salud no detectado.

Los problemas de salud mental que pueden ocurrir con el consumo de alcohol o de drogas incluyen depresión, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático (PTSD), esquizofrenia y otros más.

Por eso es importante tener en claro el concepto de patología dual. Es aquella en la que hay una causa primaria debido a la cual se ha asistido a consulta y/o a una emergencia por un detonante. Sin embargo luego, durante la historia médica o en los test subsecuentes, se detecta que existe algo más, ya sea el uso y abuso de tóxicos o una patología mental asociados al motivo de consulta.

En general, y desde mi punto de vista, suelen estar primero las necesidades de atención mental, aunque estas puedan pasar inadvertidas hasta que se presenta abruptamente una conducta detonante que puede ser un accidente de tránsito, un ataque de ansiedad, una intoxicación etílica e incluso un intento de suicidio. 

Si bien no existen muchos estudios genéticos en las enfermedades mentales, puede pensarse que existe la posibilidad que si una de estas patologías ha aparecido en los padres u otros parientes podría darse en hijos o familiares. Eso se detecta al hacer una buena historia médica con antecedentes familiares y antecedentes de embarazo y parto. Allí podrían detectarse problemas de salud mental, de aprendizaje, afectivos o de socialización. 

También importa conocer el nivel educativo, cultural y el estrato social, ya que cuanto más alto es el nivel se supone que tendrá más facilidades para detectar y tratar la existencia de estos problemas. Por lo general, dichos círculos suelen tener mejor atención en los embarazos y partos, también cuando asisten a los centros escolares estos serán mejores tanto en infraestructura, como contar con menor cantidad de alumnos, mejores profesores y más satisfechos de su labor y detección de problemas de forma más pronta y precisa. 

Una vez detectada una patología dual, será necesario en la mayoría de los casos tratar ambas al mismo tiempo. Muchas veces será necesario el ingreso hospitalario y una serie de tratamientos iniciando con la asistencia médica, uso de psicofármacos, talleres de terapia ocupacional, establecer rutinas y disciplinas como: yoga, meditación acompañados de actividad física regular y ejercitación.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.