sábado, 17 de junio de 2023

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: FALSOS RECUERDOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

 

Aunque parezca mentira, los seres humanos somos capaces de tener falsos recuerdos. Esto se da, sobre todo, en la niñez. Sin embargo también es frecuente en las personas en estado de embriaguez, bajo el uso de drogas o con un severo estrés.

Hay que tener especial cuidado en el caso de los niños, sobre todo cuando se sospecha que pudo haber sido víctima de un abuso sexual. Con una pregunta mal hecha, sin tino, puede provocar en el niño la sensación de que eso ha ocurrido. Es decir, le creamos falsos recuerdos, por eso este tipo de interrogatorios no son adecuados.

Por supuesto, esto tiene una explicación científica. El proceso de rellenar las lagunas de la memoria se hace “a través de nuestros sesgos y creencias”. A menudo, nuestros recuerdos son fragmentarios y pueden contener distorsiones. Cuando intentamos reconstruir un evento, nuestra mente puede llenar esos vacíos con información inventada o basada en conjeturas, lo que puede resultar en la formación de recuerdos falsos.

Por lo tanto, los falsos recuerdos pueden estar alimentados por prejuicios, algo que puede llevar, entre otras cosas, a cometer injusticias. Puede darse, por ejemplo, al juzgar un crimen con el testimonio de los testigos visuales.

"La memoria es un espejo que no refleja fielmente el pasado, sino que lo reinterpreta constantemente", escribió alguna vez el escritor Vladimir Nabokov. Lo peor es que a veces no es tan fácil distinguir recuerdos reales de los falsos, sobre todo a las personas con antecedentes de trauma o depresión, que corren el riesgo de producir recuerdos falsos cuando se exponen a información relacionada con su base de conocimientos. Las aberraciones de la memoria son características notables del trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión.

También se le conoce como Síndrome de falsa memoria (false memory syndrome, FMS), la condición psicológica en la cual un individuo experimenta la creencia, expresada con firmeza, de haber sufrido un evento traumático en su niñez o adolescencia el cual en realidad nunca ocurrió.

Nuestro cerebro está sujeto a una serie de sesgos cognitivos que pueden afectar la precisión de los recuerdos. Por ejemplo, el sesgo retrospectivo nos lleva a reinterpretar los eventos pasados desde nuestra perspectiva actual, lo que puede llevar a la distorsión del hecho Además, el sesgo de confirmación nos hace recordar selectivamente la información que confirma nuestras creencias existentes, lo que puede influir en la formación de recuerdos falsos.

Los hallazgos empíricos sobre las limitaciones de la memoria en personas con TDAH (su déficit de atención y fallas para codificar detalles) indican que los pacientes con TDAH experimentan deficiencias de memoria textuales y, por lo tanto, una mayor tendencia a crear recuerdos falsos.

El trastorno delirante es un tipo de afección de salud mental en la que una persona no puede distinguir lo que es real de lo que es imaginario. Hay muchos tipos, incluidos los persecutorios, celosos y grandiosos, pero pueden tratarse con psicoterapia y medicación con resultados más que aceptables.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

sábado, 3 de junio de 2023

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: RECONSTRUIR NUESTRA PROPIA HISTORIA

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

"No podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos cambiar la forma en que lo contamos y, por lo tanto, la forma en que influye en nuestro presente y futuro". La frase pertenece a Edith Eva Eger, una psicóloga eslovaca, de padres judíos y superviviente del Holocausto que además es especialista en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático.
Esa descripción ayuda a entender muchas cosas sobre nuestra identidad narrativa. Se trata de la forma en que las personas construyen y cuentan sus historias de vida para dar sentido y coherencia a su identidad. Es decir, es la narrativa que una persona crea acerca de quién es, qué ha pasado en su vida y cómo ha llegado a ser quien es en la actualidad. Incluye los eventos y experiencias significativas de la vida de una persona, así como las interpretaciones que hace de estos eventos.

La forma en que una persona construye su identidad narrativa puede influir en su autoconcepto, su bienestar emocional y su comportamiento. Al contar su historia de vida, una persona puede encontrar un sentido de propósito y significado, y puede entender mejor su lugar en el mundo.

Contamos nuestra historia según la vivimos, con espíritu de lucha o con derrota, con vergüenza o pudiendo detectar factores agravantes. Nos cuesta modificarla porque depende de nuestro propio carácter, formación, valores, y como estos nos ayudan a renacer o a sentir que vamos muriendo sin remedio, que podemos luchar o tiramos la toalla ante adversidades, del mismo modo que los triunfos nos impulsan o nos detienen si los damos como suficientes. 

Por eso es posible que los protagonistas de una misma historia tengan vivencias opuestas. Eso es que para algunos puede ser el epílogo y para otros un prefacio en sus vidas. Sin embargo, es posible cambiar esa narrativa original. Al cambiar nuestra interpretación de nuestras experiencias y seleccionar diferentes experiencias para incluir en nuestra historia, podemos crear una identidad mas positiva y empoderadora.

Eso sí, es un proceso que puede llevar tiempo y requiere paciencia y práctica. Sé amable contigo mismo y celebra los pequeños avances que hagas en el camino. Debe haber voluntad de hacerlo y perder el miedo a lo que podemos ocultar en nuestros inconscientes, como los niños que olvidan los abusos, sobre todo sexuales, por temor a reconocer que hubo ciertas sensaciones que no fueron tan malas aunque el abuso en sí sea ya de por sí desagradable.

En fin, como alguna vez escribió Gabriel García Márquez, "la vida no es lo que uno vivió, sino la historia que uno cuenta y cómo la cuenta".

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.