Adiós a Tito Vilanova, un hombre de pocas
palabras y muchos récords con el Barcelona
Por JM Pinochet
Terminó la agonía para Tito Vilanova. Más allá del dolor que
siente el mundo del fútbol, su adiós marca el fin de un tortuoso camino
que sufrió el extécnico del FC Barcelona desde hace dos años y medio, cuando
fue diagnosticado con un cáncer de parótida.
Tito
fue un hombre de pocas palabras y no tuvo tiempo para acostumbrarse al
escrutinio público. Se mantuvo durante cuatro años a la sombra de Guardiola y
cuando le tocó dar un paso al frente no tuvo tiempo de saber hasta dónde habría
podido llegar.
Ni
siquiera la agresión de José Mourinho cuando le metió el dedo en el ojo durante
una trifulca durante un partido de la Supercopa entre el Barcelona y Real
Madrid lo desestabilizó. Fue el primero en reconocer públicamente su
responsabilidad en el incidente y condenarlo.
Tito fue un hombre de pocas palabras y no tuvo tiempo para
acostumbrarse al escrutinio público.
En
los pocos meses que estuvo al frente del equipo en persona, el Barcelona logró
registros históricos que incluso superaron a los del mejor año de Guardiola, y
al final de la temporada conquistó el título, igualando el récord de 100 puntos
que había conseguido el año anterior el Real Madrid.
Fue
la conclusión de un largo camino que comenzó a forjarse en el pueblo en el que
creció, Bellcaire de L’Empordà, cerca de Girona, en el norte de Cataluña.
Trabajó
durante años en las divisiones inferiores del club catalán, en la famosa
cantera de jugadores conocida como La Masía. Fiel a un estilo, a una forma de
ser calmada, de confianza, donde predominaba la amistad y las relaciones
personales, Tito hizo jugar a futbolistas como Lionel Messi, Cesc Fábregas y
Gerard Piqué como a él más le gustaba, con compromiso, solidario.
Es
así que lo recuerda el mundo del fútbol, como un hombre leal a sus ideas y que
con humildad y dignidad enfrentó a una enfermedad que lo fue consumiendo.
Tuvo que dar un paso al costado del club donde pasó la mayor parte de su vida para dedicarse a su salud. Fue él quien prefirió vivir y sufrir la enfermedad en el anonimato, en silencio, con su familia. Para el resto ya había dejado grabado para siempre su nombre en la historia del balón, su gran aliado.
Tenía
45 años y una larga trayectoria en el fútbol, primero como un modesto jugador y
después como un ideólogo del balón en su etapa como técnico. Su aporte táctico
al mejor Barcelona de la historia, marcado por la revolución de posesión que
impulsó Pep Guardiola, fue fundamental.
Línea de tiempo
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1968: Nació el 17 de septiembre en Bellcaire d'Emporda,
Cataluña
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1988: Creció en las inferiores del Barcelona, pero nunca pudo
llegar al primer equipo
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1990: Ficha por el Figueres
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1992: Llega al Celta de Vigo en primera división
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2002: Se retira tras una corta trayectoria por clubes de
divisiones inferiores, comenzando su carrera como técnico en La Masía
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2007: Después de ser director técnico del
Terrassa, se convierte en asistente del Barcelona B para trabajar bajo las
órdenes de Guardiola.
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2008: Asciende al primer equipo de la mano de Guardiola
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2012: Es nombrado entrenador del FC Barcelona
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2013: deja el cargo afectado por su enfermedad
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2014: muere a los 45 años