Un día como hoy 29 de junio de 1958 Brasil gana su primer mundial de fútbol. *Publicado en el diario brasileño Folha da Manhã del 1 de julio de 1958. ESTOCOLMO. Fue en la tarde de un día como hoy 29 de junio de 1958, muy lejos y mucho tiempo después de aquel triste 16 de julio de 1950 en el Maracaná, cuando la Selección de fútbol de Brasil consiguió concretar el mayor triunfo de su historia y uno de los grandes sueños del pueblo. Cincuenta mil suecos, en lugar de los 200.000 brasileños de aquel día negro, vieron a Brasil quitarle el título a su Seleccionado, en una jornada en la que el vencedor dio pruebas irrefutables de una gran superioridad. Más allá de los cinco goles, la exhibición de los nacionales vale por un diploma de campeones legítimos. Sin tener que forzar demasiado su ritmo de juego -puesto que los adversarios a pesar de la importante del partido no fueron tan fuertes como se esperaba- los jugadores brasileños mejoraron lentamente desde los fríos y nerviosos intantes iniciales, en los que sufrieron, incluso, un gol en contra. Con el correr de los minutos lograron prevalecer y, al final del primer tiempo, la tan ardientemente deseada victoria estaba casi asegurada. Al término del encuentro, todo el estadio de Solna, de pie, le dio al cuadro brasileño el homenaje que merecía. Reconocidos como campeones dignos, los futbolistas sudamericanos pudieron, al fin, descansar de la larga y ardua campaña que los llevó a ganar el cetro tan disputado. Así, la gloria descansó en los brazos de todo Brasil. La misma inmensa gloria que se hizo desear 28 largos años y que llegó después de cinco campeonatos del mundo. En los primeros cinco minutos de juego, los suecos tuvieron una gran presencia en el campo. Tomaron al equipo brasileño frío y aprovecharon su nerviosismo para realizar cuatro ataques consecutivos, uno de los cuales terminó con la apertura del marcador. Se notaba, a aquella altura, una cierta desorientación de la defensa visitante, provocada por el trabajo de los dos mediocampistas suecos y del centroatacante Simonsson. Parados en el centro de la cancha, estos tres jugadores articulaban los ataques, confudiendo la marcación de Bellini y de Orlando e intentando habilitar a los hombres de ataque más peligrosos: Hamrin y Skoglund. Pero esa estrategia no produjo los resultados esperados durante mucho tiempo, porque los delanteros fueron neutralizados por Djalma Santos y Nilton Santos. Además, Bellini y Orlando no tardaron mucho en ajustar las marcas y a medida que el trabajo de los defensores brasileños se hizo más efectivo, Suecia fue perdiendo efectividad. Al final del primer tiempo, todo estaba prácticamente en manos de Brasil, que ganaba 2-1 gracias a los goles de Vavá. Sólo faltaba que se definiera el resultado con mayor eficacia de los atacantes. Después de que Pelé marcara el tercero, en el inicio de la segunda etapa, los brasileños sintieron que ya tenían el título mundial prácticamente conquistado y trataron de manejar la pelota y ganar tiempo. Volvieron a marcar dos veces más, como consecuencia natural de su dominio y sin tener que acelerar el ritmo de juego. Incluso, si hubiese aprovechado todas las opciones que tuvo, Brasil podría haber marcado más tantos. Sobre todo en el segundo tiempo, los delanteros brasileños perdieron oportunidades excelentes. La mayor fue a diez minutos del final, cuando Pelé envió una pelota al vértice derecho de la meta sueca. Con siete anotaciones en los noventa minutos, la partida ofreció momentos de emoción y buen fútbol a la gran multitud que asistió al estadio de Solna. LA ACTUACIÓN DE LOS BRASILEÑOS Gilmar estuvo bastante nervioso y tuvo varias salidas fallidas, pese a que no fue muy exigido. Tuvo sólo dos buenas atajadas y, por su actuación, podría haber sido superado en más ocasiones aunque no tuvo responsabilidad en los dos goles suecos. Los laterales Djalma Santos y Nilton Santos mostraron un nivel excelente, logrando marcar con suficiencia a los delanteros rivales. De hecho, Djalma logró hacer olvidar al titular Di Sordi. El defensor Belini falló en los instantes iniciales del juego, incluso en la jugada que finalizó con el primer gol sueco. Pero se recuperó y terminó como figura por su trabajo en defensa y también en la creación. Orlando fue el más flojo de la defensa, ya que no marcó con el debido cuidado. De todas maneras, estuvo firme en el final, bien apoyado por Zito, quien fue el mejor elemento de la línea defensiva. El mediocampista de Santos también aportó en ataque, formando con Didí una dupla extraordinaria, responsable de jugadas brillantes. Ambos condujeron al equipo. Por su parte, Pelé y Garrincha fueron sin dudas los grandes valores individuales de la Selección de Brasil. Vavá, además de confirmar su cualidades de goleador, fue todo un luchador, procurando aprovechar todas las oportunidades surgidas en el área sueca. Por último, Zagallo, pese a ser el elemento menos trascendente del ataque, participó de diversas jugadas.
Gol de argentina. Corren 83 minutos. Diego Maradona lanza un pase en profundidad. Jorge Burruchaga supera a Briegel y bate a Schumacher. El 3-2. ¡Argentina, campeona mundial!
Un día como hoy 29 de junio de 1986 la selección de fútbol de Argentina, con Diego Armando Maradona a la cabeza, se corona campeona del mundo, al vencer 3-2 a Alemania Occidental. Tomado de La Nación por Rodrigo Calvo. México 1986 fue el Mundial de Diego Armando Maradona. El astro del Nápoli de Italia se convirtió en el mejor orquestador y el máximo goleador de su país en el torneo, y su determinación de alcanzar el título fue absoluta. Nunca antes un solo futbolista había logrado influir en una Copa de manera tan decisiva como el Pelusalo hizo en las sedes de México. Argentina conquistó sin obstáculos su camino al título del Mundial mexicano, el segundo de su historia, comandado por un artista de apellido Maradona. En México 1986, la Albiceleste capitalizó para sus afamadas vitrinas la corona mundial de México 1986, debido a su futbol creativo y a su extraordinaria fuerza colectiva, guiados por el técnico Carlos Salvador Bilardo y el genio de su astro, Diego Armando Maradona. Para apoderarse de esta anhelada meta, el equipo albiceleste estuvo preparado, trazó su destino con orden táctico y logró encaminar a sus jugadores en siete complicados juegos ante Corea del Sur (3-1), Italia (1-1), Bulgaria (2-0), Uruguay (1-0), Inglaterra (2-1), Bélgica (2-0) y Alemania Occidental (3-2), llevándolo así a su segundo cetro histórico después de 1978. Para llegar a este desenlace, la etapa preliminar comprendió 36 encuentros, repartidos en seis grupos de cuatro seleccionados cada uno. El 13 de junio finalizó esta ronda, cuando quedaron eliminados ocho equipos que también animaron la competencia: Corea del Sur, Argelia, Portugal, Hungría, Escocia, Irlanda del Norte y los debutantes Canadá e Iraq. La fase aclimatación a la altura azteca se terminó para todos. Los equipos hallaron las formaciones ideales y se clasificaron a la segunda ronda de octavos de final diez equipos europeos, cuatro de Suramérica, el país organizador, México, y el sorprendente Marruecos. LA PRIMERA FASE. En el grupo A, los favoritos triunfaron y lograron avanzar, pese a que Italia pasó más apremios que los previstos, con sendos empates y una victoria ajustada ante nos norcoreanos. El artillero Alessandro Altobelli, con su olfato de goleador, salvó la causa azzurra, mientras que Argentina, de la mano de Maradona, dejó vislumbrar las virtudes que consagrarían finalmente su futbol. México y Paraguay, ambos invictos, se adelantaron en el bloque B del mismo modo que la Unión Soviética y Hungría lo hicieron en el C, en un grupo en donde Hungría se constituyó en la gran decepción de la primera fase. En el grupo D, una serie de errores garrafales del árbitro australiano, Christopher Bambridge, como anular un gol legítimo del ibérico Michel, permitieron a Brasil obtener los dos primeros puntos ante su rival más consistente, España. Posteriormente, los ibéricos lograron recuperar el terreno perdido y, con justicia, se clasificaron también a la segunda etapa del certamen. Brasil fue el único seleccionado de los 24 países participantes que mantuvo su valla imbatida durante la primera ronda. Otro debutante, Dinamarca, fue una agradable sorpresa en el bloque E, en una actuación que hizo recordar a la famosa Naranja Mecánica de Holanda, en el Mundial de 1974 en Alemania. Los daneses no respetaron los pergaminos de Uruguay y doblegaron también a escoceses y alemanes, en la llave considerada más difícil… “el de la muerte”. El grupo F deparó también el asombro inicial de la derrota de Inglaterra a manos de Portugal, sumado al excelente desempeño de Marruecos que, de candidato a una rápida eliminación, se proyectó hasta alcanzar el primer lugar de la zona. El mecanismo implantado para este torneo, dando oportunidad a los mejores terceros lugares, dio luz verde a equipos de mediocre comportamiento como Bulgaria y Uruguay, y a otros como Bélgica y Polonia que habían demostrado más errores que méritos en esta primera ronda de la Copa del Mundo. En conclusión, la primera fase de 1986 dibujó con realismo lo que finalmente fue: un gran Mundial, con muchos goles y un festival de futbol de calidad. LAS FASES DECISIVAS. Los equipos de la Unión Soviética y Dinamarca fueron los preferidos del público y considerados favoritos al título mundial en la Copa de México 1986, luego de cumplir una convincente primera ronda de grupos con buen futbol. Sin embargo, ambos seleccionados fueron, sorprendentemente, eliminados durante la segunda etapa de octavos de final. Los daneses habían conseguido tres victorias al hilo en el grupo E, pero sufrieron la descalificación en Querétaro por un categórico 1-5 en contra que le propinó España, gracias a la soberbia actuación de su héroe: el joven astro, Emilio Buitre Butragueño, hizo cuatro goles. Por su parte, los soviéticos quedaron fuera a manos de Bélgica, por 4-3, en un dramático encuentro que incluyó tiempos extras en León. Dos de los goles belgas se originaron en jugadas viciadas de nulidad, por posiciones fuera de juego que el árbitro sueco Erik Fredriksson no advirtió. Un poco menos sorpresiva fue la eliminación de Italia, de mediocre desempeño en el certamen, frente al elegante, organizado y efectivo juego colectivo de Francia que, con las conquistas del astro Michel Platini y la promesa Yannick Stopyra, doblegó 2-0 en el estadio Olímpico 1968 Universitario, de México D. F. El cuadro anfitrión, México, se deshizo de Bulgaria con un merecido resultado de 2-0. El primer tanto de la contienda fue uno de los golazos de la Copa: Manuel Negrete, quien fue el mejor de su equipo en este partido, aprovechó un pase medido de Javier Aguirre (hoy seleccionador azteca) y consiguió una media chilena sorpresiva y espectacular que vulneró el marco búlgaro. Por su parte, Inglaterra conoció un renacimiento futbolístico y, de la mano de su goleador Gary Lineker (autor de dos tantos en octavos), dejó fuera a Paraguay con un contundente 3-0 en el estadio Azteca, de la capital mexicana. Alemania, mientras tanto, había concedido tres puntos en su respectivo grupo E y sufrió dificultades para derrotar 1-0 a Marruecos, revelación del bloque F, cuando se jugaban los últimos minutos en el estadio Universitario de Monterrey. El punto débil de los africanos fue su incapacidad realizadora durante el insípido choque, que se decidió a los 87 minutos con un gol de tiro libre de Lothar Matthäus, facilitado por la mala colocación de la barrera marroquí. Los argentinos, por cierto, dominaron la situación la mayor parte del tiempo en el partido contra Uruguay, que llegó disminuido con dos figuras suspendidas y el entrenador Omar Borras viendo el juego desde las gradas en Puebla. Sin embargo, Argentina no pudo aprovechar su supremacía y convertirla en goles, luego de fallar innumerables ocasiones para anotar. Apenas derrotó 1-0 a los charrúas, con un solitario gol de Pedro Pablo Pasculli al minuto 42. Y, ante la sorpresa general, Polonia controlaba con propiedad su duelo ante el favorito Brasil. Pero no supo definir y, en un dramático cambio de situación en Guadalajara, la magia brasileña apareció, hubo un dudoso penal a su favor y pudo ganar con un marcador de 4-0, que fue cruel para los polacos. BRASIL, TRISTE, DIJO ADIÓS. Vino después la ronda de cuartos de final. Para muchos especialistas del futbol, el emocionante encuentro entre Brasil y Francia en Guadalajara, fue una final anticipada en el Mundial de México 1986 y quedará, ciertamente, como el mejor partido disputado en ese torneo. El choque contó con dos equipos bien dotados de recursos futbolísticos y fue uno de los de mayor intensidad y calidad técnica de aquella época. Lo tuvo todo. Hasta la dosis de crueldad que obliga a dejar en el camino a uno de los dos equipos. Se resolvió 4-3 a favor de los europeos por la vía de los lanzamientos desde el punto de penal, luego de que el tiempo regular finalizó igualado 1-1 y no se movió el marcador en las dos etapas suplementarias. Por idéntica vía de los penales, Alemania Occidental se deshizo 4-1 del equipo anfitrión, México, y Bélgica hizo lo mismo contra España, pero por 5-4. El único encuentro que se definió en el tiempo normal de 90 minutos fue aquel en el cual Argentina descalificó por 2-1 a Inglaterra, con un rol fundamental a cargo del astro suramericano, Diego Armando Maradona, en una disputada fecha en la que los temidos aficionados ingleses, los hooligans, hicieron de las suyas en las graderías del imponente estadio Azteca, de la capital mexicana. El talentoso número “10” albiceleste hizo el primer tanto con “la mano de Dios”, sin que el árbitro tunecino Alí Bennaceur lo advirtiera. Pero convirtió luego, en una maniobra individual de lujo, el mejor gol de cuantos se han anotado en la historia de los Campeonatos Mundiales de futbol. Tras estos resultados, Francia, Alemania Occidental, Argentina y Bélgica avanzaron a las semifinales, mientras que Brasil, México, Inglaterra y España se despidieron de la competencia con la frustración que dejan las derrotas. Ya en semifinales, Argentina, por no decir Diego Maradona, venció 2-0 en la semifinal del Mundial mexicano y acabó con el sueño de los heroicos futbolistas belgas, quienes, a pesar de jugar dos partidos seguidos de 120 minutos, opusieron firme resistencia a un equipo mejor dotado técnicamente y mucho más descansado. Maradona estaba, el 25 de junio de 1986 en México, un tanto aburrido de ver cómo sus compañeros desperdiciaban opciones de gol. Por lo tanto, convirtió dos tantos en el segundo tiempo –ambos antológicos– y demostró una vez más que era, de lejos, el mejor jugador de aquel Campeonato Mundial en 1986. En Guadalajara, Francia estaba obligada por el honor a ganarle a Alemania Occidental. El fútbol artístico contra el fútbol fuerza. Por un lado, era el favorito a llegar a la final. Además, tenía una cuenta pendiente con los germanos, quienes los habían sacado de la final del Mundial de España 1982, durante la recordada y dramática semifinal de Sevilla. Sin embargo, una vez más, Alemania demostró ser Alemania. A Francia se le olvidó que los partidos se ganan en la cancha y que, en un torneo de esta naturaleza, también se impone el oficio, la determinación y el temperamento. Los perseverantes alemanes, quienes habían mostrado esta entonces poco futbol y muy pocas ideas, plantearon con gran inteligencia el partido y ganaron la contienda por 2-0, con tantos de Andreas Brehme y Rudolf Rudi Völler. Triunfo inobjetable por 2-0 de Alemania, un sólido y disciplinado cuadro hecho para jugar finales, que de esta forma aseguró el paso a una final donde no estarían Francia ni Brasil, los favoritos sobre el papel; ni Dinamarca ni la Unión Soviética, los mejores equipos de la primera fase. Y en la disputa del tercer lugar, Francia y Bélgica tuvieron que jugar en Puebla para decidir qué país ocupaba el tercer lugar en México 1986. Fue la confrontación del estilo fino y rítmico de los franceses, y el dinámico y calculador juego de los belgas. Esto dio como resultado un buen espectáculo, sin tensiones, correcto, ejemplar, que fue emotivo y técnico. El partido, al final, fue de Francia con justicia al ganar 4-2, en los tiempos extras, pues demostró, con varios prometedores suplentes en la cancha –guiados por el talentoso Philippe Vercruysse–, que lo suyo ya era escuela en el futbol mundial. LA MAGIA DE DIEGO, CLAVE EN LA FINAL. No era fácil ser la figura de un Mundial como el de México 1986, en los tiempos de Zico, Michel Platini y Karl Heinz Rummenigge. Pero Diego Armando Maradona lo fue con sobrados méritos y guió a Argentina a su segunda corona. Nadie podía contenerlo en aquella Copa. Maradona era el factor desequilibrante en el seleccionado, dirigido por el estratega Carlos Salvador Bilardo. Los alemanes, conscientes de ello, intentaron anularlo marcándolo a presión para cortar todo circuito que pudiera comunicarlo arriba con los Jorges, sus cómplices de ataque, Burruchaga y Valdano. A nadie le quedó la duda de que Argentina ganó el título gracias a que impuso siempre su mayor jerarquía de equipo y al talento y a la magia de Maradona. La noche anterior la lluvia cayó sin interrupción y nunca se supo si ablandó el suelo del mítico estadio Azteca. Los 114.600 personas que asistieron a la sede presenciaron un encuentro de verdadero alarido. Y si bien Dieguito no pudo marcar durante la final contra Alemania Occidental, como lo hizo en los choques anteriores, un magistral pase suyo transformó un transitorio 2-2 en un triunfo inobjetable para la Albiceleste, gracias al tercer gol del talentoso volante Jorge Luis Burruchaga, el mejor jugador de la cancha. Maradona fue marcado en forma implacable por el astro alemán Lothar Matthäus en el primer tiempo y Karl Heinz Förster en el segundo, en un intento europeo de jugar diez contra diez, y el astro mundialista no exhibió todo su esplendor, por lo que la responsabilidad del ataque lo asumió Burruchaga. Un error grosero de Harold Toni Schumacher, en una salida, permitió a José Luis Brown abrir el marcador de cabeza. Una galopada de Jorge Valdano, tras una gran corrida y servicio de Héctor Enrique, colocó el 2-0 en la pizarra. Entonces, el técnico alemán, el exastro Franz Beckenbauer, liberó las marcas. Argentina se pertrechó y contragolpeó. El 2-0 parecía cómodo… Pero las grandes selecciones nunca se rinde y, en especial, el bicampeón europeo. Alemania es Alemania. En forma dramática y en solo seis minutos de diferencia, el cuadro germano logró el milagro: igualar a dos ante el asombro general, con los tantos de Karl Heinz Rummenigge y Rudolf Rudi Völler. ¡Nadie podía creerlo! Los últimos minutos, por tanto, resultaron vibrantes. Todo se definió cuando faltaba muy poco, a seis minutos del final, con la ya descrita jugada de Maradona, en la que filtró un balón a Burruchaga que lo dejó frente a Schumacher y que éste logró definir como los grandes, en el mano a mano. La fortaleza de los alemanes había sido quebrantada nuevamente. Era el 3-2, un marcador que resultó definitivo, en un juego altamente no exenta de emoción y dramatismo hasta el final. Los fanáticos saltaron esa vez a la cancha para festejar. La Albiceleste fue el bicampeón mundial, por segunda ocasión, y lo hizo merced a la calidad individual delPelusa, Diego Armando Maradona, entonces el mejor futbolista del planeta. En conclusión, la final fue memorable y no exenta de emoción y dramatismo. Argentina fue un digno campeón y Alemania un digno perdedor. SÍNTESIS DEL TORNEO 1986. Campeón mundial: Argentina. Subcampeón mundial: Alemania Occidental. Países miembros de la FIFA: 158. Países en la eliminatoria: 121. Sedes: México D. F., Guadalajara, León, Irapuato, Monterrey, Toluca, Querétaro, Nezahualcoyotl y Puebla, en México. Participantes: 24. Partidos jugados: 52. Goles anotados: 132 (promedio: 2,54 tantos por partido). Mejor ataque: Argentina, con 14 goles. Goleador: Gary Lineker (Inglaterra), con seis tantos. Total de espectadores: 2.393.331 (promedio: 46.025 por partido). EQUIPO IDEAL DE 1986 Formación: 1-4-3-3. Portero: Jean Marie Pfaff (Bélgica). Defensas: Josimar (Brasil), Morten Olsen (Dinamarca), Julio César(Brasil) y Manuel Amorós (Francia). Volantes: Jorge Burruchaga (Argentina), Luis Fernández (Francia) y Jan Ceulemans (Bélgica). Delanteros: Preben Eljaer Larsen (Dinamarca), Gary Lineker (Inglaterra) y Diego Armando Maradona (Argentina). FINAL DE 1986. Resultado: Argentina 3-Alemania Occidental 2. Partido jugado un día como hoy (Domingo) 29 de junio de 1986. Estadio: Azteca, de Ciudad de México, Distrito Federal (México). Árbitros: Romualdo Arppi Filho (Brasil), con Erik Fredriksson (Suecia) y Berny Ulloa Morera (Costa Rica). Goles: José Luis Brown, a los 23’; Jorge Valdano, a los 55’; y Jorge Luis Burruchaga, a los 83’ (Argentina). Karl-Heinz Rummenigge, a los 74’; y Rudolf Rudi Völler, a los 80’ (Alemania Occidental). Argentina: Nery Pumpido; José Luis Cuciuffo, Óscar Ruggeri, José Luis Brown y Julio Olarticoechea; Ricardo Giusti, Jorge Luis Burruchaga (Marcelo Trobbiani, a los 90’), Sergio Batista y Héctor Enrique; Jorge Valdano y Diego Armando Maradona (capitán). D. T.:Carlos Salvador Bilardo. Alemania Occidental: Harald Toni Schumacher; Thomas Berthold, Dittmar Jacobs, Karl-Heinz Förster, Norbert Eder y Hans-Peter Briegel; Andreas Brehme, Lothar Matthäus y Félix Magath (Dieter Höness, a los 62’); Karl-Heinz Rummenigge (capitán) y Klaus Allofs (Rudolf Rudi Völler, a los 46’). D. T.: Franz Beckenbauer. Asistencia: 114.600 espectadores. Campeón mundial: Argentina. NÓMINA DEL CAMPEÓN: ARGENTINA Porteros: Nery Alberto Pumpido (River Plate), Luis Alberto Islas (Estudiantes) y Héctor Miguel Zelada (América). Defensas: José Luis Cuciuffo (Vélez Sarsfield), Néstor Clausen (Independiente), José Luis Brown (Brest), Óscar Ruggeri (River Plate), Daniel Passarella (Inter de Milán), Julio Olarticoechea (Nantes) y Óscar Garré (Ferro Carril Oeste). Volantes: Sergio Batista (Argentinos Juniors), Héctor Adolfo Enrique (River Plate), Jorge Burruchaga (Nantes), Diego Armando Maradona (Nápoli), Ricardo Bochini (Independiente), Sergio Almirón (FC Tours) y Ricardo Giusti (Independiente). Delanteros: Jorge Valdano (Real Madrid), Claudio Borghi (Argentinos Juniors), Pedro Pablo Pasculli (Lecce), Carlos Tapia (Boca Juniors) y Marcelo Trobbiani (Elche). Director técnico: Carlos Salvador Bilardo.
Un día como hoy 29 de junio de 2009 Bernard Madoff es condenado a 150 años de prisión por fraude de unos 50 000 millones de dólares, el mayor llevado a cabo por una sola persona y el más grande en la Historia de Wall Street. El financiero estadounidense Bernard Madoff, de 71 años, pasará el resto de su vida en la cárcel. La Justicia norteamericana condenó en Nueva York un día como hoy 29 de junio de 2009 al empresario a pasar 150 años en prisión por ser el autor de un fraude valorado en más de 50,000 millones de dólares. "Viviré con este dolor, con este tormento, el resto de mi vida", ha lamentado Madoff ante unas pocas víctimas que estaban presentes en el tribunal que le juzgó. El neoyorquino ha sido declarado culpable de 11 cargos de delitos relacionados con fraude, lavado de dinero, perjurio y robo, por los que la fiscalía pedía 150 años, su abogado solicitaba un máximo de 12 y el departamento federal de Prisiones recomendaba 50. "Tenemos que mandar el mensaje más duro posible. Los símbolos son importantes en las sentencias", declaró el juez federal Denny Chin tras leer la del empresario. "Este tipo de manipulación del sistema no es un simple delito sin derramamiento de sangre que se queda sobre el papel, sino que conlleva también impresionantes penas", argumentó el juez. Según la fiscalía, por las cuentas de Madoff han pasado 170.000 millones de dólares en las últimas dos décadas, aunque cuando fue arrestado en diciembre estas sumaban 65.000 millones de dólares. En el exterior del tribunal numerosas personas, entre ellos algunas de sus víctimas, se han congregado para celebrar los 150 años que pasará en la cárcel el financiero neoyorquino. A ellos ha pedido perdón Madoff, quien reconoció en marzo ser el autor de esta gigantesca estafa, un 'castillo de naipes' que se ha mantenido en pie durante dos décadas sin que las autoridades estadounidenses detectasen ningún engaño en ello. Vestido en un traje oscuro, inclinado hacia adelante y con sus manos apoyadas sobre una mesa, Madoff dijo que intentó deshacer sus delitos, pero que "Lo siento, aunque sé que eso no les ayuda en nada", dijo dirigiéndose a los afectados presentes en la sala del tribunal. "Cometí un terrible error. No puedo pedir perdón por mi comportamiento. ¿Cómo pide perdón quien ha engañado a quien ha sido su esposa durante 50 años? ¿Cómo pide perdón quien ha engañado a cientos de empleados?", dijo el financiero. "No puedo ofrecer una excusa por mi comportamiento", dijo con voz calmada. "¿Cómo pedir perdón por traicionar a miles de inversores que me confiaron sus ahorros de toda la vida?", agregó. Su mujer, Ruth Madoff, también lamentó el devenir de la histórica estafa. "Desde el momento que descubrí que mi marido había cometido un fraude enorme tuve dos pensamientos. Primero, que mucha gente que había creído en él sería arruinada financiera y emocionalmente. Segundo, que mi vida con el hombre que había conocido durante más de 50 años había terminado", dijo la esposa de Madoff. Algunas víctimas tomaron la palabra antes del arrepentimiento del financiero. Un pensionista de 63 años pidió para él una condena "sin piedad". Otro reclamó que Madoff siguiera en prisión hasta que todas las víctimas se recuperaran financieramente. Entre quienes intervinieron durante la vista hubo un hombre que explicó que su vida "ya nunca volverá a ser la misma" y que, como la mayoría de las víctimas, deseaba "que la cárcel sea la tumba de Madoff, que no vuelva a ver la luz del sol". Su estafa se descubrió el pasado 10 de diciembre cuando Madoff confesó a sus hijos que su negocio de inversiones consistía en realidad en una fraudulenta estructura piramidal (esquema Ponzi), por la que iba pagando los intereses que prometía con el dinero que le llegaba de nuevos clientes y que no invertía en nada. Durante su intervención, el abogado de Madoff, Ira Sorkin, pidió clemencia al juez y trató de conseguir una pena de 12 años de prisión, defendiendo, entre otros argumentos, que la esperanza de vida de Madoff es ya sólo de 13 años. "Esta es una tragedia a todos los niveles", reconoció Sorkin, quien, aún así, insistió durante la vista en que el dinero estafado se utilizará para indemnizar a las víctimas y recordó que "una de las magnificencias de nuestro sistema judicial es que no buscamos el ojo por ojo".
Un día como hoy 29 de junio de 2014 Corea del Norte lanza 2 misiles balísticos de modelo Scud al mar oriental de Japón desde la ciudad de Wonsan, lo que genera nuevos reclamos de los países opositores. Norcorea lanzó un día como hoy (domingo) 29 de junio de 2014 dos misiles balísticos de corto alcance en dirección al Mar del Este (Mar de Japón), según informó el Estado Mayor Conjunto surcoreano, en lo que supone un desafío de la prohibición de Naciones Unidas a las pruebas con este tipo de armas. "El Norte tiró dos misiles hacia el mar Oriental desde la costa Este del país", indicó a la AFP un portavoz del Ministerio surcoreano de Defensa, que declinó precisar el tipo de proyectil lanzado desde las cercanías de la ciudad de Wonsan. Según la agencia surcoreana Yonhap, que cita a un responsable militar, se trataba de misiles Scud de corto alcance (unos 500 km) lo que supondría la segunda acción de este tipo por parte del régimen de Kim Jong-un en tres días. "Los dos cayeron en aguas internacionales, más allá de la frontera marítima", añadió el portavoz. En Tokio, el ministro de Defensa de Japón, Itsunori Onodera, indicó que el Norte había lanzado varios misiles y su Gobierno había protestado oficialmente ante Pyongyang vía la Embajada japonesa en Beijing. El lanzamiento se produce dos días antes de la visita oficial del presidente chino Xi Jinping a Corea del Sur. Esta será la primera vez en casi dos décadas que un presidente chino visita Corea del Sur antes que el Norte. El gigante asiático es el principal benefactor económico del Norte, que también sufre sanciones por llevar a cabo pruebas nucleares. Cabe señalar que las relaciones entre China y Corea del Norte se han visto enrarecidas desde finales de 2012 y principios de 2013, luego de que Pyongyang realizara unos tiros de cohetes (durante diciembre de 2012) y un ensayo nuclear (febrero de 2013), a pesar de los llamamientos a la calma hechos por Beijing. El presidente Xi y la mandataria surcoreana Park Geun-hye "hablarán ciertamente de cómo limitar las ambiciones nucleares del Norte y castigar a Pyongyang si prosigue el desarrollo de su arsenal", declara Shin In-kyun, que dirige la Red de Defensa Coreana, un centro de investigación. "Y el Norte les advierte contra la tentación de formular críticas demasiado violentas". Seúl y Washington instan desde hace tiempo a Beijing a aumentar la presión a su aliado con el fin de que abandone su programa nuclear. Pero a pesar de su irritación en aumento, Beijing teme sobre todo un hundimiento dle régimen, que conllevaría inestabilidad, una marea de refugiados y la pérdida de un vecino comunista. Corea del Norte ha multiplicado recientemente los tiros de prueba en mar y parecen muy avanzados los preparativos de un cuatro ensayo nuclear en su principal centro de experimentación atómica de Punggye-ri. A principios de mayo, imágenes de satélite analizadas por el instituto estadounidense-coreano de la Universidad Johns-Hopkins revelaron que Pyongyang había probado la propulsión de uno o varios misiles intercontinentales balísticos (ICBM). Corea del Norte también mantendrá conversaciones esta semana con Japón para elaborar los detalles del plan de Pyongyang de reiniciar la investigación sobre el destino de los ciudadanos japoneses secuestrados por el aislado país asiático hace dos décadas.