miércoles, 19 de septiembre de 2018

Hoy se celebra Yom Kipur o Día del Perdón Judío

Por Compartiendo mi Opinión 
En la Fe Judía Yom Kipur es conocido como el Día del Perdón o Día del Arrepentimiento sincero, un día de reconciliación. Es considerado el día más santo y más solemne del año. Yom Kipur es el último de los Yamim Noraim (traducidos del hebreo como «días terribles o días extremadamente santos») del calendario judío y se celebra entre el ocaso del noveno día del año judío y el ocaso del décimo. 

Entre ambas fiestas, Rosh Hashaná y Yom Kipur, transcurren los "aseret iemei teshuva" (diez días de arrepentimiento) en los que se hace un balance del alma y se evalúan las propias acciones, ya que vivir en libertad implica hacerse responsable de lo bueno y lo malo que se ha hecho. 

El Día del Perdón es un día de ayuno y oración, que además se caracteriza por la prohibición del trabajo y la manipulación de dinero. Es, en otras palabras, un día de abstención del trabajo y los cuidados y placeres físicos. La primera oración del Yom kipur —llamada Kol Nidre (todas nuestras promesas) — consiste en el arrepentimiento por el incumplimiento de los votos religiosos —ante Dios, no ante otras personas— durante el año precedente. Es decir que consiste en «pedir perdón» por las faltas a Dios durante el año anterior. El Yom Kipur culmina en el ocaso del décimo día con el sonar del shofar—un cuerno de carnero—, que marca el final del ayuno. 

En la comunidad judía este es un día de celebración. De hecho es considerada la festividad religiosa más sagrada para los judíos, incluso más que el Año Nuevo. Este día es tan importante para los judíos que la respetan aun quienes no practican la religión habitualmente, y se conmemora en todo el mundo, no solo en Israel. La importancia de esta celebración radica en que es la última oportunidad para los judíos de purificar su alma para el nuevo año y redimirse de los pecados cometidos con Dios durante el año anterior. 

Los Yamim Noraim (días terribles) comienzan con el Rosh Hashaná —Año Nuevo judío— y culminan con el Yom Kipur. El calendario judío es diferente al cristiano y no es posible establecer una equivalencia exacta entre ambos, pero, en general, se puede decir que este período se ubica entre el mes de septiembre y los primeros días del mes de octubre. 

La comida, la bebida, el baño o cualquier tipo de limpieza corporal como el lavado de dientes, la utilización de cuero, el untamiento de cremas o bálsamos en el cuerpo y las relaciones conyugales están prohibidos. El ayuno empieza en el ocaso y termina al anochecer del día siguiente. 

Un talit (manto de oración cuadrangular) se pone para las oraciones de la tarde - el único servicio de la tarde del año en el cual se hace esto. El culto de Ne'ilah es un culto especial que se celebra solo durante el día de Yom Kipur, y marca el cierre de las fiestas. Yom Kipur culmina con el sonar del shofar, que marca la conclusión del ayuno. 

Los judíos sefardíes (los judíos de origen español, portugués y norteafricano) se refieren a Yom Kipur como «el ayuno blanco» y ello se debe a la tradición de vestirse de blanco durante los Yamim Noraim. 

Un Shofar es un instrumento de viento confeccionado preferiblemente del asta de carnero, aunque en realidad el asta de cualquier animal sirve siempre y cuando es un cuerno que crece con cartílago. (El cuerno de vaca o toro, por ejemplo, que no tiene cartílago, no sirve para ser utilizado como Shofar. El cartílago es eliminado en el proceso de la confección del Shofar.) 

Hay tres tipos de sonidos producidos con el Shofar: Tekiá o sonido largo, Shevarim o sonido medio entrecortado y Teruá o sonido muy entrecortado. Representan diferentes tipos de llantos provocados por el distanciamiento del hombre con Dios. Reflejando diversos versículos bíblicos al respecto, se escuchas una serie de combinaciones de dichos sonidos. 

El Shofar viene a ser una especie de llamado para despertar a la humanidad de su letargo espiritual a causa de su involucramiento en el mundo material y una exhortación hacia la introspección y mejoramiento de la conducta de las personas. 

Según la liturgia judía, en Rosh Hashaná "se escribe lo que en Yom Kipur se sella: cuántos morirán y cuántos serán creados; quién morirá y quién vivirá; quién a su debido tiempo y quién prematuramente..." 

Yom Kipur se inaugura con la oración en la sinagoga y frente a los rollos de la Torá (la ley) del Kol Nidré, que significa "todas nuestras promesas", con lo que se anulan las incumplidas. 

En Yom Kipur, la confesión de los pecados se hace por orden alfabético y en plural ("nosotros") para marcar que nadie queda excluido de los suyos y tampoco de los de la comunidad. 

Según la tradición, tras haber sido liberados de la esclavitud egipcia, el pueblo de Israel tuvo en el Sinaí la revelación divina y escuchó los Diez Mandamientos. 

Moisés subió a la montaña para recibir las tablas de piedra que los contenían, pero al volver las rompió, indignado ante el espectáculo que veían sus ojos porque su pueblo había sucumbido al pecado de adorar al becerro de oro. 

A partir de ese momento se abrió una nueva etapa: el pueblo de Israel necesitaba del perdón divino y entonces, al comenzar Elul (el último mes del calendario hebreo) Moisés ascendió nuevamente a la montaña donde por cuarenta días lo suplicó. 

Al bajar con las segundas tablas, esta vez Moisés se encontró con un pueblo arrepentido y resuelto a sobrepasar todas las pruebas respecto de su fe. 

Esto sucedió, según la tradición, el día 10 de Tishri -primer mes del calendario hebreo- y ése fue el primer Yom Kipur de la historia del pueblo judío. 

La tradición dice que Dios decidió desde entonces, una vez al año, en cada Yom Kipur, escuchar las súplicas y rezos, para perdonar a los hombres por todos sus pecados. 

Pero, antes de ello y para que suceda, los hombres deben poder perdonarse primero entre ellos.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Hoy se celebra Rosh Hashaná (Año nuevo Judío)

Por Compartiendo mi Opinión 
El nombre según la Torá es Yom Terúah y según la tradición judía se denomina Rosh Hashaná (en hebreo, ראש השנה‎, rosh ha-shanah, ‘cabeza del año’)​ es el año nuevo judío, el cual es conmemorado por la mayoría de los judíos dondequiera que se encuentren, el primero y el segundo día de tishrei (séptimo mes del calendario hebreo) 

¿Qué es Rosh Hashaná? 

El aniversario de la creación de Adán y Eva; un día de juicio y de coronación; el día en que se toca el shofar… 

La festividad de Rosh Hashaná, que significa “Cabeza del Año”, se celebra dos días, comenzando el 1.° de Tishrei, que es el primer año del año judío. Se trata del aniversario de la creación de Adán y Eva, que fueron respectivamente el primer hombre y la primera mujer que existieron. Sus primeros actos hicieron efectivo el rol de la humanidad en el mundo de Di­s. 

Es así que Rosh Hashaná enfatiza la especial relación de Di­s con la humanidad: el hecho de que dependemos de Di­s por ser Él Aquel que nos creó y que nos sustenta. También, por el hecho de que Di­s depende de nosotros por ser nosotros los que hacemos que su presencia se conozca y se sienta en su mundo. Cada año, en Rosh Hashaná, “todos los habitantes del mundo pasan ante Di­s como un rebaño de ovejas” y se decreta en la corte celestial “quién vivirá y quién morirá… quién se empobrecerá y quién se enriquecerá; quién caerá y quién se levantará”. Pero este es también el día en que proclamamos a Di­s Rey del Universo. Los kabalistas enseñan que la continuación de la existencia del universo depende de la renovación del deseo divino del mundo, cuando aceptamos el reinado de Di­s cada año en Rosh Hashaná. 

El principal cumplimiento de Rosh Hashaná consiste en hacer sonar el shofar, el cuerno de carnero, que también representa el toque de la trompeta cuando un pueblo corona a su rey. El grito del shofar es también un llamado al arrepentimiento, porque Rosh Hashaná es también el aniversario del primer pecado del hombre y de su arrepentimiento por dicho pecado. Así, constituye el primero de los Diez Días de Arrepentimiento que culminan en Iom Kipur, el Día del Perdón. Otro aspecto significativo del shofar es que también permite recordar la Atadura de Isaac, que tuvo lugar en Rosh Hashaná, cuando en lugar de Isaac, un carnero fue ofrendado como ofrenda a Dios. Por eso, evocamos la disposición de Abraham a sacrificar a su hijo y rogamos que el mérito de ese acto nos asista cuando rezamos por un año de vida, salud y prosperidad. En total, escuchamos cien sonidos del shofar en el transcurso de los servicios de Rosh Hashaná. 

Otras observancias de Rosh Hashaná comprenden comer un pedazo de manzana con miel, para simbolizar nuestro anhelo de un año dulce, y otros alimentos especiales que simbolizan las bendiciones del nuevo año. También, bendecirse el uno al otro con las palabras “Leshaná tová tikatev vetejatem”, “Que seas inscripto y sellado para un buen año”. Finalmente, Tashlij, una plegaria especial que se dice cerca de un cuerpo de agua (un océano, un río, una laguna, etc.), evocando el versículo que dice “Y Tú arrojarás sus pecados a las profundidades del mar”. Y tal como ocurre con cada una de las principales festividades judías, después de encender las velas y de rezar, recitamos kidush y hacemos una bendición ante de comer la jalá

sábado, 1 de septiembre de 2018

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: NUESTRA RELACION CON LA COMIDA


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Las películas, especialmente las de Hollywood, nos han enseñado que la depresión femenina, sobre todo en mujeres entre 28 y 40 años, se combate comiendo. Y más si es sola, frente a la TV, consumiendo un enorme bote de helado o uno de grasosa comida china. La primera imagen que se nos viene a la mente seguramente es la del sufrido personaje de El Diario de Bridget Jones, siempre en problemas sentimentales.

En fin, eso no es un mito ni un cliché. En términos generales es bastante cierto. El hecho de comer nos pone  felices y lo asociamos a nuestras primeros años, cuando nuestra madre nos alimentaba y nos reconfortaba... Alguna madres, incluso, utilizan en exceso este recurso, algo que también se suele aplicar en las guarderías. Por supuesto que no es un paliativo, es simplemente un modo de pasar el mal momento.

Tampoco ayuda utilizar la comida como premio o incentivo de forma constante, para los niños. Básicamente, lo mejor es usar diferentes motivaciones como salidas, compra de algo que les agrade y el alabar el esfuerzo. A medida que crezcan y maduren, sobre todo la satisfacción personal, de culminar metas y lograr objetivos.

En otros casos, en cambio, un mal momento genera el efecto contrario: se cierra el estómago y desaparece el  apetito. Esta suele ocurrir en gente más "orgánica", menos emocionalmente asociada a la idea que comida= satisfacción y bienestar.

En el factor orgánico el organismo rechaza la acción de alimentarse en una primera etapa de un problema, ya  que dirige, toda su atención a la resolución del problema, pero si la persona asocia la comida inicialmente a confort, se dirigirá primero a llenarse de la misma. El mecanismo interno que nos lleva a comer compulsivamente en estas situaciones es: Una compensación al hecho indeseable o traumático a través de la comida.

Podemos, en cierto modo, asociar la obesidad a la tristeza o la angustia. Como decimos, si esa sensación de  soledad “se resuelve” a través de la comida, entramos en una peligrosa espiral. Porque luego vendrá la angustia ligada al aumento de peso y la tristeza subsecuente, sin que se pueda romper fácilmente ese círculo vicioso.

Se necesita una nueva educación o entrenamiento para cambiar este recurso de comer por otro más adecuado para  canalizar nuestra frustración sin sentirnos culpables luego. 

Existen terapias de modificación de conducta para esto, como si se tratara de una adicción. De hecho, para  muchos humanos la comida se vuelve una adicción.

Ese peligroso círculo vicioso puede provocar, incluso, posteriores desórdenes alimenticios en una persona,  sobretodo cuando en casa se gira alrededor de las dietas, esquemas corporales estereotipados, y además no se fomenta el ejercicio.

Además de la comida, los estados de tristeza pueden desembocar en otras adicciones como  beber en exceso, fumar, juegos de azar o la compra compulsiva de ropa, especialmente en el caso de las mujeres. Esto no hace otra cosa que alimentar el círculo vicioso, ya que probablemente la ropa no le quedará como desean y el proceso se vuelve autodestructivo.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.