Presidente Funes reúne a miles dispuestos a aplaudirle
en su tercer cumpleaños
Según fuentes
de la Presidencia y algunos de los asistentes, el gobierno de Funes se
involucró en la organización de esta actividad destinada a pedir "la
profundización de los cambios", faltando cinco días para que cumpla su
tercer aniversario de gobierno. Al menos unas 40 mil personas se congregaron el
domingo en las instalaciones del Centro Internacional de Ferias y Convenciones.
Por Patricia
Carías
"¡Y en breves minutos sube a la tarima nuestro presidente,
Mauricioooo Fuuuneeeees!", grita un pequeño hombre de piel morena, parado
sobre una de las tarimas colocadas en el Centro Internacional de Ferias y
Convenciones (Cifco). Aunque se dirige hacia cientos de personas que deambulan
por el lugar, nadie parece escucharle. "¿Dónde están los ánimos?", se
anima a exhortarlos, y el público le responde con un gran silencio y apatía...
El hombre, desesperado porque sabe que ya es la hora cero, insiste: "¡No
se escuchan esos aplausos!", y tiene mucha razón, porque nadie aplaude.
"A ver, acérquense, acérquense. ¡Que se escuchen los aplausos!",
demanda, nuevamente.
El público de
esta mañana de domingo parece estar carente del entusiasmo que pide el
hombrecito sobre la tarima. La multitud genera un rumor sordo por las pláticas
entre ellos, que más parecen curiosos que han llegado a dar un paseo esperando
encontrar algún tipo de diversión, moviéndose de un pabellón a otro sin rumbo
fijo. Los presentes se limitan a platicar entre ellos como quien no espera a
nadie, como quien llegó de paseo a un lugar esperando encontrar algún tipo de
diversión, sin ningún tipo de expectativas, moviéndose de un pabellón a otro,
viendo qué hay de nuevo.
"A ver,
¿dónde están aquellos que han venido a apoyar a su presidente?", pregunta
de nuevo el animador, pero la gente prefiere seguir charlando, disfrutando del pan
y una bebida que les dieron los organizadores del encuentro. En ese momento
aparecen, tomados de la mano, el presidente Mauricio Funes y su esposa Vanda
Pignato, abriéndose camino entre campesinos y agricultores y ancianos y madres
con niños en brazos y lisiados que siguen a la pareja presidencial con la vista
hasta que llegan a la tarima. La multitud parece más curiosa que entusiasta, y
el animador sabe que tiene una gran presión sobre sus hombros. "¡No siento
ese ánimo!", insiste, y quizás porque no explica de qué manera quiere
sentir ese ánimo la gente no parece saber expresarlo. "¡A ver, un aplaudo
para el presidente Mauriciooo Fuuuuuuneeeees!"... y solo entonces la gente
comienza a acercarse, despreocupada, a la tarima donde se ha ubicado el otro hombre,
con guayabera y jeans, listo para dar su discurso, en vísperas de cumplir tres
años de los cinco de gobierno.
A diferencia
del presidente, el público acarreado desde todas partes del país lleva dos
horas bajo el sol del final de la mañana esperando en distintos puntos del
Cifco, y hay quienes optan por retirarse justo en el momento en que Funes se
dispone a iniciar su participación.
Así arrancó la
mañana del domingo el “Acto por la Defensa y la Profundización de los Cambios”,
que según la versión de la Presidencia de la República fue montada por
organizaciones cívicas para expresar su respaldo a un gobierno que llega a los
tres años de vida. Tres años de vida que encuentran a un presidente que se
quedó sin la base de sustento que lo llevó a la presidencia y que este domingo
logró montar una multitudinaria demostración como para medir fuerzas ante sus
críticos y detractores.
Aunque la
versión oficial es que la reunión de decenas de miles de personas en el Cifco
-50 mil, según el gobierno- fue espontánea, diversas voces sugieren que el
gobierno de Funes fue al menos un gran colaborador para el montaje del mitin.
La presidencia de la República convocó a los medios de comunicación el sábado
para que dieran cobertura a la reunión. El canal 10 de televisión, la cadena
estatal que maneja la Presidencia de la República, transmitió en vivo la
actividad, y hubo alguien que aseguró que la gente fue traída desde el interior
del país coordinada por los comités de emergencia.
El discurso de
Funes, que estaba programado para las 10 de la mañana, inició a las 12 del
mediodía, cuando el mandatario arribó al lugar para dirigirse al anfitreatro
del Cifco, donde ya lo esperaban los miembros su gabinete de gobierno. El
discurso de Funes sobre la necesidad de la profundización de los cambios
coincidió con la etiqueta puesta a la ceremonia, en un momento en que el
partido FMLN se ha desvinculado de la administración alegando que no ha hecho
los cambios prometidos en la campaña electoral.
La afluencia
fue tal que los participantes fueron ubicados en los distintos pabellones de
Cifco, en los que los organizadores habían montado pantallas gigantes para
trasmitir en vivo las intervenciones del presidente. El gobernante pasó por
algunos de los pabellones antes de llegar al anfitreatro.
Una vez se
ubicó en la mesa principal ubicada al centro de la tarima, el presidente inició
la “rendición de cuentas” con la explicación más esperada por los medios de
comunicación. “Este no es un acto del gobierno del presidente de la República,
es un acto de las organizaciones sociales del pueblo. No andamos buscando su
voto”, dijo. Después de un momento tras el micrófono, el mismo presidente
pareció sembrar dudas sobre la versión oficial al comentar que había sido él
mismo quien sugirió que el encuentro se realizara en Cifco y no en el Estadio
Nacional Jorge “El Mágico" González, a causa de la posibilidad de lluvias.
Tres de los
grupos sociales que participaron también presentaron sus discursos. Uno de los
movimientos de jóvenes le pidió la mandatario reducir la violencia y la
inseguridad en la juventud. Los veteranos de guerra demandaron un proyecto de
ley que les garantice estabilidad en sus pensiones y una reinserción social. El
movimiento de mujeres solicitó que no se retroceda en los cambios en el tema de
violencia e igualdad de oportunidades para las mujeres salvadoreñas.
Entre los
asistenes había miles que lucían camisetas con mensajes estampados que parecían
sacados del discurso de Funes. "Con Funes soy propietario de mi
tierra", decían algunos de los estampados, y justo el de la entrega de
escrituras de tierras fue uno de los puntos fuertes del
presidente. ”Ustedes recordarán que cuando yo era candidato, la derecha en
el poder decía: no voten por Mauricio Funes, no voten por el FMLN porque el
país se va a ir a la ruina, porque a los agricultores les vamos a quitar la
tierra, porque a los ganaderos les vamos a quitar el ganado, porque vamos a
sacar a la gente de sus casa y nos vamos a quedar con ellas. Nada de eso ha
ocurrido, todo lo contrario, a los agricultores les hemos dado certeza
jurídica”.
Entre el
gabinete también estaba el vicepresidente y ministro de Educación, Salvador
Sánchez Cerén. Paradójicamente, el área educativa es la mejor evaluada -y la
única con saldo positivo- según la última encuesta publicada por LPG Datos, a
pesar de que el presidente como tal tiene un nivel de aprobación de más del
60%.
Sánchez Cerén,
uno de los tres máximos dirigentes del FMLN, dijo hace cinco semanas que el
gobierno de Funes no había cumplido sus promesas de cambios y atribuyó a la
decisión del presidente el hecho de que, según Sánchez Cerén, la administración
no incluyera en su trabajo los planteamientos del partido de izquierdas.
Cuando los
periodistas se le acercaron para preguntarle sobre las razones por las cuales
estaba en un acto de apoyo al gobierno, Sánchez Cerén se rehusó alegando que
estaba indispuesto de salud. Quien sí habló con la prensa fue el Secretario
para Asuntos Estratégicos, Hato Hasbún. Este llamó chambres a las versiones de
que el gobierno era al menos un coorganizador del mitin. “A todos esos rumores
y chambres no les hagan caso. Este es un trabajo de la gente y hay que respetar
a la gente. Yo he oído varias cosas por ahí, pero dejen de hacerle caso a los
chambres”.
Cuando se le
preguntó cómo explicaba la presencia de todo el gabinete, respondió que cada
uno de los funcionarios también había recibido una invitación de los
organizadores.
Funes no se
preocupó por disimular la intención del encuentro: demostrar fuerza faltando
cinco días para que cumpla cinco años, y ya sin ninguno de los aliados
institucionales con que inició la administración cuando anunció que iba a ser
un gobierno de unidad nacional. "Este es un evento sin precedentes, este
es un evento en el que están mandando un mensaje claro a todos aquellos que se
oponen a los cambios que hemos comenzado a realizar desde el primero de junio
del 2009. Estas instalaciones no dieron abasto para tenerlos a todos en un solo
lugar", dijo.
Uno de los
miles que habían acudido al Cifco era Francisco Velásquez, quien dijo
pertenecer a una radio comunitaria de Sonsonate que se involucró en la
convocatoria al acto. Velásquez reveló la participación de los comités de
protección civil en la organización. “Aquí solo hay comisiones de protección
civil, que fueron las que invitaron a la gente. Los que andan la camisa que
dice “Yo creo en el cambio" los invitó el mero gobierno. Esto no es más
que una prueba para que se vea la capacidad de movilización", dijo.
Velásquez se decía asombrado de ver la cantidad de gente reunida. "Esto
está bien organizado, lo que yo no entiendo es que han hablado de austeridad
pero, ¿y de dónde han sacado ese chingazal para pagar el transporte? ¿De dónde
salió el dinero?”
Velásquez
también vinculó el interés en la reunión multitudinaria con la intención de
lanzar un partido político o relanzar uno que hasta ahora no ha podido
despegar. "Yo vine porque somos del partido que quiere formar Jorge
Meléndez (secretario presidencial para Asuntos de Vulnerabilidad), pero cuando
vi este logo (señala su camiseta, que hace alusión al buen trabajo de Funes) ni
ganas de ponerme la camisa me dieron”, comentó. Y soltó otro detalle
importante: “Las camisas nos las enviaron con los de la comisión de
Gobernación”.
Por el
gobierno, uno de los asistentes era el secretario para Asuntos Territoriales de
la Presidencia, Guillermo Galván. Este admitió la participación del gobierno en
el montaje del mitin, pero no dio detalles. “Una parte la montaron las
organizaciones sociales y otra el gobierno. No podemos darnos el lujos de no
estar unidos todos los que llevamos a Funes al gobierno”, explicó.
Pero en la
reunión faltaban quienes en realidad llevaron a Funes al gobierno, que fueron
principalmente tres actores: el FMLN, el movimiento Amigos de Mauricio y el
partido CD. Los Amigos de Mauricio fueron los primeros en distanciarse de
Funes, y este año hicieron lo mismo FMLN y CD.
Otras personas
asistentes coincidieron con Velásquez en que el gobierno de Funes participó
como organizador de este aplauso masivo a Funes. Karen Urrutia, miembro de una
de las comunidades que viajaron desde Apopa "para ver al presidente”,
señaló también a personal de la Gobernación como responsable de la
convocatoria. “A nosotros el presidente de la comisión de Gobernación nos dijo
que viniéramos a ver al presidente, pero ni lo hemos visto. Mejor ya nos
vamos”, dijo Urrutia, decepcionada mientras caminaba de regreso hacia el bus
que la llevará de vuelta a casa, cargando en su cabeza una bolsa llena de
bolsas de agua que habían recibido varios de los asistentes.
En el Cifco,
personal de Protección Civil, del ejército y de la Policía Nacional Civil
colaboraba organizando a los miles de visitantes, orientándolos dentro de las
instalaciones.
El grupo de
veteranos de la guerrilla del FMLN que participó se hizo acompañar por
organizaciones como la Confederación de Federaciones de la Reforma Agraria
(Confras) y sus nueve federaciones cooperativas del sector reformado; la
Coordinadora Nacional de Veteranos Conaver, la Concertación de Asociación de
Veteranos y Veteranas de Guerra, la Asociación de Veteranos Rafael Arce Zablah,
el Movimiento de Unidad Sindical y Gremial de El Salvador Musyges, el
Movimiento Ciudadanos por el Cambio, la Concertación Popular por el Cambio, el
Movimiento Juvenil por el Cambio.
Cuando El Faro
consultó a Gustavo Amaya, uno de los organizadores y representante de los
veteranos de guerra, respecto del costo que les supuso montar esta reunión en
el Cifco, se limitó a responder que habían alquilado las instalaciones pero no
supo dar detalles de montos.
A pesar de que
en el acto participaron miembros del gabinete del gobierno de Funes que son
integrantes activos del FMLN, el partido se mantuvo al margen de la actividad.
”El Frente no tiene nada que ver con eso, por el contrario, hemos recibido
reclamos de empleados de agricultura que trabajan en proyectos sociales que
dicen que les han puesto cuotas para llevar a comunidades, agricultores y
campesinos”, explicó una miembro del partido, que pidió que no se le
identificara porque no estaba autorizada para hablar de la actividad.