lunes, 30 de septiembre de 2013

Breve historia de los distintos cierres del gobierno EEUU

Agencias Noticiosas 

Crónica de los cierres de gobierno en EEUU

A través de la historia, el gobierno de Estados Unidos ha sufrido varios cierres y sus consecuencias.

WASHINGTON.  Estamos acostumbrados a políticos cerrados, pero ¿por qué un candado a la Estatua de la Libertad?

No se ven otras democracias que cierren sitios de interés y envíen a funcionarios a casa sólo porque sus partidos políticos no se llevan bien. Los funcionarios belgas, por ejemplo, continuaron sus labores muy bien durante año y medio, mientras que los políticos discutían sobre la formación de un nuevo gobierno.

La posibilidad del cierre parcial este martes es un capricho de la historia de Estados Unidos. Así que si usted se aburre de culpar a los republicanos o al presidente Barack Obama, puede trasladar un poco de responsabilidad a los padres de la patria.

A continuación una breve historia de los cierres del gobierno al estilo americano:

1789: Balance de poderes

Los redactores de la Constitución dieron el control al Congreso sobre el gasto como una forma de limitar el poder de la presidencia. El gobierno sólo puede gastar el dinero"como consecuencia de asignaciones autorizadas por la ley", o en otras palabras, después de la autorización del Congreso, y con la firma del presidente.

1800: Luchas de poder

Cuando los burócratas quisieron gastar más de lo que el Congreso daba, el Departamento de Guerra y otros organismos ordenaron artículos a crédito. Luego irían al Congreso para pedir un crédito y pagar las cuentas. Los legisladores se sintieron obligados a cubrir las deudas del gobierno, pero no estaban contentos. El poder ejecutivo estaba socavando el poder de la bolsa del Congreso.

El Congreso respondió con una serie de leyes como la conocida como "Ley antideficiencia". Gracias a ella, los funcionarios que por error gastaron dinero del Congreso sin su aprobación enfrentaron acciones disciplinarias.

1900: Un delicado equilibrio

La ley antideficiencia parecía clara. Pero como de costumbre, el Congreso envió mensajes contradictorios. Los legisladores no pudieron pasar facturas rutinarias a tiempo. A veces, las agencias pasaron todo un año sin presupuesto.

Generalmente, los legisladores aprobaban dinero a corto plazo, lo que llamaban "resolución contínua".

A veces, el Congreso no podía ponerse de acuerdo en resoluciones sobre temas como el aborto, la ayuda externa o aumentos de sueldo del Congreso. Algo así como la lucha actual sobre la reforma de salud. Pero las agencias gubernamentales no cerraron y secretarios del gabinete no fueron esposados.

1980: Una verdad incómoda

Este sistema funcionó por décadas, hasta el gobierno de Carter.

Purista de las normas, Carter pidió a su Fiscal General examinar la Ley Antideficiencia. En abril de 1980, el procurador General Benjamin Civiletti emitió una opinión sorprendente: "La autoridad legal para las operaciones continuas puede o no existir", escribió.

Si no existía, el gobierno debería enviar a sus empleados a casa. Civiletti incluso declaró que cualquier agencia que rompiera esa ley sería procesada. La Comisión Federal de Comercio sufrió los efectos de esta decisión.

Cerca del final de su periodo, Civiletti aclaró el significado de la ley. En un cierre de gobierno, la milicia, el tráfico aéreo, las prisiones y otras áreas que protegen la seguridad o propiedad humana, deben continuar trabajando. Lo mismo sucedería con áreas como la seguridad social, que el Congreso financió de forma indefinida.

1981-1990: En pleno juego

Con la amenaza de cierre como un arma, las peleas por el presupuesto nunca serían las mismas, y una grande se gestaba.

El republicano Ronald Reagan se mudó a la Casa Blanca en enero de 1981 con la promesa de reducir los impuestos y el tamaño del gobierno.

Para el lunes 23 de noviembre de 1981 el gobierno había estado técnicamente sin dinero el fin de semana, pero el Congreso aprobó el gasto de emergencia para que siguiera funcionando. Esa mañana, Reagan ejerció su primer veto.

Fue el primer cierre del gobierno, pero duró sólo unas horas. Por la tarde, el Congreso aprobó una prórroga de gasto de tres semanas. Los trabajadores regresaron a la oficina la mañana del martes. El costo estimado fue de más de $80 millones.

Se estableció el patrón: durante sus dos mandatos, Reagan y los demócratas del Congreso discutieron regularmente sobre el cierre, y dos veces más los trabajadores fueron enviados a casa durante medio día.

El presidente George H.W. Bush utilizó la táctica una vez.

1995-1996: La cosa real

El presidente Bill Clinton y Gingrich. Dos grandes hombres con grandes ideas y grandes egos, el presidente demócrata y el vocero de la Cámara Republicana acabaron en una lucha en 2 ocasiones.

Estos dos cierres, por 6 y 21 días respectivamente, fueron los más largos.

Entre los problemas graves que estaban en juego en 1995, estaban el futuro de Medicare, los recortes de impuestos, la ayuda a los pobres y el déficit presupuestario.

Estas experiencias demostraron que los cierres no ahorran dinero, sino que cuestan millones: el primer cierre se tradujo en 800,000 trabajadores que finalmente cobraron por quedarse en casa.

A pesar de la oposición pública, Clinton y los republicanos no lograron resolver sus conflictos y 280,000 empleados se fueron a casa por otras tres semanas.

Se dijo que el presidente "ganó" la pelea. Los republicanos sufrieron una paliza en las encuestas y aceptaron la mayoría de las condiciones de Clinton.

A partir de mañana puedes inscribirte en el Seguro médico del Obamacare

Mañana se abre el período oficial en los nuevos Mercados de Seguro de Salud

"No todos califican para participar en el ‘Obamacare’ —los inmigrantes indocumentados quedaron fuera de la ley"


Nueva York — El momento que tantos esperaban ya está aquí. Mañana comienza oficialmente el período de “inscripción abierta” en los nuevos Mercados de Seguro de Salud, creados por la reforma sanitaria conocida como ‘Obamacare’.
Gracias a la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), firmada por el presidente Barack Obama en 2010, más de un millón de neoyorquinos tendrán la oportunidad de obtener, por primera vez, un seguro de salud de calidad, a bajo costo, y acorde a sus necesidades personales y familiares.

Se estima que cerca de 2 millones de personas en el estado de Nueva York no poseen seguro médico, de las cuales 40% son hispanas. Pero no todos califican para participar en el ‘Obamacare’ —los inmigrantes indocumentados quedaron fuera de la ley.

Sin embargo, aquellos que sí pueden participar, tendrán la oportunidad de escoger entre 17 compañías de seguro de salud privado y cerca de una docena de planes dentales que han sido aprobados para ofrecer sus servicios en Nueva York.
“Estamos viendo mucha competencia entre las compañías de seguro y los precios de las pólizas en Nueva York han caído un 53% en promedio. Esto significa que para las personas que no pueden obtener cobertura médica hoy, los seguros se volverán cada vez más económicos”, indica Sara Rothstein, directora de Política y Planificación del Departamento de Salud del Estado de Nueva York.
Todos estos seguros deben ofrecer, por ley, visitas regulares al médico, exámenes de prevención, servicios en salas de emergencia, hospitalización, cuidados de maternidad,salud mental, prescripción de medicinas (incluyendo pastillas anticonceptivas sin co-pagos), entre otros.
Según Rothstein, las personas de bajos ingresos, que no pueden pagar por un plan privado, podrán obtener ayuda financiera o subsidios (créditos tributarios) por parte del Gobierno para poder cancelar sus pólizas. También podrían ser elegibles para diferentes programas de seguro económico o gratuito como el Medicaid o el CHIP (seguro para niños).

“Para saber cuáles son los seguros disponibles y qué ayuda financiera puede recibir, debe ingresar información como el número de personas que viven en su familia, sus ingresos anuales, la situación de su vivienda, o si hay mujeres embarazadas”, indica Rothstein.
“Las personas incluso pueden realizar una aplicación previa para un ’Medicaid de emergencia’, que permite a los indocumentados en el estado de Nueva York utilizar los servicios de las salas de emergencia en un hospital”, agrega.
La funcionaria asegura que por lo menos 80% de los neoyorquinos que se inscriban son elegibles para obtener algún tipo de subsidio, sea Medicaid, CHIP o ayuda para pagar la póliza de un plan de salud privado.

La inscripción, que estará abierta desde el primero de octubre de 2013 hasta el 31 de marzo de 2014, se podrá realizar de forma rápida, sencilla, de una sola vez y en un mismo lugar. Toda la información estará disponible en español y otros idiomas.


El proceso de inscripción puede llevarse a cabo mediante tres formas diferentes que describimos a continuación:

En línea:

Puede utilizar una computadora, tableta o teléfono inteligente, para ingresar a la página web del Estado: healthbenefitexchange.ny.gov que, guiándolo paso a paso, le explicará cómo inscribirse y le dará la oportunidad de comparar todas las opciones de seguro privado, sus precios y beneficios. En ese mismo momento podrá saber si es elegible para obtener ayuda financiera.

Si no vive en el estado de Nueva York, puede ingresar a la página del Gobierno federal:cuidadodesalud.gov, y una vez allí, al colocar el estado donde vive, podrá encontrar el enlace para la página web local en donde debe realizar su inscripción. Además, este sitio contiene información muy útil sobre todo lo relacionado a la ley. 

Por teléfono

Si no posee computadora, o no es muy diestro con ese tipo de tecnología, puede inscribirsepor teléfono comunicándose con la línea: 1-800-318-2596. Allí lo atenderán de manera gratuita las 24 horas del día, los siete días de la semana en seis idiomas diferentes incluyendo el español. También habrá servicio de intérpretes en 170 idiomas. Estas personas están entrenadas y capacitadas para responder cualquier pregunta que usted tenga sobre el proceso.

En persona

El proceso también se podrá realizar en persona, acudiendo a librerías públicas ocentros de salud comunitarios en sus vecindarios, en donde personas entrenadas y certificadas, conocidas como “navegadores” o “promotores”, le ayudarán con la inscripción paso a paso. Esos consejeros son bilingües y lo atenderán en español. Además de ser imparciales (no tienen ninguna conexiones con las aseguradoras), estos navegadores mantendrán su información de manera confidencial y privada. Las personas no pueden ser discriminadas si no poseen una cuenta bancaria.

Usted también puede acudir a los agentes y corredores de seguro en busca de asistencia, pero recuerde que éstos puede que no sean imparciales y tratarán de venderle un seguro privado.
Fuente:www.eldiariony.com 

Ante inminente cierre del gobierno EEUU, cómo afectará éste?

Tomado de La Voz de América  

Cómo afectará un eventual cierre del gobierno

Los datos curiosos sobre la paralización del gobierno:

¿Cuánta gente se queda y cuánta se va?

¿Cómo queda el ejército y la seguridad nacional?

Entrevista al especialista Isaac Cohen

De acuerdo a la Constitución de Estados Unidos, el Congreso debe aprobar los gastos del gobierno y si las Cámara de Representantes y el Senado no se ponen de acuerdo, el gobierno no tiene autoridad legal para gastar y puede constituir delito hacerlo.

En este momento la autorización para gastar dinero se acaba el 30 de septiembre. Si el Congreso aprobara un presupuesto temporal, digamos de dos meses, entonces se acabaría cuando se cumpla ese plazo.

Para explicarnos cómo afectaría un eventual cierre del gobierno, la Voz de América entrevisto al economista Isaac Cohen. Escuche el audio.



 
Así, unos 800.000 empleados del total de 2,1 millones de trabajadores del gobierno federal podrían tener que quedarse en casa, pero los 1,4 millones de personal de alta en el ejército continuarán activos, aunque sus salarios se retrasen.

Una porción de los empleados del gobierno son considerados esenciales y podrán continuar trabajando normalmente mientras dure el cierre, aunque no se sabe cuándo se les pagará por ese tiempo laborado.

La NASA va a suspender a casi todo su personal, mientras los controladores aéreos, las cortes y el personal de Seguridad Interior continuarán en funciones.

El reparto de correo continuará sin problemas puesto que el Servicio Postal de Estados Unidos no trabaja con dinero proveniente de los impuestos, pero los parques nacionales y los museos del sistema Smithsonian van a cerrar.

El sistema de verificación de empleados –con el que se revisa el estado legal migratorio de los empleados—podría cerrar, pero los impuestos hay que seguirlos pagando.

Nadie sabe cuándo terminará este cierre parcial. El promedio de duración ha sido de menos de tres días y el cierre más largo fue entre el 16 de diciembre de 1995 hasta el 5 de enero de 1996 –es decir 21 días—bajo el gobierno de Bill Clinton.

Un dato curioso más, el salario del presidente y el de los miembros del Congreso es intocable.



Obama dispuesto a seguir negociando hasta el último minuto para evitar cierre

Agencias Noticiosas  


El presidente Obama habló sobre el cierre de gobierno luego de reunirse con Benjamin Netanyahu.

Presidente Obama no se "resigna" al cierre de gobierno

 

El mandatario pidió a los republicanos "pensar en el largo plazo".

Washington. El presidente Barack Obama dijo hoy que no está "resignado en absoluto" a que el Congreso no vaya a conseguir un acuerdo de última hora para evitar el "cierre" parcial del Gobierno por falta de acuerdo presupuestario.

En una comparecencia posterior a su reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente pidió a los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes, que dejen de lado "la política a corto plazo y piensen en el largo plazo".

El presidente dijo que el Gobierno no puede quedar bloqueado por la falta de asignaciones presupuestarias en un momento delicado para la economía, al tiempo que advirtió del peligro de que no haya tampoco acuerdo en el aumento del techo de la deuda. 

Inminente paralización de gobierno EEUU ante fracaso de acuerdos

Agencias Noticiosas
El líder de la mayoría en la Cámara, John Boehner, durante las deliberaciones en el Capitolio.

 

EE.UU. se acerca a una paralización parcial de servicios estatales


Por  COLLEEN MCCAIN NELSON
WASHINGTON. El Gobierno de Estados Unidos se acercó aún más el domingo a una paralización parcial debido a que Republicanos y Demócratas no mostraron voluntad de negociar un bloqueo generado por la implementación de la ley de salud del presidente Obama.
El bloqueo dejó pocas esperanzas de que el Congreso pueda lograr un acuerdo sobre los términos de la financiación del Gobierno para la medianoche del lunes, cuando termina el actual año fiscal. Una paralización mantendría en funcionamiento los servicios básicos, pero llevaría a las agencias federales a suspender muchas de sus funciones.
El domingo por la mañana, tras una votación nocturna, el Congreso aprobó un proyecto de ley que retrasa la ley de salud en un año y la vincula a un plan para financiar el Gobierno hasta el 15 de diciembre. Además, incluye una cláusula que revoca un impuesto a los productos de salud que pretendía ayudar a financiar la ley de salud. Ahora dicha legislación volverá al Senado.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, denunció que la votación fue "inútil", y la Casa Blanca dijo que el presidente Obama vetaría el proyecto de ley, que retrasa la firma de la nueva ley de salud.
A la vista de la inminente paralización del Gobierno, la primera desde 1996, representantes de los dos partidos salieron a la palestra el domingo para lamentar dicha perspectiva, al tiempo que explicaron por qué el otro partido sería su responsable.
El senador demócrata Dick Durbin dijo que espera que el Gobierno se paralice y se mostró dispuesto a negociar una modificación de la ley de salud, conocida en el país como Obamacare, aunque no "con una pistola en la sien", en declaraciones a la CBS.
El domingo no había señales de próximas negociaciones entre los líderes de los partidos en el Congreso. El Senado no volverá a reunirse hasta el lunes por la tarde, horas antes de que finalice el año fiscal y termine la financiación de varios órganos federales.
El republicano John Boehner culpó a los Demócratas de no reunirse antes en el Senado, y dijo en un comunicado que esperar hasta el lunes por la tarde "sería un acto de impresionante arrogancia".
En un aparente reconocimiento de que la paralización es probable, el Congreso aprobó el domingo una legislación para asegurar que el personal militar seguirá cobrando en caso de que no se apruebe ninguna medida de financiación. El senador demócrata Tim Kaine dijo el domingo que el Senado probablemente aprobará una medida similar.
Los Republicanos se han mostrado decididos a utilizar el vencimiento del presupuesto como ventaja en su larga lucha por tumbar la ley de salud, uno de cuyos principales componentes entra en vigor el martes. Ese día, la gente podrá empezar a inscribirse en políticas de seguro de salud a través de Internet.
Algunos Republicanos esperan que el Senado acuerde, al menos, echar atrás el impuesto a los productos sanitarios, lo que se traduciría en una victoria para el partido. Aunque en votaciones anteriores las dos formaciones respaldaron el rechazo al impuesto, no es probable que los Demócratas lo hagan ahora por el enfrentamiento presupuestario.
Unos 800.000 de más de dos millones de funcionarios federales dejaron de trabajar en una paralización del Gobierno en 1995, y algunos menos en 1996. Aún se desconoce el número de trabajadores que se verán afectados esta vez. El Pentágono calcula que unos 400.000 funcionarios de defensa serán enviados a sus casas.
Los servicios postales y el tráfico aéreo seguirán funcionando, mientras que las recetas de la Seguridad Social se mandarán por correo electrónico. Sin embargo, algunas funciones federales se suspenderán, como el control de la gripe y otras enfermedades por parte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades. Los parques y museos nacionales permanecerán cerrados.
En la votación para retrasar la ley de salud, dos Republicanos se separaron de su partido al mostrar su oposición: Chris Gibson y Richard Hanna, de Nueva York.
Mientras, los Demócratas Jim Matheson y Mike McIntyre votaron a favor del retraso de un año.