domingo, 31 de marzo de 2013

Corea del Norte: fanfarronadas bélicas con poder nuclear


Tomado de BBC Mundo
 Esta no es la primera vez que Corea del Norte emplea una retórica bélica contra quienes percibe como sus agresores.

¿Qué tan serias son las amenazas norcoreanas?

Las últimas sanciones de Naciones Unidas a Corea del Norte provocaron una dura respuesta. Después de anunciar el fin de los pactos de no agresión con su vecino del sur, Pyonyang declaró este sábado que entró en "estado de guerra".

La BBC analiza si el país constituye realmente una amenaza para Estados Unidos y sus aliados en Asia.

 

Las amenazas del pasado


La amenaza en 1994 por parte de un negociador norcoreano de convertir Seúl en un "mar de fuego" provocó el pánico entre los habitantes del sur.

Después de que el presidente George W. Bush la nombrase como uno de los integrantes del "eje del mal" en 2002, Pyonyang aseguró que "barrería sin piedad a los agresores".

En junio del año pasado el ejército advirtió que su artillería apuntaba a siete grupos mediáticos surcoreanos y amenazó con una "guerra sagrada sin piedad".

El patrón de la escalada de amenazas se repite, especialmente si el país tiene un nuevo líder.

Mientras algunos observadores califican esta retórica de fanfarronada, otros advierten de la "tiranía de bajas expectativas" cuando se trata de entender al país, ya que sí han existido confrontaciones regionales serias.

"Si se sigue a los medios norcoreanos se puede oír un lenguaje belicoso continuo dirigido a EE.UU. y Corea del Sur -e incluso ocasionalmente a Japón- y es difícil saber cuándo tomárselo en serio. Pero si uno se fija en las ocasiones en las que sí pasó algo, como el ataque de la artillería en una isla del sur en 2010, se comprueba que eran advertencias muy claras", aseguró a la BBC John Delury, profesor de la universidad de Yonsei, en Corea del Sur.

El norte ha advertido de forma consistente que los ejercicios militares en la zona podrían provocar represalias, y Delury afirma que no ser capaces de interpretar las intenciones de Pyonyang y no entender sus capacidades ha mantenido al sur y a EE.UU. en un atolladero.

Reconocer las amenazas serias

 

 
Históricamente, Corea del Norte aumenta la tensión con su vecino del sur cuando tiene un nuevo líder.

Antes de las amenazas de este sábado, la última advertencia de un ataque nuclear preventivo fue en respuesta a ejercicios militares conjuntos.

"Cada vez que un país amenaza con ataques nucleares preventivos hay que preocuparse. Y Corea del Norte no es una excepción, especialmente con su reciente cambio de retórica, que pasó de acusar a EE.UU. de imaginar amenazas a amenazar realmente con usar sus misiles en su contra", dijo Andrea Berger, del Instituto Real para la Defensa y Seguridad en Londres.

Pero muchos expertos consideran que estas amenazas responden a un deseo de Corea del Norte de llegar a un tratado de paz con EE.UU.
"Parecen creer que no se les tomará en serio hasta que no puedan sentarse a discutir con cierto poder militar. Esto va en línea con la política histórica de Pyonyang de darle la máxima importancia al ejército", señala Berger.

EE.UU. está siempre en el punto de mira. "Hay casos en los que las amenazas se dirigen a conseguir estar en el centro del radar de la Casa Blanca, que como política intenta ignorar a Corea del Norte. El mensaje de Pyonyang es: no puedes con nosotros, no nos iremos, tendrás que ocuparte de nosotros", afirma.

Las últimas amenazas han sido vistas como un gran fraude, ya que los líderes del país saben que un ataque nuclear sería suicida y poco práctico, dado lo rudimentario del programa de misiles del país.

Y muchos señalan que no está claro a qué pactos está renunciando Corea del Norte, ya que muchos de ellos no fueron implantados correctamente.

Pero aun así las amenazas podrían ser reales y se podría dar el caso de un enfrentamiento entre el norte y el sur, bien por tierra o por mar.

¿Es EE.UU. un objetivo real?

 

Corea del Norte tiene un enorme ejército, pero se cree que está pobremente equipado.

Las pruebas que realizó Corea del Sur sobre fragmentos de roca disparados en diciembre, en lo que el norte calificó como lanzamientos de satélites, mostraron que los misiles tendrían un alcance de 10.000 kilómetros, lo cual dejaría a EE.UU. dentro de dicho rango.
Aun así, no hay casi evidencia de que Corea del Norte haya desarrollado un sistema que pueda guiar a los misiles hacia un objetivo concreto, o una tecnología balística que pueda derribar un misil intercontinental.

La capacidad de Pyonyang de llevar a cabo un ataque nuclear sobre EE.UU. es incluso más incierta, ya que los expertos opinan que todavía no han conseguido crear un dispositivo nuclear lo suficientemente poderoso como para ir montado en una ojiva.

Según expertos, el lanzamiento de misiles en diciembre probó que Corea del Norte tiene algo con qué golpear las costas estadounidenses, aunque un misil intercontinental con ojiva nuclear es algo todavía muy lejano.

Pero Corea del Norte ha asegurado que está intentando obtener esta tecnología. Su última prueba subterránea fue del doble de tamaño que la anterior, en 2009.

Pyonyang aseguró que una prueba en febrero detonó "una ojiva explosiva atómica, liviana y miniaturizada, pero con una gran carga".

Los aliados

Miles de personas expresaron el viernes el rechazo a lo que llamaron provocaciones de EE.UU.


Pero aunque el norte no llegue a EE.UU., puede amenazar sus intereses en la zona. Hay más de 28.000 militares estadounidenses en servicio en Corea del Sur, otros 40.000 en Japón y una gran base militar en Guam, un territorio estadounidense en Filipinas.

EE.UU. está también obligado a defender a Japón en caso de ser atacado, de acuerdo con la alianza tras la Segunda Guerra Mundial entre Washington y Tokio.

Incluso aunque se lance un misil del norte, Washington ha insistido en que es totalmente capaz de bloquear un ataque contra el país o sus aliados.

Hay que señalar también que el único buque de la marina estadounidense en manos enemigas se encuentra en Pyonyang.

El "Pueblo" fue capturado en una misión de reconocimiento en 1968 cuando se encontraba en aguas internacionales y nadie imaginó que los coreanos lo catpurarían, por lo que la tripulación no estaba preparada.

Un miembro de la tripulación murió y 82 fueron trasladados a campos de prisioneros en Corea del Norte donde los retuvieron durante 11 meses, acusados de espionaje. Fueron liberados cuando EE.UU. pidió perdón y dijo que el barco no estaba espiando, más tarde desdiciéndose de ambas declaraciones.

Vecinos

 

Desde que acabó la guerra de Corea, Pyonyang ha demostrado su capacidad de golpear a sus vecinos y a los intereses de otros países en la región, a menudo como respuesta de lo que considera una provocación.

En 1967 atacó y hundió el navío surcoreano Dangpo cuando éste se encontraba patrullando, matando a 39 miembros de la tripulación.

A esto siguió un periodo de relativa calma, en el cual el sur intentó una política de acercamiento y de reducción de tensiones.

Pero en marzo de 2010 el buque de guerra surcoreano Chenoan, que viajaba cerca de aguas en disputa, fue partido por la mitad en una explosión en la que murieron 46 marinos. Corea del Sur dijo que la única explicación era un torpedo norcoreano, algo que Pyonyang negó.

En noviembre del mismo año, soldados del norte lanzaron un ataque sobre la isla de Yeonpyeong. Dos civiles y dos militares murieron.

Pyonyang afirmó que la provocación fueron ejercicios que condujo Corea del Sur cerca de la isla.

Corea del Norte cuenta con un ejército de más de un millón de personas, pero se cree que su equipamiento es de la época soviética y está en malas condiciones.

Aún así, posee una gran cantidad de artillería en la frontera. Y la capital surcoreana, Seúl, está a su alcance.


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Un año después de la tregua, los asesinatos han descendido drásticamente -pasando de 14 homicidios diarios a cinco-, pero las extorsiones en los barrios dominados por las bandas continúan

Lo prolongado de este proceso ha demostrado la influencia que los cabecillas de las maras siguen manteniendo desde sus celdas, pero ha suscitado muchas dudas en torno a los verdaderos motivos que se ocultan tras la voluntad de los jefes de las bandas de mantener el cese de los asesinatos y las concesiones del Gobierno

Por Eva Saiz

El 14 de marzo de 2012 el diario El Faro publicó una investigación en la que detallaba el inicio de diálogos entre el Gobierno de El Salvador y los líderes de las maras más violentas del país, la mara 13, conocida como MS-13 o mara Salvatrucha, y la mara del Barrio 18. Las expectativas de que de esas conversaciones se pudiera labrar una tregua duradera eran escasas. Un año después, los asesinatos han descendido drásticamente -pasando de 14 homicidios diarios a cinco-, pero las extorsiones en los barrios dominados por las bandas continúan. Esta circunstancia, unida a la opacidad de un proceso, dirigido por los líderes de las maras desde las cárceles en las que están presos, y que se ha hurtado a la sociedad civil y política, hace a los expertos y observadores ser bastante escépticos ante el éxito final de la tregua.
“Ahora mismo la tregua pertenece a las maras y es necesario que el liderazgo de este proceso se traslade a la calle, que esté encabezado por los políticos y que se involucre el sector privado y la sociedad civil”, explicó Héctor Silva Ávalos, periodista y antiguo jefe adjunto de Misión en la Embajada de El Salvador en Washington, durante un encuentro para tratar de las consecuencias del año de tregua entre las maras en el país centroamericano organizado este viernes por la Oficina de Washington para América Latina (WOLA). Silva denuncia la fragilidad de una tregua que está liderada desde las cárceles por “asesinos” que imponen sus condiciones para garantizar, a cambio, la ausencia de homicidios, pero que no ha logrado reducir el miedo en las calles, ya que las desapariciones y la extorsión a las familias continúan vigentes.
Con 66 homicidios por cada 100.000 habitantes, según datos de Naciones Unidas, El Salvador es el país más violento del mundo, por detrás de Honduras. Las maras son responsables del 90% de esos asesinatos. La historia de la violencia en El Salvador está vinculada al auge del crimen organizado y del poder de las maras. La política de mano dura impuesta en 2004 no hizo sino aumentar la brutalidad indiscriminada del conflicto y el número de reclusos en unas cárceles con condiciones infrahumanas que, paradójicamente, se convirtieron en focos para la captación de nuevos mareros.

Hace un año, un pacto entre los líderes de la MS-13 y la mara del Barrio 18 encarcelados, promovido por el obispo castrense Fabio Colindres, y Raul Mijango, exguerrillero del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y antiguo asesor del Ministro de Seguridad salvadoreño, suscitó la atención internacional. Lo prolongado de este proceso -”en general las treguas suelen durar dos meses y les suceden períodos de una mayor intensidad de violencia”, explicó Edward Maguire, profesor del Departamento de Justicia y Sociedad de la American University- ha demostrado la influencia que los cabecillas de las maras siguen manteniendo desde sus celdas, pero ha suscitado muchas dudas en torno a los verdaderos motivos que se ocultan tras la voluntad de los jefes de las bandas de mantener el cese de los asesinatos y las concesiones del Gobierno.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, insiste en que su Administración no está participando en las negociaciones con criminales, pero el artículo de El Faro asegura que, a cambio de la tregua, los líderes de las maras han exigido mejoras en sus condiciones en prisión y un relajamiento de la política de mano dura. Los principales cabecillas de la MS-13 y del Barrio 18 se han beneficiado de regímenes penitenciarios menos severos. Este tipo de claudicación, más enfocada en aliviar la dureza de la situación carcelaria de los miembros de las maras que en aprovechar la oportunidad de la tregua para poner en marcha políticas educativas y de reinserción que cambien el trasunto social que subyace tras la violencia callejera, es lo hace recelar a la sociedad salvadoreña, al sector empresarial del país e incluso a los donantes extranjeros, de la viabilidad y la eficacia del proceso de diálogo.
 “El problema de El Salvador no es tanto que los miembros de las bandas no quieran integrarse en la sociedad, sino que esa sociedad quiera hacerles un hueco”, explicó Alys Willman, del Banco Mundial. Willman alerta de la ausencia de control por parte del Gobierno salvadoreño a la hora de coordinar los fondos que los donantes internacionales e inversores nacionales destinan a proyectos de integración y de la falta de coordinación entre los distintos ministerios para priorizar y gestionar los programas de Prevención y Seguridad que han implementado. “Sólo el 3% de todo el presupuesto de Seguridad se destina a la prevención, mientras que el 45% va dirigido a la Policía”, señala.

La disminución del índice de homicidios ha supuesto un respiro para la sociedad salvadoreña, pero en absoluto ha eliminado el miedo en las calles. “Sigue la extorsión y saben que el mismo poder de la palabra que ha dado lugar a la tregua puede ponerle fin”, señala Silva. Pese al escepticismo, existe un cierto consenso a la hora de concluir que este proceso de diálogo es una oportunidad para poder poner los cimientos a una paz social duradero, pero para ello es necesario que la tregua salga de las rejas en las que nació y que sea asumida por los jóvenes líderes que están en los barrios “y que son un referente en sus comunidades”, así como por la sociedad civil y los políticos.
“El problema es que ahora mismo no existe un plan alternativo al actual ni un liderazgo político capaz de polarizar la tregua”, se lamenta Silva. Este año hay elecciones en El Salvador y el diálogo entre y con las maras será uno de los temas de la campaña. El resultado electoral puede quebrar este frágil armisticio. “Si gana la derecha y vuelve la política de la mano dura, es probable que la tregua no se mantenga”, vaticina Silva.

Yoani Sánchez la precursora de la blogostroika cubana a pesar de la fiera oposición de la dictadura


Tomado de El Nuevo Herald


Yoani Sánchez, la voz que no pudieron silenciar

Por Juan O. Tamayo


Cuando un interlocutor hostil presionó a Yoani Sánchez en New York la semana pasada para que explicara cómo se atrevía a criticar al gobierno de Castro, que proporciona servicios gratuitos de salud, educación y bienestar social, Sánchez comparó a los cubanos con los pájaros encerrados en una jaula.

“Sí, la comida y el agua son gratis”, dijo la bloguera y periodista cubana con calma. “Pero eso no vale más que mi libertad”.

Es ese tipo de lenguaje lacerante pero fresco, y las ideas simples pero de gran alcance que expresa, lo que ha convertido a Sánchez en la punta de lanza de una floreciente “blogostroika” digital y disidente en Cuba, y lo que le ha ganado fama y premio internacionales.

La filóloga de 37 años, quien en tono de broma se define como una simple “niña impertinente”, se ha convertido de hecho en una figura de gran alcance en la binaria lucha guerrillera contra el régimen comunista de Cuba.

Su blog, Generación Y, recibe más de 15 millones de visitas al mes y está traducido a 20 idiomas. Su cuenta de Twitter tiene cerca de 500,000 seguidores, y tanto Fidel Castro como Mariela Castro, la hija de Raúl, se han tomado el tiempo para criticarla.

Sánchez estará en Miami esta semana para una serie de apariciones públicas y una reunión familiar durante una parada en su gira relámpago por una docena de países de América del Sur y del Norte y Europa, que comenzó el 17 de febrero y se espera que dure unos tres meses.

Es la primera vez que las autoridades cubanas le han permitido salir de la isla desde el 2004, cuando regresó de una estancia de dos años en Suiza, rompió desafiantemente su pasaporte para que no pudieran enviarla de vuelta, y comenzó una serie de publicaciones digitales.

La espada digital de Sánchez punza regularmente a Fidel y Raúl, así como sus políticas y a sus acólitos. Y sus Tweets, a veces feroces, divertidos o burlones, son como dolorosos puñetazos de 140 caracteres dirigidos directamente al mentón del gobierno. ​

Su poder radica en “un lenguaje que se abre paso a través de la hipocresía y los mitos que han nublado la verdad sobre Cuba durante tantos años”, dijo Ted Henken, profesor de Baruch College que estudia los medios sociales en Cuba y ha escrito varios artículos sobre Sánchez.

UN ‘ELECTRÓN LIBRE’

Ella se describe como un “electrón libre” político que gravita hacia los conservadores o los liberales según el tema y no insulta a la otra parte. Su esposo, el periodista Reinaldo Escobar, de 65 años, dice que eso es parte del secreto de su éxito.

“Yoani escribe desde un punto de moderación, un punto medio con el que muchas personas pueden estar de acuerdo”, dijo Escobar, que fue despedido del periódico Juventud Rebelde en 1988 por criticar al gobierno, y ahora trabaja como mecánico de elevadores.

Sánchez se opone al embargo de Estados Unidos, dijo Escobar, porque los hermanos Castro lo utilizan como una excusa para todos sus fracasos. Y como está a favor de los viajes ilimitados al extranjero para los cubanos, añadió, también favorece los viajes sin restricciones de EEUU a la isla.


La Habana la califica de “mercenaria” pagada por Washington, y partidarios de Castro le lanzaron dólares falsos en Brasil el mes pasado. Ella niega haber aceptado dinero de forma impropia, y Escobar afirma que ellos viven del trabajo que hacen para periódicos extranjeros. Sánchez es la corresponsal en Cuba para el diario español El País.

Irónicamente, cierto número de exiliados moderados y periodistas estadounidenses afirman que ellos se preguntan si ella es algo demasiado bueno para ser verdadero, y que tal vez los Castro le permiten cierta libertad y no le imponen la represión policial que sufren otros disidentes a cambio de sus críticas de la política estadounidense.

Sánchez alega que su fama es lo que la protege contra la represión. Y, aunque ella ataca persistentemente al gobierno, no se ha sumado a ninguna organización disidente y se califica a sí misma de periodista “independiente” o “alternativa”.

Y, aunque funcionarios cubanos alegan que Sánchez es prácticamente desconocida en la isla, sus partidarios señalan que el gobierno bloqueó el acceso a su blog hasta hace poco, y que el monopolio estatal de los medios de prensa la trata como una paria de la época soviética.

“Aquí un jugador de béisbol puede ser bien conocido, pero el asunto es: ¿qué importancia tienen sus jonrones para el futuro de Cuba”, dijo Escobar en una entrevista telefónica desde La Habana.

UNA MUJER TESTARUDA

Sánchez puede lucir en ocasiones como una hippie, con sus blusas sueltas de algodón, sus faldas más bien largas y el cabello oscuro que le llega a la cadera. Ella habla en voz baja y casi siempre despacio. Pero incluso sus familiares la describen como tremendamente testaruda desde que tenía cinco años, dijo Henken.

Mary Jo Porter, la ingeniera de Seattle que fundó la red de voluntarios que traducen Generación Y y otros blogs cubanos, dijo que parte del atractivo de Sánchez es la “yuxtaposición de su fragilidad, su presencia física pequeña y delgada, con la férrea fortaleza evidente en su voz, su vida y su labor”.

Pero, añadió Porter, “si le pones comida delante, ella come como un leñador”, y en privado es aún más alegre y simpática. “No existe una ‘Yoani detrás del telón… la que todos ven es la verdadera”, añadió la traductora.

Nacida en 1975, Yoani María Sánchez Cordero es parte de lo que ella llamó Generación Y: los cubanos cuyos nombres empiezan muchas veces con Y debido a la influencia de Moscú sobre la isla en esa época. 

Pero ella creció cuando la Unión Soviética se derrumbó, recortó sus enormes subvenciones a Cuba y la dejó hundirse en su peor crisis económica en el siglo XX.

Hija de una familia modesta —su padre William es un maquinista de ferrocarril retirado quien ahora trabaja de ponchero, arreglando las gomas ponchadas de carros y bicicletas, y su madre María Eumelia trabaja como despachadora de taxis—, ella estudió literatura hispanoamericana en la Universidad de La Habana.

Su tesis de graduación se tituló “Palabras bajo presión. Un estudio sobre la literatura de la dictadura en Latinoamérica”, y se basó en parte en una novela del peruano Mario Vargas Llosa sobre el asesinato del dictador de la República Dominicana Rafael Trujillo en 1961.

Escobar dijo que ellos se conocieron en 1993, cuando ella le pidió prestado su ejemplar de otra novela de Vargas Llosa, y el hijo de ambos, Teo, tiene 17 años. 

El matrimonio se dedicó luego a enseñar español a visitantes, principalmente alemanes, y a servirles de guía por La Habana, al mismo tiempo que aprendían alemán.

Sánchez se fue a Suiza a trabajar en una librería en el 2002, en lo que habían planeado como el primer paso de la partida de la familia, dijo Escobar. Teo lo siguió un año después, pero una serie de factores, incluyendo la enfermedad del padre de ella, los llevó a regresar en el 2004.

Habiendo perdido su residencia cubana al permanecer en el extranjero más de 11 meses, ellos sacaron viajes de ida y vuelta a La Habana para una “visita familiar” y rompieron sus pasaportes después de llegar a Cuba para evitar que los deportaran de regreso a Europa. Ellos vivieron en un limbo legal hasta que el gobierno acordó reconocer de nuevo sus residencias.

Sánchez, quien había armado su primera computadora en 1994 a partir de piezas de uso —Escobar dijo que ella también repara el refrigerador en el apartamento de ellos en La Habana— y había experimentado la internet en Zurich, regresó con una nueva carrera: periodista digital.

En el 2004 ella empezó a crear una serie de publicaciones de internet tales como Consenso, Contodos y Convivencia, y luego se hizo webmaster de Desde Cuba, un portal Web portal que en la actualidad alberga 45 blogs, casi todos críticos de los gobiernos de los Castro.

Tres años después, ella creó Generación Y — el primer blog antigubernamental desde dentro de la isla, y que no era anónimo— declarando que ella había probado con el yoga pero de todos modos necesitaba exorcizar de algún modo las frustraciones demoníacas de la vida en Cuba.

BLOQUEO GUBERNAMENTAL

Cuando el gobierno bloqueó el acceso a su blog, Sánchez se hizo pasar por alemana para usar los cafés de Internet en hoteles sólo para turistas y envió sus columnas por correo electrónico a partidarios suyos en el extranjero que las traducían y las publicaban. En una ocasión, ella se puso una peluca rubia para colarse en un seminario académico sobre blogs limitado a los partidarios del gobierno.

Pero sus entradas empezaron a ganar premios prestigiosos. Ella ganó el premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia, y el premio español Ortega y Gassett. El premio Príncipe Claus de los Países Bajos le trajo $40,000. La revista Time la puso en su lista de las 100 personas más influyentes en el 2008. Y el presidente Barack Obama respondió sus preguntas por escrito en el 2009.

El gobierno retiró su bloqueo a Generación Y y alrededor de otros 40 blogs en el 2011, admitiendo de un modo implícito que no podía controlar realmente lo que el ministro de Comunicaciones Ramiro Valdés llamó el “potro salvaje” de la internet.

Millones de páginas web circulan actualmente por la isla en CDs, DVDs, memorias flash y teléfonos celulares con Bluetooth. En una escena que ella comparó con un tiroteo del Oeste, Sánchez escribió que la gente se reunía en un parque, se apuntaban unos a otros con sus teléfonos e intercambiaban información sin que siquiera los policías apostados cerca se dieran cuenta de lo que estaba pasando.

En años recientes ella fundó una academia para blogueros, ha avisado por Twitter de los arrestos o acosos a otros disidentes, y se ha hecho más directamente política en algunos de sus comentarios y en las entradas de su blog.

Las leves reformas de Raúl Castro no son suficientes para rescatar la economía de su estancamiento, ha declarado Sánchez, y una vez que él deje el poder — él ha prometido retirarse en el 2018— será difícil para sus sucesores mantenerse en control.

El sistema de gobierno de Cuba es como los edificios de La Habana Vieja que están en ruinas pero sobreviven incluso huracanes, dijo ella al corresponsal de McClatchy Tim Johnson durante una entrevista en México el mes pasado.

“Pero, un día, ellos quieren arreglar la puerta”, añadió Sánchez. “Le sacan unos tornillos, y la casa se derrumba”.