sábado, 22 de octubre de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PADRES Y VIOLENCIA EN MEDIOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Nuestros hijos cada vez están más expuestos a situaciones de violencia, droga, discriminación y/o escenas sexo. Es casi inevitable. Nos bombardean desde anuncios publicitarios, redes sociales, películas o series de televisión, y ya no importa tanto si es ficción o realidad.

A veces pasa con tanta frecuencia que ya se asume como algo normal, y por lo tanto aceptable. El problema es esto, de normalizar estas situaciones, es que ya no nos parece tan mal y hasta podríamos intentar imitar, con las consecuencias que eso acarrea. 

 

Si un personaje de la serie hace bullying y luce cool, ¿cómo no caer en la tentación de imitarlo? Si el héroe de la película consigue todo por la fuerza, ¿por qué no replicar sus modos?


Lo primero que hay que evitar es que nuestros hijos se vuelvan inmunes al horror de la violencia y, mucho peor, que la adopten como un modo de resolver problemas. 

 

Como padres, lo primero que tenemos que entender es que este tipo de situaciones cada vez se da más y el camino parece irreversible. Es la vida real, con la crudeza visual que a veces nos azota, y debemos afrontarla. Esos temas hay que tratarlos desde tempranas edades, con naturalidad y sin aspavientos. Pero, por supuesto, de forma detallada y acorde a la edad de nuestros hijos. La primera reacción podría ser alejarlos de las redes sociales y prohibirles ver series y películas así. Pero no. Prohibir es igual que sugerirles que lo hagan. Debemos tratar de matizar, explicar qué cosa no nos agrada de ciertas películas y/o series, y detallar los peligros existentes. 

 

Algo está comprobado: la presencia de tabaco en las películas estimula a los adolescentes a empezar a fumar. Esta fue la conclusión de un estudio desarrollado por investigadores de Argentina publicado en The Journal of Pediatrics, que además coincide con otras investigaciones realizadas en México, Estados Unidos y Europa. 

 

Explicar que a veces la realidad la pintan muy cruda o falsa, que pueden darnos deseos de repetir lo que vemos en la pantalla sin comprender que ellos son actores. Es decir, que siguen un guion, que es ficción y que tienen hasta dobles para realizar ciertas escenas de riesgo. 

 

Algo parecido ocurre con los videojuegos que exaltan la violencia. Conviene platicarles sobre las consecuencias de lo que puede generar y, sin prohibirlos, evitar todo el tiempo posible su compra… que se lo vayan ganando. Además, así ganamos tiempo y vamos aprovechando para hacerles ver por qué no nos gustan. También se les puede poner límite de tiempo para jugarlos o, mejor aún, jugar con ellos, para opinar sobre la violencia. 

 

La clave no está en la prohibición sino en la educación, como muchas otras cosas. Es cierto que la TV y el cine influyen mucho en nuestras vidas, al igual que la internet y la tecnología, pero si logramos matizar los hijos pueden ser nuestros aliados. Porque si no les abrimos los ojos nosotros, otros -y probablemente con malas intenciones- lo harán y causarán mucho daño.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

domingo, 9 de octubre de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: TIEMPO CON LOS HIJOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos 
Hay veces, y cada vez con más frecuencia, no nos alcanzan las 24 horas del día para hacer todo lo que queremos y/o debemos. El trabajo nos consume la mayor parte del tiempo, y más si hay que hacer horas extras. El tráfico nos quita vida y las reuniones innecesarias e improductivas nos consumen valiosos minutos además de nuestra preciada paciencia. Todo eso, más el tiempo reservado para ver la serie que nos tiene atrapados, la hora en el gimnasio o lo que invertimos viendo las redes sociales nos da un déficit importante. Allí se nos va nuestro día sin darnos cuenta que no hemos dedicado tiempo para estar con nuestros hijos. 
Por supuesto que es difícil encontrar tiempo para estar con ellos, pero tampoco imposible. A muchos padres no les agrada realmente estar con los hijos, sobre todo a los hombres. Sin embargo, es clave para aprender a construir relaciones con otras personas.

Recuerdo que yo tenía que trabajar para sacar a flote a mi familia, pero tuve la fortuna de tener casa y oficina en el mismo lugar, lo cual me permitía verlos en cualquier momentito libre que tenía. También les puse un teléfono solo para ellos y les llamaba desde la oficina, de manera que siempre me sintieran presente.  

Como madre, los sábados los llevaba al cine, ya que al padre no le gustaba. Mirábamos películas de niños y disfrutábamos en familia completa luego. Recuerdo tantas veces que salía corriendo del consultorio aun cuando la gente no me dejaba, ya que seguían haciendo preguntas en la sala de espera. Eran mis grandes momentos, lo mismo que ir a La Palma. Ya más grandecitos y en vacaciones largas, preferí empezar a hacerlos viajar y así aprendieron incluso otros idiomas como el francés y algo de alemán. 

Es importante que los niños sientan el compromiso de los padres. Yo tenía una empleada a la que le ponía por escrito todo lo que había que hacer. Eso incluía menús quincenales para que ellos no se aburrieran. Había noches de pupusas y brownies cada quince días, y casi siempre lo hacíamos en la terraza con alegría y procurando poner música bonita y que a ellos les agradaba , como la de " Titanic" y hablando de noticias y dejándoles opinar. 

No está mal programarles muchas actividades, sobre todo si los padres pasan muy ocupados, pero tienen que ser actividades que a ellos les agraden. También es bueno intercambiar cosas de rutina con otras sorpresivas. A veces se trata de improvisar y dar sorpresa… También tuve la suerte de tener buenas amistades que se los llevaban los fines de semanas largos cuando yo tenía que trabajar. En la mayoría de los casos el tiempo de familia que se comparte es poco, y encima no siempre es de calidad. Es decir, el poco tiempo que se comparte no se aprovecha. En vez de utilizar ese espacio para educarlos y dialogar, generalmente solo se habla de banalidades. 

En ese sentido, puede que las estadísticas engañen. Una investigación publicada recientemente concluye que las madres y los padres de los EE. UU. de hoy dedican al menos tantas horas a la semana al cuidado de sus hijos como lo hacían los padres hace cuatro décadas, durante una era que, en la imaginación popular, era una era dorada de unión familiar. Sin embargo, cantidad de tiempo no es igual a calidad, y en la actualidad hay más elementos distractores que conspiran en la fluidez de la relación familiar, más allá de que estén juntos. 

Una de las consecuencias de pasar poco tiempo en familia es no sentir amor verdadero, además de generar un enorme vacío. Para peor, vendrán malos amigos que llenarán esos espacios y esas platicas, pero de mala manera. También provocará que formemos seres solitarios y con baja autoestima. Por supuesto que hay niños más sociables que otros, pero la socialización y el compartir en familia es fundamental para elevar autoestima y afrontar mejor la presión de grupo. 
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
www.dramendozaburgos.com 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España. 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador. Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. 

Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades. La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. 

De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad. 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.