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martes, 19 de abril de 2016

Primarias en Nueva York: Vota por Hillary y los delegados que la acompañan

Por Luis Montes Brito
Buenos, buenos días, llegó el tan esperado Martes 19 de Abril, en el estado de Nueva York hoy es día de elecciones primarias (elecciones internas de los partidos). 

Si usted es ciudadano estadounidense, está inscrito para votar y además está registrado como Demócrata  o Republicano usted debe votar este día. 

Los centros de votación abren de 6 AM a 9 PM, votar no le toma más de 10 minutos. Lo más importantes este día es que si usted está habilitado para hacerlo  usted vote por su preferencia. 

En lo personal, yo soy Demócrata y apoyo a Hillary Clinton, pienso que es la persona que conviene a Estados Unidos y a nuestra comunidad inmigrante.  

Qué está en disputa este día?  

Usted  debe recordar que en Estados Unidos no hay votaciones directas para elegir presidente, se hace a través de colegios electorales, de igual manera en los partidos no se vota directamente por el candidato sino que a través  delegados,  siendo estos los que en la convención nacional eligirán al candidato. Cada candidato lleva hoy en planilla aquellos delegados que les apoyan. En Nueva York se disputan 291 delegados por el lado Demócrata y 95 por los Republicanos.

Hillary Clinton aventaja a Bernie Sanders con 1.790 delegados contra 1.113. Se requieren 2.383 delegados para obtener la nominación en la convención demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
Boleta de Votación:
Usted encontrará en la boleta de votación varios nombres, favor fijarse en la foto que acompaña este comentario: Usted debe marcar por todos y cada uno de ellos que aparecen en la misma línea de los candidatos, ya que serán ellos los que lo representarán a usted en la convención nacional en calidad de delegados para votar por el candidato al que usted quiere votar.

Como puede apreciar en la línea de Hillary Clinton, en ella  hay varios nombres hispanos: Antonio Martínez, Luis Montes-Amaya, Kristina Ramos, en el lado del contrincante de Clinton solo hay un nombre hispano, esto habla claramente quien se identifica más con nuestra comunidad.

Cumpla con su deber ciudadano, VOTE! Si usted no lo hace otros decidirán por usted y lo que será peor es que usted no tendrá autoridad moral para reclamar porque usted ha cedido ese derecho. 

Hispanos hoy ya aparecemos en la boleta de Votación completemos el ciclo votando por nuestra gente.

Para que nuestra comunidad progrese, Vota por Hillary y los delegados que la acompañan.

lunes, 18 de enero de 2016

Hillary demostró en debate que también sabe ponerse los guantes de box

Agencias Noticiosas 

Hillary pierde sus modales en el último debate demócrata


Hillary Clinton sacó anoche toda su artillería para atacar a su gran rival por la nominación presidencial demócrata, el senador Bernie Sanders, en el último debate antes del inicio del periodo de elecciones primarias en EEUU.

Como si fueran dos púgiles en un cuadrilátero, la ex secretaria de Estado y el senador por Vermont protagonizaron en el teatro Gaillard Center de Charleston (Carolina del Sur) un vibrante careo de dos horas, centrado sobre todo en asuntos de política nacional.

El tercer aspirante el liza, el ex gobernador de Maryland Martin O'Malley, que va muy rezagado en las encuestas, casi quedó relegado a un discreto papel de convidado de piedra.

El debate, emitido por la cadena NBC, tuvo lugar a dos semanas de los "caucus" (asambleas populares) en el estado de Iowa, que se desarrollarán el 1 de febrero y constituyen el pistoletazo de salida de la temporada de elecciones primarias en el país norteamericano

Los resultados en ese estado agrícola del Medio Oeste de EE.UU. suelen dan una primera pista sobre quién puede ganar la nominación presidencial en las convenciones nacionales de demócratas y republicanos, que este año se celebran en julio.

Hillary Clinton y Bernie Sanders chocaron en el último debate demócrata antes de las primarias en EE.UU./ Bloomberg.

Con esa gran cita en el horizonte, Clinton abandonó la cordialidad de debates anteriores y trató de desacreditar a Sanders, en un claro reflejo del nerviosismo de la candidata favorita por el reciente avance en las encuestas del veterano senador, de 74 años, por quien prácticamente nadie apostaba hace meses en este país.

Según la web Real Clear Politics (RCP), que elabora una media de todos los sondeos, la antigua jefa de la diplomacia de EE.UU. sólo aventaja en Iowa en cuatro puntos al senador, que se impone a su adversaria por seis puntos en Nuevo Hampshire, segundo estado que celebra primarias.

La también ex primera dama, que en los sondeos a nivel nacional tiene -según RCP- 12 puntos más que Sanders, echó en cara al senador sus vaivenes en cuestiones como el control de armas para evitar los tiroteos masivos que sufre EE.UU., o la sanidad.

Hillary Clinton y Bernie Sanders chocan en el último debate demócrata antes de las primarias en EE.UU./ Bloomberg
"El senador Sanders ha votado con la Asociación Nacional del Rifle (NRA), con el lobby de las armas, muchas veces. Votó por la inmunidad de los fabricantes y vendedores de armas", afirmó Clinton.

A raíz de este asunto, los tres candidatos hablaron con emoción del tiroteo de un joven blanco que en junio de 2015 mató a nueve personas en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel, a escasos metros del auditorio que acogió hoy el debate.

La ex secretaria de Estado, de 68 años, usó otro de sus torpedos para acusar a Sanders -quien se define como un "demócrata socialista"- de querer "romper" la reforma sanitaria de Barack Obama.

La reforma sanitaria, impulsada en 2010 y considerada el principal hito en política nacional de Obama, busca extender la cobertura médica a toda la población y establece la obligatoriedad de adquirir un seguro.

Sanders, que votó en su momento a favor de "Obamacare", tildó de "sandez" la acusación de Clinton y subrayó que su "propuesta" consiste en "proveer de cuidado sanitario a toda la gente".

El duelo dejó entrever también dos estilos: Clinton como una candidata con la "experiencia y la preparación" necesaria para asumir la Presidencia, y Sanders como el líder de una "revolución política" que busca "transformar este país".

Así, Clinton se presentó más que nunca como la continuadora del legado de Obama y llegó a cuestionar la lealtad del senador, lo que fue desmentido por Sanders.

En política exterior, Clinton celebró el acuerdo para suspender el programa nuclear iraní como parte de su legado como secretaria de Estado (2009-2013) y abogó por no acelerar el proceso, mientras que Sanders pidió normalizar las relaciones con premura.


Tras dos horas de intenso debate, Clinton y Sanders dejaron las espadas en alto pendientes de Iowa, donde la primera quiere evitar la derrota que sufrió en 2008 ante Obama y el segundo sueña con un triunfo que catapulte su "revolución política".

lunes, 13 de abril de 2015

Hillary Clinton oficializa interés de competir por presidencia EEUU

Tomado de The Wall Street Journal

Hillary Clinton lanza su campaña a la presidencia
Por Peter Nicholas y Laura Meckler

Hillary Clinton puso el domingo fin a años de especulaciones sobre sus planes políticos y lanzó su segunda campaña para presidente, pidiendo a los votantes que mantengan en la Casa Blanca al mismo partido por 12 años consecutivos, una petición que se ha concedido sólo en raras ocasiones en la historia moderna.
“Los estadounidenses del común necesitan un campeón, y yo quiero ser ese campeón”, dice Clinton, de 67 años, en un video publicado en YouTube el domingo que incluye imágenes de una variada colección de sus compatriotas.
Gran favorita para la nominación demócrata, Clinton expresó lo que sus asesores llevan meses diciendo: que ella no está tomando nada por sentado. “Saldré a caminar para ganar su voto”, dice.
Clinton, la primera demócrata relevante que declara formalmente su candidatura, entra en la carrera presidencial 2016 como una sólida favorita para la nominación del partido, como ya lo fue hace ocho años.
Esta vez tiene por delante un camino más suave, sin un rival que parezca tan fuerte como el hombre que la derrotó en 2008, el entonces senador Barack Obama.
Desde aquel intento ha reforzado su currículum con un período de cuatro años como secretaria de Estado, a la vez que conserva una leal red de recaudación de fondos y una base partidaria ansiosa de verla hacer historia al convertirse en la primera presidenta de la nación.
Una parte ineludible de su formidable candidatura es un conjunto de vulnerabilidades que han surgido tras un cuarto de siglo en el crisol de la política nacional y en el gobierno.
Los congresistas republicanos están examinando un ataque terrorista al consulado en Bengasi, Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses cuando ella era jefa de la diplomacia de los EE.UU. También quieren que testifique en el Congreso acerca de su práctica habitual de utilizar una cuenta de correo electrónico privada para su actividad gubernamental.
Incluso activistas demócratas estaban nerviosos por los informes de que la fundación Bill, Hillary & Chelsea Clinton aceptó grandes donaciones de gobiernos extranjeros.
Dada las largas décadas de Clinton en el firmamento político estadounidense, su candidatura es una especie de paradoja, al ser a la vez potencialmente innovadora como una candidata y un retroceso a la década de 1990. Aunque aspira a ser presidenta, un cargo que nunca ha tenido antes, Clinton tiene sin embargo todas las características de la vida pos presidencial de su marido. Los republicanos la han puesto en la picota como liberal, mientras hoy en día es vista como demasiado centrista por algunos en su propio partido.
Tras el anuncio, que fue deliberadamente de bajo perfil para evitar aparecer presuntuosa, Clinton planeaba reintroducirse a sí misma ante los votantes tras un paréntesis electoral de siete años.
Sus asesores dicen que viajará a cuatro estados clave para la nominación demócrata: Iowa, Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Nevada. A pesar de que está hoy disfruta de casi 50 puntos de ventaja sobre su posible rival más cercano a la nominación, el vicepresidente Joe Biden, Clinton planea hacer campaña como si estuviera en medio de una apretada carrera, dicen personas cercanas a ella.
En su malogrado intento de 2008, Clinton también aparecía muy adelante en las encuestas iniciales y era percibida como la candidata “inevitable”. Obama puso patas arriba cualquier idea sobre la fácil victoria de Clinton con su sorprendente primer puesto en los caucus de Iowa.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Apatía de votantes y descontento con Obama dan victoria electoral a Republicanos

Tomado de El País

Mitch McConnell será  a partir de Enero el líder de la mayoría (Presidente) del Senado o Cámara Alta

Los republicanos logran la mayor victoria de la era Obama
Impulsados por el descontento con el presidente de Estados Unidos y por la apatía de los votantes demócratas, los republicanos conquistan el Senado

Por Marc Bassets

El Partido Republicano obtuvo este martes su mayor victoria electoral desde que el demócrata Barack Obama llegó a la Casa Blanca en 2009. Impulsados por el descontento con el presidente de Estados Unidos y por la apatía de los votantes demócratas, los republicanos conquistaron el Senado, hasta ahora con una mayoría del Partido Demócrata, y ampliaron su mayoría en la Cámara de Representantes.

Las elecciones de medio mandato, las últimas antes de que Obama abandone el poder en 2017, conceden a la oposición el control absoluto del Congreso y aíslan a un presidente debilitado y en retirada. En las elecciones al cargo de gobernador, el Grand Old Party —el partido de Lincoln y Reagan, de Nixon y los  Bush— se impuso en bastiones progresistas como Maryland, Massachusetts e Illinois.

La victoria culmina seis años en los que, elección tras elección, los republicanos han ocupado nuevas parcelas de poder en Washington. En 2009 el Senado y la Cámara de Representantes eran demócratas. En 2010, los republicanos ganaron la mayoría la Cámara de Representantes. El último paso sería la conquista de la Casa Blanca dentro de dos años.

La victoria culmina seis años en los que los republicanos han ocupado nuevas parcelas de poder en Washington

Pero las legislativas raramente anticipan los resultados de las presidenciales. La batalla para suceder a Obama ha empezado e incluye a pesos pesados del Senado —los republicanos Rand Paul, de Kentucky, o Marco Rubio, de Florida son figuras emergentes— y a la favorita, la demócrata Hillary Clinton.

El resultado de las elecciones, tras una campaña en la que se han gastado cerca de 4.000 millones de dólares, no es una sorpresa por la identidad del partido vencedor pero sí por las dimensiones del triunfo. La mayoría de sondeos pronosticaba que el Partido Republicano sumaría los seis escaños que necesitaba para hacerse con la mayoría.

Cerca de las once y media de la noche, los republicanos proclamaron la victoria tras confirmarse que habían arrebatado a los demócratas los seis estados necesarios para la mayoría de 51 escaños: Colorado, Arkansas, Montana, Virginia Occidental, Dakota del Sur y Carolina del Sur (el Estado que le dio la victoria final). Minutos más tarde, los republicanos declararon la victoria en Iowa.

Obama invita a la Casa Blanca a los líderes de ambos partidos en el Congreso, según anunció la Casa Blanca, antes de conocerse el resultado final

El senador por Kentucky Mitch McConnell, actual líder de la minoría, debe convertirse en el nuevo líder de la mayoría del Senado. Junto al presidente de la Cámara de Representantes, el también republicano John Boehner, será el principal interlocutor de Obama a la hora de gobernar la primera potencia mundial.

Obama ha invitado el viernes a la Casa Blanca a los líderes de ambos partidos en el Congreso, según anunciaron, incluso antes de conocerse el resultado final, fuentes de la Administración de Obama. En un discurso tras proclamarse vencedor en la elección por el escaño de Kentucky, McConnell tendió la mano a Obama y dijo que ambos deberán buscar puntos de coincidencia para trabajar juntos.

"Sólo porque tengamos un sistema con dos partidos no significa que debamos vivir en un conflicto perpetuo", dijo.

En lo esencial, el dominio republicano en ambas cámaras de Congreso no altera los equilibrios de poderes. Desde que el Partido Republicano asumió el control de la Cámara de Representantes hace casi cuatro años, la oposición ya disponía de un derecho de veto sobre las iniciativas de la Casa Blanca. Con el Senado y la Casa Blanca en manos demócratas y un ambiente de polarización ideológica, la política federal quedó bloqueada. En los últimos años el Congreso, uno de los más improductivos de la historia, no ha adoptado ninguna ley de calado.

La parálisis puede acentuarse tras la victoria republicana. Este partido es hoy más poderoso y dispone de más resortes para impedir nombramientos de altos cargos, iniciar investigaciones por casos de mala gestión o corrupción y desmontar leyes como la reforma sanitaria. El presidente preserva el poder de vetar las leyes del Congreso.

Otra hipótesis, a partir de ahora, es que el Partido Republicano —derechizado en los últimos años bajo el influjo del movimiento populista Tea Party— abandone la política del no y se convierta en un partido de gobierno. Ya no podrá escudarse en que el Senado es demócrata. Todo el poder legislativo es suyo.

Las elecciones renovaron los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 36 escaños del Senado. La victoria republicana refleja el rechazo de los votantes conservadores a Obama y el desencanto de sus bases tradicionales.

Las legislativas fueron en parte un referéndum sobre Obama y sus políticas. No es inusual que sirvan de castigo: desde Franklin D. Roosevelt todos los presidentes, con contadas excepciones, han perdido escaños en las elecciones de medio mandato. Los logros económicos de Obama —la tasa de desempleo, de un 9,5% en 2010, es ahora de un 5,9%— significan poco para unas clases medias que en la última década han perdido poder adquisitivo y que no se sienten beneficiadas por un ritmo de crecimiento que la mayoría de países europeos envidiaría.

Las legislativas fueron en parte un referéndum sobre Obama y sus políticas: desde Franklin D. Roosevelt todos los presidentes, con contadas excepciones, han perdido escaños en las elecciones de medio mandato

Además de la impopularidad de Obama, la baja participación, habitual en las legislativas, perjudicó a los demócratas. La amplia coalición de votantes que el presidente sacó a votar en 2008 y 2012 —jóvenes y minorías, entre ellas la más pujante: la hispana— se ha quedado en casa.

Que estuviesen en juego más escaños demócratas que republicanos ha influido: entre los derrotados se encuentran senadores que ganaron en 2008 aprovechando la ola de la obamamanía en estados conservadores.

Pero las elecciones arrojan signos preocupantes para Obama y su partido: el Partido Republicano vence en Colorado y roza la victoria en Virginia, estados tradicionalmente conservadores que Obama convirtió en demócratas en las presidenciales de 2008 y 2012. Es arriesgado extrapolar los resultados de estas elecciones a unas presidenciales, pero la coalición y el mapa de Obama parece desde hoy más frágiles que nunca.

viernes, 5 de julio de 2013

Posición de estadounidenses acerca de Reforma Migratoria está sobre ideologías y preferencias políticas

 Tomado de The Wall Street Journal  

Una marcha a favor de la reforma inmigratoria en Washington en abril.

Algunos demócratas tienen reservas sobre la reforma inmigratoria en EE.UU.


Por Recca Ballhaus

A Dexter Jackson, chef en un restaurante de barbacoa en Carolina del Sur, le preocupa de que haya un alto desempleo y el Congreso esté a punto de empeorar la situación. La relajación de las normas de inmigración, opina, "quita empleos a los estadounidenses".
Jackson, de 24 años, concuerda con muchos legisladores en el Congreso de Estados Unidos en su escepticismo hacia las propuestas actuales a favor de reformar las leyes de inmigración. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de ellos, es demócrata y votó por el presidente Barack Obama.
Los demócratas que tienen reservas sobre la reforma inmigratoria son una minoría dentro del partido, pero es un grupo compuesto en gran parte por personas de bajos ingresos.
Ahora, en momentos en que las propuestas de inmigración encaran obstáculos en la Cámara de Representantes, las voces de estos demócratas, combinadas con inquietudes similares expresadas por republicanos, podrían fortalecer los argumentos de que permitir el ingreso de más trabajadores temporales a EE.UU. y legalizar a los indocumentados reduciría los sueldos y empleos de los estadounidenses.
"Sigo siendo de centroizquierda […] simplemente no creo que deberían aprobar la [ley de] inmigración", asevera Rebecca Leach, una ex auxiliar de enfermería de 36 años de Nuevo Hampshire, quien regresó a la universidad para obtener un empleo mejor remunerado. Leach, quien es demócrata y votó por Obama, dice que la idea de traer más trabajadores al país le parece "muy frustrante", dados sus propios desafíos para ganarse la vida.
"Yo tengo que luchar, y he estado en este país toda mi vida", señala Leach, una madre soltera.
Cuando una encuesta de The Wall Street Journal/NBC News preguntó en abril si la inmigración fortalece o debilita al país, 68% de los demócratas dijo que lo fortalecía. No obstante, entre los demócratas con ingresos familiares por debajo de US$30.000 al año (la media en EE.UU. entre 2007 y 2011 fue de US$52.762, según la Oficina del Censo), 53% consideró la inmigración como beneficiosa, con una minoría grande de 42% que opinó que debilitaba el país.
Los republicanos tienden a ver la inmigración desde un punto de vista negativo y a oponerse a los intentos de reformar las leyes de inmigración. Entre todos los republicanos, según la misma encuesta, sólo 37% afirmó que la inmigración fortalece a EE.UU. y 52% dijo que debilita al país.
Los temores sobre el efecto de los inmigrantes en la clase obrera llevaron a que algunos sindicatos y legisladores demócratas se opusieran al último intento de reforma inmigratoria, en 2007. Se están volviendo a escuchar opiniones similares, aunque esta vez son más moderadas.
Ahora, los sindicatos figuran entre los promotores más importantes de la propuesta del Senado para modificar las leyes de inmigración, ya que ven a los nuevos trabajadores como potenciales miembros en momentos en que registran grandes declives en su membresía. Los legisladores demócratas ven cada vez más a los votantes latinos, que tienden a respaldar una reforma, como un grupo electoral clave.
Y en esta ocasión, un presidente demócrata está respaldando la reforma, mientras que en el último intento fue un republicano, George W. Bush, el que apoyó el plan.
Eso deja a los legisladores republicanos como los defensores más acérrimos del argumento de que incorporar a trabajadores extranjeros perjudicará a los estadounidenses.
"Este proyecto de ley traerá cantidades enormes de nuevos trabajadores para ocupar los pocos empleos que se están creando", sostuvo hace poco el senador republicano Jeff Sessions, de Alabama, en una sesión de la cámara alta.
Algunos demócratas subrayan temores similares. "Un ciudadano debería conseguir el trabajo antes que un inmigrante", indica Max Morcha, quien trabaja en una empresa de colocación de concreto en Kansas. "He estado haciendo este tipo de trabajo durante los últimos veintitantos años y lo he visto cambiar de ciudadanos que viven aquí a un grupo de descendencia hispana. Es una vergüenza".
En respuesta a estas posturas, algunos legisladores de ambos partidos han intentado agregar a la legislación estipulaciones sobre capacitación laboral para dar a los estadounidenses una mejor oportunidad para conseguir plazas vacantes, particularmente empleos de alta cualificación.
Los sindicatos, un grupo clave en la coalición demócrata, argumentan que legalizar a los inmigrantes beneficiará a todos los trabajadores, al facilitar el cumplimiento de estándares salariales y normas sobre condiciones laborales. Jeff Hauser, intermediario político para medios de la AFL-CIO, una federación de 57 sindicatos que representa a 12 millones de trabajadores en EE.UU., dice que los estadounidenses ya están compitiendo con los indocumentados. La reforma, asevera, implica que los empleadores "inescrupulosos" que usan mano de obra indocumentada tendrán que regresar a prácticas de contratación justas.
De forma similar, Adriana Kugler, profesora de política pública de la Universidad de Georgetown y ex economista jefe del Departamento de Trabajo, apunta que la inmigración facilita que las empresas contraten en EE.UU. para cubrir puestos que habrían sido enviados al exterior. "No es que los inmigrantes les estén quitando empleos a personas que se encuentran aquí", afirma. "Lo que parece estar sucediendo es que los inmigrantes están tomando trabajos que de otra forma habrían sido tercerizados a otras partes".
Kugler también desestima el temor a que el aumento de inmigrantes reduzca los salarios, señalando una cláusula en el proyecto de ley que obliga a los empleadores a contratar a inmigrantes pagando el sueldo prevalente.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Diferencias de primarias quedaron atrás, debemos unirnos para reelegir a Obama dice Ramos

Tomado de The Huffington Post

Phil Ramos llama a hispanos demócratas a cerrar filas por Obama

“Las diferencias deben quedar atrás y cerrar filas para asegurar la continuidad del gobierno demócrata de Barack Obama”. Phil Ramos.

Por David Ramirez

BRENTWOOD, NY.- El voto latino en el estado de New York debe presentarse unido en las elecciones presidenciales de noviembre sugirió Phil Ramos, quien ganó las recientes primarias demócratas y busca la reelección como Asambleísta Estatal. En el marco de las primarias, se dieron enfrentamientos entre algunos candidatos latinos que dejaron fisuras en las bases del electorado y Ramos convoca ahora a restañar las heridas.

Ramos dijo en entrevista con HuffPost Voces que, “las diferencias deben quedar atrás y cerrar filas para asegurar la continuidad del gobierno demócrata de Barack Obama”.

De ascendencia puertorriqueña, Ramos, un ex tecnólogo médico que también se desempeñó por 20 años como detective en el Departamento de Policía del condado de Suffolk, triunfó en las primarias del 13 de septiembre por 78.47 por ciento, frente 21.41 por ciento que obtuvo su retador Samuel González y buscará la reelección por quinta vez en el 6to. Distrito legislativo de la Asamblea de New York.

“Agradezco el tremendo apoyo de la comunidad hispana puesto de manifiesto en las urnas y eso me compromete a seguir trabajando con más ahínco. Ahora el mensaje es de unidad para salir a votar por el presidente Obama y todo su equipo demócrata a nivel federal, estatal y local”, proclamó Ramos.

La otra contienda que enfrentó en las primarias demócratas a los hispanos de New York fue entre los domínico-americanos Adriano Espaillat y Guillermo Linares, quienes disputaron el escaño del Distrito 31 de Manhattan para el Senado Estatal.

El triunfo fue para Espaillat quien fue reelegido con más de 65 por ciento, no sin antes dejar una estela de división tras éste acusar de “traición” a Linares.
Linares no apoyó en febrero las aspiraciones de Espaillat de llegar a la Cámara de Representantes y prefirió endosar la reelección del veterano congresista afroamericano Charles Rangel.

El 6to. Distrito que representa Ramos lo integran las áreas de Brentwood, Bay Shore, Central Islip, North Bay Shore, Baywood, Islip e Islandia y donde, de acuerdo con cifras del Censo 2010, 60 por ciento de los residentes son de origen hispano y casi 17 por ciento, afroamericanos, siendo una de las divisiones políticas de mayor diversidad en Long Island.

“Si bien es cierto New York es considerado un estado clave para las elecciones presidenciales dado el alto número de demócratas que vivimos en el estado Imperio, los hispanos debemos salir a votar masivamente para poder impactar desde aquí a la política nacional”, sostuvo Ramos, quien fue electo por primera vez en el 2002 como el primer hispano, fuera del perímetro urbano de la ciudad de New York, en captar esa posición en la legislatura estatal.

“Desde mi llegada a la Asamblea en el 2002 he procurado mejorar la calidad de vida de mis representados en el 6to. Distrito, además de trabajar por incrementar la representación política hispana en toda la región, tanto en el condado de Suffolk como en el condado de Nassau”, dijo Ramos.

Ramos se atribuye haber trabajado para que más hispanos ocupen posiciones claves en los gobiernos estatales y locales así como en las juntas escolares.

“A casi 10 años de mi elección, de un funcionario electo de origen hispano, hemos pasado a 12 en diferentes posiciones de elección popular. Nadie pone en duda que el poder hispano ha crecido exponencialmente en la última década aquí en Long Island”, aseguró Ramos.

El asambleísta destaca haber promovido su acción en obras de infraestructura para las ciudades de su distrito: ampliación de calles, andenes, señalización, alumbrado público y sobre todo, en educación.
“Seguiré luchando por conseguir los fondos necesarios para continuar mejorando la calidad de nuestras escuelas. Hay que recordar que entre más ayuda consigamos del Estado, estamos menos propensos a subir los impuestos sobre la propiedad”, reveló Ramos al comentar sobre sus planes futuros.

“Desde la Asamblea, hemos logrado asignar más de 60 millones de dólares adicionales en educación para los distritos escolares de Brentwood, Central Islip y Bay Shore. Eso ha dado como resultado que muchas de nuestras escuelas que antes estaban en la lista de advertencia del estado por bajo rendimiento, ahora no lo estén”.

En otro resultado trascendente para la comunidad hispana dejado por las primarias demócratas, la dominicana Rita Mella se impuso con 59 por ciento de los votos sobre su contrincante de origen judío Bárbara Jaffe, que obtuvo 41 por ciento de los votos, para presidir la Corte de Sucesiones y Asuntos de la Familia, de Manhattan.

De triunfar en noviembre, Mella se convertiría en la primera domínico-americana elegida para presidir esa importante instancia de justicia, cuya permanencia es de 14 años.