Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
Perspecticidio es un término que surge de la combinación de "perspectiva" y "genocidio", se refiere, como se ha explicado arriba, a la destrucción sistemática o la negación de las perspectivas diversas. Esto ocurre especialmente en aquellos que provienen de grupos minoritarios o marginados en la sociedad.
Por ejemplo, los manipuladores eligen cuidadosamente qué información revelar y qué información ocultar con el fin de influir en la percepción de su objetivo. Esto implica centrarse únicamente en los aspectos que respaldan su agenda mientras ignoran los datos que contradicen su punto de vista. Al mostrar solo una fracción de la verdad, distorsionan la realidad, otorgando una apariencia de legitimidad y persuasión a su perspectiva.
Normalmente, nos dejamos manipular porque es tan fina la maniobra de persuasión que no somos conscientes de lo que está pasando. Pero si nos diéramos cuenta y aun así lo aceptáramos sería un gran error. Esto último sucede bastante a menudo.
Esto indica que nuestra relación con la persona que nos manipula no es normal, ya sea porque sentimos lástima por el otro, o falta de autoestima, timidez y hasta deseo de no perder el genio y evitar así una escalada de agresividad. Incluso, esa sumisión puede deberse a que tememos ser golpeados o evitar palabras que nos hieran íntimamente.
En ese sentido, toda aquella persona con baja autoestima, independiente del rol que ejerza, puede ser víctima de perspecticidio o quien lo infiere. En casos así, es necesario reportar este tipo de acoso a las autoridades y además trabajar en terapias, pero lo primero es darse cuenta de que no somos los culpables de esta situación sino las víctimas. Siempre ayuda el acudir a terapia. Si queremos continuar con la relación, porque creemos que tiene solución, la terapia deberá ser para las dos personas.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.