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domingo, 25 de mayo de 2014

Elecciones en Colombia: Zuluaga y Santos: ¿dos caras de la misma moneda?


Tomado de BBC Mundo


Las dos élites que se disputan el poder en Colombia

Por Luis Fajardo

En las elecciones presidenciales colombianas de este domingo, los dos candidatos favoritos pertenecen al "establecimiento" político nacional.

Ambos se han visto involucrados en escándalos en la recta final de la campaña, algo que ha generado desencanto entre parte del electorado.

Y sin embargo, no ha surgido una "tercería" o una opción alternativa a la que representan el presidente Juan Manuel Santos y su principal contendor, Oscar Iván Zuluaga.

Los colombianos eligen entre cinco candidatos a la presidencia, que a primera vista, reflejan variedad en el espectro ideológico.

Si la dinámica que se observó durante la campaña se mantiene hasta el final, la pugna central es la que hay entre la aspiración a la reelección del presidente Santos, y la candidatura de Zuluaga, protegido político del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Santos y Zuluaga reflejan dos visiones de élite del país, dos versiones distintas del "establecimiento" colombiano.

De una parte, una élite capitalina reflejada por el presidente, respaldada especialmente por los principales medios de comunicación bogotanos y por segmentos de opinión eminentemente urbanos.

De la otra, una élite más regional y respaldada, entre otros grupos, por el poder de la propiedad rural, que apoya al uribismo representado por Zuluaga.

Santos, integrante de la familia que por décadas fue dueña de El Tiempo, el medio de comunicaciones más influyente del país, nunca ha rehuido al calificativo de ser parte del estrato más aristocrático del país.

Pero le añade una connotación distinta. El presidente ha dicho una y otra vez que espera que la historia lo juzgue como un "traidor a su clase", un Franklin Delano Roosevelt colombiano, quien usó su privilegio y su posición para impulsar una serie de medidas progresistas en beneficio de los más necesitados.

Zuluaga, por su parte, acapara los afectos de muchos propietarios rurales, los mismos que aseguran que han sufrido más de cerca la guerra contra las FARC y que muestran el mayor recelo ante las negociaciones que adelanta esa guerrilla con el gobierno de Santos en La Habana.

Al candidato uribista le gusta recordar a la gente que al comienzo de su carrera pública fue alcalde de un pequeño pueblo, Pensilvania, en la zona de producción cafetera del departamento de Caldas. Los medios regionales le ofrecen muchas de las simpatías que no le concede la "gran prensa" capitalina.

Por supuesto, ambos candidatos aseguran, con razón, que un espectro amplio de la población los sigue, y no simplemente los estratos privilegiados con los que más los identifican.


El presidente Santos se presenta como un aristócrata que quiere ayudar a los más necesitados.

Más allá de su lugar natural


Se pueden encontrar muchos santistas fuera de los "country clubs" bogotanos y muchos simpatizantes de Zuluaga fuera de las casas de hacienda de la Colombia rural.

Santos, por ejemplo, ha recibido por cuenta de sus esfuerzos en adelantar el proceso de paz, importantes apoyos tácitos o explícitos de una parte de la izquierda, incluyendo sindicatos y otras organizaciones populares.

También de sectores de los Verdes, que agrupan a franjas significativas de universitarios y otros independientes.

Varios de sus voceros, incluyendo al excandidato presidencial por los Verdes en 2010, Antanas Mockus, han dicho que puestos a escoger entre Santos y Zuluaga, no dudaran en hacerlo por el primero, para mantener vivos los diálogos en La Habana.

Y los programas asistencialistas que Santos ha lanzado en sus cuatro años de gobierno sin duda buscan crear bases populares de apoyo para su causa.

Zuluaga, por su parte, aspira a recoger el caudal electoral que eligió por amplias mayorías a Uribe en 2002 y 2006, y que incluyó a vastos sectores de las clases medias y bajas en la ciudad y en el campo, que se sintieron atraídos por la mejoría en la seguridad y en la situación económica general percibidos en esos años.

Los opositores


En Colombia tradicionalmente no han tenido éxito en llegar a la presidencia los candidatos que se presentan más como voceros directos de grupos tradicionalmente excluidos.


La candidata Clara López representa al sector más opuesto al poder en Colombia.

Entre los cinco candidatos actuales a la presidencia, Clara López, del izquierdista Polo Democrático, representa al grupo más claramente opuesto al status quo.

Sin embargo -y pese a las ampliamente documentadas dificultades del presidente Santos para despertar emoción en el electorado, a las serias acusaciones de irregularidades que enfrenta la campaña de Zuluaga y a las notorias manifestaciones de inconformidad ciudadana que se vivieron en Colombia en los últimos tiempos, por ejemplo en el paro agrario de 2013- la candidatura de López no ha despegado como una "tercería" con opciones claras para llegar a la presidencia.

"En un país normal esa sería la lógica, pero recuerde que este es un país que ha vivido un enfrentamiento civil que se ha llevado a tales extremos que partidos como el nuestro, civilista y democrático, que opera bajo la constitución y la ley, ha sido permanentemente estigmatizada", le dice a BBC Mundo Clara López, recordando los problemas que ha tenido la izquierda democrática en este país, frecuentemente acusada a través de su historia de tener vínculos con la guerrilla.

Sin embargo, los críticos de su movimiento alegarían que parte de sus dificultades electorales radican en las acusaciones de irregularidades que pesan sobre varios de los alcaldes de la izquierda que han ejercido el poder en Bogotá.
Otros movimientos independientes tampoco han tenido éxito en llegar a la presidencia, como sí ha ocurrido en otros países de la región.

Algunos piensan que las mismas instituciones y reglas políticas en Colombia lo hacen particularmente difícil.

Erika Moreno, profesora de ciencia política de la Universidad de Creighton, en Estados Unidos, indica a BBC Mundo: "Mientras podemos ver a nuevos actores políticos aparecer en otros países, las reglas electorales en Colombia siguen permitiendo la reelección y promoviendo las campañas personalistas", como la que ha llevado a cabo Zuluaga, basándose en el prestigio personal de Álvaro Uribe".


Zuluaga se identifica con el sector rural, más afectado por la acción de los guerrilleros.


Lo que los diferencia y lo que los une


La mayoría de observadores ha dicho a lo largo de la campaña que, a menos que se produzca una sorpresa grande, Santos y Zuluaga pasarán a la segunda vuelta a disputarse el 15 de junio.

Al escoger entre dos vertientes del "establecimiento", los colombianos también estarán probablemente escogiendo opciones distintas en muchas políticas.

La más notoria, claramente, es la de las negociaciones de paz de La Habana, donde Santos ha basado su propuesta reeleccionista en ofrecer continuidad a las mismas, mientras que Zuluaga advierte que la posición del estado frente a las FARC se endurecerá.

En el campo de la política social también habría diferencias entre Santos y Zuluaga.

Juan Carlos Guataquí, profesor de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario en Colombia, señala a BBC Mundo que Santos se ha visto más dispuesto a aplicar medidas activas de intervención estatal en áreas como la legislación laboral y la política de empleo, mientras que Zuluaga y los uribistas se inclinarían a flexibilizar más aún el libre juego del mercado.

En cuanto a las relaciones internacionales del país, Santos, en aras del pragmatismo, ha mantenido buenas relaciones con el chavismo en su periodo de gobierno, mientras que Zuluaga no vacila en calificar al gobierno venezolano de "dictadura" y advertir que replanteará las relaciones de Colombia con sus vecinos.

Pero en otros puntos cruciales, los dos candidatos tienen posiciones parecidas.

Ambos mantendrían una alianza cercana con EE.UU. Uno y otro mantendrían los buenos vínculos que han tenido en toda su carrera con los sectores industriales del país. Y tanto Santos como Zuluaga están comprometidos con un modelo económico que privilegia la inversión extranjera, particularmente en la explotación de recursos naturales, así como el libre comercio.

Sería injusto decir que los colombianos no tienen opciones este domingo. Hay candidatos de izquierda, tecnócratas, centristas y derechistas. Incluso entre los dos aspirantes más cercanamente asociados con el poder tradicional, hay diferencias significativas.

Lo que queda por verse es si esa variedad de opciones romperá con la apatía electoral que muchos auguran en un país todavía afectado por profundas distancias entre la ciudadanía y su dirigencia política.


sábado, 24 de mayo de 2014

Colombia va a elecciones presidenciales después de una campaña marcada por la “guerra sucia”

Tomado de La Revista Semana


 

Una campaña presidencial atrapada en escándalos


Las acusaciones y polémicas desatadas, en vez de invertir la lógica, podrían consolidar la intención del voto.

Acusaciones de sobornos de narcos, espionaje y piratería de correos electrónicos han convertido las elecciones presidenciales en una toda una batalla campal que ha polarizado aún al país, justamente cuando hace grandes esfuerzos para superar su pasado y presente violentos.

El intercambio de insultos ha distraído la atención de las conversaciones entre el Gobierno y las FARC, para poner fin a medio siglo de conflicto interno y que, se esperaba, sería uno de los temas cruciales en debate de cara a las elecciones del domingo próximo.

Podría decirse que buena parte de la culpa recae sobre dos antiguos aliados cuyas peleas públicas han dividido a Colombia desde hace cuatro años: el presidente, Juan Manuel Santos, y su antecesor en el cargo, el todavía influyente Álvaro Uribe Vélez.

Aunque preside la economía posiblemente de mayor crecimiento en Sudamérica, Santos es el blanco de los ataques implacables de Uribe y de su heredero, el exministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga. Según las encuestas, Santos y Zuluaga están empatadosy les llevan una gran ventaja a los tres candidatos restantes.

El partido Centro Democrático, de Zuluaga, ha fustigado a Santos por ser blando -según dice- en las negociaciones con las FARC. Zuluaga ha amenazado con poner fin a las conversaciones en Cuba, salvo que los rebeldes demuestren que realmente quieren la paz y declaren un cese de fuego permanente.

Pero esas diferencias políticas han cedido el centro de la escena a las rencillas interminables y las denuncias tremebundas que casi a diario se envían entre las campañas y que han provocado, en buena parte de la opinión colombiana un profundo malestar.

Comenzaron con informes de prensa de que el jefe de campaña de Santos, J. J. Rendón, habría recibido 12 millones de dólares de los principales narcotraficantes del país para negociar su rendición. La información se basaba en el testimonio de hace tres años de un capo de cartel encarcelado en Estados Unidos y que fue filtrado a los fiscales colombianos.

El venezolano Rendón renunció inmediatamente después de reconocer que intercedió en el caso, aunque negó haber recibido el dinero.

Izquierda Oscar Iván Zulauga, derecha Juan Manuel Santos, ambos candidatos lideran las encuestas de preferencia popular y que serán contendientes en lo que apunta a ser una segura segunda vuelta electoral.

Dos días después, las autoridades arrestaron a un experto en informática de la campaña de Zuluaga y lo acusaron de haber infiltrado los correos electrónicos de los negociadores de las FARC y del mismo Santos. Zuluaga denunció el arresto como un plan para descarrilar su candidatura.

A continuación, Uribe, sin presentar pruebas, acusó a Rendón de canalizar dos millones de dólares de los presuntos pagos de los narcos a la campaña de Santos en el 2010, por lo cual el presidente-candidato anunció una posible denuncia contra el senador electo por los delitos de calumnia e injuria.

Asimismo, durante el Gran Debate el pasado 23 de mayo, ante la pregunta de que si había traicionado a Uribe, Santos respondió: "No. Yo traicioné la corrupción, el amiguismo con el paramilitarismo y las chuzadas". A la mañana siguiente, el mandatario expresó: "Uribe ha sido muy amigo de los paramilitares", aunque afirmó no saber a ciencia cierta qué vínculos tuvo con la ultraderecha armada que se desmovilizó parcialmente en el 2005.

"Lo que he leído en los libros que publicó hace unas semanas (el senador electo) Iván Cepeda me dejó bastante sorprendido. Hay unos señalamientos que demuestran unos vínculos más allá", dijo Santos, en referencia a los libros A las puertas de El Ubérrimo (2008) y Por las sendas del Ubérrimo (2014) escritos por Cepeda y que contienen fuertes denuncias que llevaron a la Fiscalía a abrir, en enero del 2013, una investigación por los supuestos nexos del expresidente con las autodefensas.

Para revolver más las aguas, el fin de semana pasado apareció un video filmado clandestinamente con un teléfono celular en el que Zuluaga escuchaba atentamente al presunto ciberpirata, que describía una estrategia para utilizar información que habría sido obtenida ilegalmente para socavar el apoyo a las conversaciones de paz.

Muchos colombianos, incluso entre los partidarios de Santos, se preguntan si el presidente quiso utilizar el proceso de paz en beneficio de su campaña electoral cuando anunció el 17 de mayo un histórico acuerdo con las FARC para combatir juntos las drogas ilícitas.

Muchos observadores creen que Santos debió haber suspendido las conversaciones con las FARC hasta después de los comicios.

Tanto Zuluaga como Santos están dispuestos "a ganar (la elección) por cualquier costo", dijo Marta Lucía Ramírez, exministra de Defensa de Uribe y ahora candidata presidencial por el Partido Conservador, que está en un lejano tercer puesto de acuerdo con la encuesta Invamer-Gallup más reciente. "Las dos campañas le están haciendo daño a Colombia, le están quitando confianza a los colombianos sobre sus líderes políticos y a las instituciones".
Vicente Torrijos, analista político de la Universidad del Rosario en Bogotá, sostuvo que la andanada de acusaciones difícilmente afectará el resultado.
"El uso exagerado del escándalo, en vez de invertir la lógica, lo que puede producir es la consolidación de la intención del voto", opinó.
"El odio desatado por la campaña no se va a disipar fácilmente", dijo por su parte Michael Shifter, presidente de Inter-American Dialogue, un centro de estudios sobre asuntos hemisféricos con sede en Washington.

Al ganador le aguarda la ardua tarea de aliviar el encono generado por las acusaciones. El Congreso está dividido y Uribe, recientemente elegido al Senado, ha prometido liderar la oposición a Santos, si el ahora candidato presidencial resultara reelegido.
 

martes, 6 de mayo de 2014

JJ Rendón obligado a renunciar a campaña de Santos en Colombia por vinculación a Narcos

Tomado de El País
Un asesor de Santos para la reelección renuncia por escándalo con narcos
El capo extraditado a Estados Unidos, Javier A. Calle Serna, asegura que le pagó para que intercediera por narcos ante la justicia colombiana

La Fiscalía pidió investigar si el mandatario colombiano está aprovechándose de su investidura

Rendón negó los señalamientos aunque sí reconoció que en 2011 se reunió con abogados de narcotraficantes

Por Elizabeth Reyes L.

El polémico estratega venezolano, Juan José Rendón, renunció esta noche a la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santostras conocerse que fue contactado por el capo del narcotráfico extraditado Javier Antonio Calle Serna, para que mediara en una posible entrega de varios mafiosos a la justicia colombiana en 2011. Lo grave de la denuncia es que el narco aseguró que le entregó a Rendón 12 millones de dólares.
Según el capo, en una declaración judicial realizada en diciembre de 2013 a la Fiscalía colombiana y que fue revelada el domingo por el diario El Espectador, él y otros de los grandes capos colombianos contactaron a Rendón entre 2010 y 2011 para que llevara al gobierno Santos una propuesta que incluía el desarme de sus estructuras criminales, el abandono del narcotráfico y su entrega a la justicia, para no ser extraditados. Algo que finalmente no tuvo calado en los organismos judiciales.
El consultor venezolano, conocido como el rey de la propaganda negra y que ya había asesorado a Santos en las pasadas elecciones, llegó la semana pasada a Bogotá para retomar las riendas de la campaña a menos de tres semanas de la primera vuelta presidencial. Sin embargo, la publicación hecha por el diario capitalino aunada a una columna del periodista Daniel Coronell en la revista Semana, desataron el escándalo en el que se vieron involucrados no solo Rendón y Calle Serna, sino también narcotraficantes como Diego Pérez Henao alias Diego Rastrojo, Pedro Olivero alias Cuchillo y Daniel El Loco Barrera, entre otros. Estos capos, al final, se entregaron o fueron capturados y extraditados a los Estados Unidos.
Rendón negó estos señalamientos aunque sí reconoció que en 2011 se reunió con abogados de estos narcotraficantes y que “simplemente ofició como un canal para llevar esa correspondencia y que él mismo la entregó a la Fiscalía para su análisis”. También se lo hizo conocer a Santos. Del dinero, le dijo a Coronell que de haber existido se “debió quedar en las manos de quien lo puso en contacto con los representantes de los narcos”, refiriéndose a Germán Chica que en ese momento era uno de los consejeros presidenciales de Santos y hoy es el director de una federación que agremia a las 32 gobernaciones del país. Chica, por su parte, también lo negó y luego anunció que denunciaría a Rendón.
Estas revelaciones desataron de inmediato las críticas de los rivales de Santos para las presidenciales y de su mayor opositor, el expresidente y senador electo Álvaro Uribe, quien en su cuenta de Twitter escribió:“Presidente Santos, ¿qué dice de este concierto para delinquir, dónde está el dinero de sus asesores?”. La conservadora, Marta Lucía Ramírez trinó: “Qué mal huelen los acercamientos de los amigos del presidente Santos con Comba y los narcos. ¿Quién recibió los $12 millones?”. Y el candidato uribista, Oscar Iván Zuluaga, en un comunicado se preguntó si tras las revelaciones, tanto Rendón como Chica seguirán teniendo la misma cercanía con la casa presidencial. Los santistas, por su parte, insisten en que este episodio no es otra cosa que una guerra sucia contra Santos.
Al conocerse la noticia, la Fiscalía colombiana anunció que abrió una investigación judicial para determinar la veracidad de las revelaciones hechas por los medios colombianos, al tiempo que enviará investigadores a una cárcel de Brooklyn en Estados Unidos para tomar declaración a Calle Serna.
El ente investigador también ratificó que en 2011 la entonces fiscal general, Viviane Morales Hoyos, sostuvo una reunión con J.J. Rendón y otros funcionarios, para conocer la propuesta de sometimiento del ERPAC -una banda criminal comandada por Cuchillo- y los llamados Rastrojos, encabezados por Calle Serna, y que los miembros del ERPAC se entregaron mientras que el otro grupo desistió.
Rendón, al renunciar de manera voluntaria a la campaña, dijo en un comunicado que todo este episodio obedece a un compló y que lo hacía para no convertirse “en un instrumento de los enemigos de la paz que pretenden minar la credibilidad del señor presidente”.
Pese a la dimisión del polémico asesor y sus explicaciones, será la justicia colombiana la que determinará por qué una persona que supuestamente se dedica a la publicidad política termina involucrada de intermediario o mensajero de una propuesta de desmovilización de un grupo de narcoparamilitares y si de la actuación de Rendón y del entonces consejero de Santos, Germán Chica, pudo configurarse un delito. Lo cierto, es que en esta época electoral, donde el país está tan polarizado, este episodio le genera ruido a la campaña de Santos, que ya aceptó la renuncia de Rendón.
La Procuraduría General (fiscalía) pidió a la Comisión de Investigaciones de la Cámara de Representantes, investigar si el mandatario colombiano está aprovechándose de su investidura y habría “manejos irregulares” de dineros de la nación para hacerse reelegir.


martes, 3 de diciembre de 2013

J.J. Rendón asesoró campaña oficialista en Honduras

Tomado de La Tribuna

JJ Rendón

J.J. Rendón: “Hubo momentos en los que llegamos a estar casi de terceros”

Por: Ninfa Arias

Los hilos conductores de la primera victoria consecutiva del Partido Nacional hacia la principal magistratura del país los movió el estratega general de campaña, el venezolano Juan José Rendón, mejor conocido como J. J. Rendón. Este hombre, tan amado y odiado, vio el ascenso de Juan Orlando Hernández, virtual presidente, como una maratón y no como una carrera.

Aunque en este momento la alegría de la victoria es desbordante entre el equipo que rodeó al presidenciable, en esa maratón “no todo fue miel sobre hojuelas”, hubo instantes de preocupación, nerviosismo y muchos errores que se superaron. Pero mejor que sea el propio estratega, quien como un samurái, acertó en sus decisiones y sin titubear, blandió la espada contra el socialismo del siglo XXI que representaba Libre.

¿Cómo se siente después de triunfo de Juan Orlando Hernández?

En paz porque esta es una lucha, que para ustedes es una repetición electoral de los conflictos que se vinieron en 2009, y la decisión del pueblo de escoger si quería un camino de respeto a las instituciones de democracia y de las libertades (que han construido con todas las imperfecciones) o un camino de cambios radicales, que después no se sabe ni dónde llevan y que se ve reflejado en lo que ha pasado en otros países, como Venezuela.

“Chano” Rivera dijo que J. J. vio esta campaña como una maratón y no como una carrera, pero mejor diga usted ¿cuál fue el secreto para hacer ganar a Juan Orlando?

Son dos cosas distintas. Había mucha gente. “Chano” Rivera hizo un gran trabajo, por eso le decía que no es solamente el estratega, hay especialistas en diferentes áreas. A lo que iba, es que cuando digo lo del maratón es que hay gente que gana encuestas y terminan perdiendo elecciones. Usted ve cómo los mismos medios destacan ya ganó menganito, ya ganó sutanito, ya perdió el candidato tal, no crece, no prospera; perdóname, si eso pasa en junio y la elección es en noviembre, eso de ya ganó, ¡cuidado!

¿Y el secreto…?

Cuando uno corre una carrera de cien metros, uno quiere ganarla rápido y ellos hicieron (me refiero a los de Libre) un gran esfuerzo por arrancar bien rápido. Yo uso una frase siempre, que es una especie de eslogan para mí y para mi empresa, de un general romano: la victoria ama la preparación, la victoria es de aquellos que se preparan. Y la verdad, es que nosotros estuvimos preparándonos siempre para la campaña final, para el último mes y llegar, como llegan los deportistas olímpicos, en su mejor momento de preparación el día de la carrera, el día de la competencia y no estar en su mejor momento seis meses antes de la competición porque después viene la desilusión. Yo le reto a usted a buscar declaraciones de Libre en el mes de junio y mayo donde decían que nosotros ya ganamos, la única manera de que me la quiten es con fraude. Ellos se declararon autoganadores y después, al candidato le cuesta aceptar que perdió.

¿Qué hizo que J. J. aceptara a Juan Orlando como cliente?

La primera cosa es que me di cuenta que lo que se había logrado estabilizar en 2009 no fue suficiente, que la democracia en Honduras todavía estaba en peligro; la segunda cosa, yo conocí a Juan Orlando por su excelente trabajo en el Congreso y a mí su trabajo me generó mucho respeto; en una situación de conflicto, él sacó la mayoría de las leyes por unanimidad o por mayoría, con fracciones de otros partidos. Eso habla de un hombre que sabe dialogar y consensuar.

Una empresa…

Y tercero, mi lucha. Yo tengo una empresa de consultoría. Escoger un cliente, al margen del tema económico, el planteamiento es ¿por qué nos vamos a meter ahí? En el caso de Honduras, había una razón más allá de dinero, que tiene que ver lo que se juega en Centroamérica y en el hemisferio, este modelo pseudo revolucionario, desbaratador de países y además, que es un modelo que se aprovecha de la humildad de la gente.

¿Cómo fue ese camino hacia el éxito de la campaña de Juan Orlando?

Primero, la gran voluntad de Juan Orlando de querer ser presidente; segundo, la gran disposición y disciplina del excelente equipo que tuvo, integrado por Óscar Álvarez, Ricardo Álvarez, el embajador Jorge Ramón, Roberto Ordóñez y muchísima gente muy valiosa y muy comprometida, tanto con la campaña, como con el país. Como cualquier ser humano, algunas veces tenía sus bajones en las encuestas, pero lo que dice “Chano” Rivera es cierto, yo siempre les dije, ¡señores! La elección no es ahorita, es en noviembre, ¿para qué quieren estar arriba en las encuestas en febrero?

¿O sea que hubo momentos de altibajos?

Hubo momentos en los que nosotros llegamos a estar casi de terceros. Hubo otro momento, en febrero o marzo, donde Nasralla se disparó y hubo momentos donde Xiomara después del conflicto interno del Partido Nacional, se disparó; el partido Libre quedó de tercero como votación nacional y Xiomara, de segunda, en la votación presidencial y ellos capitalizaron bien esa primaria y el Partido Nacional quedó dividido después de las internas y eso trajo como consecuencia, que los números bajaran y hubo que recomponer, aceptar errores, traer refuerzos al equipo, reconducir la estrategia y etcétera.

¿Hacia dónde se orientó?

Una cosa muy importante fue el hecho del presidente Lobo, de aceptar humildemente, que pudo llegar hasta donde pudo llegar y no lo que él quería. Ese gesto de humildad hizo que el pueblo dijera, bueno.

¿Te perdonamos, Pepe?

No sé si lo perdonaron, pero al menos lo entienden. La humildad, decir gracias, dar explicaciones, pedir disculpas eso siempre el pueblo lo reconoce y a muchos políticos les cuesta, por la soberbia. En ese acto de humildad del Presidente Lobo y de sinceridad, la gente lo valoró y tuvo su efecto, porque le quitó la carga negativa del gobierno a la campaña.

Generó indulgencia de los electores…

Claro, yo lo llamo palabras mágicas decir: gracias, permiso, te felicito, me equivoqué, me disculpo. Todas esas palabras son música para los oídos y hay que seguirlas con el corazón, pero a veces la gente no las dice por la soberbia.

Cuando Ricardo sale enardecido a pedir el voto por voto, ¿cómo superaron este momento?

Yo creo que allí, lamentablemente, eso no fue decisión de Ricardo, sino que consejo de sus asesores, que es lo que le está pasando a Xiomara, por consejo de sus asesores. Igual le pasó a don Porfirio la vez pasada y le recomendaron cuando él perdió la elección contra Zelaya que dijera que había fraude y él salió y cantó fraude. Al ratico se puso a meditar, pero ¿yo voy a incendiar Honduras? Y dijo la siguiente frase aquella: “no vale una gota de sangre de un hondureño, la presidencia de la República…”. Y eso, cuatro años más tarde, fue un gran argumento para tener la propiedad de declararse ganador ante Elvin Santos y que la gente entendiera que su presidente era un gran demócrata.

Libre pierde una oportunidad…

Hoy Libre está perdiendo una oportunidad, salió muy bien votado, en política a diferencia de otros ámbitos de la vida, donde no hay medalla de plata, aquí sí hay medalla de plata. Tiene una partida en el Congreso, el Partido Liberal fue sustituido, tiene un espacio en la vida política… Bueno, no la logró esta vez, tiene que seguir peleándola. En México el PRI gobernó 72 años, lo sacaron del poder y si se hubiera echado a hacer berrinche, no la vuelve a ver. Lula perdió cuatro elecciones, la quinta se eligió y después, se reeligió.

Un grupo radical…

En política, la gente que vuelve, insiste y llega, pero la gente que se tira a hacer berrinche, lo que hace es perder seguidores y se queda nada más en un grupo radical, que estaba hambriento de poder inmediato, que no entiende que esto es una lucha. En vez de estarse peleando con el sistema, lo que hay que aprender es a jugar con las reglas del sistema. Insistir en que Juan Orlando no tiene mayoría, pues es que en Honduras no hay segunda vuelta, pero bueno una mejoría en el sistema sería que haya segunda vuelta.

¿Y el voto electrónico?

Yo estoy en contra del voto electrónico porque permite que cualquiera jaquee eso.

¿Y los escáneres?

Estoy a favor de la contabilización digital, pero siempre tiene que haber la prueba física de qué pasó porque si no hay prueba física y no hay personas humanas y cuente uno por uno lo que pasó, no puede ser que un aparato se robe una elección. Y en todos los procesos electorales, que ha habido en Estados Unidos y en Europa, al final lo han quitado porque supuestamente lo que ha dado es lo contrario a la paz, incertidumbre y manipulación. Si han jaqueado el sitio de la CIA, de la NASA, han robado bancos por internet ¿no van a robarse una elección?

¿Cree que Ricardo Álvarez fue fundamental para llegar a un triunfo?

Totalmente, y Óscar Álvarez también. Ninguna duda y los que se bajaron del barco, que no los voy a nombrar, solo estoy lamentándolo en este momento; los que apostaron que Juan Orlando perdía…

¿Se refiere a Miguel Pastor?

No me refiero a nadie, cada quien sabe qué hizo y quién fue. Yo creo que tienen que estar ahorita lamentándolo porque apostaron contra ellos mismos.

¿Fue Juan Orlando el cliente más difícil de vender?

Para nada, Yo he tenido clientes mucho más difíciles, fue un excelente cliente, crítico, no es dócil, no es una persona que no acepta las cosas si no se le explica bien y es una persona, que una vez que entiende las razones por las cuales hay que hacer o dejar de hacer algo, es el más disciplinado del mundo.

¿Qué hubo que cambiar de él?

Juan Orlando da una imagen de duro y distante. Es que tenía una mala costumbre de prestar atención, frunciendo el ceño y eso lo hace ver gruñón; y otra, es que tuvo una educación en la Escuela Militar, que yo también tuve, que hace que tú seas muy marcial. Esa rigidez que en los militares se ve muy bien, en los políticos no se ve muy bien. Entonces, le tocó trabajar un poco eso. El escarnio público, manejar una cosa muy incómoda para él y su familia, que les preocupa tanto el buen nombre, fueron los ataques. A Juan Orlando le pusieron sobrenombres, le dijeron cosas muy feas, le hicieron campaña sucia por teléfono, por redes sociales y aguantarse eso es muy difícil.

¿Le recomendó a él aceptar los apodos de “Juan Tortilla” y “Juan Fogón”?

Eso es como cuando uno abraza algo muy popular. Hay una canción que a mí me sacaron en Venezuela que se llama “La culpa es de J. J.” Si usted no escucha la letra y solamente, ve el nombre podría pensar que va en mi contra, pero realmente es una canción irónica. Claro, y si esta canción sale, ¿usted qué va a hacer? La sabiduría popular es muy profunda.

Y aquí en Honduras somos muy dados a “bautizar” con apodos

Claro y cuando te ponen un apodo la sabiduría popular, pues nada, abrázalo. A mí me han dicho toda mi vida cosas muy feas y he tratado toda mi vida de hacer de tripas corazón y aguantarse el chaparrón porque si no tienes la piel gruesa, entonces para qué te metes en política.

En política hay que tragar sapos y culebras…

Sí y, además, pasa. Esos que han estado hablando barbaridades de Juan Orlando ya los va a ver tomándose la foto y eso no es que sean traidores, es que la campaña es una cosa y el gobierno es otra. Uno dice qué estómago tienen los políticos, no es que para saber convivir hay que saber olvidar.

¿Qué influyó para que los hondureños votaran por Juan Orlando y no sobre Mauricio Villeda, que tenía mejor imagen o Xiomara?

Mauricio es un buen hombre y yo no quiero hablar mal de los asesores de Mauricio (Jaime Durán Barba) pero yo creo que él no se dejó asesorar bien o no tuvo buenos asesores o no le gustan los asesores. Hoy, meterse en política y no buscar ayuda, es una irresponsabilidad porque con el talento y capacidades como las que tiene Mauricio Villeda o Elvin Santos, se pierden porque son tercos. Dicen no yo me las sé todas, lo que se va a hacer es esto y otro.



Un estratega…

Mire cuando uno tiene un consultor estratégico uno quiere varias cosas: la experiencia, en mi caso casi 30 años de campaña, la metodología de que uno evalúa, cómo va, cómo se ven los estudios cualitativos y cuantitativos, las encuestas, el conocimiento de manejo de medios que hay que declarar, cómo hacerlo. Hay maneras efectivas de hacer eso, pero perdóneme si hay hasta cursos de cocina. Como un político pretende meterse a algo tan importante y relevante para los países sin aprovechar el conocimiento, hasta para ser manicurista la gente se prepara.

“Voy a hacer lo que tenga que hacer” esta frase del candidato –atribuida a Hitler– ¿se la recomendó usted?

Fue una frase que está inspirada a su vez en una frase del presidente Uribe que dice no nos pueden matar a todos porque lo amenazaron y entonces, estaban haciéndole terrorismo al gobierno. El presidente dijo yo voy con todo porque no nos pueden matar a todos, como diciendo la mayoría somos gente sana, somos gente de paz y no puede ser que los malos nos impongan el orden.

¿Qué quiere decir?

Hacer lo que tengo que hacer es reformar la Policía, completar el fortalecimiento de las fuerzas militares, hacer los convenios con los países, colaborar con otros países en la lucha contra el narcotráfico, proponer las leyes que sean necesarias, endurecer, por ejemplo la Ley de Extradición, terminar las pruebas de confianza, mejorar la fiscalía, darle recursos a los tribunales para que haya mejor impartición de justicia, entrenar mejor a los policías. Eso es lo que quiere decir.

Pero se ve como algo dictatorial…

Pero ¿cómo enfrenta uno a esos grupos tan fuertes sin un par de pantalones? Ese mensaje no es para la ciudadanía es para los delincuentes, váyanse para otro lado o cambien de negocio. Juan Orlando va a dedicar tiempo y va a hacer lo que tenga que hacer por prevalecer la ley para minimizar el daño que le han hecho a Honduras.

Esa campaña de retornar los militares a los cuarteles, ¿fue parte de la propaganda negra?

No, perdóname, es una crítica ridícula porque primero, yo no tengo que ver con lo que la gente exprese; segundo, yo creo que los errores de los candidatos, después que los cometen, se arrepienten. La pregunta de fondo es si ¿ella dijo eso o no lo dijo?

Sí, lo dijo…

¡Ah…! Bueno, pues eso no es guerra sucia.

Propaganda negra, dije yo, no guerra sucia…

Tampoco, no es campaña ni negativa ni sucia ni negra. Se llama contragolpe.

¿Qué errores cometieron los adversarios de Juan Orlando?

En el caso de Nasralla, la primera frase que lo hundió fue que él estaba llamado por Dios para ser presidente, ser iluminado por Dios; la segunda, es el voto electrónico porque ni está en la ley, no había presupuesto para eso y para qué se meten en una pelea que saben que no se va a dar; y la tercera fue haber descalificado y meter a todos los políticos en el mismo saco, que todos son ladrones. Si usted está hablando con la verdad y quiere una comisión anticorrupción, bienvenida, pero no puede hacer es estar difamando a la gente sin ninguna prueba. Para eso están los tribunales y los jueces y si no le gustan ellos, proponga una reforma o use la ley de participación ciudadana, proponga un plebiscito.

¿Y en el caso de Xiomara?

No haber logrado mostrar –cosa que se ve ahorita en los post electoral muy claro– que ella tenía una personalidad y un proyecto propio, más allá de la continuación del proyecto de 2009, por la vía electoral, que era el socialismo del siglo XXI y la influencia de ese paquete. Cosa que ya el pueblo de Honduras había rechazado y que, a la luz de los hechos en Venezuela, tampoco era una cosa muy prometedora. Haber dicho que quería a los militares en los cuarteles cuando en Honduras hoy no es lo mejor que uno podía querer. Haberse metido con las iglesias, Honduras es un país profundamente religioso, si usted dice fuera los cristianos y los católicos de la campaña y de la política, perdóneme, los hondureños son primero hondureños, después son católicos o cristianos, después son de la selección nacional y después son miembros de partido. El fútbol es parte de la vida relevante del hondureño.

¿En qué se equivocó Mauricio?

No logró resolver el problema de las elecciones internas con Yani, no lograron los liberales frenar la desbandada de liberales hacia Libre y no lograron resolver los conflictos de divisiones que vienen desde el 2009. El Partido Liberal tiene que hacer una profunda reflexión. Yo no creo que la responsabilidad de la derrota sea solo de Mauricio, yo creo que tiene que ver mucho con cómo está el Partido Liberal hoy.

¿Por eso centraron la campaña en disminuir el adversario tradicional del Partido Nacional y la enfocaron a Libre y el PAC?

No, para nada. Nosotros decidimos no tocar al Partido Liberal. Nuestra estrategia fracasó en dejar que el Partido Liberal tuviera más oxígeno y que saliera más votado, aunque le suene insólito. En la medida que al Partido Liberal le fuera mejor, había menos desbandada para Libre. Nuestro contendor siempre fue Libre porque incluyendo al Partido Liberal, Mauricio Villeda no propuso constituyente ¿o sí?, ¿Mauricio Villeda no es socialista o sí?, ¿Mauricio no es prosocialismo del siglo XXI o sí? Para nosotros el peligro, aparte de ganar la elección, era el camino que iba a seguir…

¿Cómo logró que hechos tan negativos como la destitución de la Sala Constitucional, la sustitución y salida de los fiscales del Ministerio Público y los siete paquetazos no pesaran sobre la figura del candidato nacionalista?

Si yo le contesto eso no trabajo más. Mire que hasta ahora le he contestado todo, pero eso no. Mis competidores también leen los periódicos y más el suyo, que es tan leído.

¿Considera que el fantasma del chavismo asustó a los hondureños en la elección?

Si usted se da cuenta no usamos ese tema en la campaña, Juan Orlando fue respetuoso y el Presidente Lobo, inclusive en plena campaña firmó Petrocaribe. Yo no meto mi agenda personal de lucha contra el régimen de Venezuela con mis clientes.

Pero, había miedo a que aquí se replique lo de Venezuela…

Los hondureños son gente bien informada, escuchan noticias, las leen y se enteran por su cuenta. El pueblo no es tonto, se dio cuenta, vio los conflictos y dijo: yo no quiero eso para Honduras; y qué bueno, que el pueblo en su mayoría, reaccionó de esa forma porque usted podrá decir que entre los que votaron por un partido y por otro, Juan Orlando no tiene toda la mayoría del mundo, aunque ganó, pero así son las reglas de la democracia de Honduras. Si sumo la votación de Nasralla, que no es prosocialista del siglo XXI, la del Partido Liberal y la de Juan Orlando me queda claro que la gran mayoría del pueblo hondureño no apoya ese modelo. En ninguna parte de la campaña se nombró a Chávez ni Maduro y además en el pleno momento donde a mí me estaban dando en Venezuela más duro que nunca…

Billy Joya hizo la campaña recordando a Chávez y lo que pasó en 2009…

Pero es otra lucha y luego, él es víctima también. Si una persona es víctima de una campaña negativa y le han destrozado su prestigio, lo han tratado de destrozar, ese es Billy Joya. Lo pintaron como lo peor ¿y él qué defensa tiene? En Honduras deberían promover una ley que proteja el buen nombre, no dejar que acaben el prestigio de las personas en algunos medios de comunicación, claro, no son todos los medios de comunicación, sino unos medios en particular que son medios parciales, llamados canales de propaganda del partido tal. A la ciudadanía le deberían decir este programa es propaganda del partido tal, somos parciales y véanos con criterio.

Sí, hay medios parcializados con distintos partidos…

No hay medios parcializados, hay políticos escondidos en los medios de comunicación, que es diferente, hay gente haciendo política descarada, parcial. Fíjese en un medio de cuya frecuencia se la dio el Estado y no es para que estén proponiendo la rebelión ni para que promuevan la violencia ni el desconocimiento a las instituciones.

¿Habrá influido en el triunfo la promesa del candidato que de ganar haría un gobierno con los nacionalistas?

Yo no creo en eso. Eso no es lo que él dijo, cuando ganó en su discurso dijo que iba a constituir su gobierno con los mejores hombres de Honduras, estuvieran donde estuvieran y estoy seguro que los traerá de donde esté. Mire como le pidieron al jefe de campaña, lo trajeron de una embajada porque es gente que sabe gerenciar y la campaña necesitaba complementarse.

¿Por qué cree que Libre nunca contestó a los ataques del Partido Nacional, más bien Xiomara hablaba de paz y de perdón?

Y como vas a contestar si tú mismo cometiste el error. En la campaña pasada el Presidente Lobo sí contestó bien la campaña, porque hubo dos errores en la campaña anterior, dijo que él era antigay y que estaba a favor de la pena de muerte. En un mundo que cada vez es más tolerante a la diversidad sale usted que está en contra de eso, rechaza la vida privada porque el Estado no se puede meter en quién se enamora con quién. El Presidente Lobo fue a donde el cardenal y pidió perdón ante Dios por haber dicho eso. Pero si usted dice fuera los militares de las calles –en mi opinión usted es terco– y después dice, fuera las iglesias, siendo el pueblo religioso y después, dice venga el socialismo cuando la gente ya lo ha rechazado, entonces cómo pretendes tú que la gente vote por ti.

¿Y cómo explican que sacaron diputados?

Sacaron una lista de diputados porque ellos no tenían una lista muy mal, pero si no hubieran tenido una buena lista de diputados estarían muy mal.

Villeda confiaba en los pajaritos azules, ¿qué se hicieron?

El Partido Liberal no evaluó muy bien las consecuencias de la crisis de 2009. Uno puede vivir en los logros del pasado o en la crisis del presente. El camino principal para salir de un problema es aceptar que tienen un problema.

¿Qué futuro prevé al PAC y a Libre?

PAC tiene un buen futuro, si se vuelve una oposición constructiva que deja el radicalismo, entra al sistema y trata de cambiarlo allá a adentro. Creo que Nasralla es un vocero que tiene unos criterios muy válidos y muy crítico, que bien canalizado puede hacerle un gran bien a Honduras.

Y Libre…

Yo creo que en el caso de Libre depende de lo que hagan. Honduras lo que necesita es avanzar y no retroceder. Una posición obstruccionista y conflictiva les va a pasar la factura porque la gente va a decir, tuvimos conflicto en 2009, no votamos por ustedes en 2013 y ¿van a seguir? Entonces, el papel que hagan al principio del gobierno va a ser importante porque ya no se trata de Juan Orlando, se trata de que el país está en crisis y necesita salidas rápidas y la única manera de avanzar hacia adelante es que todos jalen hacia el mismo lado.

¿Cree que el bipartidismo quedó quebrantado en Honduras?

No. Eso va y viene. Eso pasó, por ejemplo, la gente tiende a aglutinarse cuando las posturas son bastante diversas. Creo que se rompió por un momento, pero eso no es que se acabó una cosa y viene la otra, ya veremos. Si el Partido Liberal se reconstituye, si Libre no hace el trabajo correcto y Nasralla no aprovecha el espacio y la oportunidad que le dan para hacer una oposición constructiva, entonces volverá el bipartidismo.

¿Qué le aconsejaría negociar al hoy presidente electo y con quiénes para lograr que el Congreso no sea radicalmente opuesto al Gobierno Central?

No, no…yo no me voy a meter en eso porque es su agenda. Y me gustaría que me dejes la respuesta tal cual yo te la doy, yo no participo en eso. Las decisiones las toman ellos, cómo se aplican, cómo se venden, cómo se socializan, cómo se consensan es cosa de ellos, pero yo no soy quién para decirle qué se tiene que hacer. El presidente es Juan Orlando Hernández.

¿No cree que esa campaña de poner como principal contendor a Libre, no le dio más votos a ese partido?

No, ellos ya estaban crecidos cuando eso se dio. Quien le dio el espacio fue el Partido Liberal con su división interna y el Partido Nacional con su división interna. El espacio de Nasralla era mucho más auténtico que el de Libre; el de Libre era un refrito de 2009. En cambio, cuando se divide Ricardo con el nacionalismo y Miguel Pastor, cuando Yani Rosenthal le reconoce el espacio rápido a Mauricio, allí se generan los problemas y Libre creció. Libre no crece por mérito propio, sino por los conflictos de los partidos grandes. Y Nasralla crece porque propone una cosa que a la gente le importa, que se use bien el dinero público.

¿Hay una afinidad entre usted y Honduras o solamente es una relación contractual?

No, no, no… Yo tengo un profundo cariño y amor por Honduras. Me han tratado bien, estoy agradecido por la confianza, la oportunidad y el trato que se me ha dado, lo estaré siempre y en el lugar donde yo esté que pueda hacer algo por el pueblo hondureño, lo voy a hacer al margen de mi trabajo.

¿Se considera un coleccionista de triunfos?

Soy un coleccionista de retos. Yo estoy mirando ya qué es lo que viene, no me vanaglorio, ni siquiera celebré. Yo he perdido elecciones y yo sé lo que se siente perder y comprendo y soy sensible a lo que pasa en el que sufre la derrota, aunque ellos no lo entiendan. Uno debe reconocer lo bueno que hizo el otro y no he negado a contestar ninguna pregunta sobre los consejos a Libre y a los otros. Es asesoría gratis para ellos porque esa discusión es la que fortalece la democracia. Yo vivo de que haya democracia, no de los Estados donde hay dictadura.

Además, usted rompió el mito porque el Partido Nacional acumuló una victoria tras otra…

Se rompieron dos mitos el de que eran dos gobiernos liberales por uno nacionalista y el que el nacionalista nunca repite. Lo cual habla de que los mitos se pueden romper, así que hay que tener cuidado.