martes, 3 de diciembre de 2013

J.J. Rendón asesoró campaña oficialista en Honduras

Tomado de La Tribuna

JJ Rendón

J.J. Rendón: “Hubo momentos en los que llegamos a estar casi de terceros”

Por: Ninfa Arias

Los hilos conductores de la primera victoria consecutiva del Partido Nacional hacia la principal magistratura del país los movió el estratega general de campaña, el venezolano Juan José Rendón, mejor conocido como J. J. Rendón. Este hombre, tan amado y odiado, vio el ascenso de Juan Orlando Hernández, virtual presidente, como una maratón y no como una carrera.

Aunque en este momento la alegría de la victoria es desbordante entre el equipo que rodeó al presidenciable, en esa maratón “no todo fue miel sobre hojuelas”, hubo instantes de preocupación, nerviosismo y muchos errores que se superaron. Pero mejor que sea el propio estratega, quien como un samurái, acertó en sus decisiones y sin titubear, blandió la espada contra el socialismo del siglo XXI que representaba Libre.

¿Cómo se siente después de triunfo de Juan Orlando Hernández?

En paz porque esta es una lucha, que para ustedes es una repetición electoral de los conflictos que se vinieron en 2009, y la decisión del pueblo de escoger si quería un camino de respeto a las instituciones de democracia y de las libertades (que han construido con todas las imperfecciones) o un camino de cambios radicales, que después no se sabe ni dónde llevan y que se ve reflejado en lo que ha pasado en otros países, como Venezuela.

“Chano” Rivera dijo que J. J. vio esta campaña como una maratón y no como una carrera, pero mejor diga usted ¿cuál fue el secreto para hacer ganar a Juan Orlando?

Son dos cosas distintas. Había mucha gente. “Chano” Rivera hizo un gran trabajo, por eso le decía que no es solamente el estratega, hay especialistas en diferentes áreas. A lo que iba, es que cuando digo lo del maratón es que hay gente que gana encuestas y terminan perdiendo elecciones. Usted ve cómo los mismos medios destacan ya ganó menganito, ya ganó sutanito, ya perdió el candidato tal, no crece, no prospera; perdóname, si eso pasa en junio y la elección es en noviembre, eso de ya ganó, ¡cuidado!

¿Y el secreto…?

Cuando uno corre una carrera de cien metros, uno quiere ganarla rápido y ellos hicieron (me refiero a los de Libre) un gran esfuerzo por arrancar bien rápido. Yo uso una frase siempre, que es una especie de eslogan para mí y para mi empresa, de un general romano: la victoria ama la preparación, la victoria es de aquellos que se preparan. Y la verdad, es que nosotros estuvimos preparándonos siempre para la campaña final, para el último mes y llegar, como llegan los deportistas olímpicos, en su mejor momento de preparación el día de la carrera, el día de la competencia y no estar en su mejor momento seis meses antes de la competición porque después viene la desilusión. Yo le reto a usted a buscar declaraciones de Libre en el mes de junio y mayo donde decían que nosotros ya ganamos, la única manera de que me la quiten es con fraude. Ellos se declararon autoganadores y después, al candidato le cuesta aceptar que perdió.

¿Qué hizo que J. J. aceptara a Juan Orlando como cliente?

La primera cosa es que me di cuenta que lo que se había logrado estabilizar en 2009 no fue suficiente, que la democracia en Honduras todavía estaba en peligro; la segunda cosa, yo conocí a Juan Orlando por su excelente trabajo en el Congreso y a mí su trabajo me generó mucho respeto; en una situación de conflicto, él sacó la mayoría de las leyes por unanimidad o por mayoría, con fracciones de otros partidos. Eso habla de un hombre que sabe dialogar y consensuar.

Una empresa…

Y tercero, mi lucha. Yo tengo una empresa de consultoría. Escoger un cliente, al margen del tema económico, el planteamiento es ¿por qué nos vamos a meter ahí? En el caso de Honduras, había una razón más allá de dinero, que tiene que ver lo que se juega en Centroamérica y en el hemisferio, este modelo pseudo revolucionario, desbaratador de países y además, que es un modelo que se aprovecha de la humildad de la gente.

¿Cómo fue ese camino hacia el éxito de la campaña de Juan Orlando?

Primero, la gran voluntad de Juan Orlando de querer ser presidente; segundo, la gran disposición y disciplina del excelente equipo que tuvo, integrado por Óscar Álvarez, Ricardo Álvarez, el embajador Jorge Ramón, Roberto Ordóñez y muchísima gente muy valiosa y muy comprometida, tanto con la campaña, como con el país. Como cualquier ser humano, algunas veces tenía sus bajones en las encuestas, pero lo que dice “Chano” Rivera es cierto, yo siempre les dije, ¡señores! La elección no es ahorita, es en noviembre, ¿para qué quieren estar arriba en las encuestas en febrero?

¿O sea que hubo momentos de altibajos?

Hubo momentos en los que nosotros llegamos a estar casi de terceros. Hubo otro momento, en febrero o marzo, donde Nasralla se disparó y hubo momentos donde Xiomara después del conflicto interno del Partido Nacional, se disparó; el partido Libre quedó de tercero como votación nacional y Xiomara, de segunda, en la votación presidencial y ellos capitalizaron bien esa primaria y el Partido Nacional quedó dividido después de las internas y eso trajo como consecuencia, que los números bajaran y hubo que recomponer, aceptar errores, traer refuerzos al equipo, reconducir la estrategia y etcétera.

¿Hacia dónde se orientó?

Una cosa muy importante fue el hecho del presidente Lobo, de aceptar humildemente, que pudo llegar hasta donde pudo llegar y no lo que él quería. Ese gesto de humildad hizo que el pueblo dijera, bueno.

¿Te perdonamos, Pepe?

No sé si lo perdonaron, pero al menos lo entienden. La humildad, decir gracias, dar explicaciones, pedir disculpas eso siempre el pueblo lo reconoce y a muchos políticos les cuesta, por la soberbia. En ese acto de humildad del Presidente Lobo y de sinceridad, la gente lo valoró y tuvo su efecto, porque le quitó la carga negativa del gobierno a la campaña.

Generó indulgencia de los electores…

Claro, yo lo llamo palabras mágicas decir: gracias, permiso, te felicito, me equivoqué, me disculpo. Todas esas palabras son música para los oídos y hay que seguirlas con el corazón, pero a veces la gente no las dice por la soberbia.

Cuando Ricardo sale enardecido a pedir el voto por voto, ¿cómo superaron este momento?

Yo creo que allí, lamentablemente, eso no fue decisión de Ricardo, sino que consejo de sus asesores, que es lo que le está pasando a Xiomara, por consejo de sus asesores. Igual le pasó a don Porfirio la vez pasada y le recomendaron cuando él perdió la elección contra Zelaya que dijera que había fraude y él salió y cantó fraude. Al ratico se puso a meditar, pero ¿yo voy a incendiar Honduras? Y dijo la siguiente frase aquella: “no vale una gota de sangre de un hondureño, la presidencia de la República…”. Y eso, cuatro años más tarde, fue un gran argumento para tener la propiedad de declararse ganador ante Elvin Santos y que la gente entendiera que su presidente era un gran demócrata.

Libre pierde una oportunidad…

Hoy Libre está perdiendo una oportunidad, salió muy bien votado, en política a diferencia de otros ámbitos de la vida, donde no hay medalla de plata, aquí sí hay medalla de plata. Tiene una partida en el Congreso, el Partido Liberal fue sustituido, tiene un espacio en la vida política… Bueno, no la logró esta vez, tiene que seguir peleándola. En México el PRI gobernó 72 años, lo sacaron del poder y si se hubiera echado a hacer berrinche, no la vuelve a ver. Lula perdió cuatro elecciones, la quinta se eligió y después, se reeligió.

Un grupo radical…

En política, la gente que vuelve, insiste y llega, pero la gente que se tira a hacer berrinche, lo que hace es perder seguidores y se queda nada más en un grupo radical, que estaba hambriento de poder inmediato, que no entiende que esto es una lucha. En vez de estarse peleando con el sistema, lo que hay que aprender es a jugar con las reglas del sistema. Insistir en que Juan Orlando no tiene mayoría, pues es que en Honduras no hay segunda vuelta, pero bueno una mejoría en el sistema sería que haya segunda vuelta.

¿Y el voto electrónico?

Yo estoy en contra del voto electrónico porque permite que cualquiera jaquee eso.

¿Y los escáneres?

Estoy a favor de la contabilización digital, pero siempre tiene que haber la prueba física de qué pasó porque si no hay prueba física y no hay personas humanas y cuente uno por uno lo que pasó, no puede ser que un aparato se robe una elección. Y en todos los procesos electorales, que ha habido en Estados Unidos y en Europa, al final lo han quitado porque supuestamente lo que ha dado es lo contrario a la paz, incertidumbre y manipulación. Si han jaqueado el sitio de la CIA, de la NASA, han robado bancos por internet ¿no van a robarse una elección?

¿Cree que Ricardo Álvarez fue fundamental para llegar a un triunfo?

Totalmente, y Óscar Álvarez también. Ninguna duda y los que se bajaron del barco, que no los voy a nombrar, solo estoy lamentándolo en este momento; los que apostaron que Juan Orlando perdía…

¿Se refiere a Miguel Pastor?

No me refiero a nadie, cada quien sabe qué hizo y quién fue. Yo creo que tienen que estar ahorita lamentándolo porque apostaron contra ellos mismos.

¿Fue Juan Orlando el cliente más difícil de vender?

Para nada, Yo he tenido clientes mucho más difíciles, fue un excelente cliente, crítico, no es dócil, no es una persona que no acepta las cosas si no se le explica bien y es una persona, que una vez que entiende las razones por las cuales hay que hacer o dejar de hacer algo, es el más disciplinado del mundo.

¿Qué hubo que cambiar de él?

Juan Orlando da una imagen de duro y distante. Es que tenía una mala costumbre de prestar atención, frunciendo el ceño y eso lo hace ver gruñón; y otra, es que tuvo una educación en la Escuela Militar, que yo también tuve, que hace que tú seas muy marcial. Esa rigidez que en los militares se ve muy bien, en los políticos no se ve muy bien. Entonces, le tocó trabajar un poco eso. El escarnio público, manejar una cosa muy incómoda para él y su familia, que les preocupa tanto el buen nombre, fueron los ataques. A Juan Orlando le pusieron sobrenombres, le dijeron cosas muy feas, le hicieron campaña sucia por teléfono, por redes sociales y aguantarse eso es muy difícil.

¿Le recomendó a él aceptar los apodos de “Juan Tortilla” y “Juan Fogón”?

Eso es como cuando uno abraza algo muy popular. Hay una canción que a mí me sacaron en Venezuela que se llama “La culpa es de J. J.” Si usted no escucha la letra y solamente, ve el nombre podría pensar que va en mi contra, pero realmente es una canción irónica. Claro, y si esta canción sale, ¿usted qué va a hacer? La sabiduría popular es muy profunda.

Y aquí en Honduras somos muy dados a “bautizar” con apodos

Claro y cuando te ponen un apodo la sabiduría popular, pues nada, abrázalo. A mí me han dicho toda mi vida cosas muy feas y he tratado toda mi vida de hacer de tripas corazón y aguantarse el chaparrón porque si no tienes la piel gruesa, entonces para qué te metes en política.

En política hay que tragar sapos y culebras…

Sí y, además, pasa. Esos que han estado hablando barbaridades de Juan Orlando ya los va a ver tomándose la foto y eso no es que sean traidores, es que la campaña es una cosa y el gobierno es otra. Uno dice qué estómago tienen los políticos, no es que para saber convivir hay que saber olvidar.

¿Qué influyó para que los hondureños votaran por Juan Orlando y no sobre Mauricio Villeda, que tenía mejor imagen o Xiomara?

Mauricio es un buen hombre y yo no quiero hablar mal de los asesores de Mauricio (Jaime Durán Barba) pero yo creo que él no se dejó asesorar bien o no tuvo buenos asesores o no le gustan los asesores. Hoy, meterse en política y no buscar ayuda, es una irresponsabilidad porque con el talento y capacidades como las que tiene Mauricio Villeda o Elvin Santos, se pierden porque son tercos. Dicen no yo me las sé todas, lo que se va a hacer es esto y otro.



Un estratega…

Mire cuando uno tiene un consultor estratégico uno quiere varias cosas: la experiencia, en mi caso casi 30 años de campaña, la metodología de que uno evalúa, cómo va, cómo se ven los estudios cualitativos y cuantitativos, las encuestas, el conocimiento de manejo de medios que hay que declarar, cómo hacerlo. Hay maneras efectivas de hacer eso, pero perdóneme si hay hasta cursos de cocina. Como un político pretende meterse a algo tan importante y relevante para los países sin aprovechar el conocimiento, hasta para ser manicurista la gente se prepara.

“Voy a hacer lo que tenga que hacer” esta frase del candidato –atribuida a Hitler– ¿se la recomendó usted?

Fue una frase que está inspirada a su vez en una frase del presidente Uribe que dice no nos pueden matar a todos porque lo amenazaron y entonces, estaban haciéndole terrorismo al gobierno. El presidente dijo yo voy con todo porque no nos pueden matar a todos, como diciendo la mayoría somos gente sana, somos gente de paz y no puede ser que los malos nos impongan el orden.

¿Qué quiere decir?

Hacer lo que tengo que hacer es reformar la Policía, completar el fortalecimiento de las fuerzas militares, hacer los convenios con los países, colaborar con otros países en la lucha contra el narcotráfico, proponer las leyes que sean necesarias, endurecer, por ejemplo la Ley de Extradición, terminar las pruebas de confianza, mejorar la fiscalía, darle recursos a los tribunales para que haya mejor impartición de justicia, entrenar mejor a los policías. Eso es lo que quiere decir.

Pero se ve como algo dictatorial…

Pero ¿cómo enfrenta uno a esos grupos tan fuertes sin un par de pantalones? Ese mensaje no es para la ciudadanía es para los delincuentes, váyanse para otro lado o cambien de negocio. Juan Orlando va a dedicar tiempo y va a hacer lo que tenga que hacer por prevalecer la ley para minimizar el daño que le han hecho a Honduras.

Esa campaña de retornar los militares a los cuarteles, ¿fue parte de la propaganda negra?

No, perdóname, es una crítica ridícula porque primero, yo no tengo que ver con lo que la gente exprese; segundo, yo creo que los errores de los candidatos, después que los cometen, se arrepienten. La pregunta de fondo es si ¿ella dijo eso o no lo dijo?

Sí, lo dijo…

¡Ah…! Bueno, pues eso no es guerra sucia.

Propaganda negra, dije yo, no guerra sucia…

Tampoco, no es campaña ni negativa ni sucia ni negra. Se llama contragolpe.

¿Qué errores cometieron los adversarios de Juan Orlando?

En el caso de Nasralla, la primera frase que lo hundió fue que él estaba llamado por Dios para ser presidente, ser iluminado por Dios; la segunda, es el voto electrónico porque ni está en la ley, no había presupuesto para eso y para qué se meten en una pelea que saben que no se va a dar; y la tercera fue haber descalificado y meter a todos los políticos en el mismo saco, que todos son ladrones. Si usted está hablando con la verdad y quiere una comisión anticorrupción, bienvenida, pero no puede hacer es estar difamando a la gente sin ninguna prueba. Para eso están los tribunales y los jueces y si no le gustan ellos, proponga una reforma o use la ley de participación ciudadana, proponga un plebiscito.

¿Y en el caso de Xiomara?

No haber logrado mostrar –cosa que se ve ahorita en los post electoral muy claro– que ella tenía una personalidad y un proyecto propio, más allá de la continuación del proyecto de 2009, por la vía electoral, que era el socialismo del siglo XXI y la influencia de ese paquete. Cosa que ya el pueblo de Honduras había rechazado y que, a la luz de los hechos en Venezuela, tampoco era una cosa muy prometedora. Haber dicho que quería a los militares en los cuarteles cuando en Honduras hoy no es lo mejor que uno podía querer. Haberse metido con las iglesias, Honduras es un país profundamente religioso, si usted dice fuera los cristianos y los católicos de la campaña y de la política, perdóneme, los hondureños son primero hondureños, después son católicos o cristianos, después son de la selección nacional y después son miembros de partido. El fútbol es parte de la vida relevante del hondureño.

¿En qué se equivocó Mauricio?

No logró resolver el problema de las elecciones internas con Yani, no lograron los liberales frenar la desbandada de liberales hacia Libre y no lograron resolver los conflictos de divisiones que vienen desde el 2009. El Partido Liberal tiene que hacer una profunda reflexión. Yo no creo que la responsabilidad de la derrota sea solo de Mauricio, yo creo que tiene que ver mucho con cómo está el Partido Liberal hoy.

¿Por eso centraron la campaña en disminuir el adversario tradicional del Partido Nacional y la enfocaron a Libre y el PAC?

No, para nada. Nosotros decidimos no tocar al Partido Liberal. Nuestra estrategia fracasó en dejar que el Partido Liberal tuviera más oxígeno y que saliera más votado, aunque le suene insólito. En la medida que al Partido Liberal le fuera mejor, había menos desbandada para Libre. Nuestro contendor siempre fue Libre porque incluyendo al Partido Liberal, Mauricio Villeda no propuso constituyente ¿o sí?, ¿Mauricio Villeda no es socialista o sí?, ¿Mauricio no es prosocialismo del siglo XXI o sí? Para nosotros el peligro, aparte de ganar la elección, era el camino que iba a seguir…

¿Cómo logró que hechos tan negativos como la destitución de la Sala Constitucional, la sustitución y salida de los fiscales del Ministerio Público y los siete paquetazos no pesaran sobre la figura del candidato nacionalista?

Si yo le contesto eso no trabajo más. Mire que hasta ahora le he contestado todo, pero eso no. Mis competidores también leen los periódicos y más el suyo, que es tan leído.

¿Considera que el fantasma del chavismo asustó a los hondureños en la elección?

Si usted se da cuenta no usamos ese tema en la campaña, Juan Orlando fue respetuoso y el Presidente Lobo, inclusive en plena campaña firmó Petrocaribe. Yo no meto mi agenda personal de lucha contra el régimen de Venezuela con mis clientes.

Pero, había miedo a que aquí se replique lo de Venezuela…

Los hondureños son gente bien informada, escuchan noticias, las leen y se enteran por su cuenta. El pueblo no es tonto, se dio cuenta, vio los conflictos y dijo: yo no quiero eso para Honduras; y qué bueno, que el pueblo en su mayoría, reaccionó de esa forma porque usted podrá decir que entre los que votaron por un partido y por otro, Juan Orlando no tiene toda la mayoría del mundo, aunque ganó, pero así son las reglas de la democracia de Honduras. Si sumo la votación de Nasralla, que no es prosocialista del siglo XXI, la del Partido Liberal y la de Juan Orlando me queda claro que la gran mayoría del pueblo hondureño no apoya ese modelo. En ninguna parte de la campaña se nombró a Chávez ni Maduro y además en el pleno momento donde a mí me estaban dando en Venezuela más duro que nunca…

Billy Joya hizo la campaña recordando a Chávez y lo que pasó en 2009…

Pero es otra lucha y luego, él es víctima también. Si una persona es víctima de una campaña negativa y le han destrozado su prestigio, lo han tratado de destrozar, ese es Billy Joya. Lo pintaron como lo peor ¿y él qué defensa tiene? En Honduras deberían promover una ley que proteja el buen nombre, no dejar que acaben el prestigio de las personas en algunos medios de comunicación, claro, no son todos los medios de comunicación, sino unos medios en particular que son medios parciales, llamados canales de propaganda del partido tal. A la ciudadanía le deberían decir este programa es propaganda del partido tal, somos parciales y véanos con criterio.

Sí, hay medios parcializados con distintos partidos…

No hay medios parcializados, hay políticos escondidos en los medios de comunicación, que es diferente, hay gente haciendo política descarada, parcial. Fíjese en un medio de cuya frecuencia se la dio el Estado y no es para que estén proponiendo la rebelión ni para que promuevan la violencia ni el desconocimiento a las instituciones.

¿Habrá influido en el triunfo la promesa del candidato que de ganar haría un gobierno con los nacionalistas?

Yo no creo en eso. Eso no es lo que él dijo, cuando ganó en su discurso dijo que iba a constituir su gobierno con los mejores hombres de Honduras, estuvieran donde estuvieran y estoy seguro que los traerá de donde esté. Mire como le pidieron al jefe de campaña, lo trajeron de una embajada porque es gente que sabe gerenciar y la campaña necesitaba complementarse.

¿Por qué cree que Libre nunca contestó a los ataques del Partido Nacional, más bien Xiomara hablaba de paz y de perdón?

Y como vas a contestar si tú mismo cometiste el error. En la campaña pasada el Presidente Lobo sí contestó bien la campaña, porque hubo dos errores en la campaña anterior, dijo que él era antigay y que estaba a favor de la pena de muerte. En un mundo que cada vez es más tolerante a la diversidad sale usted que está en contra de eso, rechaza la vida privada porque el Estado no se puede meter en quién se enamora con quién. El Presidente Lobo fue a donde el cardenal y pidió perdón ante Dios por haber dicho eso. Pero si usted dice fuera los militares de las calles –en mi opinión usted es terco– y después dice, fuera las iglesias, siendo el pueblo religioso y después, dice venga el socialismo cuando la gente ya lo ha rechazado, entonces cómo pretendes tú que la gente vote por ti.

¿Y cómo explican que sacaron diputados?

Sacaron una lista de diputados porque ellos no tenían una lista muy mal, pero si no hubieran tenido una buena lista de diputados estarían muy mal.

Villeda confiaba en los pajaritos azules, ¿qué se hicieron?

El Partido Liberal no evaluó muy bien las consecuencias de la crisis de 2009. Uno puede vivir en los logros del pasado o en la crisis del presente. El camino principal para salir de un problema es aceptar que tienen un problema.

¿Qué futuro prevé al PAC y a Libre?

PAC tiene un buen futuro, si se vuelve una oposición constructiva que deja el radicalismo, entra al sistema y trata de cambiarlo allá a adentro. Creo que Nasralla es un vocero que tiene unos criterios muy válidos y muy crítico, que bien canalizado puede hacerle un gran bien a Honduras.

Y Libre…

Yo creo que en el caso de Libre depende de lo que hagan. Honduras lo que necesita es avanzar y no retroceder. Una posición obstruccionista y conflictiva les va a pasar la factura porque la gente va a decir, tuvimos conflicto en 2009, no votamos por ustedes en 2013 y ¿van a seguir? Entonces, el papel que hagan al principio del gobierno va a ser importante porque ya no se trata de Juan Orlando, se trata de que el país está en crisis y necesita salidas rápidas y la única manera de avanzar hacia adelante es que todos jalen hacia el mismo lado.

¿Cree que el bipartidismo quedó quebrantado en Honduras?

No. Eso va y viene. Eso pasó, por ejemplo, la gente tiende a aglutinarse cuando las posturas son bastante diversas. Creo que se rompió por un momento, pero eso no es que se acabó una cosa y viene la otra, ya veremos. Si el Partido Liberal se reconstituye, si Libre no hace el trabajo correcto y Nasralla no aprovecha el espacio y la oportunidad que le dan para hacer una oposición constructiva, entonces volverá el bipartidismo.

¿Qué le aconsejaría negociar al hoy presidente electo y con quiénes para lograr que el Congreso no sea radicalmente opuesto al Gobierno Central?

No, no…yo no me voy a meter en eso porque es su agenda. Y me gustaría que me dejes la respuesta tal cual yo te la doy, yo no participo en eso. Las decisiones las toman ellos, cómo se aplican, cómo se venden, cómo se socializan, cómo se consensan es cosa de ellos, pero yo no soy quién para decirle qué se tiene que hacer. El presidente es Juan Orlando Hernández.

¿No cree que esa campaña de poner como principal contendor a Libre, no le dio más votos a ese partido?

No, ellos ya estaban crecidos cuando eso se dio. Quien le dio el espacio fue el Partido Liberal con su división interna y el Partido Nacional con su división interna. El espacio de Nasralla era mucho más auténtico que el de Libre; el de Libre era un refrito de 2009. En cambio, cuando se divide Ricardo con el nacionalismo y Miguel Pastor, cuando Yani Rosenthal le reconoce el espacio rápido a Mauricio, allí se generan los problemas y Libre creció. Libre no crece por mérito propio, sino por los conflictos de los partidos grandes. Y Nasralla crece porque propone una cosa que a la gente le importa, que se use bien el dinero público.

¿Hay una afinidad entre usted y Honduras o solamente es una relación contractual?

No, no, no… Yo tengo un profundo cariño y amor por Honduras. Me han tratado bien, estoy agradecido por la confianza, la oportunidad y el trato que se me ha dado, lo estaré siempre y en el lugar donde yo esté que pueda hacer algo por el pueblo hondureño, lo voy a hacer al margen de mi trabajo.

¿Se considera un coleccionista de triunfos?

Soy un coleccionista de retos. Yo estoy mirando ya qué es lo que viene, no me vanaglorio, ni siquiera celebré. Yo he perdido elecciones y yo sé lo que se siente perder y comprendo y soy sensible a lo que pasa en el que sufre la derrota, aunque ellos no lo entiendan. Uno debe reconocer lo bueno que hizo el otro y no he negado a contestar ninguna pregunta sobre los consejos a Libre y a los otros. Es asesoría gratis para ellos porque esa discusión es la que fortalece la democracia. Yo vivo de que haya democracia, no de los Estados donde hay dictadura.

Además, usted rompió el mito porque el Partido Nacional acumuló una victoria tras otra…

Se rompieron dos mitos el de que eran dos gobiernos liberales por uno nacionalista y el que el nacionalista nunca repite. Lo cual habla de que los mitos se pueden romper, así que hay que tener cuidado.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario