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miércoles, 29 de febrero de 2012

Corea del Norte suspende programa nuclear a cambio de alimentos

Tomado de El País

Por Antonio Caño

Pyongyang suspende de forma temporal sus ensayos nucleares y el enriquecimiento de uranio

En un paso que puede representar un gran cambio estratégico internacional, Corea del Norte ha aceptado la suspensión temporal de su programa nuclear y la supervisión de inspectores internacionales a cambio de ayuda alimentaria de Estados Unidos, según han anunciado simultáneamente ambos países en sendos comunicados oficiales. Esta medida debería permitir la reanudación de negociaciones multilaterales sobre el futuro de Corea y abre la posibilidad de una nueva era de estabilidad en Asia, con fuertes repercusiones en todo el mundo.

Según el anuncio del Departamento de Estado, el régimen comunista de Pyongyang paralizará el proceso de enriquecimiento de uranio y cancelará las pruebas con misiles de largo alcance, con lo que, en la práctica, pone en suspenso su capacidad de disponer de una bomba atómica. Al mismo tiempo, en otra gran concesión, permite que expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica, a los que no se permitía el acceso al país desde 2006, verifiquen el cumplimiento de la moratoria en la central nuclear de Yongbyon y en otras instalaciones.

El comunicado de Corea del Norte afirma que esta decisión, recibida con sorpresa solo dos mes después del relevo en el poder del fallecido Kim Jong-il por su hijo Kim Jong-un, tiene el propósito de crear “una atmósfera positiva” en las relaciones con EE UU. El acuerdo llegó tras las conversaciones que la semana pasada mantuvieron en Pekín representantes norteamericanos y norcoreanos.

La noticia fue recibida en Washington con satisfacción, puesto que puede ser un gran éxito a anotar en la agenda de política exterior de Barack Obama en año electoral, pero también con prudencia, habida cuenta de la naturaleza imprevisible del régimen de Corea del Norte, sumido en un proceso de transición del que se tiene escaso conocimiento.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, la calificó como “un modesto primer paso en la dirección correcta”. La nota oficial de su departamento afirma que “EE UU todavía tiene profundas preocupaciones con respecto al comportamiento de Corea del Norte en un amplia gama de asuntos, pero este anuncio refleja importantes, aunque limitados, progresos para la solución de algunos de ellos”.

Clinton explicó que su Gobierno discutirá con el de Pyongyang la distribución de un paquete de ayuda de 240.000 toneladas de alimentos, imprescindible para dar de comer a una población que soporta constantes hambrunas desde los años noventa. EE UU no quiere oficialmente vincular esa ayuda a las negociaciones nucleares o la evolución política en Corea del Norte, pero ha advertido que observará con atención el comportamiento de las autoridades norcoreanas y juzgará “de acuerdo a los hechos”.

Puede ser un acto de fuerza del nuevo líder para consolidarse en el poder o una prueba de que el poder está hoy en manos de los militares

Indudablemente, se vislumbra una nueve etapa de cooperación en la que la ayuda alimentaria de paso a otros acuerdos económicos y comerciales que permitan a Corea del Norte salir del aislamiento en que se encuentra desde hace años. EE UU quiere dar todos esos pasos en el contexto de las llamadas negociaciones a seis, en las que participan también China, Japón, Corea del Sur y Rusia y que no han sido convocadas desde 2009.

Una evolución favorable de la situación en Corea del Norte permitiría desactivar una de las áreas más explosivas del mundo, reduciría el riesgo de rearme en Asia, donde varios países se sienten amenazados por el Gobierno de Pyongyang, y favorecería la cooperación y el desarrollo. Pese a su cautela, Clinton dijo que esta noticia era “el recordatorio de que el mundo que conocemos está cambiando”.

Esa prudencia, no obstante, es muy recomendable en un caso como este. Corea del Norte ya ha suspendido antes su programa nuclear solo para reiniciarlo después de frustrantes negociaciones. Las autoridades de ese país han aludido varias veces al programa nuclear como la principal herencia dejada por el Kim il Sung, el fundador del régimen, y es, sin duda, el principal, por no decir único, instrumento con el que el Gobierno cuenta para su negociación con Occidente.

Se desconocen, además, las razones por las que Pyongyang ha hecho ahora esta concesión. Tanto puede ser un acto de fuerza del nuevo líder para consolidarse en el poder, como una prueba de que la dinastía Kim ha sido marginada y el poder está hoy en manos de los militares. Los comunicados de ayer no precisan ni cuando empieza la moratoria nuclear ni cuando se permitirá el acceso a los inspectores. Tampoco está claro qué tratamiento se va a dar a la industria nuclear que Corea del Norte quiere dedicar al uso civil.

La península de Corea, donde EE UU mantiene 30.000 soldados desde el final de la guerra de 1953 que acabó en un armisticio pero no un tratado de paz, se ha visto sometida periódicamente a momentos de tensión que han creado un enorme resentimiento entre los países que la dividen.

El paso de hoy, sin embargo, es una oportunidad excepcional de reconciliación, que incluso podría servir para enviar un mensaje a otras áreas en las que el desarrollo nuclear ha creado graves conflictos, como India y Pakistán, pero, sobre todo, Irán.

jueves, 12 de enero de 2012

Llanto mostrado por Coreanos ante muerte de dictador era de miedo

Agencias Noticiosas

El duelo por el difunto "querido líder" de Corea del Norte, Kim Jong-Il, ha terminado y las autoridades de Corea del Norte comienzan a castigar en campos de trabajo forzados a los ciudadanos que no mostraron suficiente tristeza por su muerte.

Según señala el rotativo NK Daily, cuya sede está en Corea del Sur, señala que los funcionarios del Gobierno estaban enviando a campos de trabajo a todo el que no participó en los actos organizados por la muerte de Kim Jong Il. Asimismo, los ciudadanos que acudieron a los mismos pero que no lloraban lo suficiente o el llanto no parecía natural también han sido enviados a campos de trabajo. El período mínimo de cada condena es de seis meses.

Además, según el diario, fueron detenidos los que habían tratado de salir de Corea del Norte durante el período de duelo por el "querido líder", e incluso para aquellos que utilizaron teléfonos móviles para llamar. En 2011 salieron de Corea del Norte al Sur cerca de 2.700 personas.

El rotativo asegura que los críticos del sistema dinástico del país, que vio a Kim Jong Il sustituido por su hijo Kim Jong Un, estaban siendo desplazados ​​con sus familias a zonas remotas. Kim Jong Il murió de un paro cardíaco el 17 de diciembre a la edad de 69, dejando el futuro de uno de los países más pobres del mundo no está claro.

domingo, 8 de enero de 2012

El Club de la hoz y el Martini: Los gustos burgueses de Kim Jong Il, digno representante de las élites comunistas

Tomado de Foreign Policy

Algún parecido con los gustos de la cúpula comunista de tu país?

Por Joshua Keating

El difunto líder norcoreano era tan famoso en todo el mundo por sus rarezas como por su gobierno tiránico. He aquí algunas de sus principales obsesiones.

PELÍCULAS

Según dicen, Kim Jong Il poseía una colección de más de 20.000 vídeos y escribió varios libros de teoría del cine. Al parecer, entre sus preferidas estaban las películas de James Bond, aunque, dada su inclinación a las guaridas subterráneas y los monos grises, es tentador preguntarse si quizá consideraba que Ernst Stavro Blofeld era el héroe trágico e incomprendido de la serie. Su cinefilia le llevó a secuestrar a un famoso director surcoreano con su mujer, una actriz, para hacer en 1985 la espantosa imitación socialista de Godzilla titulada Pulgasari.

En 2007, el entonces presidente de Corea del Sur Roh Moo Hyun regaló a Kim una colección de DVD de cine y televisión de su país durante una visita diplomática. (A cambio, Kim dio al líder surcoreano cuatro toneladas de setas).

Por supuesto, Kim no extendía su amor al cine mundial a su pueblo. Bajo su gobierno, los DVD de películas de Corea del Sur o de cualquier otro país estaban prohibidos; para hacer respetar la prohibición, la policía solía cortar la luz de un edificio de apartamentos y después entraba a comprobar qué discos se habían quedado atascados en los reproductores de los inquilinos. Este año, la comedia británica de tema futbolístico Quiero ser como Beckham se convirtió en el primer film occidental exhibido en la televisión norcoreana.

No se sabe si a Kim le gustó el brutal retrato que hicieron de él en la serie cómica de marionetas Team America.

DEPORTES

El diminuto tirano era tremendamente aficionado al baloncesto. Por lo visto, tenía una colección de vídeos con todos los partidos que jugó Michael Jordan, además de un balón firmado por la leyenda de los Bulls, que le regaló la secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright durante un periodo poco frecuente de distensión con Washington. Además, al parecer, Corea del Norte desarrolló su propio sistema de puntuación para el deporte favorito de Kim, con “tres puntos por un mate, cuatro puntos por un triple que no toque el aro y ocho puntos por una cesta lograda en los tres últimos segundos”, según The San Diego Union-Tribune.

También coqueteaba con otros deportes. Según la propaganda del reino ermitaño, el Querido Líder metió 11 hoyos en uno la primera vez que jugó al golf. Quizá empezó a creerse sus propias exageraciones durante la Copa del Mundo de 2010, cuando ordenó a la selección norcoreana, que había perdido con toda honra frente a Brasil por un solo gol, que jugara de forma más agresiva y adelantara a sus defensas en el campo. En el siguiente partido, el equipo perdió 7-0 frente a Portugal. Como es natural, se culpó de la derrota a los jugadores y los entrenadores, que fueron sometidos a una humillante reprimenda pública de seis horas por parte del ministro de Deportes. (Tuvieron suerte. En otros tiempos, los equipos y los entrenadores que incurrían en el enfado del Gobierno eran enviados a campos de trabajo).

COMIDA Y BEBIDA

El aspecto rechoncho de Kim delataba que era un tragón de leyenda. Como siempre, resulta difícil separar la realidad de la fantasía en Pyongyang, pero, al parecer, al líder le gustaba que le sacaran su sashimi de peces vivos y prefería que le cocieran el arroz “sobre madera extraída del Monte Paektu, la montaña sagrada de Corea”, según Telegraph. Enviaba mensajeros por todo el mundo para comprar bacon danés, caviar iraní y mangos tailandeses.

Tenía una curiosa debilidad por la cocina austriaca y en una ocasión envió una delegación de cocineros suyos a que se formaran y obtuvieran recetas en la tienda de la Linzer torte. En los 90, contrató a cocineros italianos de pizza para enseñar a sus chefs el arte de colocar las aceitunas como era debido. En un viaje que hizo a China este año, dicen que Kim abandonó la residencia de invitados en la que se alojaba para visitar un supermercado local, en el que pidió a los dependientes aceite de oliva para aliñar ensaladas.

Kim tenía asimismo una gran afición al coñac Hennessy. Fue el mayor cliente individual de la compañía durante más de 10 años, con un gasto anual en coñac de entre 650.000 y 720.000 dólares.

Los excesos culinarios de Kim llamaban especialmente la atención dado que su país vivió en estado de hambruna general durante la mayor parte de su mandato. Pero no es que el líder norcoreano no prestara atención al problema; en una ocasión presumió de haber creado un nuevo tipo de fideo enriquecido con proteínas para aliviar el hambre.

Desde hace unos años, en un esfuerzo diplomático poco frecuente, el Gobierno norcoreano ha puesto en marcha su propia cadena internacional de restaurantes, en los que se sirve kimchi e ideología juche a clientes de toda Asia.

AVIONES, TRENES Y COCHES

Es famoso el miedo de Kim a volar, una fobia causada, por lo visto, por un accidente de helicóptero en 1976, en el que el futuro líder resultó gravemente herido y del que le quedó una cicatriz en la frente como recordatorio. Dado el aislamiento internacional de Corea del Norte, no es que tuviera muchos destinos a los que ir, pero, cuando viajaba al extranjero, prefería hacerlo en un tren blindado que podía llegar a tener 90 vagones. En tren fue hasta Moscú en 2001: 9.300 kilómetros.

Kim viajaba siempre a lo grande. Cuando visitaba China, sus anfitriones solían proporcionarle un Maybach o incluso una carísima limusina Mercedes-Benz S 600 Pullman Guard para sus traslados. Parece que a él y a su padre también les gustaba tener Mercedes en su propia casa.

MODA

Kim era famoso por su imagen característica, que en general consistía en “un traje del ejército de dos piezas, el cabello cardado, gafas de sol Ray-Ban y zapatos de plataforma”, según ABC News. En una ocasión, los medios estatales de Corea del Norte superaron su propia capacidad de exagerar con un artículo que afirmaba que el estilo de Kim estaba poniéndose de moda en todo el mundo y que un diseñador francés al que no nombraban había dicho: “La rapidez con la que está extendiéndose el estilo Kim Jong Il en todo el mundo es un caso muy especial sin precedentes en la historia humana”.

Al parecer el líder norcoreano se sentía susceptible a propósito de su altura, y sus zapatos, por lo visto, tenían plataformas de 15 centímetros. Al final, el paso de la edad se notó en su peinado vertical, que en los últimos años dejó de ser tan espectacular.

Kim odiaba especialmente el pelo largo en los hombres y puso en marcha al menos dos campañas nacionales para lograr su desaparición.

Ver video haga click Aquí

sábado, 31 de diciembre de 2011

Kim Jong-un el joven y nuevo comandante supremo de Corea del Norte

Agencias Noticiosas

El anuncio de Corea del Norte de nombrar a Kim Jong-un "comandante supremo" del poderoso Ejército norcoreano afianza al joven e inexperto sucesor en el liderazgo político y militar del hermético régimen totalitario.

Sin haber alcanzado aún los 30 años de edad y una significativa falta de experiencia militar y política, Kim Jong-un se ha consolidado en el poder, apenas dos semanas después de la muerte de su padre y "amado líder" Kim Jong-il.

Una partida de sellos con la cara del nuevo líder norcoreano busca reforzar su desconocida imagen en el país. El apoyo mostrado por el Ejército en las exequias de su padre celebradas el miércoles pasado, en el que fue proclamado ante miles de soldados y civiles "líder supremo" del país, y el nombramiento de este fin de semana despejan las dudas que pudieran existir sobre el camino que tomará la transición en Pyongyang. Ahora, a falta de los títulos de secretario general del Partido de los Trabajadores y el de presidente de la Comisión de Defensa Nacional, ambos ostentados por el difunto Kim Jong-il, y que se espera logre próximamente Kim Jong-un, el sucesor ya cuenta con las mayores distinciones de supremacía en el totalitario país.

La era Kim Jong-un mantendrá el culto a la personalidad y perpetúa la dinastía de los Kim, tras los gobiernos con mano de hierro de su abuelo y fundador de la patria, Kim Il-sung (1912-1994), y su padre Kim Jong-il, fallecido el pasado 17 diciembre a la edad de 69 años. En los tres días desde que terminaran las exequias del dictador Kim Jong-il, Corea del Norte se ha apresurado a cerrar la sucesión y movilizar sus herramientas propagandísticas para ensalzar la imagen del fallecido líder y su joven sustituto .

'Comandante supremo'

Tras el nombramiento de Kim Jong-un como "comandante supremo", el régimen comunista norcoreano anunció la emisión de monedas de oro y plata para honrar y conmemorar el 20 aniversario de la ascensión al cargo de comandante supremo del fallecido Kim Jong-il. Además, se puso en marcha en Pyonyang la emisión de sellos con la imagen de Kim Jong-un, para reforzar la casi desconocida personalidad del nuevo líder del país.

La decisión de convertirle en "comandante supremo" del Ejército norcoreano, un organismo básico en la toma de decisiones del país, se tomó durante la reunión celebrada este viernes en el Buró Político del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, informó hoy la agencia oficial de noticias del país comunista, KCNA. En la transcripción del despacho se detalló que "el querido respetado Kim Jong-un, vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores, asume la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea del Norte de acuerdo con la petición del líder Kim Jong-il el 8 de octubre". Según la KCNA, tras la reunión del Comité Central "todos los participantes se pusieron en pie para darle la bienvenida con un aplauso entusiasta".

Además, el órgano del partido único norcoreano subrayó "la necesidad de mantener a Kim Jong-un en alta estima como el único centro de la unidad, la cohesión y el liderazgo del Partido de los Trabajadores, que con devoción lo defiende política e ideológicamente y le da plenos derechos de todo el poder".

Kim Jong-un saltó al escenario político hace algo más de un año, cuando en septiembre de 2010 fue nombrado, por sorpresa y ante el delicado estado de salud de su padre Kim Jong-il, aquejado de una apoplejía en 2008, general de cuatro estrellas del Ejército y vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido.

En contraposición a la celeridad con la que se han desarrollado los acontecimientos, Kim Jong-il asumió la "comandancia suprema" del Ejército Popular de Corea del Norte cuando contaba con 49 años, 11 años después de darse a conocer en el país comunista. Por su parte, este viernes el régimen emitió el primer comunicado oficial tras la muerte de Kim Jong-il y cerró cualquier puerta al cambio con la llegada de Kim Jong-un al poder al anunciar una línea continuista en la política del "Songun" ("el Ejército primero"), y el endurecimiento de sus relaciones con la vecina Corea del Sur.

En su ya habitual tono beligerante, la poderosa Comisión Nacional de Defensa norcoreana precisó que ni "los necios políticos de todo el mundo" ni las "marionetas" de Corea del Sur podrán esperar cambios políticos en la nueva era que se abrió con la muerte de Kim Jong-il en el Norte.

A pesar de las advertencias al Sur, Pyongyang también destacó su intención de seguir "en la senda de la mejora de las relaciones Norte-Sur y del logro de la paz y la prosperidad" entre las dos Coreas, técnicamente en guerra, después de que conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se cerrara con un armisticio.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Histeria colectiva se apodera de Corea del Norte después de la muerte Kim Jong-il

Tomado de BBC Mundo

Por Tom Geoghegan

Los norcoreanos han dado muestras de profundo pesar por la muerte del líder Kim Jong-il, pero la histeria generalizada ha suscitado la pregunta de si sus sentimientos son auténticos o más bien se comportan como creen que es debido.

Conteniendo las lágrimas, una presentadora de televisión vestida de negro dio la noticia al país.

Luego vino el llanto colectivo, los gemidos y los puños que golpearon contra el suelo: hombres y mujeres arrastrados por una ola de desazón incontrolable.

"¿Cómo pudo dejarnos?", dijo una de ellas mientras se limpiaba las lágrimas.

Las escenas recordaron el luto que siguió a la muerte del padre de Kim Jong-il, Kim Il-sung, en 1994.

Es muy difícil saber cuán genuino es ese dolor, dice Anthony Daniels, un psiquiatra y escritor cuyo seudónimo es Theodore Dalrymple. Él visitó Corea del Norte en 1989 como miembro de la delegación británica en el Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes.

"Se trata de una terrible mezcla de miedo, terror y aprehensión sobre el futuro, algo de histeria colectiva y -posiblemente- también de dolor verdadero".

"Es muy difícil conocer la realidad. Creo que, de hecho, nunca la conoceremos del todo. Existen enormes barreras culturales y además hay que recordar que se trata de un régimen en el que todo aquello que no está prohibido es obligatorio. Es muy difícil saber cuál es el estado de ánimo real de los ciudadanos".

Durante su visita en 1989, Daniels no percibió ninguna expresión de emoción salvo la histeria colectiva.

¿Quién llora más fuerte?

"Visité un enorme estadio donde se encontraba el Gran Líder (Kim Sung-il). Cuando apareció, todo el mundo se puso de pie y comenzó a hacerle reverencias, dejando escapar también sonidos".

"Es posible que esta gente actuara así porque sentía miedo, pero al mismo tiempo es probable que muchos de ellos sintieran una lealtad genuina por él".

"Después de todo, cuando Stalin murió, la gente también lloró en las calles, aunque de manera muchos menos efusiva que en Corea del Norte".

En Occidente hay pequeños ejemplos de cuándo las personas se sienten obligadas a expresar sus emociones, dice Daniels, autor del libro "The Wilder Shores of Marx" (Las tierras más salvajes de Marx).

Después de la muerte de la princesa Diana, algunos sintieron miedo a disentir del duelo. Sin embargo, ese es un ejemplo que difiere enormemente con Corea del Norte, sobre todo si se toma en cuenta el nivel de obligación.

En su libro "Nada que envidiar: vidas ordinarias en Corea del Norte", Barbara Demick escribió (refiriéndose a la muerte de Kim Il-sung en 1994) que "la población terminó compitiendo entre sí, para ver quién podía llorar más fuerte".

Ella notó que un joven estudiante de Pyongyang no sentía nada en medio de los lamentos colectivos. "Todo su futuro dependía de su capacidad de llorar. No solo su carrera y su militancia en el Partido de los Trabajadores, sino también su supervivencia. Era cuestión de vida o muerte".

Se salvó, escribió Dermick, porque mantuvo sus párpados abiertos y sus ojos expuestos hasta que se irritaron y salió una lágrima. En ese momento comenzó a llorar, como todos los demás.

Estado de shock

Las imágenes de desazón de los ciudadanos recordaron a las de que se vieron tras la muerte de Kim Il-sung.

Puede que para muchos esta sea una reacción natural, dice Kerry Brown, jefe del programa de Asia en el instituto británico Chatham House.

A los norcoreanos, la muerte de su líder les plantea interrogantes acerca de su identidad, seguridad y capacidad de sobrevivir, explica.

Esta es una nación que siente que siempre está en pie de guerra, al cuidado de un líder bueno y amoroso, dice Brown.

"Y al igual que ignoramos los verdaderos sentimientos del pueblo norcoreano, desconocemos lo que ocurre detrás de las luchas de poder entre las élites dirigentes. El control de la información es tan grande que lo más probable es que se sientan en shock, que estén experimentando un pesar verdadero. Ahora, si ello se parece a lo que en occidente llamamos 'dolor', eso no lo sé".

Finalmente Brown resalta que, a su parecer, la tristeza en 1994 fue mucho más escandalosa, porque el estatus de la sociedad norcoreana durante el mandato de Kim Il-sung era mucho mejor. De modo que, aunque parezca sorprendente, "este período de duelo no será tan profundo como el de hace 17 años", concluye.

Dolor masivo

1953: Se estima que millones de rusos acudieron a Moscú para despedirse del exlíder soviético Josef Stalin de cuerpo presente. Muchos lloraron abiertamente por el hombre al que llamaban "Padre", "Maestro", "Dios".
1989: La muerte del líder de la revolución islámica de Irán, el ayatolá Jomeini, fue recibida con dolor frenético. Varias personas incluso murieron aplastadas entre la multitud cuando su féretro llegó al cementerio.
1997: Cerca de un millón de personas salieron a las calles de Londres cuando el cortejo fúnebre de la princesa Diana recorrió la Abadía de Westminster. Mucha gente lloró en todo el mundo.
2009: La noticia de la muerte de Michael Jackson el 25 de junio de 2009 fue recibida con lágrimas. Sus fanáticos de todo el mundo rindieron tributo al cantante.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Corea del Norte: Muere el dictador Kim Jong-Il hereda el cargo a su hijo

Agencias Noticiosas

El «Querido Líder», que sufrió una aplopejía en 2008, murió el sábado en un viaje en tren

Por Pablo M. Díez

El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-il, ha fallecido, según informó hoy la televisión estatal del país comunista, KCTV. Kim murió el pasado sábado 17 a las 8.30 hora local a causa de «fatiga física», posiblemente infarto, durante un viaje en tren, según un despacho de la cadena norcoreana recogido por la agencia surcoreana Yonhap. Kim Jong-il, de 69 años, había sufrido una apoplejía en agosto de 2008 y desde entonces había numerosos rumores sobre su estado de salud.

Cruel dictador que jugó a la guerra nuclear mientras su pueblo se moría de hambre o caricatura asiática de Elvis con zapatos de plataforma y pelo peinado con tupé en alto para disimular sus 1,57 de estatura. Si no hubiera sido real, el caudillo de Corea del Norte, Kim Jong-il, podría haberse interpretado a sí mismo como el villano que amenazaba al planeta con sus bombas atómicas bajo su esperpéntico aspecto de científico loco, sempiternas gafas de sol y cazadoras marrones incluidas. Líder de un pequeño y paupérrimo país comunista que, cada dos por tres, ponía en jaque al Imperio mundial y a sus aliados capitalistas en la región con sus pruebas nucleares y sus lanzamientos de misiles. Pero más valía tomarse en serio a Kim Jong-il, que ya se convirtió en el dictador atómico más peligroso e imprevisible de la Historia.

Bautizado por la propaganda oficial como el «Querido Líder» del país más hermético del mundo, Kim Jong-il era un misterioso personaje del que no se sabía exactamente cuándo y dónde nació y, ni siquiera, si en realidad estaba vivo o muerto. Por muerto lo dieron algunos expertos, como el investigador japonés Toshimitsu Shigemura, quien sostenía que Kim Jong-il falleció hacía varios años y había sido suplantado por un doble para que el Ejército siguiera manteniendo el control en Corea del Norte con sus más de un millón de soldados.

Culto a la personalidad

A través de sus omnipresentes retratos, el culto a su personalidad y a su padre, nombrado «Presidente Eterno» tras su muerte, mantenía unido a este país donde sus 23 millones de habitantes viven como en la URSS de Stalin o la China de Mao. Como en ambos regímenes, aquí la disidencia también se paga, en el mejor de los casos, con una buena temporada en prisión o en un campo de reeducación mediante el trabajo. En el peor, con la muerte en una ejecución sumaria.

Ante tal perspectiva y un lavado de cerebro que comienza en la guardería, no era de extrañar que, como pudo comprobar este corresponsal en una visita a Pyongyang, los norcoreanos se desgañitaran y lloraran de emoción cuando veían al «Querido Líder» presidir un desfile militar en alguna de sus contadas apariciones públicas.

Desde la infancia, los norcoreanos aprenden que, tras el augurio mágico de un doble arco iris, Kim Jong-il vino al mundo el 16 de febrero de 1942 en una cabaña del idílico monte sagrado Paektu. Sin embargo, los archivos rusos certifican su nacimiento un año antes en la aldea siberiana de Vyatskoye, en la Unión Soviética, porque su padre estaba allí exiliado durante la ocupación japonesa de su país.

Mientras la propaganda del régimen había erigido una fábula de ensueño en torno a «Uri Janggumin» («Nuestro General») o «Uri Suryongnim» («Nuestro Líder») -dos palabras con las que empiezan casi todas las conversaciones norcoreanas- en Occidente se ha fomentado una auténtica leyenda negra en torno a Kim Jong-il.

Además de mantener a su población con cartillas de racionamiento para financiar la costosa política «songun» de primacía militar, al sátrapa norcoreano se le acusaba de un sinfín de atrocidades. La más temprana: haber provocado en 1948, con sólo cinco años, que su hermano se ahogara en la piscina de la mansión ocupada por su familia cuando su padre, Kim Il-sung, regresó del exilio y fundó la República Democrática Popular de Corea tras la derrota de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial.

A la sombra de su progenitor, que se volvió a casar tras la muerte de su esposa y tuvo otro hijo, Pyong-il, Kim Jong-il medró en el Partido de los Trabajadores. De director de Propaganda y Agitación a ministro de Cultura, fue acumulando puestos e imponiendo una ideología ultracomunista hasta que tomó el poder a la muerte de su padre, en 1994.

Atentados terroristas

Designado sucesor por el propio Kim Il-sung, el «Querido Líder» cimentó mientras tanto su revolucionaria figura política planeando grandes atentados terroristas, como el que en 1983 costó la vida en Rangún (Birmania) a 13 diplomáticos y cuatro ministros surcoreanos o la bomba que explotó en 1987 en otro avión de ese país con 115 pasajeros a bordo. Además, ordenó el secuestro de ciudadanos japoneses para que enseñaran su idioma a los espías norcoreanos y hasta raptó en 1978 a un director surcoreano, Shing Sang-ok, y su esposa, la famosa actriz Choi Un-hee, para que rodaran películas para el régimen.

Y es que Kim Jong-il era un cinéfilo voraz que coleccionaba más de 20.000 títulos en su videoteca, donde, según las malas lenguas que lo ridiculizan, tenían un lugar destacado las sagas del agente James Bond 007 y de Viernes 13. A tenor de la propaganda, era un hombre sensible cultivado en el arte que visitaba con frecuencia el Instituto de Cine, supervisaba todos los rodajes, había escrito musicales y guiones y dictado 590 directrices sobre el séptimo arte.

De cualquier tema que se hablara, ya fuera ingeniería de puentes o cultivos agrícolas, Kim Jong-il tuvo siempre la última y más sabia palabra, que para eso se había leído, dicen, y recordaba al dedillo, los 18.000 libros de filosofía y política que, con una extensión mínima de 150 páginas, el régimen atribuye a su padre. Incluso la anterior secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se quedó impresionada con sus conocimientos, su vasta cultura y su conversación durante su visita a Pyongyang en el año 2000, en la que le regaló un balón de su admirada NBA firmado por Michael Jordan.

Propaganda y censura

Aunque internet está limitado en Corea del Norte, un país que permanece totalmente cerrado al exterior, el «Querido Líder» se ufanaba de moverse como pez en el agua por el ciberespacio. Más o menos como en cualquier otro campo, ya que era difícil que algo se le escapara a este «Gran Hermano», encarnación del régimen totalitario describiera Orwell en su novela «1984».

Consumado jugador de golf, Kim Jong-il era capaz de meter varias bolas directamente en el hoyo con su «drive». Excéntrico «bon vivant», se desplazaba siempre en un lujoso tren blindado porque tenía miedo a volar. Con un exquisito paladar que sabía degustar el mejor coñac francés, utilizaba palillos de plata para comer la langosta más exquisita y el «sushi» más fresco, como observó el diplomático ruso Konstantin Pulikovsky cuando viajó con él en tren desde Pyongyang hasta Moscú. Según relata en su libro «Orient Express», en el convoy también les acompañaban bellas «maquinistas», lo que concuerda con su reputación de mujeriego. Casado en una ocasión, Kim ha tenido tres compañeras sentimentales, la última de las cuales es su secretaria personal.

«Sé que soy muy criticado pero, como todo el mundo habla de mí, eso significa que lo estoy haciendo bien», le confió a Pulikovsky durante el trayecto el «Querido Líder», sin duda el dictador más atómico del planeta.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Kim Jong-il quiere que suspendan moratoria a fabricación de armas nucleares a su país

Tomado de El País

Las delegaciones de Rusia, liderada por el presidente Medvédev, y de Corea del Norte, liderada por Kim Jong-il, durante el encuentro celebrado en Buryatia, Siberia

El líder norcoreano, de visita en Rusia, también propone la construcción de un gasoducto hacia Corea del Sur

RODRIGO FERNÁNDEZ

El líder norcoreano, Kim Jong-il, que se encuentra en visita oficial en Rusia, se entrevistó hoy con el presidente Dmitri Medvédev, en Buratia, una de las repúblicas que forman la Federación Rusa, y le aseguró que está dispuesto a reanudar las conversaciones a seis bandas.

Conocido por su fobia a los aviones, Kim Jong-il llegó a Rusia en su tren blindado

Corea del Norte "ha confirmado su disposición a retornar sin condiciones previas" a la mesa de negociaciones para resolver "el asunto de la implantación de una moratoria" a la fabricación de armas nucleares y a sus pruebas, señaló Natalia Timakova, portavoz de Medvédev. Las negociaciones sobre la desnuclearización de ese país están estancadas desde 2008 debido a los ensayos nucleares efectuados por Pyongyang y a los incidentes militares que ha habido con Corea del Sur.

Además del problema nuclear, ambos jefes de Estado tocaron también el tema energético, y Medvédev dijo que su colega norcoreano había mostrado interés en un proyecto que permita el tránsito del gas ruso hacia Corea del Sur. Se ha decidido crear al respecto una comisión, bilateral de momento, pero a la que posteriormente se unirían representantes de Seúl. Ecónomicamente para Pyongyang el éxito del proyecto significaría la entrada de unos 100 millones de dólares anuales en pago por el tránsito, más tarifas preferenciales de sus propias importaciones de gas.

Se trata de la primera visita oficial de Kim Jong-Il a Rusia en una década. El líder norcoreano, cuya salud ha sido objeto los últimos años de diversas especulaciones, sin embargo, suele viajar a menudo a China. Conocido por su fobia a los aviones, Kim Jong-il, de 69 años, llegó a Rusia en su tren blindado -que no permiten fotografiar ni siquiera cuando este no está en él- el sábado pasado en medio de unas medidas de seguridad sin precedentes.

La entrevista con Medvédev, que duró dos horas y diez minutos, transcurrió en el sur de Buriatia, en un hotel de la villa militar Sosnovyi Bor (El Pinar), que temporalmente se ha convertido en residencia del presidente ruso. A la cita Kim llegó en su mercedes blindado clase S.

El líder norcoreano visitó al otro día una central hidráulica en la región de Amur. El martes Kim paseó por la costa del Baikal, lago en el que incluso nadó. Y hoy, antes de las conversaciones con Medvédev, alcanzó a pasear por el centro de Ulán-Udé, la capital buriata, y visitar un hipermercado.

En todas las localidades por donde pasa el tren blindado de Kim, las autoridades recomiendan a la población no salir de sus casas y mantener las ventanas con las cortinas cerradas. Ulán-Udé no fue una excepción a las medidas de seguridad: la policía invadió la ciudad y evacuó todos los automóviles y autobuses de la plaza central, que Kim también visitó y donde se acercó al memorial de Lenin, que consiste en una cabeza de siete metros de alto, colocada en un pedestal de granito de seis metros de altura. Esta composición escultural es la más grande del mundo consagrada al fundador del desaparecido Estado soviético.