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domingo, 6 de octubre de 2013

Republicanos en la Cámara objetos de agrias calificaciones de prensa y políticos

Tomado de BBC Mundo 

Muchos demócratas acusan a Boehner de "falta de liderazgo" 
 EE.UU.: la "bancada suicida" que tiene cerrado al gobierno


Harry Reid les llama bancada rara”, John McCain les dice “Pájaros locos”, The Washington Post “bancada suicida”.


John Boehner ha pasado la mayor parte de su tiempo como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos tratando de manejar las varias facciones que conviven dentro de la mayoría que tiene el Partido Republicano.

La actual crisis del presupuesto que mantiene parte del gobierno federal cerrado desde el martes es una nueva prueba para las capacidades de Boehner de controlar su grupo parlamentario.

El 26 de septiembre pasado, cuando el país estaba a días de la fecha límite para aprobar fondos para la operación del aparato gubernamental federal, un pequeño grupo de representantes republicanos tuvieron una conferencia telefónica para definir estrategias con el senador Ted Cruz, de Texas.

Según la publicación National Review, los congresistas –algunos de ellos entre los más conservadores en Washington- le pidieron consejo a Cruz sobre cómo responder a la propuesta de Boehner de aprobar el dinero para mantener abierto el gobierno.

Su esperanza era vincular el presupuesto con la, hasta ahora perdida, batalla que vienen dando por dejar sin fondos el programa de reforma del sector salud del presidente Barack Obama.

Cruz, quien está en su primer término como senador y es un favorito del movimiento conservador republicano conocido como Tea Party por su postura contraria al llamado Obamacare, les dijo que se opusieran.

Confabulación interna

Boehner se enfrenta a una rebelión conservadora en las filas republicanas.

Los republicanos regresaron a la Cámara y el plan de su líder murió sin que siquiera fuera sometido a votación. A los cinco días Boehner estaba poniendo todo su esfuerzo tras la idea de finiquitar Obamacare y el gobierno terminó cerrado.

Unos congresistas de distritos menores conspirando contra el liderazgo del partido, y haciéndolo con un miembro novato del Senado, habría sido algo impensable en anteriores períodos legislativos.

La facción rebelde está integrada por conservadores de tradición, provenientes en su mayoría de zonas rurales del país.

El líder del Senado, el demócrata Harry Reid, los ha llamado la "bancada rara", y el columnista del diario The Washingon Post, Charles Krauthammer los bautizó la "bancada suicida", en referencia a la falta de interés que parecen tener en la supervivencia de su propio partido.

Ellos se refieren a sí mismos a veces como los "pájaros locos", adoptando la etiqueta despectiva que les dio el senador y excandidato presidencial republicano John McCain.

Más de una vez Boehner se ha topado con que estos legisladores rebeldes debilitan sus posiciones: en debates sobre seguridad nacional, reforma migratoria, ayuda en casos de emergencias, presupuestos de defensa y hasta en asignaciones para la agricultura.

Aupados por el Tea Party, estos congresistas de menor rango no se dejan seducir por la estrategia del palo y la zanahoria que en el pasado ha mantenido la bancada republicana alineada.

Rebeldes con causas

El republicano de Michigan, Justin Amash, ha votado 126 veces contra la línea del partido.

En el grupo está Justin Amash, representante por Michigan, quien ha votado contra la línea partidista 126 veces, más que ningún otro republicano de la Cámara Baja del congreso. A finales del año pasado, Amash fue uno de los cuatro congresistas republicanos sacados de puestos de comités por su apostasía política.

Impenitente, el 24 de julio Amash volvió a enfrentarse al liderazgo y encabezó los esfuerzos para recortar drásticamente el programa secreto de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), una iniciativa que no se concretó por sólo 12 votos.

Steve King, de Iowa, es otra piedra en el zapato de Boehner, quien trabajó todo el año buscando los votos para bloquear, cuando se presente en Representantes, la propuesta bipartidista para la reforma inmigratoria que aprobó el Senado.

Marlin Stutzman, de Indiana, ayudó a derrotar una ley agrícola promovida por el liderazgo porque incluía fondos para financiar el programa de estampillas de comida para los más pobres.

Scott Rigell, de Virginia, fue uno de los primeros que exigió a un renuente Boehner que convocara a la Cámara de regreso de sus vacaciones en agosto para votar contra la posibilidad de realizar un ataque militar contra Siria.

Paul Broun, de Georgia, quien actualmente está postulándose para un puesto en el Senado, dijo que no votaría por ninguna legislación que "no calce con los principios bíblicos judeo-cristianos sobre los que se fundó nuestro país".

Broun ha votado contra la línea partidista 84 veces, incluyendo una propuesta que se hizo en enero para dar ayuda a las personas afectadas por el desastre que dejó el huracán Sandy.

Otro país


"Lo diferente en esto republicanos es su renuencia a negociar", afirma el profesor de políticas públicas de la Universidad de Vanderbilt, Bruce Oppenheimer.

"No estoy seguro si es porque les falta experiencia de gobierno o porque han hecho fuertes compromisos con sus votantes, pero esta gente ha puesto sus pies en el cemento y no se pueden mover".

El columnista de la revista New Yorker Ryan Lizza analizó sus distritos electorales y encontró que, locos o no, estos representantes reflejan la voluntad de los que los enviaron a Washington, un EE.UU. demográficamente muy distinto al resto del país.

"Representan un EE.UU. donde la población se hace cada vez más blanca, donde cada vez hay menos ciudades grandes, donde Obama perdió por paliza las últimas elecciones y donde el Partido Republicano se hace cada vez más dominante y más popular", escribió.

Sin embargo, Lizza destaca que "mientras tanto, en la política nacional, cada una de esas tendencias es precisamente la contraria".

Según escribe Philip Bump en The Atlantic, entre demócratas y republicanos hay un tercer partido cuyo líder es Cruz y que lo integra la derecha republicana en el Congreso.

Esto ha forzado a Boehner a actuar más como la tolerante cabeza de una coalición de gobierno que como un tradicional líder parlamentario del pasado, aquel que podían destruir carreras políticas a voluntad.

Amenazas de derecha


El Congreso de EE.UU. está paralizado y el gobierno sigue sin presupuesto.

Estos desafíos a Boehner seguirán mientras los republicanos continúen temiendo que surjan en las elecciones primarias oponentes de la derecha del partido, más que a ser derrotados en los comicios generales o a sufrir el castigo del liderazgo.

Recientes reformas promovidas por los republicanos han limitado la capacidad del liderazgo de otorgar prebendas basadas en la lealtad y con eso el poder de la élite del partido de proteger a ciertos candidatos escogidos ha ido desapareciendo.

La "bancada suicida" podría ser vista como un pequeño sector del Partido Republicano allá en la colina del Capitolio en Washington, pero es la punta de lanza de un incansable Tea Party.

Su apoyo y visto bueno puede significar la diferencia entre un escenario cómodo en la próxima ronda de elecciones primarias o la perspectiva de un dura batalla por la supervivencia política.

"Aunque muy poco republicanos han sido derrotados en primarias, siempre algunos tienen la preocupación de que si no se ponen en línea, alguien va a financiar a un oponente", dice el profesor Oppenhaimer.

"Para ellos es como el monstruo en el armario o debajo de la cama. Claro que a veces de verdad hay monstruos en el armario". 

viernes, 23 de agosto de 2013

TEA PARTY SUFRE NUEVO REVÉS EN SU ESFUERZO EN CONTRA DE LA REFORMA MIGRATORIA

Agencias Noticiosas

El estrepitoso fracaso es una seria advertencia a aquellos que se identifican con el tea party principal opositor de la reforma migratoria

EEUU: VOCES ANTI-INMIGRACIÓN SE APAGAN EN AGOSTO

 

RICHMOND, Virginia, EE.UU.-- Era el inicio de una "Gira para impedir la amnistía" organizada por los Patriotas del Tea Party y otros grupos. Pero la concurrencia era tan escasa que los defensores de los inmigrantes pronto comenzaron a circular alegremente fotos en que se veía al principal orador, el representante republicano Steve King, de Iowa, completamente solo en el estrado.

La manifestación realizada a principios del mes en un parque público de Richmond, en el estado de Virginia, junto con la subsiguiente cancelación o la postergación de varios eventos similares, refleja una nueva realidad emergente durante el receso veraniego de cinco semanas de la legislatura del Congreso: La oposición a reformar las leyes de inmigración parece estar notablemente silenciosa, casi amansada. Mientras tanto, los defensores de la amplia reforma a la ley de inmigración afirman que han hecho cambiar de opinión por lo menos a un puñado de representantes republicanos.

En el 2007, durante el último intento del Congreso para reformar el sistema de inmigración, los legisladores recibían amenazas de muerte y llamadas furiosas que colmaban las líneas telefónicas del Senado. Este verano son otros asuntos los que captan ese tipo actitud, como la ley de salud propuesta por el presidente Barack Obama, parece encabezar la lista de preocupaciones de los votantes.

Los constituyentes que se oponen a que los inmigrantes que viven ilegalmente en el país obtengan la ciudadanía han expuesto sus puntos de vista en las asambleas municipales que han organizado los miembros de la Cámara de Representantes en este mes. Pero los defensores de la ley de inmigración con un proceso para la nacionalización han tenido mayor éxito al lograr que sus simpatizantes participen en las manifestaciones inclusive en los distritos con gran mayoría republicana.

"En parte lo que el partido ha decidido que es de mayor urgencia para abordar en esas asambleas populares es el seguro de salud conocido como Obamacare, que es lo que ha canalizado en gran medida la indignación de la gente, en gran medida las mismas personas que protestan contra la amnistía", destacó Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro para Estudios de Inmigración, que se opone a un mayor nivel de inmigración.

Además, el grupo que respalda la reforma de inmigración está mejor organizado y financiado esta vez y muchos dirigentes republicanos le dan su apoyo. "Debido a todo esto no se va a ver el mismo nivel de actividad frenética", destacó Krikorian.

Lo que no está claro es si el efecto durará una vez que los legisladores regresen a Washington en septiembre.

La reestructuración de la ley de inmigración, que es la prioridad del segundo mandato de Obama, está a la espera después que el Senado de mayoría demócrata aprobó una ley de amplio espectro en junio que incluye decenas de miles de millones de dólares para la seguridad fronteriza, programas de nuevas visas para atraer personal profesional calificado y trabajadores no especializados a Estados Unidos, requisitos para que los empleadores verifiquen la situación legal del personal y un proceso de 13 años para que 11 millones de inmigrantes que ya viven en el país, obtengan la ciudadanía.

Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes han rechazado la ley, prometiendo que procederán sobre el asunto con leyes individuales para cada caso, comenzando por la seguridad fronteriza. Y aunque entre los defensores hay 20 representantes republicanos que han declarado su respaldo a algún tipo de proceso de ciudadanía, la mayoría de sus correligionarios de la cámara se sigue oponiendo, creando una posible división insuperable entre la Cámara de Representante y el Senado. Asimismo el Congreso también enfrenta posibles plazos para las leyes del límite de la deuda y del gasto a fin de mantener en operación al gobierno. Todo eso presenta un ambiente difícil para lograr que una ley de inmigración sea aprobada y llegue a Obama para que la suscriba.

No obstante, los defensores de los inmigrantes han afirmado que les fue bien durante en su campaña durante el descanso de agosto para presionar a los representantes republicanos a que actúen durante el otoño. Una inusual alianza bien financiada de católicos y evangélicos, sindicatos, grupos empresariales y otros han puesto en la mira a docenas de miembros del Partido Republicano que parecen estar dispuestos a escucharlos y señalan que tendrán apoyo cuando el Congreso reanude la sesión.

"Me parece que la gran historia del receso de agosto es que no hemos visto lo que algunos habían pronosticado: este gran movimiento anti inmigratorio donde los miembros del Congreso serían acosados para que no actúen", comentó Galen Carey, vicepresidente de las relaciones gubernamentales de la Asociación Nacional de Evangélicos, en una conversación telefónica con la prensa para anunciar que se compraron espacios publicitarios a favor de la reforma en 14 radioemisoras estatales por un valor de 400.000 dólares.

Los activistas pro inmigrantes enviaron a 1.500 simpatizantes al condado del jefe del bloque republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, en Bakersfield, California la semana pasada; entregaron una petición de 10.000 personas al representante republicano Blake Farenthold, de Texas, e iniciaron una gira por todo el estado de Wisconsin, entre otras actividades. 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Marco Rubio desmiente a Jim DeMint por datos usados contra Reforma Migratoria


Agencias Noticiosas


Los ultraconservadores Marco Rubio y Jim DeMint ambos "pesos pesados" del movimineto de ultraderecha estadounidense Tea Party han entrado en una fuerte batalla debido al uso de datos falsos de Demint en contra de la Reforma Migratoria


Rubio desmiente estudio de Heritage

El senador dice que la reforma no costará a los contribuyentes 6.3 billones de dólares.


WASHINGTON. El senador republicano por Florida Marco Rubio consideró ayer que es incorrecto el informe del centro de estudios Heritage Foundation, que señala que la reforma migratoria costaría a los contribuyentes 6.3 billones de dólares.

"No creo que el informe sea realmente válido. Tengo mucho respeto por Heritage, pero no creo que el informe sea legítimo", sostuvo en entrevista con CNN Rubio, uno de los senadores que ha elaborado el proyecto de ley al respecto.

El republicano, de origen cubano, es uno de los ocho senadores autores del proyecto de ley bipartidista de reforma migratoria que ya está siendo analizado por el Congreso.

Si los indocumentados son legalizados bajo ese proyecto "van a ser capaces de trabajar y pagar impuestos, de abrir negocios y, a su debido tiempo, de mejorar su situación financiera y contribuir al bienestar del país", defendió Rubio. "Por eso estoy en total desacuerdo con ese informe", agregó.

La Heritage Foundation, de tendencia conservadora, alerta en su informe, divulgado ayer, de que la "amnistía" a los más de once millones de indocumentados que legalizarían su situación provocaría un elevado coste para las arcas públicas.

El informe, similar a uno que emitió el mismo centro en el 2007 y que ayudó a descarrilar el plan de reforma migratoria que estaba en la mesa, asegura que los inmigrantes legalizados bajo el proyecto producirán gastos de 9.4 billones de dólares y solo devolverán en impuestos 3.1 billones.

"En 2010, la familia inmigrante ilegal media recibió alrededor de 24,721 dólares en beneficios y servicios del Gobierno, mientras que pagó 10,334 dólares en impuestos. Esto generó un déficit presupuestario anual medio de alrededor de 14.387 dólares por familia", detalla el informe.

Asi informan los medios en Inglés la batalla suscitada en el Tea Party:



Ultraderecha estadounidense usa datos falsos para atacar reforma migratoria


Introducción de Compartiendo Mi opinión
Jim Demint   ex Senador por el estado de Carolina de Sur. Es miembro del partido Republicano y uno de los pesos pesados del movimiento ultraconservador y antiinmigrante conocido como Tea Party, actualmente tiene enfilada sus baterías en contra de la reforma Migratoria

El reconocido antiinmigrante Jim DeMint argumenta con datos falsos contra la reforma migratoria a la que peyorativamente califica de “amnistía” asignándole maliciosamente un altísimo costo financiero para los contribuyentes estadounidenses a quienes pretende poner en contra de la medida con dicho argumento

A continuación el artículo en español publicado por la organización ultraconservadora Heritage Foundation presidida por Jim DeMint


El costo de la amnistía para los contribuyentes es de $6.3 billones


¿Cuál es el objetivo de una reforma de la inmigración?

Como expuso ayer el presidente de la Fundación Heritage Jim DeMint, “Cualquier reforma de la inmigración debería mejorar las vidas, los ingresos y las oportunidades” de aquellos que residen legalmente en Estados Unidos.

La propuesta de amnistía de La Banda de los Ocho hace lo contrario, convirtiéndose en una carga para los contribuyentes al dar respaldo a los inmigrantes ilegales. Un nuevo de informe de la Fundación Heritage estima que una amnistía como el proyecto de ley de La Banda de los Ocho les costaría a los contribuyentes de Estados Unidos $6.3 billones.

“Estamos defendiendo, en nombre de aquellos que han venido aquí de forma legal y de todos los contribuyentes americanos, que esto va a suponer un enorme costo para ellos y que disminuirá las oportunidades en el futuro”, comentó ayer DeMint en “Your World with Neil Cavuto”.

La cifra de $6.3 billones es el costo que representa para los contribuyentes el dar respaldo mediante una amnistía a los inmigrantes ilegales, incluyendo cualquier impuesto que esos inmigrantes aportasen al sistema frente a la cantidad de beneficios y servicios públicos que estos obtendrían.

Y a nivel individual la cifra es sencillamente impresionante. Como indican Robert Rector y Jason Richwine, expertos de la Fundación Heritage y autores del estudio, “el inmigrante ilegal adulto recibiría de promedio $592,000 más en beneficios públicos de lo que pagaría en impuestos durante el resto de su vida”.

Muchos conservadores creen que si una persona tiene un empleo y trabaja duro, inevitablemente se convertirá en un contribuidor fiscal neto (pagando en impuestos más de lo que recibe en beneficios). Sin embargo, durante muchísimo tiempo, eso no ha sido así en nuestra sociedad.

Con la amnistía, los inmigrantes ilegales se convertirían en legales y tendrían derecho a los beneficios de Obamacare, el Seguro Social, la asistencia social y Medicare. El estudio de Rector y Richwine tiene en cuenta los costos según se irían acumulando tras el período de espera para recibir beneficios de la propuesta de La Banda de los Ocho:

Después de 13 años, los inmigrantes ilegales tendrían derecho a la asistencia social según ingresos y a Obamacare. En ese momento o poco después, los que antes era hogares de inmigrantes ilegales probablemente recibirían beneficios públicos al mismo nivel que los hogares de los inmigrantes legales del mismo nivel educativo. Como resultado de ello, el gasto público y los déficits fiscales se incrementarían espectacularmente.

Es evidente que esta no es la única manera de reformar la inmigración. Como comentan DeMint y Rector en el Washington Post, “Un sistema de inmigración legal debidamente estructurado mantiene el potencial de impulsar un crecimiento económico positivo y la creación de empleo. Pero una amnistía para quienes se encuentran aquí ilegalmente no es necesaria para recibir esos beneficios”.

Se ofrece una “opción falsa” a la gente al decir que la amnistía es necesaria para la reforma de la inmigración, indicó DeMint.

El pueblo americano se merece el poder oír todas las opciones de este debate, pero lo que no se merece es tener a una banda de senadores haciendo presión a favor de un proyecto de ley al estilo de Obamacare en la trastienda del poder en Washington.

“Unamos al pueblo americano haciendo público este estudio, parte por parte”, comentó DeMint. “No se tiene que llevar a cabo una amnistía para conseguir todos los beneficios de una reforma”.