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sábado, 30 de noviembre de 2013

Hijo de Silvio Rodriguez habla sobre el sentir en la isla de la juventud cubana

Tomado de El Nuevo Herald

La ‘tristeza’ de la juventud cubana

Por Andrés Oppemheimer

Escuchando al rapero cubano “Silvito el libre”—el hijo del prominente trovador oficialista Silvio Rodríguez— uno no puede más que concluir que los nietos de la Revolución Cubana son escépticos con respecto a las últimas reformas económicas de la dictadura de la isla.
Estuve con “Silvito el libre” la semana pasada, durante una visita del joven rapero a Miami, y le pregunté sobre una de las canciones de su grupo, titulada “Háblame”. La canción dice, entre otras cosas, que Cuba es un país sumido en la tristeza, donde la seguridad del estado persigue a los ciudadanos, y donde el comunismo sirve a los intereses de unos pocos.
“Definitivamente, la mayoría del pueblo cubano está sumido en la tristeza”, me dijo Silvito. “Porque el cubano ha cambiado mucho del cubano de antes. El cubano ha perdido la alegría, muchos han perdido la esperanza”.
Yo esperaba que Silvito agregara que el estado de desesperanza en Cuba se debe al embargo comercial de Estados Unidos —la muletilla del régimen cubano para explicar todos los males de la isla—, pero Silvito ni siquiera lo mencionó. Dijo que los cubanos son un pueblo triste porque “se sienten pisoteados todos los días por la policía, por el gobierno, por las leyes, por todo”.
Cuando le pregunté qué dice su padre sobre sus opiniones políticas, Silvito me dijo que Silvio Rodríguez “es una persona muy libre y muy abierta”. Silvito agregó que su padre “siempre me apoyó en todo momento... El profesa su sentimiento, y yo profeso el mío”.
Silvito me contó que tanto su madre como muchos de sus amigos han sido acosados por la policía secreta. Por no ser miembro del sindicato oficial de artistas, no puede cantar en conciertos masivos, y solo puede presentarse en conciertos alternativos “una vez cada seis meses, más o menos”, me dijo.
¿Tú eres una excepción entre los jóvenes cubanos?, le pregunté, refiriéndome a su postura política.
“No, para nada. La juventud cubana completa, o casi completa, piensa igual que yo”, respondió Silvito. “La juventud cubana completa, o casi completa, es víctima del abuso de la policía, de la separación de sus familias por esto de Cuba y (el exilio de) Florida, y sabe lo que es vivir en Cuba y salir para la calle sin desayunar, y montarte en una guagua (bus) para llegar a un trabajo donde alguien te maltrata, para cobrar prácticamente nada”.
Le comenté que, después de 54 años de gobierno totalitario y con una de las censuras de prensa más rígidas del mundo, uno podría suponer que la mayoría de los cubanos —especialmente los nacidos después de la revolución de 1959— ya estarían bien adoctrinados. ¿Por qué no funcionó el adoctrinamiento gubernamental?, le pregunté.
“Hasta hace un tiempo yo creo que sí (que funcionó,) porque todavía hay personas que creen en esa revolución. Pero desde hace un tiempo para acá la gente se ha ido despertando. Porque ya ha sido mucho, ¿entiendes?”.
Cuando le pregunté sobre las últimas reformas económicas del gobernante Raúl Castro, que ha flexibilizado las restricciones para viajar afuera de la isla y ha autorizado a alrededor de 435,000 personas a trabajar en el sector privado, Silvito se encogió de hombros, como diciendo que no estaba muy impresionado por las medidas. Cuba ha autorizado en el pasado algunas reformas en el sector privado, solo para revertirlas más tarde.
“Han habido algunos cambios, positivos algunos, pero yo personalmente no veo ningún cambio”, respondió. Tras una pausa, agregó: “Yo veo las cosas cada día más mal. No veo ningún cambio positivo”.
El escepticismo de Silvito —que según dicen otros visitantes cubanos es un fenómeno generalizado entre los jóvenes de la isla— contrasta con el optimismo de algunos recientes estudios académicos realizados en Estados Unidos, que consideran que en la isla están ocurriendo cambios positivos de importancia.
Un nuevo informe de Brookings Institution, titulado “¿Aterrizaje suave en Cuba?”, escrito por el ex asesor de asuntos latinoamericanos de la Casa Blanca durante el gobierno de Clinton, Richard Feinberg, dice que “un dinámico sector privado” de más de dos millones de personas está emergiendo en la isla, y agrega que en Cuba se están produciendo “cambios tectónicos”.
Mi opinión: Es difícil decir desde lejos si las reformas económicas de Cuba son cambios cosméticos, o si representan el principio de una apertura económica. Lo más probable es que hayan sido concebidas por el régimen como una política de control de daños para apaciguar a una población cada vez más impaciente y crítica.
Los nietos de la revolución cubana están hartos de que les mientan, los repriman y los censuren, y cuanto más se demoren los hermanos Castro en permitir que Cuba se abra al mundo, tanto más anticomunista se hará la juventud cubana. Tal como me dijo Silvito: “Ya ha sido mucho, ¿entiendes?”. 

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Comunismo? Comunistas chinos darán mayor libertad al mercado

Tomado de The Wall Street Journal  
 

El plan de reforma económica de China: quiénes serán los ganadores y perdedores


Las empresas podrían beneficiarse a lo grande si China cumple su promesa de concederle al mercado un papel más importante en la segunda mayor economía del mundo.
Los líderes del Partido Comunista chino la semana pasada presentaron un amplio esbozo de reformas para los próximos 10 años que propone el fortalecimiento de los consumidores y la relajación del control de Beijing sobre industrias clave que, por mucho tiempo, han sido controladas por el Estado. Entre sus objetivos se destaca disminuir las barreras al capital extranjero en varias industrias, aumentar la participación de inversionistas privados en empresas estatales y otorgar a la extensa población rural del país un mayor acceso al capital.
La clave será la implementación. A pesar de su ambicioso alcance, el plan del partido no establece cronogramas ni objetivos específicos, especialmente en qué medida las empresas extranjeras podrán tener mayores oportunidades de invertir. Y los esfuerzos podrían encarar una considerable oposición por parte de las poderosas empresas estatales, arraigados burócratas y residentes urbanos preocupados por una avalancha de migrantes hacia las ciudades.
A continuación, un vistazo a las implicaciones por industria del plan de reformas del Comité Central del Partido Comunista de China:
Bancos
Los detractores del sector bancario chino dicen que éste ha proporcionado dinero a las mayores empresas estatales a expensas de las empresas pequeñas y medianas. El plan incluso sugiere una participación extranjera en la banca, si bien los detalles son escasos.
China necesita aumentar la competencia. Mientras los bancos y sus clientes de propiedad estatal crean que están siendo respaldados implícitamente por el gobierno, la habilidad de gestionar el riesgo seguirá estando subdesarrollada.
—Grace Zhu y Dinny McMahon
Mercados financieros
Uno de los puntos más ambiciosos es una promesa de transformar el sistema de ofertas públicas iniciales de acciones del país para que sean las propias empresas, en lugar del gobierno, las que decidan por méritos cuáles cotizarán en bolsa.
Actualmente puede tomar años para que algunas empresas coticen en bolsa, y las estatales grandes pero mal gestionadas a menudo reciben preferencia.
—Shen Hong
Autos
Los cambios que van desde relajar la política de hijo único hasta alentar a los residentes en zonas rurales a mudarse a las ciudades ayudarán a la industria automotriz a cumplir su meta de vender 30 millones de vehículos al año para 2020.
No está claro si los cambios incluirán un mayor acceso para los fabricantes extranjeros. Actualmente, deben establecer empresas conjuntas con automotrices locales para ensamblar autos en China. La propiedad extranjera está limitada a 50% o menos. El plan no aborda este aspecto.
—Rose Yu y Colum Murphy 
El Partido Comunista de China cree que trasladar a residentes rurales a las ciudades dará un impulso al consumo interno.

Tecnología
El panorama en el sector de Internet chino es ambivalente, pero podría crecer con la reforma económica incluso a pesar de que encara una censura potencialmente más estricta.
El cambio a la política de hijo único y las campañas de urbanización probablemente resulten en que los chinos dediquen más tiempo a ver videos en línea o comprando en sitios de comercio electrónico.
Beijing también planea abrir las puertas a la inversión extranjera en el comercio electrónico. A pesar de que el plan no especifica detalles, podría implicar su apertura a las empresas extranjeras de Internet que se han mantenido alejadas del ciberespacio chino.
Sin embargo, el plan también incluye puntos sobre un aumento al control del flujo de información en línea. Las plataformas de redes sociales podrían afrontar un mayor escrutinio del gobierno.
—Paul Mozur y Lorraine Luk
Propiedad
El plan busca agilizar cambios en los impuestos a la propiedad. Eso podría ayudar a Beijing a abordar el problema de los precios exorbitantes de la vivienda.
Algunos economistas temen una saturación en el mercado inmobiliario en algunas zonas a pesar de los altos precios, lo que aumenta las probabilidades de una corrección desestabilizadora. Sin embargo, un impuesto sobre la propiedad podría perjudicar las ventas en el corto plazo.
—Ester Fung
Consumo y servicios
La reforma está principalmente diseñada para impulsar a la creciente clase consumidora. Eso significa que las tiendas, los restaurantes y los servicios al consumidor serían los mayores beneficiarios.
La urbanización es clave en este esfuerzo. Beijing cree que el traslado de más residentes rurales a las ciudades se traducirá en compras de apartamentos. Pero desarrollar una clase de consumo requerirá dinero. El plan recomienda la apertura de los mercados de educación, cultura, cuidado médico y otros servicios.
—Laurie Burkitt
Energía y recursos
El plan menciona sólo en una frase el deseo de reformar los precios del petróleo, gas natural y electricidad. A medida que los precios del combustible se acercan más a los de los mercados internacionales, las energéticas tendrán mayor certeza sobre sus retornos y se verían alentadas a invertir en proyectos que antes eran considerados no rentables. Las compañías han sido reacias a invertir en los sectores de gas de esquisto y gas metano de carbón debido al fuerte control de Beijing sobre los precios.
Por otro lado, el plan podría aumentar los costos para las energéticas chinas. El documento enfatiza el medio ambiente y menciona nuevos impuestos sobre los recursos, programas de canje de emisiones de dióxido de carbono y una mayor responsabilidad corporativa por daños medioambientales. El sector del carbón podría salir perjudicado.
—Wayne Ma
Logística y transporte
La reforma podría sentar las bases para una mayor competencia en el transporte de productos. Eso podría beneficiar a potencias extranjeras como FedEx Corp. y United Parcel Service Inc.(UPS), que el año pasado recibieron la aprobación del gobierno para proporcionar servicios limitados en el país.
Los operadores de trenes podrían beneficiarse de la liberalización de los precios, pues actualmente las tarifas son mantenidas bajas por el gobierno.
El plan también podría intensificar la competencia en el sector aéreo. La industria se abrió ligeramente el año pasado, con la aprobación de dos nuevas aerolíneas privadas.
—Joanne Chiu 

domingo, 31 de marzo de 2013

Corea del Norte: fanfarronadas bélicas con poder nuclear


Tomado de BBC Mundo
 Esta no es la primera vez que Corea del Norte emplea una retórica bélica contra quienes percibe como sus agresores.

¿Qué tan serias son las amenazas norcoreanas?

Las últimas sanciones de Naciones Unidas a Corea del Norte provocaron una dura respuesta. Después de anunciar el fin de los pactos de no agresión con su vecino del sur, Pyonyang declaró este sábado que entró en "estado de guerra".

La BBC analiza si el país constituye realmente una amenaza para Estados Unidos y sus aliados en Asia.

 

Las amenazas del pasado


La amenaza en 1994 por parte de un negociador norcoreano de convertir Seúl en un "mar de fuego" provocó el pánico entre los habitantes del sur.

Después de que el presidente George W. Bush la nombrase como uno de los integrantes del "eje del mal" en 2002, Pyonyang aseguró que "barrería sin piedad a los agresores".

En junio del año pasado el ejército advirtió que su artillería apuntaba a siete grupos mediáticos surcoreanos y amenazó con una "guerra sagrada sin piedad".

El patrón de la escalada de amenazas se repite, especialmente si el país tiene un nuevo líder.

Mientras algunos observadores califican esta retórica de fanfarronada, otros advierten de la "tiranía de bajas expectativas" cuando se trata de entender al país, ya que sí han existido confrontaciones regionales serias.

"Si se sigue a los medios norcoreanos se puede oír un lenguaje belicoso continuo dirigido a EE.UU. y Corea del Sur -e incluso ocasionalmente a Japón- y es difícil saber cuándo tomárselo en serio. Pero si uno se fija en las ocasiones en las que sí pasó algo, como el ataque de la artillería en una isla del sur en 2010, se comprueba que eran advertencias muy claras", aseguró a la BBC John Delury, profesor de la universidad de Yonsei, en Corea del Sur.

El norte ha advertido de forma consistente que los ejercicios militares en la zona podrían provocar represalias, y Delury afirma que no ser capaces de interpretar las intenciones de Pyonyang y no entender sus capacidades ha mantenido al sur y a EE.UU. en un atolladero.

Reconocer las amenazas serias

 

 
Históricamente, Corea del Norte aumenta la tensión con su vecino del sur cuando tiene un nuevo líder.

Antes de las amenazas de este sábado, la última advertencia de un ataque nuclear preventivo fue en respuesta a ejercicios militares conjuntos.

"Cada vez que un país amenaza con ataques nucleares preventivos hay que preocuparse. Y Corea del Norte no es una excepción, especialmente con su reciente cambio de retórica, que pasó de acusar a EE.UU. de imaginar amenazas a amenazar realmente con usar sus misiles en su contra", dijo Andrea Berger, del Instituto Real para la Defensa y Seguridad en Londres.

Pero muchos expertos consideran que estas amenazas responden a un deseo de Corea del Norte de llegar a un tratado de paz con EE.UU.
"Parecen creer que no se les tomará en serio hasta que no puedan sentarse a discutir con cierto poder militar. Esto va en línea con la política histórica de Pyonyang de darle la máxima importancia al ejército", señala Berger.

EE.UU. está siempre en el punto de mira. "Hay casos en los que las amenazas se dirigen a conseguir estar en el centro del radar de la Casa Blanca, que como política intenta ignorar a Corea del Norte. El mensaje de Pyonyang es: no puedes con nosotros, no nos iremos, tendrás que ocuparte de nosotros", afirma.

Las últimas amenazas han sido vistas como un gran fraude, ya que los líderes del país saben que un ataque nuclear sería suicida y poco práctico, dado lo rudimentario del programa de misiles del país.

Y muchos señalan que no está claro a qué pactos está renunciando Corea del Norte, ya que muchos de ellos no fueron implantados correctamente.

Pero aun así las amenazas podrían ser reales y se podría dar el caso de un enfrentamiento entre el norte y el sur, bien por tierra o por mar.

¿Es EE.UU. un objetivo real?

 

Corea del Norte tiene un enorme ejército, pero se cree que está pobremente equipado.

Las pruebas que realizó Corea del Sur sobre fragmentos de roca disparados en diciembre, en lo que el norte calificó como lanzamientos de satélites, mostraron que los misiles tendrían un alcance de 10.000 kilómetros, lo cual dejaría a EE.UU. dentro de dicho rango.
Aun así, no hay casi evidencia de que Corea del Norte haya desarrollado un sistema que pueda guiar a los misiles hacia un objetivo concreto, o una tecnología balística que pueda derribar un misil intercontinental.

La capacidad de Pyonyang de llevar a cabo un ataque nuclear sobre EE.UU. es incluso más incierta, ya que los expertos opinan que todavía no han conseguido crear un dispositivo nuclear lo suficientemente poderoso como para ir montado en una ojiva.

Según expertos, el lanzamiento de misiles en diciembre probó que Corea del Norte tiene algo con qué golpear las costas estadounidenses, aunque un misil intercontinental con ojiva nuclear es algo todavía muy lejano.

Pero Corea del Norte ha asegurado que está intentando obtener esta tecnología. Su última prueba subterránea fue del doble de tamaño que la anterior, en 2009.

Pyonyang aseguró que una prueba en febrero detonó "una ojiva explosiva atómica, liviana y miniaturizada, pero con una gran carga".

Los aliados

Miles de personas expresaron el viernes el rechazo a lo que llamaron provocaciones de EE.UU.


Pero aunque el norte no llegue a EE.UU., puede amenazar sus intereses en la zona. Hay más de 28.000 militares estadounidenses en servicio en Corea del Sur, otros 40.000 en Japón y una gran base militar en Guam, un territorio estadounidense en Filipinas.

EE.UU. está también obligado a defender a Japón en caso de ser atacado, de acuerdo con la alianza tras la Segunda Guerra Mundial entre Washington y Tokio.

Incluso aunque se lance un misil del norte, Washington ha insistido en que es totalmente capaz de bloquear un ataque contra el país o sus aliados.

Hay que señalar también que el único buque de la marina estadounidense en manos enemigas se encuentra en Pyonyang.

El "Pueblo" fue capturado en una misión de reconocimiento en 1968 cuando se encontraba en aguas internacionales y nadie imaginó que los coreanos lo catpurarían, por lo que la tripulación no estaba preparada.

Un miembro de la tripulación murió y 82 fueron trasladados a campos de prisioneros en Corea del Norte donde los retuvieron durante 11 meses, acusados de espionaje. Fueron liberados cuando EE.UU. pidió perdón y dijo que el barco no estaba espiando, más tarde desdiciéndose de ambas declaraciones.

Vecinos

 

Desde que acabó la guerra de Corea, Pyonyang ha demostrado su capacidad de golpear a sus vecinos y a los intereses de otros países en la región, a menudo como respuesta de lo que considera una provocación.

En 1967 atacó y hundió el navío surcoreano Dangpo cuando éste se encontraba patrullando, matando a 39 miembros de la tripulación.

A esto siguió un periodo de relativa calma, en el cual el sur intentó una política de acercamiento y de reducción de tensiones.

Pero en marzo de 2010 el buque de guerra surcoreano Chenoan, que viajaba cerca de aguas en disputa, fue partido por la mitad en una explosión en la que murieron 46 marinos. Corea del Sur dijo que la única explicación era un torpedo norcoreano, algo que Pyonyang negó.

En noviembre del mismo año, soldados del norte lanzaron un ataque sobre la isla de Yeonpyeong. Dos civiles y dos militares murieron.

Pyonyang afirmó que la provocación fueron ejercicios que condujo Corea del Sur cerca de la isla.

Corea del Norte cuenta con un ejército de más de un millón de personas, pero se cree que su equipamiento es de la época soviética y está en malas condiciones.

Aún así, posee una gran cantidad de artillería en la frontera. Y la capital surcoreana, Seúl, está a su alcance.


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sábado, 30 de marzo de 2013

¿Es posible acabar con la corrupción en China sin cambiar el sistema político?


Tomado de esglobal



Policías chinos instalan carteles anticorrupción en el centro de Pekín.

EL SUEÑO DE CONFUCIO
Por Diego Torres

 “En política, la mejor manera de protegerte es gritar '¡alto al ladrón!' mientras coges la cartera del bolsillo de tu vecino”. Esa es la conclusión de uno de los personajes de la novela Apuntes de un funcionario público, que describe las cañerías de la lucha por el poder en China. El autor, Wang Xiaofang, sabe de lo que habla. Antes de convertirse en un escritor de éxito, hizo carrera en la administración. De hecho, su jefe, Ma Xiangdong, fue condenado a muerte por apostar –y perder– 3,6 millones de dólares de dinero público en los casinos de Macao. Desde entonces, Wang ha publicado 13 obras que tratan sobre la corrupción en el país asiático.
Xi Jinping ha tratado de convencer a los escépticos como Wang de que va a enfrentarse en serio contra la corrupción, convirtiendo esta lucha en uno de sus estandartes desde que asumió el cargo de secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) en el pasado mes de noviembre. “A fin de ganarnos la confianza del pueblo con resultados reales, debemos tener la determinación de luchar contra cualquier tipo de corrupción, de castigar a todos los funcionarios corruptos y de erradicar el caldo de cultivo que alimenta la corrupción”, afirmó Xi el pasado 22 de enero en una reunión de la comisión de disciplina del Partido, según la agencia de noticias Xinhua.
En este tiempo han saltado a la palestra un buen número de casos delictivos, lo que invita a pensar que hay más que mera palabrería en los repetidos alegatos de Xi. También han tenido efecto las consignas de mayor frugalidad en todos los niveles de la Administración, hasta el punto de que las ventas de licores como el Maotai y otros objetos de lujo se han desplomado. Xi ha prometido luchar contra las “moscas” y los “tigres”, esto es, contra los líderes más poderosos, así como contra los funcionarios de más bajo nivel. Pero todavía le falta una pieza de caza mayor. “Los hechos cuentan más que las palabras; debe derribar un objetivo grande para demostrar que el Partido va en serio”, afirma Kerry Brown, profesor de la Universidad de Sidney.
Durante la Asamblea Popular Nacional, que se ha celebrado recientemente en Pekín y ha nombrado un nuevo Gobierno, los líderes anunciaron una reforma del Gobierno dirigida a mejorar la eficiencia y combatir la corrupción. Los ministerios pasarán de 27 a 25. Además, el Ministerio de Ferrocarriles –foco de importantes corruptelas– se divide en dos: un regulador, por un lado, en manos del Gobierno; y una empresa pública, por otro, que preste los servicios.
¿Se encamina China con este tipo de mejoras a hacer realidad, paso a paso pero constantemente, el sueño confuciano de un liderazgo benevolente, meritocrático y limpio? ¿Puede una dictadura de partido único construir una administración exenta de corrupción?
El sueño, si es posible, aún queda muy lejos. El académico Minxin Pei, director del Centro Keck para los Estudios Estratégicos Internacionales, calcula que la corrupción se lleva alrededor del 3% anual del PIB chino, lo que al nivel de 2012 supondría alrededor de 190.000 millones de euros al año.
Un informe clasificado como confidencial pero colgado momentáneamente en la web del Banco Central en 2011 admitía que 18.000 funcionarios corruptos habían sacado del país alrededor de 95.000 millones de euros desde mediados de los 90 hasta 2008, la fecha de la nota. Los destinos preferidos por los ladrones fueron Estados Unidos, Canadá, Australia y Holanda.
La corrupción es uno de los problemas más graves del país, como reconoce el propio Gobierno. La gente lo percibe –y lo sufre– a todos los niveles, incluso en servicios públicos como la educación y la sanidad. Es difícil saber la evolución real del problema. Pero está claro que la ciudadanía es cada vez más consciente de él, y de que está perdiendo la paciencia. En 2008, un 39% de los chinos pensaba que la corrupción de los funcionarios públicos era un problema muy grave; en 2012, la proporción había subido al 50%, de acuerdo a las encuestas del Pew Research Center. Mucho tiene que ver con eso la emergencia de Internet y las redes sociales como herramienta de fiscalización y denuncia de los abusos de las autoridades.
El país asiático se encuentra en la actualidad en el puesto número 80 –entre 176 Estados– del ránking de percepción de la corrupción que elabora Transparencia Internacional. Las democracias europeas copan los primeros puestos de la clasificación. Sin embargo, la democracia no garantiza la limpieza del sistema, como atestiguan las posiciones de Italia (72), India (94), Bolivia (105) o Venezuela (165), entre muchos otros. Es más, hay países autoritarios, o al menos no escrupulosamente democráticos, que ocupan puestos altos en la lista, como Singapur (5) o el territorio de Hong Kong (14). Por otra parte, las naciones más corruptas son, con excepciones, los más pobres del planeta.
De acuerdo con la lista de Transparencia Internacional, por tanto, la democracia y la riqueza ayudan generalmente a disminuir la corrupción, pero hay muchos otros factores en juego.
La dirigencia china incide sobre todo en la creación de riqueza y en esos otros factores que pueden aportar beneficios en la lucha contra la corrupción. "Debemos asegurar la supervisión de los gobernantes por los ciudadanos y evitar el exceso de concentración de poder”, dijo el pasado 5 de marzo Wen Jiabao, en la inauguración de la Asamblea Popular Nacional.
Para los escépticos, sin embargo, este tipo de reformas sólo pueden aportar un beneficio marginal. “El obstáculo más grande para acabar con la corrupción es el régimen de partido único”, asegura Perry Link, profesor de la Universidad de California. “Mientras una organización ostente todo el poder, los supuestos organismos encargados de controlarlo –la prensa, los tribunales, las organizaciones no gubernamentales y los sindicatos– serán ineficientes”, afirma.