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miércoles, 5 de junio de 2013

Penales centroamericanos son escuelas del crimen y centros de propagación de enfermedades

Agencias Noticiosas  

Cárceles en Centroamérica son "escuelas de delincuencia"

Denuncian hacinamiento, violencia y enfermedad

Expertos alertaron que las cárceles de Centroamérica se han convertido en escuelas del crimen y sobre la alta prevalencia del VIH y de enfermedades como la tuberculosis por el hacinamiento y sobrepoblación.
La defensora de los habitantes de Costa Rica, Ofelia Taitelbaum, indicó que los Gobiernos centroamericanos deben "enfrentar con la prioridad que se merece el tema de la sobrepoblación carcelaria, convertida hoy en una bomba de tiempo".
El hacinamiento "lo único que produce es violencia y todo tipo de reacciones inapropiadas que no solo ponen en riesgo a los privados de libertad sino que a los custodios y todo lo que rodea a los centros de detención", subrayó Taitelbaum en un comunicado divulgado por el estatal Comisionado de los Derechos Humanos de Honduras.
En opinión de Taitelbaum, las cárceles se han convertido en "escuelas de delincuencia, porque no hay una distribución apropiada de su población".
La defensora de los derechos humanos subrayó que los Gobiernos deben "hablar de una política preventiva del delito y trabajar con la población carcelaria para tratar de reinsertarlos a la sociedad".
La incorporación del "brazalete electrónico", según Taitelbaum, sería una alternativa para reducir el hacinamiento en las cárceles.
Las prisiones centroamericanas albergan a más de 74.000 personas cuando su capacidad es para unas 45.500, según cifras dadas a conocer por los expertos de la región, que participaron en una videoconferencia.
El ombudsman hondureño, Ramón Custodio, dijo que la mayoría de las cárceles de su país "carecen de espacio físico y las condiciones higiénicas son infrahumanas" y que la nación centroamericana no cuenta con un sistema de rehabilitación para los presos.
El Estado hondureño "invierte poco en resolver el problema del privado de libertad, pese a que éste sigue siendo persona humana objeto y sujeto de derechos humanos", lamentó Custodio.
Al menos cuatro cárceles hondureñas han sido "escenario de matanzas y tragedias" en los últimos diez años, lo que ha causado alrededor de 600 presos muertos, según el comunicado del organismo de derechos humanos.
La prevalencia de contagios del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, en las cárceles "se multiplica" debido "al hacinamiento y a veces a la limitación" que tienen los presos para recibir orientación y tratamiento, alertó el representante de la Organización Panamericana de la Salud en El Salvador, José Ruales.
"Hay un sector de la población privada de libertad que esta siendo condenada a muerte por infecciones como el VIH y enfermedades como la tuberculosis", señaló Ruales, quien además indicó que El Salvador y Honduras son los países de la región con mayor índice de hacinamiento.
Además, indicó que el aumento de la tuberculosis en las cárceles también "se produce por el hacinamiento y por la falta de aislamiento de los pacientes, que están contaminando al resto de privados de libertad".
La defensora de los habitantes de Costa Rica, Ofelia Taitelbaum, indicó que los Gobiernos centroamericanos deben "enfrentar con la prioridad que se merece el tema de la sobrepoblación carcelaria". 

viernes, 31 de mayo de 2013

Nicaragua país centroamericano libre de pandillas ¿Cuál es el secreto de su éxito?

Tomado de BBC Mundo
Se cree que los integrantes de las maras en América Central pueden llegar a cien mil.

Nicaragua, la barrera contra el avance de las maras
Por Juan Carlos Pérez Salazar

En menos de dos décadas, las pandillas maras se convirtieron en una de las organizaciones criminales trasnacionales más exitosas de América Latina al saltar desde su base en Los Ángeles, Estados Unidos, a varios países centroamericanos.

Debido a su crecimiento arrollador, hay quienes argumentan que al término mara viene de marabunta, las feroces hormigas migratorias que arrasan todo a su paso.

Sea o no ese el origen de la palabra -que en muchos lugares ya es sinónimo de pandilla-, las maras se extendieron como voraz marabunta por Guatemala, El Salvador y Honduras, donde se estima que tienen unos 100 mil pandilleros. También han llegado al sur de México.

Y acompañando su paso, en los países centroamericanos se dispararon los índices de criminalidad, encabezados por el asesinato. En 2012, los dos países con mayor tasa de homicidios a nivel mundial fueron Honduras y El Salvador. Y la ciudad hondureña de San Pedro Sula es considerada la más peligrosa del planeta.

Sin embargo, a medida que las maras seguían su irresistible marcha hacia el sur, un fenómeno interesante apareció: por el momento no han podido avanzar más allá de Honduras.

Y el motivo tiene nombre propio y ubicación geográfica: Nicaragua.

Un poco de historia


Esto se detectó hace ya varios años. En 2008, durante una reunión de directores de migración de Centroamérica, el de Costa Rica, Mario Zamora, dijo:

"Nicaragua se ha convertido en una especie de escudo inexpugnable para las maras. Hay que analizar qué es lo que está detrás de ese fenómeno, el que Nicaragua sea una barrera de las maras. Gracias a ellos no nos han llegado a Costa Rica".

Pero, ¿cuál es la razón?

Para encontrarla hay que remontarse a la génesis de las maras en Centroamérica, a principios de los años '90, cuando George Bush padre, entonces presidente de EE.UU., autorizó la deportación de cientos de jóvenes de origen centroamericano que se encontraban en las cárceles estadounidenes.

Muchos de ellos habían crecido en Estados Unidos y no entendían una palabra de español. Sin embargo, al ser hijos de indocumentados, fueron expulsados.

En su reportaje "Barrio 18, apogeo y caída de una pandilla" los periodistas José Luis Sanz y Carlos Martínez hacen un extraordinario recuento de la llegada de esos jóvenes a El Salvador.

"Esa fue la primera vez que vio a los bajados. (...) Ese modo de vestir, de llevar el cabello, esos tatuajes tan… tan de allá. Llevaban pantalones Dickies y Ben Davis, camisas holgadas, y se llamaban por nombres geniales como Whisper, Sniper, o Spanky. (...) ¿Cómo no acercarse?".

Pronto los "bajados", además de despertar admiración, se apoderaron de los territorios y los conflictos de los lugareños. Desde allí empezaron a construir su imperio y a extenderse.

Indocumentados, pero distintos


Y es aquí donde comienzan las diferencias con Nicaragua.

El periodista e investigador Steven Dudley, uno de los directores del sitio de internet InSight, que le hace seguimiento al crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe, dice a BBC Mundo que uno de los factores fue el tratamiento que en Estados Unidos se dio a los inmigrantes nicaragüenses.

"Durante los años '80 no se le dio una recepción similar a los refugiados que venían de diferentes países centroamericanos. A los nicaragüenses se les dio la bienvenida, mientras que de Costa Rica y Panamá no llegaron demasiados".

A los salvadoreños -en especial-, pero también a hondueños y guatemaltecos, desde el principio se les consideró como "indeseables".

"Eso hizo que muchos terminaran en la cárcel o involucrados con bandas", agrega Dudley a BBC Mundo.

Y la razón por la que los inmigrantes de Nicaragua -así fueran indocumentados- eran bienvenidos fue puramente política:


El fenómeno de las maras se originó en barrios hispanos de Estados Unidos.

Como el gobierno de su país (al igual que el de Cuba), era considerado enemigo de Estados Unidos -los sandinistas estaban en el poder y la administración del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan apoyaba a los rebeldes antisandinistas conocidos como Contras-, los emigrantes nicaragüenses eran vistos como personas que escapaban del régimen y por eso recibían asilo político.

Aunque las deportaciones de centroamericanos empezaron en los 90', continuaron con fuerza durante la década de 2000.

En su artículo Gangs, deportation and violence in Central America, Dudley revela que "entre 2001 y 2010 Estados Unidos deportó a 129.726 criminales convictos a Centroamérica, más del 90% al 'Triángulo del Norte'. Sólo Honduras -un país con población similar a la de Haití- recibió 44.042 deportados en ese período".

"Las cifras son apabullantes" dice Dudley a BBC Mundo. "Casi cualquier país habría hallado difícil lidiar con esas cantidades. Además, la información que debería pasarse entre gobiernos cuando ocurre una deportación de criminales, no se intercambió".

Resultado: los gobiernos centroamericanos quedaron con un número enorme de criminales en sus manos y sin ningúna información sobre sus expedientes, ni siquiera a qué pandilla pertenecían.

La razón social


Francisco Bautista Lara -uno de los fundadores de la Policía en la Nicaragua postsomocista y exsubdirector y excomisionado de la misma- está de acuerdo en que el tratamiento diferente a sus compatriotas por parte de EE.UU. contribuyó a que las maras no encontraran terreno abonado en su país.

Pero cree hay algo igual -o más- importante: los cambios sociales e institucionales generados en Nicaragua después de la revolución de 1979 que llevó al poder a los sandinistas.
"Si Nicaragua tiene niveles de desarrollo humano y de fragilidad institucional parecidos a los del norte de Centroamérica y también tuvo un conflicto armado, ¿por qué sus cifras delictivas se parecen más a las del sur?".

La razón, repite a BBC Mundo, está en que "la revolución creó instituciones distintas a las que continuaron existiendo en los países vecinos".

Agrega que también hay factores culturales: "Yo diría que Nicaragua y sus ciudades son grandes pueblos, donde todo mundo se conoce y la confianza interpersonal no se ha perdido, como sí sucedió en otros países de la región. Al contrario, la revolución del 79 fortaleció mecanismos de participación".

Más deportados que en Centroamérica


A pesar de las enormes cifras de deportaciones de EE.UU. a Centroamérica que cita Steven Dudley, las que se han realizado hacia México son mucho mayores.

"Entre 2001 y 2010, Estados Unidos deportó 779.968 criminales a México", afirma Dudley en su artículo Gangs, deportation and violence in Central America.

Steven Dudley también destaca cómo el gobierno de Nicaragua, a diferencia de otros en la región, trabaja más desde las bases hacia arriba.

Esto convirtió a la sociedad nicaragüense en una intrincada malla de relaciones y solidaridad que le fue imposible penetrar a las maras.

Y en medio del panorama desolador que se observa en los países del norte de América Central, Bautista Lara -quien ahora se desempeña como consejero regional de organismos como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- ve luces de esperanza: luego de un máximo de 18.000 casos en 2010, los homicidios han venido disminuyendo.

Además están las negociaciones con las maras en El Salvador y Honduras. Todo esto, piensa Bautista, muestra que las pandillas están pasando por una fase de agotamiento natural, "de un proceso de descomposición que ha llegado a los límites tolerables". Por eso cree que si los gobiernos actúan con responsabilidad, puede lograrse la desintegración de las maras.

Ningún organismo social vive para siempre. Ni siquiera la temible marabunta.


domingo, 31 de marzo de 2013

"Tregua fortalece a las maras un año después" afirma El País


Tomado de El País
Carlos Tiberio Valladares, miembro de la mara Salvatrucha
Un año de frágil tregua entre las maras de El Salvador
Expertos y observadores reclaman que el diálogo de paz salga de la cárcel, donde se fraguó y se negocia, y sea asumido por los políticos y la sociedad civil

Un año después de la tregua, los asesinatos han descendido drásticamente -pasando de 14 homicidios diarios a cinco-, pero las extorsiones en los barrios dominados por las bandas continúan

Lo prolongado de este proceso ha demostrado la influencia que los cabecillas de las maras siguen manteniendo desde sus celdas, pero ha suscitado muchas dudas en torno a los verdaderos motivos que se ocultan tras la voluntad de los jefes de las bandas de mantener el cese de los asesinatos y las concesiones del Gobierno

Por Eva Saiz

El 14 de marzo de 2012 el diario El Faro publicó una investigación en la que detallaba el inicio de diálogos entre el Gobierno de El Salvador y los líderes de las maras más violentas del país, la mara 13, conocida como MS-13 o mara Salvatrucha, y la mara del Barrio 18. Las expectativas de que de esas conversaciones se pudiera labrar una tregua duradera eran escasas. Un año después, los asesinatos han descendido drásticamente -pasando de 14 homicidios diarios a cinco-, pero las extorsiones en los barrios dominados por las bandas continúan. Esta circunstancia, unida a la opacidad de un proceso, dirigido por los líderes de las maras desde las cárceles en las que están presos, y que se ha hurtado a la sociedad civil y política, hace a los expertos y observadores ser bastante escépticos ante el éxito final de la tregua.
“Ahora mismo la tregua pertenece a las maras y es necesario que el liderazgo de este proceso se traslade a la calle, que esté encabezado por los políticos y que se involucre el sector privado y la sociedad civil”, explicó Héctor Silva Ávalos, periodista y antiguo jefe adjunto de Misión en la Embajada de El Salvador en Washington, durante un encuentro para tratar de las consecuencias del año de tregua entre las maras en el país centroamericano organizado este viernes por la Oficina de Washington para América Latina (WOLA). Silva denuncia la fragilidad de una tregua que está liderada desde las cárceles por “asesinos” que imponen sus condiciones para garantizar, a cambio, la ausencia de homicidios, pero que no ha logrado reducir el miedo en las calles, ya que las desapariciones y la extorsión a las familias continúan vigentes.
Con 66 homicidios por cada 100.000 habitantes, según datos de Naciones Unidas, El Salvador es el país más violento del mundo, por detrás de Honduras. Las maras son responsables del 90% de esos asesinatos. La historia de la violencia en El Salvador está vinculada al auge del crimen organizado y del poder de las maras. La política de mano dura impuesta en 2004 no hizo sino aumentar la brutalidad indiscriminada del conflicto y el número de reclusos en unas cárceles con condiciones infrahumanas que, paradójicamente, se convirtieron en focos para la captación de nuevos mareros.

Hace un año, un pacto entre los líderes de la MS-13 y la mara del Barrio 18 encarcelados, promovido por el obispo castrense Fabio Colindres, y Raul Mijango, exguerrillero del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y antiguo asesor del Ministro de Seguridad salvadoreño, suscitó la atención internacional. Lo prolongado de este proceso -”en general las treguas suelen durar dos meses y les suceden períodos de una mayor intensidad de violencia”, explicó Edward Maguire, profesor del Departamento de Justicia y Sociedad de la American University- ha demostrado la influencia que los cabecillas de las maras siguen manteniendo desde sus celdas, pero ha suscitado muchas dudas en torno a los verdaderos motivos que se ocultan tras la voluntad de los jefes de las bandas de mantener el cese de los asesinatos y las concesiones del Gobierno.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, insiste en que su Administración no está participando en las negociaciones con criminales, pero el artículo de El Faro asegura que, a cambio de la tregua, los líderes de las maras han exigido mejoras en sus condiciones en prisión y un relajamiento de la política de mano dura. Los principales cabecillas de la MS-13 y del Barrio 18 se han beneficiado de regímenes penitenciarios menos severos. Este tipo de claudicación, más enfocada en aliviar la dureza de la situación carcelaria de los miembros de las maras que en aprovechar la oportunidad de la tregua para poner en marcha políticas educativas y de reinserción que cambien el trasunto social que subyace tras la violencia callejera, es lo hace recelar a la sociedad salvadoreña, al sector empresarial del país e incluso a los donantes extranjeros, de la viabilidad y la eficacia del proceso de diálogo.
 “El problema de El Salvador no es tanto que los miembros de las bandas no quieran integrarse en la sociedad, sino que esa sociedad quiera hacerles un hueco”, explicó Alys Willman, del Banco Mundial. Willman alerta de la ausencia de control por parte del Gobierno salvadoreño a la hora de coordinar los fondos que los donantes internacionales e inversores nacionales destinan a proyectos de integración y de la falta de coordinación entre los distintos ministerios para priorizar y gestionar los programas de Prevención y Seguridad que han implementado. “Sólo el 3% de todo el presupuesto de Seguridad se destina a la prevención, mientras que el 45% va dirigido a la Policía”, señala.

La disminución del índice de homicidios ha supuesto un respiro para la sociedad salvadoreña, pero en absoluto ha eliminado el miedo en las calles. “Sigue la extorsión y saben que el mismo poder de la palabra que ha dado lugar a la tregua puede ponerle fin”, señala Silva. Pese al escepticismo, existe un cierto consenso a la hora de concluir que este proceso de diálogo es una oportunidad para poder poner los cimientos a una paz social duradero, pero para ello es necesario que la tregua salga de las rejas en las que nació y que sea asumida por los jóvenes líderes que están en los barrios “y que son un referente en sus comunidades”, así como por la sociedad civil y los políticos.
“El problema es que ahora mismo no existe un plan alternativo al actual ni un liderazgo político capaz de polarizar la tregua”, se lamenta Silva. Este año hay elecciones en El Salvador y el diálogo entre y con las maras será uno de los temas de la campaña. El resultado electoral puede quebrar este frágil armisticio. “Si gana la derecha y vuelve la política de la mano dura, es probable que la tregua no se mantenga”, vaticina Silva.

sábado, 26 de enero de 2013

Traducción del documento del Departamento de Estado de advertencia para viajar a El Salvador


Tomado de Travel.state.gov
Traducción libre Por Luis Montes Brito
Escudo del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, dependencia responsable de emitir y difundir las advertencias de viaje a sus ciudadanos. 


Las advertencias de Viaje se publican cuando en el largo plazo, las condiciones que hacen que un país sea peligroso o inestable se prolongan. El Departamento de Estado recomienda que los estadounidenses eviten o consideren el riesgo de viajar a ese país. Una advertencia de viaje también se emite cuando la capacidad del Gobierno de los EE.UU. para ayudar a los ciudadanos estadounidenses está limitada debido al cierre de una embajada o consulado o debido a una reducción de su personal. Los países que figuran a continuación cumplen esos criterios.

El Salvador    01/23/2013
Algeria    01/19/2013

Mali    01/18/2013

Niger    01/16/2013
Kenya    01/14/2013
Libya    01/02/2013
Haiti    12/28/2012
Somalia    12/26/2012
Nigeria    12/21/2012
Iran    12/07/2012
Mauritania    11/30/2012
Eritrea    11/29/2012
Chad    11/21/2012
Honduras    11/21/2012
Mexico   11/20/2012
Yemen   11/19/2012
Saudi Arabia   11/19/2012
Cote d'Ivoire   11/16/2012
Burundi    11/08/2012
Tunisia    10/19/2012
Colombia    10/03/2012
Pakistan    09/19/2012
Lebanon    09/17/2012
Sudan    09/15/2012
Republic of South Sudan   09/10/2012
Guinea    09/07/2012
Syria    08/28/2012
Iraq    08/09/2012
Afghanistan    06/27/2012
Philippines    06/14/2012

Traducción del documento emitido por el Departamento de Estado advirtiendo a sus ciudadanos sobre viajar a El Salvador 

Responsable de la traducción Luis Montes Brito


EL SALVADOR
Departamento de Estado de EEUU.
Oficina de Asuntos Consulares

El Departamento de Estado ha emitido esta advertencia de viaje para informar a los ciudadanos de Estados Unidos sobre la situación de seguridad en El Salvador.

Decenas de miles de ciudadanos estadounidenses visitan El Salvador cada año para estudiar, hacer turismo, negocios y hacer voluntariados. Sin embargo, el crimen y la violencia son problemas graves en todo el país. En 2011, El Salvador tenía la segunda tasa más alta de homicidios en el mundo: 71 por cada 100.000 personas (en comparación, la tasa de homicidios en Massachusetts, con una similar extensión territorial y población, fue de 2,6 por 100.000). En 2012, una tregua entre las dos principales pandillas callejeras de El Salvador ha contribuido a un descenso en la tasa de homicidios. Sin embargo, la sostenibilidad de la declinación no es clara, la tregua tuvo poco impacto en robos, asaltos y otros delitos violentos. La mayoría de estos crímenes quedan sin resolver. En marzo de 2012, como resultado de una revisión administrativa de la situación de seguridad, el Cuerpo de Paz El Salvador redujo sustancialmente el número de sus voluntarios en el país.

Los ciudadanos estadounidenses no parecen ser seleccionados <por los criminales> en función de su nacionalidad. Sin embargo, 22 ciudadanos estadounidenses han sido asesinados en El Salvador desde enero de 2010. Durante el mismo período, 230 ciudadanos de Estados Unidos reportaron que sus pasaportes fueron robados.

Robos a mano armada de los escaladores de montañas y excursionistas en los parques nacionales de El Salvador son comunes,  <nuestra> Embajada recomienda contratar los servicios de un guía local certificado por la autoridad nacional de turismo local o al ir de excursión en las zonas rurales al interior del país, incluso dentro de los parques nacionales. En 2000, la Policía Nacional Civil (PNC) estableció un grupo especial de policía turística (Politur) para proporcionar seguridad y ayuda a los turistas, así como la protección del patrimonio cultural de El Salvador. (La  Politur) Cuenta con agentes ubicados en 19 destinos turísticos.

La mayoría de los delitos graves no son resueltos, sólo cinco de los 22 asesinatos cometidos en contra de ciudadanos EE.UU. desde enero de 2010 han resultado en condenas. El Gobierno de El Salvador no cuenta con recursos suficientes para la investigación y procesamiento de los casos para prevenir el crimen violento. La PNC aún se está desarrollando en una policía moderna y eficaz que pueda proteger al público. Aunque varias de las unidades de investigación de la PNC han demostrado un futuro prometedor, las técnicas rutinarias de patrullaje a pie de las calles, la lucha contra las pandillas y los esfuerzos de eliminación del crimen son limitados.

Las organizaciones delictivas transnacionales realizan acciones ilegales en todo el país: narcotráfico, tráfico de armas y otras actividades, uso de violencia para controlar las rutas de tráfico de drogas y llevar a cabo otras actividades delictivas. Otros criminales, actuando en forma individual y en las pandillas, cometen delitos como asesinatos a sueldo, robo de autos, extorsión, robo a mano armada, violaciones y otras agresiones graves. El Salvador, un país de cerca de seis millones de habitantes, tiene cientos de bandas callejeras conocidas las cuales totalizan más de 20.000 miembros. Las pandillas y otros elementos criminales deambulan libremente día y noche, dirigiendo los robos a las zonas ricas, los pandilleros recurren fácilmente a la violencia si las víctimas se resisten.

La extorsión es un delito particularmente grave y común en El Salvador. Muchos intentos de extorsión no son más que llamadas en frío al azar que se originan a partir de pandilleros (que están) presos quienes utilizan teléfonos celulares, las posteriores amenazas contra la víctima se realizan a través de la ingeniería social y/o a través de la información obtenida acerca de los familiares de la víctima. Los ciudadanos estadounidenses que visitan El Salvador durante períodos prolongados pueden tener un mayor riesgo de demandas de extorsión. La extorsión alcanzó su pico más alto hace unos años, ha disminuido en los últimos dos años, sin embargo, informes recientes indican que hay un aumento en el nivel de violencia asociado con casos de extorsión, incluyendo informes periodísticos sobre las víctimas de extorsión y el asesinato de testigos.  Los intentos de extorsión pueden ser de naturaleza transnacional y pueden incluir el secuestro de las víctimas. Por ejemplo, en 2011, un ciudadano de EE.UU. de 2 años de edad fue secuestrado de la casa de sus abuelos en El Salvador por 8 a 10 hombres armados. El rastreo del rescate exigido a los miembros de la familia en El Salvador y en Estados Unidos condujo hasta una prisión local salvadoreña utilizada exclusivamente para encarcelar a miembros de pandillas.

Los ciudadanos estadounidenses deben estar alerta de sus alrededores en todo momento, especialmente al entrar o salir de sus casas u hoteles, coches, garajes, escuelas y lugares de trabajo. Siempre que sea posible, viajar en grupos de dos o más personas. Evite usar prendas de valor y no mostrar o llevar consigo grandes sumas de dinero en efectivo, tarjetas de cajero automático / crédito u otros objetos de valor. En la mayoría de las áreas de El Salvador evite transitar de noche, caminar solo cerca de las playas, ruinas históricas o senderos. Los incidentes de crimen a lo largo de las carreteras, incluyendo robos de auto, son comunes. Los automovilistas deben evitar viajar de noche, conduzca siempre con las puertas cerradas para impedir potenciales robos en los semáforos y en las congestionadas calles céntricas. Es riesgoso y no es recomendable viajar en transporte público, especialmente los autobuses, tanto dentro como fuera de la capital. La Embajada aconseja a los visitantes oficiales y demás personal evitar el uso de microbuses, buses regulares, así mismo recomienda utilizar sólo los taxis contactados por compañías a través de radio o aquellos estacionados en frente de los hoteles más importantes.

La ubicación y el tiempo de la actividad criminal es impredecible. Se recomienda a todos los viajeros tener precaución al viajar a cualquier parte de El Salvador. Sin embargo, ciertas áreas del país muestran niveles más altos de actividad criminal que otros.  Los "departamentos" salvadoreños (una designación geográfica similar a los estados de EE.UU.) con las tasas más altas de homicidio sobre el promedio nacional son:

La Paz
La Unión
Santa Ana
San Miguel
San Salvador
San Vicente
Sonsonate

Adicionalmente, los siguientes municipios experimentan altos niveles crónicos de reportes de actividad criminal:

Acajutla / Metalío
Apopa
Ilopango
La Libertad
La Unión / Tamarindo Playas
Lourdes-Colon
Mejicanos
San Francisco Gotera
San Miguel
Santa Rosa de Lima
Soyapango

Para obtener más información detallada acerca de la seguridad personal, por favor consulte la información del Departamento de Estado Específica del País para El Salvador. Para obtener la información de seguridad más reciente, los ciudadanos estadounidenses que viajan al extranjero deben revisar constantemente el sitio web de la Oficina de Asuntos Consulares, donde se encuentra el documento de Precaución Mundial, Advertencias de Viaje y Alertas de Viaje pertinentes. A los Ciudadanos estadounidenses que viven o viajan en El Salvador se les recomienda altamente inscribirse en el  Programa de Inscripción de Viajero Inteligente (STEP) del Departamento de Estado para obtener información actualizada sobre viajes y seguridad dentro de El Salvador.

La Embajada se encuentra ubicada en: Final Boulevard Santa Elena Sur, Urbanización Santa Elena, Antiguo Cuscatlán, La Libertad, y se puede contactar por teléfono al 011-503-2501-2999 o por fax al 011-503-2278-5522. Para emergencias después de horas hábiles, llame por favor al 011-503-2501-2253. American Services La oficina de la Embajada de Servicios de Ciudadanos estadounidenses (ACS) puede contactarse directamente por fax al 011-503-2501-6020 o por correo electrónico a ACSSanSal@state.gov

Los viajeros pueden inscribirse en la Sección Consular de la Embajada de EE.UU. en San Salvador, a través del Smart Traveler Enrollment Program (STEP). Los viajeros pueden obtener información al día sobre las condiciones de seguridad llamando al 1-888-407-4747 gratis en los Estados Unidos o fuera de los EE.UU. y Canadá al número 1-202-501-4444. Para obtener información sobre la delincuencia en general y las cuestiones de seguridad, los ciudadanos estadounidenses también deben consultar a la Embajada de EE.UU. en El Salvador. Manténgase al día visitando el sitio Web de Relaciones Exteriores de nuestra Oficina Consular, el cual contiene Advertencias de Viaje y Alertas de Viaje, así como llamadas de precaución para todo el mundo. Síguenos en Twitter y la página de la Oficina de Asuntos Consulares en Facebook. También para tener información a su alcance sobre el viaje puede descargar nuestra aplicación gratuita viajero inteligente, disponible a través de iTunes y para el mercado de Android.