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domingo, 17 de marzo de 2013

El Servicio militar obligatorio para las mujeres en Israel


Tomado de esglobal
(foreign policy en español)

MUJERES ISRAELÍES EN COMBATE

Las mujeres en las unidades del Ejército de Israel.

Por Ana Garralda

Israel es que es el único país del mundo en el que las mujeres realizan el servicio militar obligatorio. Para ellas dura dos años frente a los tres que deben realizar los hombres. Una vez terminado, ellos prestan además un servicio de reserva anual de hasta 54 días -ampliables en el caso de los oficiales- hasta cumplir incluso los 49 años. En el caso de las mujeres, este servicio es de carácter voluntario. 
Y esto es así desde casi la misma fundación del Estado e inmediata guerra de la independencia en 1948. Durante los casi dos años de conflicto las mujeres engrosaron sobretodo las filas de las brigadas de infantería (dada la falta de efectivos), pero tras la guerra se prohibió su participación en el frente, limitando su presencia a puestos de administración tales como contables, secretarias o telefonistas.

A día de hoy, la mujer se encuentra perfectamente integrada en sus Fuerzas Armadas israelíes, en las que representa el 33% del total de soldados y el 51% de los oficiales de reemplazo (estos porcentajes descienden hasta el 20% en el ejército profesional). Ya no sólo desempeña labores administrativas, de seguridad estática, logísticas o sanitarias, sino que también participa en unidades de combate. Mientras que en su reciente despedida el hasta hace poco Secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, revocó la prohibición de servicio de la mujer en unidades de combate dentro del Ejército de EE UU, en el caso de Israel, su Ejército lo lleva haciendo desde 1985. En este caso el alistamiento es voluntario, y requiere tres años de mili, es decir, el mismo periodo que, por ley, realizan los hombres. Además, se comprometen a un servicio de reserva de un mes al año hasta cumplir los 38, incluso en el caso de casarse y tener hijos.

En cuanto al pilotaje de combate, el acceso de la mujer tiene lugar desde que en 1995 la famosa olim (nueva inmigrante) surafricana Alice Miller ganara la demanda que interpuso ante el Tribunal Supremo de Israel, que dictaminó que aquellas mujeres que demostraran las aptitudes necesarias y superaran las pruebas físicas correspondientes tenían tanto derecho a ser pilotos de combate como cualquier hombre. En base a esta jurisprudencia, la Ley del Servicio Militar incorporó una enmienda en 2000 según la cual el Tsahal (acrónimo de las Fuerzas armadas en hebreo) debía promover la total igualdad de género.

La puerta abierta por Alice Miller permitió que la teniente Roni Zuckerman se convirtiera en la primara piloto de combate en 2001. A partir de ahí otras mujeres siguieron su ejemplo y en la última ceremonia de graduación de pilotos de las Fuerzas Aéreas fueron cinco las que se colgaron las alas en el uniforme. Otros casos llamativos son los de la Capitán Yifat (su nombre completo no se hizo público por razones de seguridad), que se convirtió en la primera subcomandante de un escuadrón de cazabombarderos a finales de 2007, y el de Orna Barbivai, la primera mujer en ascender todos los peldaños del escalafón militar y obtener el rango de general en octubre de 2011.

Vigilancia fronteriza 

El grave incidente acaecido en agosto de 2011 –en que una célula yihadista perpetró un ataque múltiple cerca del enclave turístico de Eilat, causando la muerte a ocho israelíes y provocando luego la de cinco guardias de fronteras egipcios en la posterior persecución por parte israelí en territorio egipcio, lo que provocó tensión diplomática– llevó alTsahal a desplegar unas nuevas unidades de inteligencia de combate.

Lo más llamativo es que algunas de estas unidades están formadas exclusivamente por mujeres jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años. Según demuestran estudios psicológicos internos realizados en el seno del propio Tsahal, a la misma edad que sus compañeros hombres, las féminas demuestran una mayor capacidad de concentración y observación. Esto las hace idóneas, de acuerdo a algunos mandos, para las largas y tediosas tareas de vigilancia, con  lo que nutren las unidades acantonadas en las fronteras con Egipto, Jordania, Siria y Líbano.

Por ejemplo, en la frontera con el Sinaí se esconden bajo tiendas de camuflaje con forma de duna, prácticamente imperceptibles a primera vista, pudiendo llegar a permanecer apostadas y casi inmóviles hasta 72 horas para así minimizar la posibilidad de ser detectadas por aquellos que pretenden cruzar la frontera. Agrupadas en patrullas de entre seis y ocho miembros, y haciendo uso de sofisticados sistemas de detección y de comunicaciones, su principal función es la de informar a las unidades de combate acantonadas en la zona de cualquier movimiento sospechoso que perciban.

También son muchas las que operan las cámaras y otros sistemas de detección instalados en la barrera de separación de Cisjordania (que en un 90% de su trazado toma forma de verja inteligente y en el otro 10% de muro de hormigón de entre 8 y 10 metros de altura).

Unidades de combate
Desde 2008, en que la llamada “Comisión Segev” (en relación con el nombre del oficial que la dirigió) presentó sus conclusiones al Jefe del Estado Mayor del Tsahal, abogando por la total igualdad en derechos y obligaciones entre hombres y mujeres dentro de la carrera militar, éstas han ido tomando gradualmente una mayor relevancia. Dicha comisión recomendó hacer más difícil todavía la exención de la mujer del servicio militar donde se contemplan cuotas para quienes alegan motivos familiares o religiosos -hasta un 40% llegan a acogerse a esta causa, según un estudio publicado en 2010 por el Instituto de Estudios de Mercado de Jerusalén-.

Durante el pasado año unas 1.500 mujeres se incorporaron a las diferentes unidades de combate, participando en todo tipo de labores. Entre estas unidades de combate destaca el batallón mixto “Caracal”, una de cuyas integrantes logró abatir a un yihadista en septiembre de 2012, después de que éste dispara a un compañero que estaba prestando ayuda humanitaria a un grupo de inmigrantes ilegales que intentaban cruzar a Israel. Este batallón es el encargado de intervenir en el caso de que sus compañeras de inteligencia hayan detectado algún movimiento sospechoso en la frontera, tanto en la de Egipto como en la de Jordania (dejando por el momento las de Líbano y Siria al cargo de unidades de combate masculinas).

Asimismo, las mujeres participan en labores de guerra electrónica, desempeñando un importante papel en uso de la informática y las comunicaciones, de cara a neutralizar los sistemas del enemigo (como debió ocurrir con los radares sirios a finales del pasado mes de enero cuando las Fuerzas Aéreas israelíes supuestamente atacaron varios objetivos en el país vecino). También en labores de artillería, siendo capaces de operar sistemas MLRS (Multiple Launch Rocket System) en funciones ofensivas y las baterías de cohetes anti-misiles que forman parte de la llamada “Cúpula de Hierro”, que tan buenos resultados dio durante la pasada operación “Pilar Defensivo” a la hora de interceptar los cohetes lanzados por las milicias palestinas desde la Franja de Gaza.

Otro ámbito de actuación femenina es el Batallón 76 del Cuerpo de Ingenieros con capacidades de lucha NRBQ (Nuclear, Radiological, Biological, Chemical), que tendría una importancia fundamental en el caso de que Israel fuera objeto de un ataque con este tipo de armas no convencionales, fuera por parte de un ejército enemigo o una organización terrorista. Y también lo hacen como adiestradoras en la unidad canina militar, conocida como Oketz, en la que los perros son preparados para la detección de explosivos y drogas, así como para el apoyo a las unidades de intervención en operaciones de búsqueda y captura de sospechosos. Estas unidades caninas son también reconocidas internacionalmente por haberse desplazado con inmediatez para realizar labores de rescate en países castigados por diversas catástrofes naturales.

lunes, 4 de febrero de 2013

El francotirador más eficaz del ejército EEUU es eliminado por fuego amigo


Tomado de El País

Fotografía tomada de facebook del muro del laureado héroe EEUU

Un marine mata al francotirador más letal del Ejército de EEUU

Por Yolanda Monge

 Chris Kyle, 38 años, resultó muerto el pasado sábado en Tejas por los disparos de un marine en la reserva al que ayudaba en su incorporación a la vida civil


El Pentágono acredita a Chris Kyle con 150 muertes aunque él en su libro las eleva a casi 250 -una de ellas a casi dos kilómetros de distancia-, lo que le convierte en el francotirador más letal de la historia de EEUU, tras superar a Adelbert Waldron, con 109 muertes en Vietnam. Tras servir a su país destacado cuatro veces seguidas en la guerra de Irak como un miembro de los elitistas Navy Seals, Kyle cayó abatido por las balas de un marine en la reserva este fin de semana en un campo de tiro de Tejas.

Los motivos de la muerte de Kyle, de 38 años, y su íntimo amigo Chad Littlefield, de 35, siguen siendo un misterio para la policía local, que tiene detenido al joven de 25 años Eddie Ray Routh acusado de ambos homicidios. Según el informe policial, los tres hombres llegaron el sábado por la tarde al campo de tiro de Glen Rose – a unos 60 kilómetros al sureste de Fort Worth- para practicar durante un rato. Dos horas más tarde, una llamada alertó a la policía, que acudió al lugar y encontró los cadáveres de Kyle y Littlefield. Routh había huido en la furgoneta de Kyle, pero las autoridades locales le arrestaban poco después, tras una persecución, cerca de su casa en Lancaster, al sureste de Dallas.

Kyle fue apodado por la insurgencia iraquí como el diablo de Ramadi y se puso precio a su cabeza por 80.000 dólares. Tras abandonar las Fuerzas Armadas para dedicarse a su familia –deja esposa y dos hijos pequeños-, Kyle decidió crear su propia empresa de entrenamiento para misiones de riesgo así como una fundación para proveer ayuda psicológica a los veteranos de guerra. Kyle consideraba que el ejercicio y la camaradería entre antiguos colegas de filas ayudaban a los exmilitares a reincorporarse a la vida civil y lidiar con el estrés postraumático que deja la guerra.

Según la policía, se cree que en la tarde del sábado Kyle se había reunido con Routh precisamente para darle apoyo, ya que desde que dejó los marines no había encontrado empleo y en su expediente existe una detención por conducir borracho.

Kyle había sido condecorado con dos estrellas de plata y cinco estrellas de bronce al valor. Animado por otros compañeros Navy Seals que habían contado su historia, Kyle decidió publicar un libro cuya salida al mercado el año pasado fue todo un éxito. En American Sniper, Kyle relata su momento más difícil a las dos semanas de llegar a Irak. Tras enfocar su mirilla telescópica se encontró con un objetivo que no esperaba: tenía en su punto de mira a una mujer con un niño en un brazos y una granada en una mano, dispuesta a lanzarla contra una patrulla de soldados de EEUU. Primero dudó, relata Kyle en el libro. Luego disparó. “Era mi deber disparar y no me arrepiento”.

miércoles, 23 de enero de 2013

La guerra de guerrilla y algunos de sus mitos


Tomado de The Wall Street Journal
 Che Guevara

 Los mitos de la guerrilla

Por Max Boot

Para un estudiante de la historia militar, el aspecto más asombroso de la actual coyuntura internacional es la ausencia de un conflicto donde se enfrenten dos fuerzas armadas uniformadas. El último fue una breve escaramuza entre Rusia y Georgia en 2008. En la actualidad, el fantasma de la guerra convencional, que ha dominado la imaginación de Occidente desde los días de los hoplitas griegos casi ha desaparecido.
El mundo, sin embargo, dista de haber alcanzado la paz. Argelia combate a quienes secuestraron a un grupo de personas en una planta gasífera. Francia lucha contra islamistas extremistas en Malí. Israel enfrenta a Hamas. Estados Unidos y sus aliados combaten a los talibanes en Afganistán, mientras que en Siria, el presidente Bashar Al-Assad pelea contra los rebeldes que tratan de derrocarlo. Colombia sigue confrontando, y negociando, con las Farc, al paso que México lucha contra las bandas de narcotraficantes. Eso sin olvidar a los países africanos que pelean contra el Ejército de Resistencia del Señor.
Son guerras sin frentes de batalla, sin fechas de inicio ni fin claramente definidas. Son conflictos enredados y sangrientos en los que los atacantes, a menudo sin uniformes, realizan emboscadas y atacan a la población civil. Se trata, en suma, de guerras de guerrillas y son mortales. Más de 60.000 personas han muerto desde 2011 solamente en Siria, según la Organización de Naciones Unidas. Casi 50.000 han perecido en la guerra contra las drogas en México desde 2006. Las guerras civiles africanas han cobrado cientos de miles de vidas. Los últimos 10 años han sido testigo de atentados terroristas sin precedentes, desde los ataques del 11 de septiembre hasta los bombardeos suicidas en Irak. Para entender la realidad actual, hay que entender a las guerrillas y las organizaciones terroristas que son sus parientes cercanos.
Fidel Castro da instrucciones de tiro en Sierra Maestra, Cuba.

Por desgracia, nuestra ignorancia sobre la guerra de guerrillas es profunda, pese a que nos vemos enredados cada vez más en esta clase de conflictos. Contrario a lo que muchos creen, ni el Che Guevara, ni Mao Zedong inventaron la guerra de guerrillas y el terrorismo es mucho más antiguo que los Juegos Olímpicos de Berlín en 1972. La insurgencia tampoco es, como algunos han sugerido, un tipo de guerra "oriental", algo que a los occidentales les cuesta entender.
Un examen del extenso historial de la guerra de guerrillas no sólo desempolva numerosos personajes interesantes y medio olvidados, sino que echa por tierra muchos mitos y nos permite abordar el tema de seguridad más apremiante de nuestra época. A continuación, las lecciones que debemos aprender, pero no hemos aprendido, de la historia de la guerra de guerrillas.
1. La guerra de guerrillas no es nueva. La guerra tribal, en la que una fuerza guerrillera se enfrentaba a otra, es tan antigua como la humanidad. Una nueva modalidad de la guerra de guerrillas, en la que un grupo subversivo luchaba contra un ejército convencional es solamente un poco más reciente: se originó en la Mesopotamia hace 5.000 años. Denominar a la guerra de guerrillas "irregular" o "no convencional" es entender el concepto al revés: es la norma del conflicto armado.
Muchas de las actuales fronteras y formas de gobierno en el mundo fueron determinadas por batallas entre ejércitos y grupos insurgentes. El Reino Unido, por ejemplo, fue "unido" cuando los ingleses derrotaron a movimientos guerrilleros escoceses e irlandeses centenarios. El repliegue del imperio británico fue en parte el resultado de una resistencia armada exitosa de grupos insurgentes, desde el Ejército Republicano Irlandés en los años 20 hasta los sionistas en los años 40. Incluso antes, la guerra librada por los colonos estadounidenses, algunos de los cuales peleaban como guerrilleros, formaron EE.UU., que alcanzó sus actuales fronteras al librar una guerra implacable contra los insurgentes indígenas del país.
Cuesta pensar en cualquier país en el mundo que se haya salvado de los estragos provocados por la guerra de guerrillas, al igual que cuesta pensar en cualquier organización militar que no haya dedicado una parte considerable de su energía a combatir las guerrillas.
2. La lucha guerrillera es la forma de conflicto universal elegida por los débiles, no una forma de guerra "del oriente". Gracias en mayor parte al éxito de los comunistas chinos y vietnamitas para tomar el poder en el siglo XX, hubo una tendencia a presentar las tácticas guerrilleras como la expansión de Sun Tzu y otros filósofos chinos que supuestamente se enfrentaron a las tácticas convencionales adoptadas por próceres occidentales como Carl von Clausewitz.
En realidad, los antiguos ejércitos chinos e indios eran tan enormes y convencionales en su orientación como las legiones romanas. No fueron los chinos los que eran culturalmente proclives a la guerrilla sino más bien sus enemigos nómadas.
Pero incluso poblaciones tribales como la turca, árabe y mongola, quienes usaron tácticas de guerrilla en su ascenso al poder, recurrieron a ejércitos convencionales para proteger los imperios que tanto les costó ganar. Su experiencia sugiere que son pocos los que eligieron la guerra de guerrillas de forma voluntaria. Es la táctica de última instancia de aquellos que son demasiado débiles para crear ejércitos regulares. Asimismo, el terrorismo es la táctica de última instancia para los que son demasiado débiles para crear movimientos guerrilleros.
3. La guerra de guerrillas ha sido tanto subestimada como sobreestimada. Antes de 1945, el valor de las campañas guerrilleras en general era subestimado, lo que llevó al desastre a oficiales demasiado confiados como George Armstrong Custer en su batalla contra los indígenas estadounidenses en 1874. Debido a que los irregulares se rehúsan a pelear cara a cara, no han recibido el respeto que merecen, a pesar de su capacidad consistente, desde los asaltos bárbaros a Roma, de humillar a los mayores imperios del mundo.
Desde 1945, la opinión ha ido demasiado lejos al otro extremo al considerar que los movimientos guerrilleros son invencibles. Esto se debe en mayor medida al éxito que disfrutaron un puñado de rebeldes como Mao Zedong, Ho Chi Minh y Fidel Castro. Pero estos casos distraen del ignominioso final que tuvieron la mayoría de los insurgentes.
En realidad, aunque las guerrillas a menudo han podido luchar durante años y causar grandes pérdidas a sus enemigos, rara vez han alcanzado sus objetivos. Los terroristas han sido aún menos exitosos.
4. Los insurgentes han tenido más éxito desde 1945, pero siguen perdiendo casi siempre. Según una base de datos que compilé, de 443 insurgencias desde 1775, los guerrilleros tuvieron éxito en 25,2% de las guerras concluidas mientras que los ejércitos oficiales se impusieron en 63,8%. El resto fueron empates.
Desde 1945, la tasa de victorias de los subversivos ha de hecho subido, a 39,6%. Pero las campañas contrainsurgentes vencieron en 51,1% de los casos. Como muchas empresas que empiezan, la mayoría de las organizaciones guerrilleras fracasan.
5. El evento reciente más importante en la guerra de guerrillas ha sido el ascenso de la opinión pública. ¿Por qué las guerrillas se han vuelto más exitosas desde 1945? Gran parte de la explicación se puede encontrar en el poder creciente de la opinión pública, impulsada por la expansión de la democracia, la educación, la tecnología de comunicación, medios masivos y organizaciones internacionales, todos los cuales han socavado la voluntad de los estados para involucrarse en campañas de contrainsurgencia prolongadas, en especial fuera de su propio territorio, y aumentado la capacidad de los insurgentes para sobrevivir incluso después de sufrir reveses.
Un ejemplo ocurrió en la Guerra de Vietnam, donde Estados Unidos fue vencido no porque fue superado en el campo de batalla, sino porque la opinión pública se puso en contra del país. Lo mismo casi ocurrió en Irak en 2007, y puede pasar en Afganistán.
Un miembro de las fuerzas insurgentes de Siria.

6. Pocas campañas de contrainsurgencia han tenido éxito al causar terror en masa. Cuando se enfrentan a enemigos escurridizos, los ejércitos a menudo han recurrido a torturar sospechosos en busca de información, como hizo EE.UU. luego del 11 de septiembre de 2001, y a tomar sangrientas represalias contra los civiles, como están haciendo ahora las fuerzas de Bashar Al-Assad en Siria. Ese tipo de estrategias ha funcionado de vez en cuando (a menudo cuando los rebeldes dejan de recibir apoyo externo), pero con la misma frecuencia ha fracasado.
Incluso en el mundo antiguo, cuando no había activistas de derechos humanos o canales de noticias por cable, los imperios descubrieron que pacificar poblaciones inquietas a menudo involucraba garrote y zanahoria. Hubo beneficios considerables de participar en la Pax Romana, que ganó poblaciones al ofrecer "pan y circo", caminos, acueductos y (lo más importante) seguridad frente a guerrillas y bandidos.
7. "Ganar corazones y mentes" suele tener éxito como estrategia antiguerrilla, pero no es tan emotivo como se suele suponer. El hecho de que EE.UU. y otros estados democráticos no puedan ser tan brutales como regímenes dictatoriales —o más bien, elijan no serlo— no significa que no puedan tener éxito en desactivar insurgencias. Simplemente tienen que hacerlo con un estilo más humano. En Irak en 2007-2008, el general David Petraeus mostró lo exitosa que podía ser una estrategia "centrada en la población", al menos en términos de seguridad reducidos, al enviar tropas a vivir en áreas urbanas y al cortejar tribus sunitas.
El término mejor conocido para esta estrategia es "ganar corazones y mentes", una frase popularizada por el general británico Gerald Templer, quien salvó a Malaya de una insurgencia comunista en la década de 1950. Pero el término es engañoso, ya que sugiere que una campaña de contrainsurgencia intenta ganar un concurso de popularidad. En realidad, el pueblo apoyará al gobierno sólo si es menos peligroso que apoyar a la insurgencia. Por eso las políticas centradas en la población que son exitosas buscan controlar a la gente con un despliegue de fuerzas de seguridad las 24 horas del día, no para ganarse su amor y gratitud al entregar pelotas de fútbol, insumos médicos u otros artículos.
8. La mayoría de las insurgencias son duraderas, los intentos de ganar una victoria rápida podrían resultar contraproducentes. La insurgencia promedio desde 1975 ha durado siete años. La cifra es incluso mayor para movimientos subversivos posteriores a 1945: casi 10 años. La duración de los conflictos de baja intensidad podría ser un motivo de frustración para ambos lados, pero los intentos de reducir el proceso normalmente provocan efectos indeseados. EE.UU. intentó hacer precisamente eso en los primeros años de las guerras de Vietnam e Irak usando su fuerza acostumbrada para cazar a los insurgentes y producir lo que John Paul Vann, un asesor legendario en Vietnam, denominó como "resultados superficiales y rápidos". Fue solo cuando EE.UU. abandonó la esperanza de una victoria fugaz que comenzó a obtener resultados.
Una versión particularmente seductiva de la estrategia de "victoria rápido" es intentar eliminar a los líderes guerrilleros, como EE.UU. e Israel normalmente lo hacen con ataques aéreos contra grupos como al Qaeda y Hamás. Estas estrategias a veces funcionan
Pero existe el mismo número de casos en que los líderes fueron eliminados pero el movimiento prosiguió más fuerte que nunca, como ocurrió con Hezbolá tras la pérdida de su secretario general en un ataque aéreo israelí en 1992. La caza de los cabecillas tiene mayor eficacia cuando se incorpora a un plan más amplio de ataque contra la insurgencia, con el fin de separar a los insurgentes del resto de la población. Si se realizan de forma aislada, estos ataques son prácticamente igual de eficaces que podar el césped: la organización habitualmente se regenera.
9. La tecnología ha tenido relativamente poca importancia en la guerra de guerrillas, aunque eso podría cambiar. Todas las tácticas guerrilleras y terroristas, desde secuestros de aviones y terroristas suicidas hasta el secuestro y emboscadas en carreteras, están diseñadas a socavar las ventajas de armamento de las fuerzas convencionales. En este tipo de guerra, la tecnología vale menos que en los enfrentamientos tradicionales. Ni siquiera la posesión de armas nucleares salvó a la Unión Soviética y a EE.UU. de sufrir derrotas humillantes a manos de las guerrillas. Si la tecnología ha influido en los conflictos de baja intensidad, ha ocurrido con mayor frecuencia en los conflictos sin disparos.
No obstante, el papel de la tecnología destructiva podría crecer en el futuro, si los insurgentes llegan a tener acceso a armas químicas, biológicas o nucleares. Una célula terrorista del tamaño de un pelotón podría contar con mayor capacidad destructiva que un ejército entero de países sin armas nucleares como Brasil o Egipto. Las armas cibernéticas también tienen la habilidad de causar estragos.
Este es un pensamiento aleccionador con el que podemos concluir. Sugiere que en el futuro, la guerra de guerrillas podría causar problemas incluso mayores que en el pasado para los líderes del mundo. Y estos problemas han sido sustanciales, variados y duraderos.
—Boot es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations) y autor del libro 'Invisible Armies: An Epic History of Guerrilla Warfare from Ancient Times to the Present' (algo así como, Ejércitos invisibles: una historia épica de la guerra de guerrillas desde la antigüedad hasta la actualidad), en el que se basa este ensayo.