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domingo, 17 de agosto de 2014

Conociendo un poco más sobre la Gran Muralla China

Tomado de CRI on Line



La Gran Muralla, que se extiende por territorio chino a lo largo de más de 7 mil kilómetros, es la mayor construcción de defensa militar de la antigüedad y la que tardó más tiempo en construirse.


Esta colosal muralla empezó a levantarse en el siglo 9. Los pueblos que dominaban las planicies centrales, es decir, las cuencas central e inferior del Río Amarillo, decidieron defenderse de los ataques de los pueblo del norte con una muralla que uniera los muros, las almenaras y los castillos situados a lo largo de la frontera y desde la que pudieran vigilar los movimientos del enemigo. En el periodo de Primavera y Otoño y en el de los Estados Combatientes, entre los años 700 y 221 antes de nuestra era, los señores feudales vivieron enzarzados en guerras interminables por lograr la hegemonía. Los señores más poderosos se defendían unos de otros con murallas que levantaban aprovechando los accidentes geográficos de las zonas fronterizas. Después del 221 de antes de nuestra era, año en que Qinshihuang, primer emperador de la dinastía Qin, unificó China, se enlazaron los muros ya existentes. La formidable barrera defensiva así formada, que cruzaba las montañas de la frontera septentrional, sirvió para rechazar los ataques de la étnias nómadas montadas a caballo, provenientes de la estepas mongolas. En aquel entonces, la longitud de la Gran Muralla ya superaba los 5 mil kilómetros. La dinastía Han, sucesora de la Qin, la alargó hasta más de 10 mil kilómetros. En los más de 2000 años siguientes, la longitud total de los diferentes tramos de la Gran Muralla llegó a superar los 50 mil kilómetros, longitud suficiente para dar una vuelta a la Tierra.



Cuando hoy en día hablamos de la Gran Muralla, solemos referirnos a la construida durante la Dinastía Min (1368-1644). Empieza en el Paso de Jiayu, en la provincia occidental de Gansu, atraviesa 9 provincias, municipios y regiones autónomas, y termina a orillas del río Yalu, en la provincia nororiental de Liaoning. Su longitud es de 7,300 kilómetros, o sea, 14 mil li, de ahí que también se la conozca como Gran Muralla de 10 mil li.

En la construcción de esta muralla gigantesca, que desde lejos parece una larga serpiente que sube y baja, se aprovecharon las afiladas crestas de las montañas y los abruptos precipicios. En las antigüedad, escalar por montañas tan escarpadas hasta el pie de la muralla sin ningún apoyo resultaba casi imposible para la parte atacante.


La muralla, levantada con ladrillos enormes, mampuestos, loess y piedra machacada, tiene una altura de unos 10 metros. La anchura de su parte superior oscila entre los 4 y 5 metros, lo que permitía el paso simultáneo de 4 soldados a caballo y facilitaba tanto los movimientos de las unidades de combate como el transporte de cereales y armas. Dentro de la muralla había escaleras y pasillos que llevaban a las puertas, por lo que subir y bajar resultaba muy fácil. La muralla estaba jalonada por torres que se utilizaban para almacenar armas y cereales, para el descanso de los soldados y como refugio en tiempo de guerra. Asimismo, se utilizaban como almenaras para alertar de la presencia del enemigo con señales de humo o fuego.


Como es natural, hoy en día la Gran Muralla ya no cumple ninguna función militar. Pero su imponente arquitectura ha conquistado y sigue conquistando el corazón de mucha gente.

La belleza de la Gran Muralla se manifiesta en su majestuosidad, su solidez, su grandeza y su naturalidad.

Vista desde lejos, la alta muralla se extiende por las crestas de las cadenas montañosas trazando claramente la silueta de un gigantesco dragón volante; vista de cerca, se percibe el poderoso atractivo de su fabuloso bosquejo, formado por imponentes pasos, muros que parecen avanzar en zigzag y, plataformas altas y abruptas, atalayas en los rincones y torres almenaras.


Al valor histórico y cultural de la Gran Muralla se añade su valor turístico. Los chinos solemos decir: "Quien no ha subido a la Gran Muralla no es una persona de verdad". Los turistas, sean chinos o extranjeros, se sienten orgullosos de haber subido a la Gran Muralla. Los numerosos jefes de Estado y de Gobierno que han visitado China no constituyen una excepción. Varios tramos bien conservados se han convertido en puntos de gran interés turístico, que todos los años atraen a miles y miles de visitantes. Entre los más conocidos destacan el Paso de Badaling, la Plataforma de Shimatai, Mutianyu, el Paso de Shanhaiguan, conocido también como Primer paso de China, y el Paso de Jiayuguan, en el extremo occidental de la Gran Muralla.

La Gran Muralla, cristalización de la sabiduría, la laboriosidad, la sangre y el sudor de millones de trabajadores de la antigua China, ha sobrevivido dignamente más de mil años de vicisitudes. Su perpetua marcialidad y su eterno atractivo se han convertido en símbolo del espíritu de la nación china. Desde 1987, la Gran Muralla figura entre los bienes considerados parte del patrimonio mundial.

sábado, 16 de agosto de 2014

Canal de Panamá celebra 100 años de operaciones

Tomado de RFI 
Panamá celebra el centenario de su Canal
El 15 de agosto de 1914, un barco, el Ancón, cruzaba por primera vez la ruta que, tras fracasar los franceses, abrió Estados Unidos a lo largo de 80 km en lo más estrecho de la geografía de América: el viejo sueño de unir los océanos Pacífico y Atlántico se hacía realidad. Hoy pasa por ahí el 5% del comercio marítimo mundial.
Para Panamá el Canal significó progreso. Salir de ser una provincia (colombiana) olvidada a un Estado independiente que podía escoger su futuro (...) Su aporte al comercio en la época fue definitivo (y) la ampliación es lo que hoy queremos ofrecer al mundo”, declaró a AFP el administrador de la ruta, Jorge Quijano.

Unos 14.000 barcos al año, principalmente de Estados Unidos, China, Chile y Japón, cruzan de océano a océano cargados de mercancías, petróleo, autos, granos o pasajeros, en una ruta que toca 1.700 puertos en 160 países. Evitando miles de kilómetros hasta Cabo de Hornos, el canal panameño transformó la navegación y comercio mundial: redujo distancias, tiempos y costos del transporte de mercancía entre los centros de producción y consumo.

Primero permitió a Estados Unidos mover su flota militar y el comercio entre sus costas este-oeste, después favoreció a Europa y Asia en los años 50 y 60 cuando Japón devino potencia industrial, en los últimos 25 años empujó la puerta del mercado de Latinoamérica y desde 2001 el de China.

“A 100 años el Canal se maneja como un reloj. Los panameños sentimos una responsabilidad frente al mundo, por eso debe modernizarse para ajustarlo al comercio internacional”, comentó a AFP el analista Ebrahim Asvat.

La expansión, por 5.250 millones de dólares, comenzó en 2007 y en 2009 su principal obra, un tercer juego de esclusas que construye un consorcio internacional encabezado por la firma española Sacyr. La ampliación iba a inaugurarse el año del centenario, pero sufrió atrasos con huelgas y disputas por millonarios sobrecostos que Sacyr reclama a la Autoridad del Canal (ACP). Será en 2016 que abrirán las compuertas del tercer carril por donde entrarán los post-Panamax.

Inmersos en la colosal obra, los panameños recibieron dos noticias inquietantes: la ampliación del Canal de Suez y el proyecto de otra vía interoceánica, una vieja obsesión de Nicaragua que revive la rivalidad de más de un siglo atrás con Panamá, por ser escogido para la ruta. El de Suez no compite en muchas rutas con el de Panamá, pero Nicaragua sí.

“No hay para dos canales en Centroamérica y que los dos sean viables económicamente”, reconoció Quijano. Duda, además, del éxito de un proyecto en que un empresario chino pretende construir en cinco años un canal de 278 km -tres veces más largo que el panameño- y a un costo de 40.000 millones de dólares.


El Canal y Panamá como país independiente funden su historia. En 1881, el francés Ferdinand de Lesseps, constructor del Canal de Suez, intentó abrir la ruta, pero fracasó por problemas de ingeniería, financieros, y las enfermedades tropicales que mataron a más de 20.000 obreros.

Tras promover la separación de Colombia, Estados Unidos recibe del naciente Estado panameño el aval para hacer un canal, pagó a los franceses 40 millones de dólares por derechos, y lo construyó de 1904 a 1914. Instaló bases militares y un enclave con gobierno propio en tierras que había obtenido a perpetuidad.

Décadas de lucha nacionalista desembocaron en 1977 en los tratados firmados por el líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter, que entregaron a Panamá el Canal el 31 de diciembre de 1999.

Desde entonces, la vía habrá aportado al Estado panameño unos 10.000 millones de dólares, más que en 85 años bajo propiedad estadounidense. La ampliación triplicará las actuales contribuciones de 1.000 millones al año. La gigantesca grieta en la cintura del país da más de 10.000 empleos y dinamiza negocios y servicios (6% del PIB) que hacen de la economía panameña de las más pujantes de Latinoamérica (creció 8,4% en 2013).

sábado, 9 de noviembre de 2013

Nuevo edifico del WTC en Nueva York estrena luces

Agencias Noticiosas


NUEVA YORK -- Cientos de módulos LED, de brillantes colores rojo, blanco y azul, iluminaron el viernes por la noche el cielo en el sur de Manhattan cuando las autoridades probaron las luces que iluminarán la aguja de la nueva torre del One World Trade Center.

La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey dijo el viernes que la aguja contiene casi 300 módulos de luz y que su brillo puede verse a una distancia de hasta 80 kilómetros (50 millas).

La aguja tiene una altura de 124 metros (408 pies) y aumenta el tamaño de la torre -llamada inicialmente Torre de la Libertad (Freedom Tower)- a una altura simbólica de 541 metros (1.776 pies).

La Organización Durst administra la aguja, que servirá para trasmisiones radioeléctricas.

Una comisión de expertos en rascacielos a nivel mundial se reunió el viernes en Chicago a fin de decidir si un cambio en el diseño que afecta a la aguja de 124 metros (408 pies) descalificará a la torre de ser considerada como el rascacielos más alto de Estados Unidos.
La comisión anunciará su decisión la semana próxima.


domingo, 29 de mayo de 2011

Intentan salvar a Venecia del hundimiento con obra de ingeniería

Agencias Noticiosas

Venecia se hunde. Desde 1900. En el 66 la bella ciudad quedó completamente cubierta bajo 15 centímetros de agua. En el 2003 se inundó 87 veces. Para remediar tal nivel de desastre se encaró una obra faraónica que está culminando. Ya en julio se hará la primera prueba de fuego para comprobar si la gigantesca inversión de más de 5.400 millones de euros valió la pena.

Para salvar a Venecia de las grandes mareas e inundaciones trabajaron 3.000 obreros de 50 empresas construyendo una red de diques flotantes que conforman el proyecto MOSE (Moisés), que comenzó en 2004, después de 20 años de preparación.

Son 18 kilómetros de obra que tienen como objetivo proteger la ciudad de olas de hasta tres metros de altura.

Moisés es un sistema de 78 diques móviles repartidos en cuatro ramales en las tres entradas de la laguna de Venecia.

Los diques están insertos en módulos que reposan en el fondo del mar. Durante las mareas bajas, las compuertas permanecen abiertas y apoyadas en un receptáculo situado en el fondo, permitiendo de esta forma el movimiento natural del agua, entre la laguna y el mar, con un mínimo de interferencia.

En caso de marea demasiado alta, los diques se levantan y protegen la laguna. cuando la marea supera el 1,10 metro (suele suceder seguido) reciben una inyección de aire comprimido, elevándolas e impidiendo la entrada de agua.

Más tarde, cuando la marea baja, las compuertas se vuelven a llenar de agua hasta llegar de nuevo al fondo del mar. Es decir, ante la previsión de “aguas altas”, como se conoce en la zona a las mareas, dichas compuertas comienzan a llenarse de aire, desalojando el agua de su interior y elevándose hasta conseguir crear un dique que contiene la entrada de agua del Adriático durante el período de “crisis”, que en los peores casos tiene una duración de alrededor de cinco horas “Tenemos 18 kilómetros de obra en mar y tierra. Moisés protegerá a Venecia de mareas de hasta tres metros”, explicó la arquitecta Flavia Faccioli, una de las responsables del grupo Consorzio Venezia Nuova, que reúne a las empresas encargadas del millonario proyecto. Mil obreros trabajaron directamente en la ciudad y 2.000 en la fabricación de los elementos de Moisés.

“No hay atrasos por el momento. Ya hicimos trabajos por un equivalente de 3.000 millones de euros. El primer test se hará en breve y se espera que el sistema sea totalmente operacional en 2014” , agregó Faccioli.

La milenaria ciudad fue construida en el centro de una laguna que se comunica con el mar Adriático, mediante tres “puertas”: Lido, Malamocco y Chioggia, las cuales, cuando el MOSE funcione, serán cerradas temporalmente.

“Sin la intervención humana, la laguna y sus alrededores desaparecen”, sentenció el alcalde de Venecia, Giovanni Orsoni. Y aunque todo el mundo esté de acuerdo con los dichos del funcionario, existe un debate en torno al costoso proyecto, que –para sus críticos– no protegería totalmente a Venecia, una ciudad construida sobre un conjunto de 120 islas unidas entre sí por unos 400 puentes y que se extiende en una laguna pantanosa sobre el mar Adriático. Y no sólo que no la protegería del agua, sino que dañaría su biodiversidad.

En este sentido, hubo algunas protestas de grupos ecologistas, críticas del propio Municipio de Venecia y múltiples denuncias del impacto ambiental presentadas ante la Unión Europea.

Es que la laguna de Venecia contiene bancos de fango que atraen a patos y gavilanes . Miles de aves acuáticas llegan cada año a la zona. Y según los venecianos, esta obra podría dañar el medio ambiente, espantando tal vez a las aves. Pero la obra siguió adelante, con retraso, porque en un principio se anunció que estaría funcionando en 2011, y ahora dicen que estará operativa 100% en 2014.

El viejo problema de la ciudad, que ya se hundió 23 centímetros durante el siglo pasado se va agrabando por el aumento de la temperatura del planeta, que es una verdadera amenaza.

Esto lleva a un aumento del nivel medio del mar y, según los especialistas, dentro de 100 años las previsiones indican que el mar subirá 58 centímetros, y Venecia se hundirá otros 10. En la ciudad ya hay muchísimas plantas bajas inhabitables debido a las cada vez más recurrentes inundaciones.