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domingo, 8 de junio de 2014

Aporte al idioma español de los inmigrantes latinos en EEUU

 Tomado de BBC Mundo


Las palabras que el español le debe a EE.UU.

Por Thomas Sparrow

El argentino Luis Alberto Ambroggio cuenta que alguna vez, en un restaurante en Estados Unidos, se le acercó una mesera y le dijo que ya le traía la "baga". "Yo me puse a pensar: "¿Quién será ésta? ¿Será una amiga de ella?".

Lea más artículos del Doctor Ambroggio en Long Island al Día 

En realidad, la empleada no se estaba refiriendo a una persona perezosa sino a una bolsa para empacar las sobras de la cena. Ella usó "baga" como una adaptación de la palabra inglesa "bag".


Ambroggio, presidente de la delegación de Washington de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE), dice que como en español existe la palabra "bolsa", debería evitarse el uso de variantes confusas como la que escogió la mesera del restaurante.

Pero no todas las palabras del español que se utiliza en Estados Unidos son como "baga", un híbrido espontáneo entre los dos idiomas que surge principalmente a nivel hablado y que se conoce como espanglish.

En manifestaciones más formales, desde documentos técnicos hasta páginas del gobierno federal, también se evidencian palabras en español influenciadas por el contacto con el inglés, que adquieren en este país un nuevo significado. Es lo que se conoce como un estadounidismo, o las palabras propias del español en el segundo país con más hispanohablantes del mundo.

Ejemplos de ello serían rentar (en el sentido de alquilar), aplicar (para postular), departamento (como ministerio) o americano (en vez de estadounidense), que se utilizan ampliamente y la gente entiende enseguida, aunque haya quienes se opongan a que se les considere parte de nuestra lengua bajo esas acepciones.


Muchos de los estadounidismos no están aceptados formalmente en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), pero algunos, como bluyín y jonrón, sí entrarán a formar parte de la nueva edición del diccionario, que se publicará en octubre.

Distinguir estas particularidades lingüísticas, así como cuidar la unidad y la comprensión del español, son tareas que recaen sobre Ambroggio y sus colegas en la ANLE, que esta semana celebran su aniversario número 40 en la Biblioteca del Congreso, en Washington.


La ANLE rechaza lo que llama traducciones "totalmente ineptas".

Traducciones "totalmente ineptas"

 


"Lo que está ocurriendo en Estados Unidos es tremendamente interesante y excitante -en el sentido inglés de la palabra- porque estamos asistiendo a la consolidación de la lengua española de Estados Unidos", le dice a BBC Mundo Alberto Avendaño, también miembro de la ANLE.

"Se está consolidando una realidad, y esa realidad va a ser lingüísticamente diversa por necesidad", agrega.

Así, el español de Estados Unidos está marcado a la vez por la variedad -sus hablantes provienen de todos los países de Hispanoamérica- y por un fenómeno de contacto con la cultura dominante del inglés, una interacción particular de este país.

Y aunque Ambroggio defiende el dinamismo del lenguaje y la mezcla de experiencias, también hay quienes cuestionan que se incluyan en nuestro idioma lo que consideran son "anglicismos innecesarios", pues para muchas de las palabras hay equivalentes mejores en español.

La ANLE reconoce que hablar de un español propio de Estados Unidos suele suscitar "incomodidad y reticencia", como explicó Leticia Molinero, miembro de la academia, en una ponencia que está publicada en su página web.


Luis Alberto Ambroggio, columnista de Long Island al Día : "Nuestro español, el de EE.UU., es un español que es de todos lados".

Molinero explica que una de las razones de esa incomodidad es la percepción de que el español de este país es principalmente el espanglish con sus expresiones "cómicas y ridículas", como "deliberar groserías" (enviar comida a domicilio, un calco de "to deliver groceries") o "vacunar la carpeta" (aspirar la alfombra, copia de "to vacuum the carpet").

Otro motivo son las traducciones "totalmente ineptas" que realizan personas ajenas a la profesión, según Molinero. Una de ellas es la que BBC Mundo vio en el zoológico de Washington: "enter the line here" fue traducido literalmente como "introduzca la línea aquí", en vez de "ingrese a la fila aquí".

"Cruce cultural de idiomas"

 


La academia enfatiza que el español estadounidense va mucho más allá de estos casos tanto en términos lingüísticos -de ahí la palabra estadounidismo, aceptada por la RAE- como históricos.

La presencia de tantos latinos en Estados Unidos ha incrementado el uso del español.

Si bien la ANLE es la más joven de las 22 academias de la lengua española, Ambroggio recuerda que la historia hispana de Estados Unidos consta de unos cinco siglos y por tanto hay una larga convivencia entre el inglés y el español.

De hecho, así como nuestro idioma toma prestadas palabras del inglés, también ocurre al contrario: el diccionario en inglés Merriam Webster acepta palabras como "adios" (sin tilde), "aficionado", "barrio" o "sombrero".

"Estados Unidos, por razones históricas y migratorias, genera un cruce cultural de idiomas", concluye Alberto Avendaño en su diálogo con BBC Mundo.

"La clave está en que el español de Estados Unidos se define por ser un crisol de lenguas y un crisol de influencias: es los Estados Unidos de Hispanoamérica bajo la bandera de la barra y las estrellas".

Conozca quince estadounidismos


·       Administración: calco de "administration" (equipo de gobierno)
·       Doméstico: calco de "domestic" (al hablar de vuelos nacionales)
·       Veterano: calco de "veteran" (para referirse a un exmilitar)
·       Acta: calco de "act" como "Dream Act" (una ley)
·       Admisión: del inglés "admission" (para hablar de una entrada a, por ejemplo, un parque de diversiones)
·       Agencia: como "agency" (como organismo gubernamental)
·       Agresivo: "aggressive" (en la acepción inglesa de "enérgico y dinámico", como cuando se habla de un "liderazgo agresivo")
·       Parada: "parade" (al referirse a un desfile)
·       Elegible: como "eligible" (beneficiario o que reúne los requisitos para algo)
·       Pasar una ley: de "to pass a law" (en vez de aprobar, sancionar)
·       Penalidad: variación de "penalty" (en el sentido de multa o sanción)
·       Violación de tráfico: de "traffic violation" (infracción de tránsito)
·       Renta: calco de "rent" (alquiler, arriendo)
·       Tarifa plana: de "flat rate" (tarifa básica)
·       Van: camioneta

*Fuente: Luis Alberto Ambroggio. No todos los estadounidismos son aceptados por la RAE. Éstos son utilizados de manera común en Estados Unidos, formal e informalmente, y se entienden enseguida.

La mezcla de idiomas no es nueva

 

Aunque es un tema del que se habla con frecuencia hoy en día, la coexistencia del inglés y el español en EE.UU. no es nueva. En el siglo XIX, un poeta publicó en California el siguiente poema bajo el seudónimo-inicial V.:
Conocí aquí en California
Una paisana muy bella
Con dieciocho primaveras.
Mas como estaba educada
En la americana escuela,
Inglesaba algunas frases
Que olían a gringo a la legua.
Con frecuencia se le oía
Llamar al cesto basqueta,
Cuenta las cuadras por bloques,
A un cerco decirle fensa
Al café llamarlo cofe
A los mercados marqueta
Al bodegón grosería.

Fuente: El exilio y la palabra: Identidad y Bilingüismo. Luis Alberto Ambroggio. 

Migración ilegal de niños se dispara a pesar de peligros cada vez mayores

Tomado de El País
 La ruta de la miseria hacia Estados Unidos


Obama: cruce de niños sin papeles hacia Estados Unidos es un “asunto humanitario urgente”.

Según cifras de su Gobierno EEUU, desde comienzos de año han sido detenidos 60.000 menores, una cifra muy alta comparada con el año anterior: 24.668 en 12 meses.

En 2013 82.269 migrantes centroamericanos, muchos menores, fueron detenidos en México

Por PAULA CHOUZA Tijuana / Tapachula 

Son las diez de la mañana de un viernes en Tecun Uman, la frontera entre Guatemala y Ciudad Hidalgo, en Chiapas. El calor es extremadamente húmedo y cuatro jóvenes de Nicaragua y Honduras lavan sus ropas a la orilla del río Suchiate. Los caminos de tierra y algo de vegetación dominan el paisaje de este lado de la frontera, sobre el que se asientan pequeños negocios artesanales bajo las carpas. Un tráfico constante de balsas sirve como medio de transporte para cruzar a México de forma ilegal. Apenas 400 metros a la izquierda se encuentra el puente con la garita oficial, pero ninguna patrulla impide el traslado por agua, que es precario para el usuario y duro para el que la lleva. Otoniel rema de pie una de las balsas construidas con seis tablas de madera de tres metros de largo y otras cuatro atravesadas sobre dos grandes cámaras de tractor. Tiene tres hijos adolescentes y trabaja en el río de sol a sol. “Está dura la pasada, preferimos luchar acá, por lo menos sacamos para los frijolitos”, dice cuando se le pregunta si nunca trató de subir a Estados Unidos. Por diez quetzales guatemaltecos o su equivalente, 20 pesos, completa el trayecto de un lado a otro en unos diez minutos.
Los cuatro muchachos que buscan tomar un baño en el Suchiate quieren cruzar esta noche, pero no tienen dinero, se lo robaron, dicen, así que lo harán nadando. En la otra orilla, dos compuertas vierten los desagües de Ciudad Hidalgo al río. El agua está turbia y desprende un hedor nauseabundo.
Que el Instituto Nacional de Migración (INM) los descubra y los deporte es uno de los principales temores para quienes deciden cruzar de forma ilegal. Tan solo en 2013, 82.269 migrantes fueron detenidos por las autoridades en México. De ellos, 75.704 salieron expulsados. La mayoría llegaba de Honduras, Guatemala y El Salvador. Desde hace años, el país funciona como filtro para evitar que lleguen a Estados Unidos. La ley permite a los centroamericanos transitar libremente por México con pasaporte, pero nunca establecerse. Caso aparte merecen los niños y adolescentes. Tan solo del 17 al 24 de marzo de este año, el INM rescató a 370 menores de edad. De ellos, 163 habían sido abandonados por presuntos traficantes de personas. Hace unos días, el presidente Obama se refirió al cruce de niños sin papeles hacia Estados Unidos como un “asunto humanitario urgente”. Según cifras de su Gobierno, desde comienzos de año han sido detenidos 60.000 menores, una cifra muy alta comparada con el año anterior: 24.668 en 12 meses. El viaje comienza en Centroamérica.
El pueblo de Comitán, con 141.000 habitantes en la cabecera municipal, se encuentra a cinco horas en coche de Talismán (Tapachula), otra de las fronteras de Chiapas con Guatemala. El DIF (Sistema gubernamental para el Desarrollo Integral de la Familia) posee cuatro albergues en el Estado para acoger a niños migrantes que han sido detenidos en su tránsito por México.
Carolina Colin es la responsable del área de psicología. En su despacho los dibujos de los niños llenan la pared. Desde que abrieron, en abril de 2013, han recibido 50 casos. La mitad eran guatemaltecos, el 30% hondureños y un 20% de El Salvador”. Los menores de hasta doce años permanecen en la institución mientras se resuelve su trámite migratorio, casi siempre tres o cuatro días. El “INM nos los deja y a ellos se los entregamos de nuevo. Todos viajan para reunirse con sus padres en EE UU”. Los pequeños van siempre acompañados de un coyote [la persona que los cruza] y el precio desde Honduras puede ser de unos 8.500 dólares. “En el caso de las niñas, el adulto es una mujer, porque resulta menos llamativo. Siempre huyen en el momento en que migración los detecta”.
Esta semana el albergue se encuentra casi vacío. Anita y Melissa, de tres y dos años, son las únicas huéspedes. La habitación donde duermen está revuelta y hay dos barbies tiradas sobre los sofás. Son guatemaltecas y llegaron a Comitán hace más de un mes. No saben hablar español, pero les gusta colgarse de las mesas y sonríen vergonzosas ante la presencia de extraños. Su caso es complicado. Las encontraron en el mercado de abastos cuando la madre de una de ellaslas estaba venidendo. “¿Cuánto pedía por ellas?”, “10.000 pesos” (unos 769 dólares).

Entre los 13 y los 17 años son las organizaciones civiles las que se hacen cargo de los menores. Uriel González, director de la casa IMCA en Tijuana, al noroeste del país, lleva más de veinte años trabajando con ellos. La mayor parte de los chicos que se hospedan en la residencia son mexicanos (“muchos de Michoacán y Guerrero”) dice. Les dan cama, alimento y un lugar seguro mientras el INM busca a sus familiares.
Guadalupe tiene 17 años y la mirada ausente. En dos horas regresa a casa, en Chiapas, al sur de México. Salió con una de sus ocho hermanas hace cinco meses en autobús porque su padre ya no quería que siguiese estudiando. El viaje duró cuatro días. Su novio, que está en Estados Unidos, las contactó con un coyote que les dio residencia. “Le pagábamos todo, hasta para alcohol. Eran 2.000 pesos (154 dólares) cada semana. Nos maltrataba”, dice. Intentaron pasar tres veces a Estados Unidos, las dos primeras por el cerro, que son varios días caminando entre la maleza, sin agua ni comida. “Mi hermana quedó atrapada en la barda, nos hicimos daño. Si cruzábamos, pagaríamos al coyote 5.000 dólares, pero las dos veces nos agarraron”. La tercera lo intentaron por La Línea, donde están las garitas oficiales. Más caro. Su hermana sí cruzó pero a ella la detuvieron durante varios días.
“En Baja California no tenemos la misma situación de violencia, inseguridad y secuestros que en la frontera este. Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros son las zonas más duras de cruce y sin embargo, las más usadas porque resultan menos caras y hasta allí llega el sistema ferroviario de carga”, explica Uriel González.
Israel, de 33 años, fue uno de los miles de migrantes que tomó el tren. Él salió de El Salvador el 17 de febrero de este año huyendo de la muerte. En agosto de 2013 un excompañero de trabajo al que acababan de despedir se le echó encima con el coche, “por envidia”, dice, lo aplastó contra una pared y estuvo en coma varios días. “Me salió la sangre por los oídos y un lateral de la cabeza quedó hundido”. Hoy todavía tiene secuelas de la parálisis, que lo tuvo en el hospital más de un mes. Israel trabajaba como guardia de seguridad para una señora importante, que le pagó cuatro meses de alquiler. “El 15 de febrero llegaron por mí cuatro personas armadas en un vehículo y empezaron a disparar. El copiloto era el mismo que había intentado matarme antes”. Esquivó las balas y decidió escapar, dejando a una esposa y cuatro hijos.
“En la frontera de México los judiciales me quitaron el maletín, 160 dólares y los zapatos, así que tuve que caminar descalzo. En el monte me lastimé los pies y empecé a desangrarme. Até una de las dos camisetas que llevaba puestas a las plantas y continué hasta que una señora nos prestó ayuda en Tapachula”.
“Nuestra población es en un 90% hombres, un 8% mujeres y un 2% niños. El 80% viene de Honduras”, explican en el albergue de Huehuetoca, una localidad que se ubica a ambos lados de la vía del tren en el Estado de México, a una hora y media del Distrito Federal, en el centro del país. Cada vez más, cuentan los responsables de esta casa regentada por la Iglesia, los migrantes optan por tomar nuevas rutas y viajar en medios de transporte alternativos al tren. “El autobús es una de las opciones más utilizadas. Algunos sortean los retenes y se bajan antes. Otros se hacen los dormidos para evitar que las autoridades les pidan documentos”.


Israel tomó primero una combi a Tonalá (a 220 kilómetros de Tapachula) y de ahí otra a Arriaga (aún Chiapas). Después pensó que el tren era su única opción. “Al que no pague túmbenlo. Ahí llevas la [pistola] 38, con seis cartuchos dentro y otros 12 de repuesto. A la mujer que no quiera pagar, cógetela, cabrón y luego también la tiras”. Las frases anteriores se las oyó decir a un hombre que llaman el señor de la línea, en Tierra Blanca, un municipio de la zona central de Veracruz. “Es güero [rubio], fornido, alto, cuentan que hondureño pero habla mezclado. Es el jefe de la organización y dirige un equipo de 30 personas. No son de los zetas pero tienen comunicación entre ellos. Se encarga de cobrar la renta, llega, da órdenes y se retira”, dice. “Anda con un perrito vuelta y vuelta, controlando la gente que hay. No tiene mucha cara de malo pero yo escuché lo que decía y me dio miedo”. Israel llevaba 300 pesos enrollados en el dobladillo del pantalón. Uno de los controladores conocía su ciudad de origen y lo dejó pasar sin pagar. “Cuando se subían al tren yo me enrollaba como una bola y cerraba los ojos. Si uno se les queda mirando, te matan”. Hoy espera en la Casa del Migrante de Huehuetoca a que el Gobierno le conceda una visa humanitaria para poder establecerse en el país.

“Desde que abrimos hace 21 meses hemos hecho el trámite con ocho personas, pero solo una fue migrantes no siempre tienen a su disposición los papeles que piden para probar la veracidad de su historia. La visa se da si la vida del solicitante corre peligro en el país de origen”.

Israel presenció tres violaciones y una decena de asesinatos en diez días de viaje. Cuando traza su relato habla de los zetas, pero no solo: “Los que cuidan el tren, les dicen garroteros”. En México nueve compañías privadas operan por las vías del país como transporte de carga. Generalmente los migrantes viajan en la parte superior del vagón. Antes de llegar a Orizaba (Veracruz) hay unos túneles. “Allí aparecieron los vigilantes. Nos pidieron a todos que bajásemos. Venían dos chamacas de 20 y 17 años. A ellas les dijeron que se quedasen. Los siete hombres que llegaron pasaron por las dos”.
En agosto de 2010, 72 ciudadanos centroamericanos fueron asesinados en Tamaulipas a manos del crimen organizado. En abril de 2011, las autoridades hallaron 196 cadáveres en fosas comunes en la localidad de San Fernando. La mayoría eran migrantes que murieron a golpes. Cada año una caravana de madres del Movimiento Migrante Mesoamericano busca a hijos desaparecidos en su tránsito por México. Solo un reducido grupo de sacerdotes y defensores de los derechos humanos ha alzado la voz para denunciar las atrocidades a las que son sometidos.

Que no me regresen”
Hace semanas que Israel no habla con su familia. No sabe si están bien, pero sí que deben tres meses de renta. La vivienda cuesta 60 dólares. Un pasaporte 30. “Mucho”, asegura. La medicina que necesita su hijo pequeño con hidrocefalia vale otro tanto. Cuando trabajaba de vigilante ganaba 150 la quincena. “Nos alcanzaba para vivir los seis”, explica, “pero ahora no tienen recursos”. Sus familiares también son pobres y tienen sus propios hijos. “No pueden ayudarnos”, dice.
Mientras espera a que el Gobierno le conceda su visa humanitaria piensa en si su esposa continuará viva. “Tengo fe en Dios. Lo que yo más quiero es que no me envíen de vuelta. Yo hago lo que sea, trabajo donde me digan, pero que no me regresen a mi país. Eso sería lo peor de todo. Lo peor”.

Los coyotes
P. CH.

Un taxi se detiene junto a la valla metálica que separa los dos países en la costa de Tijuana. “Yo puedo contarles, pero ustedes no graban, ni dicen mi nombre”. El conductor trabajó como coyote un tiempo. “Estuve menos de un año, pero durante ese tiempo dejé el resto de negocios, porque ganaba mucho más con el brinco. Era dinero fácil, en menos de una hora ya traía 300 dólares. Ahora llega a los 12.000. Hay quien pasa con documentos falsos o en lancha”. La carretera desde las playas al centro de Tijuana transcurre un buen rato paralelo a la barda. 

Un muro alto, visible, que hoy pareciera infranqueable. “Antes había una parte de la barda más baja, con un árbol muy cerca, uno lo trepaba y eso facilitaba el salto. Del otro lado caminábamos 20 minutos agachados entre matorrales hasta un Mc Donalds. Allí me pagaban, los dejaba y ellos iban con el siguiente [coyote] que tenían apalabrado para subir hasta San Diego o Santa Ana. Yo me regresaba a veces por La Línea porque entonces no pedían documento”, explica.

“¿Por qué lo dejó?”, “Me agarraron en 1994 y estuve seis años y cien días en la cárcel. La misma gente que pasaba me delató. Con los años los polleros llegaron a pagar cuotas a la judicial para que los dejaran trabajar a gusto, pero se fueron yendo al bote, unos están de aquel lado y otros en México. Se fue deshaciendo el grupo. Está más difícil últimamente”.

Tras el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, los controles en la frontera se endurecieron y existe más vigilancia.

Pedro masca sábila y la escupe. “Cura cualquier infección”, dice, y cuenta que es ingeniero agrónomo y que trabajó como inspector de la Secretaría de Agricultura en el puerto de Manzanillo, en Colima, hace más de 20 años. Él tiene 58 y su hijo cuenta que es alcohólico. En las últimas dos décadas se dedicó a pasar personas a Estados Unidos, pero lo dejó en 2012. “Al principio en una semana podías llevar a 15 o 20 y lo hacías en grupo, les dabas alojamiento, comida, ahora eso es casi imposible. Ya no es negocio”. A Pedro lo invitó un amigo a trabajar en esto. Pedía permiso y se venía.

Al final dejó su empleo y se trasladó a Tijuana porque ser pollero [coyote] salía más rentable. Primero se encargaba de conseguir clientes y se los daba a otros, que los pasaban. “El que gana bien es el que salta. Antes había dinero para comprar a gente, la gente que se dedica a buscar clientes. A estos le dabas 25-30 dólares. Ahorita no es segura la pasada. Sí entran, pero de 100, uno o dos”. Pedro no esconde que ganó mucho dinero, pero explica que concebía su trabajo como una labor noble: “Ayudaba a la gente a cumplir su sueño. Nunca me aproveché de nadie y eso que llevé a muchas mujeres, pero las respetaba. A muchas las violan”.

sábado, 7 de junio de 2014

Aumentan deportaciones a nivel global señala estudio de BM

Tomado de esglobal 
 DEPORTACIONES INTERNACIONALES: FENÓMENO EN AUMENTO


El Banco Mundial ha publicado un informe en el que se afirma que las deportaciones de migrantes han aumentado en los últimos meses en todo el mundo. A continuación, ofrecemos algunos de los países con más deportaciones en 2013.

Por Lino Gónzalez
ARABIA SAUDÍ
Cifras: en enero de 2014 las autoridadescomunicaron que en torno a 250.000 inmigrantes en situación de irregularidad habían sido expulsados del país durante los tres meses previos. La campaña de deportaciones, afirmaron, continuaría. Esos deportados se sumaban a los cientos de miles de extranjeros -entre 800.000 y 1 millón- que habrían abandonado"voluntariamente" el país en los meses precedentes tras la amenaza de ser deportados por la fuerza.
Contexto: el gran desarrollo de las infraestructuras y los servicios en Arabia Saudí en las últimas décadas ha sido posible gracias al trabajo de millones de migrantes, unos 9 millones en la actualidad, muchos de ellos sin papeles. Esos migrantes irregulares -como ocurre en otros países- han tenido que soportar, en muchos casos, condiciones de trabajo abusivas. Provenientes de países cercanos como Egipto, Yemen, Etiopía, Somalia o Eritrea, y también de países como la India, Pakistán, Bangladesh o Indonesia, los inmigrantes ilegales en el retrógrado reino saudí han visto como desde 2012 se ha venido implementando una campaña de redadas, detenciones y deportaciones periódicas. Según algunos análisis, las autoridades saudíes tendrían en mente conseguir que muchos de los puestos de trabajo ocupados por inmigrantes pasasen a estar ocupados por trabajadores nacionales. Entorno a dos tercios de la población saudí es menor de 30 años y la tasa de desempleo se sitúa en un 12%. Está por ver cuáles son las consecuencias económicas y sociales de esta medida.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado el trato recibido por algunos de esos  inmigrantes ilegales antes de ser deportados. Merece una mención destacada la deportación de somalíes. Solo en el primer mes y medio de 2014, habrían sido deportados a Somalia unos 12.000 somalíes, hombres, mujeres y niños que regresan a un país en guerra. Arabia Saudí no ha ratificado la Convención de Ginebra de 1951 que garantiza un sistema de asilo y refugio. En los últimos meses se han producido manifestaciones de trabajadores inmigrantes que protestaban contra las deportaciones masivas, reprimidas con dureza por la policía saudí.

ESTADOS UNIDOS
Cifras: unos 368.000 deportados entre septiembre de 2012 y septiembre de 2013.
Contexto: desde 2009, año en el que comenzó la gestión de la Administración Obama, casi 2 millones de personas han sido deportadas del país. Una cifra sin precedentes históricos en administraciones anteriores. En 2012 se alcanzó la mayor cifra en la historia de Estados Unidos: casi 410.000 personas fueron deportadas, sobre todo a México, El Salvador, Guatemala y Honduras. En cuanto a los menores, el número de deportados está aumentando.
La Administración Obama ha anunciado que en su segunda y última legislatura tiene previsto aprobar la esperada reforma migratoria, una de sus promesas electorales estrella junto con la reforma sanitaria. Organizaciones que defienden los derechos de los migrantes -que están llevando a cabo manifestaciones en las que se están sufriendo algunos arrestos- acusan al actual Gobierno de EE UU de haber criminalizado a estas personas. Según fuentes gubernamentales, el principal objetivo de las deportaciones es expulsar del país a todos aquellos migrantes irregulares que hayan cometido un delito. Las cifras desde 2009 no sostienen ese discurso: solo un 20% de los deportados desde 2009 había cometido un delito mayor. Si durante la Administración de George W. Bush, los casos de deportados cuyo delito más grave era haber cometido una infracción de tráfico era ya elevado, durante los “años Obama” esa cifra se ha cuadriplicado, alcanzando los 193.000. La maquinaria de las deportaciones no se detiene en la frontera sur de Estados Unidos y se traslada a México: entre enero y noviembre de 2013, este país deportó casi 75.000 centroamericanos, más que en el 2012.

UNIÓN EUROPEA
Cifras: en 2013, según Eurostat, entre los 28 países de la Unión Europea -no todos son miembros del Espacio Schengen- se habrían deportado unas 171.000 personas fuera de la Unión. Para ese periodo, no se disponen aún de las cifras de Alemania y Grecia
Contexto: considerando que en 2012 Grecia deportó a más de 16.500 inmigrantes y Alemania a casi 14.000, las cifras al respecto en la UE durante el pasado año habrían sido muy similares a las de 2012, cuando las deportaciones ascendieron a 206.000. En estos números se incluyen las deportaciones de personas que recibieron previamente una orden de expulsión -incluidos los vuelos de Frontex con deportados de varios países europeos- quedando fuera, por tanto, las devoluciones llamadas “en caliente” llevadas a cabo por las fuerzas del orden en fronteras europeas como la de Melilla. Conviene recordar que dichas expulsiones son ilegales: según los tratados internacionales, los estados receptores de inmigrantes tienen la obligación de comprobar, entre otras cosas, si los que llegan son potenciales solicitantes de asilo.
Los países que más deportaciones llevaron a cabo en 2013 fueron Reino Unido, con algo más de 55.000; Francia, unas 20.000; España, algo más de 17.000; Suecia, alrededor de 14.000; y Polonia, sobrepasando ligeramente las 8.000.
A falta de que la Unión Europea decida implementar una política migratoria que responda tanto a los principios europeos como a la realidad demográfica del continente, se han firmado diversos acuerdos con terceros países para delegar el control de las fronteras; con Marruecos y Túnez, por ejemplo, para el control de su frontera sur o con Turquía para el control de su frontera oriental. A cambio de ayudas económicas, la UE consigue así de facto desplazar sus fronteras al sur y al este. Muchas ONG han denunciado que en países como Marruecos -que disminuye o aumenta el control sobre los migrantes en función de sus intereses- el trato que reciben los migrantes no responde a unos estándares de derechos humanos mínimos.
En el proceso legal que finaliza en una deportación, juegan un papel destacado los Centros de Internamiento de Extranjeros, los CIE. Existen en todos los países de la Unión y las organizaciones de derechos humanoshan denunciado en repetidas ocasiones que están superpoblados y que en ellos no siempre se respetan los derechos de los internos.

REPÚBLICA DEL CONGO-BRAZZAVILLE
Cifras: los datos oficiales arrojan que 80.000 ciudadanos de la República Democrática del Congo han sido expulsados en las últimas semanas -entre los meses de abril y mayo- de la República del Congo, también conocida como Congo-Brazzavill.
Contexto: según las autoridades de Congo-Brazzaville se ha tomado la decisión de deportar a unos 80.000 congoleños sin papeles para luchar contra el aumento del crimen en el país. A falta de estadísticas que apoyen esa afirmación, lo cierto es que la expulsión de ciudadanos de la RDC - también estarían en la lista de futuros deportados migrantes cameruneses y chadianos, según las autoridades de Brazzaville- resulta sorprendente: ambos países comparten fuertes relaciones históricas y comerciales. Cada día, numerosas embarcaciones cruzan el Río Congo que separa las capitales de ambos países, Brazzaville y Kinshasa. El transporte de los deportados por vía fluvial a través de este río ha sido, precisamente, el método empleado por las autoridades de la República del Congo.
Las autoridades de la RDC se han quejado de algunos métodos empleados por las autoridades del país vecino para llevar a cabo las expulsiones de inmigrantes sin papeles. Además, según algunos testimonios  recogidos por la agencia Reuters, no todos los expulsados por Brazzaville carecerían de documentación.

SUDÁFRICA Y BOTSUANA
Cifras: 23.000 zimbabuenses fueron expulsados de Sudáfrica solo entre enero y abril de 2013. Botsuana habría deportado a unos 62.000 inmigrantes sin papeles de Zimbabue desde 2011. Entre junio y octubre de 2013 Botsuana habría llevado a cabo más de 22.500 deportaciones de zimbabuenses. 
Contexto: desde hace años, Botsuana y Sudáfrica han estado recibiendo miles de ciudadanos de Zimbabue que escapan de la pobreza y la falta de libertades en su país.Aunque resulta difícil saber cuántos migrantes de Zimbabue viven en Sudáfrica, las estimaciones moderadas establecen una cifra que podría estar entre 1 y 2 millones. En 2009 se comenzó a implementar un proceso de regularización de migrantes, una medida insuficiente según algunas organizaciones. A pesar de las dificultades que encuentran los zimbabuenses deportados cuando regresan a su país (y de la complicada vida que tienen que afrontar en Botsuana y Sudáfrica) eléxodo de estos ciudadanos, según algunas informaciones publicadas en medios africanos, no ha hecho sino aumentar desde el pasado junio, cuando el régimen de Robert Mugabe revalidó su dictadura mediante unaselecciones calificadas de fraudulentas por observadores y oposición. Botsuana ha llegado a construir vallas electrificadas en su frontera con Zimbabue, en teoría para evitar la expansión de enfermedades contagiosas entre los rebaños de ganado.

NIGERIA
Cifras: 22.000 deportados a diversos países durante el verano de 2013.
Contexto: el conflicto abierto entre las autoridades de Abuja y grupos insurgentes, como Boko Haram, al norte del país, motivó que se decretase un estado de excepción en el verano de 2013. En este marco de luchas “contra el terrorismo”, tuvo lugar la deportación masiva de 22.000 inmigrantes procedentes sobre todo de Camerún, Chad y Níger.
En 2012, tras una serie de atentados atribuidos a ese grupo terrorista, las autoridades nigerianas habían procedido ya a un campaña de deportaciones que tuvo como resultado la expulsión de unos 7.000 extranjeros. Las deportaciones masivas han sido, hasta la fecha, una más de las insuficientes medidas contra insurgentes del Gobierno nigeriano para mantener el control de su territorio. Nigeria no es el único país africano que aduce razones antiterroristas para deportar a inmigrantes: alegando motivos de seguridad en relación con su lucha contras las milicias de Al Shabaab, las autoridades keniatas han llevado a cabo una operación de arrestos y detenciones de inmigrantes, sobre todo somalíes. Según Human Rights Watch, decenas de inmigrantes habrían sido deportados en las últimas semanas.
A estas expulsiones de nacionales de otros países, se sumarían en Nigeria algunas deportaciones internasde nigerianos musulmanes que se habrían practicado en el país durante los últimos meses.

 Los casos de Malasia e Israel
En los últimos meses, las deportaciones se han situado en los puestos más prominentes de la agenda política y mediática de Malasia e Israel.
A finales del verano de 2013, las autoridades malayas comenzaron una serie de operaciones en todo el país para detener a inmigrantes ilegales con la intención de deportarlos de forma inmediata. Las primeras redadas y arrestos se produjeron en septiembre. Unos 2.500 migrantes ilegales fueron arrestados paso previo a su deportación. Desde el anuncio oficial de la nueva “lucha contra la inmigración ilegal”, se extendieron los rumores de que cientos de miles de migrantes corrían el riesgo de ser expulsados. El crecimiento económico de Malasia en los últimos años ha atraído a personas de Indonesia, Filipinas, Bangladesh, Myanmar o Tailandia. Según las cifras disponibles, los detenidos y deportados hasta la fecha ascenderían “tan solo” a unos pocos miles de inmigrantes. Las operaciones para detener y deportar personas en situación irregular han continuado, al menos, hasta comienzos de 2014, recibiendo una buena cobertura informativa en los medios de comunicación del país.
En Israel, el asunto de las deportaciones comenzó a ocupar portadas de periódicos en junio de 2013, a partir de una noticia sobre los planes del Gobierno Netanyahu para expulsar del país a buena parte de los  inmigrantes africanos ilegales que residen en el país -entre 50 y 60 mil, la mayoría procedentes de Sudán y Eritrea-. La filtración de un documento oficial a un medio de comunicación permitió conocer que el Gobierno israelí había firmado un acuerdo con un gobierno africano -Uganda, según se supo después- para que aceptase a miles de esas personas en su territorio. A cambio, recibiría tanto ayuda económica como técnica. Las autoridades israelíes afirmarían más tarde que dichas deportaciones no serían forzosas pero que su intención era, efectivamente, reducir la población de personas en situación irregular procedentes de países africanos. Israel ya ha construido centros de internamiento para su custodia, incluido uno en mitad del desierto. La aprobación de la ley fue contestada en las calles por manifestaciones multitudinarias de inmigrantes. Israel es uno de los países del mundo que menos concesiones de asilo ha aprobado en las últimas décadas.