domingo, 24 de febrero de 2013

ARGO fuerte aspirante a ganar el Oscar. Aquí la verdadera historia que dio vida a la película


Tomado de BBC Mundo   

Argo, una película sobre el audaz rescate de seis estadounidenses que se escondían en Teherán después de la toma de la embajada en noviembre de 1979, es una de las favoritas de los premios Oscar. El agente de la CIA Tony Méndez, encarnado en la pantalla grande por Ben Affleck, explica cómo se formuló el plan de rescate.

El verdadero espía de "Argo" cuenta su increíble historia

Advertencia: detalles importantes de la trama -real y de la película- serán revelados a continuación.

Por Naveena Kottoor

Los seis estadounidenses habían escapado por la puerta trasera de la embajada en momentos en que los revolucionarios iraníes se abrían paso, y se refugiaron en la casa del embajador de Canadá. Pero corrían el riesgo de ser descubiertos, bien sea por los revolucionarios o por los medios de comunicación.

Mucha de la atención estaba sobre las varias decenas de empleados de la embajada que habían caído como rehenes del nuevo régimen revolucionario iraní. Del grupo de 66 personas, 13 habían sido liberadas dos semanas después. Pero el presidente de EE.UU. Jimmy Carter se encontraba bajo una enorme presión para lograr el retorno de todos los rehenes, incluidos aquellos de cuya existencia no se habían enterado los revolucionarios.

Entrar y salir


Tony Méndez tenía que encontrar una manera de sacarlos del país, pero primero tenía que hallar la forma de entrar a Irán sin levantar sospecha.

"Normalmente usamos una excusa muy aburrida. Pero no podíamos ir como maestros, porque las escuelas internacionales estaban cerradas. No podíamos ir como técnicos de hidrocarburos. No podíamos ir como nutricionistas que venían a inspeccionar cultivos", le dijo a la BBC.

Méndez también tenía que tomar en cuenta que, a diferencia de él, los seis rehenes no tenían ningún entrenamiento en asuntos clandestinos.

El espía se encontraba en Otawa, en conversaciones con el gobierno de Canadá, cuando decidió "revertir las reglas y crear una distracción".

Un total de 66 rehenes fueron capturados por los revolucionarios.

Su plan era viajar a Teherán como supuesto integrante de un equipo de investigación de locaciones cinematográficas, que trabajaba en una película de ciencia ficción.

"Todo el mundo sabe que la gente de Hollywood va donde quiere, sin importar el momento histórico. No toman en cuenta las circunstancias políticas ni los peligros", dice.

En enero de 1980 voló a Los Ángeles con US$10.000 en el bolsillo. La CIA y Hollywood tenían un largo historial de colaboración, en especial cuando se trataba de crear disfraces.

Méndez contrató a un guionista, que empezó a trabajar inmediatamente, y alquiló una oficina para su compañía de producción falsa, Studio 6, el mismo número de personas que planeaba rescatar.

En dos días el guión de una nueva producción estaba listo. Se llamaba "Argo". La historia era parecida a la trilogía de ciencia ficción La Guerra de las Galaxias, un gran éxito de taquilla de la época, y se desarrollaba en un lugar mítico con un bazar exótico.

Studio 6 contactó a revistas como Hollywood Reporter y Variety para generar un revuelo en los medios acerca del nuevo largometraje. Méndez quería que sonara tan creíble como fuera posible, en caso de que el régimen iraní decidiera chequear su historia.

El riesgo de fallar


Le tomó varias semanas convencer a sus superiores en la CIA y a integrantes de los gobiernos canadiense y estadounidense de que le dieran luz verde. La situación era impredecible en el terreno, y discusiones sobre si los rehenes debían recibir pasaportes falsos estadounidenses, canadienses o de otra nacionalidad consumieron largas horas.

La liberación se convirtió en una prioridad para el presidente Jimmy Carter.

Un fracaso hubiera sido terriblemente vergonzoso para los gobiernos. Y peligroso para los rehenes.

"No había plan B. Generalmente uno tiene un plan de escape, pero no tendríamos un automóvil esperándonos con el motor encendido", dice Méndez. Era una misión "peliaguda", como dice él.

Cuando finalmente estaba listo para viajar a Teherán, ni siquiera su esposa Jonna Méndez, también empleada de la CIA, sabía en qué misión se estaba embarcando.

El presidente Carter había sido informado, y le envió a Méndez una nota especial: "Buena suerte", decía, aunque es muy inusual que un presidente haga contacto directo con agentes de la CIA, dice el ex espía.

Cuando llegó a la capital iraní, la ciudad parecía tierra de nadie, recuerda.

"En la noche, los guardias revolucionarios se divertían manejando por las calles y disparando su armas hacia los edificios. Todas las convenciones sociales aceptadas parecían estar en suspenso".

"No había plan B. Generalmente uno tiene un plan de escape, pero no tendríamos un automóvil esperándonos con el motor encendido"

Ser identificado como ciudadano estadounidense en las calles de Teherán era muy arriesgado.

Pero cuando Méndez y su colega Julio, que hablaba farsi, se perdieron y le preguntaron a un guardia revolucionario el camino a la embajada canadiense, tuvieron suerte. Él lo atribuye a su coartada exótica: "veníamos de Hollywood. Éramos más interesantes que nadie".

El 25 de enero de 1980, Méndez y su colega finalmente conocieron al personal refugiado en la residencia de Teherán, donde se habían estado escondiendo por 86 días.
"Ya se estaban preocupando", dice.

El ayatola Jomeini ordenó la liberación de 13 rehenes.

Méndez les informó el plan, les dio tarjetas de presentación de Studio 6 y ropa que los hiciera parecer "más Hollywood".

El gobierno de Canadá había acordado entregarles pasaportes falsos. Las siguientes 48 horas las pasaron practicando técnicas de interrogatorio hostil.

Todos sabían que el plan de escape era peligroso, recuerda Méndez.

"Los iraníes podían haber decidido decapitarnos. O nos podían haber llevado arrastrados por un jeep. Todo era posible", dice.

Un "juego"


Para lograr que se relajaran, trató de hacer de los preparativos una especie de juego.

"Esperaba que de esta manera se soltaran y disfrutaran de la operación. Puede sonar extraño, pero uno puede distraer a la gente mucho más fácil con diversión, en vez de con susto. Con uno de los invitados tuve que recurrir al licor -a un trago de Cointreau- para intentar ponerlo contento".

El lunes 28 de enero, el grupo se dirigió al aeropuerto de Teherán para tomar el vuelo de las 07:00 a Zurich.

"Hubo momentos en que pasamos por puntos de control en que no estábamos seguros de si íbamos a lograrlo", dice Méndez.


Él y sus colegas decidieron viajar con Swissair, la aerolínea que consideraban más eficiente y confiable, y con ayuda de información de inteligencia sobre el personal en el aeropuerto, el grupo reservó para salir en el vuelo matutino.

Méndez esperaba que si llegaban de madrugada, se encontrarían con oficiales y revolucionarios soñolientos, demasiado cansados como para prestarle atención al grupo. Y funcionó.

El avión despegó sin problemas. Al llegar a Zurich, los seis estadounidenses fueron escoltados por personal del departamento de Estado.

"No hubo tiempo para gracias y despedidas, así que Julio y yo fuimos a almorzar", dice Méndez.
 El supuesto productor de Hollywood, ahora material de película.

En marzo de 1980, después de un encuentro en persona con el presidente Carter en lel Despacho Oval, la CIA le otorgó un reconocimiento a Méndez, la Intelligence Star, pero como la misión era clasificada, se vio obligado a regresarla inmediatamente. Ni siquiera su familia pudo asistir a la ceremonia.

Por 17 años, la operación se mantuvo en secreto. Implicaba información tan sensible que no podía ser referida ni en la revista interna de la CIA, "Estudios en Inteligencia".

Al final, fue George Tenet, director de la CIA entre 1997 y 2004, quien animó a Méndez a compartir la historia de la operación, que se convirtió en la inspiración de la película "Argo".

Y lo demás es historia. En los libros y la pantalla grande. 

Club de la Hoz y el Martini: Evo Morales y los extravagantes gustos de un revolucionario presidente


Tomado de EJV

 Los lujos de Evo cuestan millones a Bolivia

Mandó a construir un estadio en su pueblo de origen con capacidad 25 veces mayor que la totalidad de su población. El estadio fue bautizado con el nombre del padre de Evo Morales

Un avión con diseño exclusivo, un nuevo Palacio de Gobierno y hasta un museo de tres edificios que será construido en el pueblo donde nació, son algunos de los gustos presidenciales. ¿Necesidad o vanidad?

Los pedidos de Evo cuestan millones al país

Millones de dólares para cubrir los pedidos del presidente Evo Morales.

Costosos gustos, los que tiene el primer mandatario. Desde un avión exclusivo y equipado con 103 dispositivos de seguridad, hasta un museo de tres edificios que será construido en el pueblo donde nació. ¿Necesidad o vanidad?

El Deber, La Paz


Description: http://eldeberservices.com/openx/www/delivery/avw.php?zoneid=12&cb=INSERT_RANDOM_NUMBER_HERE&n=acd7f744El Estado boliviano ha hecho  millonarios gastos para cubrir requerimientos personales del presidente Evo Morales. Quienes lo critican ven que hay un exceso y lo atribuyen a la vanidad del mandatario; quienes lo siguen aseguran que la máxima autoridad de Bolivia solo ha cubierto necesidades indispensables que hacen a su investidura.

Un nuevo palacio de Gobierno, un avión de diseño exclusivo, un museo en el lugar donde nació son algunas de las demandas del presidente que dan que hablar a oficialistas y opositores.

El avión presidencial costó alrededor de 38,7 millones de dólares; luego fueron dos helicópteros para los viajes al interior del país del jefe de Estado, cada uno con un costo aproximado de 5,5 millones de dólares. Actualmente se construye una terminal aérea presidencial que costaría unos 10,5 millones de bolivianos. Además está en marcha la construcción de la Casa Grande del Pueblo, que será el nuevo Palacio de Gobierno, porque el actual le queda chico a Evo Morales y a su Gobierno. Aún no se sabe cuánto será el costo global de la obra, aunque inicialmente se ha pagado $us 500.000 solo en la compra de un terreno contiguo al edificio que ocupa hoy. También se ha aprobado la construcción del Museo de la Revolución Democrática y Cultural, ubicado en Orinoca, el pueblo natal de Morales, donde se invertirán hasta Bs 47 millones.

Si bien la mayoría de estos bienes quedarán como herencia para futuros gobernantes, el debate se centró en la pregunta si esos gastos son necesarios.

“Claro que son una necesidad”, asegura el jefe de bancada del MAS en Diputados, Roberto Rojas. Él considera que “el presidente es el primer mandatario que ha ganado con más del 60 por ciento de votos y tiene derecho, por su seguridad, integridad física” a adquirir transportes y espacios que garanticen su vida. Por el contrario, la diputada opositora Norma Piérola (CN) señala que al presidente “le encanta el poder y gasta plata que no tiene”.

Los gastos del Gobierno en el presidente arrancan más opiniones, el diputado Galo Bonifaz (MAS) justifica que “no podemos negar que el arquitecto de este proceso de cambio es el presidente Evo, él es el arquitecto, el mentor, es el líder y todo lo que se hace es en coordinación con él”. Agrega que las millonarias compras “son una herramienta de trabajo”.

Para la diputada Marcela Revollo (MSM) “todo eso es la megalomanía del presidente y su Gobierno que despliega desde su segunda gestión. Los dos tercios han enloquecido a los masistas y al  presidente y le han quitado principio de realidad”.

Uno de los gastos que más llaman la atención es el que se hará en el museo de Orinoca, en el mismo lugar donde nació Evo Morales.

El presidente posa junto a la maqueta de lo que será el Museo de la Revolución en Orinoca.


Esa inversión es cuestionada por el diputado oficialista Javier Zabaleta que considera que “en todas las acciones que ha tomado (el presidente) ha habido medidas acertadas y justificadas, pero también ha habido medidas que no son ni justificables ni bien pensadas como el museo, hay cosas en las que se pueden invertir mejor el dinero”.

El ministro de Culturas, Pablo Groux, asegura que la construcción de ese museo tiene el objetivo de “instalar una infraestructura cultural y turística en el contexto del principal atractivo del país, que es el salar de Uyuni”. Afirma que ese museo “abordará los acontecimientos de los pueblos indígenas, desde antes de la conquista, pasando la colonia, la República hasta nuestros días”.

Al museo se suma la construcción de un estadio para 5.000 espectadores en un pueblo con menos de 200 habitantes, al que también se le hizo una carretera en el circuito del lago Poopó.

EL DEBER consultó a la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, sobre este recuento, pero ella dijo que la próxima semana respondería al tema porque estaba ocupada con los actos del solsticio del 21 de diciembre en la Isla del Sol 

MILLONES QUE SALEN DEL TGN   

Avión presidencial

Fue adquirido en julio de 2010, se trata del Falcon Dassault 900 EX de fabricación francesa que costó $us 38,7 millones. El avión fue diseñado para el equipo de fútbol Manchester United, que a última hora desistió de comprarlo. Fue reacondicionado para Evo Morales con 103 dispositivos de seguridad.

Helicóptero presidencial

Es bimotor. El presidente lo usa para viajes dentro del país. Según algunos portales, el costo unitario es de $us 5,5 millones. El jueves llegó otro a Bolivia con las mismas características. Será para tareas de rescate y también para el traslado de ejecutivos o del presidente si es requerido.

Terminal aérea

Un hangar y terminal presidencial se construyen en la Brigada Aérea de El Alto, con una inversión de Bs 10,5 millones. Tendrá áreas privadas, de seguridad y sala de prensa. Morales afirmó que es una necesidad para recibir a presidentes e invitados que llegan desde otros países en misiones oficiales.

Casa Grande del Pueblo

Tendrá un helipuerto y unos 12 pisos para albergar a tres ministerios. Aún no se tiene un costo definitivo de la obra. Una ley ha declarado que la obra es prioridad nacional. Tendrá motivos andinos y tiwanacotas. El actual Palacio quedará como recuerdo del pasado republicano.

Museo de la Revolución

Será construido en la población de Orinoca, donde nació Morales. Para este proyecto el Gobierno destinó Bs 47 millones. Serán tres edificios: uno en forma de cabeza puma, otro como cuerpo de quirquincho y otro en forma de llama. Uno de los emplazamientos acogería los regalos que recibió y recibe el presidente.

Estadio y coliseo en Orinoca

El estadio se llama "Dionisio Morales", el nombre del padre del presidente. Tiene césped natural, graderías para 5.000 personas. El coliseo es un campo deportivo moderno. Hay carretera pavimentada. Según el Censo de Población y Vivienda de 2001, Orinoca tiene 163 habitantes.

A TOMAR EN CUENTA  

OTROS GUSTOS DEL MANDATARIO ENTREGAS QUE TIENEN EL SELLO DE EVO

En varios momentos durante el mandato del primer mandatario se presentaron objetos y hechos que rinden culto a su personalidad.

Computadoras con el rostro del gobernante

En octubre de 2011, el Gobierno comenzó a entregar computadoras portátiles a maestros del país. La particularidad es que estas llevaban grabado el rostro del presidente y eso llamó la atención de los beneficiarios que debían utilizarlas en las aulas para enseñar a los niños.

Una moneda con el rostro del presidente

El 5 de agosto de 2010, el Banco Central de Bolivia presentó una moneda conmemorativa con el rostro de Evo Morales, en alusión a los principios de la nueva Constitución

Presentaron un libro sobre la rodilla del primer mandatario

El neurocirujano cubano Orestes López Piloto presentó un libro llamado La rodilla de Evo o la dignidad de un pueblo, en el que relata el momento en que el presidente tuvo un desgarro parcial en el tendón rotuliano y se negó a seguir la recomendación de reposo de los médicos.


“No hay una visión de Estado en el Gobierno”
JORGE LAZARTE – POLITÓLOGO

La forma de actuar del presidente podría llamarse comportamiento patrimonial, que consiste en no diferenciar los bienes públicos de los privados, la esfera pública de la privada y pasar fácilmente de lo uno a lo otro.

Tiene la imagen de un modelo patriarcal de gobierno, donde él es el padre de familia  y sus hijos los bolivianos. Decide todo sobre los bienes como lo hace un jefe de familia con sus hijos, es decir, muy libremente. En este comportamiento patrimonial falta el hombre de Estado, que comprende que debe diferenciar entre espacio público y privado, debería haber una idea de Estado que no hay en el presidente.

En eso no hubo innovación, se continúa una vieja tradición boliviana. Esto hace que en todos sus discursos diga “yo he ordenado”, “yo he pedido”. El yo es algo que prevalece sobre  lo institucional. Son rasgos característicos de un poder patrimonial profundamente arraigado que se está reproduciendo en el país.

Él usa los bienes del estado como si fueran de él.

No hay control sobre los gastos del poder. Se dispone recursos como si le pertenecieran personalmente al primer mandatario del país.

Está claro que se cubren necesidades del país, el problema no es el qué, sino el cómo los atiende.

Se refuerza una visión patrimonialista del poder que hace mucho daño al Estado, porque ahí está el origen del mal uso de los recursos en beneficio privado y como no hay control muchos de los gastos pueden ser contraproducentes.

Esa es una vieja herencia del pasado que se reproduce en el presente.

INAUGURACIÓN DE ESTADIOS AL LADO DE ESTRELLAS DE FÚTBOL Y CON EL RELATO DE FAMOSOS PERIODISTAS DEPORTIVOS

Casi es un ritual que toda obra deportiva que entrega Evo Morales esté acompañada de un partido de fútbol. Al mandatario le gusta jugar con la selección nacional de 1994 y que sus partidos sean transmitidos por televisión y relatados por conductores deportivos especializados.

En octubre, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, informó que se efectuaron 483 transmisiones de los actos de entrega de diferentes obras por el presidente, entre enero y octubre de 2012,  en las que gastaron más de Bs 23,4 millones. No se detalló el costo de cada transmisión.

Los famosos jugadores visitaron varios lugares de Bolivia en duelos futbolísticos con el equipo presidencial conformado por su grupo de seguridad, es decir “tenientes, capitanes y sargentos”. Los partidos se transmitieron en directo por Bolivia TV y el relato estuvo a cargo de los hermanos Cobo que conducen programas deportivos.

El viceministro de Deportes, Miguel Ángel Rimba, explicó que cuando hay alguna entrega de campos deportivos “el presidente me pide que pueda convocar a estos compañeros (selección del 94), ellos están predispuestos a la invitación y el presidente se queda muy feliz de compartir con nosotros, tiene cariño y respeto por cada uno de los muchachos”.

Según Rimba, los exseleccionados aceptan porque “no todos tienen la oportunidad de compartir un partido de fútbol con el presidente”, por lo tanto no se les hace ninguna retribución. Lo único que se les paga son los pasajes y el hotel cuando se quedan por más de un día. “El objetivo del presidente es la unificación del país a través del fútbol.

Entonces hemos ido con los muchachos a Gundonovia, al Tipnis y a distintos departamentos, a municipios donde nunca llegaba un futbolista”, justificó el exjugador.

En cuanto al pago de los relatores de fútbol, Rimba indicó que el Estado no corre con esos gastos, es la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) gracias a un convenio con el Viceministerio.  Contó que en una oportunidad la CBN contrató para la inauguración de una cancha a los “hermanos Cobo” y “el presidente estuvo muy feliz con la transmisión de estos hermanos”, desde entonces se continuó con el contrato.