viernes, 7 de agosto de 2009

La poesía del viernes, Ascención de Alfredo Espino



En el día dedicado
a la comunidad Salvadoreña
en Estados Unidos


Alfredo Espino

Nació en Ahuachapán en 1900. Murió en San Salvador en agosto 1928. Su único libro es Jícaras Tristes, siendo uno de los más editados en nuestro país; su autor es de los más leídos y comentados pero no estudiado o analizado en su expresión.

Espino tipifica a cabalidad el poeta inconsecuente, que asume el problema histórico nacional a fuerza de colores, sabores y perfumes en un momento y ambiente malsanos. Tiene una poética delicada, busco lo nuestro con una visión lírica; la que presentó con un estilo sencillo, fácil de captar, por lo tanto, sin complicaciones formales; escribió sonetos, romances y versos libres.

Su obra es muy juvenil y por ello puede hacerle falta visión creadora, él entrego su obra pero los críticos miopes o epidérmicos no supieron estudiarlo y se concretaron a mistificarlo por la falta de honestidad o de talento de quienes han hecho crítica literaria en nuestro país.


Disfrúte la Poesía escuchando Por ti Volaré
Interpretado por Andrea Bocceli





Ascensión
Alfredo Espino

¡Dos alas!... ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?

Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo!

...Cumbres, divinas cumbres, excelsos miradores...
¡Que pequeños los hombres! No llegan los rumores
de allá abajo, del cieno; ni el grito horripilante
con que aúlla el deseo, ni el clamor desbordante
de las malas pasiones... Lo rastrero no sube
ésta cumbre es el reino del pájaro y la nube

...Aquí he visto una cosa muy dulce y extraña,
como es la de haber visto llorando una montaña
...el agua brota lenta, y en su remanso brilla la luz
un ternerito viene, y luego se arrodilla
al borde del estanque, y al doblar la testuz,
por beber agua limpia, bebe agua y bebe luz...

Y luego se oye un ruido por lomas y floresta,
como si una tormenta rodara por la cuesta
animales que vienen con una fiebre extraña
a beberse las lágrimas que llora la montaña.

Va llegando la noche. Ya no se mira el mar.
Y que asco y que tristeza comenzar a bajar

...(¡Quién tuviera dos alas, dos alas para un vuelo!
Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido,
con el loco deseo de haberlas extendido
¡Sobre aquél mar dormido que parecía un cielo!)

Un río entre verdores se pierde a mis espaldas,
como un hilo de plata que enhebrara esmeraldas...

4 comentarios:

  1. Que belleza de música y poesía, elevan el espíritu!!....valga la redundancia!!
    Gracias por compartirlas.

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  2. Belleza de poesia me hace recordar mis dias de escuela cuando Lo recitaba era mi poesia favorita esta poesia me hace sentir mas salvadoreño

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  3. Me encanta este poema, Alfredo Espino es el mejor poeta de El Salvador, lástima que murió tan joven, de haber vivido más de seguro viera sido otro Ruben Darío

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  4. alfedo espino es el mejor poeta

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