sábado, 18 de enero de 2020

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EDUCAR NO ES OBRA DE MILAGROS


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

En términos de enseñanza, el camino de la búsqueda al sistema ideal está plagado de mitos.

En El Salvador podemos observar claramente dos sectores muy diferenciados. Por un lado, uno obsoleto; por otro, uno demasiado lleno de métodos con falsas esperanzas, dirigidas a formar "niños genios".

Obviamente ninguna de los dos formas es lo ideal.

Todo empieza en casa, pero en los hogares no existe un criterio claro de lo que es educar. Es más, se suele creer que la escuela es la que educa y poco se considera que la misma apoya el aprendizaje más formal y con detalle de los humanos. Sin embargo, es el hogar  el encargado de generar la actitud dentro del aprendizaje. Puede ser pasiva e incluso desdeñosa y satirizada, o activa y deseosa de hacer crecer cualquier área.

Por supuesto, también hay un margen que lo proporcionará la personalidad y capacidad de cada quien, ya que no todos disfrutan lo estudiado o aprendido del mismo modo.

Lo primero que se necesita es darle la importancia a los conocimientos en la conducta  dentro de la sociedad.

Se debe entender que  la forma y amplio bagaje de lo estudiado será observado en relación directa al éxito en el grupo familiar.

En muchos hogares solo piensan en "agregar" volumen e interés poniendo de moda los últimos hitos escritos en las revistas o best sellers sin meditar sobre los mismos, ni mucho menos ejercer un mecanismo que nos haga confiar o desconfiar de ellos.

 De repente, dejamos de consultar a los expertos.

Simplemente nos creemos expertos en cada tendencia sugerida.

Un ejemplo es la estimulación temprana mejorada por una serie de ejercicios que suelen ser repetidos y estudiados con los padres y los niños en las academias de moda.

Este sistema, creado en la década de los 60 por Glenn Doman, está demostrado científicamente que “se trata de un método sin fundamento basado en teorías anticuadas y simplificadas, y que no hay afirmaciones científicas que lo respalden”.

En cambio, lo que sí se debe propiciar es el contacto materno y del resto de la familia en el desarrollo adecuado del niño. Por ejemplo, el habla mediante el mismo succionar de las mamas al alimentarse. No es solo el aumentar la estimulación sino ejercer la misma con amor y constancia.

Sin conocimientos, es fácil caer en situaciones engañosas y dejarse llevar por métodos erróneos, como creer que todo problema escolar -llámese lectura, escritura o matemáticas- sea simplemente un tema de lateralidad. Debe ser estudiado y tratado, pero puede no ser un causante único de un mal aprendizaje.

Durante años, nadie se atrevía a poner en duda la afirmación de que el uso de computadoras ayudaba a que los niños aprendieran más, la consideraban una herramienta clave en la pedagogía moderna.

Incluso de esa teoría surgió un programa mundial conocido como OLPC (One Laptop per Child), donde se distribuyeron millones de computadoras portátiles para los estudiantes de zonas rurales o colegios pobres.

Sin embargo, a la hora de evaluar el impacto quedó claro que no tuvo el efecto deseado. Resultó negativo en el rendimiento en lenguaje y matemática. Para peor, el estudio también reveló que los jóvenes que recibieron las computadoras estudiaban y leían menos, y preferían no hacer las tareas escolares. Los nuevos métodos, sobre todos los que llegan con un envoltorio revolucionario y novedoso; no siempre son lo más recomendables.
 Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

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