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domingo, 24 de febrero de 2013

ARGO fuerte aspirante a ganar el Oscar. Aquí la verdadera historia que dio vida a la película


Tomado de BBC Mundo   

Argo, una película sobre el audaz rescate de seis estadounidenses que se escondían en Teherán después de la toma de la embajada en noviembre de 1979, es una de las favoritas de los premios Oscar. El agente de la CIA Tony Méndez, encarnado en la pantalla grande por Ben Affleck, explica cómo se formuló el plan de rescate.

El verdadero espía de "Argo" cuenta su increíble historia

Advertencia: detalles importantes de la trama -real y de la película- serán revelados a continuación.

Por Naveena Kottoor

Los seis estadounidenses habían escapado por la puerta trasera de la embajada en momentos en que los revolucionarios iraníes se abrían paso, y se refugiaron en la casa del embajador de Canadá. Pero corrían el riesgo de ser descubiertos, bien sea por los revolucionarios o por los medios de comunicación.

Mucha de la atención estaba sobre las varias decenas de empleados de la embajada que habían caído como rehenes del nuevo régimen revolucionario iraní. Del grupo de 66 personas, 13 habían sido liberadas dos semanas después. Pero el presidente de EE.UU. Jimmy Carter se encontraba bajo una enorme presión para lograr el retorno de todos los rehenes, incluidos aquellos de cuya existencia no se habían enterado los revolucionarios.

Entrar y salir


Tony Méndez tenía que encontrar una manera de sacarlos del país, pero primero tenía que hallar la forma de entrar a Irán sin levantar sospecha.

"Normalmente usamos una excusa muy aburrida. Pero no podíamos ir como maestros, porque las escuelas internacionales estaban cerradas. No podíamos ir como técnicos de hidrocarburos. No podíamos ir como nutricionistas que venían a inspeccionar cultivos", le dijo a la BBC.

Méndez también tenía que tomar en cuenta que, a diferencia de él, los seis rehenes no tenían ningún entrenamiento en asuntos clandestinos.

El espía se encontraba en Otawa, en conversaciones con el gobierno de Canadá, cuando decidió "revertir las reglas y crear una distracción".

Un total de 66 rehenes fueron capturados por los revolucionarios.

Su plan era viajar a Teherán como supuesto integrante de un equipo de investigación de locaciones cinematográficas, que trabajaba en una película de ciencia ficción.

"Todo el mundo sabe que la gente de Hollywood va donde quiere, sin importar el momento histórico. No toman en cuenta las circunstancias políticas ni los peligros", dice.

En enero de 1980 voló a Los Ángeles con US$10.000 en el bolsillo. La CIA y Hollywood tenían un largo historial de colaboración, en especial cuando se trataba de crear disfraces.

Méndez contrató a un guionista, que empezó a trabajar inmediatamente, y alquiló una oficina para su compañía de producción falsa, Studio 6, el mismo número de personas que planeaba rescatar.

En dos días el guión de una nueva producción estaba listo. Se llamaba "Argo". La historia era parecida a la trilogía de ciencia ficción La Guerra de las Galaxias, un gran éxito de taquilla de la época, y se desarrollaba en un lugar mítico con un bazar exótico.

Studio 6 contactó a revistas como Hollywood Reporter y Variety para generar un revuelo en los medios acerca del nuevo largometraje. Méndez quería que sonara tan creíble como fuera posible, en caso de que el régimen iraní decidiera chequear su historia.

El riesgo de fallar


Le tomó varias semanas convencer a sus superiores en la CIA y a integrantes de los gobiernos canadiense y estadounidense de que le dieran luz verde. La situación era impredecible en el terreno, y discusiones sobre si los rehenes debían recibir pasaportes falsos estadounidenses, canadienses o de otra nacionalidad consumieron largas horas.

La liberación se convirtió en una prioridad para el presidente Jimmy Carter.

Un fracaso hubiera sido terriblemente vergonzoso para los gobiernos. Y peligroso para los rehenes.

"No había plan B. Generalmente uno tiene un plan de escape, pero no tendríamos un automóvil esperándonos con el motor encendido", dice Méndez. Era una misión "peliaguda", como dice él.

Cuando finalmente estaba listo para viajar a Teherán, ni siquiera su esposa Jonna Méndez, también empleada de la CIA, sabía en qué misión se estaba embarcando.

El presidente Carter había sido informado, y le envió a Méndez una nota especial: "Buena suerte", decía, aunque es muy inusual que un presidente haga contacto directo con agentes de la CIA, dice el ex espía.

Cuando llegó a la capital iraní, la ciudad parecía tierra de nadie, recuerda.

"En la noche, los guardias revolucionarios se divertían manejando por las calles y disparando su armas hacia los edificios. Todas las convenciones sociales aceptadas parecían estar en suspenso".

"No había plan B. Generalmente uno tiene un plan de escape, pero no tendríamos un automóvil esperándonos con el motor encendido"

Ser identificado como ciudadano estadounidense en las calles de Teherán era muy arriesgado.

Pero cuando Méndez y su colega Julio, que hablaba farsi, se perdieron y le preguntaron a un guardia revolucionario el camino a la embajada canadiense, tuvieron suerte. Él lo atribuye a su coartada exótica: "veníamos de Hollywood. Éramos más interesantes que nadie".

El 25 de enero de 1980, Méndez y su colega finalmente conocieron al personal refugiado en la residencia de Teherán, donde se habían estado escondiendo por 86 días.
"Ya se estaban preocupando", dice.

El ayatola Jomeini ordenó la liberación de 13 rehenes.

Méndez les informó el plan, les dio tarjetas de presentación de Studio 6 y ropa que los hiciera parecer "más Hollywood".

El gobierno de Canadá había acordado entregarles pasaportes falsos. Las siguientes 48 horas las pasaron practicando técnicas de interrogatorio hostil.

Todos sabían que el plan de escape era peligroso, recuerda Méndez.

"Los iraníes podían haber decidido decapitarnos. O nos podían haber llevado arrastrados por un jeep. Todo era posible", dice.

Un "juego"


Para lograr que se relajaran, trató de hacer de los preparativos una especie de juego.

"Esperaba que de esta manera se soltaran y disfrutaran de la operación. Puede sonar extraño, pero uno puede distraer a la gente mucho más fácil con diversión, en vez de con susto. Con uno de los invitados tuve que recurrir al licor -a un trago de Cointreau- para intentar ponerlo contento".

El lunes 28 de enero, el grupo se dirigió al aeropuerto de Teherán para tomar el vuelo de las 07:00 a Zurich.

"Hubo momentos en que pasamos por puntos de control en que no estábamos seguros de si íbamos a lograrlo", dice Méndez.


Él y sus colegas decidieron viajar con Swissair, la aerolínea que consideraban más eficiente y confiable, y con ayuda de información de inteligencia sobre el personal en el aeropuerto, el grupo reservó para salir en el vuelo matutino.

Méndez esperaba que si llegaban de madrugada, se encontrarían con oficiales y revolucionarios soñolientos, demasiado cansados como para prestarle atención al grupo. Y funcionó.

El avión despegó sin problemas. Al llegar a Zurich, los seis estadounidenses fueron escoltados por personal del departamento de Estado.

"No hubo tiempo para gracias y despedidas, así que Julio y yo fuimos a almorzar", dice Méndez.
 El supuesto productor de Hollywood, ahora material de película.

En marzo de 1980, después de un encuentro en persona con el presidente Carter en lel Despacho Oval, la CIA le otorgó un reconocimiento a Méndez, la Intelligence Star, pero como la misión era clasificada, se vio obligado a regresarla inmediatamente. Ni siquiera su familia pudo asistir a la ceremonia.

Por 17 años, la operación se mantuvo en secreto. Implicaba información tan sensible que no podía ser referida ni en la revista interna de la CIA, "Estudios en Inteligencia".

Al final, fue George Tenet, director de la CIA entre 1997 y 2004, quien animó a Méndez a compartir la historia de la operación, que se convirtió en la inspiración de la película "Argo".

Y lo demás es historia. En los libros y la pantalla grande. 

martes, 25 de diciembre de 2012

Actor protagonista de Pablo Escobar es hombre del año en Colombia


Tomado de ABC

Andrés Parra, el actor que encarnó a Pablo Escobar, personaje del año en Colombia

Por  Alejandra de Vengoechea

El capo del cártel de Medellín se le aparecía en sueños durante el rodaje de la serie de televisión que ha sido todo un éxito

Tiene 34 años y cuando sólo tenía diez dejó del colegio porque quería aprender teatro. Comedor impulsivo de uñas, Andrés Parra, el actor que encarnó al capo del narcotráfico en la serie de televisión «Pablo Escobar, el patrón del mal», una de las más vistas este año enColombia, fue elegido por la revista «Elenco» como el personaje del año.

En entrevista con el diario «El Espectador», Parra había contado que para interpretar a Escobar, muerto en un operativo en 1993, necesitó que le asesoraran un puñado de psicólogos. «Me costaba mucho trabajo entender la personalidad tan contradictoria de Escobar. Siempre baso mis personajes en un enorme trabajo de investigación, pero en este caso tuve que solicitar ayuda profesional de psicólogos, algo a lo que nunca antes había recurrido para poder interpretar un papel».
«Estos individuos son un poco como "autodioses"; ellos tienen la capacidad de crear sus propias normas éticas y morales que los benefician solo a ellos. No forman parte de la sociedad. De cierta manera, ellos crean su propio universo en el que los asesinatos y el terrorismo están bien; es parte de lo que tienen que hacer», apuntó.

Parra cuenta en su blog que su obsesión por la actuación nació el día en que vio a un compañero del colegio vestido de rey para una representación teatral. 
Hoy, este hombre que fue mayordomo y lavó coches para sostener a su hijo nacido en 2001 tiene claro por qué fue elegido el personaje del año. «El público cada vez está pidiendo más personajes con los que sí se puede identificar, y las series que Colombia están teniendo un tinte naturalista y realista muy interesante», contó en «Elenco».
Para lograr a su personaje, que impactó por lo real no sólo en lo físico sino en lo mental, Parra no duda. Eso se logra trabajando duro. Disciplina, tesón, empeño. «Fueron muchas las horas trabajando solo. En un momento me fui a la finca de mi padre para encerrarme. Preparé a Escobar en la Navidad pasada. Eso es trabajar y hacer la tarea. Los actores somos muy vagos pues no hay un entrenamiento preciso, como los bailarines que tienen su barra o los pianistas que saben que si no entrenan un día se les comienzan a dormir las manos».
Parra está de descanso. Dice que quedó agotado no tanto por cargar con el peso de ser Escobar sino por las jornadas, los horarios, el estar obsesionando hasta en los sueños con él.
«Soñaba mucho con él, sobre todo al principio. Estoy convencido de que ese "man" (el espíritu de Escobar) en algún momento estuvo por ahí rondando y opinando, porque yo lo invoqué durante un año, todos los días y a todas horas. En el sueño me llamaba Andrés; estábamos en una sala y él con la ropa del Congreso, cuando se puso corbata».

sábado, 22 de septiembre de 2012

La actriz mejor pagada de la TV EEUU es latina. Se llama Sofia Vergara


Tomado de Semana.com


El mundo es de Sofía Vergara

Es la actriz mejor pagada de la televisión en Estados Unidos y la favorita para llevarse un premio Emmy. ¿Cómo llegó Sofía Vergara a convertirse, a pesar de las adversidades, en la figura latina más taquillera y el símbolo sexual del momento? SEMANA habló con ella.

Una de las claves del éxito de Sofía Vergara está en lo que no dice. Ella le ha hecho creer al mundo entero, a punta de carcajadas estruendosas y comentarios fuera de lugar, que no es más que una mujer linda y un poco tonta a quien el éxito le llegó por sorpresa. Pero la realidad es otra: la Toti, como le dicen sus amigos, es una persona brillante que ha superado varias adversidades para convertirse en una de las grandes divas del planeta.

Es cierto que frente a las cámaras parece escandalosa, pero ese es un personaje que ella ha creado para su vida pública. Con paciencia ha acumulado tantos éxitos que hoy por hoy es la actriz mejor pagada de la televisión de Estados Unidos, un símbolo sexual mundial y una poderosa empresaria que gana varios millones de dólares al año.

Ella habla poco sobre sus triunfos y no se los toma demasiado en serio: “La fama me abrió un mundo de oportunidades. Y me fregó la carrera de Odontología”, le dijo a SEMANA desde Los Ángeles, donde se encuentra rodando una nueva temporada de Modern Family, la serie que protagoniza desde hace tres años

Detrás de Vergara hay una verdadera marca registrada que mueve miles de dólares a diario. Hoy es el personaje latino que más dinero genera en Estados Unidos.

La poderosísima cadena Fox tiene todas sus esperanzas puestas en ella y es su apuesta principal para conquistar al público latino, que siempre le ha sido esquivo a las producciones habladas en inglés.



Es el caso de los 13 millones de espectadores de Modern Family, sólo 800.000 de ellos pertenecen a la comunidad de origen latinoamericano: es decir menos del 6 por ciento. Es una cifra mínima, teniendo en cuenta que en todo el país hay 48 millones de espectadores hispanos. Las series habladas en inglés todavía no se acercan a la audiencia de las producciones de Telemundo y Univisión. Por ejemplo, la telenovela La que no podía amar, la más vista en el país, tiene 5,2 millones de espectadores.

Sin embargo, los ejecutivos de Fox creen que pueden revertir esa tendencia con la creciente popularidad de la colombiana. 

Además, Vergara lanzó una marca de ropa con su nombre que se vende en todas las tiendas Kmart de Norteamérica. Es una línea para mujeres de todas las tallas inspirada en el estilo de la actriz –quien, por cierto, es aficionada a comprar zapatos y tiene una enorme colección– y también tiene lencería, accesorios y una línea de hogar. Por este rubro obtiene ganancias de 7 millones de dólares anuales.

Vergara también es la imagen de varias marcas, entre ellas Pepsi –que la volvió a contratar más de 20 años después de su debut publicitario en Colombia– y Girl.

Como si fuera poco, su empresa LatinWE, que fundó en 1996 para promocionar el talento latino, recibió 26 millones de dólares el año pasado.

Según la revista Forbes, entre mayo de 2011 y mayo de 2012, Vergara ganó 19 millones de dólares.

Ahora está a punto de ganar el Emmy –el máximo galardón de la televisión estadounidense– en la categoría de mejor actriz secundaria, que le ha sido esquivo dos veces.

Recibir el premio confirmaría el buen momento que atraviesa y la consagraría en la industria del entretenimiento. Pero ella sabe que es difícil: “La competencia está bien reñida este año. Pero yo para esas cosas de premios es para lo único que soy medio paciente en la vida. Aunque ganarme ese Emmy sería un honor espectacular y algo muy lindo en mi carrera, estoy muy agradecida porque la gente en todos los países y la industria en general me están mimando.”, explica.



Talento natural

La otra clave en el éxito de Sofía Vergara está en cómo lo dice. A pesar de que habla un inglés fluido, Vergara se inventó un acento falso, lleno de errores gramaticales y malas pronunciaciones, con el que se ganó el cariño del público. Se dio cuenta de que mientras la mayoría de estrellas latinas trataban de conquistar el mercado estadounidense hablando un idioma perfecto, ella podía hacerlo dándole la vuelta. Y esa es apenas una de las muchas pruebas de su inteligencia.



Vergara nació en julio de 1972 en una familia acomodada de Barranquilla y recibió una estricta educación en el Colegio Marymount. Desde muy joven llamaba la atención: “Era una belleza: rubia, blanca, de ojos profundos. Era tímida pero heredó la vena artística de su abuela materna, Rosa Lila Dávila de Vergara. Las dos se parecían mucho y tenían un sentido del humor igualito”, le dijo a SEMANA Hernando Vergara Dávila, un tío que vive en Barranquilla. Pero también tenía una enorme cercanía con su tía Gloria Vergara Dávila: “Mi hermana Margarita –la mamá de Sofía– dice que ella y yo somos igual de desparpajadas, igual de costeñas.

Incluso algunos amigos que tenemos en común me dicen que cuando hablan conmigo, sienten como si estuvieran hablando con Toti”, le dijo a SEMANA. Algunos sugieren que el personaje de Gloria en Modern Family está inspirado en su tía. 



A los 13 años empezó a convertirse en una mujer voluptuosa y le acomplejaba el tamaño de su pecho. Incluso pensó en hacerse una operación para reducirlo en su adolescencia. “De niña era delgada y con mucho busto. Siempre le pedía al Niño Dios que le regalara la cirugía de reducción de busto. A Sofía le pusieron ese nombre porque su tía abuela, que también era su madrina, se llamaba así. Ella adoraba a Sophia Loren y le inculcó esa admiración a Toti”; cuenta la tía Gloria desde Miami.

También desde esa época mostró todo su talento: “Yo pensaba que iba a ser cantante, porque tenía una voz muy bella. En las fiestas familiares le gustaba cantar acompañada de su hermano, que tocaba el acordeón”, dice Hernando.



Cuando estaba a punto de graduarse del colegio, a los 17 años, unos publicistas que casualmente buscaban modelos para participar en un comercial la vieron en la playa en bikini. “En el primer comercial de Pepsi ella era una extra.

Era una niña muy linda y la pusimos en dos tomas. La puse en el centro, porque ahí es donde está la mirada. Esa fue la primera vez que le di un chance”, le dijo a SEMANA el publicista Mario Mitrotti, quien dirigió los dos comerciales que sacaron a Vergara del anonimato.

A pesar de su timidez, Sofía empezó a recibir ofertas para trabajar de modelo. “A los seis meses teníamos que hacer otro comercial y me acordé de ella. Al cliente no le gustaba Sofía y yo le hice una propuesta: si no funcionaba, no me pagaba mi trabajo como director”, cuenta Mitrotti.

La joven se fue con todo el equipo de grabación, acompañada por su madre, al hotel Irotama de Santa Marta. Ahí protagonizó el segundo y muy célebre comercial de la bebida gaseosa, en el que a ella se le quemaban los pies y empezaba a hacer un pícaro striptease en la playa. “Al final todo el mundo quedó feliz, el cliente, la audiencia, el público. Se ganó el cariño de todos porque es inteligente, bonita y segura de sí misma”, dice Mitrotti. Sin embargo, el destape de Vergara no les gustó mucho a su mamá y a las directivas de su colegio. Pero sí a su novio Joe González, quien viajaba todos los días entre Barranquilla y Santa Marta en moto para cuidarla durante el rodaje. A pesar de ser la mujer más pretendida, tenía una relación muy seria con González, hijo de un exalcalde la de ciudad. 


 
Después de su breve incursión en el modelaje, Vergara se tomó un descanso. Empezó a estudiar Odontología, se casó con su novio y quedó embarazada.

A los 18 años tuvo a su único hijo, Manolo, a quien dice bautizó así en honor a uno de los personajes de la cinta Caracortada. Pero la relación con González era complicada y terminaron por separarse. También abandonó la Odontología y se dedicó tiempo completo a trabajar como modelo y actriz. 



En 1994, participó en el festival musical de Viña del Mar, en Chile, donde supuestamente conoció y tuvo un romance con el cantante mexicano Luis Miguel.

Este rumor puso los focos sobre ella: Vergara empezó a volverse una celebridad en el mundo latino y recibió una llamada del canal Univisión. “Fernán Martínez la vio en un programa de entrevistas que él producía.

En un viaje a Estados Unidos le habló a los directivos de Univisión sobre ella: les comentó que era una muchacha muy bonita, muy talentosa y que quería venir a probar suerte en Estados Unidos. Logró que le hicieran una audición para el programa ‘Fuera de Serie’”, le dijo a SEMANA desde Miami el presentador peruano Fernando Fiore. Él era su compañero de escena en el programa: “Fue increíble porque pasamos cuatro años viajando a los lugares más bellos: París, Israel, Egipto”.

Fuera de serie se volvió uno de los programas más populares entre los latinos de Florida. 

Pero no todo fue una historia rosa . Ella, como la gran mayoría de colombianos, ha sufrido en carne propia el dolor de la violencia.

Mientras empezaba su carrera en Estados Unidos asesinaron a su hermano mayor, Rafael, cuando intentaron secuestrarlo por motivos económicos. La tragedia fue decisiva para que Sofía se radicara del todo en Miami con su familia, a finales de los años noventa. Incluso, tiempo después su papá, el ganadero Jorge Enrique Vergara, también fue víctima de un plagio, aunque el Gaula lo rescató dos meses y medio más tarde. 



Gracias a su participación en Fuera de Serie, Univisión decidió que ya era el momento de que Vergara tuviera su propio programa. Fue así como en 1999 se convirtió en la presentadora de A que no te atreves. Sin embargo su amistad con Fiore no se marchitó e incluso se asociaron en LatinWE.

Luego pasó un breve periodo en Nueva York, donde presentó el programa radial La Bomba, en una estación de Manhattan. En 1995 también protagonizó una telenovela de Televisa, Acapulco, cuerpo y alma, al lado de Marcelo Cezán.
 


El cuerpo es imperfecto

Mientras la mayoría de mujeres mira con envidia a esta mujer y despierta pasiones en casi todos los hombres, ella también sabe que no hay cuerpos perfectos. A los 28, cuando su carrera en Estados Unidos estaba empezando a despegar, su médico le diagnosticó cáncer de tiroides.

Vergara tomó la decisión de enfrentar su enfermedad con buen humor. “Creo que incluso en los momentos más duros, si uno se esfuerza un poquito en rodearse de gente positiva, que te haga reír a carcajadas, aunque sea en un intervalo del drama, la tristeza se tiene que mudar, se espanta. Yo en medio de las radiaciones cuando me trataron el cáncer me pegué mis buenas carcajadas entre las lagrimitas y no fue tan horrible el proceso”, cuenta. 



Gracias a su buena actitud, logró recuperarse pronto. Con ese segundo aire, decidió que era el momento de mudarse a Los Ángeles, el lugar que debe conquistar cualquier actriz que realmente quiera ser famosa en Estados Unidos. La entrada a la compleja industria del entretenimiento de la ciudad californiana no fue fácil al comienzo. Vergara no recibía muchas ofertas de trabajo, pues su figura desconcertaba en las audiciones: como era rubia no correspondía al prototipo latino de los estadounidenses. Entonces tomó la decisión de teñirse el pelo de color oscuro.

“Me acuerdo que cuando se mudó a Los Ángeles, en 2002, su carrera en el mundo latino era muy exitosa pero en el mercado estadounidense apenas se estaba dando a conocer.

Cuando íbamos a fiestas era difícil entrar a los establecimientos porque nadie sabía quiénes éramos. Por suerte, cada vez que llegábamos a los sitios todos los ‘valet parking’ la trataban como una estrella internacional y los meseros se mataban por atenderla. Y lo más chistoso de todo era que al salir de los lugares había personalidades muy famosas esperando por su carro, pero apenas Sofía salía, su vehículo era el primero en estar listo. Ella, feliz, siempre decía: ‘Muy pronto todo el mundo sabrá quién soy’”, le contó a SEMANA su primo Hernando Vergara, uno de las personas más cercanas a ella en Los Ángeles. 



Durante los American Comedy Awards de ese año conoció al director Barry Sonnenfeld, quien la invitó a participar en su película Big Trouble: su primer papel en inglés. De ahí pasó a hacer varios personajes pequeños en cintas como Chasing Papi, Soul Plane, Grilled y Four Brothers, entre otras.

Durante esa época también circularon rumores de supuestos romances con el cantante Enrique Iglesias y con el actor Tom Cruise.

En 2005 recibió su primera propuesta para protagonizar una serie de televisión. La cadena ABC la contrató para que interpretara a Lola Hernández, una vendedora de finca raíz latina en Hot Properties.


La serie tuvo un pésimo rating y fue cancelada en el noveno capítulo. Pero Vergara empezó a ser reconocida como una de las actrices con más futuro en la televisión, a pesar de su origen latinoamericano. Ella nunca se ha sentido discriminada por esta situación: “Siempre digo en chiste que en este país me ha recibido con los brazos abiertos y los pantalones abajo. Digamos que hasta cierto punto es cierto, aunque he trabajado como loca para lograr todo. Acepto que por mi acento no tengo las mismas oportunidades para hacer algunos papeles, pero eso no es racismo, son retos del oficio que les tocan a todos los actores”, cuenta.



Durante los cuatro años siguientes participó en varias series como The Knights of Prosperity (2007) Dirty Sexy Money (2007) y Men in Trees (2008).

Así mismo protagonizó y produjo una versión latinoamericana de la serie Amas de casa desesperadas. A los 37 años, sin embargo, recibió la propuesta que cambiaría su vida. 
 


Días de gloria




Los productores Steven Levitan y Christopher Lloyd estaban planeando una serie nueva para la cadena Fox y necesitaban una protagonista de origen latinoamericano. Vergara fue, desde el comienzo, su primera opción. De hecho escribieron el papel pensando en ella. La serie, llamada Modern Family, era una apuesta arriesgada: Levitan y Lloyd querían retratar la nueva sociedad estadounidense.

Por eso Vergara era fundamental: su personaje, una colombiana casada con un hombre mayor llamada Gloria Delgado-Pritchett, debía representar la inclusión de los latinos en la familia tradicional estadounidense. Y Vergara lo logró a la perfección. “Gloria tiene mucho de mí, porque fue creada e inspirada en mí, y en lo que los escritores y creadores de la serie captaron de mi esencia y de las historias de mi familia cuando me conocieron. Incluso Manny, mi hijo en ‘Modern Family’, tiene mucho de Manolo, mi hijo cuando era chiquito”, cuenta Vergara.

Su tía está de acuerdo: “Cuando veo la serie me impresionan sus gestos, sus chistes y su expresiones. La veo como mi doble, me veo retratada ahí, por eso siempre digo en chiste ‘I’m the real Gloria’. Después de todo lo que se hereda no se hurta”. 



Desde su estreno Modern Family se convirtió en una de las series favoritas de los estadounidenses. Tanto así que hoy es una de las más taquilleras del prime time de la televisión abierta, con más de 13 millones de espectadores. Gran parte del éxito, si no todo, se debe a Vergara. Su personaje, fresco y muy divertido, se ha ganado el cariño de los televidentes.

“Cuando la comparas a ella con otras mujeres que tienen su misma figura, es un gran logro que tantas mujeres la amen. Usualmente, ellas resienten a las mujeres como ella. Pero es un elogio a su personalidad (...) Creo que es porque es muy inteligente, controlada y ha sabido cómo usar ese poder”, dice Steve Levitan. 

Entonces los premios, la fama y los dólares empezaron a llover.

Vergara fue nominada a los premios Emmy, a los Globos de Oro y a los SAG Awards como mejor actriz secundaria en 2010 y 2011. La próxima semana volverá a competir en los Emmy y, al parecer, la tercera será la vencida. El año pasado también, con 170.000 dólares por capítulo, se convirtió en la mujer mejor pagada, por encima de figuras como Tina Fey, Kim Kardashian, Edie Falco y Jane Lynch.

Esto, desde luego, es una hazaña y más hoy en día, cuando la televisión es el medio más rentable y competido en ese país. “En varias ocasiones Sofía trató de entrar a Hollywood y a veces no eran los mejores escritores o productores. Pero en este programa la producción y la escritura son excelentes. El papel de Gloria está súper bien logrado. Es una comedia divertida y la gente la ha absorbido de una manera especial. Ya se sitúa entre los grandes ‘sitcoms’ de la historia, al lado de ‘Seinfeld’, ‘Friends’, ‘Frasier’, ‘Everybody Loves Raymond’”, dice Fiore. 

Algunos, desde luego, la critican.

Sus detractores sostienen que Vergara se ha dedicado a alimentar los estereotipos de las mujeres latinas en Estados Unidos: que son vulgares, tontas y que hablan mal el inglés.

Como escribió Latina Magazine, una de las más influyentes entre la comunidad hispanoparlante, “amamos a Sofía, pero de cuando en cuando empieza a irritarnos la manera en que parece acoger algunos estereotipos de nosotras las latinas”.

También recibió ataques de Victoria McNally en Flavorwire: “Gloria nos encanta, en serio. ¿Pero tiene que haber una mención a su etnicidad o su comportamiento estereotipado colombiano? ¿No merece su personaje ser un poco más complejo?”.

Ella se defiende: “Al principio me dio pavor que fueran a odiar a Gloria precisamente por eso, y que las latinas se fueran a ofender por esa exuberancia y la tomaran como una caricatura negativa de toda una comunidad. Encima había el riesgo de que por estar casada con un hombre rico y mayor la encasillaran como una caza-fortunas de quinta. Pensé mucho cómo balancearla para hacerla simpática, y sacarle esa parte familiar y su buen corazón, su espíritu luchador, honesto, frentero, atrevido, apasionado y sobreprotector de los hijos y de la familia, que al final es algo de lo que sí nos enorgullecemos todas las latinas en este país y que nos une y caracteriza”. 



De manera muy hábil, ha utilizado sus orígenes para convertirse en un símbolo sexual. Ella encarna la sensualidad absoluta y es en este momento la fantasía de muchos hombres alrededor del mundo. Como dijo hace poco el comediante Robin Williams, con quien compartió escena en la película Happy Feet: “Era increíble tenerla en el mismo recinto. Tan pronto ella entraba la temperatura subía cinco o diez grados”.

Vergara ha sabido explotar sus atributos y por eso fue escogida como la mujer más sexy del mundo por la revista Esquire y como la mujer más deseada del planeta por el portal AskMen. 

Y hay más.

Además, su éxito en la televisión le ha abierto las puertas al cine. El año pasado participó en la comedia Año Nuevo, al lado de Michelle Pfeiffer, Robert De Niro y Halle Berry y en la versión animada de Los Pitufos. Y lo que se viene es aún más sorprendente: En 2013 va actuar en los nuevos proyectos de Woody Allen y Robert Rodríguez. “El cine me interesa muchísimo y estoy viendo oportunidades para crecer. Ahora acabo de rodar ‘Machete Kills’ de Robert Rodríguez y la pasé divino con él. Danny Trejo, Jessica Alba, Lady Gaga, Demián Bichir y otros actores que me encantan también están ahí”, le dijo a SEMANA.



Hoy Vergara vive con su prometido Nick Loeb y se mantiene en contacto permanente con su hijo Manolo. El joven, de 20 años, produce la serie Mi vida con Toty, que se transmite en un canal en línea.

A pesar de que es invitada todo el tiempo a los eventos más glamurosos del mundo –donde siempre luce radiante– no está obsesionada con la belleza y, al contrario, odia hacer gimnasio y las dietas. Dice que su entrenador personal es “el único hombre que me ignora cuando me tiro al piso y me agarro el pecho”.

Vergara sabe que su futuro no depende sólo de sus atributos. “No me tomo eso de la belleza tan en serio porque no me garantiza nada. Si no trabajas, no dura para siempre. Hay mujeres más lindas y jóvenes y más atrevidas que yo haciendo fila también”, dice.

Sin embargo, ella sabe que está en el primer lugar y que lo hecho hasta ahora es un logro inédito para una actriz colombiana. Nadie había llegado tan lejos y durante los premios Emmy puede seguir subiendo todavía más.