lunes, 9 de mayo de 2011

Dos nuevas fórmulas se suman a las candidaturas por presidencia guatemalteca

Tomado de Prensa Libre

Rigoberta Menchú, y el diputado Aníbal García candidatos por el bloque de izquierda y Harold Caballeros y Efraín Medina de la sociedad civil

Dos coaliciones políticas proclamaron este sábado a sus binomios que se suman a la contienda por la Presidencia y la Vicepresidencia de la República.

El antiguo pastor religioso Harold Caballeros y el ex rector sancarlista Efraín Medina conformarán el binomio de la coalición Visión con Valores (Viva) y Encuentro por Guatemala (EG).

La proclamación se efectuó este sábado en la asamblea de Viva, en la sede del partido en la zona 8, que se replicó en la tarde durante otra asamblea, de EG, en un hotel de la zona 1.

Durante la tarde, la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, y el diputado Aníbal García aceptaron competir juntos por los partidos Winaq, Alternativa Nueva Nación (ANN) y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), integrantes de la coalición Frente Amplio.

La premio Nobel de la Paz repite sus aspiraciones políticas con el diputado García, respaldado por el comité pro formación de partido político, Movimiento Nueva República.

Esos candidatos se suman a la oferta electoral, que abarca a Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti por el Partido Patriota (PP), Sandra Torres y Roberto Díaz Durán por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Juan Gutiérrez y Carlos Zúñiga por el Partido de Avanzada Nacional (PAN), Mario Estrada y Mauricio Urruela por la Unidad del Cambio Nacional (UCN) y Patricia de Arzú y Álvaro Hugo Rodas por el Partido Unionista.

Obama vivió los 40 minutos más largos de su vida

Tomado de la Voz de América

Obama dijo que su principal preocupación eran los comandos y que no le preocupaba la posibilidad de que bin Laden pudiera ser muerto.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que ordenó la incursión contra el líder de al-Qaeda, Osama bin Laden, después que decidió que los riesgos eran menos que las posibilidades de capturarlo.


Durante una entrevista con el programa “60 Minutes” de la cadena de televisión CBS, Obama dijo que su principal preocupación eran los comandos y que no le preocupaba la posibilidad de que bin Laden pudiera ser muerto.


El mandatario estadounidense dijo que la incursión fueron los 40 minutos más largos de su vida, con la posible excepción de cuado su hija Sasha se enfermó de meningitis cuando tenía tres meses.

Obama dijo cualquiera que cuestione si el líder terrorista no merecía su suerte, tiene que “hacer un examen mental".


El mandatario dijo durante la entrevista televisiva, que continúa sin estar claro si el gobierno de Pakistán estaba al tanto de la presencia de bin Laden en el país. El mandatario agregó que bin Laden debía tener "algún tipo de red de apoyo" dentro de Pakistán, para poder vivir en tan enorme complejo por cinco o seis años.


Sin embargo, Obama no acusó a las autoridades pakistaníes de ocultar al terrorista más buscado en el mundo.


Datos de inteligencia


En otra entrevista transmitida el domingo en el programa “Meet the Press” de NBC, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Tom Donilon, dijo que la cantidad de materiales incautados en el complejo de bin Laden en Abbottabad, Pakistán, durante la incursión nocturna llevada a cabo por los comandos estadounidenses Navy Seals, es la más grande concentración de inteligencia jamás lograda y la calificó como un tesoro oculto de datos.


“Osama bin Laden no era solo un líder simbólico de al-Qaeda. De hecho, él tenía roles operaciones y estratégicos que desempeñaba. Y eso es claro en la información que hemos podido ver hasta ahora”, dijo Donilon.


De todas formas, el asesor en seguridad nacional dijo que Estados Unidos no puede considerar que al-Qaida está "estratégicamente derrotada", aunque la muerte de bin Laden hhaya significado como que definió como "un mojón realmente importante" en el camino de derrotar a al-Qaeda. Donilon agregó también que la búsqueda del segundo en comando de la organización terrorista, Ayman al-Zawahiri, continúa.


Cubanos podrían ser autorizados por la dictadura a salir de la isla como turistas

Tomado de RFI

El gobierno de Raúl Castro autorizará a los cubanos viajar por turismo al exterior por primera vez en medio siglo, según el plan de reformas publicado este lunes. Aun no se sabe cuándo entrará en vigor ni se definieron los mecanismos legales. También se ratifican las medidas sobre compra-venta de autos y casas.


La versión final de las reformas fue distribuida en tabloide para la población este lunes. La disposición, que no precisa detalles ni fechas de puesta en vigor, establece la decisión de permitir los viajes, pero aún debe definirse el mecanismo legal para que entre en ejecución.


La eliminación de restricciones a viajes es una de las principales demandas de los cubanos. Hasta ahora, deben pedir un permiso de salida de 150 dólares, fija una estadía máxima de 30 días e incluye una serie de trámites que rondan los 400 dólares que finalmente puede ser denegado.


En 52 años de revolución, el gobierno cubano permitió sólo a los trabajadores muy destacados a viajar de turismo a países del desaparecido bloque soviético.


Las otras medidas de impacto social, igualmente sin definición aun del marco legal, son el permiso de compraventa de casas y autos, así como el otorgamiento de créditos a la población y a trabajadores del incipiente sector privado para adquirir bienes y montar negocios.


Cerca de 90% de los cubanos son dueños de sus viviendas, no pagan impuestos por ellas o abonan bajos alquileres, pero no pueden venderlas y sólo permutarlas en un negocio que ilícitamente implica miles de dólares.


Sólo pueden comprar autos si les son otorgados por el gobierno, y en casos excepcionales con un permiso especial, como ocurre con los músicos que viajan al exterior y ganan altas sumas de dinero. Libremente sólo se pueden adquirir los viejos coches norteamericanos "almendrones", fabricados antes del triunfo de la revolución de Fidel Castro, en 1959.

EEUU exige a Paquistán investigar funcionarios que apoyaron a Bin Laden

Agencias Noticiosas

Obama cree que el líder de Al Qaeda tenía una red de apoyo dentro del país y exige a Islamabad que investigue.- El presidente expresa en una entrevista su convencimiento sobre la necesidad de liquidar al terrorista

Una semana después de la muerte de Osama bin Laden, Estados Unidos ha incrementado la presión sobre Pakistán por la presencia del líder de Al Qaeda en su territorio desde hace cerca de seis años. El presidente de EE UU ha exigido a Islamabad que investigue si miembros del Gobierno paquistaní estaban involucrados o conocían la existencia de una "red de apoyo" al terrorista en su escondite en Abottabad, una plaza militar a tan solo 50 kilómetros de la capital.

Los comentarios de Obama, en una entrevista emitida anoche (madrugada en España) por la cadena CBS, son los más directos sobre la posible complicidad de Pakistán con el terrorismo. "Creemos que tuvo que haber algún tipo de red de apoyo a Bin Laden dentro de Pakistán", ha explicado. "No sabemos si pueden haber sido algunas personas dentro del Gobierno, o fuera del Gobierno. Y eso es algo que tenemos que investigar y, más especialmente, que el Gobierno paquistaní debe investigar", ha añadido. El sábado, Estados Unidos ya había pedido a Pakistán los nombres de algunos de sus agentes involucrados en el seguimiento del terrorismo islámico.

Las declaraciones del presidente estadounidense ahondan en la preocupación expresada por altos funcionarios de Washington sobre la posibilidad de que Pakistán conociese que Bin Laden se escondía en una residencia en Abbottabad. En otra entrevista, en la cadena ABC, el consejero de Seguridad Nacional, Tom Donilon, ha insistido en la idea: "El hecho es que Osama bin Laden estaba escondido a apenas 50 kilómetros de la capital paquistaní en una localidad que se considera eminentemente militar". Aunque ha reconocido que "hasta la fecha no hay evidencia política o militar de que Pakistán conociera que Bin Laden estaba en su territorio", Donilon ha subrayado la necesidad de una "investigación a fondo". Una de las líneas posibles que ha mencionando ha sido la de interrogar a las tres viudas de Bin Laden bajo custodia de las autoridades paquistaníes tras la operación, con la intención de averiguar si algún alto cargo estaba contribuyendo a ocultar al terrorista.

El consejero de Seguridad Nacional también ha insistido en la cantidad de datos requisada de la residencia de Bin Laden, que podrían llenar "una biblioteca universitaria pequeña", en lo que parece una velada advertencia a las autoridades paquistaníes de que EE UU podría averiguar pronto quién ayudó al terrorista más buscado a ocultarse durante tanto tiempo.

En Pakistán, la opinión pública debate si el Ejército y su poderosa agencia de espionaje, el Inter Services Intelligence (ISI), sabían que el terrorista más buscado del mundo se escondía en Abbottabad. En su declaración oficial, los militares han admitido fallos en la recogida de información, pero el Gobierno, acusado bien de complicidad, bien de incompetencia, ha rechazado que las Fuerzas Armadas o los servicios secretos estuvieran al tanto de la presencia de Bin Laden en el país. El primer ministro, Yusuf Raza Gilani, tiene previsto comparecer en unas horas en el Parlamento para explicar "aspectos de la operación y recordar los sacrificios consentidos por Pakistán en la guerra contra el terrorismo", según un miembro de su gabinete.

Muerte "merecida"

Durante la entrevista, Obama ha tratado de borrar las dudas sobre la legalidad de la operación en la que se dio muerte a Bin Laden. "Cualquiera que se pregunte si el autor de semejantes crímenes en suelo estadounidense no se merecía acabar como acabó necesita que le examinen la cabeza", ha declarado. El presidente de EE UU ha insistido en el éxito que ha supuesto la operación y ha descalificado la posibilidad de capturar vivo al terrorista. La línea argumental del mandatario ha sido que "se hizo justicia" y Bin Laden se llevó lo que merecía. "Todo el proceso me hizo estar muy nervioso, pero lo único que no me hizo perder el sueño fue la posibilidad de tener que eliminar a Bin Laden", ha dicho.

El presidente también ha reconocido que, de no haber dado con Bin Laden, "la operación hubiera tenido significativas consecuencias" y ha cifrado la "evidencia al momento de aprobarla en un 55%".

Otras voces llamaron ayer a pasar página y dejar atrás la polémica en torno a la legalidad de la operación militar. "Creo que los SEAL (el comando de elite la Armada) hicieron exactamente lo que tenían que hacer. Debemos callarnos y dejar de darle vueltas a lo que ocurrió en ese edificio", dijo John Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y candidato demócrata a la presidencia en 2004.

Ayuda militar a Pakistán

A la presión desde la Casa Blanca sobre Pakistán, se suma la de algunos congresistas de EE UU, que han recomendado suspender la importante ayuda militar que recibe Pakistán, un inestable país con armas nucleares, para luchar contra el terrorismo hasta que se aclare si existía conocimiento por parte del Gobierno sobre el paradero del terrorista más buscado del mundo.

El senador republicano por Indiana Richard Lugar afirmó que le parece "lógico que si Osama bin Laden llevaba en esa casa seis años, con un grupo de gente conectada con los militares, entonces un montón de gente en Pakistán conocería su paradero". No obstante, se mostró en contra de cancelar la ayuda a militar a Pakistán por ser "un país fundamental" en la lucha contra el terrorismo.

El embajador de Pakistán en EE UU, Husein Haqqani, rechazó estas acusaciones y aseguró que su país ya ha iniciado una investigación. "Caerán cabezas una vez que la investigación haya sido completada. La investigación está en marcha y no mostraremos ninguna tolerancia si se descubre complicidad", dijo en una entrevista también en ABC.

Tensas relaciones diplomáticas

Las relaciones entre ambas naciones, que en público se califican de "socios y aliados", han vuelto a tensarse tras la operación del pasado domingo, en la que un comando de élite de EE UU entró en territorio paquistaní para eliminar al líder de Al Qaeda.

Washington solo avisó a Islamabad una vez que la operación hubo culminado y los soldados de EE UU estaban de regreso en la base de Afganistán desde la que se lanzó el ataque. Donilon explicó ayer que se tomó esta decisión "no por una cuestión de confianza en las autoridades paquistaníes" sino para "proteger la seguridad de la operación". Como respuesta, el Gobierno y la cúpula militar paquistaní advirtieron el jueves de que la operación de EE UU podría constituir una violación de la soberanía del país y remarcaron que, de repetirse una acción similar, Islamabad revisaría la cooperación militar con Washington.