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miércoles, 21 de agosto de 2019

Hoy 21 de Agosto es el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo

Por Compartiendo mi Opinión 
La Asamblea General, en sus resoluciones (A/RES/66/282, A/RES/68/276 y A/RES/72/284) que se establecieron como resultado del Examen de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, destaca el importante papel de las víctimas en la lucha contra el terrorismo y la prevención del extremismo violento, a la vez que reconocen y defienden sus derechos humanos. Así mismo, establecen que construir resiliencia en las víctimas y sus familias mediante la provisión de apoyo y asistencia adecuadas inmediatamente después de un ataque y en el largo plazo, es el primer paso para reconocer que las víctimas son menos vulnerables a los impactos del terrorismo y pueden sobrellevar, sanar y recuperarse rápidamente después de un ataque. 

El proyecto de resolución sobre la mejora de la cooperación internacional para ayudar a las víctimas del terrorismo (A / 73 / L.88) reconoce específicamente este hecho, es decir, la importancia de que las víctimas se recuperen en pro de una cohesión social de la sociedad. 

Hoy, aunque el número de países afectados por el terrorismo va en aumento, la mayoría de las víctimas se concentra en un pequeño grupo de Estados Miembros. Ante este escenario, las víctimas del terrorismo luchan para que se escuchen sus voces, se apoyen sus necesidades y se respeten sus derechos. Sin embargo, a menudo se sienten olvidadas y abandonadas una vez que se atienden sus necesidades inmediatas. 

Esta situación, sumada a los pocos recursos de los Estados Miembros y su capacidad para satisfacer las necesidades a medio y largo plazo, no contribuyen a lograr su total rehabilitación. Para lograrla, se necesita el apoyo multidimensional de largo plazo, que incluya medidas físicas, psicológicas, sociales y financieras, elementos indispensables para su total y plena integración a la sociedad. 

Los Estados Miembros son los responsables de facilitar la creación y ejecución de estas medidas y trabajan juntos para proporcionar recursos, movilizar a la comunidad internacional y atender mejor las necesidades de las víctimas. 

En este contexto y conociendo las terribles condiciones a las cuales las víctimas del terrorismo se enfrentan, las Naciones Unidas han creado la Estrategia global de la ONU contra el terrorismo, por la que los Estados Miembros adoptan las medidas de: 1) Hacer frente a las condiciones que propician la propagación del terrorismo; 2) Prevenir y combatir el terrorismo; 3) Desarrollar la capacidad de los Estados Miembros para prevenir y combatir el terrorismo y fortalecer el papel del sistema de las Naciones Unidas al respecto; y 4) Garantizar el respeto universal de los derechos humanos y del estado de derecho como pilar fundamental de la lucha contra el terrorismo. 

Bajo estos principios, los Estados Miembros se comprometen a promover, proteger y respetar los derechos de las víctimas, y a crear redes de apoyo, tanto para las víctimas como para las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en su recuperación.

domingo, 14 de agosto de 2016

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LAS RAZONES DE LOS TERRORISTAS




       En los últimos meses el mundo entero ha vivido sobrecogido debido a múltiples acciones terroristas en distintas ciudades del mundo, que han ocasionado gran cantidad de víctimas, y que parecen definir una situación de guerra que al mundo le costará cierto tiempo reconocer, porque es un tipo de guerra nada convencional, diferente a las guerras que hemos conocido antes o que la Historia nos ha enseñado. Diferentes formas, diferentes armas, pero, a fin de cuentas, la misma intención, y los mismos resultados.

Aparentemente el Estado Islámico está detrás de todas estas acciones, pero en realidad, ese vínculo entre el Estado islámico y la autoría de algunas o bastantes de estas acciones es un tanto confuso. El Estado Islámico tiene un ejército para hacer la guerra a nivel local, pero no lo necesita para hacer la guerra a nivel internacional; le bastan pequeños comandos, pequeñas células establecidas en todas partes; le bastan incluso personas radicales aisladas, o ni siquiera eso. Y la pregunta que surge es ¿Cómo es posible que con tan escaso recurso se pueda hacer tanto daño y tener atemorizada a la población mundial?

En primer lugar ha habido cierta pasividad por parte de las autoridades de distintos países afectados, cosa entendible, dado el factor sorpresa, No es la forma tradicional de entender la guerra, y pasará un tiempo hasta que nos demos cuenta de que se trata de una guerra, solo que “de otra manera”. En segundo lugar, la cobertura mediática que se da a estas acciones no pretende fomentarlas, por supuesto, pero indirectamente lo está haciendo. No pensemos que todos nos horrorizamos ante tales acciones; para algunas personas, cada vez más y más, dichas acciones son vistas como heroicos actos victoriosos que tenderán a ser emulados. ¿Cómo es posible que haya gente que lo pueda ver así? Esa es una pregunta lógica para una mente sana y normal, pero… aquí vamos al tercer punto, el principal.

Personas dispuestas a acabar con su vida ha habido siempre, por múltiples razones, normalmente razones personales. Actualmente, además de razones personales, hay cada vez más razones sociales. Personas que cada vez se sienten más segregadas, desplazadas y marginadas por cuestiones raciales, culturales, o de personalidad; personas crecidas en ambientes desestructurados, con o sin medios económicos, pero sin valores sólidos, y sin un sentido de vida o un ideal que perseguir; personas, además, desengañadas de gobernantes y políticos corruptos y sin respuestas ni propuestas; personas jóvenes casi siempre buscando ideales que no encuentran (los más adultos manejan estas cosas de otra manera); personas que permanente ven, a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, lo “felices” que son todos los demás, y ellas no se sienten identificadas. Personas, en definitiva, sin control de la frustración, en las que germina un odio hacia esa sociedad en la que no encajan, o que, simplemente no es como ellos quieren.

Tradicionalmente, las personas dispuestas a acabar con su vida se disparaban un tiro en la cabeza, se tiraban desde un puente, o ingerían doscientas pastillas. Ahora parecen haber descubierto que no es difícil morir matando, y cada vez más eligen ser abatidos por las fuerzas de seguridad después de haber hecho mucho daño a la sociedad a la que odian. ¿Y qué tiene que ver todo esto con una guerra, o con el Estado islámico? Pues que el Estado Islámico es quien representa hoy por hoy esa guerra contra Occidente, esa intención de dañar o destruir la sociedad occidental. Por eso hay bastantes jóvenes occidentales que inexplicablemente van a unirse a sus filas, a veces directamente; a veces actuando en solitario y sin un vínculo directo, pero respondiendo al llamado del IS de hacer todo el daño posible a la sociedad occidental.

La supuesta radicalización de estos jóvenes no es real, sino solo aparente. Normalmente ni practican ni siquiera casi conocen el Islam, aun cuando en bastantes casos son de origen musulmán. La radicalización de estos jóvenes no es hacia el Islam, sino en contra de la sociedad occidental que les hace daño. A veces incluso actúan de forma totalmente independiente y sin responder al llamado del Estado Islámico (les llaman lobos solitarios), y el estado Islámico simplemente saca provecho de sus acciones para hacer pública su fortaleza; por eso digo que el vínculo del IS con muchas de estas acciones terroristas es confuso.
Pero aún hay más. Estas personas sin valores sólidos, con baja autoestima y nulo control de la frustración son tremendamente susceptibles al protagonismo y a la fama que ofrecen los medios de comunicación. A sus ojos importa solo la fama y el protagonismo, aunque sea solo un momento de “gloria” (confunden fama con gloria); no importan las razones o los méritos para conseguirlo. Por ello tanta gente se desnuda o hace tantas estupideces por ese “momento de gloria”. Cuando alguien está dispuesto a acabar con su vida, hacerlo a la manera tradicional resulta absolutamente intrascendente; haciéndolo mediante terrorismo consigue al mismo tiempo devolver a la sociedad ese daño que siente que ha recibido de ella, y crear su “momento de gloria”, su granito de arena en la historia. Esto es algo que tenderá a generar más y más víctimas en el futuro próximo, y a tener en vilo a las sociedades occidentales y a sus fuerzas de seguridad, como si de una guerra se tratara.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 


sábado, 14 de febrero de 2015

Cristina F Kirchner imputada criminalmente por encubrimiento de atentado terrorista

Tomado de El Clarín

Izquierda, Presidenta de Argentina Cristina Fernández Kirchner, derecha, canciller Héctor Timerman ambos imputados jucicialmente por el encubrimiento del atentado terrorista a la AMIA

Imputaron a Cristina por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA

La denuncia de Nisman.Tal como anticipó Clarín, el fiscal Gerardo Pollicita impulsó ayer la investigación en su contra y la de varios funcionarios. Pidió medidas para probar si hubo un “accionar criminal”.
La presidenta Cristina Kirchner fue imputada ayer por el fiscal Gerardo Pollicita por el presunto encubrimiento de Irán en la causa por el atentado contra la AMIA, tal como lo había denunciado el fiscal Alberto Nisman antes de su muerte. La imputación, adelantada por Clarín, significa que Cristina será investigada por el supuesto “accionar criminal” desplegado para favorecer a los iraníes. A diferencia de Nisman, Pollicita no pidió la indagatoria de la Presidenta, que ayer viajó a Santa Cruz.
El fiscal Pollicita, elegido por sorteo para hacerse cargo de la denuncia luego de que el juez Ariel Lijo se declaró incompetente, también imputó al canciller Héctor Timerman, al dirigente kirchnerista Luis D’Elía, al diputado Andrés “Cuervo” Larroque, al dirigente islámico Jorge “Yussuf” Khalil, al líder de Quebracho, Fernando Esteche, al ex fiscal Héctor Luis Yrimia y al supuesto espía Héctor Bogado. Varios de ellos fueron parte de la “diplomacia paralela”, descrita en detalle por Nisman en la denuncia presentada el 14 de enero en base a las escuchas telefónicas realizadas por la Secretaría de Inteligencia.
El Gobierno descalificó ayer a través de sus voceros el requerimiento de Pollicita, incluso antes que se hiciera público. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció ayer temprano que el Gobierno enfrenta “la operación más voluminosa de golpismo judicial activo que conozca la historia argentina”. Y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó la imputación como “una clara maniobra de desestabilización antidemocrática”.
La Procuración del Tesoro, en representación del Estado, realizó ayer una presentación ante el juzgado de Daniel Rafecas (reemplazado en su licencia por el juez Sebastián Ramos) y aseguró que la denuncia de Nisman no tenía sustento probatorio y que es “un entramado ficcional”.
Según pudo saber Clarín, Rafecas adelantará el regreso de sus vacaciones el próximo miércoles, para comenzar a tomar las medidas de prueba que pidió Pollicita.
En el requerimiento, el fiscal destacó como una hipótesis de trabajo la intención del Gobierno de dar de baja las circulares rojas de Interpol para avanzar con acuerdos comerciales con Irán. “Resulta claro que los iraníes sólo firmaron el Memorando de Entendimiento por haber acordado que ello sería suficiente para dar de baja las notificaciones rojas de Interpol”, sostuvo Pollicita.
Sobre las intenciones comerciales que formaban parte del “pacto”, Pollicita citó una escucha entre D’Elia y Khalil en la que el dirigente piquetero le dice que estaba en “Presidencia” y le deja en claro “el interés de las altas esferas locales por restablecer el comercio entre ambos Estados”.
Pollicita también mencionó la construcción de un “nuevo culpable” del atentado: “La maniobra para liberar a los imputados iraníes tenía previsto no solo la desvinculación de la causa de los actuales prófugos, sino también que otros responsables inventados ocuparan su lugar, para cerrar el círculo de la impunidad a cualquier costo”.
Otro de los ejes de la investigación quedó concentrado en la “diplomacia paralela” que llevó adelante las negociaciones con Irán, mucho antes de la firma del memorándum. Según la denuncia de Nisman, un sector de la inteligencia dependiente de Presidencia de la Nación fue parte de esos canales de diálogo paralelos.
Sobre las negociaciones con Irán, el fiscal hizo hincapié en el rol de Timerman: “El Canciller habría realizado actos con los cuales buscó inducir a la baja de las alertas rojas y, consecuentemente, satisfacer las aspiraciones persas pero ellos no tuvieron la recepción esperada en Interpol”.
Todos los imputados serán investigados por tres delitos. El principal es el encubrimiento, que tiene una pena de 1 año y medio a 6 años de prisión. El fiscal destacó que ese delito no requiere que se consume “el logro de la finalidad buscada”, esto es, el levantamiento de las alertas y la firma de acuerdos.


domingo, 11 de enero de 2015

Se justifica matar pretendiendo defender el respeto a las creencias?

Tomado de BBC Mundo

¿Tienen derecho los medios de burlarse de una religión?

 


Entre el siglo XVIII y el XXI, la configuración religiosa francesa ha cambiado radicalmente

El historiador Tom Holland es uno de los que tuiteó la caricatura del profeta Mahoma de Charlie Hebdo tras el mortal ataque en las oficinas de la revista. Holland reflexiona para la BBC sobre si debe tener límites la libertad de expresión, mientras busca las raíces históricas de este derecho.

Historiador. Especial para la BBC

Las religiones no son las únicas en tener mártires. El 1º de julio de 1766 en Abbeville, norte de Francia, un joven noble llamado Lefebvre de la Barre fue condenado por blasfemia. Los cargos en su contra eran numerosos: que había defecado en un crucifijo, escupido imágenes religiosas y que se había rehusado a quitarse el sombrero cuando pasó una procesión de la Iglesia.
Esos crímenes, junto con la destrucción de una cruz de madera en el puente principal de la localidad, fueron suficientes para que lo sentenciaran a muerte. Tras cortarle la lengua y la cabeza, sus restos mortales fueron quemados y tirados al río Somme.
Entre sus cenizas estaban las de un libro que habían encontrado en el estudio de La Barre y consignado a las llamas junto con su cuerpo: el Diccionario Filosófico del notable filósofo Voltaire.

El libro de Voltaire fue condenado junto con su dueño.
Voltaire mismo, al enterarse del destino de su lector, se horrorizó. "La superstición", declaró desde su refugio en Suiza, "hace que el mundo estalle en llamas".
Dos siglos y medio más tarde, lo que le parece blasfemia a la mayoría de la gente en Occidente es la noción de que maten a alguien por criticar a un dogma religioso. Los valores de la libertad de expresión y tolerancia por los que hizo campaña Voltaire toda su vida se han consagrado como la encarnación misma de lo que los europeos, en general, valoran más de su propia civilización.
Voltaire, con su sonrisa burlona, todavía es su santo patrón. En Francia, donde los ideales laicos son atesorados con más tesón, regularmente se le invoca cuando se percibe que el legado de la Ilustración está siendo amenazado.

Cuando Philippe Val, el editor de Charlie Hebdo, publicó un libro en 2008 que defendía el derecho de los caricaturistas a burlarse de los tabúes religiosos, el título era elocuente: "Vuelve Voltaire, se están volviendo locos". No era a los cristianos principalmente a los que Val estaba llamando locos.

Distintos

Entre el siglo XVIII y el XXI, la configuración religiosa francesa ha cambiado radicalmente. No sólo el poder de la Iglesia católica ha ido en retirada precipitada, pero unos seis millones de inmigrantes con una fe muy distinta han llegado al país.

Tom Holland es un escritor e historiador. Su más reciente libro "A la sombra de la espada" es un relato de la historia del islam.
El Islam, a diferencia del catolicismo, desaprueba profundamente del arte figurativo. Además conmemora a Mahoma -el profeta que sus seguidores creen que recibió la revelación divina por excelencia, el Corán- como el modelo de la conducta humana.
Los juristas musulmanes tradicionalmente consideraban los insultos en su contra como el equivalente a la incredulidad, y la infidelidad era un crimen que merecía el infierno.
Nada en el Corán mismo lo calificaba como una ofensa capital. "La verdad viene de nuestro Señor así que quien lo desee, déjenlo creer, y quien lo desee, déjenlo descreer".
No obstante, una historia preservada en la biografía más antigua de las que sobreviven de Mahoma sugiere una visión más punitiva. Tan punitiva, de hecho, que algunos estudiosos musulmanes -quienes generalmente se resisten más a aceptar que la versión antigua de la biografía de su profeta pueda ser poco fiable- han llegado hasta a cuestionar su veracidad.
La historia habla sobre el destino de Asma bint Marwan, una poetisa de la Meca. Después de que se burló de Mahoma en sus versos, él gritó: "¿Quién se deshará por mí de la hija de Marwan?". Dicho y hecho: esa misma noche, uno de los seguidores de Mahoma la mató en su propia cama.
Cuando el asesino reportó su acto, el profeta se lo agradeció personalmente diciendo: "Le has ayudado tanto a Dios como a su mensajero".

Infamia

"Aplasta lo infame", urgía Voltaire a sus admiradores. El islam demanda lo mismo. La diferencia está, claro, en la definición de "lo infame".

Para los caricaturistas de Charlie Hebdo -quienes en 2011 publicaron una edición con un Mahoma de ojos desbordados, así como antes habían retratado a Jesús como un concursante en el reality "La isla" y al papa Benedicto sosteniendo un condón en misa-, lo infame es las pretensiones de las autoridades en cualquier lugar, desde la política hasta en la religión.

Para quienes mataron a los periodistas en la oficina de Charlie Hebdo esta semana, lo infame es burlarse de un profeta que para ellos debe existir libre siquiera de una insinuación de crítica.
Entre esas dos posiciones, cuando son defendidas con la misma pasión y convicción por ambas partes, no hay posibilidad de reconciliación.


Por "Los versos satánicos", 1988, le dictaron una condena de muerte por edicto religioso a Salman Rushdie.
El caso de Salman Rushdie fue el primer síntoma de esa situación. Desde entonces, como un dolor de muelas permanente que a veces te hace brincar, el problema nunca se ha ido.
Yo experimenté directamente cuán espinoso puede ser en 2012, cuando hice un documental llamado "Islam: la historia no contada", en el que exploré el creciente consenso entre historiadores de que mucho de lo que los musulmanes han creído tradicionalmente sobre la vida de Mahoma probablemente no está basado en hechos históricos, lo que causó una tormenta de amenazas de muerte.

A diferencia de Charlie Hebdo, yo no tenía la intención de ofender. Yo no soy un satírico, y usualmente no disfruto hiriendo los sentimientos de otros. Sin embargo, yo también pienso que algunos derechos merecen ser defendidos, y entre ellos está el de la libertad de los historiadores de cuestionar los mitos originales de las religiones.

Es por ello que cuando me enteré de las noticias de lo que ocurrió en París, decidí hacer algo que de otra manera no habría hecho nunca: tuiteé una caricatura deCharlie Hebdo de Mahoma.
La BBC, en contraste, decidió no reproducir esa caricatura en este artículo. Muchas otras organizaciones de medios -aunque no todas- hicieron lo mismo.
Yo me rehúso a estar atado por un tabú de blasfemia de facto.

Aunque en circunstancias normales no siento ninguna necesidad de burlarme de las creencias que otras personas aprecian, esto está muy lejos de ser una circunstancia normal. Como tuiteé, el derecho a dibujar a Mahoma sin que a uno lo maten es tan preciado para muchos de nosotros en Occidente como el islam presuntamente lo es para los asesinos de Charlie Hebdo.
Nosotros también tenemos nuestros valores, y si no estamos dispuestos a defenderlos, nos arriesgamos a perderlos.
Cuando se trata de definir "lo infame", yo no tengo ninguna duda respecto a lo que defiendo.