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sábado, 5 de enero de 2013

Crecimiento de India y China es insostenible sin considerar a la mujer


Tomado de Foreign Policy
Empresaria y presidenta de la compañía Biocon, Kiran Mazumdar Shaw (derecha), y Sudha Murthy, (izquierda), filantropa.

MILAGROS ECONÓMICOS SIN MUJERES

Por Pallavi Aivar

El verdadero crecimiento y desarrollo de China e India pasa por liberar a su población femenina.
Es un cliché hablar de la India como una tierra de contradicciones, pero es también una verdad fundamental. Este es, por ejemplo, un país en el que las mujeres han ocupado los más altos cargos políticos (Indira Gandhi se convirtió en la segunda mujer en el mundo en encabezar un gobierno en 1966), han logrado los premios literarios más prestigiosos del planeta (las escritoras Arundhati Roy y Kiran Desai han ganado ambas el premio Booker) y se han situado entre sus principales líderes empresariales (Kiran Majumdar Shaw, por ejemplo, dirige la compañía de biotecnología más importante de la India: Biocon).
Yo misma me crie en la capital de India, Nueva Delhi, en un entorno que era en su mayor parte ajeno a las diferencias de género. Recibí la mejor educación en las instituciones más elitistas del país, donde los niños y las niñas asistían en cantidades similares y las niñas superaban a los niños en resultados académicos. Mis compañeras de clase han continuado sus carreras trabajando como periodistas en los vibrantes medios de comunicación electrónicos del país, dominados por las mujeres, como abogadas de éxito o como activistas de la sociedad civil.
Yo estoy casada con un español y he vivido y trabajado en China, Bruselas y Yakarta, con libertad y sin ninguna objeción por parte de mis padres. Esto forma parte de la realidad de la India contemporánea para un sector de su población.
Pero la mayor democracia del mundo es también un país donde un patriarcado profundamente arraigado, en combinación con una extendida pobreza, han creado una sociedad enormemente misógina. Casi un 40% de las mujeres siguen siendo analfabetas, algo que les priva del más fundamental control sobre sus vidas. El país ha visto desaparecer a millones de niñas, ya sea por abortos realizados cuando eran fetos, o por muertes sucedidas antes de alcanzar a cumplir un año debido a negligencias en su cuidado asociadas al género. La violencia contra las mujeres en forma de violaciones y acoso relacionado con la dote está también muy extendida.
De modo que a pesar del alto perfil de algunos ejemplos de mujeres que se mueven en la esfera pública, latasa de empleo femenino de India es de un mero 29% del total de la población femenina en edad de trabajar (de 15 a 64 años).
A India y su vecino del norte China a menudo se les incluye en el mismo saco como ejemplos de países asiáticos que están marcando un giro cada vez más acusado hacia el Este en el equilibrio estratégico global de poder. Pero de hecho China está muy por delante de India en prácticamente todos los parámetros del desarrollo, desde su participación en el comercio mundial y su infraestructura hasta el empoderamiento de las mujeres.
Esta última diferencia es inmediatamente palpable. Ver a mujeres en lugares de trabajo es mucho más habitual en Pekín que en Nueva Delhi. Cuando me mudé a la capital china en 2002 inmediatamente me chocó que las mujeres que conducían autobuses y taxis o trabajaban como policías fueran una visión común.
En contraste, gran parte de la vida diaria en India se desarrollaba bajo la premisa de que simplemente no se podía esperar que los hombres contuvieran sus deseos sexuales cuando se relacionaban con mujeres, y de que éstas tenían constante necesidad de proteger su virtud frente a hombres salvajes y violentos.
En los aeropuertos indios no solo los controles de seguridad para las mujeres eran realizados a su vez por mujeres sino que también se llevaban a cabo en cubículos separados, totalmente aislados con cortinas. En las calles indias no solo las mujeres no conducían autobuses, sino que se sentaban en secciones especiales separadas y reservadas solo para ellas.
Estas observaciones empíricas eran confirmadas por las estadísticas. Los niveles de alfabetización de las mujeres en China alcanzaban un elevado 91,4%. La tasa de empleo femenino en este país casi triplica la de India (y supera la media mundial) situándose apenas por debajo del 70%.
Según el Informe de Diferencias de Género 2011 del Foro Económico Mundial, India se situaba en el puesto 113 entre 135 países, en comparación con el 61 de China. El índice medía las diferencias de género de los países en términos de educación, salud, poder económico y empoderamiento.
Entre los tripulantes de la nave espacial china Shenzhou 9 estuvo Liu Yang, de 33 años, una piloto de la fuerza aérea China y la primera mujer de China en el espacio. 
Los grandes pasos que las mujeres chinas han dado desde los días en que sus pies debían sufrir fracturas y ataduras para reducirlos hasta un tamaño diminuto que los hombres consideraban bonito, constituyen un tema complejo, atribuible en parte a la revolución comunista. En teoría al menos la igualdad de los sexos era parte integrante de la ruptura con el pasado del país que los comunistas habían intentado crear.
Bajo el gobierno de Mao (quien pronunció la famosa frase: “las mujeres sostienen la mitad del cielo"), por primera vez se concedió a estas el derecho a divorciarse y a poseer tierras. Se erradicó la costumbre de vendar los pies y se declaró ilegal la venta de novias y el concubinato. Las mujeres siguieron sufriendo las privaciones y restricciones de ese periodo, al igual que lo hicieron los hombres, pero por primera vez se educó a la gente en la creencia de la igualdad de géneros.
En el extensísimo corazón de la China interior las ventas de novias nunca desaparecieron totalmente e incluso hoy esta práctica sobrevive en las zonas rurales. Las concubinas en su sentido tradicional pueden haber dejado de existir pero en la nueva China de reemergente riqueza y privilegio, la práctica de mantener amantes ha reemergido también, al igual que la prostitución.
No hay mujeres en los escalones más altos del poder político chino (algo ejemplificado por el comité permanente de nueve miembros del politburó). La élite empresarial y científica del país continúa también siendo de dominio masculino. Y, lo que resulta más preocupante, el ratio de sexo en China es ligeramente peor que el de India, situándose en aproximadamente 119 niños por cada 100 niñas.
Normalmente se culpa a la tristemente célebre política del hijo único implementada por Pekín de este desequilibrio entre géneros. Durante más de tres décadas la mayoría de las familias de zonas urbanas y muchas de las de zonas rurales se han visto limitadas por ley a tener un solo hijo. La tradicional preferencia hacia los varones, unida al uso de la tecnología de ultrasonido, ha conducido, al igual que en India, a la generalización del aborto de fetos femeninos.
Pero los efectos de la ingeniería demográfica de China no son una cosa de blanco y negro cuando hablamos del empoderamiento de géneros. Se puede afirmar que una de las razones de que la situación de las mujeres sea comparativamente mejor en la China urbana es también la política de hijo único. Liberadas de la carga de criar a varios niños, las mujeres chinas son capaces de participar más fácilmente en el mercado de trabajo. Además, los padres tienden a gastar todos sus recursos en el único hijo que se les permite tener, independientemente de su sexo.
La política de hijo único es normalmente considerada una violación de los derechos humanos básicos y yo tendía a estar de acuerdo con esto. Pero me vi desconcertada cuando tuve la oportunidad de conversar con un grupo de mujeres indias, líderes de pequeñas poblaciones, durante un tour por China hace unos años. Muchas de ellas provenían de las zonas más pobres de India y argumentaban que la política de hijo único era en realidad una medida de empoderamiento.
“Si en la India también hiciéramos obligatorio tener un solo hijo, ¿qué no podrían lograr las mujeres?", preguntaba Preeti Coudhary, la única mujer miembro del consejo de su aldea del Estado de Haryana, en el norte del país. Eso me dio qué pensar.
Para muchas mujeres indias la vida era obviamente tan dura que el verse obligadas a limitarse a tener un solo hijo en realidad contribuiría a mejorar su calidad de vida. Pero incluso en ausencia de una ley semejante, la suerte de las mujeres indias estaba mejorando gradualmente. El nivel de alfabetismo era un claro ejemplo, con especiales avances entre niños en edad escolar, de modo que aunque los índices de alfabetización femeninos en su conjunto eran todavía pésimos, la alfabetización femenina en la . Las necesidades de la nueva economía han abierto también la opción de muchas más profesiones para las mujeres de pueblos y ciudades pequeñas, por ejemplo en el comercio y la banca.
India y China son con frecuencia aclamadas como la ejemplificación de los milagros económicos del siglo XXI. Y es cierto que el reciente crecimiento económico en estos Estados ha ayudado a cientos de millones de personas a salir de la pobreza. Pero cualquier comentario sobre milagros debe ser atenuado antes las continuas privaciones a las que cientos de millones de mujeres más se enfrentan en esas naciones.
No hay manera de imaginar cuán más milagrosos podrían ser su crecimiento y su desarrollo si fueran capaces de liberar y aprovechar las capacidades y fortalezas de los más de mil millones de mujeres que viven en los dos países.


sábado, 27 de octubre de 2012

Los BRICS muy bien hasta hoy. Pero, tienen asegurado el futuro?


 Tomado de Foreign Policy  

DEPENDE: LOS BRICS

Por Antoine van Agtamael

En conjunto, su PIB equivale casi ya al de Estados Unidos. Pero, ¿son el verdadero futuro de la economía mundial?

“Los BRICS son una categoría aparte”
Sí y no. No cabe duda de que los BRICS -Brasil, Rusia, India, China y el miembro más reciente del grupo, Suráfrica- son grandes. Son importantes. Por población, superficie y volumen económico, sus dimensiones son impresionantes y desde luego sobresalen frente a las de otros países. Juntos, constituyen el 40% de la población de todo el mundo, el 25% de la superficie terrestre y alrededor del 20% del PIB mundial. Controlan ya, aproximadamente, el 43% de las reservas mundiales de divisas extranjeras, y esa proporción no deja de aumentar.
Jim O’Neill, de Goldman Sachs, llamó la atención sobre el ascenso de las cuatro nuevas potencias originales cuando les dio el nombre de BRICS en 2001 y su crecimiento empezó a dispararse. Pero, en realidad, su éxito económico venía de muy atrás. Veinte años antes, cuando yo estaba en la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (CFI), ya estábamos viendo la posibilidad de buscar una nueva etiqueta para esos países, que, a pesar de su enorme potencial económico, seguían agrupados con los perpetuos casos perdidos en la categoría de países subdesarrollados, atascados en el Tercer Mundo. En esa época, las bolsas de ese mundo no figuraban en los radares de la mayoría de los inversores internacionales, a pesar de que estaban empezando a crecer. Yo los llamé mercados emergentes. Ya había inversores locales muy activos en Malasia, Tailandia, Corea del Sur, Taiwán, México y otros países, a medida que las empresas nativas crecían y se volvían más competitivas en el área de las exportaciones y la regulación de los mercados se hacía más compleja. No obstante, hasta que la CFI construyó su Base de Datos de Mercados Emergentes y su índice correspondiente en 1981, no había forma de medir el comportamiento de las acciones en un grupo representativo de esos mercados, una desventaja considerable frente a otros índices internacionales, que estaban sesgados en favor de países desarrollados como Alemania, Japón y Australia. Esta nueva investigación sobre mercados y empresas ofreció a  los inversores la confianza para poner en marcha fondos diversificados en los mercados emergentes tras el éxito obtenido en Estados concretos como México y Corea del Sur.
Sin embargo, los BRICS tardaron mucho más tiempo en estar listos para pasar al primer plano. Hasta principios de los 90, Rusia estaba todavía detrás del telón de acero, China estaba recuperándose de la Revolución Cultural y las protestas de la plaza de Tiananmen, India era aún una pesadilla burocrática y Brasil experimentaba brotes de hiperinflación mezcladas con un decenio de crecimiento perdido. Los cuatro países habían salido más o menos adelante fuera de la economía de mercado mundial; sus políticas económicas, muchas veces, habían sido auténticos desastres y sus bolsas de valores eran inexistentes, burocráticas o totalmente volátiles. Cada uno de ellos necesitaba vivir unas crisis graves y profundas que les catapultaran a una vía diferente hacia el desarrollo. Cuando eso sucedió, empezaron a sacar partido a su inmenso potencial económico. Su PIB total, casi 14 billones de dólares, equivale ya al de Estados Unidos, e incluso es superior si se tiene en cuenta la paridad de poder adquisitivo.
Ahora bien, el problema de preguntar si los BRICS “importan” es que grandes no es lo mismo que cohesionados. Forman parte del G-20, pero no son un verdadero bloque de poder ni una unidad económica dentro ni fuera de él. Ninguno de ellos es el líder ni siquiera en su propia región. El ascenso chino se ve con recelo en Japón y con suspicacia en el Sureste Asiático. India y China se vigilan celosamente. Brasil es un gran proveedor de materias primas al gigante asiático y depende de él para su prosperidad económica, pero las dos potencias compiten por los recursos en África. Moscú y Pekín parecen haber encontrado una causa común en Siria, pero están en desacuerdo en todo lo demás. Y, aunque el comercio entre los propios BRICS está creciendo a toda velocidad, los países no han firmado aún ni un solo acuerdo de libre comercio unos con otros. Luego está Sudáfrica, que se unió formalmente a esta agrupación política en 2010. Pero ser miembro no quiere decir que sea igual: el país africano no tiene la población, el crecimiento ni el potencial económico a largo plazo que tienen los otros cuatro. Indonesia, México y Turquía habrían sido candidatos lógicos, hasta Corea del Sur y Taiwán, que tienen PIB comparables pero poblaciones muy inferiores a las de los cuatro Estados originales.
Tampoco tienen los BRICS ninguna cohesión económica. Rusia y Brasil están muy por delante en renta per cápita, con una gran diferencia con China e India: casi 13.000 dólares más que los 5.141 chinos y los 1.389 indios, según datos del FMI de 2011. Y sus trayectorias de crecimiento han sido muy distintas. Además, los miembros afrontan una dura competencia de otras potencias emergentes en el mundo en vías de desarrollo. Aunque durante un tiempo pareció que Pekín y Nueva Delhi tenían ventaja gracias a sus bajos costes laborales, países como México y Tailandia han vuelto a colocarse en el mapa. Y, mientras que el crecimiento en los BRICS parece estar frenándose, muchos Estados africanos están recibiendo más inversiones extranjeras, tienen quizá más estabilidad política y, por fin, están alejándose de un crecimiento nulo o muy lento para desarrollar economías mucho más sólidas.
 “El ascenso continuado de los BRICS es inevitable”
Es verdad, pero el crecimiento es más lento. Las previsiones de Goldman Sachs y otros dicen que China superará a Estados Unidos en PIB antes de 2030. Y Pekín deja pequeños a los demás BRICS, cuyo volumen económico total no alcanzará al del gigante asiático durante ese periodo. Los cinco miembros se aproximarán al tamaño total de las siete mayores economías desarrolladas de aquí a 2030, y se prevé que a mediados de siglo constituyan casi el doble del tamaño del G-7.
Los consumidores de los BRICS también están empezando a igualar a sus homólogos estadounidenses en poder adquisitivo. Se venden ya más coches, teléfonos móviles, televisores, frigoríficos y coñac solo en China que en Estados Unidos. Incluso con la desaceleración del crecimiento, el motor económico de los BRICS debería ser más importante que el de EE UU y el de la Unión Europea durante la mayor parte del siglo XXI.
Claro que no existen garantías de que los BRICS puedan mantener sus increíbles tasas de crecimiento. Igual que la expansión de sus economías pilló al mundo por sorpresa durante la última década, el gran shock de los próximos años puede ser que crezcan menos deprisa de lo que se suponía. Japón, Corea del Sur y Taiwán ya han demostrado que el crecimiento es más lento cuando se alcanza un nivel básico de industrialización. El ansia insaciable de bienes tiende a moderarse cuando existen infraestructuras básicas y los consumidores quieren más asistencia sanitaria, educación y tiempo libre.
Hasta cierto punto, ya está ocurriendo. Los principales economistas chinos prevén que el crecimiento anual de su país bajará del 10 o 12% al 6 u 8% para finales de esta década. Los sueños de que India alcance un crecimiento anual sostenible del 8% o más se han rebajado al 5 o 6% después de que el país se topara con la barrera de la inflación y la producción de gas en plataformas marinas resultara decepcionante. Brasil también ha tenido dificultades para recuperar su exuberante crecimiento anterior a la crisis y Rusia se ha resentido de los problemas económicos de Europa. Las proyecciones de Goldman Sachs y otros siempre contaban con un crecimiento más lento en el futuro, pero algunos entusiastas no leyeron la letra pequeña.
 “La crisis financiera fue positiva para los BRICS”
Solo durante un breve periodo. La crisis financiera de 2008 no surgió de los mercados emergentes. Al contrario, los BRICS acudieron al rescate cuando Estados Unidos, Europa y Japón se hundieron debido a sus gastos desmesurados, su imprudencia fiscal y su excesiva confianza en la producción justo a tiempo, que les hizo depender demasiado de una economía de consumo que pronto estalló. Después de que los BRICS sufrieran también unas breves recesiones en V, tan rápidas en la bajada como en la recuperación, su demanda ayudó a sacar a la economía mundial de su crisis inicial.
Desde luego, al principio no estaba claro que esa iba a ser la evolución de la crisis. The Financial Times advirtió (y muchos inversores temieron) que los sistemas bancarios de los mercados emergentes iban a sucumbir a los mismos problemas financieros que asolaban a Estados Unidos y Europa, pero Asia y Latinoamérica habían aprendido la lección de crisis anteriores y pusieron sus asuntos en orden. Los chinos tenían amplias reservas para presentar un paquete de estímulo fiscal que no solo era inmenso sino que, a diferencia de su equivalente estadounidense, suponía el rápido desembolso de fondos. Los bancos centrales de los BRICS, junto con los de otros mercados emergentes, cooperaron a la flexibilización monetaria mundial. Sin ella (y sin el rápido desembolso interno del estímulo de China), las medidas similares adoptadas en Occidente habrían sido insuficientes e ineficaces. Con ella, la demanda de materias primas se estabilizó y el mundo evitó una depresión.
No obstante, estas intervenciones de crisis tuvieron un coste importante, cuyo pleno alcance no conocemos del todo ni siquiera hoy. La burbuja inmobiliaria, que tuvo un papel tan importante en Estados Unidos y el sur de Europa, no estalló en los BRICS. La inflación también creció mucho más allá de lo que los bancos centrales de China, India y Brasil consideraban conveniente. Aunque todo eso no provocó otra crisis, quizá plantó las semillas para futuros problemas. La historia económica nos enseña que la próxima crisis suele surgir en la región en la que los aplausos y la satisfacción han sido más sonoros la vez anterior. Si es verdad, la próxima sorpresa económica se producirá con toda probabilidad en los BRICS.
 “Los BRICS son unos competidores invencibles”
No. Los BRICS se han aprovechado durante decenios de la mano de obra barata, una productividad mayor, enormes (pero no para todos) inversiones en infraestructuras y educación y el ansia de ponerse a la altura de los rivales más ricos. Su transformación fue extraordinaria: con unas poblaciones que viven mejor, los mercados interiores se volvieron económicamente atractivos, el comercio sur-sur se disparó y las principales empresas pasaron de producir productos baratos y de segunda categoría a convertirse en grandes fabricantes de móviles inteligentes, semiconductores, software y aviones. La marca china Lenovo se hizo con el negocio de ordenadores personales de IBM. Las cerveceras brasileñas y sudafricanas adquirieron categoría internacional. Igual que ocurrió con los rusos tras el Sputnik y los japoneses en los 80, los BRICS se convirtieron en unos competidores temidos y formidables, aunque algunos de esos miedos eran exagerados.
Pero la historia no ha terminado. La energía barata y abundante procedente del gas de esquisto está atrayendo nuevas inversiones en Estados Unidos y devolviendo a las industrias de enorme consumo energético su posición ventajosa. Además, la abundancia de dicho recurso puede hacer que las perforaciones de Rusia en el Ártico y la producción presalina de Brasil sean demasiado caras. El estancamiento de los sueldos en EE UU y la subida salarial en China e India están borrando la ventaja que suponían los costes laborales para los BRICS, y sus reservas de mano de obra, que parecían inagotables, han empezado de pronto a vaciarse y a dejarles sin personal cualificado.
La mecanización también está permitiendo una recuperación de los países desarrollados. Los robots, cada vez más baratos y complejos, pueden hacer lo que hasta hace poco hacían 10 o más empleados humanos. Trabajan 24 horas al día y no piden sueldos más altos ni mejores prestaciones. Puede que los smartphones y las tabletas se sigan fabricando en Asia, pero los BRICS están retrasados a la hora de aprovechar los beneficios productivos que les proporcionan. Como consecuencia, las multinacionales tradicionales están volviendo a pujar después de años de mantenerse retiradas: por ejemplo, General Motors ha obtenido la mayor cuota de mercado en China, General Electric se ha aventurado en la producción de equipamiento médico de bajo coste, Nestlé ha inventado las máquinas Nespresso que tantísimo éxito han tenido y han hecho que el café de calidad deje de ser un lujo que se toma en un local para ser un artículo a mano y en casa. Quizá Occidente esté recuperando su ventaja más rápido de lo que pensábamos.
 “Los BRICS son el mejor lugar para invertir”
Ya no. Hasta 2008, los BRICS iban mucho mejor que otros mercados emergentes de valores, incluso mejor que los desarrollados. Y con gran diferencia. Durante los cinco años anteriores a 2007, los inversores en los cuatro miembros originales de este grupo ganaron un 52% de beneficios anuales, frente al 16% en los mercados del G-7. Sin embargo, en los últimos cinco años, hasta el 31 de agosto, la cifra era del 3% para los BRICS y el 1% para el G-7. En parte se debe a la corrección de unas expectativas excesivas, que inflaron las valoraciones y las divisas hasta niveles insostenibles. Pero también da la impresión de que ahora se pone en duda la ventaja competitiva de estos países por motivos más fundamentales. Por supuesto, es lógico que los inversores diversifiquen y no ignoren una parte del mundo tan grande y de tanto éxito, pero eso no es lo mismo que la euforia ciega.
Cada uno de los BRICS es muy distinto, igual que los interrogantes que acompañan a sus economías. Por ejemplo, durante decenios los costes salariales de China fueron tan inferiores a los de México que el país norteamericano no podía competir, pese a su proximidad con Estados Unidos. Pero esa brecha salarial se ha estrechado en los últimos años -los costes laborales chinos han pasado de ser el 33% de los mexicanos en 1996 al 85% en 2010-, y ahora las inversiones están volviendo a México. Incluso cuando las tasas de crecimiento de India se dispararon, la burocracia, los déficits presupuestarios y los obstáculos de las infraestructuras siguieron siendo graves impedimentos. Brasil consiguió dar la vuelta a su maltrecha economía en los 80 y después se benefició de tres factores: la necesidad china de materias primas, los hallazgos energéticos y su ventaja competitiva como gigante del sector agrario. Hoy, sin embargo, la desaceleración de Pekín y el giro mundial hacia el ubicuo gas de esquisto está cambiando el panorama. Pensemos también en Rusia, que con gran imprudencia ha despilfarrado sus armas, el gas y el petróleo, despreciando las posibilidades del gas de esquisto, con lo que ha dejado abiertas oportunidades de exportación para EE UU en Europa.
 “Los BRICS superarán a Occidente”
Ya veremos. Sí, los BRICS seguirán siendo la principal fuente de crecimiento en el mundo del futuro, igual que lo son ya hoy. Juntos, dominarán la economía mundial dentro de unos años como Europa y Estados Unidos lo hicieron en su tiempo.
Así como el péndulo se inclinó hacia los BRICS y luego se fue al otro extremo en los últimos años, se ven ahora señales de nuevas formas de competitividad de esos países. La investigación y el desarrollo en los BRICS están preparando el terreno para una producción que cada vez tendrá más valor añadido. El 91% de las fábricas de Estados Unidos tiene más de 10 años, frente a solo el 43% de las chinas, según un estudio de IndustryWeek en 2007. Mientras que el 54% de las empresas chinas mencionaba la innovación como uno de sus principales objetivos, solo el 27% de las estadounidenses decía lo mismo. Los fabricantes de material de telecomunicaciones en el gigante asiático están poniéndoles las cosas difíciles a sus rivales de tipo más tradicional, los fármacos genéricos fabricados en India están abriéndose camino, los productores brasileños de proteínas dominan los mercados mundiales y los oligarcas rusos hacen sabias inversiones en el extranjero. Los BRICS están atravesando un periodo difícil, pero tienen todo en su mano para una recuperación espectacular.
Sin embargo, aunque la era de dominación estadounidense y occidental haya quedado atrás, a los BRICS les queda todavía algún tiempo. Lo que es ya evidente es que el claro límite entre países desarrollados y atrasados es algo del pasado. Las multinacionales occidentales tratan de expandirse en estos cinco Estados porque el crecimiento en sus propios mercados está estancado. Las empresas chinas e indias consolidan sus marcas en otros mercados emergentes y en Occidente. La suerte económica de los países desarrollados está más ligada que nunca a la de los mercados emergentes.
La propiedad intelectual sigue siendo un punto fuerte de las economías avanzadas. Estados Unidos, Japón y Alemania -solo tres economías avanzadas- presentaron el 58% de las patentes mundiales en 2011, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Pero también aquí están poniéndose al día los BRICS: las solicitudes de China aumentaron un 33% en 2011, las de Rusia un 21%, las de Brasil un 17% y las de India un 11%. En EE UU crecieron un 8% y en Alemania un 6%. El gigante chino del material de telecomunicaciones ZTE Corp. desplazó a la japonesa Panasonic del primer puesto mundial, con 2.826 solicitudes de patente. Huawei Technologies, china, ocupó el tercer lugar, y la estadounidense Qualcomm cayó del tercer al sexto puesto en 2011. ¿Por qué importa esto? Porque las patentes son un indicador fundamental de la futura potencia económica.
 “La política puede acabar con los BRICS”
Es verdad, y no conviene olvidarlo. La extensión de la democracia y los mercados libres en gran parte de Asia, Latinoamérica y el este de Europa es impresionante, pero algunos BRICS han ido a remolque en este terreno, en vez de estar en primera línea. A menudo, la legitimidad en estos países depende de unas expectativas desmesuradas de éxito económico, mientras que los controles políticos están en pañales. De modo que hay que olvidar todas las alabanzas al capitalismo autoritario que aparecen en los artículos de opinión. Solo porque Pekín posee un aeropuerto nuevo y reluciente y el presidente Vladímir Putin puede arrasar barrios enteros como le parece, eso no quiere decir que la política de China y Rusia les beneficie. Incluso en la democrática India, la política se ve invadida con frecuencia por la corrupción, y Brasil, que disfruta de una democracia, tiene unas estadísticas de criminalidad absolutamente terribles y numerosos escándalos políticos.
Puede que los BRICS parezcan estables, pero nadie sabe qué nos deparará el futuro. La admiración hacia los oligarcas se convierte con mucha facilidad en envidia e indignación. Las cámaras de los móviles y la difusión instantánea por Internet limitan el uso de la fuerza pública. Bajo la superficie y entre los jóvenes, el orgullo por los logros económicos y la sensación de bienestar material van acompañados de demandas de una sanidad mejor y el reconocimiento nacional. Cada vez más, la respuesta que piden los ciudadanos de los BRICS no es más, sino mejor. Las clases dirigentes locales deben actuar como es debido para impedir que esta nueva actitud se convierta en una mezcla combustible. La generación actual de líderes chinos no ha olvidado todavía las lecciones de la Revolución Cultural, pero quizá las generaciones posteriores sí lo hagan.
Algunas circunstancias favorables que han beneficiado a los BRICS en las últimas décadas pueden volverse en su contra. Por ejemplo, estos países han aprovechado el volumen relativamente bajo de asignaciones presupuestarias al gasto de defensa, como consecuencia de la Pax Americana. La situación podría cambiar si estallara un conflicto en el subcontinente indio o Irán obtuviese armas nucleares. Y si la agitación política se agravara, el ascenso de los BRICS podría muy bien descarrilar: el caso de Bo Xilai en China, las revueltas tras la primavera árabe y el apagón en India son advertencias recientes sobre las drásticas repercusiones que pueden tener unos acontecimientos repentinos.
Aun así, los BRICS no van a desvanecerse. Por supuesto que tendrán que afrontar serios ajustes, acostumbrarse a unas expectativas menos elevadas de crecimiento y satisfacer más demandas de la población. Pero, pase lo que pase, se puede asegurar que estas grandes economías emergentes dejarán huella en el siglo XXI.

domingo, 1 de julio de 2012

Las 10 claves del explosivo crecimiento económico de China


Tomado del blog Red Bandeirantes 
 Wen Jiabao Primer Ministro de China explica las claves del boom económico de su país. 

Por  Joelmir Beting

Recomendaciones del primer Ministro chino a los países emergentes

Diez soluciones para mejorar

El primer ministro de China, Wen Jiabao, ha sorprendido por el conocimiento que tiene de las economías emergentes y debido a la amistad y a los negocios que China tiene con varios de estos países, ha estado estudiando su cultura, su pueblo, su gobierno y el desarrollo en los últimos años y se ha atrevido a hacer algunas sugerencias que, dijo, fueron las responsables de los cambios y el explosivo crecimiento de China en los últimos años. 

Este alto funcionario chino fue enfático en lo que él llama "solución para los países emergentes". Ese es el caso de Brasil, China, India y otros países que entraron en una fase de crecimiento importante en los últimos años, y China es el líder absoluto en esta cola. 

El Ministro señala que el punto principal es hacer cambios inmediatos en la administración de cada país y el principal es la eliminación de lo que él llama “factores hipócritas” donde las leyes insisten en ver el lado teórico, y no las consecuencias prácticas y reales y dice que se tendrán que hacer cambios drásticos en los puntos de vista actuales, como ha hecho China en los últimos 20 años, siendo los 10 principales los que se mencionan a continuación: 

1) PENA DE MUERTE PARA CRÍMENES ATROCES PROBADOS 

Fundamentación:

Un gobierno tiene que dejar de lado la hipocresía cuando se toca este tema, ya que un criminal no puede ser tratado como una celebridad, los reincidentes han tenido su oportunidad de cambiar y no han cambiado, por lo tanto, no merecen ese compromiso por parte del gobierno, ninguna sociedad honesta y trabajadora merece vivir con tanta impunidad y miedo, mencionó algunos ejemplos muy claros: Manic Park, Lindeberg, Suzane von Richthofen, Beira Mar, Elías Loco, etc. 

La eliminación de los criminales más peligrosos infundirá temor entre el resto de los delincuentes para seguir practicando sus fechorías. 

Esto se reflejará de inmediato en la seguridad pública del país y la sociedad, especialmente en la reducción drástica del gasto público en materia de seguridad. 

En el largo plazo esto también se reflejará en la cultura y el comportamiento de las personas. 

2) SEVERO CASTIGO PARA LOS POLITICOS CORRUPTOS 

Fundamentación: 

Es terrible saber que nuestros países tienen las tasas más altas de corrupción en el mundo, muy cerca de Nigeria. Nuestros países no castigan como debe ser a los políticos corruptos, principalmente, a los del régimen de turno y por eso es que no hay altos burócratas arrestados por este flagelo, que diezma las arcas públicas. 

Por lo tanto, está claro porqué esta plaga (la corrupción) es cada vez peor en nuestros países, ya que no se toman medidas para frenarla. Como dijo alguien, muy acertadamente, en nuestros países no hay razones para no robar. En China la corrupción probada es castigada con la pena de muerte o sea con la vida y, por supuesto, el retorno inmediato a las arcas públicas de los valores robados. 

Si los fondos para la inversión no alcanzan y no se pagan las deudas por la malversación de fondos, algo está mal y necesita ser cambiado inmediatamente. 

3) QUINTUPLICAR LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN 

Fundamentación: 

Un país que quiere crecer debe producir los mejores profesionales del mundo y esto sólo es posible si el estado invierte por lo menos cinco veces más de lo que se hace ahora en educación, de lo contrario el país se quedará estancado y no formará el talento que tiene y que podrían ser grandes profesionales. Si no se capacita de verdad, verdad a nuestro recurso humano, este perderá la competitividad en el mercado de trabajo por falta de preparación. Con el tiempo será normal la importación de mano de obra calificada, cuando los países empiecen a crecer más aceleradamente. 

4) REDUCCIÓN DRASTICA DE LA CARGA TRIBUTARIA Y REFORMA FISCAL INMEDIATA 

Fundamentación: 

China y otros países desarrollados como los EE.UU. han demostrado que el crecimiento del país no requiere perseguir a sus industrias y empresas en general; por el contrario, el Estado tiene que ser un aliado y no un enemigo de los negocios, después de todo, es del trabajo de estas empresas que el país obtiene su sustento para crecer y garantizarle la calidad de vida a sus ciudadanos. La carga fiscal en nuestros países es exagerada, confiscatoria, injusta y desordenada y si no hay un cambio drástico, las empresas no podrán competir en los mercados internacionales y el mercado interno también se estancará. 

5) REDUCCION DE AL MENOS UN 80% EL SALARIO Y LOS GASTOS DE LOS POLÍTICOS PROFESIONALES 

Fundamentación: 

Nuestros países tienen la política más cara del mundo, esto ocurre por la cultura del malandraje instalada recientemente y por la falta de políticas serias y claras en materia salarial. Es necesario que el político entienda que es un funcionario público, como cualquier otro, con una obligación de entregar su trabajo y sus conocimientos en beneficio de su país y no un “rey” como se ven actualmente. 

La Constitución y las leyes tienen que establecer un tope salarial compatible con los otros funcionarios públicos y a partir de ahí, regirse por los aumentos en el sueldo mínimo del país. Un diputado en China cuesta menos de 10% de lo que un diputado cuesta en Brasil, por ejemplo. En los países escandinavos es común ver al primer ministro llegar a su trabajo conduciendo una bicicleta de las más sencillas y económicas del mercado, como lo hacen los estudiantes. 

Este desastre que existe en nuestros países con el manejo del dinero público, con el abuso de los mega salarios, sin corresponderse con la productividad ni menos con las soluciones para el pueblo, causa todavía más prejuicios al estado, pues un pueblo que se siente robado por sus líderes políticos pierde la percepción de lo que es correcto, justo, honesto y honorable. 

6) DESBUROCRATIZACION INMEDIATA 

Fundamentación: 

Los países en vías de desarrollo y los emergentes siempre han sido muy burocráticos y compolicados en términos de la negociación, dijo Wen. 

China es actualmente el mayor exportador de bienes manufacturados en el mundo, superando, incluso, a los EE.UU. y sin ninguna duda consideran a los países emergentes los más burócratas tanto en lo referente a las importaciones como a las exportaciones y, por supuesto, en lo referente a su mercado interno, por todas las barreras, trabas y requisitos innecesarios y repetitivos que a menudo impiden, dificultan y encarecen la negociación, lo que termina en detener o frenar el desarrollo de las empresas y que inmediatamente se refleja directamente en el desarrollo del país. Este es un asunto muy urgente de resolver. 

7) RECUPERACION DE LA INVERSION PUBLICA EFICIENTE QUE ESTA DETENIDA EN LOS ULTIMOS AÑOS 

Justificación: 

Los países con potencial de desarrollo han sufrido una parálisis muy preocupante en las inversiones públicas en los últimos 50 años. Este es un hecho probado. Faltan más inversiones en infraestructura, educación, cultura, y prácticamente en todas las áreas relacionadas con el estado, lo que ha dificultado el crecimiento de los países y continuará dificultándolo, por lo menos por otros 50 años, si no adoptamos una posición firme en este momento.

Algunos países como Brasil tienen todo para ser un gran líder mundial, tienen un territorio muy grande, no sufre graves catástrofes naturales, vive en paz con el resto del mundo, mostró inteligencia al salir ileso de la gran crisis financiera de 2008, pero necesita tener el coraje para superar sus adversidades políticas y aprender a invertir correctamente en lo que más necesita. 

8) INVERTIR FUERTEMENTE EN EL CAMBIO DE LA CULTURA DEL PUEBLO

Justificación: 

La gran masa del pueblo de los países emergentes ya no cree en el gobierno, ni en su política, no respetan las instituciones, no cree en sus leyes, ni en su propia cultura, se acostumbró al desorden gubernamental y pasó a ver como normal las noticias trágicas sobre la corrupción, violencia, deterioro de los servicios públicos, etc. Por lo tanto, se necesita invertir en la correcta formación cultural del pueblo, a partir de las escuelas, empresas, iglesias, instituciones públicas y así sucesivamente, comenzando con la educación para el trabajo y la búsqueda de la excelencia en un mundo globalizado, enseñando al pueblo a amar y honrar a su país; si no, es inevitable que a largo plazo, comiencen a emerger milicias armadas en busca de espacio y poder paralelo al gobierno. 

9) INVERTIR EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE INMEDIATO

Justificación: 

El país más grande y poderoso de América Latina, como es Brasil, proporcionalmente, invierte menos del 8% que China en ciencia y tecnología. Esto comenzó a ser una preocupación en ese país durante los últimos cinco años, cuando Brasil comenzó a crecer y a mostrarse al mundo como un país emergente y esta preocupación o necesidad crecerá mucho más a partir de ahora, ya que no tiene la calidad requerida en el área de ingeniería, no tiene calidad médica, tecnología de calidad, no cuenta con profesionales con una formación de calidad para competir con los países desarrollados que van más de 20 años por delante de Brasil, por ejemplo, que ya es la sexta economía del mundo. Esta es una realidad y debe ser revisada de inmediato, ya que influye directamente en el desarrollo de cada nación. 

10) REDUCCION DE LA EDAD LABORAL Y PENAL A LOS 16 AÑOS 
(El mundo está envejeciendo ...): 

Fundamentación: 

Nuestros países son unos de los pocos que todavía tienen una cultura de tratar a los adolescentes de 15 a 18 años, como niños, que no se hacen responsables de sus actos, y les prohíben ofrecer su mano de obra. Esto es un error fatal para la sociedad, ya que, después de todo, están envejeciendo y necesitan, más que nunca, de mano de obra renovada y además, esta contradicción hipócrita de la ley, sólo sirve para crear peligrosos delincuentes, que al cumplir los 18 años, están formados para el delito, ya que no pudieron trabajar y muchos buscaron su formación en el crimen. 

En China, los jóvenes tienen permiso del gobierno para trabajar normalmente (No sólo como aprendices, como en estos países), a partir de los 15 años, siempre que sigan estudiando y, responden por sus crímenes normalmente como cualquier adulto mayor de 18 años. 

En nuestros países reina la impunidad en la política y puesto que la gente no tiene ni voz ni voto, porque esa cultura que el Sr. Wen cita, es exactamente lo que podría causar problemas en la política actual y por lo tanto, un pueblo complaciente que solo mira como los corruptos retiran o hurtan el dinero de su propio bolsillo, es el sueño de todos los delincuentes de cuello blanco.