Tomado de El País
El Ejército israelí golpea a la población civil de la
franja de Gaza
Barcos de guerra israelíes
bombardean Gaza desde el mar
Londres advierte que una ofensiva
terrestre debilitaría el apoyo internacional a Israel.
Las fuerzas israelíes golpean la
sede de varios medios de comunicación en Gaza
Por ANA CARBAJOSA
La destrucción avanza a paso de gigante sobre la franja de Gaza y a
golpe de misil del Ejército israelí. Las noticias sobre un posible alto el
fuego mediado por los egipcios cobran cierta intensidad, pero no acaban de
cuajar. Este domingo,
quinto día de la operación Pilar Defensivo, ha sido especialmente sangriento.
Los niños se han llevado la peor parte. Hasta siete han muerto por los
bombardeos; cuatro de ellos eran miembros de una misma familia. Son parte de
los al menos 26 palestinos, muchos de ellos civiles, que han muerto solamente
este domingo por las bombas, que de momento no dan tregua, y que mantienen
aterrorizada a la población en Gaza.
Mientras, los cohetes
palestinos han vuelto a sobrevolar la frontera que separa Israel de este
territorio palestino, en dirección a Tel Aviv. Ahora despegan desde
casi cualquier lugar de la Franja causando un enorme estruendo. Desde detrás de
un hotel, al lado de un edificio de viviendas… Las próximas horas se perfilan
decisivas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió al Gabinete de
ministros que está listo para “ampliar la operación”. No ofreció mucho más
detalles, pero la posibilidad de una invasión terrestre cobra fuerza con el
paso de las horas. A media tarde, se podía ver a nubes de soldados merodeando
por el sur de Israel. Era además constante el trasiego de tanques subidos a
camiones. El sonido de las
sirenas cada vez que sale disparado un cohete palestino y que marca el inicio
de las carreras a los refugios, completan un paisaje que cada vez se parece más
al de un país en guerra.

Las noticias sobre una posible incursión terrestre hace que los vecinos
del norte de la Franja huyan despavoridos. Las calles de Beit Hanún y de Beit
Lahia, al norte del territorio, ofrecían el domingo una imagen fantasmal. No
había ni un alma. Era como si hubiera caído una bomba, pero esta vez nuclear.



Los ataques han paralizado la vida de una Franja archi acostumbrada a
todo tipo de ataques. Las escuelas están cerradas. La gente no acude a
trabajar. Siguen al minuto las explosiones, mientras tratan de confirmar que
los suyos están bien. Hay quienes el miedo o quizá la precaución les impide salir
de casa. Otros se encierran en sótanos, a falta de refugios como los de los
israelíes. Los hay que se atreven a salir durante el día. pero que cuando cae
la noche ni se les ocurre pisar la calle. Viven a la espera de saber quién se
impondrá en las próximas horas, si los tanques o las artes
diplomáticas egipcias.
Golpe a los medios de comunicación

Los habitantes de Gaza siguen con atención
las informaciones que emiten las televisiones y radios locales sobre el
conflicto. Cuando cae un misil, a los pocos minutos ya hay un equipo de
periodistas palestinos recogiendo el testimonio de los supervivientes.
El primer bombardeo a las sedes de los
medios se produjo en medio de la noche contra el piso 11 del edificio Al Shawa,
en la ciudad de Gaza. Allí trabajan, entre otros, la agencia palestina de
noticias Maan, la cadena alemana ARD y la televisión Al Quds. A uno de los
reporteros de esta cadena le han tenido que amputar una pierna a consecuencia
de las heridas.

El Ejército israelí aseguró que tan solo
dispararon “contra la antena, el resto del edificio no fue alcanzado”, según
dejaron escrito los militares en su cuenta de Twitter, que estos días
actualizan constantemente para ofrecer su versión de los hechos. En un
comunicado indicaron que los objetivos habían sido identificados tras meses de
información obtenida a través del espionaje.
El director de Reporteros sin Fronteras,
Christophe Deloire, consideró que “los ataques constituyen una obstrucción a la
libertad de información. Recordamos a las autoridades israelíes que los medios
disponen según el derecho humanitario de la misma protección que los civiles, y
que no pueden ser considerados objetivos militares”.
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