jueves, 1 de abril de 2021

Topónimo del municipio Atiquizaya, Departamento de Ahuachapán, República de El Salvador, Centro América

 Por LuisMontes Brito

Municipio: Atiquizaya

Pertenece al Departamento de: Ahuachapán

Significado: Lugar abundante en agua, lugar de manantiales, donde está el dios de las lluvias, donde nace el agua

Proviene del: Náhuat

 

Compilado por Luis Montes Brito

 

El topónimo Atiquizaya proviene de los vocablos at: agua; quezaya, quizayan: filetes o hilos de agua: quiz: bebedero; shaya: instrumento cortante de obsidiana.

 

Esta antigua población fue fundada y habitada desde tiempos inmemorables por indios pokomames, del grupo maya-quiche. A finales de los años 1400, fueron conquistados por guerreros “yaquis” o pipiles, estos le cambiaron el nombre original y le dieron el náhuat que aun se conserva.

En 1550, Atiquizaya tenía unos 275 habitantes. El 8 de marzo de 1576, el oidor don Diego García de Palacio, en carta enviada al Rey Felipe II describe a Atiquizaya como “un lugarejo” cuyos habitantes indígenas “tienen una masa y betún que llaman axin, de un género de gusanos hediondos y ponzoñosos, que es maravilloso medicamento para todo tipo de frialdades y otras indisposicionesNace a dos leguas de este lugar el río que llaman de Aguachapa, y a 7 (leguas) de su nacimiento va muy grande, y a 13, que es en donde entra en el mar del sur (Rio de Paz), grandísimo. Creo que en todas las Indias (América española) no hay otro río tan grande, con tan poca corriente”.

En 1661, el Capitán General don Martín Carlos de Mencos, ordenó al señor Felipe Maraver, Alcalde Mayor de la Santísima Trinidad de Sonsonate, la fundación del pueblo de Atiquizaya, la que se verificó el primero de enero de 1662, siendo su primer Alcalde don Diego de Madrid. 

El 12 de junio de 1824, formó parte del primitivo y extenso departamento de Sonsonate. El 4 de julio de 1832 el pueblo de Atiquizaya fue incorporado al distrito judicial de Ahuachapán. El 19 de febrero de 1859, durante la breve presidencia provisional de José María Peralta le fue otorgado al pueblo de Atiquizaya el título de Villa.

El 9 de febrero de 1869, durante la presidencia de Francisco Dueñas, a través de Decreto Legislativo se fundó el departamento de Ahuachapán y el distrito de Atiquizaya, ambos fueron separados del departamento de Santa Ana. El 24 de enero de 1881, durante la administración de Rafael Zaldívar le fue conferido el título de Ciudad.

Para su administración, el municipio de Atiquizaya se divide en 14 cantones, los cuales son: El Chayal, Salitrero, Tapacún, Tortuguero, El Iscaquilío, Joya del Plantanar, Joya del Zapote, La Esperanza, Loma de Alarcón, Pepenance, San Juan El Espino, Santa Rita, Rincón Grande, Zunca. 

Su principal actividad económica es generada por la caficultura, también se da el cultivo cereales y frutas.

Los principales atractivos turísticos de Atiquizaya son: El Salto de Malacatiupán, un lugar donde bajan cuatro cascadas de agua en forma de cataratas, en el río Agua Caliente y las piscinas de Ahuijuyo y Las Minas. 

Su fiesta patronal es en honor a la Inmaculada Concepción de María, se celebra en las fechas comprendidas del 1 al 8 de diciembre.

miércoles, 31 de marzo de 2021

Topónimo del municipio Texistepeque, Departamento de Santa Ana, República de El Salvador, Centro América

Por Luis Montes Brito

Municipio: Texistepeque

Pertenece al Departamento de: Santa Ana

Significado: Cerro en forma de huevo, cerro del huevo, cerro del caracol, lugar de caracoles

Proviene del: Náhuat

 

Compilado por Luis Montes Brito

 

El topónimo Texistepeque proviene del vocablo Tepcistepet, tepzistepet. Tesis, teccisti: caracol, huevo; tepec, tepet: cerro, montaña, lugar. 

Se estima que Texistepeque es una de las poblaciones más antiguas de Centro América. Se cree que debe su origen a algunas familias aborígenes procedentes de las ciudades inundadas de Zacualpa y Güijar, es un pueblo prehispánico fundado por los Mayas Pocomanes. En el año 1200 aproximadamente fue conquistado por los Náhuas de Kuskatan. Con la llegada de los conquistadores españoles, formó parte de la Alcaldía Mayor de San Salvador y posteriormente del Distrito de Santa Ana que formaba parte de la Intendencia de San Salvador.

El 15 de octubre de 1577 el pueblo de Texistepeque fue dado en doctrina a los religiosos franciscanos del convento o Guardianía de San Salvador, según convenio celebrado entre el padre provincial fray Antonio de Tobar y el presidente de la Real Audiencia de Guatemala doctor Pedro de Villalobos. 

 

En 1740 según la relación geográfica responsabilizada por el Alcalde Mayor de San Salvador, Manuel de Gálvez Corral, el pueblo de San Esteban Texistepeque tenía una población de 45 indios y algunos mulatos que eran soldados de la compañía de Santa Ana. En el pueblo se cultivaba frutas, maíz, algodón y también algunos de sus habitantes se dedicaban a la crianza de gallinas; la alfarería también era parte de la actividad de sus residentes, especialmente la elaboración de ollas de loza.

 

El 8 de marzo de 1758 visitó la parroquia de Texistepeque el Arzobispo de Guatemala Francisco José de Figueroa. En 1770 visitó el pueblo monseñor Pedro Cortes y Larraz, ordenando después de su visita segregar el pueblo de Chicunhuexo del curato de Texistepeque agregándolo al de Tejutla. En 1786 fue anexado como municipio del partido de Santa Ana. El 12 de junio de 1824 fue incorporado al departamento de Sonsonate. El 8 de febrero de 1855 fue adscrito al departamento de Santa Ana, jurisdicción a la que pertenece actualmente. 

No se tiene una fecha exacta cuando fue elevado a la categoría de Villa, existen dos versiones una que señala el año 1758 y otra más probable que dice que este titulo le fue concedido entre 1870 y 1871 durante una de las múltiples presidencias de Francisco Dueñas. El 22 de enero de 1946 durante la administración de Salvador Castaneda Castro fue ascendida a la categoría de Ciudad.

Para su administración Texistepeque se divide en 6 cantones y 78 caseríos. Siendo sus cantones: Costa Rica, Cujucuyo, Chilcuyo, El Jute, San Miguel y Santo Tomás.

Su principal actividad económica es el comercio, así como la agricultura y ganadería.

Sus principales atractivos turísticos son el sitio arqueológico en el cerro Texistepeque, cantón Costa Rica y cerro Conventillo, los ríos Lempa y Guajoyo.

Texistepeque celebra cada año sus fiestas patronales del 23 al 27 de diciembre, época de Navidad, en honor a su patrona la Virgen de Belén y San Esteban Protomártir.

Dentro de las tradiciones más representativas de este municipio está la relacionada con Semana Santa. El Lunes Santo de cada año los Talcigüines de Texistepeque azotan a pobladores y turistas según la creencia popular cada latigazo limpia los pecados. Este es un ritual que se celebra desde hace más de cien años y que representa la lucha entre el bien y el mal. Talcigüin proviene del Náhuat, significa "hombre endiablado".

domingo, 28 de marzo de 2021

Topónimo del municipio Citalá, Departamento de Chalatenango, República de El Salvador, Centro América

Por Luis Montes Brito
Municipio: Citalá

Pertenece al Departamento de: Chalatenango

Significado: Río de estrellas, Lugar de la estrella de la mañana, Donde abundan las estrellas

Proviene del: Náhuat

 

Compilado por Luis Montes Brito

 

El topónimo Citalá proviene de los vocablos cuj Caija, Kujkaijá, Cuja caj: estrella, lucero; ja: agua, río; otras traducciones señalan su origen de sital: estrella; tal: partícula que denota abundancia. Los antiguos Maya–Chortis llamaban a esa población Kujkaijá y al traducir ese nombre al náhuat los Toltecas le llamaban Citalá.

 

Esta antiquísima población fue conocida como Huehuetlapayán, Hueytlató o Primitiva Tula. Se estima que antes de los años 900 d.C.  fue fundada por los Maya-Chortis y Toltecas. Se estima que después de 1050, fue incorporada en el área del reino de Payaquí, fundado por el anciano y venerable Topilzín Aexitl y a partir de esa época se produjo un fuerte cruzamiento entre los Maya–Chortis nativos y los toltecas emigrantes. A inicios de los años 1500, el cruzamiento cultural antes mencionado había impactado de tal manera, que los habitantes de Citalá no hablaban ni el chorti ni el nauta, sino un dialecto: El alagüilak.

Antes de 1892, se estima que le fue reconocido la categoría de Villa. No existen registros históricos que señalen una fecha exacta.

En los años 1900 esta población fronteriza ubicada entre El Salvador y Honduras, era conocida como “San Francisco Citalá” a la vez que era parte del partido de Tejutla.

El 10 de septiembre de 2019, la Asociación Salvadoreña de Astronomía (ASTRO) informó que a El Salvador le había sido asignado un exoplaneta y una estrella para darle nombre. Dos meses más tarde la Unión Astronómica Internacional dio a conocer la pareja ganadora para El Salvador. Siendo los nombres Citalá y Cayahuanca, ambos tomados del náhuat, que significan "río de estrellas y "roca que mira a las estrellas", respectivamente. La estrella Citalá fue descubierta en el año 2,000 y está clasificada como una enana amarilla, que tiene entre 1 y 1.4 veces la masa del sol, pero es dos veces más luminosa.


Su principal actividad económica es la agricultura, destacando los cultivos de granos básicos, especialmente frijol y maicillo. 


Administrativamente Citalá se divide en ocho cantones y 53 caseríos. Siendo sus cantones: Gualcho, Lagunetas, Los Planes, Llano de la Virgen, San Francisco, San Lorenzo, San Ramón y Talquesalar.

 

Las fiestas patronales se celebran en el mes de diciembre en honor a la Inmaculada Concepción del 30 de Noviembre al 8 de Diciembre.

Topónimo del municipio Cojutepeque, Departamento de Cuscatlán, República de El Salvador, Centro América

Por Luis Montes Brito
Municipio: Cojutepeque

Pertenece al Departamento de: Cuscatlán

Significado: Cerro de coyotes, Cerro de las pavas, En el Cerro del faisán, Cerro de los Pericos

Proviene del: Náhuat

 

Compilado por Luis Montes Brito

 

El topónimo Cojutepeque es una variante de Cojutepeq, coxutepeq, coxutepeque, Kuyutepet. Proviene de los vocablos coyut: coyote; tepec: cerro. Montaña, localidad.

 

El pueblo de Cojutepeque es prehispánico, siendo uno de los más antiguos de El Salvador. El siglo XI es señalado su origen por algunos historiadores, época en la que migrantes nahuas se establecieron en el cantón cujuapa el arenal y en el cantón ojo de agua. Cojutepeque formó parte del Señorío de Kuskatan, en esos tiempos su población era netamente indígena.  En 1659 se registra la llegada, con intenciones de residir allí, de las primeras familias españolas.

 

En 1787, época colonial, obtiene el título de villa.

 

En 1832, 1834, 1839, Cojutepeque ha sido ciudad capital de El Salvador, en cuatro ocasiones diferentes, siendo la más reciente después del terremoto del 16 de abril de 1854 que destruyó la ciudad de San Salvador, trasladando provisionalmente el gobierno la ciudad capital hacia Cojutepeque. El gobierno residió en la ciudad de Cojutepeque hasta el 28 de junio de 1858 fecha en la cual el presidente de turno, Gerardo Barrios, ordenó su regreso hacia San Salvador. 

 

El 20 de noviembre de 1846, durante la presidencia de Eugenio Aguilar, le fue otorgado el título de ciudad leal, a través de  Decreto Ejecutivo.

 

Para su administración Cojutepeque se divide en Cantones del Municipio: Cujuapa, El Carrizal, Jiñuco, La Palma, Los Naranjos, Madrecacao, Ojos de Agua; el área urbana se compone de 7 barrios: Concepción, El Calvario, Barrio El Centro, San José, San Juan, San Nicolás, Santa Lucía. Además, cuenta con 121 comunidades

 

Cojutepeque es reconocido en El Salvador por ser localmente la población tierra donde se producen y consumen varios platillos cárnicos traídos por los españoles, siendo los más conocidos sus embutidos (chorizos, butifarras y salchichones), que acostumbran a vender mujeres al paso de los autobuses interdepartamentales que transitan por la Carretera Panamericana. Esta industria es una de las principales actividades económicas del municipio. 

 

Tradicionalmente Cojutepeque es un importante centro comercial para la zona paracentral, así como también un porcentaje significativo de la economía proviene del cultivo y manufactura del tabaco, el dulce de panela, café, frutas, destacándose el cultivo de naranjas. La industria de la fabricación de sombreros (principalmente de palma) ha ocupado también un lugar relevante en la economía de este pujante municipio.  

 

Su principal atractivo turístico, además de su gastronomía es el Cerro de las Pavas, su mayor altitud con una altura de 1089,66 metros sobre el nivel del mar. El 25 de noviembre de 1949, el Congreso Mariano de San Salvador y las autoridades eclesiásticas inauguraron oficialmente en el Cerro de las Pavas un santuario a Nuestra Señora de Fátima, para lo cual recrearon una gruta de piedra y a su alrededor fue construido un restaurante y un pupusódromo.

 

Las fiestas patronales de Cojutepeque son dos. La primera se celebra en el mes de enero dedicadas a la Inmaculada Concepción de María y San Sebastián Mártir, patronos de la ciudad y otra desarrollada en el mes de agosto dedicada a San Juan Bautista, conocida como "la feria de agosto"

Topónimo del municipio Comasagua, Departamento deLa Libertad, República de El Salvador, Centro América

Por Luis Montes Brito
Municipio: Comasagüa

Pertenece al Departamento de: La Libertad

Significado: La ciudad de los Mazahuas, Lugar o meseta donde abundan los venados, Los poseedores de venados o piñuelas silvestres, Planta ulcerada, Lugar de horquetas

Proviene del: Náhuat

 

Compilado por Luis Montes Brito

 

El topónimo Comasagüa es una evolución de Cuajmashahuatan, Cutmatzhuat, Comatzahuan, Comasagüa. Está conformado por los vocablos mazat, venado; otra variante asigna su etimología a los vocablos co, apócope de cohtan: monte, montaña; maza: piñuela; hua: que tiene y posee algo. 

Es una población prehispánica de origen pipil. En 1740, los registros históricos muestran su nombre como San Mateo Mazahua. En 1786 ingresó al Partido de Opico. El 28 de enero de 1865 pasó a pertenecer a la jurisdicción del distrito político-administrativo de Nueva San Salvador y del departamento de La Libertad. El 23 de mayo de 1865 según reporte del censo realizado en el departamento de La Libertad bajo la responsabilidad del gobernador José López, la población de Comasagua era de 303 personas.

En 1924 durante la presidencia de Alfonso Quiñonez Molina, le fue conferido el título de villa. El 13 de enero de 2001 la localidad fue severamente dañada por un terremoto.​ 

Para su administración Comasagua se divide en 9 cantones y 59 caseríos. Siendo sus cantones: El Conacaste, El Faro, El Matazano, El Peñón, El Rosario, La Shila, San Antonio, San Francisco, El Potrerón, San José El Porvenir.

El municipio de Comasagua es irrigado por diferentes ríos y quebradas, siendo algunos de ellos: San Antonio, El Refugio, San Vicente.

Comasagua pertenece a la zona conocida como la Cordillera del Bálsamo. Dentro de sus principales actividades económicas está el cultivo del café, bálsamo, ciertos vegetales y árboles frutales, así como la siembra de granos básicos (maíz, frijoles). Actualmente está en pleno desarrollo una pujante industria turística, compuesta por restaurantes, hostales, empresas dedicadas a servicios de guía de ecoturismo.  

Algunos lugares recomendados a visitar en este municipio son El Peñón, conocido como Quepis Salvadoreño o Piedra de Santiago, la Gruta de la Lima, un calendario indígena, labrado en piedra en el cantón El Peñón y la iglesia parroquial, la finca San Ernesto y el condominio ecoturístico Pontresina.

La topografía de la población, rodeada de cerros y vegetación exuberante, permite ubicar múltiples miradores naturales con vistas privilegiadas sobre la parte sur y las costas de El Salvador. 

Las fiestas patronales del Municipio se celebran en honor al Santo Patrono San Mateo Apóstol, del 13 al 21 de septiembre.

sábado, 27 de marzo de 2021

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: COVID EMOCIONES

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Un antes y un después! Definitivamente aquellos que han padecido el Covid-19 lo consideran un punto de inflexión importante en sus vidas.

Un motivo que puede provocar cambios sustanciales. La primera impresión cuando nos sabemos infectados es el clásico dramatismo del tipo "me voy a morir". Aparecen los primeros síntomas y con ellos también el pánico, asoman la angustia y la frustración y nos preguntamos: “¿por qué me toca a mí?”. A pesar de que el 99% de los enfermos superan dicha enfermedad, la duda se instala en cada uno de nosotros.

Si, por lo contrario, somos afortunados y lo tenemos con pocos o ningún síntoma, entraremos en una inevitable duda diaria. ¿Qué síntomas aparecerán? ¿Sigo en período de incubación? ¿Todavía falta lo peor? ¿A quién habré contagiado? ¿Qué secuelas tendré? Surgirán esas preguntas y también otras, incluso para muchos hasta el temor a la hora de vacunarse. 

El Covid-19 no solo afecta a nuestras vías respiratorias sino que, en forma mucho más sutil, impacta en nuestras emociones hasta transformarnos. Con su complejo comportamiento, este virus tiene la capacidad de convertir a la persona más segura de sí misma en un hipocondríaco de manual, de esos que siempre se sienten enfermos. 

Por lo contrario, si lo vencemos podemos ganar confianza en nosotros mismos y enfrentar la realidad de forma diferente. “Lo que no te mata, te hace más fuerte”, podría ser el lema. 

En fin, podemos volvernos timoratos o salir fortalecidos y decididos a comernos el mundo, dispuestos a afrontar todos los retos que la vida nos plantea desde una óptica distinta. 

Definitivamente hay una sensación mientras padecemos la enfermedad y otra, bastante diferente, después de superarla.

Pasamos de la angustia de morirnos a la satisfacción de ser sobrevivientes, sobre todo en una enfermedad en la cual sabemos puede afectar todos nuestros sistemas. 

En otros casos se pasa de la negación de la enfermedad, de las teorías conspirativas a ir en contra del uso de mascarillas hasta el convencimiento de que es real y hay que prevenirla siguiendo las disposiciones elementales como el distanciamiento social, uso de mascarillas, lavado de manos, etc.

Aun así, existe un buen porcentaje de gente que aún luego de padecer el Covid-19 sigue negando o minimizando la pandemia. Y más grave aún cuando estas personas son líderes de naciones como en Estados Unidos, México y Brasil. Si por algo se caracterizaron Trump, López Obrador y Bolsonaro fue por ser testarudos y no defender a sus pueblos como correspondía con medidas tan básicas como obligar el uso de las mascarillas. 

Pero a diferencia de esos líderes, gran parte de la población se ha vuelto más empática y solidaria con acciones concretas como ayudar en la distribución de mascarillas, alimentos, cuidado de niños y de hogares de los sanitarios que están trabajando en contra de la pandemia.

Además, por suerte, definitivamente se ha acabado aquella “caza de brujas” que perseguía y discriminaba a los que padecían la enfermedad o a los que luchaban contra de ella como médicos y enfermeros. 

Al final, tras un año de pandemia, somos destinos. Nuestros sentimientos han cambiado. El coronavirus nos hace entender lo débil de la humanidad y cómo nos igualan las enfermedades. 

Esta nueva realidad nos ha enseñado a que hay que apreciar la vida porque no sabemos cuándo se nos irá, y que lo que más felices nos hace no es el consumismo sino las cosas sencillas: la familia, nuestras mascotas, los amigos, y la grata sensación de ayudar a los más necesitados sin esperar nada a cambio.

  

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos 

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

jueves, 25 de marzo de 2021

Topónimo del municipio Apastepeque, Departamento de San Vicente, República de El Salvador, Centro América

Por Luis Montes Brito 

Municipio: Apastepeque

Pertenece al Departamento de: San Vicente

Significado: En el cerro del apasteen el lugar del apaste, Cerro del alabastro, Cerro del paste de agua

Proviene del: Náhuat

 

Compilado por Luis Montes Brito

 

El topónimo Apastepeque está conformado por los vocablos Apas, apasti: alabastro*, vasija grande de barro; tepe, tepec, tepet: cerro, en, lugar.

Entre los años 600 D.C y el 1500 D.C se señala la antigüedad de restos arqueológicos adjudicados a su origen que han sido encontrados en el área en el lugar de “La pichichera”. Apastepeque es una población prehispánica muy antigua, de origen yaqui o pipil. Originalmente era conformado por dos pueblos: Apastepeque propiamente dicho y Saguayapa. En náhuatl "Saguayapa" significa “Ríos de ranas y arenas”, procede de las raíces Sa o shal, arena; Guay, rana (batracio sagrado entre los antiguos Toltecas); Apa:río, laguna.

Cuentan los habitantes, que según información obtenida de sus ancestros, que estos pueblos gemelos, estaban separados por una calle de 5 metros de ancho, que es la que actualmente pasa al norte de la iglesia parroquial Santiago Apóstol, la Calle Raymundo Lazo. La parte norte era ocupada por Saguayapa y la parte sur por Apastepeque. La porción septentrional de la población era ocupada por Saguayapa y la meridional por Apastepeque. El camino que hoy pasa por el cementerio y el río Ismataco completaban los linderos entre ambas comunidades indígenas. 

En 1616, su jurisdicción comprendía desde las orillas del sur del rio Titihuapa (en lo que ahora es Sensuntepeque) hasta llegar a Tecoluca (antiguo cacicazgo de Tehuacán). En el año 1616 los españoles partieron de Apastepeque para fundar lo que hoy es la ciudad de San Vicente y se asentaron pasando el rio Acahuapa en la zona del tempisque, fue entonces que los limites de Apastepeque quedaron hasta la orilla del rio Acahuapa.

El 12 de junio de 1824 durante la fundación del estado de El Salvador, el pueblo de Apastepeque fue inscrito en el listado de municipios que componían el departamento de san Vicente.

El 10 de febrero de 1874, durante la presidencia de Santiago Gonzáles le fue otorgado el titulo de villa. El 20 de mayo de 1916, durante la administración de Carlos Meléndez le fue reconocida la categoría de Ciudad. 

Para su administración Apastepeque se divide en 10 cantones y 59 caseríos. Siendo sus cantones: Calderas, Cotumayo, El Guayabo, Las Minas, San Felipe, San Jacinto, San José Almendro, San Juan de Merino, San Nicolás, San Pedro.

Su principal actividad económica es la agricultura donde dominan los cultivos de granos básicos (maíz y frijol), árboles frutales, café, caña de azúcar, las moliendas y la industria del dulce de panela. También hay actividad ganadera predominando el ganado vacuno, caballar, así como la crianza de aves de corral. El turismo también es una actividad económica importante en el municipio.  

Los principales atractivos turísticos de Apastepeque son los ríos Sisimico, Ismataco, San Felipe y El Amate; cerros El Cerrón, Los Chivos, de la Olla, Titiguisi, Tecomatepeque, San Jacinto, Palacios, Pila del Monte y El Cuervo, así como las lagunas Apastepeque con su principal atractivo el muelle flotante, piscinas, jardines y restaurantes, así como la Poza Azul. Las moliendas distribuidas en la jurisdicción también forman parte de la oferta turística del municipio. 

Las fiestas patronales son celebradas del 16 al 25 de julio en honor a Santiago Apóstol.

 

*Alabastro: Variedad de piedra blanca, no muy dura, compacta, a veces traslúcida, de apariencia marmórea, que se usa para hacer esculturas o elementos de decoración arquitectónica.