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miércoles, 18 de junio de 2014

Un poco de historia sobre abdicaciones al trono de España

Tomado de El País
Modos de abdicar
En Europa las monarquías que lograron sobrevivir son las que se adaptaron a la democracia

Por Isabel Burdiel

La abdicación de la Corona por el rey Juan Carlos ha sido considerada un hecho singular y, sin duda, lo es. Sin embargo, su singularidad no reside en que sea poco habitual. La Monarquía española se caracteriza por el alto número de abdicaciones desde la ruptura liberal con el absolutismo, allá por los años treinta del siglo XIX. Desde entonces, con la excepción de Alfonso XII, que murió a los 27 años, todos los demás monarcas españoles han abdicado. Isabel II lo hizo en 1870, Amadeo de Saboya en 1873 y Alfonso XIII hizo cesión de sus derechos dinásticos en 1941.
Para ser un país que durante mucho tiempo ha sido considerado como “esencialmente monárquico” son muchas abdicaciones. Para ser un país “naturalmente republicano” son también muchas las restauraciones. Ambas cosas tienen poco que ver con una singularidad española fatal y cainita a la luz de la cual se debe explicar la situación actual. Más aún, la dicotomía entre una institución esencialmente arcaica y reaccionaria (la monarquía) y otra esencialmente moderna y progresista (la república) fue y sigue siendo demasiado simplista.
A diferencia de lo que ocurrió en América —donde la república se identificó con democracias estables, pero también con dictaduras caudillistas e inestables—, en Europa la monarquía se mantuvo como una institución central en la consolidación del liberalismo y en la construcción de los nuevos Estados-nación en el siglo XIX. Una fuerza política y cultural de integración a la que ninguna de las naciones de Europa quería renunciar y que, contra todo pronóstico, demostró su flexibilidad para adaptarse (o ser adaptada). Y digo “ser adaptada” porque en toda Europa existió siempre una tensión estructural entre los Parlamentos y la resistencia de los reyes a perder prerrogativas. El momento de ruptura clave se produjo en la Primera Guerra Mundial, y durante los años treinta del siglo XX, cuando el problema ya no era la construcción del Estado-nación liberal, sino las formas posibles de resolver el acceso de las masas a la política; es decir, el tránsito a la democracia o la opción por regímenes no democráticos como el comunismo o los fascismos. Las monarquías que lograron sobrevivir fueron las que resistieron la tentación autoritaria y evolucionaron para adaptarse a la democracia y serle útil como un nuevo mecanismo de integración y estabilidad simbólica, despojado de todo poder político efectivo.
En Europa la monarquía se mantuvo como una institución central en la consolidación del liberalismo

Ésa es la problemática histórica desde la hay que analizar la abdicación de Juan Carlos I. Cualquier identificación de la misma con el pasado, o del Rey actual con algún monarca del siglo XIX es forzada, inexacta e inútil para el análisis honesto de lo que está pasando. Otra cosa es que no se puedan extraer lecciones de la Historia. Por ejemplo, la de que todos los finales traumáticos de los reinados anteriores —con la excepción del de Amadeo de Saboya— fueron producto de la implicación del monarca en sistemas políticos anquilosados, carcomidos por la corrupción e incapaces de lograr mecanismos de integración pacífica de las demandas de representación de la ciudadanía.

El caso de Isabel II, la primera reina constitucional, es una buena muestra de ello. Los dos grandes vicios isabelinos fueron el capricho personal en el nombramiento y cese de los Gobiernos y el exclusivismo de un solo partido (el moderado) que se negó a socializar la institución, excluyendo del poder al otro gran partido monárquico, el progresista. El resultado, letal para los propios liberales moderados, fue permitir un grado de autonomía enorme a la Corona y a los círculos de poder extraparlamentarios. Cuando esa situación se hizo insostenible, el liberalismo acabó por no encontrar otra salida que la que había intentado evitar: la revolución. En 1868, Isabel II salió para el exilio pero aún tardó dos años en abdicar. Se resistió a ello cuanto pudo y tan sólo lo hizo, de forma precipitada e improvisada, temerosa de revelaciones escandalosas de su marido y ante la presión de Napoleón III, que buscaba neutralizar la entronización en España de Leopoldo de Hohenzollern, lo que acabó siendo el detonante de la guerra franco-prusiana. En todo caso, la abdicación abrió el camino para los monárquicos alfonsinos que iban reorganizándose en torno a Cánovas de Castillo.

Amadeo de Saboya, retratado por Carlos Luis de Ribera y Fieve

Antes de que los alfonsinos lograran su propósito, se ensayó en España la llamada “monarquía democrática” de Amadeo de Saboya que duró apenas dos años, entre noviembre de 1870 y febrero de 1873. Su brevedad y su “carácter extranjero” son razones que se aducen para que apenas se recuerde su paso por el trono de España. Quizás también pesa en ese olvido el hecho de que su fracaso se debió de forma evidentísima, no a la actuación del rey, que fue escrupulosamente constitucional, sino al fraccionamiento extremo de todos los partidos que decían apoyarle. Frente a ellos cobraron fuerza los republicanos (que no dudaron en hacer causa común con los carlistas) y los defensores de una restauración en la figura de Alfonso XII. Emilia Pardo Bazán relató más tarde la atmósfera excitada de los salones durante la cruzada contra Amadeo. “Todos andábamos conformes en empujarle fuera de España, y luego que llevase el gato al agua quien pudiera”. Ella, como otras damas de entonces, se lucían por Madrid y ante el rey, “con la peineta de teja y la mantilla de rancia blonda”. Mientras, los inestables apoyos de Amadeo le confundían constantemente, eran incapaces de crear un sistema de partidos estable y le empujaban a actuar fuera de sus prerrogativas constitucionales. La negativa final a hacerlo fue el detonante de su abdicación. Se lo comunicó al presidente del Gobierno rogándole discreción hasta que la abdicación se hiciese formal, y constitucionalmente. No hubo tal discreción y al día siguiente, el 10 de febrero de 1873, el país se enteró por la prensa de que el rey abdicaba. Sacudiéndose las botas como santa Teresa al abandonar Ávila, Amadeo se trasladó con su familia a la embajada italiana y salió de España. Se despidió con una elegancia no exenta de ironía, agradeciendo la honra que “merecí de la nación española” pero sintiéndose impotente para devolver el favor: “Todos invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien y entre (…) el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males”. El 11 de febrero de 1873 fue proclamada la Primera República.
Alfonso XIII empezó su reinado como regeneracionista y acabó consagrando España al Sagrado Corazón de Jesús y entregando el poder a un dictador militar en 1923. Cavó así su tumba política, como lo hicieron otros monarcas de las frágiles monarquías del este o del sur de Europa ante la tentación fascista o militarista. Tras la victoria republicana de abril de 1931, en unas elecciones municipales que actuaron como una especie de referéndum, el rey ofreció su renuncia temporal al trono y salió hacia Francia. Mientras, en España, comenzaba, llena de ilusiones, la Segunda República. A Alfonso XIII le costó mucho más abdicar que a Isabel II. Tardó casi diez años. Sin duda fue traicionado por los franquistas, que le mantuvieron en el exilio y no restauraron la monarquía después de la Guerra Civil. Finalmente, el 15 de enero de 1941, ya sin alternativas, anunció la cesión de sus derechos dinásticos a don Juan. Nunca lo llamó abdicación. Con él, la monarquía española había embarrancado otra vez, al ser incapaz de adaptarse a las demandas de democracia y optar por una solución autoritaria.
Alfonso XIII empezó su reinado como regeneracionista y acabó entregando el poder a un dictador militar en 1923

Nada que ver todo lo que he relatado hasta aquí con la abdicación de Juan Carlos I, realizada de forma libre, con respeto escrupuloso a la legalidad constitucional y en una democracia asentada que él mismo contribuyó a instaurar y defender. El Rey, como han hecho los monarcas en Bélgica u Holanda, y el propio Papa, ha creído llegado el momento de dejar paso a una nueva generación, más capaz en este momento de afrontar los retos enormes de la situación. Nada que ver con un capricho ni, por supuesto, con una falta de capacidad para distinguir entre lo que se le pide a una monarquía y a una república. Ni la república es mágica, ni el rey Felipe VI lo será tampoco. Afortunadamente la mayoría de los españoles ya no creemos en la magia.
Isabel Burdiel es autora de Isabel II. Una biografía (Taurus), premio Nacional de Historia 2011.

Bibliografía

La época del Estado-nación en Europa. Dieter Langewiesche. PUV, 2012.
El reinado de Amadeo de Saboya y la Monarquía constitucional. Carmen Bolaños. UNED, 1999.
Alfonso XIII. Un político en el trono. Javier Moreno Luzón (editor). Marcial Pons, 2003.
Isabel la Católica. Estudio crítico de su vida y su reinado. Tarsicio de Azcona. Biblioteca de Autores Cristianos, 1993.
Enrique IV de Castilla: la difamación como arma política. Luis Suárez Fernández. Ariel, 2001.
Poesía crítica y satírica del siglo XV. Julio Rodríguez Puértolas (editor). Castalia, 1989.
El conde Lucanor. Don Juan Manuel. Edición de Guillermo Serés y Germán Orduña. Crítica, 1994.
Claros varones de Castilla y Letras. Fernando de Pulgar. Gerónimo Ortega e Hijos de Ibarra, 1789.
Clio and the Crown: The Politics of History in Medieval and Early Modern Spain. Richard L. Kagan. John Hopkins University Press, 2009.



lunes, 2 de junio de 2014

Abdica el Rey de España

Tomado de El País 


El Rey abdica

El Rey tomó la decisión el pasado enero, el día de su cumpleaños


Rajoy: "Quiero transmitir que este proceso se desarrollará en un contexto de estabilidad"


Por Natalia Junquera
El rey Juan Carlos ha expresado en un mensaje dirigido a los españoles las razones de su abdicación, anunciada esta mañana, y ha agradecido el apoyo de la población durante sus años de reinado. El monarca ha destacado la "transformación de España" y lo "mucho y bueno conseguido entre todos" desde que la Transición. "He querido ser Rey de todos los españoles", ha dicho en su mensaje televisado, en el que ha destacado también que "una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista", encarnada en su hijo Felipe. 
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado la decisión del Rey de abdicar del trono. El Monarca, aquejado por un largo proceso de debilitamiento de su salud, estudiaba desde hacía tiempo la posibilidad de ceder el trono al Príncipe Felipe.
"Su majestad el Rey don Juan Carlos acaba de comunicarme su decisión de abdicar", ha comunicado Rajoy. "Espero que en un plazo muy breve, las Cortes españolas puedan proceder al nombramiento como Rey del que hoy es el Príncipe de Asturias", ha añadido el presidente.
Don Juan Carlos tomó la decisión el día de su 76 cumpleaños, el pasado 5 de enero. Se lo comunicó a Rajoy el 31 de marzo y al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tres días después. El Rey consultó el paso que iba a dar, primero, con el Príncipe y después con el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno. Además, encargó un informe político, jurídico y práctico sobre la abdicación. Se creó entonces un reducido equipo de La Zarzuela y con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría por parte del Gobierno, para decidir cómo se hacía el anuncio.
Rajoy ha elogiado la labor de don Juan Carlos como "un defensor infatigable de nuestros intereses" y ha transmitido que el proceso de abdicación se desarrollará "en un contexto de estabilidad institucional y como prueba de la madurez de nuestra democracia".
El presidente ha afirmado que el Rey Juan Carlos deja "una impagable deuda de gratitud" a todos los españoles. El presidente ha subrayado que el Rey ha sido "el mejor portavoz y la mejor imagen" del Reino de España en el exterior, un "defensor infatigable" de los intereses de España.
El propio don Juan Carlos ha escrito una carta al presidente que señala: "A los efectos constitucionales procedentes, adjunto el escrito que leo, firmo y entrego al señor presidente del Gobierno en este acto, mediante el cual le comunico mi decisión de abdicar de la corona de España".
Rajoy ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario para tramitar la abdicación de don Juan Carlos. El presidente del Gobierno ha asegurado hoy que la preparación, el carácter y la amplia experiencia en asuntos públicos del príncipe Felipe constituyen una "sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas".
El Rey renuncia al trono tras 39 años de reinado. No quiso hacerlo cuando las sucesivas operaciones y pasos por el taller, como le gusta llamar al quirófano para quitarle importancia, avivaron el debate sobre su abdicación. El Rey, de 76 años, ha tomado la decisión de dar el relevo a su hijo, de 46, ahora, tras 39 años de reinado, cuando La Zarzuela y el propio Monarca habían recuperado la normalidad institucional tras meses de intervenciones quirúrgicas y convalecencias y con una leve remontada en las encuestas. La decisión, como aclaró el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, es de don Juan Carlos y nada más que de don Juan Carlos.
Es "una decisión muy meditada", afirman fuentes de La Zarzuela, que la desvinculan de la coyuntura política y de los problemas de salud de Don Juan Carlos, que ha aumentado su agenda institucional y los viajes estos últimos meses para aumentar la popularidad de la institución y dejar a la Corona lo mejor posible. Don Juan Carlos ha cancelado un acto que tenía hoy en Cataluña, mientras que el Príncipe ha llegado esta mañana de El Salvador. La Reina se va mañana a Nueva York.
Línea de sucesión de la Corona española. Foto tomada de El País


El Príncipe es el miembro de la familia real, con la Reina, mejor valorado en las encuestas. Don Felipe, que reinará como Felipe VI, es "el mejor preparado de los Príncipes de Asturias que ha habido", según declaró el propio Rey en una entrevista en TVE en enero del año pasado. "Podemos tener confianza, seguridad y sobre todo, sabemos que tenemos ahí a alguien preparado", añadió, en una entrevista en la que también dijo cómo quería ser recordado: "Como el rey que ha unido a todos los españoles y que con ellos ha conseguido recuperar la democracia y la monarquía".
La abdicación llega, no obstante, en un periodo muy delicado para la institución, con el caso Nóos, protagonizado por su yerno. Iñaki Urdangarin, el asunto que más daño ha hecho a la Corona, y en pleno desafío soberanista catalán. La institución, antes la mejor valorada por los españoles, recibió el pasado mayo el tercer suspenso de su historia, con un 3,72 sobre 10 de nota en confianza. Muy lejos de los notables altos que obtenía en los noventa, cuando era la institución mejor valorada por los españoles.
Las reacciones al anuncio de la abdicación del Rey no han tardado en llegar. La página web de la Casa del Rey se ha colapsado temporalmente.
Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, ha subrayado la relevancia del anuncio al subrayar que "la decisión de su Majestad el Rey de renunciar a la jefatura del Estado" es uno de los hechos políticos más importantes "desde la recuperación de la democracia". "Culmina, con esta decisión, un reinado que ha constituido un compromiso inquebrantable con la democracia y con los derechos y libertades de los españoles", ha añadido.
Para el coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, es el momento de un referéndum para que "el pueblo decida si quiere monarquía o República", o lo que a su juicio es "monarquía o democracia". “Es la hora del pueblo, de que el pueblo decida y hable", ha asegurado el dirigente en una rueda de prensa en Madrid. En su opinión, "es inconcebible en siglo XXI seguir hablando del derecho de sangre", algo que es "incomprensible" para los ciudadanos.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha reclamado un referéndum sobre la monarquía: “Esta abdicación acelera la descomposición del régimen político de 1978”, ha señalado Iglesias a EL PAÍS desde Bruselas. “Si el Gobierno cree que Felipe de Borbón cuenta con la confianza de la ciudadanía, debe someterlo a las urnas”, según el primer elegido de Podemos al parlamento europeo. Iglesias ha lanzado también un mensaje al PSOE. Le pide que “no se preste a un acuerdo de casta” con el PP y no dé su respaldo al Gobierno de Mariano Rajoy para elaborar la Ley Orgánica que permita la proclamación de un nuevo soberano.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha agradecido al Rey el trabajo que ha realizado por la paz, la libertad y la prosperidad "de todos los españoles" y ha añadido que, con su renuncia, "en absoluto" entrará la Monarquía en un período de inestabilidad.
Por su parte, el lehendakari Iñigo Urkullu acaba de asegurar que la decisión del Rey "abre una posibilidad de resolver la cuestión vasca que" de momento no ha hecho el ciclo de la Constitución de 1978, informa Pedro Gorospe.
Josep Antoni Duran Lleida ha agradecido al Rey su labor al frente de la jefatura del Estado y también ha destacado que su sucesor tendrá que lidiar con la consulta catalana, informa Maiol Roger. "Al Rey Felipe lo conozco personalmente, es una persona muy capaz y preparada. Espero y deseo que sea consciente de cuál es la voluntad de este pueblo", ha dicho Duran.
La abdicación del Rey encabeza las portadas digitales de varios diarios internacionales, como el GuardianNew York TimesLa Reppublica oBild. El diario francés Le Monde califica al monarca como "hecho a sí mismo" y "transparente pero no muy claro".

Lecturas recomendadas:

·       El tiempo del Príncipe
  

domingo, 18 de mayo de 2014

Diego Pablo 'el Cholo' Simeone el líder del logro de un sueño que parecía imposible

Tomado de El Mundo

El promotor del cambio

·      'Si estoy dos días sin ir al gimnasio, me vuelvo loco', dice Simeone

Sólo se permite una copa de vino si no está en su círculo íntimo

Por EDUARDO J. CASTELAO

«Si estoy dos días sin ir al gimnasio, me vuelvo loco». Lo dice Diego Pablo Simeone (Buenos Aires, Argentina, 1970), el hombre que le ha dado la vuelta a la historia del Atlético, al menos a la más reciente. En la primera semana de diciembre de 2011, recibió la llamada de Miguel Ángel Gil, en ese momento convencido ya de que Gregorio Manzano estaba amortizado. El consejero delegado del club recibió el «sí» del Cholo a los pocos segundos de conversación, pero le pidió que aguantara, porque le faltaban unos días para terminar el Torneo Apertura -finalizó segundo con Racing- y quería marcharse por las buenas, inmerso el club argentino en un proceso electoral.




No se lo pensó y el día 27 de diciembre de 2011 fue presentado en el Vicente Calderón. Aquel día empezó a cambiar la historia de un club zarandeado por sus propios errores durante más de una década. «A lo único que aspiro es a que los rivales no quieran jugar contra nosotros», le dijo a Gil ese mismo día en la cena. Dejaba atrás a sus hijos, «lo más sagrado», suele decir, y por entonces comenzó un ritual para mitigar su ausencia. Casi todos los días se coordina con ellos para sentarse a cenar juntos. Él en Madrid y ellos en Buenos Aires. Skype o el Facetime hacen el resto. Se ponen el iPad cada uno en su mesa y entonces los 10.081 kilómetros parecen menos. Alrededor de ellos, de sus hijos -Giovanni, 18 años, ya jugando en River Plate, Gianluca (15) y Giuliano (11)- ha construido el entrenador del Atlético la mayoría de sus rituales.

Ayer habló con ellos desde la misma hierba, hecho un mar de lágrimas. Y luego se acordó, rodeado de todos sus colaboradores. «Es una sensación rara», dijo al ser cuestionado por lo que sentía. «Me acuerdo de Don Jesús [Gil], de Luis Aragonés, que en la segunda parte estaba hoy estaba defendiendo en el área pequeña... Y de un montón de gente que no pudo venir al estadio. Familiares, aunque estuvieron mis padres y mi hermana... Tanta gente que ha estado siempre cerca, en todos los momentos», afirmó visiblemente emocionado, acordándose de sus hijos. Ahora vendrán para la final de la Champions, siguiente objetivo de un hombre muy muy feliz.


«Es un tío muy reservado», cuenta un alto ejecutivo del club, y es por eso que su (casi) único interlocutor con las oficinas es Miguel Ángel Gil. Pese a esa lejanía con los niños, no tiene, nunca la tuvo, la sensación de estar renunciando a algo. Ignoraba esos sentimientos los sábados por la noche, cuando sus amigos salían de copas y él se quedaba descansando, y los ignora, o los mitiga, hoy respecto a la familia. «¿Qué es un grupo humano? Es ponerse en el lugar del otro», trató de explicar así el orgullo que le produce lo realizado.
A Simeone, lo dicen quienes más cerca están de él, se le define como esa lucha permanente entre la frialdad que le exige el puesto y el temperamento de un purasangre que arrastra desde bien pequeño. Se le humedecen los ojos con más facilidad de la insinuada, y aunque no son pocas sus colaboraciones, a las organizaciones humanitarias a las que ayuda siempre les pone la misma condición: el anonimato. De la misma manera que jamás hará referencia a su vida privada. De hecho, anda estos días bastante molesto porque la prensa rosa lo ha colocado como uno de sus objetivos. Quizá, al margen del éxito deportivo, por ese aire de maduro interesante que gasta. A los 44 recién cumplidos, mima su cuerpo y sus telas con la pasión de una quinceañera.
«Si estoy dos días sin ir al gimnasio, me vuelvo loco», insiste, y es por eso que no suele faltar a su encuentro con las máquinas del Cerro del Espino de Majada honda y, sobre todo en los días después de los partidos, a su cita con el Bikram Yoga. ¿Qué es eso? Pues es yoga, pero practicado en una sala a 40 grados de temperatura. En el gimnasio de La Moraleja al que acude, además, tiene la suerte de que en esas clases la mayoría son mujeres y eso, para qué engañarse, siempre es mejor. Esta técnica, muy de moda entre los centros más chic, sirve, según sus defensores, para estirar con más facilidad todos los músculos del cuerpo. Y Simeone tiene unos cuantos.

Eso le permite compatibilizar la preparación de los asados con sus colaboradores con el hecho de entrar en un traje impecable, hecho a medida eso sí, por Roberto Verino. Camisas slim fit, por supuesto, y camisas negras siempre -no hay datos de que sea la misma-, dejando al descubierto otro rasgo de su personalidad que él mismo define: «Soy muy cabulero». Cabulero, en Argentina, viene de cábala, es decir, Simeone es un tipo profundamente supersticioso. Esa camisa negra es «la camisa de ganar», igual que la corbata fina. Y todo viene porque en la primera final que disputó como entrenador del Atlético, la de la Europa League en Bucarest ante el Athletic, se puso una camisa negra. Hasta hoy. Ese culto al cuerpo, por cierto, lo pueden comprobar quienes se sientan a la mesa con él. Normalmente para cenar se permite una copa de buen vino, pero nada más si no está rodeado de los suyos.

No se esconde, eso sí, y cuando hay motivo se le puede ver en una buena mesa de De María o en la zona VIP de Kapital. «Madrid es rojiblanca», decía ayer el hombre que, junto a Marcel Domingo y Luis, puede presumir de haber ganado la Liga con el Atlético en el campo y en el banquillo. Señaló el partido de Bilbao como el momento en que él se dio cuenta de que podían ganar la Liga aunque, como confesaba después en los pasillos, «no pensé que fuera así». Su contrato con el Atlético termina en 2017, pero ambas partes se prometieron en la firma que no se pondrían muchos problemas la una a la otra al final de cada temporada. «Es el triunfo del trabajo», cerró.

sábado, 19 de abril de 2014

Bancos de España urgidos por volver líquidos activos adquiridos por embargos

Tomado de The Wall Street Journal

La banca española se apresura a vender las casas que embargó en la crisis

Los bancos españoles tienen en sus libros en torno a 100.000 millones de euros en inmuebles, según Moody's

Por Jeannette Neumann

MADRID—Cuando Judit León y su novio visitaron su banco para averiguar por una hipoteca, no creían que podrían pagarla. Pero el agente hipotecario de CaixabankS.A. CABK.MC +0.48% , uno de los mayores prestamistas de España, les dio una alternativa: el banco le daría 100% de financiación si compraba un inmueble dentro del portafolio de propiedades de Caixabank.

"Los bancos tienen muchísimos pisos y les interesa quitárselos de encima", dijo León, una programadora de un sitio web de bienes raíces de 32 años. Ahora, ella y su novio, quienes viven en Barcelona, están estudiando las opciones.
Los bancos españoles tienen en sus libros en torno de 100.000 millones de euros (US$139.00 millones) en inmuebles, según Moody's MCO +1.55% Investors Service, y están ansiosos por ofrecer acuerdos para acelerar las ventas mientras se preparan para la revisión de sus balances por parte de los reguladores de la Unión Europea.

El mantenimiento de esas propiedades es costoso y las normas españolas les exigen un mayor colchón financiero para una propiedad embargada que para una hipoteca.

Cinco grandes bancos, incluyendo Banco Santander S.A. SAN.MC +0.20% y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A. BBVA.MC -0.53% (BBVA) ofrecen a clientes hasta 100% de financiación para comprar una propiedad embargada, frente a un máximo de 80% para inmuebles que no son propiedad de los bancos, según una investigación publicada internamente por una de estas entidades y a la que tuvo acceso The Wall Street Journal.

Dependiendo del banco, los deudores pueden ahorrar desde 0,24 a 3 puntos porcentuales en la tasa de interés si el préstamo se usa para comprar una casa que fue embargada, muestra el informe interno. Las cifras se basan en términos hipotecarios ofrecidos a "compradores secretos" que visitaron sucursales bancarias. Los compradores secretos trabajan para una consultora contratada por uno de los bancos para monitorear los acuerdos de sus rivales.
Voceros de BBVA, Caixabank, Banco Popular Español S.A. POP.MC -0.53% y Banco Sabadell S.A.SAB.MC +0.44% confirmaron que ofrecen financiación más generosa y una tasa más baja para la compra de inmuebles que han embargado y dicen que la práctica los ha ayudado a deshacerse de viviendas que quedaron en sus manos. Los términos de cualquier hipoteca, añadieron, dependen del perfil del cliente y de su relación con el banco.

Una vocera de Santander declinó hacer comentarios. La web de ese banco promociona hasta 100% de financiación para inmuebles vendidos por su unidad de bienes raíces, frente a 80% para inmuebles que no posee.
Los bancos, así como analistas y agentes inmobiliarios, dicen que los prestamistas españoles han endurecido los requerimientos para hipotecas desde los días previos a la crisis, cuando algunos compradores recibían más de 100% de financiación para la compra de una casa, así como para los muebles y electrodomésticos.
Los bancos "están vendiendo pisos cuando deben estar vendiendo dinero", dijo Marifé Esteso, agente de bienes raíces en la ciudad costera de Alicante.
Ella y otros agentes señalan que la capacidad de los bancos les da una ventaja injusta y obliga a los vendedores individuales a reducir sus precios para competir.