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martes, 2 de febrero de 2016

Hillary Clinton y Ted Cruz inician primarias ganando en Iowa

Tomado de El País



El resultado apretado abre una lucha larga y reñida para la nominación a la Casa Blanca

Por Marc Bassets


Donald Trump, el magnate y showman neoyorquino que ha revolucionado la política estadounidense con su retórica agresiva y sus exabruptos xenófobos, es falible. Decía que él siempre ganaba, pero la noche de este lunes, en Iowa, perdió.

El senador por Texas Ted Cruz, un conservador ortodoxo e intransigente, es el ganador republicano de los caucus o asambleas electivas de este Estado. Cruz, con un amplio apoyo de la derecha cristiana, ha derrotado a Trump al sacar un 27,65% de los apoyos y ocho delegados. El magnate, favorito en los sondeos, ha obtenido un 24,31% y siete delegados. El tercero es el senador por Florida Marco Rubio, con un 23,09% y siete delegados.

En el campo demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton empata con el senador socialista de Vermont, Bernie Sanders, uno de los vencedores morales de la noche.

El resultado igualado, en el campo demócrata y en el republicano, indica que la lucha por la nominación de ambos partidos en las elecciones presidenciales de noviembre será larga y reñida.

Iowa ofrece una de las paradojas fascinantes que da la política estadounidense: un Estado con más de un 90% de blancos no hispanos en el que el Partido Republicano, que es el partido de los blancos, da la victoria real y moral a dos latinos, hijos de inmigrantes cubanos que, además, defienden políticas de mano dura con la inmigración.

Tras conocerse el resultado, Trump compareció en un hotel de West Des Moines, junto a la capital de Iowa. Fue uno de los discursos más extraños que se le recuerdan. Extraño, por su normalidad: breve, sin exabruptos ni insultos a sus rivales.

El discurso de Rubio fue el de un vencedor, aunque quedara tercero. En el tono, esperanzado y patriótico, exhibiendo su biografía como un programa, recordaba al que Obama pronunció después de derrotar a Clinton en los caucus de Iowa en enero de 2008, una victoria que le catapultó a la nominación y a la Casa Blanca. 

De los caucus de Iowa no sale un favorito claro entre los republicanos. La victoria de Cruz no le convierte en favorito: está demasiado escorado a la derecha como para apelar a un electorado más centrista que el de Iowa.
En el otro lado, aunque Clinton gane, el buen resultado de Sanders —la mitad de participantes en las asambleas le han apoyado— revela que las divisiones ideológicas en el Partido Demócrata son profundas.
La ex secretaria de Estado afronta los recelos de una parte del electorado, pero disfruta de una organización sólida sobre el terreno en los Estados clave y de un apoyo leal de las minorías latina e hispana, decisivas en la nominación demócrata.
Los caucus de Iowa —y el proceso de primarias en general— son un juego de expectativas. El buen resultado del senador por Florida Marco Rubio, por encima de lo esperado, le proyecta como el hombre del momento, el aspirante capaz de frenar a Trump, un electrón libre que ha desquiciado al Partido Republicano.

Sin tiempo para digerir los resultados de este lunes, la campaña se trasladará este martes a New Hampshire, el estado de Nueva Inglaterra donde, tras loscaucus de Iowa, se celebran el día 9 las primeras elecciones primarias. En New Hampshire, con 1,3 millones de habitantes, los favoritos son Trump, para el Partido Republicano, y Sanders para el demócrata.

Iowa, un Estado de 3,1 millones de habitantes en el Medio Oeste, nunca decide la nominación, un proceso que dura cinco meses y en el que participan los 50 Estados. Pero sí sirve para descartar. El primer damnificado de Iowa es el exgobernador de Maryland Martin O’Malley, aspirante demócrata que se retirará después de sacar menos del 1% de apoyos. El republicano Mike Huckabee también anunció que abandona la campaña.
Iowa no decide, pero puede alterar la dinámica. De este Estado surge una alternativa creíble a Trump: el senador Rubio, un hijo de inmigrantes cubanoamericanos con un discurso de republicano clásico, favorable al libre mercado, en lo económico; halcón en la política exterior; y partidario de políticas migratorias rigurosas pero sin ser ofensivo como Trump.

Rubio es la gran esperanza del establishment republicano, que históricamente ha logrado que sus candidatos en los caucus y primarias fueran los nominados a las presidenciales. El buen resultado de Rubio es también un alivio para unestablishment golpeado por la ola populista de Trump y Cruz.

El resultado de Trump, por debajo de lo que él mismo esperaba, no termina, ni mucho menos, con sus aspiraciones, pero le da una dimensión más terrenal. Hasta el lunes, Trump jamás se había sometido a una votación: el fenómeno Trump se basaba sobre todo en la popularidad en los sondeos, en las multitudes que atraía a sus mítines y en la atención mediática que despertaba.
La política real es más complicada que la virtual.
Trump vendió que era un triunfador; se paseaba por los platós televisivos y los estrados de los mítines dando por casi segura la victoria. Una mayor modestia —palabra inexistente en el diccionario Trump— le habría permitido alardear de un resultado mejor de lo esperado. Ahora, el hombre que decía no perder nunca, que fanfarroneaba sobre sus éxitos inapelables, deberá gestionar su primera derrota.

jueves, 5 de enero de 2012

Victoria pírrica: Mitt Romney gana primaria en Iowa por apenas 8 votos

Agencias Noticiosas

La primera cita en la carrera por la Casa Blanca, los “caucus” (asambleas populares) republicanos de Iowa, se saldó finalmente con el triunfo, por solo ocho votos, del ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, frente a su inmediato rival, el ex senador Rick Santorum.

Romney, considerado uno de los candidatos más moderados a la investidura republicana, obtuvo 30.015 votos contra 30.007 para su adversario, el católico ultraconservador Santorum, según resultados definitivos anunciados ayer en la madrugada.Ambos lograron 25% de los votos.

El tejano Ron Paul se colocó en el tercer lugar con 21%, seguido por Newt Gingrich (13%), Rick Perry (10%) y Michele Bachmann (5%), quien ayer abandonó la campaña electoral. Bachmann se ha dado cuenta de que tras quedar sexta en la primera cita con las urnas en la carrera republicana no tiene “una forma viable de seguir adelante”.

El gobernador de Texas, Rick Perry, despejó la duda sobre su continuidad en la carrera a la Presidencia de EE.UU. al anunciar ayer que viajará a Carolina del Sur para seguir su campaña en las primarias republicanas, horas después de comunicar que volvía a su estado para reconsiderar su participación.

Se trata del resultado más ajustado en la historia de estos “caucus”, lo que pone de relieve las profundas divisiones entre los votantes republicanos acerca de sus candidatos y quién es el mejor cualificado para desafiar al presidente, Barack Obama, en las elecciones de noviembre.

Romney quiso proyectar una imagen presidencial y optó por hacer caso omiso de los resultados de la noche para arremeter directamente contra el ocupante de la Casa Blanca. “Prácticamente todo lo que este presidente ha hecho ha dificultado que prosperen los negocios”, citó el aspirante presidencial, quien prometió que, por contra, si él se impone en las elecciones de noviembre hará de EE.UU. de nuevo un lugar que atraiga a los mejores inversores.

Ex empresario y ex gobernador (2003-2007) de Massachusetts (noroeste), Romney, de 64 años, ya fue candidato a las primarias en 2008, que perdió entonces contra John McCain. Republicano moderado, es considerado como uno de los favoritos más creíbles.

Mientras tanto, un exultante Rick Santorum expresó que este es el primer paso para recuperar el gobierno del país, en declaraciones a sus partidarios desde un hotel de Des Moines, la capital de este estado del norte de Estados Unidos.

Hijo de un inmigrante italiano, católico y padre de siete hijos, Santorum, de 53 años, defiende los valores de la derecha cristiana. Sus opositores liberales lo ridiculizan como un ultrarreligioso que llegó a equiparar la homosexualidad con el incesto y la pedofilia, pero Santorum apuesta fuerte a su conservadurismo social y fiscal.

La enorme maquinaria electoral estadounidense se puso en marcha en Iowa mediante la celebración de 1.774 “caucus” o asambleas de vecinos, en escuelas, iglesias y todo tipo de centros públicos con la presencia de más de 100.000 electores republicanos.

Después de debatir y escuchar directamente a los candidatos en liza, o a sus representantes, votaron para designar al mejor aspirante en un ejercicio de democracia directa. “Vamos a cambiar la Casa Blanca y a poner a Estados Unidos de nuevo en el buen camino”, aseguró Romney ante sus simpatizantes, tras felicitar a sus contrincantes.

En los “caucus” de Iowa estaban en juego un total de 28 delegados para la convención republicana del próximo agosto en Florida, que será la que nombre oficialmente al candidato de este partido.

Tras los resultados en Iowa, Santorum, un candidato que hasta ahora no había figurado mucho, ha cobrado un nuevo impulso. Una victoria en Iowa no garantiza la nominación, pero multiplica las posibilidades del candidato. Un fracaso puede ser demoledor.

La próxima cita electoral tendrá lugar el martes 10 de enero, cuando el estado de Nuevo Hampshire celebrará sus primarias. Allí se sumará otro aspirante presidencial, Jon Huntsman, ex gobernador de Utah y quien renunció a hacer campaña en Iowa ante sus escasas posibilidades.

Las últimas encuestas dan como favorito en Nuevo Hampshire a Romney, el aspirante al que los analistas consideran con más posibilidades en un enfrentamiento con el presidente Barack Obama. Luego tendrán lugar las votaciones en Carolina del Sur (este) el 21 de enero y Florida (sureste) el 31 de enero.

El 6 de marzo, una docena de estados se pronunciarán el mismo día, conocido como “supermartes”. Las primarias y “caucus” se llevarán a cabo hasta el verano boreal, aunque el ganador suele conocerse antes. Pero será la convención nacional republicana en Tampa, Florida, del 27 al 30 de agosto, la que designará al rival de Obama.

lunes, 15 de agosto de 2011

Primera prueba de los Republicanos la gana el Tea Party

Tomado de La Verdad.es

Precandidatos Republicanos durante un debate

Los resultados en Iowa muestran que el movimiento ultra derechista del Partido Republicano ha llegado para quedarse

Ayer se cumplió una ya veterana costumbre en el escenario pre-electoral norteamericano y militantes republicanos, previo pago de la papeleta de voto y en un ambiente festivo, votaron en una especie de sondeo primerizo sobre sus candidatos presidenciales preferidos en una reunión celebrada en Ames (Iowa) desde 1979.

Ganó el favor de los presentes Michele Bachmann, diputada por Minnesota y militante del 'Tea Party'. Sus primeras palabras fueron exactamente las esperadas por la motivada concurrencia: «Hemos enviado un claro mensaje de que Barack Obama será presidente de un solo mandato».

No es aventurado pensar que el deseo tiene un largo camino por correr hasta hacerse eventualmente realidad en noviembre del año próximo y es prudente relativizar la importancia del sondeo, su valor real como pronóstico del comportamiento del votante republicano y subrayar que allí votaron algo menos de 17.000 norteamericanos.

Pero la tradición pesa y la curiosa jornada abre oficiosamente la precampaña de primarias para las que faltan nada menos que medio año. El segundo más votado, el diputado Ron Paul, no tiene posibilidad alguna de ser candidato por su condición de republicano libertario inclasificable y cabe preguntarse por qué acudió y por qué le votaron quienes no lo harían el día decisivo. Y tercero, más lejos, un hombre con posibilidades, el exgobernador de Minnesota Tim Pawlenty, quien horas después anunció que se retira de la competición.

Pesando sobre la opinión quedaban dos hechos más relevantes: Mit Romney, que no concurrió, sigue siendo el mejor colocado a día de hoy y surge como un aspirante capaz el gobernador de Texas, Rick Perry, quien anuncia su candidatura.

Lo único claro es que el 'Tea Party' ha llegado para quedarse y si puede proveer una candidata de peso, además de la posibilidad de que finalmente se presente su estrella, Sarah Palin, es porque ha sabido canalizar la fuerte polarización que supone el estilo Obama y su gestión, más allá de la crisis económica y financiera.

Sobra decir que lo sucedido con el risueño tanteo de Iowa es solo indicativo, pero también es útil recordar que en 1999 sirvió para lanzar la figura de un tal George Bush